Capítulo 14

Cara bonita

Usualmente Rizzo acostumbraba a levantarse a la hora que más le apetecía, después de todo ya no estaba ocupado como tal yendo a clase, permitiéndose más flexibilidad en ese aspecto; aunque el viaje no se consideraba unas vacaciones ni nada por el estilo, siempre que podía se quedaba en la cama remoloneando. Sin embargo, esa mañana se acabó despertando debido a una vocecilla insistente que se le repetía en su cabeza una y otra vez.

-¡Despierta, Rizzo, despierta, tenemos que entrenar!

Un tanto reticente al respecto, el chico abrió los ojos y vio a keldeo fuera de su ball zarandeándole con su pequeño cuerno todo el rato.

-Keldeo… ¿qué pasa, hay fuego?-inquirió el chico, medio dormido.

-¡No, nada de eso, has de despertar ya para poder entrenar! ¡Vamos, vamos!

-¿Qué? Pero… ¿qué hora es?

Alzó una mano hacia su videoemisor y lo cogió, viendo la hora y musitando de seguido.

-¿¡Las siete de la mañana?! Tiene que ser una puta broma…

-¡Para nada, el entrenamiento es cosa muy seria! ¡Vamos, levanta ya!

-¡Pero si es prontísimo! Vuélvete a dormir, anda…

Rizzo se dio la vuelta con intenciones de volver a coger el sueño, por un momento keldeo se quedó callado, como si se lo hubiera pensado mejor. Sin embargo, de golpe y porrazo hubo un súbito destello, seguido por un ruido que sonó como un chasquido, para luego recibir un seco golpe en el costado derecho que le hizo botar de la cama dejando escapar un adolorido grito.

-¡Agh! ¿¡Qué demonios ha sido eso?! ¡Ha dolido!

-Espada santa, una técnica básica que mis maestros me enseñaron… y con ella me despertaban cada mañana siempre que me quedaba remoloneando como tú-añadió keldeo, poniendo énfasis.

-Pues qué bien…-masculló él, viéndose obligado a levantarse.

-Que conste que sólo he aplicado la mitad de la fuerza, mis maestros la aplicaban toda-comentó el pokémon singular, como quien no quiere la cosa.

-Soy afortunado entonces…-musitó el chico, palpándose la cadera mientras se dirigía al baño.

Se aseó y se vistió, todo bajo la atenta mirada de keldeo, y se dirigieron a desayunar al buffet; de camino, el pokémon singular miraba a su alrededor con todo detalle y asombrándose con todo lo que veía. Y es que realmente era así, tras tanto tiempo dormido en el hielo podía comprobar por él mismo cuánto había cambiado el mundo, siendo muy distinto al que él recordaba. Por suerte, Rizzo pudo ponerle más o menos al día. Las poké ball, los entrenadores, el viaje para conseguir las medallas, los pokémon… en el pasado eran llamados simplemente criaturas mágicas, ahora todo parecía cambiar en ese aspecto. Aún no se habituaba del todo, pero enseguida supuso que era cuestión de tiempo.

Una vez en el buffet desayunaron rápidamente, principalmente por instigación de keldeo, y luego se dirigieron a entrenar al jardín del centro pokémon, donde había varios campos de batalla y terrenos perfectos para el entrenamiento.

-¡Vamos, vamos, quiero luchar contra lucario!-urgió keldeo, moviéndose con mucho brío.

-Para el carro, déjame verte un momento-pidió el chico, sacando la pokédex y mirando qué ataques sabía hacer.

Al ver el objeto nuevo keldeo se quedó muy sorprendido y exclamó al tiempo que se echaba sobre él.

-¡Hala! ¿Qué es eso, qué es eso?

Rizzo acabó en el suelo, mientras que keldeo olisqueaba el aparato con curiosidad.

-Es una pokédex, con ella puedo saber tus características de combate, así como movimientos y otros datos varios… ahora, si te apeas de mis riñones podremos continuar-murmuró el chico, un tanto molesto al respecto.

