Capítulo 32: Cumpleaños en Halloween.
Amaneció el día de Halloween, era sábado y de todas formas no habría clase ese día, los chicos estarían demasiado excitados pensando en la fiesta de esa noche para prestar la atención suficiente a sus clases. Severus se despertó antes que Elvira, como de costumbre, la abrazó un poco más fuerte y la miró con sincero cariño, aún no se creía que tuviera la suerte de que llevaran un año juntos y, si todo salía según sus planes, estarían juntos para siempre. Le besó en el pelo y se levantó con cuidado de no despertarla. Fue al baño y al salir comenzó a llevar a cabo su plan. Se puso un pantalón de pijama y fue a su sala de estar, Poe estaba deambulando cerca de la puerta. Severus cerró la puerta del dormitorio, se agachó y cogió al gato, que ya tenía el tamaño de un gato adulto, y empezó a lamer la mano de su dueño.
-Buenos días, Poe, te estaba buscando, necesito que me ayudes.
El gato lo miró como si estuviera entendiendo lo que le decía…y quizás lo hacía, era un animal bastante inteligente. Severus usó su varita y convirtió el contenido de la papelera en un pequeño cartel de cartón con una cuerda que colgó alrededor del cuello del gato, hizo aparecer en el cartel las frases: "Feliz Cumpleaños, el regalo de Severus te espera en la sala de estar". Le dijo al gato:
-Ahora Poe, vas a despertar a mami y dejarás que lea este mensaje, ¿Entendido?
El gato pareció asentir, Severus entonces lo deslizó en el dormitorio y quitó el hechizo de invisibilidad sobre las rosas que le había encargado a Longbottom, sabía que podía contar con su discreción, de la de Pomona no se fiaba demasiado. Acto seguido las repartió por toda la sala de estar y cambió el color de sus pétalos para que fueran negras con reflejos verdosos brillantes y que el filo de los pétalos se quedaran rojo sangre, sabía que a Elvira le gustarían más que las rosas rojas habituales. Se asomó al dormitorio y Poe estaba cerca de la cara de Elvira lamiendo su nariz para despertarla, definitivamente era un gatito muy listo. Salió a la sala de estar, cogió una pequeña cajita antigua y forrada de tela verdosa que tenía bien escondida en un libro falso que usaba para guardar cosas importantes, ya estaba listo para cuando ella saliera.
Elvira se retorció en la cama cuando notó algo rugoso acariciando su nariz, se restregó los ojos y vio a Poe sentado sobre sus patas traseras muy recto y mirándola fijamente con una especie de cartelito colgando de su cuello. Cuando pudo ver con claridad y vio el mensaje se lanzó un hechizo de limpieza y fue al baño un momento para estar lo mejor posible para ver la sorpresa que le había preparado Severus, ese hombre maravilloso había conseguido intrigarla. Se puso el camisón que tanto le gustaba a Severus y salió a la sala de estar, la encontró llena de velas encendidas y repartidas por toda la estancia estaban las rosas más bonitas que había visto en toda su vida. Antes de que pudiera decir nada Severus la cogió de la mano y la hizo sentarse en el sofá.
-Planeaba hacer esto esta noche, pero no puedo esperar, llevo deseando hacerlo un año, desde el momento en que te regalé a Poe y me besaste en los labios por primera vez. - Severus se arrodilló delante de ella. - Elvira, eres lo mejor que me ha pasado, me has hecho feliz como nadie lo ha hecho jamás, me has ayudado a curarme, no sólo mi cuello, también mi maltrecho corazón, desde hace más de un año sé que eres el amor de mi vida, no quiero perder más tiempo sin que tú seas mía y yo sea tuyo para siempre, ¿Me harás el más feliz de los hombres? ¿Te casarás conmigo?
En ese momento Severus sacó una cajita de joyería verdosa de aspecto antiguo en la que relucía un anillo de estilo modernista, en oro blanco con una esmerada de tamaño mediano y pequeños diamantes a su alrededor con un elegante engarzado de filigrana. Elvira estaba en estado de shock, las rosas ya eran una sorpresa, a él no le gustaban ese tipo de cosas, pero que le pidiera matrimonio justo ese día le parecía un sueño. Se le cayó una lágrima y empezó a asentir.
-Claro que sí, Severus, me casaré contigo. - Él le puso el anillo en el dedo anular de su mano izquierda y se besaron apasionadamente. -Te quiero muchísimo, Severus.
-Yo también, mi amor.
Se besaron durante unos minutos, pero sabían que los esperaban para desayunar y felicitar a Elvira. Ella le dijo:
-Sabes cariño, hoy no sólo yo recibiré felicitaciones…
-Lo sé, ¿quieres que anunciemos nuestro compromiso mañana?
-Para nada, por mí estaría ahora mismo gritándolo desde la torre de astronomía. Quiero contarlo en cuanto lleguemos. - Severus le dio otro beso y la abrazó con fuerza.
