CAPITULO 22: TRISTES DESPEDIDAS

Llegaron a la cabaña muy alejada de todo, había dos habitaciones, ella no quería despegar los ojos de Rin los hombres de Naraku no le daban buena espina, algo no le gustaba de todo esto la subasta era al siguiente día y estaban lejos de la ubicación, no sabía que se proponía Naraku, pero por el momento debía ser precavida, Rin no se despegaría de ella, ingreso con ella a la habitación principal y antes siquiera de ponerse cómodas, Naraku la llamo.

Kagura escúchame atentamente, no quiero más percances vas a permanecer ahí, el ir a la subasta ya no es una opción, me informaron que alguien está metiendo las narices en mis negocios en Italia, mañana enviare una ubicación a mis hombres se van a dirigir ahí y esperaras mis instrucciones-No la dejo hablar ni preguntar nada, por esa noche estaría tranquila.

Quería descansar pero viendo a Rin parada aun sin moverse viendo por la ventana como añorando algo, le volvió a dar un dolor en el pecho era absurdo seguir queriendo herir a Rin cuando ella estaba ya tan rota, Sesshomaru ya no recuperaría a la alegre y fresca Rin, su brillo ya no aparecía en su mirada, su altanería e ingenio desaparecieron, la había visto tallándose la piel al bañarse más de lo normal y si por ella fuera se quedara en la ducha para siempre, se sentía sucia y no podía saber a ciencia cierta si era por como la toco Naraku o por quedar bañada en la sangre de sus padres, si no se la obligaba no probaba bocado, temblaba cuando alguien se le acercaba como un corderito asustado solo existida tristeza, miedo y desolación en ella, el daño ya estaba hecho, ella tenía ahí su venganza porque así como paso con Sara, su amado perdería el interés al perder esa parte de ella que llamaba su atención porque estaba segura que no la amaba de verdad.

La bañaría y la dejaría descansar mañana tendría que afrontar lo que sea que Naraku haya decidido hacer con ella. En el fondo se arrepentía, pero eso ya no valía nada ni arreglaba nada.

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Daba vueltas en la habitación mientras veía dormir a Kagome en su cama, ella entre sus sábanas ahí era donde la quería junto a él, todos estaban en contra de que le impusiera su voluntad a Kagome, se marchitaba él lo ve más que nadie, pero no daba crédito a llevarla el mismo donde Naraku, si algo salía mal la perdería y ahí si no sabría qué hacer. Ella solo lloraba y pedía que la dejar que ella solucionaría todo, su padre prometía protegerla hasta la madre de Sesshomaru estaría presente en la ceremonia, todo estaba rodeado él no podría salir de ahí con Kagome.

La veo llorar entre sueños y la despierto, se había vuelto un hábito de estos días que despertara desesperada. Ella estaba enfadada con él así que se separó como si quemara, estaba pasando lo que dijo su hermano, la perdería con o sin Naraku si no la dejaba elegir su propio destino. La vio levantarse sin regresarlo a ver y dirigirse al baño, prefirió no decir nada ya que tenía miedo de empeorar las cosas, afuera se desataba una tormenta llovía tan fuerte que las ventanas retumbaban un poco por el viento tan fuerte. Se sentó en la cama viendo al baño esperando que su amada saliera para poder hablar.

La vio salir aun decaída, no se habían besado ni tocado en días y eso lo estaba volviendo loco, la vio quedarse quieta al darse cuenta que estaban frente a frente, sus ojos tan rojos por llorar tanto tan pálida y delgada por la falta de alimentos, no comía y si lo hacía terminaba el mayor número de veces vomitando.

Kagome mi hermosa y linda Kagome-no podía hacer más que apoyarla su hermano tenía razón la mataba no hacer nada por los que quería-tú sabes cuan loco de amor estoy por ti verdad.

Yo no sé nada Inuyasha, pero este tipo de amor absurdo y posesivo no lo quiero, es el mismo que Naraku tiene para mí, no sé si soy la culpable de que me quieran de esa manera imponiéndose sobre mis deseos y menospreciando mi sentir-las lágrimas volvían hacer presencia le impresionaba cuanto podía llorar y no por ser débil sino por sentirse impotente la conocía demasiado para saber el motivo de su llanto, esto debía de terminar el tomo su mano la llevo a la cama y la acuno a su lado.

