Capítulo 36: Baile de Navidad y Nuevas Amistades.

Habían pasado unos días y por fin llegó el momento del esperado baile de Navidad de Hogwarts. En la última semana, Elvira y Severus estuvieron ocupados entre las últimas calificaciones del trimestre, los preparativos para ir a Nueva York, aunque gracias a Albus ni siquiera tuvieron que ir al ministerio, Elvira también estuvo ocupada con los arreglos para vestirse ella y Morgana para el baile, ayudó a la niña a arreglar el vestido que llevó cuando fueron a ver "Mamma Mía!" de acuerdo con su nueva talla, también la llevó de compras y se aseguró de que los nuevos sujetadores fueran hechizables y dieran más de si…esa niña parecía crecer por días, y lo entendía perfectamente, a ella le empezó a pasar lo mismo a su edad, menos mal que dejaron de crecerle a los 16 o tendría serios problemas de espalda por el peso. Severus no tenía problema con la ropa, sus túnicas formales estaban bien y se pondría la corbata favorita de Elvira…aunque tendría que arreglarla un poco, usándola para atarse el uno al otro la habían estropeado, nada grave. Elvira encontró en madame Malkin un vestido negro de terciopelo y con un generoso escote, tenía escote halter, una cinta verde esmeralda rodeaba el escote y hacía juego con la que rodeaba su cintura, tenía una abertura que llegaba casi a su cadera y un forro de seda verde, tuvo que cerrar un poco la abertura para que no se le viera el liguero, se pondría un par de tacones de aguja verde brillante, para esa ocasión, además de ponerse el collar que le regaló Severus, que por otro lado nunca se lo quitaba, igual que su anillo de compromiso, decidió que se pondría en el centro del escote un broche de plata con una pequeña esmeralda, rodeada de pequeñas circonitas que le regaló su madre cuando obtuvo su título de maestra de pociones.

Morgana se vestiría con sus amigas en su dormitorio, Severus y Elvira se estaban arreglando para ir al baile, estaban charlando, Elvira transfiguró un taburete en un biombo para vestirse al otro lado y darle la sorpresa a Severus cuando la viera con el vestido puesto. Estaban hablando de que Lars estaba muy emocionado, no sólo por su nueva relación con Fred, Severus tenía razón, fue amor a primera vista, el pobre pasó el día un poco melancólico, Fred no podía ir al baile, además de porque tenía que hablar con sus padres, porque en esas fechas estaban ocupados en la tienda, pero según Lars tenían mucho en común, les gustaba mucho el quidditch y eran bastante creativos y tenían un sentido del humor bastante similar, eran muy compatibles, lo que le consolaba es que el día 30 Fred se reuniría con Lars en Italia para pasar con él fin de año, llegó a un acuerdo con George y su cuñada Angelina lo ayudaría en la tienda, cuando la chica se enteró del motivo le aseguró su discreción y le dijo que no podía negarle nada a su cuñado favorito…y tenía muchos de ellos. Elvira le estaba diciendo:

-Sabes, estoy pensando en algo, imagina que funciona lo de Fred y Lars y lo de Hans y Narcissa… indirectamente emparentarían los apellidos Malfoy y Weasley… Hans podría convertirse en el padrastro de Draco, y si se aprobara y Lars y Fred se casan, éste último sería primo de Draco… con lo que me has dicho que los despreciaban Draco y Lucius esa sería una divertida ironía. - Severus reía.

-Bueno por lo que a Lucius respecta sí, Draco hizo las paces con Potter y los hermanos Weasley, excepto Ronald, antes de irse a Italia, fuera de la influencia de su padre, por fin dejó de ser el pequeño cabroncete que fue siempre, supongo que cuando salió del armario y vio el desprecio con el que lo trataba se dio cuenta de que no quería ser como él y empezó por intentar arreglar lo que estropeó comportándose como el bastardo de su padre. Creo que Granger es la única que aún se resiste a perdonarlo…quien sabe, igual en nuestra boda limen asperezas. - Elvira terminó de maquillarse y se ajustó el vestido echándose un último vistazo al espejo de su tocador.

-Elvira, yo ya estoy listo, ¿Has terminado ya?

En ese momento Elvira devolvió el biombo a su forma original y Severus se quedó sin habla. Pasados un par de minutos Elvira lo miró.

-Severus, no dices nada… ¿Es que no te gusta? - En ese momento Severus reaccionó:

-Me gusta tanto que estoy pensando en no dejarte salir de esta habitación hasta que nos vayamos a Nueva York…y porque si no vamos tus padres se presentarán aquí, sino te diría que no saldríamos de aquí hasta enero. - Elvira se reía.

-No seas malo…ahora cojo mi bolso y mi chal y nos vamos, estoy deseando que me vea todo el mundo presumiendo de mi prometido… tú también estás muy sexy.

-No tanto como tú. - Se dieron un beso antes de salir y asegurarse de que Poe y Lestat, que dormiría esa noche allí, estaban atendidos.

Cuando llegaron a las puertas del salón estaba llegando Morgana que fue corriendo a saludarlos antes de entrar, abrazó a Elvira.

-Estás preciosa, Elvira.

-Tú también, cariño, ¿Verdad Severus?

-Por supuesto, mis chicas siempre están preciosas. - Les susurró sólo para sus oídos, Morgana se ruborizó. Elvira dijo:

-Será mejor que entremos, no quiero que seamos los últimos, llamaremos demasiado la atención y puede que Severus salga corriendo y tenga que buscar a otro con quien bailar y lucir mi vestido. - Severus dijo:

-Eso ni de broma…pienso acapararte toda la noche. - Morgana y Elvira rieron.

Morgana se fue en busca de sus amigas y Elvira agarró el brazo de Severus con fuerza, se acercaron a la mesa de profesores, aún quedaba Albus por llegar. Se sentaron en sus sitios habituales junto a Lars que ya estaba allí con su tío y se lo presentó a Severus y Elvira, comprobaron en seguida que era tal y como decía Lars, hablaba como Lars un perfecto inglés con un acento un tanto extraño pero tenía una voz muy seductora. Estaban los cuatro hablando animadamente cuando entró Albus y comenzó la cena. Allí estaba también Sean y Minerva que se unieron a su conversación y le preguntaron a Lars qué tal estaba y si le fue bien en su cita.