-Lo que tú quieras. Hay otra cosa que quiero pedirte, no sé si ahora es el momento adecuado para hablar de esto pero llevo meses pensando en ello, me gustaría que el día de nuestra boda también formalicemos la adopción de Morgana, quiero que sea oficialmente nuestra hija, si ella así lo desea y a ti te parece bien. - Elvira estaba completamente emocionada por la idea.
-Por supuesto que me parece bien, cariño, sería un sueño hecho realidad, sería perfecto, se lo contaremos esta noche antes de ir al baile, ¿te parece bien? - Severus la besó de nuevo.
-Por supuesto, ahora será mejor que nos vistamos y vayamos a desayunar, si tardamos, conociendo a Albus y Minerva son capaces de venir aquí para intentar fastidiarnos el mañanero de cumpleaños.
Ambos rieron y fueron a darse una ducha rápida entre besos y excitantes caricias. Se vistieron rápidamente, entonces Elvira se fijó en algo, ella nunca se quitó el colgante que él le regaló antes del baile de Navidad y se acababa de dar cuenta que casi hacía juego con el anillo que él le había dado.
-Severus, ¿Este anillo hace juego con mi collar? - Él le contestó:
-No exactamente, el collar es bastante más antiguo, pero mi bisabuelo mandó hacer este anillo cuando le pidió matrimonio a mi bisabuela, ella adoraba a mi madre, era su única nieta y cuando murió se lo dejó como herencia, cuando se escapó para casarse con mi padre, se llevó sus joyas y consiguió ocultarlas de él, quería conservarlas para mí por si necesitaba venderlas para pagar mis estudios o si encontraba a alguien con quien casarme serían para mí mujer o mis hijas. Según yo considerara. Por suerte no tuve que venderlas y entre ambos las pudimos esconder del borracho de mi padre. Pero creo que eso ya lo sabes. Ahora, ¿Qué te parece si vamos a desayunar y dejamos boquiabiertos a todos los cotillas que llamamos "compañeros de trabajo"? - Elvira sonrió y le dijo:
-Por supuesto.
Cuando entraron al comedor eran los últimos miembros del personal en llegar, Elvira estaba cogida de su brazo y todo el personal se apresuró a felicitarla por su cumpleaños, le dieron regalos, sobretodo libros, bombones, alguna botella de vino caro o whisky y Yoshi le regaló un par de películas de ciencia ficción japonesas en versión original con subtítulos en inglés. Albus le regaló una cena para dos en un bonito restaurante muggle en Londres para el siguiente fin de semana y Lars le regaló una pulsera de plata a la que podría añadir algún colgante, él añadió los dos primeros, un gatito pequeño y un murciélago con un pequeño jade verde. Le encantó. En el momento en que se estaba probando la pulsera Poppy dijo:
-Pero bueno Elvira, ¿Cuándo pensabas enseñarnos esa maravilla? - Señaló el anillo en el dedo de Elvira. Antes de que contestara, Severus dijo:
-Para que lo sepáis, ese es mi regalo de cumpleaños para Elvira, esta mañana le pedí matrimonio y ha dicho que sí.
De pronto todas las mujeres del personal estaban besando y abrazando a la pareja y gritando como locas, los niños miraban sorprendidos del revuelo que se había organizado, los hombres del personal también los felicitaron. Longbottom se atrevió a decir:
-Yo sospechaba que se lo pediría hoy. - Todos lo miraron.
-¿Y por qué no dijiste nada? - Preguntó Pomona.
-El profesor Snape me pidió una cantidad enorme de rosas rojas para hoy, sospechaba que tendría intención de pedirle matrimonio a Elvira. - Severus miró al techo.
-Joder, ¿Me he vuelto tan transparente que hasta Longbottom ve mis intenciones? - Neville se sonrojó un poco.
-No es eso, es que a usted nunca lo había visto tan feliz, supuse que pretendía tener un detalle romántico con Elvira, no se me ocurre nada más romántico.
Todos estaban de acuerdo con Neville. Después las mujeres empezaron a preguntar detalles de cómo se declaró y cuándo, si fue la noche anterior o por la mañana, si habían pensado en una fecha para la boda. Aquí Elvira dijo:
-Un momento, en la próxima noche de chicas os lo contaré todo, aún no hemos pensado en una fecha, tenemos que hablar con mis padres, tenemos que decidir si nos casaremos allí o aquí, aún no lo hemos decidido. - Entonces dijo Minerva:
-Creo que no es necesario que os diga lo mucho que me alegro por vosotros. Especialmente por ti, Severus, ya pensaba que no te vería casado, con la ilusión que me hace. - Entonces lo abrazó provocando la incomodidad de Severus y risitas en los alumnos que estaban más pendientes de la charla de sus profesores que de desayunar. Cuando Severus se dio cuenta les dijo a los niños:
-¡Ya está bien de cotillear! ¡Como escuche una risita más empezaré a quitar puntos y repartir castigos y la mitad de ustedes se quedarán sin fiesta esta noche!
