No podía dormir. ¿Preocupación o remordimientos de conciencia? No lo sabía pero el reloj había marcado la medianoche hacía bastante rato. Tras la "fructífera" conversación con su padre, se había dirigido hacia la salita donde pudo descubrir al instante lo que había ocurrido. Lydia estaba exultante mientras que Kitty lloraba en un sillón. Con una mirada había invitado a Jane a salir al jardín, pues no se sentía con la fuerza suficiente para sumergirse en el drama presente en la habitación.

-Deduzco que padre ha dado permiso a Kitty para irse a Brighton- comenzó Elizabeth.

-El coronel Foster vino esta mañana y estuvo reunido con él durante bastante rato. Aunque no se exactamente lo que hablaron, si nos comunicó que Lydia se marcharía en unas tres semanas , y que le daría 5 libras para sus gastos durante la estancia- le indicó Jane

-Pero con esa cantidad, y conociendo su poca tendencia al ahorro, difícilmente tendrá para pagarse el trayecto de vuelta salvo en la silla de posta. Y va sin chaperona, con lo que no creo que sea la mejor opción en estos momentos. Ya sé que en el futuro puede que no quede mas remedio para poder viajar, pero pienso intentar evitar que eso ocurra – continuó Lizzy

-Parece ser que de ello se encargará el coronel – le contestó su hermana mayor.

-¿Va a mantener y también costear los trayectos de Lydia durante una temporada? Sinceramente creo que podría haber encontrado una compañía mas apropiada para su esposa- reflexionó la joven.

-No lo niego, pero creo que prefiere cuidar su felicidad conyugal. Llevan poco tiempo casados y era lo que la Sra. Foster deseaba. La tía Philips indicó que se había puesto hecha una furia cuando conoció el traslado. Según comentó, la joven decía que su esposo le había prometido establecerse al menos dos años en el mismo lugar. Que había sido una exigencia para casarse con él, el no tener que estar haciendo nuevas amistades constantemente- le comentó Jane.

-Pues nunca hubiese pensado que la timidez fuera una característica de ella la verdad. ¡Si al segundo día de verse con Lydia eran íntimas! Y estando destinado en las milicias...- se sorprendió Elizabeth.

A mi también me resulta algo extraño, pero a veces la gente puede ser mas tímida de lo que parece...- opinó su hermana.

-Aun así, aunque no suponga un dispendio para la familia, no me parece adecuado que se marche de esta forma. Le falta madurar para irse sin supervisión- concluyó Lizzy

-Me temo que poco mas podemos hacer- añadió la mayor de las Bennet

Dando vueltas en el lecho pensaba si debería advertir del comportamiento de Wickham,y en caso afirmativo, como hacerlo para ser creíble pero sin romper una promesa.

Tras una noche en duermevela, la joven se levantó dispuesta a tomar un tentempié ligero para después dirigirse a realizar una inspección sobre el terreno cerca del riachuelo. Sin embargo, tras recoger unos emparedados se tropezó con su padre que la buscaba.

-Lizzie, tienes que ir a visitar a tu tío Philips. Me ha mandado una nota sobre una propuesta que según él podría interesar.

-¿Le ha comentado algo mas? - preguntó asombrada ante la apatía de su progenitor al enviarla solo a ella en lugar de acompañarla.

-Solo indica que fuera a su despacho pronto, pues era algo que aun no había salido al mercado- indicó el Sr. Bennet

La joven decidió intentarlo aunque tuviese pocas esperanzas. -¿Y no quiere venir conmigo? Así saldría un poco o puede aprovechar para realizar alguna otra visita-

Su padre la miró como si fuese de otro planeta. Y dándose media vuelta, se dirigió hacia su despacho.

Desencantada ante el cariz que estaba tomando la situación, caminó hasta las cuadras en busca de la yegua.

Cuando llegó al despacho de su tío, su pasante la acompañó hasta la pequeña salita desde cuyas ventanas se divisaba un pequeño jardín. El caballero se encontraba reunido y no podía ser molestado en esos momentos. Ante la perspectiva de pasar media mañana sentada en el sillón, se acercó a por algunos de los ejemplares de periódicos recientes que se encontraban en la mesita del rincón.

Tras casi una hora, al fin su tío la recibió en el despacho.

-¡Lizzy! ¡No sabía que estabas aquí! Morrison pensaba que era una visita de cortesía. Este muchacho desde luego que no destaca por sus luces.

-Creía que venía a tomar té, pero ni siquiera me lo ha ofrecido- comentó irónicamente la joven.

-Otro punto a su favor... Bueno, cambiando de tema, ¿has tenido noticias de Gardiner? Al final vais a acercaros hasta Derbyshire? - le preguntó el Sr. Philips.

-Si, vamos a aprovechar sus días de descanso. Únicamente esperamos la respuesta de Hodge para ver si su amigo nos puede recibir. Si no, nos conformaremos con las indicaciones de sitios donde podamos ver explotaciones que nos puedan dar ideas para implementarlas- le comentó la muchacha.

-¿Y que te parecería hacerlo en vuestra propia finca?-le preguntó su tío.


"Hola a tod s. Con mucho mas retraso de lo esperado aquí llega un nuevo capítulo, donde descubrimos hacia donde dirigirán los pasos los viajeros. Espero vuestras opiniones.

Estimada Mª Teresa: Lamentablemente el Sr. Bennet no cambia ni con la guadaña echándole el aliento en el cogote...