Capítulo 15
Dame lo que necesito
Una vez más otra vocecilla insistente le volvió a despertar, abriendo los ojos y viendo a keldeo mirándole atentamente con mirada decidida en su rostro. Al ver que abrió los ojos, el pokémon singular anunció.
-¡Hoy es el día!
-No te puto creo…-musitó el chico, viendo la hora que era de refilón.
-¡Me dijiste que hoy nos enfrentaríamos a alguien especialmente fuerte en un lugar de lo más distinguido, debemos ir cuanto antes!
-¡Pero el gimnasio no abre hasta las nueve por lo menos! ¡Dame un respiro, keldeo!
-¡Mejor entonces, así tenemos tiempo para un calentamiento previo!
-Esto no puede estar pasando…
Contra todo pronóstico Rizzo no tuvo más remedio que ceder ante la insistencia de keldeo, yendo a entrenar un poco, ya que ni siquiera el buffet había abierto aún. A las ocho fueron a desayunar, ya que el chico se moría de hambre, y una vez que terminaron se encaminaron al gimnasio a no más tardar.
Siguiendo las indiaciones de gente con la que se iba encontrando, se vio entonces de vuelta en el parque de atracciones para su sorpresa, concretamente frente a un edificio que lucía como una galería de exposiciones.
-¿Seguro que es aquí? Qué raro que esté en pleno parque de atracciones…-pensó el chico, un tanto chocado.
Entró por la puerta principal y se encontró entonces con algo que no se esperaba encontrar para nada; y es que había tanta gente que apenas se podía dar un paso.
-Oh, venga ya, he venido por una batalla de gimnasio…-masculló por lo bajo, temiéndose otro gimnasio Hormigón.
La mayoría de los presentes eran chicas de todas las edades, las cuales se agolpaban frente a una larga pasarela, esperando a algo o a alguien.
-Pues yo paso de esperar… a ver si encuentro otro camino-pensó el chico, abriéndose paso como podía.
Atravesó la marea de gente, pero apenas vio por donde iba; se desvió hacia la derecha sin darse cuenta hasta llegar a una pared, junto a una puerta de servicio.
-Bingo, por aquí acorto seguro.
Echó un vistazo a su alrededor antes de entrar, pero como todo el mundo estaba embobado con la pasarela nadie le vio colarse; la puerta daba a un pasillo desnudo de hormigón y de techo alto, con luces de tungsteno, que giraba a la izquierda y seguía todo recto. Lo siguió hasta dar con unas cortas escaleras, las subió hasta otra puerta; la entreabrió un poco y resultó dar a otro pasillo, esta vez enmoquetado y de paredes de madera.
-Vale, parece que me acerco…
El camino se bifurcaba hacia la derecha o hacia la izquierda, optó entonces por la izquierda y salió directamente hacia un almacén, ya que vio varias cajas apiladas en un rincón junto a un alargado piano de cola, pero no vio mucho más debido a la poca luz que había.
-¿Por dónde se sale?-se preguntó entonces, mirando a su alrededor buscando un interruptor, sin resultados.
Tanteando en la oscuridad se topó entonces con unas gruesas cortinas que tapaban una puerta, por cuya rendija se colaba un resquicio de luz.
-Vale, por aquí… mierda, esto está durillo de abrir…
Estuvo tirando insistentemente un buen rato, como no funcionaba probó a empujar, dando entonces resultado y saliendo disparado hacia delante; una fuerte luz le deslumbró, al tiempo que una súbita voz exclamaba.
-¡Recibamos con un fuerte aplauso a la modelo número uno de todo el cantón! ¡Camila!
En cuanto se adaptó a la luz, pudo ver que se encontraba en la misma pasarela de moda que vio desde la entrada, al tiempo que todas las presentes le miraban extrañadas por su sola presencia allí. Dado que parecían estar esperando a algo o a alguien, decidió hablar.
-Eh… esto… creo me he confundido…
-¿En qué te has confundido, pequeño intruso?-oyó una voz suave y potente detrás de él.
Se dio la vuelta y, nada más hacerlo, se quedó en el sitio, sin poder evitar abrir la boca debido a la impresión. Y es que ante él se encontraba lo que venía siendo una morenaza, en el amplio sentido de la palabra; con un corto y recto flequillo y dos largas coletas producto de las extensiones, enseguida pudo percibir que no era morena natural, aunque no desenotaba en absoluto. Sus ojos azules claros contrastaban bastante con su pelo, pero hacían juego con un conjunto tremendo, consistente en un top de diseño, azul claro y amarillo eléctrico y unos shorts de iguales colores. Llevaba consigo un muy abultado abrigo de lana amarillo y calzaba unos zapatos de opuestos colores, uno azul y otro rojo. Portaba, además, unos cascos con unos receptores inalámbricos con forma de antenas y de colores idénticos a los de los zapatos.
Rizzo quiso decir algo al respecto, pero tan sólo le salió un gorjeo raro.
-¿Perdona?-inquirió ella, frunciendo el ceño.
-Esto… tú eres Camila… ¿verdad?-inquirió él, recuperándose un poco de la impresión.
-Así es, soy yo… ¿y quién eres tú, chico que está interrumpiendo mi desfile?
-Ah, yo soy Rizzo, un entrenador que viene de ciudad Engobe para retarte sólo a ti, preciosa-explicó él, guiñándola un ojo.
Camila alzó entonces una ceja, con evidente gesto incómodo; aun así, guardó las formas y le pidió cortesmente.