Inmediatamente todos los niños se callaron y se dedicaron a terminar sus desayunos e irse lo más rápido posible a terminar sus deberes para el lunes y dar los últimos toques a sus disfraces.
Morgana observaba a sus profesores conversar y reír y empezó a sospechar lo que pasaba cuando la profesora McGonagall y el resto de mujeres del personal admiraban algo en la mano de Elvira, no dijo nada a sus compañeros de clase, pero sospechaba que Severus le había pedido matrimonio a Elvira y no pudo evitar sentirse sumamente feliz. Estaba deseando que ocurriera desde marzo cuando estuvieron en Nueva York por primera vez. Ya quería que llegaran las 5 de la tarde, la hora a la que acordaron encontrarse para preparar sus disfraces y pasar un rato juntos, después de lo que había visto sólo pensaba en felicitarlos.
El día transcurrió sin muchos incidentes, los chicos intentaban portarse lo mejor posible para no ser castigados, incluso los más traviesos se estaban portando bien, nadie quería perderse el baile de disfraces de esa noche. Cuando llegaron las 5 de la tarde, Morgana fue corriendo a la habitación de Elvira y Severus, cuando Severus le abrió la puerta al entrar le preguntó sin perder ni un segundo:
-¡Hola Severus! ¿Lo has hecho? ¿le has pedido a Elvira que se case contigo?
Elvira estaba en el dormitorio sacando la ropa que se pondrían esa noche. Severus sólo asintió y Morgana saltó y gritó de felicidad, colgándose de su cuello abrazándolo con fuerza y besando repetidamente sus mejillas. Severus la abrazó.
-Tranquila, pequeña, me vas a ahogar antes de que me case.
Morgana se apartó un poco y se sonrieron el uno al otro, Elvira salió del dormitorio y los vio abrazados y se unió a ellos, Morgana estaba entusiasmada, los abrazaba y besaba a los dos completamente emocionada. Cuando terminó de felicitarlos con entusiasmo les preguntó cuándo y cómo se lo había pedido, Elvira se lo contó todo y Morgana dijo:
-¡Ohh! ¡Qué detalle tan bonito Severus! Nunca me imaginé que pudieras llegar a ser tan romántico. - Severus le dijo:
-Sólo os pido una cosa, que Albus, Minerva, Poppy y Pomona no se enteren de todos los detalles, los conozco y no quiero que empiecen a decir tonterías… - Las dos reían. Elvira le dijo:
-Tranquilo, cariño, no daremos muchos detalles, tu pequeño discurso sólo quedará entre nosotros tres. - Se dieron un beso y entonces Morgana fue a su dormitorio a cambiarse para la fiesta. En ese momento Severus le dijo a Elvira:
-En cuanto salga le preguntaremos si quiere que la adoptemos.
-¿Estás seguro de que quieres que lo hagamos?
-Por supuesto. Sabes que os quiero mucho a las dos, quiero que tú seas mi mujer y que ella sea nuestra hija. - Elvira lo besó.
En ese momento salió Morgana ya vestida para que Elvira la ayudara con su pelo, no solía hacerse trenzas, solía llevar su largo pelo negro suelto o en una coleta, según el día, para no perder tiempo en peinarse. Los vio besándose y entonces carraspeó un poco, la cena empezaba a las 6 y media, eran más de las 5 y media, y no quería llegar tarde. Severus y Elvira se separaron y él le dijo:
-Morgana, sé que es un poco tarde, pero puedes sentarte aquí unos minutos, tenemos que hablar contigo. - Morgana se asustó.
-¿Qué pasa? ¿Ahora que os vais a casar os molesto por algún motivo? - Severus estaba atónito pero contestó rápidamente.
-Para nada, pequeña, es todo lo contrario. He hablado con Elvira y le he planteado la posibilidad de que, sólo si tú quieres, cuando celebremos nuestra boda también formalicemos tu adopción como nuestra hija. - Entonces la niña fue la que se sorprendió y empezó a llorar emocionada. Elvira la abrazó y la niña le devolvió el abrazo.
-Tranquila, mi niña, si no quieres podemos seguir como hasta ahora. - Entonces Severus se acercó y acarició el pelo de Morgana.
-Sí, pequeña, es decisión tuya. - Cuando la niña se tranquilizó dijo:
-Pues claro que quiero que me adoptéis, lo que no sabía es que queríais ser mis padres.
Severus entonces hizo que Morgana lo mirara a los ojos.
-Morgana, sabes que Elvira y yo te queremos mucho, por supuesto que queremos que seas oficialmente nuestra hija. - La niña volvió a abrazarlo, le preguntó:
-¿Tendré que cambiar mi apellido? - Severus besó su frente.
-Sólo si tú quieres, puedes seguir siendo Morgana Fox, Morgana Snape o Morgana Fox-Snape, lo que prefieras, te vamos a querer igual. - La niña sonrió.
