Capítulo 10: Inicio de curso.

Por fin llegarían los alumnos a Hogwarts, Elvira estaba deseando empezar a trabajar en serio, habían pasado los últimos días repasando el plan de estudios de pociones, Elvira daría clases a los de primero, esas horas las aprovecharía Severus para avanzar más en la investigación de su poción, pero, eso sí, ella debía dar el contenido que él establecía en su plan de estudios para primero y debía vigilar que los chicos no cometieran errores en nada y debía ser muy exigente y estricta con el cumplimiento de las instrucciones y normas de seguridad y castigarlos y quitarles puntos sin piedad en caso de que desobedezcan, no hagan caso de sus instrucciones o provoquen algún desastre por hacer tonterías en clase. Ella dijo que no se preocupara que sería como si él estuviera en clase. Severus se tranquilizó un poco más, pero aún así durante la primera semana él estaría en su despacho al lado del aula de pociones para ayudarla en caso de que lo necesite.

Ese día habían estado preparándolo todo para el día siguiente, llegó la hora del gran banquete de bienvenida en el comedor con todos los alumnos y profesores. Cuando llegaron Severus y Elvira, sólo faltaba por llegar Yoshi y Hellen, Albus estaba ya sentado en su asiento, entraron los alumnos mayores, Minerva había ido a buscar a los nuevos alumnos de primer curso, ella y Hagrid se saludaron y Hagrid fue al comedor a ocupar su asiento como profesor de cuidado de criaturas mágicas, ella se quedó con ellos y les explicó brevemente algunas normas de comportamiento antes de entrar y en qué consistiría la selección con el sombrero.

Cuando entró Minerva seguida de los nuevos alumnos, ya estaban todo el personal y los alumnos a partir de segundo curso ocupando sus asientos, Elvira estaba al lado de Severus observando las mesas llenas de niños por primera vez desde que estuvo allí como "estudiante visitante" por llamarlo de alguna manera. Mientras Albus daba un pequeño discurso de bienvenida a profesores, presentó al nuevo personal y a los aprendices para quien no los conozca, también se dirigió a todos los alumnos, los que empezaban su etapa escolar y los que ya eran más veteranos, en ese momento Elvira se dio cuenta de que los alumnos mayores la miraban mucho y que mientras las chicas la miraban con curiosidad, pero fingiendo que no la miraban a ella, los chicos, en cambio, la miraban de arriba abajo y se dedicaban a cuchichear disimuladamente mirándola con descaro, no le sorprendió centrar la atención de esos chicos, tenían unos 16 o 17 años, estaba acostumbrada a llamar la atención de los adolescentes. En ese momento terminó de hablar Albus y comenzó la ceremonia de selección, Minerva hizo acercarse a los niños junto al taburete donde los fue llamando uno a uno, la ceremonia este año se estaba haciendo un poco pesada, los chicos la seguían mientras saludaban a compañeros que no vieron en el tren y daban la bienvenida a los nuevos chicos de su casa. Minerva seguía con ello y Elvira miró a Severus para decirle algo y lo vio con el ceño más fruncido de lo habitual, mirando a unos chicos de quinto curso que miraban descaradamente a Elvira y hacían comentarios entre risas y algún que otro codazo…

-Severus, ¿qué te pasa ahora?

Preguntó Elvira al verlo incómodo y apretando los puños.

-Nada, no te preocupes.

-¿Es por esos chicos que me miran tanto? No le des importancia, es normal que les haya llamado la atención que su estricto profesor de pociones tenga una nueva ayudante y que no sea hermana de Medusa.

-No te molesta porque no escuchas lo que piensan, la legeremancia a veces es una maldición, creen que te he hechizado para que me sonrías y me obedezcas ciegamente, que sólo eres mi esclava sexual y que ojalá volvieran a cursar primer curso para que fueras tú su profesora, que seguro que no aprenderían nada pero se alegraría la vista… serán cerdos.

Elvira se rió un poco:

-No le des importancia, Severus, es normal que a esa edad sean así de idiotas, acuérdate de cuando tenías su edad.

-Yo nunca fui así de mentecato y lo sabes bien. - Elvira sonrió.

-Sí lo sé, pero recuerdas cómo eran los demás y no es la primera vez trabajas con adolescentes.

-Lo sé, pero es la primera vez que tengo una compañera de trabajo tan cercana como tú y quiero que te respeten como es debido. - Ella cogió la mano de Severus y le dijo:

-Tú tranquilo, que se les quitarán las ganas de desnudarme con la mirada en cuanto vean que soy más imaginativa y tengo más mala leche para castigar que tú.

