Capítulo 11

Haciéndose preguntas

La salida norte de ciudad Porcelana daba directamente a la ruta 4, donde discurría una gran autopista elevada que atravesaba toda esa ruta, caracterizada por ser mayoritariamente desértica.

Aunque era un lugar con un clima muy inclemente, hará cosa de dos años comenzó a desarrollarse un plan urbanístico con el propósito de adecentar y hacer más accesible y habitable la zona en un intento por hacer crecer ciudad Porcelana; aprovechando la linealidad de la autopista, se ideó un proyecto dividido en dos fases con el objetivo de limpiar toda la zona baja y aledaña a la autopista para poder construir allí aprovechando el refugio que la propia autopista confería frente a las tormentas de arena. Aunque no todos estaban de acuerdo, y había muchas dudas por parte de los inversores acerca de la viabilidad del proyecto, se intentó realizar la primera fase y, contra todo pronóstico, se logró llevar a cabo, construyendo una urbanización lineal de un kilómetro de largo bajo la autopista capaz de soportar las tormentas de arena imperantes del lugar. Dado que la primera fase fue todo un éxito, vendiéndose todos los apartamentos rápidamente, se intentó realizar la segunda fase aprovechando todo el terreno aledaño cercano a la ribera del río Qiantang y así atraer a más personas. Sin embargo, al poco de empezar las obras tuvieron que pararlas, puesto que durante las excavaciones se encontraron con los restos de un antiquísimo asentamiento de piedra que, investigaciones posteriores, revelaron que se trataba del pueblo que estuvo viviendo en torno al castillo Ancestral. Debido a éste descubrimiento se tuvieron que cancelar las obras y la fase dos fue completamente descartada, quedándose sólo la fase uno construida.

Gracias a las obras realizadas la salida había sido acondicionada para que desembocara directamente en la calle principal de la fase uno, la cual se encontraba configurada como una ancha avenida peatonal en torno a la que se habían construido los apartamentos de manera lineal. Dichos apartamentos servían de barrera para que las tormentas de arena no se colaran en ella, estando las paredes exteriores recubiertas de un material especial que aguantara bien los constantes embates del viento y la arena.

Un poco más adelante, pasando al lado de una pequeña fuente, se encontró con Acromo al lado de una serie de piedras bastante altas que no dejaban pasar y ocupaban toda la acera y parte de la calzada. Al verle llegar, el científico se dirigió a él rápidamente.

-Parece que son estas piedras las que llevan provocando atascos desde esta mañana… ¿aunque no te parecen un poco extrañas?

-Pues ahora que lo dice, sí, tienen una forma un tanto rara…

-Eso nos puede decir muchas cosas ¿no crees? Ahora es cuando la lógica toma un punto de inflexión ¿hasta qué punto conoces a los pokémon, Rizzo?-inquirió Acromo, con curiosidad.

El aludido abrió la boca para hablar, sin embargo se encontró con que no supo muy bien qué decir al respecto, optando entonces por permanecer en silencio.

-¿Lo ves? Eso demuestra que aún tenemos mucho que aprender de ellos. Y mediante herramientas como mi máquina podemos hacer que dichos pokémon se conozcan a sí mismos también, así como a su propia fuerza. Observa bien-indicó el hombre, sacando el dispositivo y tocando varios comandos a la vez.

La máquina emitió unos ruiditos extraños y Acromo levantó el brazo, para luego anunciar, señalando hacia las piedras.

-Y… ahora.

Nada más hacerlo, las piedras comenzaron a moverse hasta que finalmente revelaron su verdadera identidad. Dado que nunca había visto algo así, se informó rápidamente.

-Crustle, el pokémon casarroca; si la roca que lleva sobre sus espaldas se quiebra en un combate territorial, se siente inseguro y se vuelve más débil.

Los pokémon se miraron entre sí, como preguntándose qué hacían allí, y finalmente se fueron, dejando la vía libre al tráfico peatonal. Acromo esbozó una sonrisa de satisfacción y se guardó su dispositivo, comentando en ese momento.

-Las relaciones entre pokémon y humanos casi siempre han sido un tanto confusas e irregulares, pero eso no significa que no podamos convivir los unos con los otros. Filosofías como la del equipo Plasma demuestran que el ser humano puede llegar a ser mucho más mezquino de lo que en un principio es. Y por eso no estoy de acuerdo.

-Sí, bueno, visto así hasta tiene sentido…-murmuró Rizzo.

