Hola, soy Nekoboy mty, fudanshi, les presento esta historia que espero sea de su gusto, casi no hay Yaoi en Re:Zero y menos de esta shipp que me gusta, por lo que me tome el trabajo de realizar yo un fanfic.
Originalmente esto sería un one-shot, pero ya llevo más de 50 páginas en Word y sigo sin terminar, por lo que comenzare con su publicación normal en forma de caps. Publico primero en fanfiction donde tengo ya experiencia y tratare de publicarla en AO3.
La Marca
Capítulo 1: Encuentro
La capital de Lugunica, una enorme ciudad habitada por personas de todas clases, un mosaico de diversidad de razas que formaban un paisaje multicolor. Aunque la convivencia era generalmente pacifica, los conflictos solían ocurrir como en cualquier parte. Aunque las clases se dividían entre ricos, clase media y pobres, había un factor más que determinaba gran parte del lugar dentro de la sociedad en general, pues era el cómo habían nacido. Si eran Alfas, betas u omegas.
Los alfas solían ocupar posiciones importantes dentro de sus niveles, los betas siendo gente más ordinaria tenían posiciones de nivel medio, sino ocupando puestos también importantes al nivel que los alfas. Los omegas eran la casta que solía llevarse la peor parte, para muchos significaba no poder llegar a ningún punto alto en la vida, estar siempre por debajo de los alfas y bajo su control una vez que fuesen marcados. En general tenían buen trato con los betas, pues al no recibir la misma presión que por los alfas, era una convivencia más amena. Además, aunque generalmente los omegas eran reclamados por los alfas, si no era el caso y sostenían una relación con un beta, al formalizar por completo la unión, ya no era posible que ningún alfa los reclamara.
Para muchos omegas eso era una realidad y lo que los había salvado de una vida bajo las decisiones de un alfa, para otros no era más que un sueño imposible y para algunos otros, era un tema que ni siquiera tenían en mente. Como para un joven omega de 18 años llamado Subaru Natsuki.
El joven se encontraba recorriendo un popular mercado donde realizaba varias compras tanto para su hogar, como para regresar a la mansión donde trabajaba como sirviente. Cuando dejo el área y regreso a la elegante mansión fue directo a la cocina, donde comenzó a colocar las cosas en sus respectivos sitios y dar paso a la preparación de la comida del día. Aunque el trabajo era arduo, ese día se encontraba especialmente emocionado, pues apenas podía esperar para terminar sus tareas y retirarse. Ya que quería regresar lo antes posible a su hogar, arreglarse y salir a su cita con la beta que cautivaba su corazón, una dulce medio elfa de cabello plateado llamada Emilia. Tan sumido estaba en sus pensamientos mientras preparaba el almuerzo que no se percató de que alguien más había llegado hasta que esa persona le hablo.
-Te ves realmente alegre hoy.
-¡AAAAA! Ah… amo Reinhard… oh era usted, por favor, no vuelva a asustarme de esa forma. Pude haberle aventado la comida caliente encima.
-Jaja lo siento, no era mi intención asustarte, pero no te dabas cuenta de mí, aunque entre hace unos minutos.
-Disculpe, prometo que no volverá a suceder.
-Tranquilo Subaru, no hace falta que te pongas tan serio de pronto. Eso no es común en ti, por lo general siempre estas muy animado en todo momento. Y creo que prefiero verte de esa manera.
-Bueno, sé que no suelo ser tan formal siempre, pero ya debo mantener la compostura, después de todo tu eres el amo y yo el sirviente, además sabe que a su padre no le gusta que nos tratemos como iguales.
-Mi padre es complicado, pero sabes que me gusta más que me trates de tu forma usual, siempre ha sido así desde que éramos niños. Eres de las pocas personas que no me tratan diferente no solo por mis títulos o ser un alfa.
-Si, pero ya somos adultos, además usted mismo lo dijo, es un alfa y yo soy un omega. Y para colmo un omega feo.
-No pienso que lo seas. No deberías ser tan crítico contigo mismo.