-Lo siento, pero ahora no puedo, tengo un pase que cumplir y tú me estás estorbando; te pido por favor que salgas de aquí ahora por tu propio pie antes de que llame a seguridad.
-Oh, qué bien ha sonado todo eso, madre mía…-murmuró el chico, recorriendo sus curvas.
Ante eso Camila le miró con gesto queda, harta de la situación, al tiempo que indicaba por un pinganillo.
-Seguridad, sacadme de aquí a este baboso.
Antes de que algo sucediera o alguien dijera nada más, Rizzo se adelantó con gesto serio, al tiempo que exclamaba.
-¿¡Baboso yo, baboso yo?! ¡Eso jamás! ¡Seré un mujeriego, seré un persigue faldas! ¿¡Pero baboso yo?! ¡Yo jamás he babeado! ¡Óiganme bien, féminas de ciudad Mayólica, aquí donde me veis, con buen porte y buenas maneras, jamás he defraudado a ninguna chica que me cayera lo suficientemente bien! ¡Porque cuando hay una chica, al menos una, despliego todo mi encanto para que se sienta bien con mi persona y no haya más que ella en el mundo! ¡La chica es mi prioridad! ¿¡Y eso es de babosos?! ¡Lo dudo mucho!
El silencio posterior fue tan abrupto y denso que parecía desplazar todo el aire a su alrededor, dejándolos a todos casi sin respiración por unos ínfimos segundos. Sin embargo, acto seguido todas las chicas del recinto le abuchearon a la par.
-¡Fantasma!
-¡No te lo crees ni tú, payaso!
-¡Tíos como tú dan asco!
-Seguridad, por el amor del cielo, sacad YA de aquí a este mastuerzo-musitó Camila, roja de la vergüenza ajena.
Al punto, dos gorilones enfundados en sus respectivos trajes negros subieron a la pasarela a por Rizzo, el cual se dio la vuelta y se dirigió hacia Camila muy seguro de sí mismo aun a pesar de las circunstancias.
-¡Líder del gimnasio de ciudad Mayólica Camila, la belleza deslumbrante! ¡Hagamos un trato de lo más razonable! ¡Tengamos una batalla de gimnasio aquí y ahora! ¡Si gano yo, podré reafirmarme ante ti y todos los presentes del hecho de que no soy y nunca he sido un baboso!
Camila escuchó su condición y, antes de que volviera a hablar, le cortó.
-¡Y en caso contrario, tú te quedarás aquí a ver mi desfile de dos horas y todas podremos reafirmar lo presuntuoso y chulo que eres en realidad!
Todas las chicas aplaudieron a eso y muchas de ellas la jalaron al respecto.
-¡Di que sí, Camila!
-¡Dale una lección!
-¡Enséñale quien manda!
Aun así, Rizzo esbozó una amplia sonrisa y anunció.
-¡Acepto!
Los dos se movieron hacia atrás, para dejar un poco de espacio, al tiempo que un árbitro se personaba rápidamente para mediar en la batalla; en cuanto éste dio la orden de inicio, Camila se despojó de un golpe su abrigo y lo lanzó lejos, dejando a la vista su esbelta figura.
-¡Pedazo de cuerpo! ¿Empezamos ya?
-¡Emolga, ilumina esta oscuridad!-exclamó ella, sacando al susodicho.
Rizzo optó por magneton y le dejaron empezar primero.
-¡Muy bien, bomba sónica!
-¡Esquívalo con acróbata!
Magneton atacó primero, lanzando varias ondas sónicas hacia delante, pero emolga planeó rápidamente y las esquivó hasta con elegancia, acercándose a él en el proceso.
-¡Persecución!
-¡Bomba imán!
Emolga se lanzó para golpear a magneton, pero éste soltó los trozos metálicos de su resistente cuerpo y éstos incidieron sobre emolga, dañándola y obligándola a poner distancia entre los dos.
-¡No dejes que se aleje, lánzate con chispa!
-¡Voltiocambio!
Magneton fue el primero en moverse, abalanzándose sobre ella, pero emolga reunió mucha energía de golpe en sus mofletes y se la lanzó en forma e bola eléctrica en cuanto estuvo a punto de tocarlo; hubo un destello que cegó tanto a magneton como a Rizzo y, en cuanto la luz pasó, emolga ya no estaba, habiendo en su lugar un imponente e intimidante zebstrika.
-¿¡Pero qué demonios ha sido eso?!-masculló el chico, confuso al respecto.
Ante eso Camila no dijo nada, esbozando una graciosa sonrisa y exclamando de seguido.
-¡Nitrocarga!
A una velocidad pasmosa, el pokémon eléctrico comenzó a patear cada vez más y más rápido el suelo, levantando una nube de polvo, al tiempo que se envolvía en fuego y se abalanzaba sobre él con tanta rapidez que no le dio tiempo a esquivarlo, golpeándole de seguido y haciéndole un daño considerable.
-¡Diablos, qué rápido es! ¡Bomba sónica, rápido!
-¡Esquívalo!
Debido a su de por sí ya alta velocidad, zebstrika no tuvo muchos problemas para evitar las ondas sónicas, saltando y haciéndose a un lado, para luego contraatacar acto seguido con otra nitrocarga, embistiéndole de lleno y haciéndole un poco más de daño. Magneton trató por todos los medios de alcanzarle con más bombas sónicas, pero para entonces su rival era una mancha en el aire de lo rápido que iba.