-Sí, y es por eso por lo que es imperativo, al menos para mí, descubrir el origen de esa fuerza y sacar a relucir todo su potencial en beneficio tanto de humanos como de pokémon. Me gustaría comprobar cómo haces para sacar la fuerza de tus pokémon ¿me lo podrías demostrar combatiendo contra mí?-pidió entonces Acromo, para su sorpresa.

-¿Contra usted? ¿En serio?

-Sí ¿qué me dices?

-Está bien, no veo por qué no…

Y, tras eso, la batalla dio comienzo; Acromo sacó a su magnemite y antes de que Rizzo decidiese nada, su propio magnemite salió de su ball, enfrentándose directamente contra él.

-Vaya, esto va a ser interesante… ¡Onda trueno!

-¡Tú también, magnemite!

Las dos descargas paralizantes chocaron en el aire y se acabaron disolviendo, quedándose ese intento mutuo de inmovilizarse en nada.

-¡Disparo espejo!

-¡Bomba imán!

El magnemite de Acromo atacó primero, haciendo brillar su cuerpo y soltando después una serie de disparos plateados; el magnemite de Rizzo lo esquivó con soltura y luego golpeó a su rival con trozos metálicos que no hicieron gran cosa sobre su duro cuerpo.

-¡Embístele!-indicó Acromo.

Los dos pokémon acero-eléctrico se encontraron, produciendo un sonoro clonc y haciendo fuerza el uno contra el otro.

-¡Impactrueno!-corearon los dos.

Ambos magnemite atacaron a la vez y sin apenas moverse, recibiendo el corrientazo, pero apenas se dañaban mutuamente al ser poco efectivo el uno contra el otro. Aun así los dos no cejaron en ningún momento, aumentando por ambas partes la carga y centelleando aún más en el proceso. Al ver que la cosa no llevaría a ninguna parte Rizzo quiso retirar a magnemite, pero en ese justo momento, y para sorpresa tanto del chico como del científico, comenzó a brillar con intensidad.

-¡Ah!-exclamó Rizzo, sin esperárselo para nada.

-Vaya, interesante giro de los acontecimientos…-murmuró Acromo, observando la evolución atentamente.

Como si se desdoblara por mitosis, el cuerpo de magnemite se dividió en dos y éstos se unieron al original, volviéndose un poco más grande en el proceso. Tras unos segundos en esa pose, se dejó ver con un aspecto muy diferente, Rizzo se apresuró a informarse.

-Magneton, el pokémon imán; surgen cuando aparecen manchas en el sol. Los televisores no funcionan bien en su presencia. Los tres magmemite unidos generan unas fuertes ondas electromagnéticas que secan la humedad a su alrededor.

-¡Muy bien magneton, usa chispa!-indicó su entrenador, consultando la pokédex.

El recién evolucionado pokémon cargó energía en su nuevo cuerpo y se abalanzó sobre el pequeño magnemite, que ni tiempo tuvo de esquivar la acometida; el golpe fue de impresión, y a pesar de que no fue muy eficaz le dejó bastante tocado.

-¡Disparo espejo otra vez!-indicó Acromo.

-¡Repélelo con bomba sónica!

Igual que cuando era un magnemite, rodó sobre sí mismo, lanzando repetidamente ondas sónicas que detuvieron el disparo espejo y además golpearon una y otra vez a magnemite hasta que éste cayó al suelo, agotado.

Acromo lo recogió con una sonrisa en sus labios, como si no le importara perder, y tras ese sacó a un klink; Rizzo recogió a magneton y en su lugar mandó a luchar a lucario.

-¡Klink, rayo carga!-indicó el hombre.

-¡Páralo con garra metal!

Klink fue el primero en atacar, lanzando un rayo de energía muy concentrado que se dirigió raudo hacia su objetivo. Lucario preparó sus garras y las movió hacia delante, como resultado, la corriente eléctrica indició sobre las zarpas y de un solo movimiento, se zafó de ella, disolviéndose en el aire.

-¡Palmeo!

El pokémon lucha-acero echó a correr con la garra preparada, pero cuando estuvo a un palmo de klink, Acromo indicó.

-¡Cambiomarcha!

Klink detuvo en seco su continuo movimiento para ponerse a girar hacia el lado contrario, cada vez con más rapidez y así aumentando su velocidad, por lo que no tuvo problemas para evitar el golpe.

-¡Atadura!

