Capítulo 10

¡Es arte!

Al día siguiente, y tras despertarse cerca de la una, no pudo desayunar ya que el buffet se encontraba cerrado y además estaban preparando la comida, por lo que desistió y se quedó con hambre. Se dirigió al salón para pasar el rato y allí se encontró con un chico que le andaba buscando.

-Perdona ¿eres tú Rizzo?-inquirió nada más verle.

-Sí, soy yo-afirmó él, sin poder dejar escapar un bostezo.

-Me envía Camus para decirte que ya está disponible para una batalla de gimnasio, si quieres pasarte ahora, adelante.

-Ah, estupendo, pues voy ya para allá.

Tenía ganas de enfrentarse a él y así continur con el viaje, por lo que no esperó más y se dirigió al gimnasio. Salió del centro pokémon a toda prisa y yendo en la bici apenas tardó ni cinco minutos, personándose enseguida frente a la puerta; entró en él, pero nadie salió a recibirle, por lo que decidió buscar él mismo a Camus.

Pasó al campo de batalla y se encontró allí con él, viendo entonces que se encontraba pintando en un lienzo y sosteniendo una sucia paleta de colores, mientras pensaba en voz alta.

-No, estas pinceladas sobran… quizás aquí, y así… no, no, tampoco…

Rizzo se acercó para ver lo que estaba pintando y vio que era un cuadro abstracto, con pinceladas muy cargadas y manchurrones de pintura al óleo. Al verle acercarse, Camus se dirigió a él educadamente.

-Ah, Rizzo, buenos días… ¿te llegó mi aviso?

-Sí, por eso estoy aquí.

Camus regresó un momento al cuadro y dio otra pasada con un color azul claro en la parte superior, simulando un cielo.

-Pintar es como un combate ¿sabes? Hay que dar las pinceladas apropiadas para que el cuadro adquiera consistencia y color, como cuando comandas a tus pokémon. Al final los elementos conforman un todo bien unificado y consistente que dan forma a la obra. ¿No te parece maravilloso?-inquirió el líder, recreándose en el momento.

-Pues me parece una pastelada, que quieres que te diga-soltó entonces el chico sin desmelenarse.

Hubo un breve silencio en el cual los ojos de Camus se abrieron de par en par, como si no hubiera oído del todo bien.

-¿Cómo?

-Lo que oyes, está cargadísimo de pintura, no sé cómo el lienzo aguanta con semejante pasta multicolor en él. Además, lo abstracto es una tontería, lo podría hacer hasta yo mismo y con los ojos cerrados...

-¡Cómo osas! ¡Es arte!-exclamó Camus, indignado por sus palabras.

-Oye, mira, yo solo digo lo que veo y lo que veo es un montón de pintura grumosa y mezclada-argumentó Rizzo, ceñudo.

-¡Estás muy equivocado, muchacho, lo abstracto sirve para plasmar tus más vívidas emociones y pensamientos! ¡Piensa en lo que artistas de la talla de Kandinsky, Pollock o De Kooning debieron imaginarse para crear obras tan diferentes que decían tanto en tan poco! ¡El pensamiento en el cerebro es abstracto, no tiene forma, y esto es un reflejo de esa inmaterialidad!-se defendió Camus, muy airado.

-Lo que tú digas, pero siguen siendo garabatos mal puestos.

Para Camus eso fue la gota que colmó el vaso, exclamando de seguido.

-¡Te demostraré las mil y una posibilidades del arte abstracto en una batalla de gimnasio!

-Vale, a eso he venido-repitió el chico, esbozando una sonrisita.

Camus llamó al árbitro y la batalla dio comienzo enseguida; el líder sacó a un shelmet y Rizzo optó por magnemite.

-Los aspirantes empiezan primero.

-Muy bien… ¡magnemite, onda trueno!

El pokémon acero eléctrico fue el primero en atacar, lanzando una descarga paralizante en dirección a un estoico shelmet, el cual esperaba órdenes de su entrenador. Antes de que le alcanzara, Camus exclamó.