-Me gustaría llamarme Morgana Fox-Snape. ¿Tú te cambiarás el apellido, Elvira? - Elvira contestó:
-No lo sé, cariño, aún no lo he decidido, pero lo cierto es que uso poco mi apellido, probablemente lo cambie pero porque seguro que quiera o no todos me llamarán Señora Snape. - Los tres rieron. Severus dijo:
-Bueno, ya hablaremos de esos detalles más adelante, ahora hay que arreglarse, tenemos una fiesta a la que asistir y aún tenemos que vestirnos y hacernos la foto que le prometisteis a Caliope y Thomas. - Entonces Morgana dijo:
-Acabo de darme cuenta, cuando me adoptéis, podré llamaros a vosotros papá y mamá y a Thomas y Caliope, abuelo y abuela, ¿verdad? - Elvira le dijo:
-Si quieres, a mi me haría ilusión y creo que a Severus también. - Él asintió con una sonrisa.
-Mis padres seguro que estarán encantados, mañana les escribiré para contarles sobre el compromiso y que te adoptaremos, sé que te quieren y estarán encantados de que los llames abuelos. - Severus dijo:
-Eso sí, cuando estemos en clase o fuera de estas habitaciones seguiremos siendo "Profesor Snape" y "Profesora Elvira", no habrá favoritismo por ello. - Morgana dijo:
-Contaba con ello. No te preocupes.
Volvió a abrazarlos y fue a terminar de ponerse los calcetines y los zapatos, mientras Elvira y Severus se pusieron los disfraces que usaron en el último baile, Elvira usó hechizos para arreglar el pelo de los tres y maquilló a Morgana y a ella misma y ayudó a Severus con el bigote al estilo de Gómez Addams. Cuando estuvieron preparados Morgana cogió la muñeca y, aunque le costó, puso una expresión muy seria, estaba perfecta. Elvira usó una cámara digital como la de su madre que compró en verano y levitando la cámara hizo una foto con temporizador. Estaban genial los tres, al día siguiente sacaría copias usando el hechizo que le enseñó Caliope, pondría una en su álbum, otra sería para Morgana que le pidió una para su álbum de fotos favoritas y otra se la mandaría a sus padres junto con la carta donde les comunicaría su compromiso.
Fueron los tres juntos al Gran Salón, los estudiantes los miraban bastante sorprendidos, sobretodo los de primero que no conocían a la Familia Addams y que no habían visto al profesor de pociones vestido así hace un año. Morgana empezó a sentirse un poco incómoda por recibir tanta atención, pero se tranquilizó cuando Elvira le dijo:
-Tranquila, pequeña, te miran porque no saben de quién vas disfrazada, cuando se lo expliques dejarán de mirarte raro.
Morgana se tranquilizó inmediatamente. Antes de salir de la sala de estar los tres quedaron en que no contarían nada de la futura adopción de Morgana hasta que fuera oficial, a Elvira y Morgana les gustaba la idea de sorprender a todo el mundo y Severus sólo quería complacerlas. Cuando llegaron allí Severus y Elvira fueron a la mesa de profesores y Morgana a reunirse con sus amigos, que en seguida querían saber de qué era su disfraz, ella se lo explicó y todos creyeron que era genial y muy divertido que fuera a juego con los profesores de pociones. Severus y Elvira se sentaron en la mesa de profesores y estuvieron de charla con el resto de profesores, los cuales se habían animado a disfrazarse de magos famosos, fantasmas y duendes, excepto Hermione y Neville que se disfrazaron de Frankenstein y su novia, tenían un aspecto más gracioso que aterrador, lo que no les pareció mal, a Neville le preocupaba asustar a los alumnos más pequeños. Yoshi y Hellen también se disfrazaron a juego, de zombis, también intentaron tener un aspecto más gracioso que terrible. Lars se vistió de vampiro como había planeado, se peinó como le aconsejó Elvira y arrancó suspiros de muchas alumnas, algún alumno y una encendida mirada del profesor de Astronomía. Minerva les preguntó de qué se había vestido Morgana, los niños no paraban de acercarse a ella y mirarla extrañados, excepto los nacidos de muggles. Elvira le dijo:
-Nosotros somos Gómez y Morticia, los padres de la familia Addams, y ella está vestida de Miércoles, la hija. Morgana le contó a mis padres que nos vestimos así el pasado Halloween y suplicó que volviéramos a vestirnos así este año y que ella se vestiría de Miércoles a juego con nosotros. No se lo pudimos negar. - Minerva sonrió.
-Yo en vuestro lugar tampoco hubiera podido negárselo, por otro lado, hacéis un grupo adorable. - Severus se sintió un poco incómodo con que lo definieran como "adorable".