-Muy bien. - Contestó Lars un poco sonrojado, Minerva preguntó:

-¿Quién es el afortunado? Porque Hans, permíteme que te diga, tu sobrino no sólo es un gran profesional, es muy inteligente, guapo y encantador. Aquí todos lo queremos mucho. - Lars dijo completamente avergonzado:

-Minerva por favor. - Hans reía.

-Minerva, no avergüences al chico, es mi sobrino predilecto, lo quiero como si fuera mi propio hijo, sé lo mucho que vale. - Entonces Severus dijo:

-Si seguís así, al pobre lo vais a ruborizar hasta la muerte. - El pequeño grupo reía.

Albus estaba hablando con el ministro de magia y los demás invitados de la junta escolar, este año, por suerte, Lucius Malfoy decidió mantenerse alejado de Hogwarts, especialmente después de su último encuentro con Severus.

Así que cuando terminó la cena, las mesas fueron recogidas mágicamente y se organizó la pista de baile y las mesas de bebidas y algunas mesas y sillas alrededor. La prensa estaba por allí pululando…y conociendo a Severus Snape acercándose lo menos posible a él y su prometida. Estuvieron charlando agradablemente con Lars y Hans, Albus abrió el baile con Pomona y después salieron a bailar Minerva y Sean, tras ellos el resto de profesores, Filius con su esposa, Poppy y Aberforth, Severus y Elvira, tras ellos, se unieron a la pista, el ministro de magia con su esposa y los miembros de la junta escolar, después algunos alumnos mayores empezaron a salir a la pista de baile. Tras ellos empezaron a animarse algunas parejas más y grupos de alumnos, algunos de los más pequeños que bailaban todos juntos riendo y cantando. Severus estaba encantado con Elvira en sus brazos, ella le dijo que cuando volvieran a su habitación le tenía preparada una sorpresa… él le susurró al oído:

-Nunca he tenido tantas ganas de que termine un baile…y te lo digo yo que normalmente deseo que terminen antes de que empiecen… - Ambos sonrieron, Severus le besó la mejilla.

-No sabes lo mucho que quiero estar a solas contigo, mi bruja, como te dije antes, si pudiera, me escabulliría de aquí contigo y no nos volverían a ver el pelo hasta enero. - Elvira le dijo:

-No creo que sea buena idea… esta canción no me gusta mucho, ¿qué tal si bebemos algo y charlamos con Lars? Lo veo allí un poco triste, además está Trelawney con él y Hans y creo que necesitan que los rescatemos.

-Está bien, haremos una buena acción navideña.

Se reunieron con Lars y Hans que estaban charlando con Sybill y su acompañante, Phillipos, se lo presentó a Severus y Elvira, era un hombre sorprendentemente agradable e inteligente para ser amigo de Sybill Trelawney, normalmente sus amigos eran unos imbéciles con la cabeza llena de serrín que sólo hablaban de sus últimas y absurdas profecías, Phillipos estudió en el oráculo de Delfos, pero como decía él, en las reuniones sociales preferiría otros temas de conversación, además de la adivinación, para que la gente no lo evite. Parece que su influencia podría ser positiva para Sybill, lo comprobarían cuando ella vuelva de sus vacaciones con él en Grecia. Charlaron un rato y Sybill fue con Phil, como les pidió que lo llamaran, a saludar a Albus, aún no conocía a Phillipos y mostró interés en conocerlo.

Elvira y Severus se quedaron con Lars y Hans, estuvieron charlando sobre los planes para las vacaciones de Navidad, Hans contó que había vuelto de Nueva York hace un par de semanas y que estuvo en Suecia el tiempo justo para solucionar un par de asuntos pendientes de trabajo y hacer sus maletas para pasar la Navidad con su sobrino favorito. Ambos estaban deseando ir a Italia, la zona que eligió Lars era de las que más le gustaban a Hans, además no quería pasar las fiestas con ninguno de sus hermanos ni sobrinos.

-Tío Hans, aún no me has dicho qué fue lo que te pasó con mi padre y los tíos, ¿Siguen con lo mismo?

-Sí, hijo, quieren que mandemos a tu abuela a un asilo y sabes que está perfectamente, sólo que desde que murió tu abuelo sólo quieren convertir la casa en un hotel de esquí.

Severus y Elvira se quedaron un poco sorprendidos.

-¿En serio? - Dijeron al unísono. Hans se encogió de hombros.

-Así son mis hermanos, unos homófobos y unos interesados, cuando mi padre se jubiló se compró una casa cerca de una estación de esquí en Suiza, un chalé grande, para recibir visitas de sus hijos y nietos, resulta que cuando mi padre murió, una cadena de hoteles le hizo a mi madre una oferta para que se la vendiera por mucho dinero para hacer un hotel pequeño de lujo, sólo mi hermana y yo nos oponemos a ello, ella debe decidir lo que quiere hacer con su casa y donde quiere vivir. El padre de Lars y nuestro otro hermano quieren que internemos a mi madre y hace unos meses casi llego a las manos con ellos, mi hermana se ha ido una temporada con ella, les ha dicho a mis hermanos para comprobar si se maneja bien sola con su asistenta y los elfos domésticos que cuidan la casa, pero en realidad es para que la dejen en paz. Ella se quedará con mamá a pasar la Navidad y yo prefiero que Lars y yo nos vayamos a Italia solos, así no me acusarán de intentar influir en ella, pero en enero estaré allí de nuevo y me comunico con mi hermana cada pocos días, así que estoy informado de todos sus movimientos. - Entonces Severus dijo:

-Me alegro de no haber tenido hermanos, o por lo menos unos hermanos como los tuyos, Hans, si estuviera en tu lugar, creo que estaría en Azkaban porque los hubiera matado a los dos. - Hans y Lars se rieron, Hans dijo:

-Bueno, prefiero hablar de otras cosas más alegres, me ha dicho Lars que el hotel al que vamos lo administra tu ahijado. Me ha enseñado fotos, es un sitio maravilloso, ¿Se lo habéis sugerido para que os contemos que tal es para una luna de miel? - Severus sonrió a medias.