Al segundo siguiente, sus unidades se desdoblaron por un instante y con ellas oprimió a lucario a la altura de la cintura con sus resistentes engranajes, atrapándolo con ellos.

-¡Záfate de él, lucario!-masculló Rizzo.

-¡No le dejes ir, aprieta!

Klink aumentó la fuerza de su atadura y lucario apenas pudo hacer nada por librarse de su cautiverio.

-En ese caso… ¡esfera aural justo en el centro!-indicó el chico en ese momento.

Acromo se quedó extrañado por la orden, y aun más cuando vio que lucario la acataba sin más; preparó la esfera azulada intensa en una de sus manos y la dirigió justamente al centro de rotación de klink. El resultado fue una abrupta explosión que afectó tanto a lucario como a klink, pero bastó para que le soltara.

-¡Aléjate con ataque rápido y esfera aural una vez más!-indicó Rizzo a toda prisa.

Lucario dejó atrás a klink gracias a la rapidez del ataque y, a una distancia prudencial, apuntó y le lanzó otra rápida esfera aural que dio en el blanco. Klink rebotó en el suelo antes de caer KO. Acromo lo recogió al tiempo que decía.

-Fascinante, lucario no ha dudado en ningún instante en arriesgar su integridad para atacar a klink…

-Porque él sabe que vamos con todo para ganar ¿verdad?-inquirió el chico, dirigiéndose a su pokémon.

El aludido asintió con la cabeza y con gesto sereno, esbozando una confidente sonrisita. Acromo les observó atentamente mientras el chico lo devolvía a su ball, al tiempo que comentaba.

-Esta batalla me ha dicho mucho sobre ti, Rizzo… eres un chico de lo más interesante.

-No hacen más que decirme eso constantemente, pero no veo qué puede de haber interesante, quiero decir… no me diferencio de otros entrenadores, simplemente suelto todo lo que tengo con la victoria en mente, eso es todo, seguro que más de uno hace lo mismo que yo.

-Entiendo. La fuerza… aún nos seguimos preguntando de donde proviene, y al menos yo seguiré cuestionándomelo. Gracias por ayudarme a seguir ahondando en este tema, Rizzo.

-De nada, supongo. Acerca de lo suyo, bueno, siempre y cuando no me retrase en mi viaje supongo que podré echarle un cable de vez en cuando…

-¡Espléndido! Esta primera toma de contacto me ha servido de mucho, eso te lo puedo asegurar, y yo también estaré yendo de aquí para allá, así que cuando te necesite te pegaré un toque si nuestras agendas coinciden.

-Está bien.

Por un momento Acromo miró al cielo y murmuró, con cierta voz melancólica.

-Me pregunto si alguna vez llegaremos a ser testigos de algo tan grande como el ver a una persona y un pokémon cooperando entre sí para llegar a conseguir cualquier meta que nos propongamos. Incluso me hace cuestionarme si pudiera haber alguna persona capaz de comunicarse con los pokémon y pueda preguntarles directamente mi más ansiada cuestión… pero no creo que haya alguien capaz de hacer algo semejante. Yo por mi parte seguiré investigando. Espero que nos volvamos a encontrar, Rizzo.

-Vale, que le vaya bien.

El investigador sonrió fugazmente y se despidió del chico, antes de regresar a la ciudad. Rizzo le observó irse hasta que finalmente le perdió en cuanto volvió a entrar en la ciudad.

Tras ese breve paréntesis siguió su camino hacia la siguiente ciudad. Enseguida llegó hasta el otro extremo de la fase uno y, tras un camino asfaltado que hacía las veces de pasillo de aislamiento, salió al desierto de la ruta 4.

La tormenta de arena pertinente no tardó nada en hacer acto de aparición y antes de salir se tuvo que cubrir bien para que la arena no le diera en la cara ni en los ojos haciéndose con unas gafas aislantes y una capa de viaje que vendían en una tienda aledaña. La autopista continuaba todo recto sin desviarse por los algo más de veinte kilómetros hacia ciudad Mayólica, la opción más segura para atravesar la ruta era seguirla sin desviarse, sin embargo Rizzo tenía ganas de aventura, por lo que decidió desviarse para ir a ver el frustrado intento de fase dos un poco más adelante.