-¡Protección!

En un visto y no visto, el pokémon bicho alzó un escudo que le protegió de onda trueno, quedando ese intento por paralizarle en nada.

-¡Diablos! ¡De frente, impactrueno!

-¡Estoicismo!

Una vez más, magnemite se adelantó, pero ésta vez shelmet contraatacó lanzando una serie de escamas brillantes que enfrentaron la descarga, logrando bloquearla y llegando a alcanzar ligeramente a magnemite, aunque no le hicieron gran cosa.

-¡Acércate a él y bomba imán!

Para no fallar el tiro, magnemite se adelantó rápidamente mientras preparaba los pedazos de metal para lanzárselos, pero shelmet se protegió a tiempo para evitar ser golpeado, contraatacando inmediatamente después.

-¡Bostezo!

Al punto, el pokémon bicho emitió un sonoro bostezo creando una burbuja que fue directa hacia magenmite y estalló frente a él, adormeciéndole rápidamente.

-¡Muévete, magnemite, bomba imán!-exclamó Rizzo, apurado.

Por un instante el pokémon acero eléctrico reaccionó ligeramente, logrando golpear de lleno a shelmet, pero acto seguido cayó al suelo completamente sopa.

-¡Magnemite, no, despierta!

-¡Es nuestro! ¡Shelmet, bofetón lodo!-exclamó Camus con cierta pasión, incluso posando entre medias.

Para horror de Rizzo, el pokémon bicho lanzó un chorro de barro que fue directo hacia magnemite, el cual no pudo hacer nada por evitarlo al estar dormido. El impacto fue directo y el golpe tan fuerte que magnemite se quedó en el sitio y sin ni siquiera despertarse.

-¡Magnemite está fuera de combate, shelmet es el ganador!-anunció el árbitro, levantando la banderilla a su favor.

Rizzo recogió a su pokémon al tiempo que Camus le contaba sus impresiones.

-Me estás dando una impresión que no me esperaba de ti, Rizzo. No eres nada metódico, ese magnemite apenas está entrenado, por eso he podido vencerle con facilidad. Es una pena…

-¡Ah! ¿¡Eso crees tú?! ¡Eevee, te toca!-masculló el chico, sacando al susodicho.

-¡Bostezo!

-¡Ésta vez no, esquívalo con ataque rápido!

Otra burbuja fue directa hacia él, pero eevee puso sortearla gracias a la rapidez de ataque rápido y se acercó a él para contraatacar.

-¡Ataque arena!

Acto seguido, eevee lanzó un puñado de arena a la cara de shelmet, cegándolo momentáneamente e impidiéndole atacar.

-¡Mordisco!

El pokémon normal mordisqueó con saña al de tipo bicho, sin hacerle gran cosa, pero no cejó en ningún momento, llegando a amedrentar a shelmet en el proceso.

-¡Zarandéalo, no lo sueltes!-indicó el chico.

Sin darle tiempo a reaccionar, eevee lo sacudió hacia los lados y después de darle impulso lo soltó hacia arriba.

-¡Y ahora última baza!

Al segundo siguiente eevee reunió toda la energía posible y las estrellas impactaron en shelmet, el cual todavía seguía en el aire; el golpe fue de impresión y cayó al suelo con un ruido seco y levantando polvo. En cuanto éste se posó, se pudo ver al pokémon bicho, KO.

-¡Shelmet está fuera de combate, eevee es el ganador!-indicó el árbitro rápidamente.

-¡Genial, eevee!-exclamó Rizzo, sin realizar ningún cambio.

-No ha estado mal… pero sólo acabamos de empezar-murmuró Camus sacando a su siguiente pokémon, un karrablast.

-¡Ataque arena!-indicó el chico rápidamente.

-¡No tan rápido! ¡Golpe aéreo!

Demostrando entonces una velocidad mayor que la de shelmet, karrablast se lanzó contra eevee rasgando el aire y le asestó un par de golpes que le detuvieron en seco, haciéndole cierto daño.