La cena transcurrió entre charlas cordiales e intentos de Albus, Poppy, Minerva y Pomona de sonsacar a la pareja recién comprometida sobre cuándo y cómo sería su boda. Cuando terminaron el postre, Yoshi y Hellen vieron la incomodidad de Severus y pensaron que sería un buen momento para desviar la atención de esos cotillas del pobre hombre. Yoshi dijo:
-Amigos, me gustaría contaros algo, antes de volver de las vacaciones le pedí matrimonio Hellen y me aceptó, lo queríamos mantener en secreto un tiempo, pero creo que este es un buen momento para contároslo. - Todos los felicitaron y cuando fue a felicitarlos Severus les agradeció desviar la atención que estaba recibiendo, Hellen dijo:
-No es nada Severus, además, aún no pueden sonsacarnos nada de nuestros preparativos de boda, tenemos que ver qué fecha le conviene al hermano de Yoshi para que pueda asistir y si es más conveniente para su abuela viajar desde Japón o que celebremos la boda allí. - Severus contestó:
-Seguramente ahora con la fiesta y teniendo que vigilar a los críos no insistirán mucho, pero dentro de unos días seguro que empezarán con las preguntas. - Elvira, Hellen y Yoshi rieron, sabían que era cierto, pero ellos eran más pacientes que Severus.
Dumbledore anunció que daba comienzo el baile y se despejó la pista de baile y empezó a sonar la música, ese día no pudo escaparse Sean y Minerva abrió el baile con Albus. Después la pista se empezó a llenar de parejas, tanto de alumnos como de profesores. Severus estaba distraído bailando con Elvira y tardó en darse cuenta de que una ruborizada Morgana estaba bailando con un tímido Anthony Russell… a Elvira cuando los vio les pareció una pareja muy mona, él con su disfraz de vampiro y ella vestida de Miércoles. Le dejó la muñeca a Charlotte que entretenía a un grupo de alumnos de primer año enseñándoles cómo se quitaba y se ponía la cabeza de la muñeca, provocando risas entre ellos cuando les contó que la muñeca se llamaba María Antonieta, por una reina muggle que fue decapitada. Cuando Severus siguió la mirada de Elvira palideció de repente.
-Pero… ¿Qué está haciendo ahí?
-Severus, no empieces que sólo está bailando con un chico.
-Pero es demasiado pequeña para bailar con él.
-Tranquilo, sabes que los dos son buenos chicos. Seguramente bailarán sólo una canción y después cada uno irá por su lado con sus amigos, sabes que los dos son muy tímidos y no querrán que los demás bromeen con ellos con que si son novios o no. Además contigo por aquí vigilando sólo se atreverán a bailar juntos una vez. - Severus resopló.
-No puedo evitar vigilarla, va a ser mi hija.
-Y a mí me parece muy dulce que la cuides tanto, pero tranquilo y confía en ella. Mira ya puedes tranquilizarte un poco, ya está con sus amigas.
Estaba sentada con sus amigas riendo y explicándoles cómo se hacía el hechizo de cambiar el color del vestido de la muñeca. Todas se reían y probaban a hacerlo con el vestido de la muñeca y con sus propios disfraces. Se lo estaban pasando en grande y atrajeron la atención de muchos alumnos que mientras no bailaban se estaban divirtiendo cambiando sus disfraces de color.
Severus se tranquilizó y cuando vio que sólo bailaba con sus compañeras y compañeros de curso y que cuando no bailaba Anthony no se acercaba a ella se dedicó a pasarlo bien con Elvira. Lars, debido a su altura era una pareja de baile un poco torpe y provocaba muchas risas en los alumnos más pequeños, hasta que se le ocurrió empezar una conga con los chicos de los primeros cursos, el primero iba agarrado a su capa y el resto iba detrás, todos riendo, especialmente cuando Elvira y Minerva se unieron, estaba siendo uno de los bailes de Halloween más divertidos de los últimos años, al terminar la canción muchos lloraban de risa. Severus resoplaba y Elvira reía volviendo junto a él.
-¿Qué te pasa cariño?
-Nada, sólo que nunca me imaginé que vería una conga aquí…ni que Minerva participaría… ni que sería mi prometida la que la convencería de ello. - Elvira le dio un beso en la mejilla.
-A mí me ha parecido muy divertido…y escucharte llamarme "prometida" me ha gustado mucho.
-Me encanta como suena. Estoy deseando poder llamarte "esposa" ¿Quieres beber algo?
Severus besó sus nudillos suavemente, muy cerca del anillo de compromiso que le dio esa mañana.
-Sí, gracias cariño.
Cuando Severus se fue vio acercarse a 4 niñas de Gryffindor de primer año, le gustaban, eran graciosas y descaradas, bastante inocentes, había notado que estaban hablando un momento antes con la hermana de último curso de una de ellas, así que Elvira sospechó que preguntarían algo personal. La más lanzada de ellas, una pelirroja pecosa y, que en clase era bastante preguntona, fue la que se lanzó a preguntar:
-Buenas noches, Señorita Elvira, es que quería preguntarle algo, si no es molestia. - Elvira sonrió y dijo:
-Sí, pequeña, dime, ¿Qué quieres? - La niña jugueteó nerviosamente con un adorno de su disfraz.
-Es que mis amigas y yo hemos notado desde esta mañana que lleva un anillo nuevo muy bonito, ¿Quiere decir que se va a casar con el profesor Snape?
