Capítulo 35: Haciendo negocios.

Dos semanas después de la boda, Severus cumplió su promesa, escribió a los gemelos Weasley y patentó la poción, quedó con ellos un viernes por la tarde, ya era casi mediados de diciembre y, aunque en Escocia seguía haciendo frío, afortunadamente no hubo ninguna ventisca desde hacía días y los alumnos podían salir a jugar con la nieve en el jardín, por lo menos así se cansarían lo suficiente para irse a dormir temprano. Los gemelos se aparecieron en la puerta de Hogwarts y Elvira obligó a Severus a ir a recibirlos allí para no molestar a Hagrid que estaba en la cama con un terrible resfriado. Fred y George se sorprendieron al ver allí a Severus acompañado por una mujer bastante atractiva.

-Buenas tardes profesor Snape. - Dijeron ambos al unísono. George dijo:

-Nos sorprende que haya venido a recibirnos, esperábamos ver aquí a Hagrid. - Severus dijo:

-Buenas tardes Weasleys, sólo he venido a recibiros aquí porque Hagrid está en cama, se le ocurrió ir a Las Tres Escobas en medio de una ventisca, por cierto, ella es mi prometida, Elvira O'Hara.

Ambos se inclinaron y hicieron una reverencia, casi peleándose por ser el primero en besar la mano que les ofreció Elvira saludándolos con una sonrisa.

-Encantado, señorita O'Hara, soy George Weasley, es todo un placer conocerla. - Después Fred dijo después de besar su mano:

-Es todo un placer, señorita, yo soy Fred Weasley, para que nos distinga, yo soy el más guapo de los dos. - Severus ya estaba entornando los ojos.

-Por favor, señores Weasley, dejen de hacer estupideces, vamos al castillo antes de que vuelva a nevar. - Fred dijo:

-Está bien, profesor, ¿Le he dicho alguna vez que es el profesor más simpático y alegre que he tenido? - Severus se tocó la frente ligeramente exasperado y Elvira se echó a reír y les dijo:

-Chicos, no lo enfadéis, vamos adentro y hablemos de negocios. - George dijo:

-Vaya Snape, ya sé lo que has visto en ella, no sólo es preciosa, es directa y va al grano.

Caminaron por los jardines, pasaron por la cabaña de Hagrid, los hermanos querían ir a verlo antes de entrar para ver cómo seguía, pero vieron salir a Poppy que acababa de darle sus pociones.

-No entréis, acaba de dormirse. Fred, George, me alegro mucho de veros, en la boda de vuestra hermana no os lo iba a decir, pero me tenéis harta, no sabéis la cantidad de niños que tengo que atender cada día desde que vendéis vuestros artículos de broma por lechuza… haced que los efectos no sean tan duraderos o más fáciles de terminar, entre los niños resfriados y los que vienen con el pelo de colores extraños, me estáis matando y ya no soy una cría… - George le dijo con zalamería:

-¡Oh Poppy! Por supuesto, intentaremos mejorar las fórmulas… y eso de que ya no eres joven es una sucia mentira, si aparentas 20 años, si no estuvieras saliendo con Aberforth te pediría una cita para esta noche. - Poppy le dio un pellizco en la mejilla.

-Eres un demonio, George. - Él la miró con seriedad y dijo:

-No soy George, soy Fred.

-¡No me líes, sinvergüenza! - Severus se estaba impacientando:

-Estamos perdiendo toda la tarde y esta noche tengo un montón de exámenes que corregir porque os iba a dedicar la tarde a vosotros, par de gandules. - Fred dijo:

-Está bien, vamos, Poppy, le puedes preguntar a Dumbledore si podemos ir luego a la sala de profesores a saludar a Minerva, Pomona y el resto, es que Hermione nos ha hablado de algunos profesores nuevos muy simpáticos y tenemos ganas de conocerlos.

-Por supuesto, querido, yo le aviso. - Por fin se dirigieron al castillo.

Cuando llegaron iba saliendo Lars con unas escobas y un par de alumnos con el equipo de quidditch, iban a practicar un rato. Para que Elvira no lo regañara por grosero, Severus presentó a Lars a los gemelos Weasley como el sustituto temporal de Rolanda, los tres conectaron en seguida, Fred no dejaba de mirar y sonreír al atractivo profesor. Se despidieron y Lars dijo que la práctica no duraría mucho, sólo iban a hacer un poco de calentamiento a ver si uno de los chicos podía reincorporarse al equipo de quidditch de su casa tras estar lesionado, en media hora o así volverían adentro, además él tenía escobas que arreglar en su almacén. Fred le dijo a Lars:

-Deja las escobas y que las arreglen los castigados y ven a tomar el té con nosotros.

Todos lo miraron extrañados y Lars le sonrió con dulzura:

-Ojalá pudiera fiarme en que lo harán bien, pero no tardaré mucho…si no he terminado con ellas y queréis buscarme para echarme una mano estaré en el almacén de los equipos de quidditch. - Le guiñó un ojo disimuladamente a Fred y se fue.

Fred se quedó con una ligera sonrisa y George lo miraba un poco sorprendido, Elvira y Severus se miraron el uno al otro también un poco sorprendidos.

Cuando llegaron a las habitaciones de Severus y Elvira, les dijeron que se sentaran en el sofá, los cuatro se quitaron sus capas exteriores, cuando entraron Severus hizo que se calentara la habitación, Elvira le pidió a Polly té y algo de comer para los cuatro y Poe empezó a investigar a los visitantes, cuando estaban todos acomodados y tomando té, Poe decidió que quería sentarse en el regazo de Severus.

-No sabíamos que le gustaban los gatos, profesor.

-No especialmente, Poe es el gato de Elvira, pero siente una extraña fijación por mí.

Severus acarició un poco la cabeza del animal. Elvira dijo:

-En realidad, Severus me lo regaló por mi cumpleaños el año pasado, yo creo que está tan encariñado con él porque yo también lo estoy. - Le lanzó un beso a Severus que carraspeó y dijo:

-Ya basta de charlas frívolas, estamos aquí para hablar de negocios.