-No exactamente, es que este año prometimos a los padres de Elvira ir a Nueva York, así que no visitaremos a Draco hasta las vacaciones de verano. - En ese momento Severus los envolvió a los 4 en un hechizo silenciador. - Queremos algo íntimo, queremos casarnos aquí mismo aprovechando las vacaciones de primavera, seguramente el viernes antes de que terminen, dará tiempo a prepararlo todo, no se lo digáis a nadie aún, pero tenemos la intención de ir de luna de miel allí en verano cuando dejemos a Morgana al cuidado de los padres de Elvira. - Lars dijo:

-Vaya eso sería perfecto, espero que yo sea uno de los invitados… - Severus entornó los ojos.

-Habíamos pensado pedirte que fueras testigo de boda con Longbottom, Fillius y Draco, si puede venir en primavera, pero si te conformas con ser sólo un invitado más… - entonces Lars dijo:

-Claro que no, yo quiero ser testigo, por supuesto. Será un honor. - Siguieron charlando un rato hasta que Severus vio que se acercaba Albus, levantó el hechizo y lo incluyeron en la charla.

Después de un rato, Severus y Elvira escucharon que empezaba una canción lenta y salieron a bailar. Severus le acarició la espalda mientras la acercaba lo más posible a su cuerpo.

-No te quejarás, esta noche me estoy portando muy bien… aún no he sido muy grosero con nadie. - Elvira reía.

-Sí, pero aún queda tiempo para que metas la pata. - Él la miró falsamente ofendido y ella soltó una carcajada.

-¿Esa es la confianza que tienes en tu prometido? - Ella le acarició la mejilla.

-No cariño, es realismo, y por aquí hay muchos metepatas potenciales para que nos toquen las narices a cualquiera de los dos…

Entonces los dos sonrieron y se dieron un breve beso en los labios. En ese momento vieron un fogonazo de un flash de una cámara de fotos. Antes de que Severus buscara al culpable, Elvira agarró la mano de su novio y lo llevó al patio, esa noche hacía bastante frío, pero para algo eran magos y podían usar hechizos.

-¿Para qué me has traído aquí? - Ella solo puso sobre ellos un hechizo calorífico y dijo:

-Para evitar que mates a ese periodista, respirar un poco de aire fresco y porque estoy deseando hacer esto. - Entonces lo besó profundamente aprovechando la oscuridad. Cuando se apartó para poder coger aire le dijo:

-Además, hace un rato vi salir aquí algunas parejitas de alumnos y creo que es nuestra obligación venir a vigilar de vez en cuando…

-Elvira, sabes que si alguno de ellos nos ha visto y los regañamos por lo mismo es posible que amenacen con chivarse…

-Es que besas muy bien, aunque nos ponga Albus a vigilar pasillos lo que queda de curso, habrá valido la pena. - Le dio un piquito y dijo: - Vamos a buscarlos antes de que nos escuchen y les dé tiempo a huir.

Dieron una vuelta y encontraron a dos parejas de sexto año, dos Slytherin y un Ravenclaw y una Gryffindor. Todos tendrían dos días de castigo con Filch tras las vacaciones, los habían pillado casi desnudos a pesar del frío, y eso no implicaba sólo un par de besos… podían ser tolerantes con unos besos, cuando implicaba algún grado de desnudez, ya era otra historia. Les mandaron vestirse y dijeron que irían a hablar con sus jefes de casa.

Cuando volvieron a entrar después de los chicos, Minerva se acercó a ellos.

-¿Qué ha pasado con esos cuatro?

Elvira dijo que salieron antes de que se acercara la prensa cuando vio un flash de una cámara de fotos y se encontraron a esos cuatro semidesnudos a punto de pasar a mayores. Minerva dijo:

-Vamos a tener que vigilar a esos cuatro, son bastante descarados, intentar hacerlo en un sitio lleno de gente, si incluso está el ministro de magia y hay prensa en la sala… - Elvira dijo:

-A esa edad, es normal que les guste la aventura. - Entonces Minerva guiñó el ojo.

-A vosotros también os gusta por lo que parece. - Severus se ruborizó y miró al suelo, como un niño pillado in fraganti. - Tranquilo, Severus, sé que vosotros no estabais planeando echar un polvete, pero ¿Qué hacíais? - Entonces Elvira dijo:

-Como te dije estábamos esquivando a la prensa…y yo estaba deseando darle un beso a mi hombre…además hace unos minutos vi salir de aquí a esos cuatro y no volvían a entrar, decidí que podría matar dos pájaros de un tiro…eso sí, le voy a sugerir a Albus que cierre las puertas que dan al patio con la excusa de que parece que está empezando a entrar más frío. - Minerva se rió.

-Esa sería una buena opción, mandaré a Filch a que revise el patio y luego que cierre la puerta, se lo diré a Albus por si alguien pregunta el por qué hemos cerrado la puerta. - Severus dijo:

-No hace falta decirle nada a Filch, iré yo, explicadle vosotras a Albus y Fillius lo que ha pasado y que están castigados dos días con Filch, por si queréis mantener ese castigo o endurecerlo. - Quedaron en eso y Severus salió al patio un momento, no había nadie, entró y cerró la puerta. Algunos lo miraron extrañados.

-¿Qué pasa? ¿Queréis que si empieza a nevar nos quedemos todos helados? - Nadie contestó y siguieron a lo suyo.

Entonces Severus buscó a Elvira con la mirada y la vio bailando con Lars. Se acercó donde estaba Hans.

-¿Qué tal la noche, Hans?

-Muy bien, Minerva, Poppy y Pomona son muy divertidas y el resto del personal son tan amables como me dijo Lars. Y permíteme decirte que eres un hombre afortunado, tu prometida no sólo es una mujer preciosa, es inteligente y encantadora y tiene un sentido del humor increíble. Enhorabuena.

-Gracias, lo sé.

-Por cierto, Severus, mi sobrino me contó en sus cartas sobre cómo mejoraste la poción calmante y busqué información sobre ello y me pareció muy interesante. - Estuvieron charlando sobre ello un rato y sobre la poción que curó su lesión del cuello. Estaban distraídos cuando llegaron Lars y Elvira, Lars fue buscar unas copas para Elvira y él, Severus y Hans tenían las suyas a la mitad.