Te amo Kagome con cada parte de mi ser eres lo más importante para mí, perdóname por ser tan cabeza hueca, hare lo que tú quieras, te apoyare en lo que decidas así me rompa en el proceso, ya no puedo ver cómo te consumes poco a poco-la vio quedarse muy quieta viéndolo y procesando lo que le escucho decir, esa noche no la dejaría descansar la tomaría de todas las formas posibles, la marcaria como suya y le haría saber que el haría lo que sea por verla bien.

Me lo dices enserio vas a dejarme que salve a Rin y a Kohaku, porque soy la única que puede hacer algo en estos momentos no quiero alejarme de ti, yo te amo con cada fibra de mi ser también, lo sabes soy tuya así es y así será por siempre pase lo que pase soy tuya me entiendes, también tengo miedo pero no dejare que esto siga, inocentes sufriendo por mi causa ya no más, así que por favor has esto conmigo-Ahí estaba mi respuesta solo podía apoyarla, me amaba pero era demasiado buena para dejar que alguien mas tome su lugar y se culpa tanto por lo que le hicieron a Rin como por sobre todo lo demás y porque ahora Kohaku también está en manos de Naraku.

No dejare que te alejen de mi me entiendes tenemos un gran futuro juntos, vamos mañana a solucionarlo-Me beso y no sabia porque me sabia a una triste despedida no quería ser negativo, pero en mi cabeza pasaban muchos escenarios en los que nada salía bien, pero ahora en este momento había extrañado tanto tocarla y besarla que no se contuvo en demostrarle cuan suya era.

El beso estaba cargado de desesperación y pasión, sentirla temblar entre sus brazos era siempre algo alucinante para él ya que hacía que su cuerpo reaccionara de manera automática. Solo ahí se dio cuenta cuanta falta le hacía tenerla así sumisa entre su cuerpo y la cama, necesitaba verla y grabarse cada expresión de ella cuando la hiciera retorcerse de placer, no perdió el tiempo y la toco ahí en el punto donde sabia la podría hacer delirar-Inu….ha…- escucharla decir su nombre solo le hacía querer más.

Presiono con un poco mas de fuerza y la vio retorcerse más-maldición Kagome eres tan hermosa-no espero repuesta se lanzó a besarla desvistiéndola con ansias, sentía una enorme necesidad de ella sabia que su miedo no se había ido del todo, pero por su amada haría lo que sea.

Cuando logro tenerla desnuda a su merced se separo de ella admirándola, tendida en su cama con la respiración acelerada y sonrojada.

Lo sentí separarse de mi de la nada y me llamo la atención porque, lo encontré de frente mirándome fijamente su rostro fue adquiriendo paulatinamente una expresión mas dura y salvaje, se acerco lentamente a mi sin dejar de devorarme con la mirada, se detuvo cuando mis pechos estuvieron a su alcance y aun así no dejaba de mirarme, me atrajo con fuerza a él y hundió su cara entre mis senos oliendo con desesperación, su boca busco el pezón de uno de sus pechos al encontrarlo, cerro la boca sobre el de manera algo ruda, pero eso se sintió increíble, un placer tan exquisito que solo pude gemir y arquear la espalda para no perder esa deliciosas sensación que le hacia sentir, pero aquello no bastaba, deseaba a Inuyasha con repentina y fiera desesperación, así que empezó a frotarse contra él, al mismo tiempo que leves gemidos escapaban de su garganta, como lo había extrañado él era quien la volvía loca con solo un beso.

-Por favor-suplico-Inu…yasha…ah…ah…

El levanto la cabeza con una mirada salvaje llena de deseo. Respiraba trabajosamente se estaba volviendo a controlar con ella y eso no era lo que quería.

¿Quieres más? - me pregunto con una voz sumamente gutural estaba tan perdido como ella en el deseo. Solo pude restregarme contra el otra vez las palabras no saldrían de mi boca por más que quisiera.

Lo tomare como un sí, amor- la froto deliberadamente contra el duro abultamiento entre sus pantalones el aun estaba vestido y eso le parecía injusto, porque los dos se estremecían, ya no recordaba las razonas por las que estaban peleando estos días todo el tiempo, solo pensaba en el deseo de que la hiciera suya y al diablo con todo lo demás.