Una vez allí pudo ver los restos del antiguo asentamiento, con muy desgastadas pero aún en pie casas de piedra; todo había sido excavado a su alrededor, encontrándose en medio de una abrupta concavidad en el terreno. Los restos de la fase dos aún seguían presentes esparcidos por los alrededores, aunque en ese momento la tormenta de arena se hizo un poco más fuerte y unas continuas y espesas nubes de polvo comenzaron a cubrirlo todo, sin poder ver más allá de las narices. Rizzo distinguió varias paredes de las antiguas casas de piedra entre el espeso polvo y caminó junto a ellas para resguardarse de la tormenta.

-Caramba, cómo azota…-masculló el chico, impresionado por el alcance de la arena.

Desde donde estaba, y en la parte alta del terreno, podía distinguir siluetas de todo tipo como estructuras de casas inacabadas, grúas caídas, gruesos muros a medio acabar, vigas de madera y de acero suspendidas en el aire y que no sujetaban nada, incluso vio una gran excavadora sepultada por la arena.

-Debieron de perder varios miles de yuans con esto…-supuso el chico, mientras trataba de avanzar.

Sólo se oía el sonido del viento azotar toda la zona y la arena siendo arrastrada, si había alguien más por allí lo ignoraba completamente; siguió andando junto a las paredes que todavía estaban enteras hasta que finalmente éstas se acabaron y se encontró desprotegido de golpe y porrazo. En ese momento la tormenta cobró mucha más fuerza y Rizzo se tuvo que cubrir la cara; pudo notar como los granos de arena incidían sobre él con fuerza y le hacían daño en los brazos y las piernas aun a pesar de la capa que lo cubría.

-Mierda…

Fue hacia el otro lado para encontrar más paredes, pero tan sólo vio restos de maquinaria de obra y una estructura medio caída; delante de él apenas veía nada.

-Parecen agujas…-musitó el chico, notando como la arena incidía más sobre él.

El suelo comenzó a volverse más blando hasta que al final anduvo sobre arena; llegó entonces un momento en el que la tormenta se hizo tan fuerte y fiera que no pudo andar y se tuvo que echar al suelo.

-¡Maldita sea!

Alzó un poco la vista por encima de su gorra y vio cerca de allí una casa de piedra con la puerta justo al lado y decidió ir allí para resguardarse de lo que se avecinaba; tuvo que ir arrastrándose tumbado, ya que no podía levantarse siquiera. A mitad de camino, le pareció oír algo y el viento trajo consigo un pájaro, o eso fue lo que pensó Rizzo al verlo por primera vez; era azotado por la arena y apenas podía volar, por lo que cayó justo delante de él. Siguiendo su instinto, Rizzo lo cogió en brazos y lo llevó consigo hasta la casa de piedra, compuesta por una única estancia que por lo menos no tenía mucha arena. Dejó al ave en el suelo y vio como era, poseía una cresta prominente en una cabeza algo más grande que su cuerpo, un pico algo más pequeño pero afilado y unas patas gruesas y resistentes.

-¿Qué será?-se preguntó, sacando su pokédex.

-Rufflet, el pokémon aguilucho; se enfrentan a rivales muchos mayores, no por valentía, sino por pura temeridad. Pero así es como se fortalecen.

El pokémon estaba un tanto magullado, con heridas en sus alas y, además, permanecía con los ojos cerrados en un gesto visiblemente adolorido.

-Debe de haberle entrado arena en los ojos… le curaré esas heridas-pensó el chico, sacando una superpoción y aplicándosela en las heridas más grandes.

Tras el tratamiento le vendó las alas para que las heridas cicatrizaran antes y lo recostó en un pequeño almohadón que hizo con varias mantas que tenía. Se las pasó durmiendo un buen rato hasta que finalmente se despertó a eso de las seis de la tarde; la tormenta seguía azotando la zona y no tenía pinta de ir a parar.

-Hola rufflet ¿estás mejor?-inquirió el chico al verle despierto.

El pokémon volador le miro con desconfianza, pero él le calmó.

-Tranquilo, fui yo quien te vendó y te trató las heridas… no voy a hacerte daño.

Al verse tratado y mucho mejor se calmó un poco, aunque siguió mirándole con algo de desconfianza. Al ver el gesto el chico no se lo tuvo en cuenta, sugiriéndole en ese momento.

-La tormenta no tiene pinta de ir a parar… será mejor esperar hasta mañana, luego cruzaremos lo que queda de desierto juntos ¿te va?