Cuando volvió, los cuatro charlaban animadamente y de pronto Severus escuchó a su espalda una voz que no esperaba.

-Severus Snape, no esperaba que tuviera que ser yo la que se acercara a ti para saludarte.

Se volvieron y allí había una mujer de pelo cobrizo y unos 35-40 años.

-Señorita Pullman. Buenas noches y disculpe, pero está interrumpiendo una agradable conversación.

-Vamos, Severus, no seas grosero, además ya no me apellido Pullman, sino Hoffmann, pero tenemos suficiente confianza para que me llames por mi nombre de pila, por cierto, soy Melania Hoffmann, y este maleducado y yo fuimos novios hace muchos años.

Todos se quedaron boquiabiertos, especialmente Elvira que la miraba con odio, porque ella mientras hablaba no dejaba de tocar a Severus, a pesar del disgusto y la incomodidad del hombre. Severus dijo por fin:

-Pues bien, señora Hoffmann, ¿Se puede saber por qué está aquí y con que motivo interrumpe una agradable conversación? - Ella se apartó un poco y cogió una copa que le ofreció un elfo doméstico que pasaba por allí.

-Pues estoy aquí porque mi hijo comenzará en Hogwarts el próximo curso y la familia de mi marido es miembro de la junta educativa, así que he venido para conocer el personal que se hará cargo de mi pequeño el próximo año. Además, hace años que mi marido y yo vivimos en Alemania por sus negocios, pero yo quiero que mis hijos vengan a Hogwarts como yo y él está de acuerdo. - Señaló a un hombre de unos 50 años que charlaba con Albus, Minerva y Sean.

-Ese es mi marido. Hemos vuelto a Inglaterra hace unos días para ver a los padres de mi marido en Navidad, como están mayores no pueden ir a Berlín y, de paso, ver cómo están las cosas por aquí, me enteré de lo que pasó con ese malnacido de Voldemort, pero no sé cómo están las cosas después de eso. ¿Cómo estás tú, Severus? No te veo desde hace por lo menos 20 años, cuando me dejaste sin darme una explicación. - Severus dijo:

-Por favor, deje de decir que fuimos novios, un par de polvos mediocres no son una relación. Además, no es que la dejara sin explicación, si mal no recuerdo, le dije que no deseaba volver a verla después de un número de celos que me montó en un pub muggle al que me persiguió como una maldita psicópata. - Melania se ruborizó furiosa.

-No has cambiado, sigues siendo un grosero y un bastardo. - Severus dijo:

-De verdad, señora Hoffmann, ¿Qué quieres? No necesito legeremancia para saberlo, cuando te escuché estabas proyectando tus pensamientos como una demente, y no me hagas verbalizar lo que vi y lo que planeabas porque tu maridito quedará en muy mal lugar. - Elvira estaba estupefacta como todos los demás. Melania dijo:

-Después de esto haré todo lo posible para que no vuelvas a poner un pie en Hogwarts tras la Navidad, no permitiré que mis hijos reciban clases de un malnacido como tú. - Entonces les sorprendió la voz de Dumbledore detrás de ellos.

-Eso no ocurrirá señora Hoffmann, porque Severus, además de ser un héroe de guerra, como bien sabe, es un magnífico profesor y uno de los maestros de pociones más prestigiosos del mundo, y por supuesto, porque es una persona intachable. Supongo que no le ha presentado a su prometida, la señorita Elvira O'Hara aquí presente, aunque viendo su comportamiento, no creo que se merezca el placer de conocerla.

Entonces se dieron cuenta de que el señor Hoffmann se acercaba allí, notando que su mujer estaba siendo incomodada fue a exigir explicaciones y Dumbledore le dijo que si no quería montar un escándalo lo mejor era que se fueran, su mujer fue la que provocó la situación y el señor Hoffmann, conociendo a su esposa, sabía que era muy probable que haya metido la pata hasta el fondo. Dumbledore acompañó al matrimonio Hoffmann a parte y les dijo que si tenían algún problema personal con Severus Snape, él no lo despediría por ello, que si era condición para que sus hijos estudiaran en Hogwarts, mejor sería que los mandaran a otro colegio porque allí no serían bienvenidos. El matrimonio salió de allí furioso, ella porque no consiguió seducir a Severus Snape y él fue grosero con ella y él porque supuso que ella se puso en ridículo intentando insinuarse a alguien, aunque no sabía a quien, sospechaba que a alguno de los rubios altos que había allí, esa no sería su primera infidelidad.

Cuando pasó ese momento incómodo Elvira seguía bastante molesta.

-Cuando lleguemos a nuestra habitación, ya hablaremos de lo que ha pasado aquí. - Lars dijo:

-Prepara una buena excusa Severus, o hazle lo que te pida esta noche… que yo quiero ser testigo en vuestra boda.

Entonces pareció que el ambiente se relajó y los cuatro se echaron a reír. Hubo flashes de fotos por todas partes, nadie podía creerse que Severus Snape se estuviera riendo a carcajadas. A él le dio igual, se lo estaba pasando bien con su futura esposa y dos buenos amigos. Entonces abrazó la cintura de Elvira y dijo:

-No te preocupes que no ha pasado nada, yo sólo tengo ojos para ti, mi bruja. - Ella besó su mejilla y continuaron con su conversación con Lars y Hans, se les unió Dumbledore, Minerva, Sean y Pomona.

Estaban divirtiéndose, charlaban, vigilaban disimuladamente a los alumnos, cuando Severus pareció más relajado mientras hablaba con Hans y Pomona sobre la planta que usaron para mejorar su poción y que Pomona aún plantaba en su invernadero, de repente se tensó, Elvira lo notó porque no soltó su cintura y de pronto notó que su mano se crispaba. Siguió su mirada y vio que Morgana estaba bailando de nuevo con Anthony como en el baile de Halloween. Agarró su mano y le susurró al oído:

-Tranquilo, cariño, que es una niña responsable, conoce tu carácter y que estás vigilando. - Para tranquilidad de Severus, la música cambió a una canción bastante rápida y Lars gritó:

-¡Elvira! ¡Pomona! ¿Montamos una conga?