Bésame, Inu…. haaa…por favor te necesito- musitó al mismo tiempo que lo obligaba a bajar hasta ella y devorar sus labios en un besos salvaje, hundió sus dedos en su pelo, no quería que la dejara de besar, pero a regañadientes cortaron su beso por falta de oxígeno.

Voy a besarte por todas partes antes de que esto acabe- mascullo Inuyasha con ese tono de voz que la hacia apretar las piernas de añoranza.

Bajo la cabeza de nuevo

Otra vez cerro su boca ardiente sobre el pezón de uno de sus pechos, aquella caricia despertó un placer tan exquisito que dejo escapar un gemido y arqueo la espalda comprimiéndose contra él, eso no le bastaba. Asi que metió los dedos entre el cabello de Inuyasha y le apretó mas la cabeza contra su pecho, pero seguía sin ser suficiente deseaba a Inuyasha con una fiera desesperación y las capas de ropa que el aun usaba la sacaban de quicio y empezó a frotarse contra el al tiempo que leves gemidos escapaban de su garganta.

Es injusto desvístete te quiero sentirte por completo-vio primero asombro al escucharla decir eso, pero enseguida asomo en su lindo rostro una sonrisa socarrona, lo vio alejarse y desvestirse deprisa sin dejar de mirarla, sus ojos color dorado eran lo más bonito que jamás había visto en su vida, el era perfecto tan hermoso y varonil. El verlo caminar hacia ella con un aura casi animal, sabía que por días no lo dejo ni acercarse así que era poco decir que la tensión sexual era grande.

Apurado se volvió a tirar sobre ella, besándola con desesperación, su boca se abrió bajo la presión de la suya y su lengua penetro en ella profundamente, reconoció ya de manera instintiva el ritmo de sus caricias y respondió con avidez. Inuyasha estaba dejando casi todo su peso en ella, pero le parecía tan natural soportarlo e incluso disfrutaba con la presión tan posesiva de su cuerpo.

Rodeo con los brazos sus hombros musculosos y lo apretó con fuerza, quería estar tan cerca de su amado como fuera posible y empezó a mover sus caderas levemente, con un movimiento ondulante, ajustándose a frotarse contra su miembro.

Aquel lento balanceo de su parte provoco en Inuyasha una repentina aceleración sanguínea, quería mantener el control, pero Inuyasha la tocaba y perdía toda habilidad de pensar, lo escucho dejar escapar un sonido bajo y gutural de manera casi animal, él estaba consciente ya de lo mojada y deseosa que ella estaba.

Los finos dedos de Kagome se hundieron entre sus cabellos y tiraron suavemente.

Inuyasha- dijo

Solo su nombre podía repetir una y otra vez, pero su voz cálida, lenta y embriagadora excito a Inuyasha más poderosamente que cualquier cosa que hubiera conocido.

Si ya voy- fue lo único que contesto. Quería tomarse su tiempo, pero Kagome era dinamita pura cuando se proponía.

Me tienes tan loco por ti, mi pequeña- ella no contesto, pero le lanzo una sonrisa dulce y lenta que solo lo hizo arder más de deseo.

Inuyasha le separo más las piernas con la mano y luego retomo sus dulces caricias al tiempo que se inclinaba para besarle ávidamente la boca. Kagome solo atino a aferrarse a su espalda cavando levemente sus uñas, maravillosas sensaciones, solo eso sentía al estar a merced de su amado Inuyasha, no quería que aquello acabara nunca. Inuyasha provocaba en su interior un frenesí que se iba extendiendo y se hacia cada vez más intenso, hasta que perdió la noción de todo, salvo de su propio cuerpo y el de su amado, Inuyasha no paraba aun luego de hacerla ya conseguir su primer orgasmo y solo con su mano, el la elevaba hacia el delirio con sus carisias y al mismo tiempo sofocaba con su boca sus gemidos, que ya para ese punto eran pequeños gritos.

Como pudo aparto su boca-Inu…ya..sha… por favor-suplico de nuevo ya perdida totalmente en el deseo.

Un momento más mi pequeña déjame admirarte y amar cada parte de ti.

Ella dejo escapar un gemido e Inuyasha empezó a tocarla aun mas y la tenia muy mojada tan lista para él, quería bajar y saborearla, pero su mirada permanecía fija en Kagome mientras deslizaba dos dedos en su interior y los dos se estremecieron violentamente.