-¡Nitrocarga una vez más!-exclamó en ese momento Camila.
Por un instante el pokémon eléctrico se detuvo momentáneamente, para luego lanzarse sobre un mareado magneton; comprendiendo entonces que sólo había una posibilidad, Rizzo exclamó.
-¡De frente, recíbelo con chispa!
Antes de que zebstrika le embistiera, el cuerpo de magneton se envolvió en electricidad e, inmediatamente después, hicieron contacto, haciendo fuerza el uno contra el otro aun a pesar del calor que desprendía. El fuego y las chispas, al encontrarse, produjeron entonces una súbita explosión que lanzó a ambos pokémon hacia atrás. Magneton cayó al suelo con un seco golpe, al tiempo que zebstrika se recomponía enseguida, sacudiéndose su pelaje. El pokémon acero eléctrico no volvió a levantarse de nuevo.
-¡Magneton está fuera de combate, zebstrika es el ganador!-anunció el árbitro, levantando la banderilla a su favor.
El público rugió enfervorecido, animando y jalando a la líder con mucha fuerza y pasión.
-¡Eso es, enséñale cómo se hace!
-¡Pon en su lugar esas ínfulas de machito!
-¡Camila, Camila, Camila!
Rizzo recogió a magneton un tanto contrariado, aunque enseguida se repuso y, sin pensarlo mucho más, sacó a dewott. Al verlo, Camila alzó una ceja inquisitivamente, aunque sin decir nada al respecto, indicando de seguido.
-¡Nitrocarga!
-¡Acua jet!
Por primera vez ambos pokémon atacaron al mismo tiempo, embistiéndose entre sí y formando una nube de vapor que se extendió a su alrededor rápidamente. Aprovechando eso a su favor, dewott se abalanzó de nuevo con otro acua jet, adelantándose a su rival y logrando golpearle de nuevo, pero esta vez zebstrika le vio venir y contraatacó acto seguido.
-¡Ahora, voltio cruel!
Al punto, el pokémon eléctrico se envolvió en electricidad y se abalanzó sobre dewott, el cual no se amilanó, al tiempo que Rizzo indicaba.
-¡Intercéptalo con concha filo!
Haciendo uso de sus dos vieiras cruzándolas formando una X, logró interceptar a tiempo a su rival, al tiempo que embestía su defensa y trataba de alcanzarle con todas sus fuerzas.
-¡Aguanta ahí, no dejes que te rebase!-exclamó Rizzo.
-¡No cejes, zebstrika, ve con todo!-hizo lo propio Camila.
Ambos pokémon obedecieron diligentemente las órdenes, haciendo todo lo posible por alcanzarse; dewott, aun a pesar de las corrientes eléctricas que empezaban a rodearlo, puso toda su fuerza en sus vieiras mientras se echaba hacia delante, fue en ese momento cuando zebstrika cabeceó, logrando penetrar sus defensas. Rizzo, casi sin pensarlo, exclamó.
-¡Ahora, desquite!
En cuanto el pokémon eléctrico entró en contacto con él, un aura rojiza envolvió a dewott por unos breves instantes, para luego salir despedida de su cuerpo, lanzando hacia atrás a zebstrika y haciendole cierto daño en el proceso. Al ver esto el ceño de Camila se contrajo, indicando de seguido.
-¡Voltiocambio!
Aprovechando el breve lapso de tiempo tras atacar, el pokémon eléctrico lanzó la bola eléctrica, logrando acertar de pleno en dewott y haciéndole mucho daño en el proceso. Tras el impacto zebstrika regresó con Camila, siendo sustituido por un pokémon que apenas conocía, por lo que el chico se informó rápidamente.
-Flaaffy, el pokémon lana; los parches de su piel donde no crece ni pelusilla actúan como un aislante y lo protegen de su propia electricidad.
Aun a pesar de su desventaja dewott había demostrado ser capaz de enfrentar incluso las situaciones más peliagudas, por lo que decidió seguir con él.
-¡Vamos con todo, dewott, hidropulso!
-¡Flaaffy, rayo confuso!
Antes de que pudiera lanzar la esfera de agua, el pokémon eléctrico lanzó una luz amoratada de la punta de su cola que incidió directamente sobre él, cayendo así confuso y deteniéndose en seco.
-¡Agh, reacciona, dewott, acua jet!
-¡No le dejes, destello!
En un visto y no visto, de la cola de flaaffy surgió un intenso centelleo que cegó momentáneamente a dewott, dejándole aún más incapacitado si cabía, lo que aprovechó Camila para atacar.
-¡Ahora, derribo!
El pokémon eléctrico se abalanzó sobr su objetivo con fuerza, embistiéndole con tanta fuerza que hasta él salió levemente regolpeado.
-¡Es tuyo, cola férrea!
La cola del pokémon eléctrico refulgió en un intenso brillo metalizado y la latigó contra dewott, el cual apenas podía moverse.
-¡No dejes que te domine, dewott, concha filo!
Luchando contra la confusión que lo atenazaba y viendo venir a flaaffy como una mancha rosada justo delante de él, el pokémon agua hizo mano de sus vieiras y comenzó a golpear hacia delante repetidamente en un intento desesperado por protegerse; el caso es que funcionó, puesto que todos los intentos por alcanzarle fueron repelidos rápidamente con sus vieiras, haciéndole incluso recular al no dejar que se acercara a él. El ceño de Camila se contrajo de nuevo, un tanto contrariada al respecto, e indicando de seguido.