Ninguna lo notó, pero Severus estaba detrás de ellas, con unos vasos de zumo. Elvira estaba a punto de contestar cuando sonó la voz de Severus tras el grupo de niñas.
-Señorita, supongo que es algo que no podremos esconder eternamente, sobretodo porque los profesores ya lo saben, así que sólo le diré que sí, Elvira y yo nos casaremos en cuanto decidamos una fecha. Así que si quiere puede contárselo a su hermana, la he visto mandándola a preguntar, dígale a ella y a sus amiguitas que si siguen siendo así de cotillas les quitaré puntos. - Las niñas se fueron corriendo muy ruborizadas.
-Vaya, no creía que quisieras que se enteraran los alumnos todavía.
-Si te digo la verdad, aún no me creo que quieras casarte conmigo, me dan ganas de subir a la torre de Londres con un megáfono y gritar a los cuatro vientos que la maravillosa Elvira ahora es mi prometida. Además, pensándolo bien, es la mejor manera de que todo el mundo mágico sepa que el corazón de Snape tiene dueña. - Elvira sonrió.
-Sabes, con eso conseguirás salir en El Profeta y que nos pregunten por la fecha y los detalles. - Severus sonrió de medio lado.
-Por eso pensé que podríamos casarnos aquí, en Hogwarts, después de todo nos conocimos aquí, podría ser durante las vacaciones de primavera en el jardín, una ceremonia pequeña, sólo con los invitados imprescindibles, después podríamos tener una pequeña recepción aquí mismo, tus padres podrían venir y Morgana estaría aquí, también podría venir Narcissa, también podrá venir Lars, si tiene otro trabajo para entonces, además sé que querrás invitar a los compañeros de trabajo, este sería un gran sitio para casarnos, sólo entraría quien queramos no nos tendríamos que preocupar por Rita Skeeter y sus secuaces. Podríamos posponer la luna de miel para el verano y visitar a Narcissa y Draco. - Elvira estaba sorprendida.
-Eso sería maravilloso, ¿Cuándo has pensado en ello? ¿Crees que podremos convencer a Albus? - Severus sonrió.
-Me alegra que te guste mi idea, llevo meses pensando en ello y por Albus no te preocupes, es un bobo romántico y seguro que cuando se lo sugiera él mismo querrá oficiar la boda. - Elvira lo abrazó y le dijo:
-¿Te he dicho hoy que te quiero mucho?
-Sí, y yo también te quiero, por cierto, cuando lleguemos a nuestra habitación tengo otro regalo para ti, está sobre la cama, es algo para los dos…
-Ya me extrañaba que no me hubieras comprado algo de lencería…me encanta que me regales cosas sexys. Pero mejor dejemos de hablar de ello, por aquí hay muchos niños…
Los dos sonrieron.
El baile transcurrió con normalidad, muchos alumnos mayores los felicitaban con descaro, Severus sospechaba que alguno consiguió poner alcohol en sus bebidas, normalmente no serían tan descarados. Estuvieron charlando con Hermione y Neville, cuando Morgana se acercó, quería hablar con Elvira.
-¿Qué quieres cariño? - Morgana le dijo:
-Elvira, esta tarde olvidé darte esto. Ábrelo cuando vuelvas a la habitación. - Era una caja plana envuelta en papel verde brillante con un lazo negro.
-No pasa nada, cariño, puedo abrirlo ahora.
Lo abrió y vio un marco para fotos en madera oscura con una copia de una foto de los tres cuando fueron al teatro a ver Mamma Mía! El marco tenía grabada la palabra "family" rodeada por un corazón en la esquina superior derecha. Era muy bonito y Elvira se sintió emocionada.
-Es precioso, cómo lo has conseguido.
-La foto la copié usando el mismo hechizo que usó la profesora McGonagall con las fotos de la abuela. El marco lo encontré en el sótano de la abuela, estaba muy feo y viejo, así que lo transfiguré yo misma. Le pedí ayuda a Hermione, pero me dijo que así estaba perfecto. - Elvira la abrazó.
-Y tiene razón, está perfecto. Lo pondré en nuestra habitación, seguro que a Severus también le encanta. Muchas gracias pequeña.
Estaban abrazadas. Severus se acercó a ellas, le enseñaron el regalo de Morgana, a él también le gustó mucho y le dijo que era un regalo muy bonito y considerado.
-Morgana, no te voy a abrazar ahora mismo porque hay por aquí muchos alumnos y como sabes debo mantener mi fama de cabrón.
La niña se rió y le dijo que no había problema, que sabía que si perdía su buena fama se quedaría sin trabajo. Los tres sonrieron y se despidieron hasta el final de la fiesta, Morgana iba a ir con ellos a su habitación a buscar allí su ropa y a dejar la muñeca y el vestido de Miércoles, quería guardar la muñeca como recuerdo de esa noche y no quería burlas por tener una muñeca en su dormitorio.