Pasaron casi una hora hablando sobre dinero y fórmulas, luego Severus les enseñó que había ajustado la fórmula para introducirla en caramelos de limón y en galletas de canela. Estaban impresionados. Lógicamente le compraron la fórmula y le preguntaron si podría desarrollar algo más, en este punto, Severus y Elvira les dijeron que si entre los dos desarrollaban algo más le podrían vender la exclusiva. Estuvieron encantados, vieron los cosméticos que había creado Elvira y le dijeron que estaban pensando en poner una sección de belleza que no sean artículos de broma…además la mujer de George trabajaba en un salón de belleza, él estaba pensando en que podría abrir su propia tienda de cosmética y perfumería, ya que su jefa era bastante explotadora, ellos estaban buscando tener un bebé y no quería que la obligara a pasar mucho tiempo de pie estando embarazada, como le pasó a alguna de sus compañeras de trabajo. Elvira le dijo que ella podría ofrecerle sus patentes a buen precio y contratar a alguien eficiente para producirlas y venderlas directamente al público si ponían una tienda, podrían asociarse. A George y Fred les entusiasmó la idea, Elvira les dijo que quería montar un negocio de pociones de venta por encargo a través de lechuzas, pero que algo así podría ser más lucrativo y lo podría compaginar mejor con las clases. Les dijo que lo hablaran con Angelina, la mujer de George, y que si le parecía podrían hablar de la posibilidad después de Navidad, cuando volvieran de Nueva York.

Los gemelos estaban entusiasmados, no sólo Severus Snape les había vendido su idea y había conseguido camuflar la poción en caramelos y galletas, Elvira les propuso una idea de negocio muy lucrativa para ambas partes. Severus entonces les dijo:

-Seguro que Albus está deseando veros en la sala de profesores, he ajustado la poción para que los efectos duren unos 2 minutos…¿Queréis ver cómo funciona en la sala de profesores? - Elvira le dijo:

-No Severus, es que ni se te ocurra.

-Te dije que se la tengo guardada a Albus por ser tan manipulador y haber conspirado a nuestras espaldas para traerte aquí. - Elvira le lanzó una mirada mortal a su prometido.

-¿Y eso es algo malo?

-No, pero si me lo llega a decir no me hubiera negado a que vinieras, es más, yo mismo hubiera ido volando con una escoba despeluchada para ir a buscarte. - Entonces Elvira se levantó apartó a Poe un momento del regazo de Severus y se sentó encima de él.

-Si es que te tengo que querer a la fuerza. - Entonces lo besó con pasión, ante el desconcierto de Fred y George viendo a su antiguo profesor de pociones besando apasionadamente a semejante mujer. Elvira se levantó de sus rodillas, se alisó el vestido y dijo: - ¿Vamos a la sala de profesores? - Severus miró a los gemelos Weasley que lo miraban con extrañeza.

-¿De qué os sorprendéis? Nos vamos a casar. - Fred dijo:

-Ya, es que aún nos sorprende ese hecho, sigue habiendo gente que cree que el compromiso no es cierto y la boda no se celebrará. - Entonces dijo Elvira:

-Podéis decirle a todo el mundo que sí, que es un compromiso de verdad que estamos muy enamorados y que nos casaremos en cuanto lo organicemos a nuestro gusto. - Todos se levantaron y George dijo:

-Vaya autocontrol profesor, yo después de un beso así habría tardado por lo menos 15 minutos en poder levantarme sin dar un espectáculo vergonzoso. - Los tres se echaron a reír, mientras Severus le dijo:

-Llevo más de un año controlándome mientras estamos delante de los alumnos, tengo práctica, además no doy un mandril incapaz de controlar sus impulsos. - Volvieron a reír y se fueron a la sala de profesores.

Una vez allí, Elvira ya había convencido a Severus de no hacerle ninguna trastada a Albus, los chicos fueron recibidos con mucha amabilidad por parte de los profesores que estaban por allí, Pomona tenía una clase y sólo los saludó y les pidió que saludaran a Molly de su parte y que le dijeran que le iba a escribir para quedar la próxima semana, como en la boda tenía muchos invitados que atender no pudieron hablar mucho. Ellos se lo prometieron, sabían que su madre estaba arreglando su jardín y que tenía preguntas para Pomona. Minerva y Poppy estaban ocupadas y Albus estaba allí con Yoshi y Hellen, les presentaron a George y Fred, se cayeron bastante bien y los invitaron a visitar su tienda del callejón Diagon. Prometieron ir antes de viajar a Japón en Navidad. Cuando quedaba poco tiempo para irse entró Lars mientras se recogía de nuevo el pelo. Fred lo miraba embobado, estuvieron un rato charlando con él, les contó que había terminado con las escobas y le dijo a Severus que esa mañana había recibido el último libro de su tío, que le daría su copia después de la cena, ante las miradas extrañadas de Fred y George les contó que su tío era un importante y prestigioso maestro se pociones sueco y que acababa de publicarse su último libro en Estados Unidos y que le había pedido dos ejemplares, uno para él y otro para Severus y Elvira. Lars se dio cuenta de que los gemelos estaban impresionados.

-En contra de lo que cree mucha gente, aunque he jugado profesionalmente al quidditch y he estado en los mundiales, me gustan otras cosas, si no llego a dedicarme profesionalmente al quidditch hubiera hecho un aprendizaje en pociones, incluso estoy planteándome prepararme el examen para conseguir por libre el título, por si algún día me planteo cambiar de oficio, la verdad es que cada vez es una opción más atractiva, me gusta enseñar vuelo a los chicos y ayudarlos en las prácticas de quidditch, pero me lesioné la espalda y, aunque sigo siendo joven, no quiero que cuando sea algo más mayor esa antigua lesión me pase factura por hacer sobreesfuerzos, no puedo vivir sin hacer deporte, pero la exigencia física de este trabajo puede ser perjudicial a largo plazo.

Estuvieron charlando unos minutos, especialmente Fred y Lars, George los miraba con curiosidad.

Cuando llegó la hora de irse se despidieron de todos y Fred le dio a Lars una tarjeta con su dirección, por si quería quedar un día, para charlar de todo un poco… quedaba un rato para cenar y Lars les dijo a Severus y Elvira que iba a darse una ducha rápida y les llevaría el libro a su habitación. Cuando llegó a las habitaciones de Elvira y Severus ella le preguntó a Lars sin perder ni un segundo:

-¿Y bien?

-¿Y bien qué? - Lars dejó el libro en la mesita de café y Elvira entornó los ojos:

-¿Qué? Lo de esta tarde, ¿Vas a quedar con Fred? - Lars se pasó la mano por el pelo.