-¡Voltiocambio!
Una vez más, el pokémon eléctrico lanzó otra bola eléctrica que esta vez golpeó de refilón a dewott, siendo suficiente como para que el cambio se hiciera efectivo, saliendo en su lugar un diminuto joltik a luchar. Rizzo aprovechó entonces para contraatacar.
-¡Acua jet!
Con la confusión del todo despejada, dewott se envolvió en agua y se lanzó como un obús contra él, pero el pokémon bicho eléctrico era tan pequeño que le fue imposible golpearlo aun a pesar de ser el primero en atacar. En cuanto le tuvo a tiro, Camila indicó.
-¡Onda trueno!
Una descarga paralizante logró dar de lleno en el pecho a dewott, dejándole paralizado de seguido y aprovechando entonces el pokémon bicho eléctrico para comenzar a tejer una amplia telaraña a su alrededor que lo rodeara por completo; tras eso, hundió sus colmillos en ella y la telaraña se electrificó de golpe, dejándole aún más encerrado si cabía.
-Maldita sea… ¡intenta cortarla con concha filo!-masculló Rizzo, ofuscado.
En cuanto dewott logró zafarse de la parálisis, hizo mano de sus vieiras y trató de deshacerlas con un tajo, pero lo único que consiguió fue recibir una súbita descarga que le dejó aún más paralizado si cabía.
-¡Mierda!-musitó el chico, apretando los dientes.
-¡Eres mío! ¡Todo tuyo, joltik, ilumina esta oscuridad! ¡Electrotela!-exclamó Camila, con apasionado fulgor.
De su pequeña boca, el pokémon bicho eléctrico soltó otra telaraña ya formada que fue directa hacia dewott, envolviéndole de improviso en ella al tiempo que le sometía a intensas sacudidas eléctricas. El cuerpo del pokémon agua convulsionó con fuerza, para luego caer al suelo, sin volverse a levantar.
-¡Dewott está fuera de combate, joltik es el ganador!-indicó el árbitro, levantando la banderilla a su favor.
Otra oleada de vítores y gritos se elevaron sobre la multitud, al tiempo que las chicas dejaban escapar gritos varios.
-¡Eso es, que sufra!
-¡Déjale completamente paralizado!
-¡Qué malo que es!
La vena de la sien de Rizzo comenzó a palpitar con fuerza mientras recogía a dewott, al tiempo que Camila no le decía nada, mirándole con gesto inquisitivo, como si no supiera muy bien qué opinar acerca de él. Sin pensar siquiera en ningún momento, el chico sacó a rufflet, dejando a la líder pasmada y al resto de la aficción igual de sorprendida, pero para mal. Algunas no pudieron evitar opinar al respecto.
-¡Es tan malo que ni se sabe la tabla de tipos!
-¿Qué puedes esperar de un imbécil sin cerebro?
-¡Machácalo!
Haciendo caso omiso a las provocaciones, Rizzo exclamó.
-¡Cara susto!
Los ojos del pokémon volador brillaron en un aura oscura, logrando ubicar a joltik y reduciéndole de esta forma su velocidad. Camila contraatacó sin mayor dilación.
-¡Electrotela!
-¡Esquívalo!
Desde el aire resultaba más sencillo moverse que por tierra, por lo que rufflet no tuvo mucho problema a la hora de esquivar todas las telarañas electrificadas que le lanzaba, cayendo todas al suelo, donde se quedaron pegadas.
-¡Golpe aéreo!
Desde donde estaba, el pokémon volador embistió varias veces a joltik, el cual se movía más lento, siendo más fácil alcanzarle; Rizzo continuó atacando de esta forma, aunque Camila enseguida se defendió bloqueando todos sus intentos de alcanzarle con tijera x.
-¡Onda trueno!
-¡No le dejes, despejar!
Ambos pokémon atacaron al mismo tiempo, la descarga paralizante se dirigió hacia él, al tiempo que rufflet agitaba con fuerza sus alas convocando una fuerte ventolera que la azotó, logrando disolverla en el aire y bajando su evasión, teniéndolo así a tiro.
-¡Ahora, ataque ala!
Las alas del pokémon volador se envolvieron en un brillo azulado, al tiempo que se abalanzaba sobre su rival y le golpeaba con ellas repetidamente; sin embargo, aprovechando su cercanía, Camila aprovechó para contraatacar.
-¡Ahora, electrotela!
De golpe y porrazo, una electrotela surgió de improviso de su pequeña boca y envolvió al pokémon volador, encerrándole y sacudiéndole violentamente, notándolo en sus carnes. Al ver esto, Rizzo exclamó.
-¡Aguanta, rufflet, sé que eres capaz de soportarlo, tenemos que ganar esto!
El pokémon volador, al oir sus palabras, se envalentonó y, luchando contra las descargas que lo aprisionaban mientras dejaba escapar agudos chillidos, se desembarazó de la electrotela, atacándole de seguido con una combinación de ataque ala y cuchillada que resultó ser particularmente fuerte, dejando KO rápidamente a joltik. Rufflet quedó bastante tocado, pero aún en pie, manteniéndose en el aire muy dejadamente.
-¡Joltik está fuera de combate, rufflet es el ganador!
Se extendió entonces un murmullo ligeramente decepcionado por toda la pasarela, sin embargo, Camila no le dio mayor importancia, sacando en su lugar a flaaffy. Rizzo, decidido a ir con todo cada vez, dejó a rufflet.