Ambas gritaron y corrieron con él a la pista de baile, en seguida, estaba casi llena de alumnos, algunos profesores, varios miembros de la junta escolar e incluso el ministro de magia y su esposa, al día siguiente El Profeta no sabría qué poner en la portada, el beso de Severus Snape y su prometida, Severus Snape riendo o el ministro de magia bailando en una conga con un montón de alumnos de Hogwarts. Severus miraba a la pista con una sonrisa, fue a por una copa para él y otra para Elvira, sabía que la necesitaría después. Cuando llegó a la mesa de las bebidas vio a Morgana sentada cerca bastante malhumorada, le sorprendió que no estuviera bailando con Elvira y los demás, incluso su amiga Charlotte estaba allí. Se sentó a su lado y le dijo:

-Morgana, ¿Qué te pasa? - Ella lo miró y de encogió de hombros.

-Nada, sólo que Kelly es una imbécil y me molesta.

-¿Kelly?

-Kelly MacMillan, le estaba diciendo a sus amigas que Anthony sólo baila conmigo porque tengo tetas y que seguro que hago cosas con él cuando quedamos para estudiar y prestarle libros. - Severus la miró atónito.

-Nada de eso es cierto, ¿verdad? - Morgana estaba horrorizada.

-¡Por supuesto que no! Anthony y yo somos amigos desde pequeños, él visita mucho a sus abuelos y eran amigos de la abuela, siempre nos hemos llevado bien, es buen chico y cuando quedamos estudiamos juntos en la biblioteca, él me ayuda con herbología y yo a veces le ayudo con pociones. También intercambiamos novelas, con Charlotte es mi mejor amigo, sólo baila conmigo porque es un poco torpe para bailar y soy la única que no se enfada si le pisa. No entiendo qué tiene esa mema contra mí. - Severus vio que agachaba la cabeza y la sujetó por la barbilla.

-¿Te conté que su padre y su madre intentaron que me fijara en su hermana porque están arruinados y ella está aquí con una beca de una organización de caridad? - Morgana asintió. - Pues bien, lo que ella siente es envidia, seguro que cuando les contaste a tus amigas cómo lo pasaste en verano estaba muy celosa. - Morgana sonrió levemente.

-Sí, ella dice que estuvo de crucero y estaba igual de pálida que ahora. - Severus sonrió ligeramente.

En pocos segundos entró y salió de la mente de la niña en cuestión. Miró a Morgana y le dijo:

-Lo que suponía, es una acomplejada, una rica venida a menos que se divierte haciendo sufrir a los demás, parece que te tiene envidia porque cree que aunque no seamos tus padres biológicos te queremos más que a ella los suyos y además cree que a Russell le gustas, por lo que se la come mucho más la envidia. No le hagas caso y si actúa como una imbécil le dices que por lo menos tú no eres una quiero y no puedo. Si no funciona, puedes usar el hechizo vomita babosas, es muy efectivo con los bocazas imbéciles. - Morgana empezó a reírse.

-¡No puedo hacer eso! ¡Me pueden castigar!

-Está bien, entonces dímelo cuando se meta contigo y lo haré yo, te prometo que nadie se dará cuenta de quién lo ha hecho. - Morgana se volvió a reír.

-No creo que sea necesario, si me dice algo que me moleste quizás la pueda dejar en ridículo de alguna manera… - Severus sonrió.

-Sabes lo que más rabia le da de ti, que eres más alta, más guapa y estás más desarrollada que ella, como te he dicho es una acomplejada y teme que le pase como a su hermana mayor, cuando estaba aquí jugaba en el equipo de quidditch y digamos que fue objeto de burla cuando se le cayeron los rellenos del sostén en un entrenamiento, tú en cambio no los vas a necesitar. - Morgana volvió a reírse y le preguntó a Severus:

-¿Eso es cierto? - Severus asintió:

-Yo lo vi, estaba en el equipo de Slytherin, ese día estaba un poco aburrido y fui a ver el entrenamiento y lo vi todo, sus compañeros se estuvieron riendo de eso semanas, me dio un poco de pena, pero todas las chicas lo sospechaban, sólo lo confirmaron. Pero era tan presumida y creída como veo que es su hermanita, así que no le vino mal que le bajaran los humos, por las veces que ella hizo llorar a otras chicas, cuando vino a quejarse a mi despacho le dije eso mismo, que había visto su actitud con sus compañeros y compañeras y que se lo merecía.

Morgana parecía estar más animada, miró a la pista de baile y fue a por un vaso de zumo para ella y otro para Charlotte, había terminado la conga. Se despidió de Severus y fue con su amiga. Las dos niñas bebían sus vasos de zumo y empezaron a reír, Severus supuso que le estaba contando lo que él le dijo.

Cuando se iba a levantar vio que Minerva se sentó a su lado en la silla que antes ocupaba Morgana.

-¿Cuánto tiempo has estado escuchándonos, Minerva? - La anciana sonrió levemente.

-El suficiente, tienes razón, la familia MacMillan necesita que les bajen los humos, recuerdo el incidente que le has contado a Morgana, esa chica necesitaba una cura de humildad, tenía humillados a muchos alumnos. Sabes, he venido a sentarme un rato porque Sean está charlando con Irma y yo necesitaba sentarme un rato, estos zapatos son bonitos pero me están matando…

-Pues para no poder caminar bien con esos zapatos, eres muy sigilosa...si llego a saber que estabas cerca hubiera puesto un hechizo de privacidad.

-Recuerda que puedo convertirme en un gato, algo se me ha pegado de mi forma animaga.

-Touché. Te conozco, Minerva, ¿Qué quieres? - Esta vez fue Minerva quien puso el hechizo silenciador alrededor de los dos.

-Sólo quiero decirte que creo que serás un gran padre. - Severus la miró muy sorprendido.

-¿Cómo te has enterado de que la vamos a adoptar? No se lo hemos dicho a nadie, estamos considerando si se lo contaremos cuando vayamos de vacaciones a los padres de Elvira, queremos que sea una sorpresa para todos, lo anunciaremos en nuestra boda.

Minerva sonrió.

-Casualmente hace algunos días estaba paseando cerca de la entrada de la sala común de Slytherin en mi forma animaga y os escuché hablar. Y ahora aquí, esa niña tiene suerte de haberos encontrado a los dos.