Keldeo se quitó de encima suyo y, tras un rápido escaneo, pudo ver que sabía hacer represalia, acua cola, onda certera y rayo burbuja, además del citado espada santa.

-Tiene buena pinta, más adelante podemos ampliar el repertorio…

-Venga, déjame pelear con lucario…-masculló keldeo, sin poder esperar más.

-Está bien, veamos cómo te desenvuelves-aceptó el chico, sacando al aludido.

Keldeo se preparó y Rizzo empezó primero.

-¡Lucario, ataque rápido!

El pokémon lucha-acero se lanzó para golpear con todo el cuerpo, pero keldeo se movió como una gacela y lo esquivó con facilidad; acto seguido hizo brillar su cuerno hasta que éste alcanzó el tamaño de una espada curva de color celeste brillante y se lanzó con furia visigoda.

-¿Eso es espada santa? ¡Qué bárbaro, páralo lucario!-exclamó Rizzo.

Usando sus garras, lucario agarró el brillante filo de la espada, deteniendo en seco a keldeo.

-¡Bien, aguántalo ahí!

Sin embargo, el pokémon singular hizo un rápido movimiento hacia abajo con su cabeza y consiguió zafarse del agarre de lucario, al tiempo que le asestaba una estocada de refilón, tumbándole en el proceso. Keldeo fue a golpearle de nuevo, pero lucario rodó por el suelo rápidamente antes de que le alcanzara y, de un salto, se levantó, poniendo distancia entre los dos rápidamente. Acto seguido, formó entre sus garras una rápida esfera aural y se la lanzó, keldeo la recibió sin dudar deteniéndola con la punta de su espada y desinflándose como un globo hasta que se quedó en nada, cosa que sorprendió tanto a Rizzo como a lucario. Aun así, esto no les detuvo, indicando a continuación.

-¡Dale con garra metal!

Lucario se acercó a él con sus garras brillando en un destello metalizado, pero keldeo latigó su cola hacia delante y una fuerte onda de agua le alejó de golpe y porrazo, azotándole con fuerza en el proceso.

-¡No cejes, palmeo!

De nuevo el pokémon acero lucha se echó a la carrera para aproximarse a él, pero el pokémon singular soltó una ristra de burbujas de sus pezuñas que detuvieron a lucario, lanzándose sobre él acto seguido; en cuanto le tuvo a su alcance, le asestó un fortísimo golpe con espada santa a la altura del pecho que le dejó echo un trapo e incapaz de seguir.

-¡Diablos, eres fuerte de verdad! Tus maestros te entrenaron a conciencia…-observó el chico, muy impresionado al respecto.

-Claro que sí… vamos, otra batalla, ésta vez contra magneton.

Y así, estuvieron toda la mañana entrenando duro, como nunca antes Rizzo había hecho; con magneton trató de paralizarlo para tenerlo más a tiro, pero los reflejos y velocidad de keldeo resultaron no ser rival para él, ya que después de todo el pokémon acero eléctrico era mucho más lento que otras especies eléctricas promedio. Con dos tajos de espada santa le puso KO muy rápidamente. Eevee también lo intentó tratando de cegarle con ataque arena, pero una vez más los agudos reflejos de keldeo le permitieron esquivar todos los intentos por cegarle, ni siquiera adelantándose con ataque rápido pudo hacer gran cosa, dejándole fuera de combate con un solo tajo de espada santa. Rufflet le dio un poco más de cancha al equipararse en velocidad, avasallándole desde las alturas con golpe aéreo y bajándole un poco la velocidad con cara susto, costándole un poco más alcanzarle. Pero tras mojarle un poco con acua cola, evitando así que volviera a alzar el vuelo, pudo alcanzarlo con espada santa, derrotándolo sin mucho esfuerzo.