-¡Diablos! ¡Ataque rápido!

-¡De frente, tijera x!

Ambos pokémon atacaron al mismo tiempo, encontrándose en el centro del campo y bloqueándose mutuamente. Rizzo aprovechó el momento para contraatacar.

-¡Es tuyo, mordisco!

Una vez más, el pokémon normal se abalanzó sobre su rival y le asestó una buena dentellada que, si bien no le hizo apenas daño, consiguió atraparlo entre sus fauces y zarandeándolo en el proceso, arrastrándolo y lanzándolo hacia atrás.

-¡Ataque rápido!

Aprovechando la oportunidad, eevee se abalanzó una vez más y embistió con inusitada fuerza a karrablast, logrando hacerle tambalear. Fue entonces cuando Camus exclamó.

-¡Contraataque!

Karrablast se recompuso de golpe y, en un visto y no visto, palió los pocos metros que había entre ellos, asestándole un duro golpe con una de sus patitas en el pecho. Eevee se vio sacudido por un golpe tremendamente fuerte y efectivo que le tiró al suelo y de donde no se volvió a levantar, completamente KO.

-¡Eevee está fuera de combate, karrablast es el ganador!

Aún con la sorpresa grabada en su cara, Rizzo lo recogió al tiempo que Camus volvía a dar su opinión.

-Eres demasiado impulsivo, dependes demasiado de la fuerza bruta de tus pokémon y no dejas espacio para nada más. No es suficiente para ganar.

-¡Otro con la misma cantinela! ¡Ése no es mi estilo, y te lo voy a demostrar! ¡Dewott!

El pokémon agua hizo acto de presencia, asiendo sus vieiras y blandiéndolas hacia delante con gesto retador.

-¡Concha filo!

Acto seguido, los filos de las vieiras brillaron intensamente en un aura acuosa y se abalanzó sobre karrablast.

-¡Tijera x!

Ambos pokémon se encontraron en el centro del campo, haciendo fuerza el uno contra el otro y sin llegar a tocarse en ningún momento; si bien corría el riesgo de que le devolviera el golpe multiplicado por dos, eso sólo significaba una cosa: debían de acabar el combate cuanto antes. Por lo que debían de ir con todo.

-¡No te rindas, dewott, dale con todo lo que tengas!-exclamó Rizzo, encendido.

-¡Aguanta, karrablast!-indicó entonces Camus.

Por un instante el tipo bicho aflojó el pulso, cosa que entonces aprovechó el tipo agua para incidir un poco más en el golpe, logrando asestarle un fuerte golpe crítico en la cabeza que parecía decisivo. Sin embargo, y para sorpresa de Rizzo, karrablast aguantó el golpe.

-¡Ahora, contraataque!

-¡De frente, desquite!

El pokémon bicho fue el primero en atacar, asestándole un golpe directo a dewott que sintió en sus carnes y contraatacando inmediatamente después al tiempo que un aura azulada lo envolvía y le devolvía el golpe al mismo tiempo que su rival. La potencia fue tal que karrablast se vio arrastrado hacia atrás hasta caer al lado de un atónito Camus, completamente KO, al tiempo que dewott se tenía en pie, aunque muy malamente.

-¡Karrablast está fuera de combate, dewott es el ganador!-indicó el árbitro, levantando la banderilla a su favor.

-¡Eso es, dewott, lo más fuerte posible, lo has entendido!-exclamó Rizzo, satisfecho.

El aludido esbozó una taimada sonrisita, aunque jadeando debido al cansancio. Por su parte, Camus recogió a su pokémon mientras comentaba.

-Vale, he de admitir que la jugada ha sido muy ingeniosa… pero a largo plazo va a ser contraproducente.

-¡No tiene por qué, aunque dewott esté en desventaja física puedo aprovecharlo a mi favor!