-Basta no me hagas subir el ego oh será un problema jajaja. Aunque eso tuvo su ventaja, ningún alfa ha estado interesado en mi jamás y gracias a eso es que he podido conocer y salir con la hermosa de Emilia. Oh, ella es como un ángel en la tierra, cuando veo sus ojos siento que todos los problemas de mi vida desaparecen. Me hace experimentar una dicha que no puedo describir.
-Realmente estas enamorado de ella.
-Pero claro que sí, ella es el amor de mi vida, la chica de mis sueños, la dueña de mi alma y mi corazón. Ah, estar enamorado de esta forma es maravilloso.
-En verdad debe serlo, incluso rechazaste mi propuesta de protección.
-Hay Reinhard, te lo agradezco mucho, pero, aunque con el sello de tu familia hubiera estado protegido de cualquier alfa, hubiera sido una pérdida de tiempo. Nunca ninguno se ha interesado en mí y eso difícilmente va a cambiar.
-Eso me recuerda, lamento si me puse un poco intenso en esa ocasión, tú sabes cual, es solo que comenzabas a pasar tanto tiempo con esa chica que…
-Te pusiste celoso y me pediste ser tu omega. Tranquilo amigo, no tienes de que preocuparte, además no era una propuesta sincera, solo estabas algo molesto porque una chica te estaba robando a tu mejor amigo.
-…Si, creo que mis celos hicieron que me dejara llevar.
-Por suerte me lo pediste tan tarde en la noche que nadie se enteró. Sera un secreto que nos llevaremos a la tumba. ¿Te imaginas cual hubiera sido la reacción de tu padre al enterarse que me pediste ser tu omega?
-Se habría envuelto en llamas por la ira.
-Y nos habría echado directo a la calle a los dos jajaja que digo, nos habría echado del país de poder hacerlo.
-Pft, tienes razón jajajaja.
-Jajajaja.
-Subaru, me alegro de tenerte como amigo y puedes estar seguro que contaras con todo mi apoyo en tu relación con la señorita Emilia.
-Gracias Reinhard, significa mucho para mí. Sabes, estoy planeando proponerle matrimonio, no precisamente esta tarde, pero si pronto.
-Estoy seguro que dirá que sí, pero será mejor que te prepares bien para ese momento y que no lo estropees. Te ayudare un poco en eso.
-¿Qué tienes en mente?
-Por ahora solo termina de preparar el almuerzo y puedes retirarte hoy de la mansión, que las sirvientas se encarguen del resto.
-¡¿Lo dices en serio?!
-Claro que sí, vamos, apúrate y luego ve por tus cosas, debes ensayar.
-¡Muchas gracias Reinhard!
Tras terminar la comida, Subaru tomo sus propias cosas y fue hacia la entrada de la mansión, despidiéndose de su joven amo en el lugar. Dejando atrás el elegante vecindario, llego a un área de clase media, entrando a un edificio de dos pisos, subiendo al segundo donde residía junto con otro amigo suyo.
-Hola, hola, estoy de regreso.
-¿Subaru? ¿Qué haces aquí tan pronto?
-Un buen golpe de suerte Otto, me dejaron salir temprano. Pero por una buena razón. Y es que necesito comenzar a practicar mi propuesta a Emilia. Eso me recuerda, como te fue con los comerciantes, ¿Pudiste conseguir lo que te pedí?
-El anillo con un diamante. Lamento decirte que eso es más caro de lo que nosotros podemos pagar, podría dar toda mi carga comercial y ni así conseguirlo.
-Oh diablos, estaba seguro que lo conseguiríamos.
-Lo lamento amigo, ¿Por qué no le pediste ayuda a tu amo? Estoy seguro que Reinhard accedería si se lo pidieras.
-No puedo pedirle eso, uno por mi orgullo, dos, si su padre se enterara de eso, me colgaría por tal osadía. No tiene tanta tolerancia hacia las clases más bajas y menos a un omega.
-Cierto, discúlpame, como beta tiendo a olvidar que esas cosas puedes ser problemáticas para los omegas. Escucha amigo, quizá no pude conseguirte ese anillo con diamante, pero alguien me intercambio este anillo con una piedra ónix morada, sé que no es mucho, pero podría ayudarte.
-Oh -tomando el anillo- esto, esto es…
-Una tontería lo sé, nada digno para un compromiso serio.
-¡¿Estás loco?! ¡Esto es genial! ¡Es perfecto!