Ante eso el rufflet asintió con la cabeza y se recostó de nuevo, pensando en sus cosas sin hacerle mucho caso; por su parte, Rizzo le imitó. No volvió a saber nada más acerca del asesinato de Robert Kirkou, el periodista al que quería consultar un par de cosas; los dos agentes de la Interpol estuvieron buscando pistas y poco más, pero le extrañaba que no hubieran dicho nada acerca de lo ocurrido, ni en las noticias ni en la prensa ni en internet.

-Qué extraño…-pensó el chico, frunciendo el ceño.

¿Quién habría estado detrás de tal suceso? ¿Lo habrían matado por todo lo que dijo acerca del equipo Plasma? Tantas preguntas y tan pocas respuestas… aunque en el fondo sabía que no le iba ni venía, después de todo no estaba interesado, si había ido a verle era por Matís y su cruzada personal, pero nada más. Prefirió no pensarlo más y dejó pasar el tiempo, esperando que la tormenta aflojara enseguida.


Esa noche en el hemiciclo del consejo general del cantón de Teselia los ánimos estaban bastante caldeados, sobre todo por parte de los consejeros, que habían sido llamados repentinamente a última hora sin ni siquiera avisar para una sesión interdisciplinar extraordinaria. Handsome llevaba esperando un buen rato, los líderes de gimnasio ya estaban presentes en el lado derecho del hemiciclo y en el lado izquierdo todos los consejeros. El presidente del consejo lideraba el lugar desde su tribuna y tenía a la vista a todos los asistentes. Aún quedaban por llegar los dos copistas. En un día normal y en un pleno normal, la prensa y la televisión también estarían presentes para cubrir el evento, pero se trataba de un pleno extraordinario y a puerta cerrada, por lo que todo de lo que se hablara en ese momento no podía ir más allá de las cuatro paredes donde se encontraban.

-A ver qué pasa con esos copistas… señores líderes, espero que tengan argumentos contundentes, tenía reunión importante con el presidente del partido y he tenido que retrasarla-masculló el presidente, visiblemente molesto.

-Tenemos todo lo que usted quiera ver-murmuró Iris, sin inmutarse.

-Eso espero…

En ese momento se abrieron las puertas y apareció Cheerful, entrando apresuradamente. El presidente se dirigió a él directamente.

-¿Es usted el otro miembro de la Interpol?

-Sí, señor presidente, perdone la tardanza…

-Acabemos, siéntese de una vez, los copistas estarán aquí en breve-indicó el presidente, con voz queda.

Cheerful no se hizo de rogar y se sentó al lado de Handsome, el cual inquirió a su compañero.

-¿Dónde estabas?

-Comprobando un par de cosas… no te lo vas a creer-masculló Cheerful, un poco apurado.

Handsome quiso preguntarle al respecto, pero en ese momento los copistas llegaron y tuvo que guardar silencio; una vez que ocuparon su lugar, el presidente habló.

-Muy bien, ahora que ya estamos todos podemos empezar, a ver si podemos terminar para la hora de cenar. Se abre la sesión interdisciplinar y extraordinaria del 19 de junio de 2012 con motivo de una petición formal y por escrito por parte del gremio de líderes de gimnasio. Tiene la palabra Iris, líder del gimnasio de Ciudad Caolín.

-Gracias, señor presidente. Como todos los presentes sabemos, hace dos años el equipo Plasma estuvo haciendo estragos a lo largo y ancho de todo el cantón, argumentando querer liberar a los pokémon con fines pacifistas. Mas todos sabemos lo que realmente pretendían, afortunadamente se les pudo detener. Pero tenemos motivos de sobra para creer que ésta malvada organización ha vuelto de entre las sombras para volver a delinquir una vez más-habló Iris, con voz seria y segura.

Los consejeros comenzaron a hablar entre ellos, alarmados por el anuncio y el presidente impuso silencio rápidamente.

-Orden, orden, un momento por favor, no nos pongamos nerviosos… ¿está usted del todo segura de tal hecho, líder?

-Del todo, tenemos varios testimonios que pueden demostrar que el equipo Plasma ha vuelto… entre ellos los dueños de la granja Ocre o el director del Pokéwood.

-Tanto yo como mi padre secundamos los hechos, nosotros los vimos, podemos testificar si es preciso-anunció Hiedra, levantándose un momento para hacerse oír.

-Vale, los testimonios están muy bien, pero… ¿tienen más pruebas aparte de eso?-inquirió el presidente, visiblemente nervioso.