-Oh, entonces admites que no se trata sólo de fuerza… veamos pues-murmuró Camus, sacando entonces a un dwebble.

Los ojos de Rizzo se entrecerraron, pensando a toda velocidad y exclamando de seguido.

-¡Acua jet!

Aún envuelto en el aura azulada, dewott se abalanzó sobre su rival como un obús acuático, aunque en cuanto estuvo a punto de alcanzarle, Camus indicó.

-¡Pulimento!

La roca que llevaba a cuestas dwebble se volvió mucho más brillante y pulida, ganando entonces velocidad y usándola inmediatamente después para evitar ese ataque, acercándose entonces a su rival para no fallar el golpe con sus pinzas envueltas en un aura oscura intensa.

-¡Intercéptalo con concha filo!-exclamó Rizzo.

-¡Tijera x!

Moviéndose al filo del abismo, dewott se lanzó con sus vieiras en alto y las cuchillas de dwebble dispuestas en X chocaron contra éstas, chasqueando con fuerza; los dos estuvieron haciendo fuerza contra el otro, sin pintas de querer ceder, aunque para entonces las fuerzas de dewott comenzaban a flaquear. El aura azulada intensa seguía estando presente en él, por lo que Rizzo quiso aprovecharla hasta el final.

-¡Golpéale con estoicismo!-indicó Camus.

-¡No le dejes, hidropulso!

Aunque dwebble atacó primero necesitó un poco de tiempo para cargar el ataque, cosa que aprovechó dewott a su favor formando rápidamente la burbuja y lanzándosela, envolviéndose en ella de golpe e interrumpiendo a dwebble, el cual se vio azotado por fuertes convulsiones acuáticas. La burbuja estalló enseguida y el pokémon salió lanzado por los aires, cayendo a pocos metros de su entrenador y logrando aguantar el efectivo golpe por muy poco. Apurados al máximo, tanto el líder como el entrenador fueron con todo.

-¡Acua jet!

-¡Finta!

Igualados en velocidad, ambos pokémon se encontraron una vez más y estuvieron haciendo fuerza el uno contra el otro hasta que finalmente se golpearon mutuamente; hubo entonces una súbita explosión que los lanzó hacia atrás, cayendo KO al mismo tiempo.

-¡Ni dwebble ni dewott pueden continuar, tablas!-anunció el árbitro.

Rizzo recogió a su pokémon sin decir nada, aunque ésta vez Camus comentó algo que el chico no se esperaba oír de él.

-Ya veo… curioso cuanto menos…

-¿Qué quieres decir?

-Has contraatacado al mismo tiempo que yo y siguiendo el planteamiento lógico propio de una estrategia, pero yendo con todo, como tú has dicho. Creo empezar a entender un poco mejor tu juego, he de decir que es sumamente curioso y hasta inspirador en ciertos aspectos…

El ceño del chico se frunció, murmurando de seguido.

-No entiendo nada cuando os ponéis en ese plan, pero me da igual tus análisis artísticos, pienso ganar esto.

Ante eso Camus dibujó un gesto molesto, al tiempo que comentaba.

-Ahí está esa impertinencia otra vez… tendré que bajarte un poco los humos…

Justo después de decir eso, sacó a su último pokémon, un elegante y fino leavanny, y Rizzo hizo lo propio con riolu. El pokémon lucha hizo acto de presencia en el campo y miró desafiante a su oponente aun a pesar de ser el doble de alto que él.

-¡Ataque rápido!

Riolu se echó a la carrera y se acercó a su oponente para embestirlo.

-¡Páralo con corte!

Leavanny realizó un profundo corte que rasgó el aire y dio de refilón a riolu, el cual tropezó y cayó, impidiéndole así atacar.

-¡Átalo con disparo demora!-indicó Camus.

Al segundo siguiente, y con gran rapidez, lanzó una serie de hilos de su boca con los que hizo un ovillo a riolu, el cual no pudo moverse ni hacer nada.

-¡Ah! ¡Sal de ahí, riolu!-masculló su entrenador.

