Hola, estamos de regreso con esta historia, espero disfrutaran del primer capítulo, así como de este nuevo que tengo para ustedes.
Capítulo 2: La Marca
Garfiel se retiró dejando a Subaru de pie en ese lugar, el chico quedo en shock por unos minutos, hasta que pudo volver en sí, sintiendo una respiración muy agitada, su pulso acelerado y fue corriendo hacia el departamento, abriendo y cerrando estrepitosamente la puerta para recargarse en ella mientras trataba de recobrar el aliento. Tanto ruido despertó a su compañero quien se acercó con una farola, encontrando a su amigo muy asustado en el lugar.
-¿Subaru? Amigo, ¿Qué ocurre?
-Otto…
-Amigo, ¿Alguien te asalto? ¿Qué paso?
-No, esto es peor.
-¿Qué pudo ser peor?
-…Un alfa se interesó en mí.
-… ¿Qué? ¿Es una broma no?
-¡Para nada! ¡Nunca jugaría con esto! ¡Un alfa en verdad se interesó en mí! ¡De verdad lo hizo! ¡Incluso me llamo hermoso!
-Entonces debe estar ciego.
-¡Otto! No es momento para juegos.
-Está bien, no bromeare con lo de omega feo. A ver, déjame encender unas velas, toma asiento y cuéntame todo.
Pese a ya ser noche, Subaru comento todo lo ocurrido a su amigo, quedando al final con un semblante muy preocupado y temeroso.
-Es un niño, seguramente no lo dice en serio.
-No lo viste como yo, se ve muy decidido.
-Bien, si es el caso, creo que lo mejor será que te acompañe a tu trabajo mañana, ya no tengo pendientes de mercader y no salgo pronto. Así que puedo escoltarte. Tal vez no sirva de mucho, pero dudo que te aborde si vas acompañado.
-Ah… no entiendo porque me pasa esto.
-Con calma, no ha sucedido nada aún.
-Otto, el punto es que no quiero que pase nada. Esta mañana me sentía muy afortunado de ser un Omega que nunca fue de interés de ningún alfa, en cambio tengo un buen trabajo y una linda chica a la cual adoro más que a mi vida. Y ahora aparece este niño y va a arruinarlo todo. No puede ser cierto que tenga interés en mí, tiene que ser una mala broma.
-Por esta noche pensemos que lo es y que quizá un amigo le está pagando la apuesta ya. Ahora trata de relajarte, es tarde y deberías descansar, mañana tienes que ir directo a la mansión de Reinhard.
-Cierto, lo olvide por un segundo.
-Te llevare a tu habitación.
-En realidad, creo que prefiero dormir en la sala esta noche.
-Bien, como tu gustes.
-Espera Otto, tal vez suene un poco infantil, pero, dormirías aquí conmigo esta noche.
-Ah, nos traeré unos cobertores.
Tras acomodarse cada uno en el suelo, Otto apago las velas y contrajo rápido el sueño. Subaru en cambio continuaba nervioso, veía por la ventana cercana y juraría notar la silueta de Garfiel en ella, esperando a que durmiera para entrar. El miedo lo hizo cubrirse hasta la cabeza y cerrar sus ojos, esperando conciliar el sueño lo antes posible.
Al amanecer, despertó aun un poco nervioso por la experiencia de ayer, pero el aroma del desayuno lo hizo mirar hacia la cocina, notando a Otto quien terminaba de prepararlo. Tras la tranquila comida, fue a cambiarse por su ropa de sirviente habitual y noto a Otto en la puerta quien ya lo esperaba.
-¿Listo?
-Si, gracias por hacer esto.
-Descuida, después de dejarte iré a comprar algunas cosas, así que esta salida es buena para mí también.
Tras bajar la escalera, Subaru miro con algo de miedo por la entrada, más se relajó al ver que aquel chico no estaba alrededor. Los dos caminaron un poco pasando junto a un gran árbol cuando un llamado los hizo voltear hacia arriba.
-¡Vaya! ¡Ya era hora!
La figura bajo desde lo alto de una rama y aterrizo frente suyo.
-Comenzaba a pensar que seguías dormido.
-Eso espero, porque esto acaba de volverse una pesadilla.
-¿Por qué esa cara precioso? ¿No dormiste bien?
-No y no es como que te importe.
-Claro que me importa, me importa todo respecto a ti.
-Ag, Otto ayúdame.