-Por supuesto, señor presidente, en una de mis incursiones por el alcantarillado de la ciudad pude realizar una foto de dos soldados del equipo Plasma, podrá ver que son ellos gracias al escudo en su pecho, aunque han cambiado su uniforme por completo-habló ésta vez Camus, pasando por un proyector la foto que hizo aquella vez.

En ésta se les podía apreciar aun a pesar de haber salido un tanto oscura. Aun y con todo el escudo con la P en su pecho era inconfundible, Iris aprovechó para insistir.

-¿Lo ve, señor Presidente? ¡Ésta es la prueba irrefutable, debemos de ponernos en estado de alerta y advertir a la población que el equipo Plasma ha regresado! ¡No sabemos lo que se traen entre manos, pero hasta ahora se han dedicado a robar pokémon desde que aparecieron a principios del verano!

Los consejeros saltaron como un resorte, no muy dispuestos a creerse que un grupo tan peligroso como el equipo Plasma había regresado. Y no era para menos, puesto que desde lo sucedido el partido vigilaba con lupa todo lo que pasaba en Teselia, jutificando su presencia como una cuestión de seguridad después de que ésta quedara en entredicho tras los sucesos en la liga de Teselia dos años atrás. Esto no hacía ninguna gracia a los miembros del consejo, que veían su intromisión como una amenaza a sus antiguas exenciones que fueron dadas miles de años atrás por parte del antiguo imperio y, que a día de hoy, seguían vigentes en el cantón. Y no eran los únicos, puesto que el presidente también era muy consciente de la tensa situación entre el partido y el consejo de Teselia, poniendo los puntos sobre las íes rápidamente.

-¡Silencio, silencio he dicho! Los líderes han hablado, tiene la palabra el secretario general del consejo.

-Gracias, señor presidente. Todos los consejeros coincidimos en que los argumentos de los líderes de gimnasio son débiles y carecen de una base sólida; en cuanto a la fotografía pertinente, apenas se ve con claridad y esa P podría ser cualquier cosa. Exigimos que si los líderes quieren demostrar el regreso del equipo Plasma, que lo demuestren mejor.

Ésta vez todos los líderes saltaron, protestando por sus palabras y armándose una buena algarabía por unos buenos segundos antes de que el presidente interviniera.

-¡Orden, orden, líderes, cállense ya o los mando desalojar!

-¡Con todos mis respetos, señor presidente, argumentar que carecemos de una base contundente es un insulto, en tal caso no habríamos pedido una sesión extraordinaria y nos lo habríamos trabajado mejor, como bien dice el señor secretario!-exclamó Iris, roja de la rabia.

-¡Además, esos no son nuestros únicos argumentos, señor presidente! ¡Llamo a declarar a los dos agentes de la Interpol que nos han ayudado desde hace dos años!-anunció Camus en ese momento.

-¡Presentes!-exclamó Cheerful, levantándose de golpe.

-Muy bien, de acuerdo, tiene la palabra el agente de la Interpol…

-Gracias, señor presidente. Nuestra investigación acerca del equipo Plasma comenzó hace ya dos años, con la detención de toda la parte de inteligencia de la organización, compuesta por seis sabios de diferentes nacionalidades. Gracias a sus testimonios pudimos comprender mejor cómo se estructuraba el equipo Plasma…

-¡Protesto, señor presidente, el agente se está escudando en una investigación de hace dos años y tanto usted como yo sabemos que tales sabios salieron en libertad con cargos!-saltó enseguida el secretario general.

-Denegado. Continúe, por favor.

-Como bien ha dicho el secretario general, todos los sabios salieron en libertad con cargos. Pero recientemente hemos estado investigando ciertos sucesos que tienen relación con la petición de los líderes de gimnasio, uno de ellos es el asesinato de Robert Kirkou, periodista freelance afincado aquí-anunció Cheerfu en ese momento.

-¿¡Pero qué dices?!-musitó Handsome sin esperarse eso, aun así su compañero continuó.

-Recientes investigaciones apuntan al equipo Plasma como posible responsable, y además, según me han informado hace escasas horas, han encontrado el cadáver del que fue uno de los seis sabios en su casa en Bangladés. Todo apunta a que fue envenenado con cianuro potásico, el mismo procedimiento para asesinar al periodista, y teniendo en cuenta la relación que tenían con todo el asunto del equipo Plasma, contemplamos una muy posible conexión entre los dos asesinatos. Que el equipo Plasma esté involucrado es bastante probable, mientras tanto, seguimos investigando.