El pequeño pokémon lucha trató de zafarse de la tela, incluso mordiéndola con los dientes, pero no pudo hacer nada por quitársela de encima.

-¡No te librarás tan fácilmente del disparo demora de leavanny! ¡Hoja afilada!

Rizzo vio entonces una posible oportunidad por zafarse de esa situación y exclamó.

-¡Salta, riolu, de frente contra el hoja afilada!

El pokémon obedeció sin rechistar y las hojas filosas se precipitaron sobre él; como resultado, el hilo del disparo demora acabó siendo cortado y se pudo liberar de él.

-¡Eso es! ¡Amago!

-Vaya, arriesgado pero efectivo… ¡estoicismo!

El pokémon planta-bicho soltó una serie de escamas que se precipitaron sobre él, sin hacerle mucho daño pero deteniéndole en seco.

-¡Disparo demora y atráelo hacia ti!

Ésta vez el efecto fue distinto, ya que el hilo agarró con fuerza a riolu y leavanny comenzó a tirar hacia él, acercando a riolu, el cual ni siquiera pudo evitarlo.

-¡No dejes que te arrastre riolu, corta el hilo!-indicó Rizzo, muy apurado.

Sin embargo no pudo hacer nada por librarse de él y se quedó a merced del pokémon planta-bicho, el cual movió un poco el hilo que segregaba de su boca y lo aseguró bien, para que no pudiera escapar. Sin embargo, una de las patas delanteras de riolu se quedó fuera del hilo que lo aprisionaba.

-¡Vamos a acabar a lo grande con hiperrayo!-exclamó Camus, con tonito victorioso.

-¡Intercéptalo, riolu, esfera aural!

Leavanny soltó el hiperrayo enseguida, dirigiéndose hacia él rasgando el aire con todo su poder; el pokémon lucha formó la esfera aural con cierta dificultad y sin apenas poder apuntar bien, soltándola justamente cuando el hiperrayo iba a colisionar contra él. El resultado fue una sonora y potente explosión que mandó a riolu a otro lado del campo, liberándole de sus ataduras pero muy magullado y sin apenas poder tenerse en pie.

-¡Vaya, lo ha bloqueado muy bien! ¡Pero ya no puede hacer nada, hoja afilada!-indicó el líder, con intención de finiquitar el combate.

-¡Muévete, riolu, esquívalo!-musitó Rizzo, contra las cuerdas.

Leavanny lanzó la ristra de hojas en dirección hacia él, imparables; no le daba tiempo a esquivarlo, por lo que alzó una sola pata hacia delante y comenzó a cargar una débil esfera aural.

-¡No te he dicho esfera aural, he dicho esquivar! ¡Riolu!

Las primeras hojas incidieron sobre la débil esfera, pero riolu aguantó como un jabato, dándolo todo; se puso en pie con las piernas temblándole y pegó un grito que se oyó por todo el campo y las gradas. Al segundo siguiente comenzó a brillar envuelto en un aura azulada intensa.

-¡Ah, riolu!-exclamó Rizzo, sorprendidísimo.

-Vaya, vaya…-murmuró Camus, repentinamente interesado.

El cuerpo de riolu comenzó a crecer a pasos agigantados, haciéndose el doble o incluso el triple de grande; tanto sus patas delanteras como traseras se alargaron, al tiempo que todo su cuerpo se abultaba y su cabeza también, sus orejas se volvían más altas y afiladas, y un par de curiosas protuberancias crecían desde la parte de atrás, además de una pronunciada cola. Tras varios segundos en ese estado, en cuanto la luz cesó se pudo ver con su nuevo aspecto. Rizzo se informó enseguida.

-Lucario, el pokémon aura; emite unas ondas que le permiten percibir todo lo que se encuentre en un kilómetro a la redonda, incluso los sentimientos de otras personas y pokémon.

-¡Ciertamente interesante y en parte inesperado, pero la evolución no nos parará! ¡Hoja afilada una vez más!-exclamó Camus.