Kagome se tenso por completro y dejo escapar un gemido, no ignoraba que fuera posible tanto placer lo había ya experiemntado tantas veces y de muchas formas con Inuyasha, pero hoy se daba cuenta que había todavía mucho más y no sabía cómo podría soportarlo, podría ser por están tantos días sin tocarse que el gozo era tan intenso que resultaba casi insoportable.

-¿Te gusta?- murmuro Inuyasha.

Era ya insoportable no sentirlo dentro, pero solo gemidos salían de ella no podía pronunciar palabra alguna, sin hacerla añorar más, Inuyasha se coloco entres sus piernas, se acomodó lento sobre ella.

Kagome aspiro bruscamente al sentir su miembro duro y ardiente. Sus ojos se volvieron a encontrar con Inuyasha mientras el alargaba la mano entre sus cuerpos y se colocaba en posición para luego lentamente penetrarla. Kagome empezó a retorcerse exigiendo que Inuyasha aumentara el ritmo y la fuerza, pero él quería ser dulce y paciente para gozar el mayor tiempo de ella.

Inuyasha se sostenia encima de ella apoyado en los antebrazos, con la cara a pocos sentimetros de ella la veiaa con sumo amor y devoción quería grabarse cada rastro de su deseo al momento de poseerla, había momentos que la besaba hasta quitarle el aire, la llevaba al límite y volvía a retroceder, era febril y fatigoso y también brusco y primitivo, era tan sobrecogedor que su ritmo la arrastraba. Notaba la tensión y la salvaje excitación del cuerpo de Inuyasha mientras lo acunaba entre sus piernas y brazos, llena sus sueves entrañas de él.

Se sentía tan viva en ese momento entregándose al hombre que amaba, la manera en la que le hacia el amor era único, la dulzura con la que la tocaba el recortaba a su primera vez juntos dejo de divagar cuando Inuyasha introdujo de nuevo su mano entre sus cuerpos unidos, la paso sobre su sexo y empezó a moverse, el placer atravesó a Kagome, ella se arqueo, levanto las caderas para que la penetrara aún más, y repetía una y otra vez cuanto lo quería.

El sudor humedecía el rostro crispado de Inuyasha, que intentaba controlar sus embestidas quería ser dulce y tomarse su tiempo. Pero las caderas de Kagome se mecían, ondulaban, lo volvían loco. Se tensaron juntos, gruñidos en voz baja y sueves gritos, carne húmeda y músculos trémulos, manos que se agarraban frenéticamente, respiración áspera y veloz, urgentes y veloces embestidas.

Inuyasha no lo soporto más tomo sus caderas, alzándolas, se encajo mas firmemente en ella y comenzó a oscilar sobre su cuerpo, Kagome sintió que la tensión y la fiebre se incrementaban hasta niveles insoportables y un instante después sus sentidos estallaron. Dejo escapar un grito y su cuerpo se convulsiono y se encogió por entero. Era la más dulce locura inimaginable fue tan fuerte que no admitía descripción y que se prolongo hasta que Kagome creyó morir. Inuyasha la sujeto hasta que se calmó y luego empezó a dar embestida fuertes y rápidas, sus gemidos guturales se mezclaban con el dulce gemido de Kagome, cuando la aplasto contra el colchón, y su cuerpo se convulsiono cuando la poderosa efusión de su orgasmo lo vacío por completo.

Después se quedaron en silencio, como si las palabras fueran entre ellos una intrusión. Su encuentro había sido tan ansioso y apremiante que se habían olvidado de todo. Kagome se sintió volver a la realidad lentamente, con desgana y se contento con quedarse tumbada junto a Inuyasha y no hacer nada mas que acariciar su pelo.

La respiración de ambos se había aquietado, cuando Inuyasha volvió a tocarla con exigencia.

¿Qué haces Inu…ya….., espera?- La estaba ya moviendo para dejarla boca abajo a su merced.

Yo voy a seguir haciéndote el amor hasta que estes tan adolorida que no puedas andar.

Ella lo miro con expresión grave. No podían mañana debía enfrentarse a Naraku y adolorida no dejaría de pensar en esta noche.

Ya estaba temblorosa y débil, aunque mantuviera la cabeza muy alta, no podía más y aun así se olvido de todo al darse cuenta que esta vez no seria delicado, al solo instante de colocarla en cuatro la penetro y la azoto de manera violenta todo al mismo tiempo, haciéndola otra ver temblar de placer y desear más.