-¡Protesto señor presidente, en tal caso el homicidio sería competencia del gobierno de Bangladés y no del gobierno chino, por lo tanto cualquier conexión que los agentes creen tener es nula de pleno derecho!-soltó el secretario general, muy airado.

-Aceptada, se aprobó dicho decreto en la última enmienda, no somos quien para intervenir así en otros asuntos de estado que no son de nuestra competencia, menos aún con el partido de por medio vigilando hasta lo que comemos. ¿La Interpol tiene algo más que añadir?

Handsome fulminó con la mirada a Cheerful, el cual tuvo que murmurar.

-Nada más por ahora, señor presidente.

-Muy bien, líderes ¿algo más que añadir?

-Sí, señor presidente. Soy consciente de la gravedad de nuestras peticiones, y por eso mismo incido en esto. No queremos que vuelva a pasar lo que ya pasó hace dos años. Si quiere que nuestro cantón siga siendo seguro, por favor; reconsidere nuestra petición-musitó Iris, con voz preocupada.

El presidente del consejo la miró por un momento y, tras unos segundos de cavilo, anunció.

-La petición queda vista para sentencia, se notificará la resolución en una semana. Doy por finalizada la sesión interdisciplinar.

Los consejeros se levantaron enseguida y se fueron rápidamente. Por su parte, los líderes apoyaron en todo momento a Iris, la cual se sintió un poco más arropada. Un hombre de mediana edad, de barba blanca y ojos amarillos ocres se acercó a ella, al tiempo que la chica se echaba a sus brazos con gesto trémulo.

-Abuelo…

-Has hecho todo lo que has podido, Iris… ahora sólo queda esperar.

-¿Qué podemos hacer si los consejeros consiguen enredar al presidente? Por un momento parecía que se lo estaba pensando, pero no sé yo…-inquirió ella, con el semblante preocupado.

-No lo sé-admitió el hombre, pasando la mano por su abundante pelo.

-¿Y qué puedo hacer yo? Sólo soy una simple líder de gimnasio...

Ante eso el hombre la miró con ternura, como si se esperara algo trasncendental, al tiempo que comentaba.

-Tengo algo que anunciarte, pero mejor en casa, vamos, vas a necesitar sentarte.

Los líderes abandonaron el hemiciclo al tiempo que Handsome y Cheerful también se iban.

-¿¡Pero cómo se te ha ocurrido, en serio, cómo?! ¡Si ni siquiera la mitad de lo que has dicho lo tenemos comprobado, eres un imprudente, hemos quedado como unos imbéciles!-le espetó Handsome a su compañero en ese momento.

-Tranquilo.

-¿¡Tranquilo?! ¿¡Pero cómo que tranquilo?! Dios, Cheerful me agotas…

Por su parte el agente no dijo nada, tan sólo se quedó pensativo, con gesto serio. Afuera la noche se echaba sobre ciudad Porcelana sin ni una sola estrella brillando en su cielo.


¡Y uno más de Pokémon antes de cerrar ésta tanda de capítulos! Sep, al final voy a dejar estar para ponerme con otras cosas, pero antes, hablemos un poco del capítulo.

Es más un capi de transición que otra cosa, pero he hecho que ocurran algunas cosillas entre medias para ir moviendo la trama poco a poco en futuros capítulos. Como la ruta 4 cambia dependiendo de la versión he mezclado ambas como hice con ciudad Caolín y ciudad Negra y bosque Blanco en Sueños Rotos, es más un simple detalle estético que otra cosa, pero al menos sirve para mostrar el paso de tiempo entre una historia y otra. Una evolución más, una posible captura futura nueva y he puesto especial énfasis en la subtrama policial que empieza a adquirir tintes algo políticos, pero serán muy superficiales, no os preocupéis al respecto porque no voy a poner el foco en ellos lo más mínimo.

Y eso es todo de momento, como ya bien dije la tanda de capítulos va a acabar aquí, voy a aprovechar para ver si retomo El viaje de reshiram y a ver si me decido de una vez qué hacer con Mi vida tras Vocaloid, pero no tiene buena pinta me temo, voy a evaluar algunas cosillas antes de decidir nada, pero voy adelantando que la cosa puede que no acabe bien.

Y nada más, espero que os haya gustado, comentad, dejad reviews y todo eso. ¡Nos leemos!