-¡Cara susto!
-¡No tan rápido, onda trueno!
Aprovechando que rufflet estaba de por sí bastante tocado, no le fue particularmente complicado para flaaffy adelantarse, logrando alcanzarle y dejándole clavado en el lugar. Al hacerlo, el pokémon volador dejó de agitar las alas y cayó al suelo, con tan mala fortuna de hacerlo justo encima de una de las electrotelas que joltik antes lanzó y se quedaron pegadas al suelo. La sacudida fue de impresión, dejándole tirado en el suelo y sin volverse a mover.
-¡Rufflet está fuera de combate, flaaffy es el ganador!-anunció el árbitro rápidamente.
Rizzo lo recogió sin poder evitar dibujar un gesto circunstancial en su rostro, al tiempo que otra tanda de aplausos y ovaciones se extendía por todo el lugar.
-¡Sin despeinarse siquiera!
-¡Eso es clase y lo demás son tonterías!
-¡Ánimo, Camila!
Esta vez el chico se detuvo por un momento antes de hacer nada, cogiendo finalmente la nivel ball de eevee y sacándole, exclamando de seguido.
-¡Ataque arena!
El pokémon normal echó a correr y, en cuanto estuvo enfrente de flaaffy, le lanzó un puñado de arena a la cara que le cegó durante unos breves momentos.
-¡Ahora, ataque rápido a discreción!
Aprovechando la velocidad que le confería ese ataque, eevee embistió repetidamente a flaaffy, el cual no tardó en contraatacar.
-¡Cola férrea!
Una vez más, la cola del pokémon eléctrico centelleó en un brillo metalizado y la latigó hacia eevee para golpearle con ella, pero Rizzo le vio venir enseguida.
-¡De frente, mordisco!
Antes de que le alcanzara, el pokémon normal se lanzó sobre ella y comenzó a mordisquearla repetidamente, haciéndole algo de daño; sin embargo, una súbita parálisis le dejó clavado en el sitio, impidiéndole seguir atacando.
-¡No, eevee!-masculló Rizzo, particularmente molesto.
-¡Es nuestro! ¡Voltiocambio!
-¡No te rindas, última baza!
Flaaffy fue la primera en atacar, lanzando la bola eléctrica, sin embargo, eevee hizo un esfuerzo considerable y, desde donde estaba, reunió mucha energía en forma de estrella y la lanzó antes de que la descarga le alcanzara. El resultado fue una abrupta explosión que envolvió casi toda la pasarela de un denso humo blanco, el cual se deshizo enseguida en el aire, mostrando a eevee clavado en el sitio, completamente paralizado.
-¡Se acabó! ¡Derribo!
El pokémon eléctrico se echó hacia delante con todo su peso, embistiendo de lleno a eevee y lanzándole hacia atrás, saliendo ligeramente regolpeado en el proceso. El pokémon normal cayó al suelo secamente junto a su entrenador, sin volverse a levantar de nuevo.
-¡Eevee está fuera de combate, el ganador es flaaffy!-indicó el árbitro, levantando la banderilla a su favor.
Las fans de Camila enloquecieron y la aludida sonrió abiertamente, mirando con desdén a Rizzo y hablando por primera vez desde que empezó el combate.
-Alardeas de fuerza, pero te quedas muy corto en ese aspecto. Tus pokémon son débiles, apenas están entrenados y no aprovechas como se debería su potencial. Es triste si lo piensas, podrías aspirar a mucho más…
Las fans de Camila la jalearon de nuevo, creciéndose un poco más. Ante eso el chico apretó los dientes en un gesto rabioso, exclamando de seguido.
-¡Qué labia tienes, no sé quién habla más, si tú o tu aficción! ¡Para mi gusto habláis demasiado! ¡Keldeo!
En cuanto el pokémon singular hizo acto de presencia Camila se quedó ciertamente sorprendida al verlo, mientras que sus fans lo miraron un tanto confusas, sin saber muy bien qué especie de pokémon era exactamente. Aun así, la líder anunció.
-¡Te derrotaré igualmente! ¡Voltiocambio!
-¡Represalia!
Casi sin que se diera cuenta, keldeo se echó a la carrera y golpeó repetidamente a flaaffy con sus cascos y otras partes de su cuerpo, siendo el último golpe bastante duro y dejándola un tanto tocada, impidiéndola atacar de seguido.
-¡Agh, menuda fuerza, onda trueno!
-¡Bloquéalo, rayo burbuja!
Ambos pokémon atacaron al mismo tiempo y los dos ataques colisionaron entre sí, bloqueándose mutuamente y quedando ese intento de parálisis en nada.
-¡Derribo!
-¡Repélelo con acua cola!
Keldeo agitó su cola en cuanto flaaffy echó a correr, latigándola hacia delante al tiempo que una fuerte onda de agua le dio de golpe en la cara y le echó hacia atrás, empapada y un poco mareada debido a la fuerza esgrimida.
-Si no podemos acercarnos… ¡voltiocambio!
-¡Páralo con onda certera!
Una vez más, los dos pokémon atacaron a la vez y ambos ataques se encontraron, resultando en una explosión que formó una densa nube de humo.
-¡Ahora, espada santa!
Al galope y como una centella, keldeo preparó su cuerno y atravesó el humo hasta dar con flaaffy, el cual no se esperaba verle aparecer por sorpresa. El golpe fue de impresión y el pokémon eléctrico salió como una bala de entre el humo, cayendo a los pies de Camila derrotado del todo.