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Seshomaru no descanso hasta averiguar todo sobre Naraku que le ayudara a encontrar a Rin, y así lo hizo una propiedad a nombre de su hermano estaba muy alejada de toda civilización en medio del bosque, no dudaba que ahí tenían a Rin, la subasta había sido cancelada así que no sabía que intentaría ahora así que la desesperación y anhelo de ver como se encontraba Rin era lo único que lo acompañaba en ese momento.

Ya tenía todo planeado así que se dirigía hacia allá, contrato más seguridad carros blindados y armas nada podía salir mal necesitaba salvar a Rin ya no soportaba no verla, tocarla, tenerla y escuchar su dulce voz.

Vio a lo lejos dos carros estacionados en la entrada de la casa. Esto debía ser fácil, no conto con que Naraku tuviera cámaras por toda la propiedad y ya supieran que estaban llegando. Vio salir a los hombres apuntando a Kagura y a Rin en la cabeza.

Su hermosa Rin estaba más pálida de lo normal y más delgada no quería ni imaginar porque estaba en ese estado, no espero más dio ordenes de cercar toda la propiedad.

Bajo del coche y Kagura palideció al verlo, Rin ni lo regreso a ver era como si ella no estuviera interesada en nada de lo que pasaba ahí solo reacciono al escuchar su voz. – Rin estas bien mírame-

Pero en vez de ver felicidad en su rostro por verlo, solo fue pavor y sorpresa lo que pudo ver en su rostro, y la vio empezar a temblar y querer retroceder, quería ingresar en la casa no verlo ni que el la viera, quería escapar de él estaba claro. La pregunta aquí era porque no deseaba verlo, le dolió muchísimo verla actuar así con él.

Cuando el solo quería tomarla en sus brazos y fundirse en ella para jamás volverla a perder.

El primero en hablar fue el hombre que tenía a Kagura.

-Un placer Sr. Taisho no esperábamos su visita, en que le podemos ayudar- La rabia quería tomar el control matar a todos y llevarse Rin lo más lejos posible.

-No vengo a dar explicaciones a nadie vine por mi mujer, así que si no quieren morir hoy me la dan y todos felices-

-Su mujer a cuál de las dos preciosuras se refiere yo que sepa las dos tienen algo que ver con usted-

Iba a responder de manera déspota cuando vio como Rin temblaba y no dejaba de ver al piso, estaba llorando, pero no emitía ningún sonido, algo estaba mal y quería saber que era. Ignoro a todos necesitaba escucharla saber que estaba bien.

-Rin mírame, estas bien- no obtuvo de ella más que solo intentos por retroceder. Que diablos le hicieron porque no quería verlo, Kagura lo pondría en contra de él, esa maldita arpía pagaría muy caro. Dejo de lado un momento a Rin y su enojo se volcó a la única que podía darle algún tipo de respuesta. Aunque cayendo en cuenta en la situación que se encontraba pudo darse cuenta que Naraku la traiciono, estaba en calidad de rehén, como si Sesshomaru la viniera a ver a ella. Pero solo ella podía darle respuestas.

-Kagura- solo la mención de su nombre y parcia que se pondría a llorar su actitud en vez de darle pena le daba fastidio.

-Te lo preguntare una sola vez, que le sucede a Rin, que le dijiste para que este así, que hicieron con ella- Maldita sea también bajo la cabeza y lloro en silencio

Grito como jamás en su vida lo pensó hacer y todos temblaron por el simple hecho de el poder tan salvaje que desprendía Seshomaru frente a todos.

Al instante Kagura dejo de temblar y lo miro con rabia en sus ojos.

Rin solo Rin existe para ti, pues déjame decirte que su estado no es por mi culpa todo fue obra de Naraku ya me la entrego así, ella vio como asesinaron a sus padres y pues Naraku la forzó no te diré más, saca tus propias conclusiones, yo solo la mantenía escondía de ti.

Todo se volvió rojo para Seshomaru, solo escuchaba en su cabeza que la forzó, la había forzado a que exactamente, como que mato a sus padres frente a sus ojos.