-Gracias, también te agradecería que no le dijeras nada a nadie, no se lo hemos dicho ni siquiera a Albus, hemos hablado con el abogado que llevaba los asuntos de Glenda, le dijimos que queríamos que la adopción se hiciera efectiva en el momento en que nuestro matrimonio se registrara en el ministerio, así que en cuanto Albus nos declare marido y mujer, ella será nuestra hija.

-Por supuesto que no diré nada, fingiré sorprenderme cuando lo anunciéis. - Severus asintió, vio a Sean acercarse a ellos.

-Hola de nuevo, Severus, Irma estaba hoy un poco pesada con unos libros que me encargó la semana pasada, parece no entender que son difíciles de encontrar.

-No se lo tengas en cuenta Sean, es mayor, cualquier día se jubilará, creo, cuando llegué aquí debía tener cerca de 80 años y yo ya tengo casi 43…debió ir a clase con Dumbledore. - Los tres se rieron, Severus no demasiado, le dejó su asiento a Sean y dijo: - Si me disculpáis voy a llevarle algo de beber a mi bruja. - Minerva y Sean asintieron y él fue a buscar a Elvira.

Cuando la encontró le dio una copa y ella lo besó en la mejilla.

-Te he echado de menos, Severus. - Él dijo:

-No lo parecía, estabas muy entretenida con Lars, Granger y Longbottom. - Elvira empezó a reír.

-Nos quieren organizar una despedida de solteros. - Severus resopló muy fastidiado.

-No me obligues a ir de despedida de soltero, por favor. - Elvira dijo:

-¿Tan malo sería?

-Sólo de pensar que tú estarías de fiesta con esas locas que llamas "amigas" y yo tener que soportar que me quieran llevar a un burdel, es que me enferma.

-Pero, ¿A qué despedidas de soltero has ido?

-A la de Lucius Malfoy y a la de Rodolphus Lestrange…y no quiero celebrar ninguna, si tú quieres, os podéis montar una noche de chicas especial, pero yo no necesito una última juerga de soltero, mi vida no va a empeorar después de casarnos, va a mejorar aún más si es que eso es posible. - Ella le dijo:

-Está bien, quizás haga una pequeña reunión de chicas incluyendo a mi madre, seguro que se lo pasará muy bien vosotros podríais ir a tomar algo a Las Tres Escobas, les advertiremos que no queremos grandes juergas, algo discreto estará bien, además si llamamos la atención los periodistas se darán cuenta de la fecha de la boda y todos los invitados saben que es lo último que queremos.

-Está bien, ya queda poco para que termine el baile, ¿me concedes un penúltimo baile?

Dijo Severus arqueando sugerentemente una ceja.

-Por supuesto.

Estaban bailando una de las últimas canciones lentas cuando Elvira le preguntó:

-Durante la conga te vi hablando con Morgana, ¿Qué le pasaba? ¿Por qué no se unió? - Severus se acercó a su oreja.

-Estaba enfadada con Kelly MacMillan, había discutido con ella, esa idiota le estaba diciendo a sus amiguitas que seguro que Anthony Russell bailaba con ella sólo porque le están creciendo los pechos y que seguro que se deja tocar por el chico.

-¿Ella se defendió?

-Sí, pero no pudo evitar enfadarse y le dije que a la próxima la hechice. - Elvira lo miró un poco mosqueada.

-¡Severus! ¡No me puedo creer que le hayas dicho eso!

-Tranquila, es una niña responsable, sabe que no debe hacer esas cosas, pero he usado legeremancia y ahora tiene algunas cosas para contraatacar si esa idiota la vuelve a molestar.

-Eres terrible…

-Nadie se mete con mis chicas si sabe lo que se hace. - Elvira se rió y lo besó en la mejilla.

-Te quiero mucho.

-Yo también, bruja sexy… lástima que este año no nos podremos librar de las rondas nocturnas…

-No te preocupes, antes de que salgan del salón les podríamos amenazar con quitarle 100 puntos a todo el que nos encontremos en los pasillos y el resto del curso castigados con Filch… o podríamos decirles que si vemos a alguien por los pasillos si juega en el equipo de quidditch se quedará sin jugar el próximo trimestre. Verás lo pronto que se irán a dormir.

Cuando terminó esa canción, Dumbledore anunció que ya era hora de dar por concluida la fiesta. Los invitados se marcharon por el floo del despacho de Dumbledore, los acompañó y dejó encargados a Minerva y Severus de controlar la salida de los alumnos a sus habitaciones, Elvira le dijo a Minerva lo que habían pensado hacer para evitar que los chicos deambularan por los pasillos, le pareció bien y cuando entre ella y Severus se lo dijeron a los niños, algunos pusieron tal cara de susto que era casi seguro que no saldrían de sus dormitorios hasta la hora del desayuno al día siguiente.

Hans se quedó en las habitaciones de su sobrino, los elfos consiguieron transfigurar una cama a partir del sofá la sala de estar la pusieron cerca de la chimenea. Lars le cedió su habitación a Hans, lo cierto es que en la sala de estar se estaba bastante cómodo y calentito. Mientras su tío se preparaba para dormir, él fue a hacer las rondas con Elvira y Severus, al día siguiente a las 12 tenían que estar en el ministerio para coger el traslador a Florencia y de allí al hotel donde se hospedarían. Como Severus supuso no encontraron a nadie enredando por allí, los otros profesores que se cruzaron les decían lo mismo, parece que entre la noche tan desapacible de invierno, las corrientes de aire helado de los pasillos y las sanciones que anunciaron la subdirectora y el profesor de pociones, ninguno se atrevió a desobedecer.

Le desearon buenas noches a Lars, Severus le comentó que después de hablar con Hans y conociendo a Narcissa como la conoce, estaba convencido de que encajarían perfectamente. Lars les dijo que ambos le habían caído muy bien a Hans y que había pasado una gran noche.