Le apretó la mano a Severus que le devolvió el apretón, se miraron por un momento y se olvidaron de todo unos segundos, el último niño fue sorteado, un chiquillo de pelo rubio rojizo que se uniría a Slytherin, fue a sentarse con sus compañeros rápidamente. Cuando escucharon que la selección había terminado, Severus no tardó en soltar su mano, creía que nadie se había dado cuenta de su gesto cariñoso con Elvira, pero cuando Albus dio por empezado el banquete y todos empezaron a atiborrarse con la deliciosa y abundante cena, casi todas las miradas estaban en ellos y centraban casi todas las conversaciones entre los alumnos, los profesores preferían comentarlo más tarde, cuando Severus no estuviera tan cerca, no vaya a ser que los escuche y les lance una maldición por cotillas.

La cena transcurrió con normalidad, dentro de lo que cabe si tenemos en cuenta que, según todos los alumnos, el profesor Snape se había echado novia y le había buscado un trabajo en Hogwarts para poder vivir con ella… cuando terminó la cena, los alumnos fueron a sus habitaciones, los prefectos acompañaron a los nuevos alumnos y les explicaron el resto de normas. Elvira y Severus iban saliendo del comedor junto al resto de profesores, cuando Elvira notó un pequeño tirón en su capa, al ver lo que era vio un gatito muy pequeño de color gris plateado con ojos verdes intensos que jugueteaba con el bajo de la capa. Elvira se agachó y lo cogió.

-Vaya amiguito, ¿tú quien eres? ¿De donde has salido?

Una niña de primer curso que se había quedado un poco rezagada del resto llegó corriendo a donde estaba Elvira con Severus que miraba disgustado al gato que había interrumpido su conversación.

-Lo siento, profesor, lo siento, señora es que se ha escapado.

La niña acababa de ser sorteada en Slytherin esa noche y les explicó que era su gatito, que era muy pequeño y en el tren se había asustado mucho y no pudo dejarlo en su jaula, había estado tranquilo en el bolsillo interior grande de su túnica durante la selección y durante la cena se portó bien mientras le dio algo de comer, pero después se le escapó. Severus le dijo que no estaba permitido tener a las mascotas en el comedor y que al día siguiente ella sería la encargada de fregar los calderos del aula como castigo. La niña recogió el gatito que le daba Elvira asintiendo a las palabras de Severus, entonces Elvira vio que la niña estaba terriblemente disgustada y le preguntó:

-¿Cómo te llamas, pequeña?

-Morgana Fox. Encantada de conocerla señora profesora.

-Eres una señorita muy bien educada Morgana, no como este pequeño sinvergüenza tan mono.

Elvira le sonrió a la niña mientras acariciaba la cabeza del gatito que ronroneaba en los brazos de su dueña, la niña sonrió tímidamente.

-Les prometo que nunca volverá a pasar nada parecido, ahora tengo que ir a mi dormitorio y no sé dónde está el resto de mis compañeros.

La niña estaba a punto de echarse a llorar abrazando a su gatito.

-No te preocupes pequeña, el profesor y yo te acompañaremos a los dormitorios. - Se apresuró a decir Elvira.

-¿De verdad, señora?

-Sí claro, vamos.

Severus no dijo nada, caminó detrás de ellas mientras Elvira tranquilizaba a la chiquilla y le preguntaba cómo se llamaba su gatito, resultó que el pequeño demonio se llamaba Lestat y fue el regalo que recibió Morgana por su cumpleaños el pasado mes de julio. Llegaron a la sala común de Slytherin y entraron los tres, Severus regañó al prefecto que estrenaba cargo ese año, diciéndole que debe estar más atento a los pequeños los primeros días, por esa vez no lo castigaría por ser su primer año como prefecto, pero a la próxima no sería tan benévolo. Morgana pidió disculpas a sus compañeros, que viéndola tan pequeña, asustada y vulnerable, ni siquiera se enfadaron, de todas formas por una vez, el profesor Snape no los había castigado a limpiar los baños sin usar magia, como hubiera pasado en circunstancias normales.