-¡Flaaffy no puede continuar, keldeo es el ganador!-anunció el árbitro.
-Bien hecho, keldeo-le felicitó el chico, dejándolo en el campo.
-Ha sido fácil-murmuró el pokémon singular, orgulloso de su fuerza.
Camila recogió a flaaffy con la sorpresa dibujada en el rostro, claramente el nivel de ese pokémon estaba muy por encima del de los demás, sabiendo al instante que debería emplearse a fondo si quería derrotarlo. Por lo que, sin pensárselo mucho más, sacó a emolga.
-¡Rayo burbuja!-indicó Rizzo.
-¡Acróbata!
Keldeo soltó de su boca una ristra de burbujas que fue directa hacia emolga, el cual se lanzó desde lo más alto, embistiendo las que más cercaba estaban de golpearla, y recortando distancia hasta alcanzar a keldeo, logrando golpearle de refilón. Aprovechando su cercanía, Camila se adelantó rápidamente.
-¡Persecución!
Usando su cola, el pokémon eléctrico volador golpeó en la cabeza a keldeo, pero al hacerlo el pokémon singular se envalentonó de golpe, al tiempo que se envolvía en una breve pero intensa aura dorada que aumentó su ofensiva en consecuencia, contraatacando de seguido con acua cola y arrastrándola hacia atrás con más fuerza que antes.
-¡Diablos, es mucho más fuerte de lo que pensaba! ¡Voltiocambio!-exclamó Camila, sintiéndose apurada por primera vez desde que empezó el combate.
-¡No le dejes ir, onda certera!
Antes de que emolga pudiera atacar, keldeo terminó de cargar la esfera rojiza en su boca y la lanzó hacia ella, golpeándola de seguido y desestabilizándola, comenzando a caer al suelo.
-¡No, emolga, recupérate!
-¡No la pierdas de vista, espada santa!
Keldeo echó a correr sin apartar la vista de emolga mientras caía, al tiempo que su cuerno comenzaba a brillar con fuerza hasta adoptar la forma de filo; en cuanto emolga estuvo a pocos metros de alcanzar el suelo, keldeo dio un lustroso salto y, de un solo tajo de su cuerno, golpeó a su contrincante con tremenda fuerza aun a pesar de su combinación de tipos, tirándola al suelo y cayendo junto a Camila completamente derrotada.
-¡Emolga está fuera de combate, keldeo es el ganador!-indicó el árbitro rápidamente.
Las fans de Camila, sorprendidas ante el súbito cambio de dirección del combate, decidieron animarla aún más fuerte.
-¡No te rindas, Camila!
-¡Esto no significa nada, tú eres mucho más fuerte!
-¡Vamos, adelante!
La líder sonrió agradecida por los ánimos, recogiendo a su pokémon, y sacando en su lugar a zebstrika, anunciando de seguido muy seriamente.
-Ahora sí que iré en serio, no pienso contenerme.
-Por mí adelante-murmuró el chico, recuperando su confianza.
-Muy bien… ¡voltiocambio!
-¡Espada santa!
Zebstrika atacó primero lanzando la bola eléctrica hacia él, pero keldeo la partió en dos como si fuera de papel y el intento de ataque se quedó en nada.
-¡Nitrocarga!
Zebstrika pataleó en el suelo, levantando una nube de polvo, y acto seguido se lanzó envuelto en fuego, en dirección hacia él.
-¡Acua cola!
-¡Salta!
Antes de que keldeo llegara a latigar su cola, el pokémon eléctrico dio un lustroso salto con una velocidad pasmosa y se puso justo a su lado sin que apenas se diera cuenta.
-¡Doble patada!
-¡Páralo con espadasanta!
Zebstrika flexionó sus patas para atacarle por detrás, pero keldeo reaccionó enseguida y, con el cuerno brillando, le bloqueó las patas.
-¡Rayo burbuja!
-¡Pisotón!
Zebstrika bajó las patas y pudo parar la ristra de burbujas que le iba a golpear, contraatacando rápidamente.
-¡Nitrocarga!
-¡Esquívalo!
Keldeo pudo evadir por los pelos el golpe, estando casi a la par con él en cuanto a velocidad se refería; Camila decidió entonces ir con todo, exclamando de seguido.
-¡Ahora, zebstrika, voltio cruel! ¡Ilumina esta oscuridad!
El pokémon se envolvió en electricidad y acto seguido se abalanzó a una velocidad vertiginosa e imparable.
-¡Ay, la madre! ¡Espada santa, vamos!
El cuerno de keldeo brilló con mucha más fuerza que de costumbre y, antes de que zebstrika llegara a tocarle, lo blandió hacia delante y lo detuvo en seco con la punta de su espada. Pero eso no hizo detenerse a zebstrika, el cual seguía incidiendo envuelto en electricidad.
-¡Aguanta ahí, keldeo, no dejes que te alcance!
El pokémon agua lucha puso todas sus fuerzas en contener a su contrincante, pero éste no tenía intención de parar y siguió haciendo fuerza hasta obligarle a ceder; en cuanto keldeo dejó de incidir, zebstrika embistió y se lo llevó por delante. Keldeo cayó al suelo, muy magullado, y zebstrika notó en sus carnes el regolpeo, soportándolo con entereza. Por su parte, el pokémon singular se puso en pie de nuevo con mucho esfuerzo, cosa que Rizzo enseguida notó, prefiriendo curarse en salud en ese aspecto.