-No lo sé, me ha gustado mucho, no lo puedo negar, es guapo, simpático, divertido, parece un buen chico, pero no sé si me corresponde, además no sé si estoy listo para empezar algo después de la decepción que tuve con Johannes y el rechazo de aquí nuestro amigo Severus… - Cuando Lars vio la cara horrorizada de Severus y Elvira empezó a reírse.

-¡Tranquilos que es broma! Eso está más que superado, sólo estoy de broma…aunque tuve una época en la que no quería nada serio, ahora ya no, yo quiero una pareja estable y después de conoceros a vosotros lo tengo más claro, me gustaría tener una relación como la vuestra, no sé si él pensará lo mismo… - Elvira abrazó a Lars y le dijo:

-Pues queda con él, cuéntale lo que te pasó con Johannes, evidentemente no le cuentes con quién lo encontraste en la cama porque no se lo creerá, y dile que si lo que quiere contigo, porque quiere algo contigo, que te lo digo yo, no puede ser sólo un rollete. Además según lo que he visto podría funcionar, ambos parecéis tener mucho en común.

Severus entonces intervino:

-Sabes, conozco a esos chicos desde que tenían 11 años, sólo te puedo decir que fueron un grano en el culo hasta que terminaron los estudios…fueron 7 años de bromas y travesuras casi constantes, pero no lo hacían por maldad, eran unos chicos inquietos, nada más, su madre te dirá lo mismo, en el fondo son buenos chicos, sal con él, pasa un buen rato, diviértete y si ves que hay posibilidades de algo más habla con él y dile lo que sientes, puede que te sorprendas. - Elvira y Lars lo miraron. Ella preguntó:

-¿Qué has estado haciendo, Severus? - Severus contestó:

-Nada, ni siquiera he tenido que usar Legeremancia con él, estaba tan encantado charlando con Lars que no se ha dado cuenta de que estaba proyectando sus pensamientos como un demente, ya estaba imaginando yendo contigo a ver el próximo mundial de quidditch, decorando una bonita casa cerca del callejón Diagon y adoptando un perrito juntos, un labrador color chocolate, según su visión…y algunas otras cosas que conseguí evitar por ser demasiado íntimas…ese chico ha tenido un flechazo contigo. - Lars sonrió y abrazó a Severus con fuerza.

-¿No me mientes?

-Claro que no, nunca podría inventarme cosas tan cursis, tuve que aguantarme las arcadas cuando os imaginó en una cita de San Valentín con velas…y ahora suéltame…

Lars lo soltó y abrazó a Elvira. Les prometió que escribiría a Fred después de cenar y mandaría la carta a la mañana siguiente. Fueron a cenar al comedor los tres juntos.

Cuando terminó la cena, Elvira y Severus volvieron a su habitación, Severus tenía ronda esa noche con Yoshi y Elvira le dijo que lo esperaría para acostarse, mientras decidió empezar a leer el libro que les había traído Lars. Se echó en el sofá y se arropó con su manta de lana favorita y le pidió a Polly una taza con una infusión caliente y algunas galletas de mantequilla. La elfa le puso también un poco de comida y agua a Poe para la noche. Polly estaba muy contenta desde que Elvira la liberó y cada noche se despedía alegremente antes de ir a darle las buenas noches a Morgana y llevarle un vaso de leche y galletas. Pasó un buen rato hasta que volvió Severus, tuvieron que llevar al despacho de Dumbledore a una pareja de Gryffindors de sexto año que se estaba intentando colar en el despacho de Minerva y, según ellos, intentar ver qué preguntas pondría en el próximo examen… aunque por la actitud que tenían, Severus sospechaba otra cosa, estaba seguro de que además de las preguntas de un examen buscaban algo más… cuando los llevaron al despacho de Dumbledore y llamaron a Minerva fueron castigados el resto del curso a limpiar los baños con Filch, sin usar magia. Pero Severus dijo antes de que los despidieran:

-Un momento, sé que ocultáis algo. ¿Qué estabais buscando en el despacho de la profesora McGonagall además de las preguntas del examen? - Los miró como si pudiera hacer que sus cabezas explotaran. La chica le dijo a su compañero.

-Será mejor que confesemos. - Ambos agacharon la cabeza y la chica dijo:

-Es la primera vez que hacemos algo así… Además de buscar las preguntas para venderlas entre nuestros compañeros, estábamos buscando alcohol, había rumores de que tiene whisky del bueno en su despacho… y también confirmar si era cierto que como subdirectora tenía una llave maestra de todas las puertas de Hogwarts…por si pudiéramos duplicarla y devolverla para conseguir exámenes de otros profesores. - Entonces Severus les dijo con sarcasmo:

-Vamos que queríais ampliar el negocio… - Entonces Albus se puso muy serio.

-Esto es algo bastante grave… la profesora McGonagall será la encargada de castigarlos adecuadamente, para empezar cada uno ha perdido 50 puntos en este mismo momento.

Minerva dijo:

-Albus, está bien, además de los puntos que les has quitado, este curso no tendrán salidas a Hogsmade y pasarán todas sus horas libres en la biblioteca o la sala de estudios, me encargaré de ello. Por supuesto que esto figurará como una falta grave en su expediente y me citaré con sus padres para hablar sobre su conducta, si vuelven a incumplir alguna de las normas del colegio serán expulsados.

Los chicos palidecieron al saber su castigo y ver a su jefa de casa tan furiosa. Severus y Yoshi se fueron a terminar su ronda.

Severus se despidió de Yoshi y volvió lo más rápido posible a su habitación. Cuando entró le contó a Elvira lo ocurrido y el castigo de la parejita.

-Lo que ese par no ha dicho es que estaban asociados con otros dos que los esperaban en su sala común…lo que no saben es que he usado legeremancia con ellos y lo sé, fueron ellos los asignados para la misión porque son novios y si los veía alguien en un pasillo se pensarían que estaban buscando un picadero. Pero mañana les contaré a Albus y Minerva lo que sé para que vigilen bien a esos cuatro. - Elvira le dijo que se quitara la camisa.

-¿Para qué?

-Vienes muy tenso y quiero darte un masaje, ¿Te apetece? - Se quitó rápidamente la camisa y se quedó sólo con los pantalones.

-Mucho, procede.