Severus y Elvira salieron de allí y, como siempre, Severus la acompañó a su habitación, ese día a Severus le tocaba ronda nocturna, pero parte del trabajo de Elvira consistía en hacerlas por él para que el esfuerzo no le afectara. Ella tendría que salir en una media hora, pero antes necesitaba ir al servicio, por eso volvió a su habitación. Fue a hacer la ronda con Hermione esa primera noche, no era obligación de la aprendiz hacer las rondas de vigilancia nocturna de Minerva, pero se ofreció porque su profesora había tenido unos días agotadores de papeleo y burocracia, Dumbledore era un gran mago y un director muy capaz, sabía lidiar muy bien con los miembros más insoportables de la junta escolar, pero era un desastre con las cuentas y la administración…menos mal que tenía a Minerva. Así que allí estaba Hermione dándole un rato de descanso a su profesora favorita, le tenía mucho cariño y se notaba, además era recíproco. Elvira y Hermione pasaron un rato agradable charlando mientras hicieron la primera ronda, después le tocaría a Filius y Yoshi. Después ya era trabajo de Filch. Elvira acompañó a Hermione de vuelta a su habitación, ya las habían relevado y estaban más cerca de la suya, estuvieron charlando sobre qué tal llevaba Hermione su reciente ruptura, habían hablado durante las comidas mientras no llegaban los alumnos y la chica parecía que estaba más animada, por lo menos oía hablar de él sin echarse a llorar como en aquella noche de chicas. Elvira le preguntó si desde que rompieron se había fijado en alguien, ella le dijo que no tuvo tiempo para conocer a nadie y que por el momento no tenía planeado tener otra relación formal, por lo menos durante algún tiempo. Elvira le preguntó:

-¿Y qué me dices de Neville? ¿No te gusta?

Hermione por poco de tropieza con el escalón de estaba subiendo en ese momento por la sorpresa.

-Eso sería imposible, lo conozco desde que tenía 11 años y somos muy buenos amigos, siempre hemos estado muy unidos, como hermanos, no me plantearía tener algo con él.

-Pues yo creo que seríais una gran pareja, él es un poco tímido, pero no puedes negarme que es mono y es un buen chico, es muy amable y considerado, encantador, además es inteligente y seguro que no te agobiaría con el tema del matrimonio hasta que tú quieras, él está en la misma situación laboral que tú, a Ron lo conoces desde hace el mismo tiempo y seguro que puedes ver que no son iguales. Si te gusta, acércate a él, quien sabe, igual descubres que tú también le gustas. - Hermione estaba un poco alucinada con el consejo que le dio Elvira, le contestó:

-No te estoy diciendo que me guste Neville, que conste, le tengo mucho cariño, pero es que hace como un año que rompió con su novia, Luna, desde entonces no ha salido con nadie y sigue siendo amigo suyo, creo que si Luna quisiera volver con Neville, él volvería con ella. Seguro que sigue enamorado de ella, no voy a perder el tiempo persiguiendo a un hombre que quiere a otra.

Hermione se miró los zapatos un poco avergonzada por casi admitir que se había fijado en su amigo, aunque lo negara, habían pasado mucho tiempo juntos los últimos días y él siempre había sido un encanto con ella, igual que con todo el mundo. Habían llegado a la habitación de la chica en ese momento, Elvira suspiró y le dijo:

-Mira, esto que quede entre nosotras, Severus me contó lo que hablaron los hombres cuando fueron a Las Tres Escobas, no todo, pero entre otras cosas me contó que Neville decía que Luna y él habían roto, que habían acabado bien, que seguían siendo amigos y que se llevaban mejor como amigos que como pareja, que su relación ya no era lo mismo, vamos que ya está olvidada esa relación…así que si te gusta pasa tiempo con él, acércate a él, comprueba que él siente lo mismo y no dejes que te lo quite otra, es un gran chico y merece la pena, te lo digo yo que los suelo reconocer, es uno de los pocos chicos de su edad que me mira a los ojos cuando me habla.

Hermione se echó a reír y le dijo que se lo pensaría, Elvira sabía que lo haría, estaba segura que dentro de poco esos dos estarían juntos.

Elvira volvió a su habitación para prepararse para dormir, puso el aviso para las 6 de la mañana, para que le diera tiempo a arreglarse por la mañana sin prisas. Se acostó y se quedó dormida en cuestión de segundos.

A la mañana siguiente se levantó en cuanto sonó el aviso, no quería llegar tarde a clase el primer día, se aseó rápidamente y se vistió, se arregló el pelo y se maquilló estuvo un rato repasando lo que tenía preparado para su primera clase y cuando se ponía su capa alguien llamó a su puerta, preguntó quién es y le contestó la voz de Severus, le dijo que entrara.

-Buenos días Elvira, ¿Qué tal estás?