Cuando la fiesta tocaba a su fin, Albus dijo a los profesores que cuando los chicos estuvieran todos en sus dormitorios fueran un momento a la sala de profesores. Minutos después dijo que era hora de terminar la fiesta y los chicos fueron dóciles a sus dormitorios, sabían que los profesores estarían haciendo rondas esa noche y no se arriesgarían a salir de sus salas comunes, además, después de bailar, comer golosinas y divertirse durante horas algunos sólo pensaban en irse a dormir. Elvira y Severus fueron un momento a su habitación con Morgana, ella se cambió y dejó la muñeca en la que era ya su cama. Ellos aún se quedaron disfrazados, no querían perder mucho tiempo, querían estar de vuelta cuanto antes para poder celebrar su compromiso con la adecuada intimidad. Morgana se despidió de los dos con un abrazo aprovechando que el pasillo estaba vacío a esa hora.
Cuando Elvira y Severus llegaron a la sala de profesores estaba a oscuras y de pronto se encendió una vela que estaba sobre un pastel de cumpleaños de chocolate y crema. Elvira estaba emocionada, el resto de luces se encendieron y estaba allí casi todo el personal, menos los profesores de Aritmancia y Astronomía, a los que Albus mandó a hacer la ronda de vigilancia. Le cantaron a Elvira el cumpleaños feliz y sopló la vela. Comieron un poco del delicioso pastel, apareció Polly y dijo que lo había preparado ella y esperaba que a su señorita le gustara, Elvira se lo agradeció efusivamente y la elfa no podía ser más feliz. Cuando hicieron un brindis con champán, se despidieron hasta el día siguiente.
Severus y Elvira entraron a su sala de estar, él la abrazó por la cintura y la besó apasionadamente en cuanto cruzaron la puerta.
-Llevo toda la noche deseando hacer esto. - Elvira sonreía.
-Yo también, mi amado prometido. Aún me parece un sueño poder llamarte así por fin.
Severus le devolvió la sonrisa y le dio un beso breve.
-A mí también me parece un sueño. Por cierto, no sé si sentirme ofendido, cuando me hicieron una tarta para mi cumpleaños pusieron unas velas con mi edad… ¿Por qué no lo han hecho con la tuya? - Ella se reía.
-Es que yo soy una dama y es de mala educación divulgar ese dato cuando ya no eres una jovencita…y acabo de cumplir 40 años. - Severus la miró arqueando una ceja.
-Aunque no te consideres una "jovencita" yo creo que eres y serás la mujer más hermosa que he visto en mi vida, ya tengas 40, 70 u 80 años, para mí siempre serás la mujer más bella del universo. - Se volvieron a besar.
-Y ahora, ¿Qué tal si preparo un par de copas de vino, mientras puedes ir al dormitorio y te pones lo que hay dentro del paquete sobre tu almohada? Después sales, brindamos por nosotros y luego celebramos adecuadamente tu cumpleaños, nuestro compromiso y nuestro primer aniversario. - Elvira le dio un beso.
-Me parece perfecto.
Elvira entró a su dormitorio, vio un paquete envuelto en papel de regalo verde y plateado. Lo abrió y dentro había un bonito sujetador verde esmeralda con un delicado encaje negro, había unas braguitas sin entrepierna a juego con su correspondiente liguero y unas preciosas medias de seda. Se desnudó rápidamente y se la puso, terminó el hechizo que mantenía su pelo como el de Morticia Addams y se echó unas gotas del nuevo perfume que había creado. Cuando salió Severus estaba de espaldas a la puerta, se había quitado el disfraz, su pelo tenía su aspecto habitual y ahora estaba descalzo y vestía sólo un pantalón de pijama. Elvira lo observó y simplemente dijo:
-Vaya profesor Snape, no sabía que le gustaban tanto las bragas sin entrepierna…y que no te daba vergüenza ir a comprarlas tú mismo. - Cuando se dio la vuelta Severus la vio con esa ropa interior tan atrevida. Sólo sonrió.
-Fui a una tienda muggle, así que no me conocía nadie, sabes, había una clienta en esa tienda pensando en quién sería la afortunada mujer que cabía aquí dentro y que tendría sexo con ella puesta…por cierto, estás preciosa, como siempre. - Se acercó a ella y agarró su cintura, la besó en la boca y después empezó a besar su cuello ligeramente hasta llegar a su clavícula. Entonces Elvira dijo:
-Sólo tengo una pregunta, ¿Esto es un regalo para mí o para ti? - Él levantó la cabeza.
-Es para los dos, para ti para que estés sexy y para mí para que yo disfrute de toda tu belleza…además, tú celebras tu cumpleaños, pero yo también tengo algo que celebrar, ya que has accedido a casarte conmigo, eres un regalo para mí, aunque creo que no te merezco, así que decidí envolverte adecuadamente para desenvolverte después. -Volvieron a besarse y Severus la cogió en sus brazos y la llevó a la cama.