Se sentó a su lado en el sofá de espaldas a ella. Elvira empezó a masajear sus hombros y su cuello, parecía destensarse por momentos, sus manos parecían mágicas, le daban consuelo sólo con el roce de sus dedos. Entonces ella le dijo:

-Sabes, he empezado a leer un poco el libro que nos trajo Lars, el que acaba de publicar su tío en Estados Unidos.

-Supongo que está bien, parecía interesante cuando Lars me contó de qué iba, ¿Qué te parece lo que llevas leído? - Elvira pasó a su espalda, estaba más fuerte y musculoso que cuando llegó, seguía estando delgado, pero su aspecto ya no era tan enfermizo.

-Es interesante, pero hay algo en el libro que me ha llamado la atención…la foto del autor en la contraportada de la sobrecubierta. - Entonces Severus se dio la vuelta para mirarla, un tanto celoso.

-¿Lo conoces de algo? - Elvira notó un poquito celoso por el tono de su pregunta.

-No, cariño, según lo que pone en la biografía del autor tiene 52 años y míralo.

Severus miró la foto, se parecía mucho a Lars, con el pelo elegantemente peinado hacia atrás y barba bien recortada, su pelo seguía siendo rubio dorado con algunas primeras canas… parecía una foto del futuro de Lars.

-Vale, es más joven de lo que imaginaba y es atractivo, ¿Qué pasa con eso? - Entonces Elvira le dijo:

-Es que me ha gustado mucho…para Narcissa. - Cuando hizo la pausa por poco se desmaya.

-¿Narcissa? Elvira ¿Crees que es buena idea?

-Sabes que Draco cuenta en sus cartas que le busca hombres y no hay manera de que le guste ninguno…además, según Lars, es un hombre maravilloso, podríamos preguntarle mañana si tiene novia, me contó que era viudo y no tuvo hijos, podríamos intentar emparejarlos…creo que harían una gran pareja. - Severus miró la foto de nuevo.

-Sabes, creo que por intentarlo no se pierde nada…Si lo que Lars cuenta sobre él es cierto, creo que podría ser ideal para ella.

-Bueno, mañana me toca ir con Lars y los chicos a Hogsmade, hablaré con él. Cuando deje de hablar de Fred…creo que esos dos harán una gran pareja. - Severus dijo:

-Puede ser, espero que Molly no se lo tome a mal.

-¿Qué quieres decir?

-No viste que George miraba extrañado a su hermano, ese chico no ha salido del armario, por lo menos con su familia, sé que sus hermanos no serán un problema, son jóvenes y de mente más abierta… y Arthur también es bastante liberal con ese tema, supongo que se deja influir por las ideas modernas más que su mujer que está un poco chapada a la antigua… sólo espero que no se convierta en la versión femenina de Lucius Malfoy… pero esa mujer le tiene tanta antipatía que con tal de que no la comparen con él es capaz de organizar una gran boda como la de su hija para Fred y el vikingo…

Ambos rieron y se fueron a dormir, al día siguiente Elvira tenía por delante un día ocupado acompañando a los chicos.

A la mañana siguiente se levantaron y se prepararon para el día, durante el desayuno Severus les contó a Minerva y Albus lo que averiguó usando legeremancia con la pareja de la noche anterior, Minerva decidió hablar con ellos para decirles que lo sabía todo y advertirles que serían vigilados y a la mínima castigados, uno de ellos estaba en el equipo de quidditch y se le echaría del equipo si él y sus amigos intentaban volver a las andadas, citaron a los cuatro chicos en el despacho de Dumbledore para comunicárselo y cuando los vio palidecer del susto, Severus sonrió de manera malvada.

-Albus, Minerva, me alegra que por fin castiguéis a los Gryffindor cuando se lo merecen, cuando yo era estudiante, Potter y sus amiguitos se pasaron 7 años sin dejarme en paz y haciéndome un montón de putadas, en una ocasión casi me matan y en lugar de expulsarlos su castigo fue demasiado blando… supongo que no queríais enfrentaros a la furia de la familia Black por expulsar a Sirius por casi matar a un pobre mestizo hijo de un borracho y una bruja desheredada y caída en desgracia.

Todos lo miraron entre sorprendidos y conmovidos y después miraron a Albus y Minerva con un poco de reproche, aún se sentían culpables por lo que hicieron…o no hicieron aquella noche hace tantos años. Albus y Minerva miraron a Severus con culpabilidad y sorpresa, Severus nunca les reprochó lo que hicieron, pero sabían que no lo había olvidado, aunque nunca se lo echara en cara. Minerva por fin consiguió hablar:

-Severus, siempre quise pedirte perdón por lo que pasó esa noche, pero la vergüenza de no haberte protegido, me lo impidió todos estos años. Aún me pesa, me perdonarás en algún momento. - Severus simplemente sonrió por un momento y dijo:

-Bueno, creo que ya os he jodido el desayuno lo suficiente… Albus, Minerva, tranquilos, a vosotros hace años que os perdoné, aunque no puedo decir lo mismo de esos imbéciles de los Meroreadores, aunque todos estén muertos, ya de adultos pudieron pedirme perdón por joderme aún más la infancia y no lo hicieron, siguieron comportándose conmigo como unos niñatos, así que tranquilos, os perdoné en cuanto conocí a la familia de Sirius…yo tampoco querría soportar sus continuos reproches y amenazas, por no hablar de sus visitas y las presiones del ministerio hasta que readmitierais al imbécil de Black. Además Albus, te he pedido un favor recientemente que sabes que no te hubiera pedido si te tuviera algún rencor. - Albus dijo:

-Lo sé, Severus. - Pomona preguntó con curiosidad:

-¿Qué le has pedido? - Severus dijo:

-Algo personal, pero aún no quiero contároslo, es pronto para decirlo.

Después de esa conversación, los nervios parecieron calmarse y continuó el desayuno con normalidad.