-No estoy tan nerviosa como creía que lo estaría, creo que se me dará bien, por lo menos con los pequeños. La primera clase la tienes con los de último curso, estaré allí contigo y observaré cómo lo haces y te imitaré en lo que pueda.

-Así me gusta, que hagas caso de lo que te digo. - Elvira se reía.

-De verdad, no sé lo que veo en ti para que me gustes tanto, a veces eres un cretino…

-Sí, pero te encanta que lo sea…eres una masoquista.

-Jajaja, puede ser, vamos a desayunar que se nos hace tarde.

Llegaron al comedor para desayunar, ya estaban allí casi todos los profesores y gran parte del alumnado. Desayunaron rápidamente y fueron al aula de pociones para preparar el material para la primera clase, tocaba con los de último año de Gryffindor y Slytherin, mientras organizaba los ingredientes de hoy Elvira le dijo:

-Severus, esta mañana he leído algo interesante en una revista de herbología americana que me ha mandado mi madre, le hablé de la poción que necesitas y que te estaba ayudando a investigar, ella conoce a herbólogos, sanadores y maestros de pociones muy prestigiosos y con mucho talento, una amiga suya ha descubierto una planta que prolonga los efectos de algunas pociones curativas, tu poción calmante es muy eficaz pero su efectividad dura sólo unas 12 horas, según la revista podría prolongar su efectividad durante días, entre una y dos semanas. Podría ser una solución a tu problema, no serías tan dependiente de la poción calmante, podrías tomarla sólo una vez a la semana o cada dos semanas. Mientras no encontremos la solución definitiva para tu dolor crónico puede ser una solución temporal. - Severus se quedó muy sorprendido, con una mirada bastante ilusionada dijo:

-No había oído hablar de esa planta, tienes razón merece la pena probar incluir esa planta ¿Es un descubrimiento reciente? ¿Dónde crece? ¿Sería posible conseguir unos esquejes o unas semillas?

Elvira se alegró de que compartiera su entusiasmo.

-La autora de la investigación es una buena amiga de mi madre, fueron juntas al colegio, la conozco desde pequeña, le escribiré después de almorzar, le preguntaré todo lo que quieras, aunque si quieres podemos escribir la carta juntos.

-Sí, esa es una gran idea, iremos a tu habitación después del almuerzo, ¿Tienes aquí la revista?

- No, la dejé con la carta de mi madre en mi habitación, no se me fuera a perder o a estropear.

-Has hecho bien, ya estoy deseando que llegue la hora de leerla. - Se miraron a los ojos y pensaron que ojalá no estuvieran a punto de llegar los chicos.

Llegaron los alumnos y Severus estaba escribiendo en la pizarra las instrucciones para la poción de ese día y Elvira se aseguraba de que estuvieran todos los ingredientes para esa clase bien dispuestos. Lo primero que hizo Severus fue advertir a la clase que Elvira era su ayudante, pero no era ninguna criada, que debía ser considerada como una profesora más, que era maestra de pociones y no consentirá ninguna falta de respeto hacia ella, que estaba allí por méritos propios y no iba a consentir que hubiera rumores malintencionados sobre ello. Todos los chicos se quedaron callados y estupefactos, la clase se desarrolló sin incidentes, esos jovencitos no dijeron absolutamente nada, a no ser que necesitaran preguntar algo y levantaban la mano para ello. Elvira sabía que Severus era estricto pero esos chicos hacían todo lo posible para que no se enfadara.

Al terminar la clase, Severus les mandó tarea para el próximo día y Elvira preparó el aula para su primera clase en solitario. Era de primer año, también Gryffindor y Slytherin, Severus esperó a que entraran los niños, los pequeños estaban temblando al ver la aterradora presencia del profesor, cuando entraron les dio el mismo discurso que a sus compañeros mayores y les advirtió que estaría en el despacho al lado y que si escuchaba algo que le hiciera pensar que estaban portándose mal o hicieron algo indebido, entraría allí y los castigaría el resto del curso. Todos los niños asintieron casi sincronizados.

-Bueno, señorita Elvira, la dejo con su clase, para todo lo que necesite estoy al lado. Y si alguno se pone respondón mándalo a mi despacho y entre Filch y yo decidiremos qué hacer con él o ella.

-Está bien, profesor Snape, pero no será necesario, creo que se portarán muy bien y que seremos buenos amigos, ¿Verdad chicos? - Todos los niños asintieron enérgicamente. Así Severus se fue, dejando la puerta entreabierta y a Elvira, al fin, sola con su clase.