En cuanto llegaron a su habitación, Severus cerró y protegió la habitación, puso una alarma para las 8 y media de la mañana, tenían que terminar de hacer las maletas, ya tenían las maletas de Morgana en su habitación para el día siguiente y Lestat se quedaría allí con Poe esas navidades al cuidado de Polly, a la que le encantaba cuidar a los gatos, así les ahorrarían a los animales la incomodidad del viaje. En cuanto puso el hechizo silenciador cogió la cintura de Elvira y le dijo:

-¿Qué era eso de que había una sorpresa para mí? - Elvira le dijo acariciando su pelo con delicadeza.

-Primero me tienes que contar qué historia tuviste con esa estúpida de Melania Hoffmann. - Severus resopló.

-¿Es necesario? Me he portado bastante bien, merezco un premio, ¿no crees?

-No tardaremos nada, sólo quiero saber qué tuviste con ella y por qué aseguraba que fuisteis novios.

-Está bien, ella estaba en primer o segundo año cuando nos conocimos tú y yo en Hogwarts, era de Gryffindor, resulta que cuando se graduó, fue un par de años después de la primera caída de Voldemort, lo primero que hizo fue buscar donde estaba yo, el memo de Lucius se lo dijo, acababa de conseguir mi título de maestro de pociones y aún no había entrado a trabajar en Hogwarts, ella empezó a perseguirme, yo en aquella época intentaba olvidar a Lily y cometí el error de acostarme con ella un par de noches, no te creas que la desvirgué ni nada por el estilo, ella parece ser que se obsesionó conmigo en el colegio y cuando cometí el error de acostarme con ella en un par de ocasiones había bebido demasiado, empezó a decir que era mi novia y a montarme numeritos de celos…tuve que ser especialmente astuto para que me dejara en paz y tuve que recurrir al veritaserum. Resulta que para obligarme a casarme con ella le dijo a sus padres que yo la había dejado embarazada, resulta que cuando me acostaba con alguien, por mucho que bebiera, siempre usaba un hechizo anticonceptivo, algo que ella no sabía, así que los invité a los tres a un té para hablar del asunto y deslicé en la taza de esa idiota unas gotas de veritaserum y confesó a sus padres que ni siquiera estaba embarazada, que se había encaprichado de mí y quería atraparme, también confesó que, al contrario de lo que dijo a sus padres yo no fui el primero, se había acostado con unos 10 chicos estando en Hogwarts y muchos más después, incluso confesó haberse acostado con algunas chicas y haber practicado sexo en grupo, sus padres se disculparon conmigo y creo que le concertaron un matrimonio para alejarla de esas "costumbres disipadas" como decían sus padres…pero parece que no ha cambiado nada. Esa época ya quedó atrás para mí, después de ese desagradable incidente, me limité a tener algún rollo de una noche con mujeres muggles y limitar el consumo de alcohol. Bueno, hasta que tú volviste a mi vida, ya no necesito otras mujeres ni alcohol, sólo te necesito a ti y a Morgana para ser feliz. - Se besaron. Entonces le contó la conversación que tuvo con Minerva tras consolar a Morgana.

-Estaba sospechando que sabía algo, cuando me ve hablando con Morgana me mira enternecida.

-Ha prometido no decir nada.

-Lo imagino…y ahora qué tal si cumplo mi promesa de enseñarte la sorpresa que tengo para ti esta noche… - Severus agarró sus nalgas y las apretó.

-Ya estás tardando... Llevo esperándolo toda la noche.

Elvira lo cogió de la mano y lo llevó a su dormitorio.

-Quítate la levita y el chaleco, vuelvo en seguida.

Salió un momento a la sala de estar y cuando volvió llevaba un bote de nata montada y se había quitado el vestido. Llevaba un nuevo conjunto de ropa interior, del estilo que sabía que a él le gustaba, un sujetador de seda verde oscuro y con encaje negro, un liguero a juego y unas braguitas con unos lacitos que las sujetaban a sus caderas. Él se quedó mirándola embobado…

-Si llego a saber que llevabas eso bajo el vestido, nos hubiéramos escaqueado después de la cena. - Elvira sonrió.

-Por eso no te lo enseñé antes de vestirme. - Él empezó a abrirse la corbata, entonces ella lo interrumpió, poniendo el bote de nata en la mesita de noche.

-Déjame a mí. - Empezó a desatar la corbata y la cogió y la puso al lado de la nata. - Esto vamos a necesitarlo después.

Le besó el cuello y le abrió la camisa quitándosela lo más rápido posible, en pocos minutos estaban los dos en ropa interior.

-Ahora a la cama. - Él se tumbó y ella dijo: - Ahora es el momento de tu sorpresa.

Elvira cogió la corbata y le vendó los ojos a Severus.

-Sabes, me gustaría más si pudiera verte. - Ella soltó una risita.

-Esto también te gustará, te dejaré ver pronto, no te preocupes.

Entonces cogió la nata y empezó a echar un poco de nata por su pecho, en sus pezones, por su abdomen, entonces hizo desaparecer sus calzoncillos y echó nata en su pene ya erecto. Él notó el frío de la nata y preguntó:

-¿Qué estás haciendo?

-Tengo un poco de hambre y voy a tomar un aperitivo nocturno.

Elvira echó nata en su cuello y el hueco de su clavícula, después echó un poco en sus labios y empezó a besarlo y lamer la nata de su boca…bajó despacio chupando también su cuello y su clavícula, fue pasando por su pecho y sus pezones, luego comió la nata que cubría su abdomen y su ombligo, luego llegó a su polla y la lamió lentamente y la chupó hasta que la limpió completamente de nata y empezó a introducirla en su boca lo más profundamente posible… Severus gemía y se retorcía de gusto.

-Elvira, por favor, para un momento, no quiero acabar tan pronto. - Ella sonrió y le acarició mientras dio algunos lametones a la punta de su erecta polla.

-Está bien, voy a destaparte los ojos.

Ella se sentó a horcajadas sobre sus muslos y desató la corbata, la dejó en la mesita de noche. Empezaron a besarse apasionadamente. Severus abrió el cierre delantero del sujetador de Elvira y empezó a acariciar sus pechos mientras besaba y mordía el cuello de su prometida. Ella empezó a acariciar su espalda y su pecho, arañándolo suavemente con sus uñas largas pintadas de negro con destellos de brillantina verde. Él la maniobró y la tumbó en la cama.

-Ahora soy yo el que comerá un tentempié de medianoche.