-¡Detenlas, lucario!

Otra ristra de hojas se abalanzó sobre el recién evolucionado pokémon, pero éste preparó sus zarpas, al tiempo que éstas brillaban como si fueran de metal; dio un lustroso salto y de varios zarpazos cortó todas las hojas que le amenazaban, parando así el ataque.

-¡Tratemos de detenerlo, silbato!

-¡No te pares, lucario!

El recién evolucionado pokémon demostró una velocidad mejoradísima comenzándose a mover como una centella, al tiempo que leavanny emitía una suave melodía que trató de ponerle a dormir, pero las protuberancias de su cabeza se alzaron vibrando con fuerza, pudiendo entonces sentir la melodía y permitiéndole evitar así caer dormido. Rizzo le observó en todo momento sin salir de su asombro, pudiendo notar cómo esas ondas llegaban hasta él y transmitiéndole directamente los sentimientos de su pokémon. Esbozó entonces una gran sonrisa, exclamando de seguido.

-¡Y ahora esfera aural!

Acto seguido, juntó sus patas con seguridad firmeza, comenzando entonces a formar la esfera azulada sin flaquear y sin ningún tipo de problemas, pero con la particularidad de ser mucho más grande que antes y despidiendo un gran poder en forma de intensos destellos azulados similares a llamas. Al ver esto Camus se preocupó, exclamando de seguido.

-¡Leavanny, hiperrayo!

Ambos pokémon atacaron al mismo tiempo, la esfera aural interceptó el potente rayo de energía blanca, manteniéndose en el aire por unos breves e intensos segundos antes de que comenzara a recular por el efecto de la esfera aural, la cual fue acortando distancias hasta que finalmente alcanzó al pokémon bicho planta. La posterior explosión fue tremenda, lanzando a leavanny hacia atrás como una hoja mecida por el viento y cayendo al suelo duramente, de donde no se volvió a levantar.

-¡Leavanny está fuera de combate, lucario es el ganador! ¡La victoria es para el aspirante Rizzo de Ciudad Engobe!-dictaminó el árbitro.

-¡Sí, sí, lo conseguimos, lucario, ya dominas esfera aural!-exclamó el chico, pletórico y abrazándole con fuerza.

Camus recogió a su pokémon y les estuvo observando por un momento, aún algo molesto pero con cierto gesto lleno de interés por lo que había visto. Se ausentó un momento y regresó enseguida con una bandejita.

-Rizzo, no me gustan tus maneras lo más mínimo, pero me has ganado y una derrota es una derrota. Como reconocimiento de tu victoria, te hago entrega de la medalla élitro.

-Ya te dije que ganaría…-murmuró el chico, guardándosela junto con las demás.

Camus ahogó como pudo un suspiro, aunque en ese momento comentó.

-Bueno, hasta los artistas más brillantes también tenían su genio… aunque he de admitir que he visto algo que, de cierta manera, ha sido estimulante.

Ante eso Rizzo dejó escapar un aspaviento, al tiempo que murmuraba.

-Siempre con lo mismo ¿qué se supone que es tan interesante? No es la primera vez que me lo dicen, y no entiendo muy bien a qué vienen esos comentarios a lo Karate Kid…

Camus se quedó callado por un momento, eligiendo las palabras adecuadas antes de volver a hablar.

-Digamos que… no eres como otros entrenadores con los que me he enfrentado antes. Cada uno poseía cierto aspecto que los caracterizaba común a todos, pero tú pareces desmarcarte de forma distinta, es por eso por lo que me resultas curioso, al menos a mí…

-Pues me quedo como estaba… simplemente luchamos con la victoria en mente, eso es todo.

-Entiendo… pero eso no quita que tu actitud sea reprochable, eso sí-añadió el líder rápidamente.

-Ahí sí que no puedo hacer nada, eso viene por defecto.

Ante eso el líder rodó los ojos con gesto resignado, al tiempo que murmuraba.