Tras el desayuno Elvira y Severus fueron a su habitación, en cuanto entraron Elvira preguntó a Severus:

-Severus, amor, ¿te has quedado a gusto, verdad? - Severus suspiró y asintió:

-Sí, es cierto que hace mucho que los perdoné por lo permisivos que eran con esos idiotas, pero nunca se lo dije a ellos, la psicóloga que me trató me dijo que debía hablarlo con ellos aunque no lo creía necesario porque, de alguna forma, ya los perdoné, pero la psicóloga tenía razón, era mejor contarles que me hicieron daño y que conseguí perdonarlos, Albus no ha dicho nada, aunque supongo que en algún momento querrá que hablemos… o no, creo que ha comprendido que no le guardo ningún rencor, si fuera así, como le dije, nunca le hubiera pedido que oficiara nuestra boda, además me conoce y sabe que puede decir algo que me haga reconsiderar el que nos case y le hace tanta ilusión que no creo que se arriesgue a que cambie de idea.

-Tienes razón, quizás por eso no ha dicho nada. Bueno, será mejor que me vaya, Lars debe estar esperándome para ir al pueblo con los chicos. Volveré tras el almuerzo, te echaré de menos.

-No más que yo, mi bruja.

Se besaron y de pronto sonaron unos golpes en la puerta. Era Lars para buscar a Elvira. Ella abrió:

-Hola Lars, en cuanto me ponga la capa y coja el bolso podemos irnos. - Lars asintió.

-Hola cariño, Severus, menuda has liado, ahora creo que por lo que has dicho los profesores no van a dejar pasar ni medía a los matones…estaban hablando de ello cuando os habéis ido. - Severus suspiró.

-A ver si es verdad… cuando le di clases a Draco fui bastante permisivo con él cuando se comportaba como un matón y me repateaba hacerlo…pero tenía que hacerlo porque siendo agente doble tenía que parecer que estaba de parte del Señor Oscuro, así que debía comportarme con los hijos de los mortífagos como se esperaba de uno de ellos. Pero tras la guerra, no parece que muchos profesores intenten parar el acoso escolar, yo lo intento, pero si los demás no lo hacen también, sirve de poco. Y esa pandilla que pillamos anoche, dicen que no han hecho nada parecido antes, pero no me extrañaría que hayan intentado y, quizás conseguido, robar algún examen antes. - Lars asintió.

-Yo también lo sospecho, por lo que habéis contado, creo que no hubieran sido tan atrevidos si no lo hubieran hecho antes.

Entonces Elvira salió del dormitorio con su capa ya puestas y unas botas que compró para caminar por la nieve durante las visitas del sábado a Hogsmade. Elvira besó a Severus para despedirse y cogió el brazo de Lars.

Los dos salieron al vestíbulo de Hogwarts, recogieron a los chicos y, tras darle las indicaciones de cada semana y advertirles que tuvieran cuidado, iniciaron el camino al pueblo. Cuando llegaron allí decidieron dar un paseo y comprar algunos dulces, Morgana le había pedido unos caramelos que le gustaban mucho, a veces le pedía que le comprara sus galletas favoritas, pero desde que Elvira liberó a Polly le llevaba un plato cada noche, por lo que no era necesario. Estaban en una tienda de ropa cuando Lars le contó que había escrito a Fred y le sugirió quedar el próximo sábado para cenar en el callejón Diagon si no tenía mucho trabajo.

-Has hecho bien. Seguro que quiere…quizás si se lo pides podrás ir con él al baile de Navidad del martes siguiente… - Lars suspiró.

-No creo, está muy cerca la Navidad y teniendo una tienda debe estar bastante ocupado. Además, Severus me contó que a ese baile suele ir la prensa, creo que él no ha salido del armario con su familia, no creo que quiera que se enteren así. - Elvira dijo:

-Severus opina lo mismo, cree que su familia no lo sabe, él y su hermano George, además de gemelos, están muy unidos y parecía sorprendido al notar su interés en ti.

-Sí, yo también lo noté, espero que no discuta con ellos por salir del armario como me pasó con mis padres, menos mal que siempre he podido contar con mi hermana, su familia y, por supuesto, mi tío Hans. - Entonces Elvira vio su oportunidad.

-Lars, ¿Por qué no vamos a tomar algo? Me gustaría hablar contigo sobre algo que quiero preguntarte sobre tu tío Hans. - Lars dijo un poco extrañado:

-Está bien, vamos.

Llegaron a Las Tres Escobas, había por allí algunos alumnos. Pidieron un par de pintas de cerveza y cuando Rosmerta les sirvió Elvira puso un hechizo silenciador y abordó directamente el tema.

-Anoche estuve empezando a leer el libro que nos trajiste, está bastante bien, no quiero preguntarte por ningún tema profesional. Me comentaste una vez que tu tío es viudo y no tuvo hijos. Creía, no sé por qué, que tendría más edad, es más joven de lo que imaginaba.

-Sí, es el hermano más joven de mi padre, cuando nací él no tenía ni 20 años, yo tendría unos 5 años cuando se casó, su mujer, la tía Agnetta, era muggle, le encantaba la idea de que fuera mago, era una mujer muy especial, yo la quería mucho también, no pudieron tener hijos, ella era estéril, y yo pasaba mucho tiempo con ellos, cuando a los 15 años salí del armario y me peleé con mis padres, me acogieron en su casa y me dieron mucho apoyo, por desgracia, la tía Agnetta tuvo un accidente de coche cuando fue a visitar a una amiga y falleció, ocurrió un año después de acogerme, me quedé con el tío Hans todo el tiempo que pude, estamos muy unidos desde siempre. ¿Qué quieres saber de él, querida?

-Según he visto en la foto de la sobrecubierta del libro es un hombre muy atractivo… ¿Tiene novia o se ha vuelto a casar? - Lars se sorprendió por la pregunta.

-No me digas que quieres cambiar a Severus por otro… - Elvira reía.

-Para nada, verás, Severus y yo tenemos una amiga y creemos que Hans sería ideal para ella, ha sufrido mucho por culpa de su exmarido, se merece tener un buen hombre a su lado. - Lars sonrió.

-Yo también quiero que tenga novia, ha salido con algunas mujeres, pero nunca ha encontrado a nadie que le guste de verdad. ¿Quién es tu candidata?

-Narcissa Malfoy. - Lars se sorprendió mucho.

-¿La exmujer de Lucius? - Elvira asentía.

-La misma, es maravillosa, aún es joven, no tiene ni 46 años, además es un encanto, inteligente, agradable, educada, culta, elegante, sofisticada y atractiva, Lucius la despreció durante años porque no se hizo la miel para la boca del asno. Es ésta. - Le enseñó una foto del baile de Navidad del año pasado. Lars sonrió y le dijo a Elvira.