-Ya, ya, escucha, Garfiel, ¿Cierto? Mira por más que nos gustaría hablar, los dos tenemos cosas por hacer, Subaru tiene que ir a su trabajo y ya se nos está haciendo tarde, así que, con tu permiso, nos retiramos.
-Iré con ustedes entonces, quiero saber en qué clase de lugar trabaja mi lindo omega.
-Por favor, solo déjanos en paz, voy tarde al trabajo.
-No importa, si alguien quiere castigarte, lo pondré en su lugar. -poniendo un puño en la mano opuesta- no dejare que se metan con mi omega.
-¿Ves lo que te decía, Otto?
-Si y creo que el problema puede ser más grave de lo que pensábamos.
El resto del viaje fue algo problemático para los dos chicos, ya que Garfiel insistía en tratar de sacar toda información posible de Subaru mientras que este usaba a Otto como escudo para no quedar lado al lado con el rubio. Luego de lo que le pareció una eternidad, finalmente estaban frente a las puertas de la mansión de Reinhard.
-Vaya, bonito lugar, con que aquí es donde trabajas, sin duda es con alguien importante.
-Si y ya debo irme a trabajar, Otto gracias por acompañarme.
-No fue nada amigo, nos veremos pronto. -se aleja-.
-¿No crees que deberías retirarte también?
-No, me quedare por aquí. Te esperare si hace falta.
-No puedes quedarte aquí afuera, llamaran a los guardias.
-Como si me importara.
-No tiene caso discutir contigo.
-Subaru.
-¿Qué? Ah, amo Reinhardt, es un placer verlo -inclinándose-.
-Igualmente, sabes el día de hoy quería pedirte ayuda con…
-¡Alto ahí! ¡¿Quién diablos eres tú?!
-Am, Reinhard Van Astrea, miembro de la familia de esta mansión. ¿Y tú eres?
-Hay no, por favor Reinhard, te lo pido, no le hagas caso a este tipo.
-Yo soy Garfiel Tinsel, un alfa muy poderoso y el compañero de este lindo omega.
-… ¿Compañero? ¡Subaru!...
-¡No! ¡No! ¡No! No es lo que tú crees, vayamos adentro y te explicare todo.
-¡Detente ahí Subaru! ¡No quiero que vayas con ese tipo! ¡Ese sujeto es claramente un alfa y no quiero que estes cerca de otro mientras no tengas mi marca!
-… Reinhard, ayúdame en esta ocasión.
-¡Cierren las rejas!
Los guardias de la familia, inmediatamente cerraron la reja de acceso a los terrenos de la mansión, impidiendo que Garfiel pudiera acercarse, aunque estaba molesto y seguía gritando el nombre del pelinegro, sabía perfectamente que no debía intentar entrar, pues sería detenido y terminaría metiéndose en problemas. Puede que sea realmente fuerte, pero sabe que no es buena idea buscar conflicto con una familia poderosa y aunque recién conocía a Reinhard, estaba seguro de dos cosas, que era de una familia influyente, así como de que no lo quería cerca de su omega. Por lo que siguió gritando el nombre de Subaru hasta que ya no lo tuvo a la vista y se alejó un poco del lugar para hacer tiempo.
En el interior de la cocina de la mansión, Reinhard estaba esperando impaciente la explicación por parte de su sirviente y amigo. Ya que nada de lo que acababa de ocurrir tenía sentido para él.
-¿Ese tipo? ¿Lo que dijo es verdad?
-No, claro que no.
-Pero dijo que era tu compañero, Subaru, acaso tu… ¿Ya te dejaste marcar? ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué llevar la marca de ese tipo y no la mía?
-¡Te repito que no es lo que crees! ¡No me he dejado marcar en absoluto! Y pensé que también habíamos superado lo de tu propuesta.
-Perdona, me sentí traicionado con lo que escuché, no era mi intención.
-Agg, mira, ese niño esta necio con que sea su omega. Pero no voy a serlo, sabes perfectamente que estoy con Emilia, así que de ninguna manera me dejare marcar. Ese tipo solo está en negación, es todo, no pienso ser su omega.
-Igual me preocupa, se ve muy decidido, ya te cela y eso que ni siquiera correspondes sus sentimientos.
-Ni los corresponderé, por eso quiero pedirte que me ayudes a ahuyentarlo. No puedo estar lidiando con él, trabajar, salir con Emilia y hacer mil cosas más.