-Está bien, está bien… en ciudad Mayólica hay otro gimnasio al que puedes retar, si estás interesado.

-Bien, allí iré entonces.

Sin decir nada más el chico se marchó rápidamente y Camus le observó, negando con la cabeza y volviendo con sus pinturas.

Por su parte, Rizzo volvió al centro pokémon para recoger algunas cosas que se había dejado allí y, una vez que sus pokémon estuvieron recuperados, se marchó de la ciudad hacia el siguiente destino. Pasando por la plaza vio a Acromo sentado en uno de los bancos junto con un magnemite igual que el suyo, saludándolo de seguido.

-Hombre, Rizzo, me alegro de volver verte… ¿te has pensado lo que te sugerí?

-A decir verdad no he tenido tiempo, vengo de ganar mi tercera medalla en el gimnasio de aquí-murmuró el chico, sin muchas ganas de detenerse.

-Oh, ya veo, enhorabuena entonces…

-Sí, y además mi riolu ha evolucionado a lucario, y ya domina del todo esfera aural-añadió el chico, con aire grandilocuente.

-Un logro tras otro por lo que veo… tal vez puedas dar una respuesta a todas mis preguntas acerca de la fuerza de los pokémon-observó Acromo, pensativo.

-Ya, sobre eso…

Antes de que pudiera decir nada más, en ese justo momento su magnemite salió él solo de su ball y se encaró directamente con el magnemite de Acromo, el cual le miró con mala cara.

-¿Qué pasa, magnemite?

-Vaya, parece que no se han caído del todo bien…

Nada más decirlo, los dos pokémon imán se miraron como si estuvieran retándose y comenzaron a chocarse entre sí, con evidente gesto molesto.

-¡Ya basta, magnemite! ¿A que ha venido eso? Vuelve-indicó su entrenador, devolviéndolo a su super ball.

-Ah, la eterna rivalidad… surge cuando dos polos opuestos no se entienden y se repelen debido a su carga magnética, en este caso es del todo acertado ¿no te parece? Es casi como la fuerza misma…

-Si usted lo dice… aún no sé qué decirle acerca de su oferta, no puedo prometerle nada.

-Oh, está bien, después de todo yo también tengo prisa…

Nada más decir eso, el hombre se levantó entonces del banco y su pokémon se puso a su lado, olvidándose de su nuevo rival.

-Voy hacia la ruta 4, he oído que hay mucho lío a las afueras de la ciudad y me gustaría ver qué es lo que se cuece ¿vendrás?

-Eh… sí, bueno, me queda de camino después de todo…

-Muy bien, pues me voy adelantando, te espero allí-anunció Acromo, echando a andar rápidamente y perdiéndose en la lejanía.

El ceño de Rizzo se contrajo, sin saber muy bien qué pensar de ese hombre. Aun así lo dejó estar y fue tras su estela en dirección norte sin esperar más.


¡Y más pokémon! Ésta vez con el combate de gimnasio, hablemos un poco de él.

En un principio quise reescribirlo entero, pero al final he podido conservar algunas cosillas, junto con nuevos añadidos. Originalmente usaba el equipo en el modo normal, pero por sugerencia de willyrex voy a usar los equipos del modo reto para darle más consistencia y variedad a los líderes que ya vimos previamente en Sueños Rotos, ya que me dan la oportunidad de reflejar el paso del tiempo junto con la sensación de mejora y fortalecimiento resultantes. Esto se nota en el doble contraataque, un momento que me gustó mucho cómo me quedó a decir verdad. La evolución de riolu también es determinante, puesto que me ha ayudado a seguir trabajando el tema del estilo de Rizzo, demostrando que no todo es malo y que puede haber algo bueno en él.

Y nada más de momento, no sé si seguir o dejar reposar la historia al menos de momento, depende de cómo me venga la inspiración, por si acaso no esperéis un nuevo capítulo muy pronto, comentad, dejad reviews y todo eso. ¡Nos leemos!