-Seguro que le gustará y, si es tan maravillosa como dices, seguro que estarán hechos el uno para el otro. - Elvira le dijo:

-El problema está en que actualmente está pasando una temporada con su hijo y su yerno en la Toscana, seguramente no vendrá al país hasta mi boda con Severus y me gustaría que se conocieran antes. - Lars coincidió con ella.

-Eso sería perfecto, por cierto, ¿Tenéis fecha para la boda?

-Casi está decidido, después de las navidades lo concretaremos y os lo diremos a todos.

-Estoy pensando, hace algunos días mi tío me escribió y dice que le gustaría que pasáramos las vacaciones de Navidad juntos en algún sitio bonito y a mí me apetece mucho, la verdad, en principio iba a ir a casa de mi hermana, pero finalmente van a ir a casa de sus suegros y no quiero ser una molestia, por no hablar de que el tío Hans de lo contrario pasaría la Navidad sólo, hace unos meses se peleó con mi padre y no se habla con el resto de la familia desde entonces.

-Eso sería perfecto, Draco y Paolo, regentan un hotel para magos en la Toscana, nos dejaron unos folletos cuando los vimos hace unos meses, mira, ¿Qué te parece? Puedo preguntarle si tiene dos habitaciones para vosotros y, con un poco de suerte, tu tío se trasladará a la habitación de Narcissa en pocos días. - Elvira le guiñó el ojo y Lars vio el folleto que le dio ella.

-Vaya, es un sitio precioso, sería perfecto, igual con tan poca antelación estará completo…

-En su última carta Draco dijo que no tienen muchos huéspedes, en esta época la gente prefiere las estaciones de esquí. ¿Qué me dices? ¿Le escribo?

-Por supuesto, había pensado invitar a mi tío al baile de Navidad, tiene muchas ganas de conocer a Severus desde que le dije que iba a trabajar en Hogwarts.

-Esa sería una buena ocasión para conocerlo. Cuando volvamos a Hogwarts podremos ponernos a escribir las cartas. - En eso quedaron.

Dieron un paseo hasta la hora del almuerzo y tras volver a Las Tres Escobas, almorzaron y viendo que estaban allí casi todos los estudiantes y que el tiempo estaba empezando a empeorar, pensaron que lo mejor sería volver a Hogwarts, no fuera a desatarse una ventisca. Fueron a avisar al resto de estudiantes, y quedaron en el centro del pueblo para volver todos juntos al colegio. Cuando llegaron estaba empezando a nevar con bastante intensidad. Los chicos fueron a sus salas comunes y Elvira y Lars a sus respectivas habitaciones, cuando él llegó a su cuarto encontró una carta de Fred, la leyó y fue corriendo a contárselo a Elvira y Severus. Ella después de contarle a Severus lo que habló con Lars sobre la posibilidad de emparejar a Narcissa y Hans, estaba escribiéndole a Draco para enviarle la carta por floo a su oficina del hotel, no tenían una chimenea muy grande por eso no podían ir hasta allí, pero sí escribirle sin usar lechuzas, sobretodo en invierno. Lars empezó a contarle a Severus que iba a escribir a su tío para que asistiera al baile de Navidad y que tenía ganas de conocerlos ambos, le había hablado de sus amigos Severus y Elvira…por no hablar de lo famoso que era entre los maestros de pociones el profesor Snape. Cuando Elvira acabó estuvieron hablando un rato sobre la posibilidad de que Hans y Narcissa consigan ser felices juntos. Lars les contó que Fred le sugirió quedar en la zona muggle de Londres, como sospechaba, su familia no tenía ni idea de su orientación sexual, aunque se lo contó a George cuando volvieron a casa y le hizo prometer no contar nada hasta que él estuviera preparado, por lo que le contó, su hermano le dijo que lo sospechaba y que podía contar con él. Así que le contestó y le dijo que sí y que habían quedado en el centro, cerca de Buckingham Palace. Sólo tenía que pensar en cómo llegar allí a las 12 y media de la mañana desde Hogwarts. Elvira le sugirió que hablara con Albus y Minerva, desde el despacho de Dumbledore podría ir a la librería de Sean que no estaba demasiado lejos. Lars preguntó a sus amigos:

-¿Quién es Sean?

Severus le explicó que era el novio de Minerva, el día de Halloween no pudo asistir al baile, Elvira le terminó de contar la historia y por qué estaba conectado su floo con el despacho de Dumbledore. A él le pareció estupendo, mientras estaban hablando sobre ir al despacho de Dumbledore a preguntar si sería posible usar su floo, por la chimenea de Elvira llegó una carta de un Draco entusiasmadísimo con la idea de traerle un novio sueco a su madre y, cuando vio la copia de la foto de la contraportada del libro que Elvira le envió, estaba aún más emocionado. A Lars le hizo gracia su entusiasmo.

-Creo que me va a caer bien mi nuevo primo. - Todos se rieron y Severus le dijo:

-Creo que para que pase eso primero tienen que gustarse los interesados… y que no se enfaden porque estamos haciendo de casamenteros… - Lars dijo:

-Por mi tío creo que no habrá problema, no es la primera vez que intento emparejarlo y nunca se enfada, sabe que no quiero que esté sólo. Además cuando vea a esa mujer tan hermosa es probable que no sea necesario que yo lo anime a lanzarse.

Elvira le dijo que esperaba que él también tenga suerte y que asista a su boda acompañado, se asegurarían de que no hubiera prensa y podrían estar allí juntos y tranquilos. Lars la abrazó y Severus le dijo que aún no habían decidido la fecha de la boda, pero que sería de los primeros en saberla, tras los padres de Elvira y Morgana, por supuesto. Lars sonrió y dijo que aunque hace poco tiempo que se conocían ya los quería mucho a los dos, Elvira le dijo que era recíproco.

Entonces Elvira escribió a Draco, le dijo que reservara 2 habitaciones para sus amigos para el día 23 de diciembre por la noche hasta el 2 de enero, y que le dijera a Narcissa que iban dos amigos de Severus y Elvira, conociéndola y sabiendo que iban de parte de Severus, estaban seguros de que Narcissa no evitaría su compañía como hacía con otros posibles pretendientes que le sugería Draco, quizás porque sabía que a Severus no le gustaba hacer de celestina, aunque en ese caso haría una excepción, sin que ella lo sepa, por supuesto. Cuando terminaron de hablar, Lars fue a hablar con Dumbledore sobre la posibilidad de usar el floo el sábado siguiente, Minerva también iba a usarlo así que no había problema, y, como le sugirió Severus, preguntó a Albus si podía ayudarle a conseguir un traslador internacional para Italia en esa fecha, con la influencia de Albus, supuso que no habría problema…y no lo hubo, se mostró encantado de ayudar a su empleado y cuando le contó lo que pretendían lo hizo con aún más entusiasmo y prometió guardar el secreto, a diferencia de Severus a él le encantaba hacer de celestina.