Finalmente, dewott fue el que más pelea le dio, enfrentándose en un auténtico duelo de espadas en el cual los dos se devolvían estocada tras estocada en un intento frenético por alcanzarse entre sí. Las vieiras del Pokémon agua chocaban constantemente contra el refulgente filo de espada santa, llegando incluso a saltar chispas entre ellos, literalmente hablando. Tan reñido estaba el duelo que mucha gente se congregó a su alrededor para observarlo, incluso Rizzo podía notar en sus propias carnes la dureza del mismo.

-¡Mantén la distancia, dewott, hidropulso!

Aprovechando que se había alejado de él, el pokémon agua lanzó una esfera azulada de agua que fue directa hacia keldeo, pero éste la contrarrestó rápidamente lanzando una onda certera que, por un instante, detuvo al hidropulso hasta que finalmente ganó el pulso, disolviéndolo de un plumazo y dirigiéndose directamente hacia él.

-¡Esquívalo!

Dewott se hizo a un lado por los pelos, errando el tiro y salvándose de un golpe fuerte; sudando, y muy apurado al ver que no lograba alcanzarlo, Rizzo exclamó.

-¡Vamos con todo, concha filo, trata de pillarle desprevenido!

Sin dudarlo en ningún instante, el pokémon agua se lanzó sobre keldeo con sus vieiras envueltas en sendos filos acuosos, dando varios tajos hacia delante, pero el pokémon singular esquivó todas y cada una de sus acometidas, bloqueando las que más cerca estaban de golpearle. En un momento dado, dewott cruzó sus vieiras y se abalanzó hacia delante en un intento desesperado por golpearle, pero keldeo alzó su espada santa y, tras eso, la bajó, encontrándose en un solo punto y emitiendo un gran chasquido mientras los dos hacían fuerza el uno contra el otro. Por un momento parecía que los dos estaban parejos en cuanto a fuerza se refería, pero enseguida dewott comenzó a recular y keldeo, aprovechando que ganaba terreno, puso los puntos sobre las íes y, de un solo golpe, rompió su defensa y le asestó un único tajo a la altura del pecho que le lanzó hacia atrás, cayendo al suelo totalmente derrotado.

La gente a su alrededor aplaudió a rabiar y se retiró, al tiempo que Rizzo recogía a dewott mientras comentaba.

-Vale, vale, se acabó, suficiente por hoy.

-¿Qué? ¿Por qué? ¡Aún tenemos todo el día por delante!

-¿No pretenderás estar todo el día entrenando? Dame un respiro, keldeo, ha sido más que suficiente por hoy. Madre mía, qué meneo, estoy matado…

-¡Pero debemos de entrenar para poder vencer a nuestro enemigo! ¡Yo entrenaba con mis maestros todo el día y sólo descansábamos para comer, cenar y dormir

-¿¡Todo el día?! ¡Eso es de locos! ¡Nadie entrena todo el día!

-¿Y entonces? ¿Qué hacéis en el nuevo milenio?

-¡Pues descansar y tomarnos las cosas con calma, sobre todo! Y también divertirnos, y en esta ciudad hay algo que viene que ni pintado para ello…

Ante eso, keldeo le miró extrañado y no del todo conforme. Aun así, y después de que trataran a los demás rápidamente, claudicó y se dejó guiar por él, dirigiéndose al parque de atracciones donde keldeo se quedó alucinado con todo lo que veía y oía.

-¿¡Pero qué es este sitio?!

-¡El parque de atracciones, aquí puedes divertirte a tu gusto, con atracciones de todo tipo, espectáculos, y un sinfín de variedades de ocio! ¡Mira, vamos a los rápidos!

Rizzo enseñó a keldeo todas las posibilidades que daba el parque de atracciones, tanto a humanos como a pokémon; desde los rápidos, pasando por las sillas voladoras, el cine 5D, la lanzadera, la cremallera, el péndulo o la noria, los mil y un estímulos reinantes ensimismaron a keldeo, el cual, lleno de curiosidad, lo probaba todo, siendo todo un cúmulo de sensaciones nuevas muy intensas y atractivas. La montaña rusa fue lo último que probaron, dando una vuelta de lo más intensa llena de curvas cerradas con distintos peraltes, giros trenzados, inversiones y varios loops y rolls de lo más pronunciados. Una vez abajo Rizzo inquirió.