Entonces invocó la nata y la esparció igual que hizo ella con él. Le quitó las bragas y dejó puestas las medias aunque le quitó el liguero para que no le molestara. Echó un poco de nata cubriendo su pubis y gran parte de su vagina. La miró como si estuviera dispuesto a devorarla.

-Tienes un aspecto delicioso…

Entonces empezó a lamer la nata que puso en sus labios, bajó por su cuello y llegó a su clavícula, bajó un poco y empezó a lamer la nata y mientras mordía ligeramente sus pechos y pezones los dejó completamente limpios de nata y cubiertos de saliva. Hizo lo mismo con su suave vientre y lamió su ombligo. Bajó despacio y llegó a su pubis.

-Y ahora voy a probar qué tal sabe tu delicioso chochito con nata… - Entonces empezó a lamer la nata sobre su sexo. Ella se retorcía ligeramente de placer. - Como imaginaba, tan deliciosa como siempre…

Empezó a devorar la nata y a meter su lengua dentro de ella a la vez, ella estaba cada vez más húmeda y más cerca de correrse, cuando la limpió por completo metió dos dedos dentro de ella a la vez que succionó con fuerza su clítoris, ella se corrió en pocos segundos. Él siguió lamiendo mientras se recuperaba un poco. Severus subió por su cuerpo sin dejar de besar su cuerpo, llegó a sus labios y dijo:

-Ha sido lo mejor que he probado jamás. Te quiero mi bruja. - Ella lo besó apasionadamente en la boca.

-Yo también te quiero muchísimo mi amor…ahora fóllame, necesito tu magnífica polla dentro de mí.

Severus abrió sus piernas y sin más la penetró lenta y profundamente. La metió hasta el fondo y paró por un momento, luego empezó a embestir cada vez más rápido, hasta que ella lo abrazó muy fuerte por el cuello y lo besó. Él entonces se dio la vuelta y la hizo ponerse a horcajadas sobre él. Se besaron y acariciaron por todas partes, hasta que ambos no pudieron más, él entonces mordió uno de los sensibles pezones de Elvira y acarició su clítoris a la vez, ambos se corrieron casi a la vez, él un poco después, llenándola con su semen. Cayeron agotados, Severus se recuperó lo suficiente para hacer un hechizo de limpieza y vestirlos mágicamente, no fuera a llegar Morgana por la mañana y los pillara en cueros…Elvira los arropó y en pocos minutos estaban dormidos, abrazados y encantados, soñando con pasar la Navidad en Nueva York.

A la mañana siguiente se despertaron minutos antes de que sonara su alarma, aprovecharon para ducharse juntos y entre caricias y risas llegó la hora de ir a desayunar. Se vistieron adecuadamente para ir al ministerio y terminaron de guardar las cosas que necesitarían en Nueva York, algunas de sus cosas de aseo y la corbata verde de Severus, Elvira no quería dejársela allí. Cuando llegaron al comedor la mayoría de los alumnos estaban entusiasmados por volver a casa por Navidad, ese año unos 15 chicos se quedarían en Hogwarts, además de Albus, Pomona y Poppy, ese año se quedaría Hagrid, Olympe llegaría al día siguiente a pasar las vacaciones con él en Hogwarts, Minerva se iría con Sean a Londres como el año anterior y Neville y Hermione irían a ver a la abuela de Neville, los padres de Hermione iban a visitar a unos amigos y le dijeron a la pareja que fueran a verla, que estaba mayor y ellos irían con ellos a Londres al año siguiente. Sybill y Phillipos al final decidieron quedarse en Hogwarts con permiso de Albus, que estaba encantado, él dijo que le gustaría pasar la Navidad en Inglaterra y de todas formas, seguro que disfrutarían allí más la Navidad, Santorini, donde él vivía era mejor en verano que en invierno. Fillius y su esposa decidieron quedarse también en Hogwarts, sus hijos estaban en el extranjero por trabajo y no les dieron permiso para ir a ver a la familia, así que decidieron quedarse allí. Yoshi y Hellen se iban a Japón esa tarde, la abuela de Yoshi, estaba emocionada esperando la visita de su nieto y su novia, desde que la mujer se enteró de que Hellen estaba aprendiendo japonés con Yoshi para hablar mejor con ella, simplemente la adoraba. Lars y Hans tenían el traslador para las 12, igual que Severus, Elvira y Morgana, Albus fue el que hizo los trámites y les reservó el traslador a ambos grupos para el mismo día y hora.

Después del desayuno los profesores que se iban de Hogwarts se despidieron y fueron a terminar de hacer sus maletas, Elvira y Severus fueron a sus habitaciones con Morgana, que llevó una última bolsa y el vestido de fiesta y los zapatos que se puso la noche anterior para guardarlo en la maleta grande que llevaba por si se lo ponía en Nueva York. Polly llegó cuando estaban en ello para hacer la cama, Elvira le dio el regalo de Navidad de parte de ellos y Tuky también recibió un regalo, les dieron a ambos unas cajas con bombones y galletas, eran dos de los elfos más golosos de Hogwarts y agradecieron efusivamente los regalos. Mientras Severus y Elvira terminaban de guardar alguna cosa de última hora y un par de libros para leer, Morgana estuvo despidiéndose de Lestat y diciéndole al gatito que se portara bien y obedeciera a Polly, también estuvo acariciando y despidiéndose de Poe.

Sobre las 11 y cuarto se encontraron con Lars y Hans para ir al ministerio con ellos, la noche anterior no hubo ocasión para que Hans conociera a Morgana, la niña se mostró tímida, pero le deseó felices fiestas muy educadamente igual que a Lars. Pasaron por el floo al ministerio, esta vez Albus consiguió que les dieran acceso a una sala privada para evitar a la prensa. Lars y Hans fueron con ellos y también Albus. Los funcionarios llegaron allí enseguida con los trasladores internacionales, Hans y Lars se despidieron de sus amigos y fueron los primeros en irse tras identificarse. En cuestión de segundos ya estaban en Italia, concretamente en la oficina del ministerio italiano en Florencia. Después les llegó el turno a Elvira, Severus y Morgana, se despidieron de Albus y le desearon una feliz Navidad, se identificaron y cogieron el traslador, en pocos minutos estaban en Nueva York.