Cuando Lars volvió a la habitación de Elvira y Severus, les contó que por el lado de Albus no había problema, que le ayudaría con las gestiones del traslador y le dejaría usar el floo el próximo sábado. Mientras Lars no estuvo, Draco les envió la confirmación de la reserva. Pero Dumbledore quería hablar con Severus y Elvira y pasaría por allí en una media hora. Lars se marchó a escribir a su tío para contarle a donde irían en Navidad.

Media hora después llegó Dumbledore como había prometido y Elvira y Severus le ofrecieron un té una vez que se sentaron en el sofá. Sabiendo que ambos aún querían ser discretos con el tema de sus preparativos de boda puso un hechizo para que sólo ellos tres escucharan su conversación, Severus se lo agradeció, no se fiaba del retrato que vigilaba sus aposentos y sabía que cada vez que Albus iba de visita ponía la oreja a ver si se enteraba de algo interesante…por eso tenía planeado mejorar sus protecciones aún más. Albus fue directamente a abordar el asunto por el que fue allí.

-Severus después de lo de esta mañana en el desayuno, Minerva se quedó bastante afectada, sabe que no lo hizo bien cuando fue tu profesora, debió ser más estricta con esos chicos, sé que yo tampoco la dejé expulsarlos, pero he conseguido tranquilizarla del todo, que le dijeras que nos perdonaste hace años al conocer a los Black ayudó a calmarla, la verdad es que la única persona decente de esa familia es Narcissa, parece mentira que sea hermana de Bellatrix. Bueno, terminé de tranquilizarla en su despacho silenciándolo como vuestra sala de estar, sin decirle que pronto elegiríais la fecha, le conté que lo que me pedisteis fue que oficiara la boda y que me lo pediste tú primero, Severus, ella entonces dijo que sí que debiste perdonar nuestros errores, ella te conoce bien y sabe que no me lo hubieras pedido si tuvieras algo que reprochar. Espero que no te importe que se lo haya contado, la conozco y sé que seguía sintiéndose mal por ti.

Severus sonrió ligeramente.

-No me importa, tenía planeado decírselo esta noche si la veía afectada en la cena, no he ido a almorzar al comedor porque quería terminar de planear las tareas y exámenes de fin de trimestre de la semana que viene, quería tener el domingo libre. Bueno, Elvira y yo estuvimos hablando de algo, como habrás supuesto, a Elvira la acompañará al altar su padre, su madre dice que ella prefiere estar sentada en primera fila viéndola llegar… para llorar a gusto y controlar que todo esté perfecto…además dice que quiere hacer fotos, ya conoces a Caliope… dice que prefiere ser el último recurso. - Albus sonrió.

-¡Qué me vas a contar que no sepa! - Severus continuó con lo que quería decirle.

-Bueno, en principio pensamos que Caliope me acompañara, pero fíjate lo que me contestó. Luego pensamos en Morgana, pero creemos que le hará más ilusión ser la dama de honor, Elvira ya se lo ha dicho a ella, a Hellen y Hermione, las tres están bastante contentas por ello, como habrá notado todo el personal. - Albus asintió. - Bien, como no tengo familia, Elvira y yo pensamos que me acompañara la señora Wilson, era mi vecina durante mi infancia, tenía mucho cariño a mi madre y a mí, intentó ayudarnos y protegernos lo más posible de mi padre, fue algo así como una abuela para mí, pero es muggle y muy mayor, ni siquiera tiene ni idea de que soy mago ni de que mi madre también lo era…además tampoco podría hacer el viaje hasta aquí, eso sí le prometimos visitarla y llevarle una foto de boda. Así que la única otra opción que queda es Minerva. Se lo íbamos a pedir el día del baile de Navidad, pero creo que si no lo hacemos hoy seguirá pensando en que no la he perdonado. - Albus empezó a reírse. Elvira y Severus lo miraban extrañados.

-Perdonad, es que tienes razón, es mejor que quedéis con ella en su despacho esta noche y se lo digáis en privado, porque conociéndola, si esperas tanto, lo más probable es que esté muy sensible y una de dos, se desmaye o se eche a llorar desconsoladamente… o peor puede empezar a besarte como una loca delante de todo Hogwarts, los invitados externos, el ministro de magia y la prensa…sólo de pensarlo me da la risa…lo siento.

Ante la cara de horror de Severus, Elvira y Albus empezaron a reír como unos histéricos. Cuando se le pasó el ataque de risa, fueron a cenar, ya era la hora. Elvira se aseguró de que Poe estuviera bien y los tres fueron al comedor.

La cena se desarrolló con normalidad, Minerva no parecía afectada, pero Severus la conocía bien y sabía que seguía sintiéndose culpable. Cuando terminaron de cenar, Morgana se acercó para preguntar si podría ir con ellos un rato, necesitaba información para un trabajo de herbología y no sabía por dónde empezar. Elvira le dijo a Severus que hablara él con Minerva. Así lo hicieron. Severus le dijo a Minerva antes de salir de allí que necesitaba hablar con ella en privado. Minerva se quedó un poco pálida.

-Tranquila, Minerva, no es nada malo ni voy a reprocharte nada.

Elvira y Morgana fueron a las habitaciones a buscar algún libro que le sirviera entre la colección de libros de Severus y Elvira. Minerva y Severus fueron al despacho de la jefa de Gryffindor. Cuando llegaron Minerva empezó a disculparse de nuevo. Severus la interrumpió e insonorizó el despacho.

-Tranquila, Minerva, de verdad que no quiero volver a hablar de lo mismo, no sé si Potter te lo contó, aunque no me sorprendería, es un poco bocazas, pero cuando vino a visitarme le dije que no quiero darle más vueltas a un pasado que no puedo cambiar y si sigo pensando en ello sólo me hace daño, ahora soy feliz con Elvira y me voy a casar con ella. - Minerva suspiró bastante aliviada.