-¿Qué te ha parecido?

-¡Ha sido increíble, éste sitio es alucinante! ¡Todos esos saltos y sustos, arriba y abajo, de vuelta y al revés, ha sido impresionante!-exclamó keldeo, sumido en una intensa nube de serotonina.

-¿Ves como viene bien relajarse de vez en cuando?

-Sí, sí, es verdad… pero mañana seguiremos entrenando ¿eh?

-No, mañana quiero retar a la líder, bastante he esperado ya, por lo que no habrá entrenamiento-avisó Rizzo.

-¡Pero tenemos que seguir batallando, sólo así nos haremos más fuertes!

-¡Eso mismo haremos, pero contra la líder, será más serio incluso! ¿Por qué te quejas tanto?-inquirió el chico, algo cansado.

Keldeo fue a responder a eso, aunque antes de que pudiera decir nada una voz muy familiar para Rizzo comentó en ese momento.

-Madre mía, madre mía… y yo que sólo creía que eras un salido egocéntrico. Está claro que lo tuyo es de estudio.

El aludido se dio la vuelta y vio de quien se trataba.

-¡Nanci!

-La misma, para mi mala suerte… ¿Me lo parecía o estabas hablando con el pokémon, Rizzo?-quiso saber la chica, de brazos cruzados y con gesto confuso.

-¡Pues claro que estaba hablando con…!

El chico quiso seguir, pero enseguida se dio cuenta de que no le ayudaría mucho a su credibilidad, por lo que optó por quedarse callado. Aun así ella no lo dejó estar, al contrario que él, inquiriendo de seguido fingiendo interés.

-¿Y él te contestaba? ¿Qué te decía?

-¿Y a ti que te importa?

-Oh, no, en realidad nada, sólo era para facilitarles un poco el trabajo a los chicos del manicomio a la hora de hacer la ficha de inscripción…

-Qué graciosa… ya que estás con la vena encantadora ¿por qué no sacas a tu querido pokémon melodía y me dejas que le derrote? Porque esta vez lo derrotaré.

-Uy, ya saltó la envidia… ¿quieres desquitarte por lo de la última vez o sólo es venganza?

-Venganza, nada más, no podría dejar pasar la oportunidad… uno contra uno, sin sustituciones. ¡Vamos, enséñame su cara bonita!

-Si eso es lo que quieres… ¡adelante, meloetta!-exclamó Nanci, sacándolo de su ball.

El pokémon melodía hizo acto de presencia y saludó esbozando una gran sonrisa, cosa que molestó en parte a Rizzo, comentando de seguido.

-¡Hagamos una cosa! ¡Si gano yo, que voy a ganar, accederás a salir conmigo esta noche y tomar una copa!

-Ya sabía yo… ¡pero en tal caso, si gano yo te vas a la mierda! ¿Te hace?-añadió ella rápidamente.

-¡Me hace! ¡Vamos!

Nanci empezó primero ordenando a meloetta usar canto arcaico, haciendo que cambiara de forma y sorprendiendo a keldeo, pero no a Rizzo, el cual exclamó.

-¡No te achantes sólo por su cara bonita! ¡Acua cola!

-¡Esquívalo y a bocajarro!

Meloetta no tuvo problemas para evadir la fuerza del agua y se lanzó para golpear con fuerza a keldeo; pero antes de que meloetta diese el primer golpe siquiera, keldeo la vio venir y la detuvo en seco con una sola pata, asestándola un duro golpe con espada santa sin que Rizzo le dijese nada. Meloetta salió disparada hacia el otro lado y, durante el zarandeo contra el suelo, regresó a su forma normal un tanto magullada.

-¡Meloetta! ¿¡Estás bien?!-inquirió Nanci.

El pokémon asintió y se levantó, dispuesta a seguir luchando.

-¡Muy bien, psíquico!

-¡Rayo burbuja!