-Subaru, sabes que no es tan sencillo, cuando un alfa encuentra a un omega de su interés. Es muy difícil hacerlo cambiar de opinión.
-Pero tienes que hacerlo, no puedo lidiar con esto yo solo. Por la noche ya tuve pánico de que el estuviera vigilándome por la ventana y esta mañana ya estaba afuera cuando venía hacia acá.
-Mmmmm en teoría puedo ahuyentarlo, pero solo será efectivo mientras estes en territorio de la mansión, fuera será complicado. Aunque si te pongo el sello de mi familia, podría ser una forma efectiva de alejarlo.
-Es verdad, con eso estaré protegido de cualquier alfa.
-Pero si te pongo mi sello, entonces serás oficialmente mi pertenencia y tendrás problemas para seguir con Emilia.
-Descuida Reinhard, cuando hable con ella y le explique la situación es seguro que entenderá. Además, no es con el propósito real de que me reclames posteriormente, es solo una fachada para ayudarme con ese demente.
-Bien, si tú lo dices, entonces te pondré mi sello.
-Esplendido, deja que me ponga al corriente con el trabajo aquí y después iré a alcanzarte. Jajaja, ahora con tu ayuda me desharé de ese tipo.
Subaru comenzó con sus actividades en la cocina y el resto de la mansión, poniéndose al día con el resto del personal. Una vez terminada sus actividades fue a la biblioteca familiar donde Reinhard lo esperaba, se puso frente suyo y este le mostro un sello en la palma de su mano, uno mágico con el cual estaría a salvo de ser reclamado por algún alfa.
-¿Estás seguro de esto?
-Por supuesto, nunca he estado más seguro de nada.
-Bien, descubre un poco tu hombro, necesito colocarlo donde normalmente un alfa te pondría su marca.
-Claro, de inmediato, ¿Con esto es suficiente?
-Si, ahora déjame ponerlo.
Reinhardt coloco la palma de su mano derecha entre el hombro y el cuello del lado derecho de Subaru, un brillo pequeño pero potente se hizo presente y el sello que estaba en la palma ahora se encontraba sobre la piel de Subaru, prueba de que había sido exitoso al momento de ponerlo.
-Listo, con esto estarás protegido.
-Cielos, nunca pensé que de verdad tendría uno de estos encima, pero no está mal, de echo me gusta, parece un tatuaje.
-Es mucho más importante que un tatuaje.
-Lo sé, lo sé, no era la intención compararlos así. Pero ahora gracias a ti, podre deshacerme de ese sujeto. En verdad te lo agradezco.
-No hace falta, eres mi amigo y con gusto te ayudare. Ahora que lo pienso, tu turno no debe tardar en terminar. ¿Piensas salir ahora?
-Me gustaría hacer un poco más de tiempo, pero no arregle con Otto que viniera a recogerme, así que lo mejor será que me retire.
-¿Y si te topas con ese tipo de antes?
-Tranquilo, ahora con tu sello, no hay de que preocuparse. Incluso podría comprobar la eficacia de este, del cual no tengo ninguna duda tampoco jajaja. Deja me retiro entonces.
-Subaru…
-¿Si?
-Por favor, solo ve con cuidado.
-Descuida amigo, estaré bien.
Subaru dejo la biblioteca, para ir por sus pertenencias en un área de trabajadores. Una vez con ellas, salió de la mansión en dirección a la entrada principal, al pasar las rejas comprobó con rapidez que aquel chico no se encontraba cerca por lo que se fue alejando con calma del sitio. Mientras tomaba su camino habitual, fue hacia una zona del mercado por algunos víveres extra y mientras compraba unas manzanas, sintió como alguien colocaba su brazo alrededor del cuello y le hablaba con voz seductora.
-Vaya, por fin te encuentro lindura.
-Aggg -alejándose- Garfiel, no me asustes de esa forma otra vez.
-Bien, bien, no lo hare, solo estaba feliz de verte.
-¿De dónde saliste ahora que lo pienso? Aquí está el pago, muchas gracias.
-Bien, quise esperarte frente a la mansión de ese tipo, pero no me permitieron quedarme en el vecindario. Por lo que estuve esperando en un parque cercano, permanecí ahí hasta que me llego tu familiar aroma y entonces seguí el camino hasta este lugar.
-¿Seguiste mi rastro? Ah, eso es perturbador. -comienza a caminar-.