Ya no iba a perder el tiempo. Hizo una señal y los franco tiradores empezaron por los dos que retenían amenazadas a Rin y Kagura. Fue una lluvia de disparos en unos segundos ya no quedaba nadie más que Kagura y Rin vivas. Cuando Sesshomaru se dio cuenta Rin corría a sentido contrario de él, para la parte de atrás de la casa, el plan era llevarse a Kagura a su padre hizo un trato por algo de información, así que uno de sus hombres la tomo y se la llevo a rastras a un vehículo.

Sesshomaru no dudo en seguirla, al alcanzo cuando se alejaron un poco de la casa.

-Rin detente ahí que rayos haces huyendo de mí, vine para llevarte a casa y ponerte a salvo- intentaba correr más rápido no le contestaba y ni lo regresaba a ver. Tenia miedo de enterarse todo lo que tubo que pasar para estar asi.

La vio tropezarse y caer, se acercó, pero ella no lo dejo tocarla aun no lo veía a la cara siempre intentando ver para otro lado solo para evitarlo, volvió a llamar su atención que llorara sin hacer un solo ruido, porque no gritaba le reclamaba.

-Rin mi amada y dulce Rin que pasa, dímelo no soporto verte así- dejo de llorar y lo miro, entre dolor y miedo lo miro, pero miedo de estar con el porqué.

-Porque es miedo lo que veo en ti cuando me vez, jamás te lastimaría lo sabes, te amo demasiado, solo quiero ponerte a salvo si ven conmigo- espere a que tomara mi mano por deseo propio y así lo hizo dudando, pero lo hizo y mi alma volvió a mi cuerpo por fin la tenia de vuelta a mi lado.

Cuando llegaron a donde los demás estaban Sesshommaru dejo a una Rin tranquila en su auto.

Esperame un momento concluyo algo y nos vamos- solo se lo quedo mirando, nada no había respuesta y eso mas que enojarlo le preocupaba-

Fue directo donde Kagura y entro un momento en el vehículo, ella al verlo se desplazo lo mas lejos posible de él.

-Bueno Kagura tu padre te compro un pase de perdón y liberta, ahora te iras y no quiero volver a saber de ti, te iras lo mas lejos que puedes de nosotros, ya tuviste tu venganza así que creo que puedo quedar tranquilo sobre ti verdad, ahora adiós- cuando se iba a bajar del auto su voz lo detuvo.

- Porque no pudiste amarme, primero fue por Sara en ese momento lo acepte, pero luego la dejaste y viniste a mi me ilusionaste y ahora te deshaces de mi como si nada-

- Cállate Kagura jamás te hable de amor, jamás te di la idea de desear algo mas que negocios contigo, hubo química en el habito sexual nada más, nunca hubo ni habrá nada más, te lo deje bien claro la ultima vez que te vi-

-Pues entonces espero que no te desilusione la nueva Rin, porque ya no es más la mujer de la cual te enamoraste, esta rota, se siente usada y sucia, indigna de ti o creo que solo siente remordimiento de sus padres, verte bañada en su sangre junto a dos cuerpos sin cabeza, fue espantoso de ver. Así que si yo no voy a ser feliz me quedo con la satisfacción que tu tampoco, tu amada ya no es nadie-

Sesshomaru demoro en asimilar todo lo que Kagura decía y si era cierto era comprensible que Rin no hablara y se desconectara de la realidad para sobrevivir una medida de supervivencia.

-Si es así ya veremos como solucionarlo nosotros, te crees que la dejara cuando la amo como a nadie en este mundo, crees que no cazare a Naraku y lo hare pagar con mis propias manos, tu perdón te lo gano tu padre no te confundas, si por mi fueras ya te hubiera vendido como querías hacer con Rin, así que por tu bien desaparece de mi vida, no te daré una segunda oportunidad.

No la dejo hablar necesita ver que tan cierto era lo que dijo Kagura.

Kagura lloro todo su camino a casa, no volvería a ver a su amor una para ella todo solo fue una triste despedida.

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Naraku no paraba de rabiar, la estúpida de Kagura lo hecho todo a perder, sin Rin sería difícil controlar Taisho mayor, pero ya no había como recapitular y volver a platear otra estrategia, mañana se casaría y enviudaría por igual, luego se llevaría a Kagome lejos, deshaciéndose de la familia Taisho solo para asegurarse que no buscaran la manera de volver a separar a Kagome de mí.