Antes de que los ojos de meloetta brillasen, keldeo lanzó la ristra de burbujas desde sus patas, acertando las primeras en su cara y desconcentrándola, haciendo imposible atacar.

-¡La tenemos, onda certera!

-¡Ida y vuelta, peque!

Antes de que la onda certera la interceptara, meloetta se lanzó hacia keldeo, esquivándola por los pelos y golpeándolo levemente, regresando rápidamente junto a Nanci sin llegar a cambiar, ya que después de todo era un combate de uno contra uno.

-¡Ahora, canto arcaico!

Una vez más volvió a cantar, parando por un momento a keldeo y pudo regresar a su otra forma rápidamente. Dio varios saltos rítmicos, como si estuviera bailando, sin perderle de vista en ningún momento, demostrando unos reflejos y una velocidad mejoradas, pero Rizzo ya la conocía un poco mejor.

-¡Ahora, a bocajarro con todo lo que tengas!

-¡Tú también, keldeo, espada santa con todas tus fuerzas!

Ambos pokémon se prepararon bien antes de lanzarse, meloetta se movió como contorsionándose y keldeo hizo brillar su espada con más fuerza que de costumbre; los dos se lanzaron al mismo tiempo se encontraron a la vez. Meloetta llegó a golpear un par de veces a keldeo con tremenda fuerza antes de que keldeo le asestara una fortísima estocada en el pecho. Ambos salieron disparados hacia atrás, meloetta regresó a su forma anterior en cuanto tocó el suelo y keldeo flaqueó en cuanto trató de enderezarse. Ambos quisieron continuar, pero antes de que pudieran hacerlo cayeron al suelo acto seguido sin ni siquiera darse cuenta, derrotados. Los dos entrenadores se quedaron de piedra, sin esperarse para nada el resultado y devolviéndolos rápidamente a sus respectivas ball.

-¡Vuelve meloetta!

-¡Tú también, keldeo!

Tras eso se miraron fijamente por un momento hasta que finalmente Rizzo habló.

-Un empate… ¿lo dejamos en mitad y mitad? Vamos a tomar algo y luego me mandas a la mierda.

-¡A la mierda!

El chico se dio por vencido, pero no derrotado, puesto que antes de irse la recordó.

-Esto no quedará así, y no me refiero al combate… ya sabes lo que me he propuesto.

-¡A la mierda! ¿¡No me oyes?! ¡A la mierda, desaparece!-le espetó ella, furibunda.

Y, tras esa cordial despedida, Rizzo se marchó rápidamente de allí. Nanci se quedó en el sitio, ardiendo de rabia. ¿Por qué era tan cabezón? ¿Cómo se las apañaba para sacarla tanto de sus casillas?

-Nanci, ya estoy aquí, tu refresco-comentó una voz en ese momento.

La chica se dio la vuelta y lo cogió, murmurando de seguido algo más calmada.

-Gracias, Matís…

-Ey ¿qué pasa, a qué viene esa cara tan larga?

-Pues que hay mucho tonto suelto…

-Si ¿no? Un amigo mío siempre suele decir: Hay más tontos que botellines,y la verdad es que tiene razón.

-Pues sí, alabo a tu amigo-añadió ella, dando un sorbo.


En ese momento, ya lejos de allí y regresando al centro pokémon, Rizzo soltó un sonoro estornudo, al tiempo que casi le atropella un chico en bici que pasaba cerca de allí.

-¡Eso, tú a tu rollo y a mí que me den! ¡Joder, hay más tontos que botellines!


-Pues qué sorpresa encontrarte por aquí… ¿Qué te apetece hacer? ¿quieres montarte en algo?

-El caso es que ya me he subido a unas cuantas, tenía intención de irme ya… ¿vamos a otro sitio?-sugirió ella en ese momento.

-Está bien, vamos.

Los dos se marcharon del parque de atracciones, cogiendo el metro que les llevó directamente a la estación radial central, donde se interconectaban todas las líneas de la ciudad. Allí vieron el mapa de éstas, las cuales se diferenciaban entre sí mediante colores, aunque vieron una muy larga que parecía salir de la ciudad y se dirigía a otro sitio muy alejado.