Cuando la tumbó en el centro de su cama, vio que había repartido pequeñas luces mágicas alrededor dándole una luz muy romántica y las rosas de aquella mañana también estaban repartidas por toda la habitación.
-¿Cuándo has hecho esto? Yo acabo de salir de allí. - Él la miró con una sonrisa.
-Puse un hechizo de invisibilidad y lo desactivé al entrar. ¿Te gusta? - Elvira le acarició el pelo y lo sujetó por la nuca.
-Me encanta… - Dijo atrayéndolo para volver a besarlo. Estuvieron besándose durante un par de minutos, entonces Severus dijo:
-Me gustaría probar algo contigo. - Chasqueó los dedos y su corbata verde apareció y Severus la cogió.
-¿Quieres volver a atarme? - Preguntó Elvira.
-No, querida, siéntate un momento. - Ella obedeció con curiosidad y se sorprendió gratamente cuando él vendó sus ojos.
-Ummm me gusta su idea, señor Snape…
-Me alegra , futura señora Snape. - Ella se sintió emocionada.
-Ahora, acuéstate y déjame hacer…
Elvira se tumbó sobre su espalda sumamente excitada. Severus empezó a acariciarla y besarla sensualmente, besó su cuello mientras acariciaba sus costados y llegaba a sus pechos. Luego apartó los tirantes de su sujetador mientras besaba sus suaves hombros, luego abrió el cierre delantero del sujetador y lo terminó de quitar con magia, ella a tientas cogió su cabeza y lo besó en la boca con pasión, él dijo:
-Tranquila, amor, ahora voy, relájate y disfruta. - Entonces empezó a besar y lamer sus pechos, besaba, lamía y daba ligeros mordiscos en sus duros pezones, ella pasó las manos por su pelo y luego por sus hombros, clavando ligeramente sus uñas en ellos. Él siguió bajando, besando su vientre, dejó puestas las medias, el liguero y las bragas, abrió bien sus piernas y empezó a besar la parte interna de sus muslos, despacio, hasta que llegó a su húmedo coño, empezó a lamerlo lentamente, como a ambos les gustaba. Elvira estaba muy excitada, él seguía chupando, introdujo un dedo dentro de ella mientras le lamía el clítoris, estaba muy mojada, chupaba y metía sus dedos en ella rítmicamente, estaba a punto de correrse y cuando él rozó su nariz contra su clítoris y después lo succionó con fuerza, ella se corrió intensamente gritando su nombre. Él siguió lamiendo lentamente su vagina tras sacar sus dedos. Él chupó sus dedos y dijo:
-Estás deliciosa mi amor.
Ella aún estaba recuperando el aire. Él subió por su cuerpo, ya se había desnudado y la besó en la boca, profundamente, se estuvieron besando unos segundos, hasta que él dijo:
-Estás lista, cariño, porque yo estoy dispuesto a seguir… - Ella asintió y él le quitó la corbata que cubría sus ojos. - Ahora quiero ver tus preciosos ojos, mi bruja.
Entonces sin perder más tiempo, la penetró de una vez, hasta el fondo, ella gritó de placer, él se mantuvo un momento quieto y la besó, después empezó a moverse ligeramente aumentando el ritmo sin pausa, sin terminar de sacarla del todo, ella seguía muy mojada y él no apartaba sus labios de su boca. Ella entonces se apartó un momento y dijo:
-Ahora quiero ponerme encima… - Él la besó de nuevo y dijo:
-Lo que quiera, señora Snape.
Ella pareció excitarse aún más, si eso era posible. Severus se tumbó sobre su espalda y ella se subió a sus caderas, ella introdujo su polla hasta el fondo, empezó a rebotar encima de él apoyándose en el pecho de Severus. Él sujetó sus caderas y empezó a subir sus manos por sus costados, llegó a sus pechos y los acarició, los apretó y pellizcó sus pezones, se sentó en la cama y ella abrazó su cuello, él le mordió suavemente los pechos y los pezones, chupándolos después, Severus no podía aguantar más, rodeó su cintura con uno de sus brazos, la penetró profundamente y la besó con pasión, le acarició el clítoris con intensidad y ambos se corrieron fuerte con pocos segundos de diferencia sin dejar de besarse.
Severus cayó de espaldas con Elvira aún encima de él, recuperaron un poco el aliento, él seguía dentro de ella y Elvira se apartó un poco, realizó un hechizo de limpieza sobre ambos y les puso sus pijamas, durante el curso no era buena idea dormir desnudos. Se arroparon con su suave edredón de plumas, Severus la abrazó y le dijo:
-Feliz Cumpleaños, mi bruja.
-Te quiero muchísimo, mi murciélago.
Ambos sonreían, se abrazaron y se besaron, al cabo de unos minutos, estaban dormidos y abrazados, había sido un día maravilloso y muy intenso, eran las 2 de la mañana y estaban agotados. Severus se sentía muy feliz, nunca pensó que tendría una mujer como ella y mucho menos una hija, ahora las tendría a las dos y pensaba que haría todo lo posible para no perderlas nunca.