-¿Qué? ¿Lo dices en serio?
-¡Por supuesto! Olvida ese tonto anillo con diamante, este otro es mucho más hermoso, su color me recuerda a Emilia, estoy seguro que ella estará encantada cuando lo vea. Apenas puedo esperar para entregárselo. Va a estar tan feliz como yo en este momento. ¡Otto! ¡Amigo, eres mi salvador, gracias! -dándole un efusivo abrazo-.
-Oh vaya, claro, para eso están los amigos. Me alegro que te guste. -separándose- pero ahora debes comenzar a ensayar. Piensa bien tus palabras, yo preparare algo para comer con los ingredientes que trajiste y luego podrás ir a tu cita.
-Claro, ahora mismo comenzare. ¡Hola linda Emilia, hay algo muy importante que quiero decirte!...
Mientras Otto cocinaba, Subaru usaba toda clase de escenarios y palabras para practicar el momento. Una vez que la comida estuvo lista, detuvo su práctica y fue a compartir la mesa con su compañero.
-Esto esta delicioso, por dios no podría ser más afortunado.
-¿Qué intentas decir?
-¿Qué intento decir? Otto solo piénsalo, Tengo un buen trabajo, grandiosos amigos y una chica a la que amo y que me ama como yo a ella y ahora dentro de poco por fin formalizaremos por completo nuestra relación. Quienes dicen que un chico omega no puede tener sueños están completamente equivocados.
-Ciertamente te va bien en la vida, no voy a negarlo. Omega feo jaja.
-Ah con que esas tenemos, sería una lástima que tus gorros cayeran dentro de la vasija con aceite ¿No?
-No te atreverías.
-Claro que sí y lo sabes jajajaja.
-Jajajaja. Es genial bromear así contigo.
-Lo sé, nuestro sentido del humor es perfecto juntos jajaja.
-Quizá quieras apurarte, no falta mucho para tu cita.
-Es cierto, por un momento perdí la idea del tiempo. Hay que comer a toda velocidad y arreglarme para la chica.
-¡Cuidado idiota vas a ahogarte si comes tan rápido!
-¡Es más importante el amor!
-¡Dara lo mismo si mueres por atragantarte!
Tras terminar la agradable comida, Subaru fue a cambiarse por una vestimenta más vistosa, al salir de su respectivo cuarto miro a Otto quien estaba en la mesa revisando sus cuentas de mercader.
-Te arreglas bien cuando quieres.
-Siempre hay que verse bien cuando se trata de una chica linda. En fin, será mejor que me vaya, deje guardado el anillo en mi buro, volveré ya entrada la noche, así que no me esperes.
-Descuida no pensaba hacerlo jajaja.
Subaru dejo el departamento que compartían y bajo al primer piso para salir a toda prisa hacia su cita. Entre tanto Otto continuaba revisando sus cuentas cuando tuvo un extraño presentimiento.
-Oh, ¿Qué es? Algo tenía que decirle a Subaru, pero se me olvido, era algo importante. Bueno, con suerte nada que sea vital para él.
Subaru continuaba con su camino a través de las calles de la capital, había quedado de verse con Emilia en un alto mirador desde donde podían observar gran parte de la ciudad. Era uno de los sitios preferidos por la pareja y uno donde podían pasar el tiempo juntos sin hacer nada en particular. La ruta que recorría para llegar ya era parte de su rutina, una serie de senderos y caminos muy transitados y populares, por lo que tardaría solo una hora en llegar. Pero ese día mientras realizaba el recorrido se topó con algo que lo interrumpió abruptamente.
-¿Oh? ¿Qué pasa? Veo mucha gente al frente.
Subaru fue acercándose a la multitud y aunque no pudo llegar hasta el frente noto la razón del problema. Varias carretas de dragones se habían estrellado unas contra otras, por lo que las bestias, así como mercancías y las personas afectadas se encontraban bloqueando por completo el paso.
-No es posible, es justo lo que me faltaba.
-¡Por favor mantengan la distancia! ¡Les pedimos regresar por donde vinieron!
-Perdone señor, es importante que cruce por aquí.