-Anda ¿y ésta línea de aquí?-inquirió Nanci en ese momento.

-¿Cuál?

-La marrón, parece salir de la ciudad… ¿a dónde irá?

Intrigados al respecto, fueron a preguntar al punto de información más cercano, donde una mujer les supo decir al respecto.

-Ah, sí, ésa es la línea que lleva a pueblo Biscuit, es donde los trenes del metro paran para repostar, ser mantenidos y guardarse en las cocheras cuanto no están en uso. Podeis ir a verlo si queréis, admite visitas, y es un buen lugar para parejas también…

Ante eso tanto el chico como la chica enrojecieron ligeramente, aunque ninguno de los dos se atrevió a contradecir a la mujer, accediendo rápidamente a ir a ver el sitio.

El viaje duró a lo sumo una hora, evidenciando lo lejos que estaba de la ciudad, ya que la línea se extendía incluso más allá del monte Tuerca en dirección noroeste por lo que pudieron ver en el mapa. Nada más llegar se encontraron con una pequeña localidad de lo más pintoresca, enclavada entre montañas y con una estación que llevaba directamente hasta una amplia mesa giratoria encarando las cocheras, dispuestas en forma de rotonda; nada más salir del tren subieron por un puente peatonal que llevaba hacia el pueblo, desde el cual se podía ver todo el complejo ferroviario, con mucha gente haciendo fotos y pasando la tarde. Vieron incluso a una chica joven tocando con una flauta una suave y pegadiza melodía que parecía reverberar por todo el pueblo.

-Vaya, no sabía que había un lugar así en Teselia…-murmuró Matís en ese momento, mientras observaban los trenes salir y entrar a las cocheras a través de la mesa giratoria.

-Ni yo, es un lugar bonito…

El pueblo era muy pequeño, con unas pocas decenas de casas situadas en lo alto de un promontorio donde vivían los trabajadores de las cocheras, ingenieros y ferroviarios que tratabajaban en el metro. No había mucho que ver, salvo por una cafetería, unos pocos pequeños comercios locales autosostenibles y una pequeña zona verde, no había nada más allí. Se sentaron en la terraza de la cafetería, desde donde había unas buenas vistas de la rotonda, y estuvieron tomando algo y hablando mientras dejaban pasar el tiempo.

-¿Sigues con lo del equipo Plasma?

-En principio sí, pero lo he aparcado momentáneamente, también estoy reuniendo las medallas, es otra forma de hacerme más fuerte. Además, no han vuelto ha aparecer ni he vuelto a saber nada de ellos, lo cual me desquicia, pero intento no pensar en ello.

-Caramba, estás en todo, por lo que veo…

-Tampoco es para tanto… ¿y qué hay de ti?-inquirió el chico en ese momento, curioso al respecto.

Nanci se tomó unos breves segundos antes de responder, dando un sorbo a su café y comentando de seguido.

-Nada en especial, pasaba por la ciudad y quise divertirme un poco…

-Oh…

Matís se quedó callado por un momento, pensando en lo que le había dicho; a decir verdad no sabía muy bien qué era lo que hacía Nanci exactamente, salvo por lo que le llegó a contar acerca de su madre, no sabía mucho más al respecto. No era su intención de meterse donde no le llamaban, pero de alguna manera quería conocerla más y mejor. Por lo que, tras pensarse bien qué decirla a continuación, inquirió.

-¿Puedo hacerte una pregunta, Nanci?

-Claro, dime.

-Ya me dijiste que no eras de aquí, y no parece que estés viajando para ganar las medallas… ¿a qué has venido exactamente?

La chica se quedó callada por un momento, como si no supiera muy bien qué decirle al respecto. Le miró por unos breves instantes con expresión neutra, el chico no pudo evitar que se le subieran los colores, tratando de disculparse rápidamente.