-¡Vuelve keldeo!
Sin embargo, y antes de que el rayo láser le recogiera, el susodicho rechazó volver a su ultra ball con un ligero cabezazo, mascullando de seguido.
-¡No, aún no estoy derrotado!
-¡Eres el más fuerte de todos y con diferencia, prefiero que descanses en caso de que te vuelva a necesitar de nuevo, vuelve ahora mismo!-insistió el chico, molesto al respecto.
-¡No, cállate, si me retiro ahora será como admitir que me ha derrotado, y la derrota no es una opción, jamás, no voy a perder, ésta vez no!-musitó keldeo, haciendo un tremendo esfuerzo para levantarse.
-Vaya ¿aún quiere seguir luchando? Sin duda es muy valiente… o un simple insensato-añadió Camila, en parte sorprendida por su resiliencia.
Por su parte, keldeo respondió a esas palabras lanzando un rayo burbuja que rozó la cabeza de Camila, la cual le miró sin pena ni gloria.
-Así que esa es tu respuesta… eres fuerte, sí, pero ya veo que no eres tan maduro como aparentas. Acabemos, voltio cruel.
Sin que Rizzo le indicara nada, e ignorando sus órdenes de que volviera, keldeo lanzó una onda certera que fue directa hacia zebstrika, pero éste iba tan lanzado y tan cargado de energía que la embistió y el ataque se quedó en nada; keldeo se quedó helado y con los ojos muy abiertos, al tiempo que algo pasaba por delante de sus ojos de manera casi imperceptible. Por un instante, su mente regresó a otro lugar y otro momento muy lejanos en el tiempo y en el espacio, al tiempo que una voz cascada resonaba en su cabeza alta y clara, dejándole helado.
-Eres muy valiente o un simple insensato… no eres más que un insecto al que aplastaré aquí y ahora. ¿Y a ti te han entrenado esos tres? ¡Perece, pequeño infeliz!
Su cuerpo dejó de responderle para empezar a temblar con fuerza y respirando entrecortadamente, los ojos y la cara de zebstrika cambiaron de golpe a una mucho más fiera e intimidante, de aspecto amorfo y aterrador. No pudo hacer otra cosa más que observar cómo se abalanzaba sobre él, keldeo cerró los ojos, muerto de miedo, y esperó el impacto.
Sin embargo, y antes de que eso sucediera, se oyó un abrupto chasquido como de algo haciendo colisión con otro algo; abrió los ojos y vio a lucario delante de él, sosteniendo a zebstrika con garra metal.
-Vuelve a tu ball ahora mismo-le ordenó éste sin ni siquiera mirarle.
-Lucario…
-¡Que vuelvas te digo!-gritó el, con voz autoritaria y girando la cabeza levemente hacia él, con gesto particularmente duro y muy enfadado.
Keldeo, un tanto intimidado debido a esto, se dio la vuelta y miró a Rizzo, el cual lo devolvió a su ball rápidamente; todo el mundo, incluyendo a Camila, se había quedado mudo al ver como lucario salía de su ball por su propio pie y se interponía entre keldeo y zebstrika. Rizzo, por su parte, tan sólo sonrió, exclamando de seguido.
-¡Aguántalo ahí, lucario, palmeo!
El pokémon acero lucha se movió deprisa y describió una línea muy recta con una sola palma; al segundo siguiente, zebstrika trastabilló y dejó de atacar, cayendo al suelo con gran estrépito.
-Ah… ¡arriba, zebstrika, no te quedes parado!-musitó Camila, recobrándose de golpe de la impresión inicial.
El pokémon eléctrico se levantó enseguida aun a pesar de sus heridas y se acercó a lucario rápidamente.
-¡Doble patada!
-¡Esquívalo!
Lucario se echó al suelo en cuanto zebstrika alzó sus patas para golpearle y pasó por debajo de él, fallando el golpe y teniéndolo a tiro justo detrás de él.
-¡Esfera aural!
-¡Nitrocarga!
Zebstrika se movió primero, envuelto en fuego, y se dio la vuelta para embestirle, pero lucario contratacó justo después; la esfera aural fue embestida por el pokémon eléctrico, y la explosión pertinente le detuvo en seco, envolviéndole en un espeso humo blanco. En ese justo momento, lucario alzó sus dos patas en el aire y entre ellas apareció entonces una especie de luz con forma de hueso alargado y muy fino; lucario lo blandió y comenzó asestando un golpe a las patas de zebstrika, obligándole a echarse al suelo. Un segundo golpe en la grupa le dejó bastante tocado y un tercer y último golpe en la cabeza tras un lustroso salto puso la guinda del pastel. Zebstrika cayó al suelo, completamente KO.
-¡Zebstrika está fuera de combate, lucario es el ganador! ¡La victoria es para el aspirante Rizzo de Ciudad Engobe!-dictaminó el árbitro, levantando la banderilla a su favor.
Todas las fans de Camila se quedaron heladas al ver que su mayor ídolo era derrotada de esa forma y nadie dijo ni mu, de hecho, un silencio absoluto y abrumador se echó sobre la pasarela; la líder recogió a su pokémon y miró al chico, con una mirada tanto de antipatía como de asombro. Se ausentó por un momento y regresó con una bandejita.
-Rizzo como reconocimiento de tu victoria, te hago entrega de la medalla voltio-murmuró ella secamente.