-Tranquilo, tienes un aroma exquisito. -alcanzándolo-. Puedo asegurarte que lo adoro, así como adoro cada cosa tuya.
-Por favor no puedes decir algo como eso, apenas si me conoces.
-Bueno, iré conociéndote, después de todo vamos a ser pareja.
-Nada de eso, yo no pienso serlo.
-No hables tan deprisa, porque antes de que te des cuenta, vas a llevar mi marca en tu… ¿Ah?... ¿Qué es eso?
-¿Qué cosa? -deteniéndose-.
-¡Eso! ¡Tienes algo raro en ti! -señalándolo-.
-No tengo nada de raro… (el sello) … mira aún tengo cosas que hacer, así que déjame… ¡AAAAA! Oye, suéltame, ¿Por qué me estas jalando?
-Ven conmigo, quiero revisar algo.
-Hey, basta, la gente está mirando, harás que me caiga.
Garfiel arrastro a Subaru de su mano derecha mientras el otro sujetaba la bolsa con víveres y trataba de resistirse. El más bajo se veía muy molesto y entro con el otro a un callejón dando vuelta en este y deteniéndose, mirando al contrario que se notaba nervioso, antes de que Subaru pudiera hacer algo el otro se le acerco y provoco que dejara caer su bolsa, Garfiel aparto un poco la camisa del más alto hasta dejar descubierta el área que querida, cambiando su expresión de molestia por una de asombro al ver el sello en ese lugar.
-¿Qué?
-¡Suéltame! Idiota, ahora tengo que recoger todo.
-¿Qué? ¿Qué haces con eso? ¿Por qué lo tienes?
-Es un sello de un alfa. Es para protegerme.
-¡¿Un sello de un Alfa?! -Muy molesto- ¡¿Y porque diablos lo tienes?!
-Es para protección. Mi amo Reinhardt me lo coloco, de esta manera no puede querer reclamarme ningún alfa, porque técnicamente soy de su propiedad ahora.
-¡¿Acaso estas saliendo con ese niño rico?! ¡¿Qué es lo que pasa contigo?! ¡Daté cuenta de lo que te dije! ¡Yo soy tu alfa, yo seré tu compañero! ¡¿Cómo te dejas poner el sello de otro alfa?! ¡Maldito miserable!
-Es para que me dejes en paz, entiende que no quiero nada contigo.
-¡Aggggg! ¡Estas siendo un completo irracional!
-Aquí el irracional eres tú, no entiendes que no te correspondo.
-¡Cállate! ¡Yo soy el alfa aquí y no puedes desafiarme de esta forma! ¡Incluso si no te he marcado! ¡Debes entender que no puedes hacer algo como esto!
-Claro que lo hare, hare lo necesario para protegerme.
-¡AAAAA! ¡Subaru! ¡Me estás haciendo enloquecer!
Mientras Subaru recogía sus cosas, Garfiel dio un golpe a la pared con su puño izquierdo, marcándose un poco una transformación, lo cual capto de inmediato la atención del otro, dándose cuenta de un detalle que había pasado por alto.
-Eres un semihumano.
-Así es y entonces debes entender que no es buena idea hacerme enojar -controlando la transformación- no querrás verme cuando pierdo el control.
-Imagino lo que serias capaz de hacer, pero tampoco creo que te atrevas a provocar un desastre en medio de la ciudad y con tanta gente, así que no tengo nada de qué preocuparme.
-Subaru, estas jugando con mi paciencia.
-Tu ya has terminado con la mía. Ahora me retiro.
Cuando se dio la vuelta, Subaru fue detenido en un instante por Garfiel y antes de que pudiera decir algo sintió como este daba un ligero mordisco en el área del cuello. Causando que le entrara un gran pánico y alejándose de este hasta topar con la pared opuesta. Desde ahí miro a Garfiel el cual mostraba una mirada de satisfacción mientras el intentaba controlar su agitación.
-Ah-ah-ah, ¿Qué? ¿Qué hacías? ¿Acaso tu… intentaste marcarme?
-Ha, qué más quisiera, pero no podía hacerlo, no aún. Lo único que hice fue deshacerme de ese molesto sello que tenías encima.
-¿Qué? Eso no puede ser, el sello no puede deshacerse.
-Mira tú reflejo en esa ventana entonces.