-Lo lamento joven, pero hay varias personas afectadas y bestias sueltas, de momento la guardia real se encargará, pero el camino continuará bloqueado por un rato en lo que realizamos las indagaciones correspondientes.
-Pero necesito llegar a la zona del mirador y este es el camino más rápido. Me espera ahí alguien importante.
-Mmmm escucha niño, no abra paso por aquí pronto. Pero si vas hacia el mirador, te sugiero que vayas a la derecha y tomes ese sendero, que lleva al rio del este.
-¿El rio del este?
-Si, te desviaras por tal vez una hora, pero una vez que cruces el puente de piedra puedes tomar el camino junto al rio e ir hacia el norte, cruzaras otro puente y podrás llegar desde ahí al mirador.
-Instrucciones largas, pero mejor que nada. ¡Muchas gracias en verdad!
-Pero ten cuidado, es un vecindario tranquilo, no vayas a causar que la gente crea que vas a robar.
-¡No lo hare! ¡Gracias!
Subaru paso por entre la multitud en dirección al camino indicado, era una nueva ruta de la cual no conocía nada y aunque en principio se sintió un poco nervioso por el área desconocida, a medida que avanzaba fue relajándose, tal como dijo el guardia el área era una zona de nivel medio bastante agradable. Tras un tiempo llego al puente de piedra indicado, al cruzarlo se detuvo en la mitad, tomándose un momento para apreciar su reflejo en el agua.
-Me veo genial, me veo genial, no es tan tarde, seguro que Emilia entenderá mi tardanza.
Dejando el puente tuvo que rodear un edificio antes de llegar al sendero junto al rio, pero cuando dio la vuelta hacia este término impactándose contra otro chico haciendo que ambos cayeran al suelo.
-Aggg, ya sabía yo que me iba muy bien.
-¡Hey! ¡Idiota!
-¿Ah?
-¡¿Qué diablos pasa contigo?! ¡¿Por qué no te fijas antes de aparecer?! ¡¿Eres un inepto o qué?!
Subaru tenía frente suyo a un chico de cabello dorado con peinado en puntas, llevaba unas ropas simples, un chaleco, pantalón y una especie de capa corta amarrada a la cintura, estando descalzo inclusive, pero lo que más capto su atención fue la cicatriz en forma de x en mitad de su rostro. Ambos se levantaron, estando el rubio aún muy molesto por lo ocurrido, pero para sorpresa de Subaru, el mismo resulto ser más alto que el contrario.
-Escucha lo lamento, no fue mi intención.
-¡Tendrías que fijarte maldito inútil! ¡No puedes aparecer de la nada por aquí!
-Lo siento, nunca paso por esta área.
-¡Eso está claro! ¡No te reconozco! ¡Jamás te he visto en el vecindario!
-Mira no quiero problemas, solo tuve que desviarme por este camino, ahora mismo me retiro.
-¡Pues más te vale, pedazo de… ¿Ah?... ¿Ese aroma? Un segundo, tú eres un omega.
-Oh, si, es cierto lo soy. ¿Cómo lo supiste?
-Puedo reconocer el aroma de los omegas. Incluso cuando no están en celo.
-Por favor no hables de eso, es un tema vergonzoso y privado. Alto, si puedes saber eso, entonces significa que eres un Alfa.
-Exacto. Y uno muy fuerte, no es por presumir. Soy Garfiel Tinsel.
-Me llamó Subaru, bien me retiro entonces, no quiero meterme en más problemas, que tengas buen día.
-Ha, ustedes siempre causando proble…mas…
Cuando Subaru paso a un lado suyo, el rostro de Garfiel se quedó en shock, incluso cuando el pelinegro siguió avanzando este no salió de su asombro, en el último segundo alcanzo a reaccionar y volteo en dirección al otro que ya estaba a gran distancia suya.
-Imposible… no puede ser… ¿Ese tipo?... Pero si cuando topé con el no sentí nada, hasta me pareció repulsivo, pero ahora… es precioso.
Subaru continuo con su camino de lo más tranquilo, hasta que tras lo que le pareció una eternidad, por fin estuvo llegando al mirador. Varias personas se encontraban en el área y entre ella pudo divisar a una joven medio elfo de cabello plateado la cual esperaba un poco nerviosa en una banca del lugar.