-Sí… y no te haces una idea de lo mucho que me alegro.

-De la boda precisamente quería hablarte. Como sabes, Elvira ya tiene damas de honor, Morgana, Hellen y Hermione, y a su padre para acompañarla al altar, su madre dice que me acompañará al altar sólo si no encuentro a nadie que quiera que lo haga… como sabes, no tengo familia, lo más parecido es una vecina del barrio de mi infancia, una maestra muggle viuda y sin hijos que me trató como al nieto que nunca tuvo y adoraba a mi madre, resulta que es imposible traerla aquí para acompañarme al altar, porque desconoce mi naturaleza mágica y es muy mayor para el viaje hasta aquí. Narcissa es muy buena amiga mía, pero para mí es como una hermana, no es una figura materna. Así que no sirve, tristemente lo más parecido a una figura materna desde que empecé a trabajar aquí eres tú, a pesar de nuestras diferencias. ¿Te gustaría acompañarme al altar?

Minerva se quedó como en estado de shock. Pasados unos minutos Severus preguntó:

-¿Minerva estás bien? - Por fin la mujer reaccionó.

-¿Estás seguro? ¿No prefieres que lo haga la madre de Elvira? - Severus negó con la cabeza.

-No, le tengo mucho cariño a Caliope, se ha portado conmigo como una madre, pero a Elvira nos parece justo que lo hagas tú, me cuidaste cuando estuve en la enfermería turnándote con Poppy y Pomona, para que no tuvieran que volver a llevarme a San Mungo y pudiera estar tranquilo. Si no quieres se lo puedo pedir a alguna de ellas.

-Si lo haces te mato Severus Snape. Por supuesto que te acompañaré al altar si es lo que quieres.

-Claro que sí.

Antes de que terminara de decir la frase Minerva se había lanzado a besarlo y abrazarlo, como había vaticinado Albus… Severus se preguntó si era buena idea. Cuando por fin lo soltó, Severus le contó brevemente a Minerva lo que él y Elvira planearon para su boda, la mujer estaba encantada con sus ideas, Severus le hizo prometer que no contaría nada al personal, querían contárselo a los demás tras las vacaciones de Navidad.

-No te preocupes, hijo, vuestro secreto está a salvo conmigo.

Severus entonces le dijo que tampoco contara aún el papel que haría en la boda, después de las vacaciones contarían todo, lo de ser las damas de honor se lo pidió Elvira a las chicas antes por el tema de los vestidos…no querían nada ostentoso, pero era difícil encontrar tres vestidos parecidos que les gustaran a todas, sobretodo teniendo en cuenta la edad de Morgana, él no quería que la vistieran demasiado de adulta, pero tampoco ridículamente aniñada. Minerva sonrió.

-En eso tienes razón, esa niña tiene una edad complicada.

Entonces se despidió de Minerva, quitó el hechizo y ella volvió a besar su mejilla, acariciándola después con sincero cariño. Le prometió que esa conversación no saldría de ahí.

Severus volvió a su habitación y se encontró con Elvira y Morgana en el que consideraban el dormitorio de la niña, mirando sujetadores, Elvira estaba diciéndole que no se preocupara, que la llevaría a la tienda de madame Malkin.

-¡Hola! ¿Qué pasa? ¿Por qué tenéis que ir allí?

Morgana miró con pánico a Elvira y negó rápido con la cabeza, intentando esconder sus sujetadores en su mochila.

-Tranquila, cariño, Severus sabe que estás creciendo no se va a asustar. - Morgana parecía tranquilizarse un poco.

-Está bien, díselo, ¡pero es vergonzoso! - Severus estaba perplejo. Elvira dijo:

-No es tan vergonzoso, es algo normal y natural, Severus, resulta que nuestra pequeña no tenía problemas con los deberes, ¿Recuerdas que le compramos a Morgana ropa interior nueva antes que terminaran las vacaciones de verano? Pues resulta que hay que volver a comprar nueva ropa para Morgana, se le ha quedado pequeña. - Severus tragó saliva.

-¿Estás diciendo que le están creciendo las… y necesita sostenes nuevos?

-Exactamente. - Severus dijo:

-No lo sé con seguridad, pero creo recordar que a su edad las chicas hablaban de que los sostenes se podían agrandar con un hechizo. - Elvira asintió.

-Sí, pero los suyos han llegado al límite… - Severus dijo:

-Vale, no quiero saber más, cuando terminéis aquí acompañaré a Morgana a su sala común. Está a punto de llegar la hora del toque de queda. - Severus salió del dormitorio y Elvira se echó a reír.

-Morgana, no le hagas caso, que te crezcan los pechos no es vergonzoso, es que Severus a veces es muy mojigato, sobre todo en lo que se refiere a ti y a tu pubertad… si habláramos de mis pechos seguro no tiene ningún problema. - Severus dijo desde la sala de estar:

-Te he oído bruja… - Morgana y Elvira se echaron a reír.

Cuando terminaron con los sujetadores y los guardaron, Severus acompañó a Morgana a la puerta de acceso a su sala común. Antes de despedirse le dijo:

-Siento haberme portado así, supongo que a todos los padres nos pasa lo mismo cuando nos damos cuenta de que nuestras hijas ya no son tan pequeñas…- Morgana dijo:

-Me has llamado hija…

-Vas a serlo, ¿Lo has olvidado, pequeña?

-No, es que aún me cuesta creerlo. Te quiero mucho. - Aprovechó que no había nadie y abrazó a Severus, él le devolvió el abrazo.

-Yo también te quiero mucho.

Le dijo a la niña, le besó la frente y le deseó buenas noches y le dijo que se fuera al dormitorio. Morgana le besó la mejilla y corrió a su dormitorio. Ninguno de los dos se dio cuenta que por allí había un gato atigrado que se fue al despacho de la subdirectora con la idea de hablar en algún momento con Elvira de lo que acababa de ver.

Cuando volvió a su habitación, Severus le contó todo lo que habló con Minerva y después se fueron a dormir. Había sido un día un poco intenso…y necesitaban descansar. Planearon al día siguiente, ya que era domingo, pasarlo en la cama con la excusa de un inexistente catarro…que nadie creería porque los conocían perfectamente a los dos y que en esa cama no sólo se dormiría…