Subaru lo hizo y noto con asombro como el sello de Reinhard, quien era un alfa fuerte y poderoso y por ende la protección igual, ya no se encontraba presente, dejando en cambio solo un muy ligero rastro de los colmillos de Garfiel.
-No esta… de verdad lo deshiciste. ¿Pero cómo? ¿Cómo es posible?
-Ese sello era resistente, es cierto, no lo negare. Pero no pudo hacer frente a mi voluntad, para que un sello desaparezca, es prueba de que el alfa que lo rompió tiene toda la intención de reclamar al omega en cuestión, no importa que protección te pongan, puedo deshacerla una y otra vez. Ahora que te han quedado claras mis intenciones -acercándose y poniendo una mano en el área del sello mientras ve a Subaru por el reflejo- que te parece si de una vez pongo mi marca en ese lindo cuerpo tuyo.
-… ¡AAAAAAAAAA! ¡Aléjate de mí! -separándose, con miedo y pegado a la pared- ¡No te acerques! ¡Por favor no te acerques!
-Con calma mi lindo omega, no tienes que ponerte nervioso, míralo de esta forma, una vez que ter marque, serás oficialmente mío y no tendrás que preocuparte más de nada.
-¡No! ¡No! ¡No! ¡No quiero ninguna marca de ningún alfa! ¡No me marques por favor! ¡No quiero pertenecer a ningún alfa! ¡No te me acerques!
-Veo que estas muy nervioso, pero mientras más pronto lo haga, más pronto lo aceptaras, así que dejémonos de juegos y déjame proseguir.
-¡Aléjate! ¡Aléjate! ¡No quiero nada contigo! ¡Con ningún alfa! ¡Yo pienso casarme con mi novia Emilia! Ugh…
Subaru se percató que nunca había mencionado sobre su relación al otro chico, noto como este cambio su expresión de diversión y superioridad, por una de perplejidad mientras lo observaba. Podía notar que estaba en shock, más juraba que por dentro debía ser como un volcán a punto de explotar, no había forma alguna de que una noticia como esa le agradara al alfa que pretendía a un omega.
-Garfiel…
-Ha, que gracioso, por un segundo juraría que te escuche decir que tienes novia.
-Am…
-Lo cual es una completa tontería, porque no hay forma alguna de que una chica quisiera estar con un chico omega. Jajaja y yo que pensaba que no tenías sentido del humor con esa cara tan seria que pones, pero veo que me equivoque, creo que nos llevaremos bastante bien jajaja novia, si claro.
-Digo la verdad.
-¿Ah?
-Yo… tengo una novia, una medio elfa llamada Emilia.
-¿Qué?
-Llevamos mucho tiempo juntos y de echo… estoy planeando pedirle matrimonio.
-… ¡¿QUE DIABLOS HAS DICHO?!
El grito y la furia de Garfiel fueron visibles, pues sus dos brazos comenzaron a mostrar rastros de transformación, su expresión era de completa furia, sus ojos brillaban y hasta sus colmillos se veían más afilados. La noticia de los planes de Subaru, lo había hecho enfadar enormemente, pues estaba haciendo uso de todo su autocontrol para no transformarse por completo y descargar su ira contra el omega. Este en cambio estaba aterrado, dio media vuelta y comenzó a correr de regreso hacia donde había gran flujo de gente. Garfiel solo grito su nombre con gran enojo, más nunca miro hacia atrás, corrió todo el camino hasta llegar a su hogar, entro y cerró la puerta tras suyo recargándose en ella, recuperando el aliento. El sonido de unos golpes en esta lo asustaron y pregunto asustado de quien se trataba, relajándose al escuchar la voz de Otto y haciendo que pasara velozmente para cerrar rápidamente.
-Amigo, que sucede, te vi correr como si te estuviera persiguiendo la muerte, ni siquiera escuchaste cuando te llamé.
-Otto, Otto, Otto, amigo, esto es grave, en verdad grave, me estoy muriendo de miedo, apenas si puedo mantenerme de pie.
-Sentémonos entonces y cuéntame, ¿Qué ocurrió? ¿Acaso ese alfa te hizo algo?
-Si, no, bueno, tal vez empeore las cosas a un nivel más grande.
-¿Qué? No te entiendo, explícame.
Tras una detallada explicación, Subaru se encontraba con semblante temeroso, cubriendo sus ojos con las manos, mientras que Otto estaba sentado a su lado posando una mano sobre la espalda del contrario en un intento de consolarlo.
-Estoy muerto.