-Gracias.
El chico la cogió y se la guardó en su estuche, siendo observado atentamente por Camila, la cual parecía querer decirle algo, pero no sabía muy bien cómo expresar sus sentimientos más inmediatos. Abrió la boca por un momento, pero se lo pensó mejor y, finalmente, tan solo murmuró.
-Y ahora márchate.
Rizzo la tomó la palabra y se fue de allí, no sin antes recorriendo la pasarela bajo la atenta mirada de todas las presentes, a las que dedicó una sucinta sonrisita; una vez que se fue la líder negó con la cabeza, cerrando los ojos con fuerza y anunciando de seguido.
-Se… ¡se suspende la pasarela hasta nuevo aviso!
Y, tras esas palabras, desapareció tras bastidores.
Por su parte Rizzo regresó al centro pokémon y estuvo tratando a los pokémon que participaron en la lucha; una vez repuestos, los sacó de sus ball para que descansaran un poco en los jardines del centro pokémon. Ya fuera, keldeo miró a lucario con una profunda mirada de gratitud y habló.
-Lucario, gracias por…
Antes de que pudiera continuar, el aludido le asestó una cachetada en la cara y keldeo se le quedó mirando anonadado, al tiempo que lucario comenzó a abroncarle sin ningún tipo de reparo.
-¡Fuiste un insensato al querer vencerle tú solo a sabiendas de que no podías con él, y menos aún en tu estado! ¡Y además un insolente al desobedecer una orden directa de Rizzo! ¡No lo vuelvas a hacer jamás!
El pokémon singular se quedó en el sitio, sintiendo la torta aún quemándole la mejilla y sin poder apenas pestañear. Rizzo ni siquiera fue consciente de lo sucedido, puesto que estaba demasiado ocupado mirando a una chica de largas piernas que pasaba por allí, piropeándola de seguido.
-¡Ole las rubias con salero!
-¡Gilipollas!
El chico rio por lo bajo, mirando justo después hacia sus pokémon y, en ese momento, keldeo salió corriendo con lágrimas en los ojos.
-¿Qué ha pasado? ¿A qué ha venido eso?-inquirió extrañado.
Lucario le miró por un momento y apartó la mirada, con gesto solemne; el chico de alguna manera comprendió y fue a buscar a keldeo, encontrándolo enseguida bajo un árbol, llorando como un niño.
-Keldeo…
Éste apartó la mirada y no le dijo nada, aun así, el chico se sentó a su lado, dejando pasar el tiempo por un momento. El chico fue a hablar, pero el pokémon singular se adelantó.
-¡Tiene razón! ¿Vale? Sé que tiene razón… y eso es lo que más me duele. Yo… tengo que ser más fuerte si quiero derrotar a mi enemigo. Ya fallé una vez y no puedo volver a hacerlo, pero aun así no fui capaz de seguir, me quedé quieto, presa del miedo. Lo siento, Rizzo…
El chico le observó por un momento y finalmente se pronunció al respecto.
-No, no pasa nada. Comprendo tu anhelo, es tu objetivo y lo respeto; pero has de saber dónde está el límite, keldeo. Eso también es importante. Sabía perfectamente que podías con él, pero no quise forzarte demasiado para poder asegurar la victoria en caso de que las cosas se torcieran por lo que fuera.
El pokémon singular asintió con la cabeza, comprendiéndolo un poco mejor y echándose sobre el pecho del chico, el cual le acarició la melena con cariño, cosa que hizo que se relajara. Keldeo desde siempre había sido muy cariñoso, pero en el entrenamiento con sus maestros nunca pudo llegar a mostrar esa faceta con ellos, cosa que en parte le tranquilizaba, puesto que le permitía ser un poco más él con el muchacho.
Estuvieron así un rato más hasta que finalmente Rizzo comentó.
-Venga, seca esas lágrimas y vamos con los demás.
Estuvieron en el jardín un rato más y finalmente el entrenador los recogió para irse hacia la siguiente ciudad. Aún había un largo camino por delante.
¡Más pokémon! Bof, me ha costado un poco sacar éste combate de gimnasio ya que debía de añadir cosas nuevas y darle más enjundia para que se viera bien, pero por fin lo he sacado. Hablemos un poco del capítulo.
Salvo las partes nuevas, ya que faltaban algunos asaltos y añadir a joltik, el combate está bastante íntegro a cuando lo escribí en su día, aunque en ocasiones me ha dado la sensación que algunas partes se ven un tanto repetitivas, confirmadme esto si es así para asegurarme y poder corregir adecuadamente futuros combates de gimnasio. Dado que keldeo ahora es el miembro más fuerte del equipo, seguido después de lucario, quise dejarlos para el final, mostrando la parte del equipo más deshilachada de Rizzo y que va a tener que corregir a partir de ahora, aunque con keldeo imponiendo disciplina lo va a tener más fácil en ese sentido. El momento Vietnam flashback por parte de keldeo también es importante para seguir mostrando su personalidad, el cual es un tanto echado para delante, pero con miedos e inseguridades muy fuertes detrás. ¿Os suena, eh, eh? XD ya lo iremos viendo en profundidad más adelante.
Para los próximos capítulos se pondrá más el foco en la historia, así que esperadlos más pronto que tarde, tengo que aprovechar que es semana santa y darle caña. Y nada más, comentad, dejad reviews y todo eso. ¡Nos leemos!