-Perdona si es muy impertinente de mi parte hacerte esa pregunta, es sólo que… bueno, no tienes por qué responderme si no quieres… perdona, no importa, olvídalo, es sólo que…

-Eres muy avispado.

Ese comentario detuvo en seco la diatriba del muchacho, mirándola de seguido y viendo que ella le miraba esbozando otra de sus sonrisas, desarmándole por un instante.

-Ah, eh… ¿por qué lo dices?

-Bueno, has sabido que no estoy aquí por las medallas, y es cierto, no me interesan en absoluto. Lo intenté en su momento en mi región natal, y aunque logré llegar hasta la liga y clasificarme, no conseguí pasar de los cuartos de final. Fue un palo muy gordo, a decir verdad…

-Oh, vaya, lo siento…

-Bueno, hace ya mucho de eso… fue antes de que mi madre muriera, para entonces ya estaba mal, pero ella me animó a participar aun a pesar de no tenerlas todas conmigo. Después de que ella se fuera me centré en lo que me pidió, que no dejara a mi padre y le ayudara en todo lo que necesitara. Y por eso estoy aquí, básicamente.

-Entiendo… perdona si te…

-No, no pasa nada, está bien. Al menos sé que ahora ha merecido la pena venir aquí.

Matís no pudo evitar que un ligero rubor se asomara a sus mejillas, al tiempo que ella esbozaba otra de sus radiantes sonrisas, perdiéndose en ella por un instante mientras deaban pasar el tiempo.

La tarde enseguida cayó sobre el pueblo, y dado que el último tren hacia ciudad Mayólica salía en breve, se dirigieron hacia la estación, al tiempo que éste hacía su entrada en la misma tras salir de la rotonda; de uno de los vagones, salió entonces un hombre alto de porte formal y de lo más estrafalario. Vestido con un abultado chaquetón de rayas negras y marrones, camisa blanca, pantalones azul marinos, corbata azul claro y un sombrero de ferroviario, se dirigió a ellos con gesto serio, indicando de seguido.

-¡Último tren con destino a ciudad Mayólica listo para ser abordado! ¡Señores pasajeros, pueden pasar, y cuidado con las puertas!

Dado que sólo quedaban ellos y unas pocas personas más enseguida estuvieron listos para salir, al tiempo que el revisor avisaba a alguien más a través de un walkie talkie.

-¡Caril, aquí Fero, estamos listos para partir, podemos irnos ya!

-¡Recibido! ¡A toda marcha!

Tras eso, las puertas se cerraron y el tren se puso en marcha, dejando atrás pueblo Biscuit, al tiempo que el sol comenzaba a ponerse en el horizonte.


¡Más Pokémon! Y con el primer cambio para bien que keldeo va a tener en Rizzo: entrenar. XD Y sí, el pokémon obligará a entrenar al chico, el cual al menos podrá perfeccionar un poco más su estilo a uno más decente y no tan cutre salchichero de ir hacia delante todo el rato, pero tranquilos, que Rizzo seguirá siendo el mismo, tanto para lo bueno como para lo malo.

La revancha con Nanci está bastante íntegra a cuando la concebí en su momento, ahora el nivel de Rizzo ha subido un poco más, estando más a la par con ella, pero tampoco quería hacer que la ganara así sin más sólo por tener a keldeo, por lo que preferí dejarlo en empate. La posterior cita con Matís es nueva, eso sí, opté por meterla para seguir construyendo un poco más la relación entre estos dos, contando más cosas de ella, aunque no demasiadas, mientras aprovechaba para meter pueblo Biscuit (el único momento que veía justificado que el lugar apareciera, a decir verdad) y un pequeño cameo de los jefes de metro Fero y Caril... Fero, si ves alguna luz brillante de repente ¡No vayas hacia ella, repito, no lo hagas! XDD bueno, ya veremos eso cuando llegue el momento.

Y nada más de momento, para el siguiente capítulo se viene el combate de gimnasio, por lo que esperadlo más pronto que tarde. Comentad, dejad reviews y todo eso. ¡Nos leemos!