-¡Emilia!
El grito de su nombre hizo voltear a la chica y ver directamente a Subaru quien se le acercaba corriendo con una gran sonrisa, haciendo que ella misma tuviera una y se pusiera de pie para recibirlo.
-¡Subaru!
-Emilia, estas realmente hermosa el día de hoy.
-Subaru, me tenías preocupada, comenzaba a temer que no llegarías.
-Por supuesto que no, nunca podría ser capaz de dejar a una dama esperando, menos a la dama que conquisto mi corazón.
-Pero entonces ¿Por qué tardaste?
-Es una historia divertida y me encantara contártela, que te parece si lo hago mientras ambos disfrutamos de un helado.
-Me parece genial.
La pareja fue junta hacia uno de los puestos y después tomaron asiento en una de las muchas mesas del área. El chico comenzó su explicación del pequeño desvió que había tenido que tomar y tras terminar, ambos comenzaron a hablar sobre como habían estado recientemente, las cosas que hacían en sus vidas cotidianas y sobre como solían pensar en el otro todo el tiempo.
Para ambos estar juntos era un momento maravilloso, ambos reían, disfrutaban, eran felices con la mutua compañía. Esa era una de las razones por la que Subaru estaba preparándose para pedirle matrimonio, pues no cabía duda que Emilia era la chica de sus sueños y con la que quería pasar el resto de su vida. Ambos se alejaron del mirador y comenzaron a recorrer algunos de los jardines cercanos, dando una bella imagen de pareja enamorada a las personas que estaban alrededor.
Sin darse cuenta, las horas comenzaron a pasar y la noche se hizo presente en la capital de Lugunica. La pareja estaba ahora frente a un camino importante, donde una carreta de dragón esperaba el abordo de la chica.
-¿Estás seguro que quieres regresar caminando?
-Descuida, no tienes de que preocuparte. Soy un chico fuerte.
-No me molestaría que fuéramos a dejarte.
-¡Ni de broma, Emilia! No es propio de un caballero que una dama vaya a dejarlo a casa, en todo caso ese es mi trabajo. Además, no puedo permitir que vayas tan lejos y regreses sola, tu regresa ya a tu hogar. Nos veremos dentro de poco, te mandare una carta para confirmarlo.
-Eres demasiado dulce, bien, volveré a casa, estaré esperando tu carta.
La pareja se despidió con un suave beso, donde demostraban sus sentimientos por el otro. Emilia subió al carruaje y se despidió por la ventana de este. Subaru una vez solo, miro a la distancia el largo camino que tendría que recorrer de regreso.
-Bien, al mal paso darle prisa. Quizá a la próxima deba pedirle a Otto que venga por mí, olvido lo largo que puede ser el camino de regreso.
Subaru comenzó su recorrido habitual en retorno a su hogar, en su camino pasaba por vecindarios de nivel medio y alto, así como muchas zonas comerciales, lo que hacía más seguro el trayecto, pues a pesar de la oscuridad de la noche, seguía habiendo gran número de personas en las calles. Mientras paseaba al costado de un restaurante con área exterior de jardín, miro hacia este, notando las bellas mesas, la iluminación colgante con farolas y pensó que podría ser un sitio ideal para su propuesta, más fue sacado de sus pensamientos cuando alguien tiro de el al lado opuesto, evitando que se golpeara contra un poste del local.
-¡Agth!
-Cuidado torpe, oh terminaras con un golpe en la cara.
-Gracias, ah, oye tu eres ese chico de antes. ¿Cómo te llamabas?
-Garfiel, parece que tienes mala memoria, ¿No? Subaru.
-No es tan mala, pero no tan buena como la tuya, si recordaste mi nombre.
-Ha, claro que lo hice, es fácil para mí.
-Gracias nuevamente, ya debo irme.
-Espera, ¿A dónde vas tan noche?
-Solo de regreso a mi hogar. -comienza a avanzar-.
-Entonces te acompaño. -alcanzando al otro-.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Un alfa no puede dejar a un omega irse solo por ahí en la noche, puede ser peligroso.
-Descuida, no tienes de que preocuparte, he tomado este camino incluso más tarde y siempre hay gente transitando, estaré bien, así que no tienes que preocuparte, mejor regresa a tus asuntos, no quiero quitarte más tiempo.
-Iré contigo de cualquier modo. Por si acaso.
-De acuerdo, pero insisto, no es necesario.
-Igual lo hare, además quiero conocerte.
-¿Cómo?
-¡Digo! ¡Digo! Que sigue siendo mejor, no vaya a ser que tengas la mala suerte de entrar en celo justo durante este recorrido.
-Hay por favor, no hables mucho sobre eso.
-¿Por qué? Es natural para ustedes los omegas.
-Si, pero… puede ser un tanto vergonzoso, al menos para mí. Prefiero no tocar esos temas si es posible. Además, sé que no va a pasar pronto.
-Oh, ¿Entonces acaba de pasar? Jejeje.
-No, nada de eso, bueno sí, digo no, quiero decir… aggg, por favor cambiemos de tema.
-Como tu digas omega.
-Y dime Subaru por favor.
-Un alfa no suele acceder a las peticiones de un omega.
-Pero si hace poco…
-Pero accederé a esta.
-Estas disfrutando ponerme en esta posición ¿No?
-Si, jajajaja.
-Ah, eres un alfa un tanto infantil.
-Y tu un omega muy serio, por favor relájate, si tenemos la misma edad.
-Pues sigo pensando que tu actitud es infantil para tener 18 años.
-Ha, solo soy… espera, ¿Dijiste 18 años?
-Oh, si, tengo 18, tú también, ¿No? Alto, ¿No me digas que eres mayor que yo?
-…yo -avergonzado y con sonrojo- yo…
-¿Tu qué?
-Yo tengo… 14 años jeje.
-… ¡Eres un niño!
-¡No me llames así! Que no lo soy.
-Ahora entiendo porque te comportas de esa forma. Recién eres adolescente.
-¡¿Y eso que?! ¡Tal vez sea más joven! Pero mírame, claramente soy más fuerte que tú.
-Mira no sé qué pretendes, pero no deberías estar fuera tan tarde. Sera mejor que regreses ahora con tu familia, además no puedo hacerme responsable si algo te sucede, ya tengo muchas cosas de las que encargarme.
-Yo volveré cuando quiera hacerlo. Ya te dije que iré contigo.
-Te lo repito, no puedo hacerme responsable de ti.
-No te lo estoy pidiendo, solo voy contigo porque me da la gana.
-Vaya, parece que tienes un mal carácter.
-Ha, no has conocido nada.
El resto del viaje fue más lento y tedioso de lo que Subaru hubiera querido, el pequeño alfa insistió en seguirlo en todo momento y no paraba de tratar de sacarle información, cosas comunes o más privadas, trataba de inmiscuirse en todo a su parecer, lo cual estaba comenzando a volverse una molestia.
-Y ese beta amigo tuyo con el que vives, ¿No te ve de otra forma cierto?
-Claro que no, Otto y yo somos amigos, casi como hermanos. Solo vivimos juntos porque es más fácil cubrir el alquiler. Además, yo cuido el lugar cuando el tiene viajes de mercader.
-Ah, entonces te quedas solo por varios días, jejeje que conveniente.
-¿Qué dijiste?
-¡Nada! Que está bien que cuides el lugar.
-Eres muy extraño Garfiel.
-Nada del otro mundo jajaja.
-Bien ahí está mi hogar, gracias y no gracias por acompañarme.
-Me quedare con el primero, pero bien ya estás aquí y estas a salvo, es justo lo que quería. Me retirare entonces. -se da la vuelta y camina-.
-Ya era hora, que tengas buen viaje de regreso. –(Loco)-.
-Claro que vendré a verte mañana temprano.
-¿Ah? -voltea- ¿Por qué harías eso?
-se detiene y voltea con una sonrisa- Porque decidí que serás mi compañero, mi lindo omega, así que prepárate porque antes de que te des cuenta, llevaras mi marca encima. -mostrando sus dientes-.
-¿Qué?...
-Nos veremos pronto, mi hermoso Subaru.
Continuara…
Hasta aquí el capítulo por ahora, espero que haya sido de su agrado, si gustan dejar un review en verdad se los agradeceré, nos veremos próximamente con esta historia.