-Con calma amigo, seguro que… que algo… se puede hacer al respecto.
-Ese tipo quito el sello de Reinhard, ¿Cómo voy a pararlo?
-Ah… yo… no lo sé amigó.
-Tengo miedo, mucho miedo.
-Si, ese tipo asusta y eso que es un chico muy joven. Cuesta creer lo decidido que está a tenerte.
-Quiero salir huyendo, pero algo me dice que ira tras de mí.
-Tienes razón, lo más probable es que lo haga. Cielos, ¿Por qué siempre todo tiene que ser tan complicado con los alfas? Sería mucho más sencillo si tan solo… te dejara en paz. ¡Eso es!
-¿Qué cosa?
-¡Subaru! Tienes que buscar a Emilia cuanto antes y casarte con ella.
-¿Qué?
-Si lo haces, el tendrá que dejarte en paz, ningún alfa se entromete en la vida de un omega que ya está en matrimonio. Si tu y Emilia se casan, entonces deberá dejarte en paz.
-…es cierto, lo que dices es verdad. Pero no puedo presionar a Emilia a casarnos tan apresuradamente, menos en esta situación.
-Pero tu y ella tienen esa intención, ¿No? Llegar a casarse, estoy seguro que si le explicamos la situación y si ella en verdad siente lo mismo por ti, accederá, aunque sea de forma tan repentina y urgente. Tal vez no podamos elaborar una bella ceremonia como quisieras o una propuesta nocturna como siempre me cuentas hasta hartarme, pero esas cosas podrán hacerse posteriormente, por ahora lo importante es que se casen cuanto antes.
-Aun así, no quiero molestarla con este problema, no es justo para ella.
-¡Si no haces algo rápido, terminaras teniendo los niños de ese loco!
-…Había pasado por alto ese detalle, ¡Tengo que buscar a Emilia lo antes posible!
-¡Alto idiota! ¡No puedes salir así nada más! ¡Serás un blanco fácil!
-Si, pero…
-Sin peros, mira, creo que lo mejor es que nos quedemos en casa por lo pronto. Ese sujeto no ha venido aquí y dudo que decida irrumpir, por más loco que este debe tener conciencia del respeto a la propiedad privada. Mañana por la mañana iremos a la mansión y pediremos ayuda a Reinhard para que puedas ir sin problema hasta la residencia de Emilia.
-Me gusta el plan, aggg pero esperar hasta mañana ahora se sentirá eterno.
-Estamos juntos amigo, sería peor si estuvieses solo jaja.
-Otto, gracias.
El resto del día fue con calma en el departamento, el atardecer se fue haciendo presente y pronto la noche estaba gobernando sobre el cielo de la ciudad. Subaru miraba por una ventana hacia el exterior, estando muy nervioso por todo lo ocurrido, Otto lo alejo de esta y cerro las cortinas para ayudarle a relajarse. Ambos cenaron un poco, para después prepararse para el descanso. Subaru fue hacia su habitación, mientras Otto le aseguraba que estaría atento, vigilando por cualquier cosa, dándole un poco más de seguridad al pelinegro quien cerró la puerta del cuarto. Ya en esta se sintió un poco más tranquilo, dirigiéndose al buro junto a su cama, sacando de un cajón el anillo con piedra ónix morada, ese anillo seria la llave que le daría la oportunidad a una vida más sencilla, siempre que su amada correspondiera, lo miro sintiendo algo de esperanza, más fue devuelto a la realidad cuando escucho unos golpes en su puerta. Dejo el anillo en el buro y fue hacia esta.
-¿Mmm? ¿Otto? ¿Qué pasa? Prefieres dormir en tu cuarto… ah…
-Hola mi lindo omega.
La calma fue cambiada por una sorpresa llena de temor, Garfiel estaba ahí delante suyo con una sonrisa traviesa y sosteniendo su brazo derecho en alto en el marco de la puerta impidiéndole el escape. Velozmente noto detrás de este a Otto el cual estaba inconsciente en el suelo, la puerta principal seguía cerrada, por lo que dedujo que entro por la ventana donde hace poco el miraba al exterior. Con miedo dio un par de pasos hacia atrás mientras el otro continuaba mirándole con satisfacción.
-¿Qu-que… que haces aquí?
-Veras mi lindo Subaru, después de hacer una rabieta por la noticia que me disté, decidí calmarme un tiempo antes de venir. Mas claro que vine con un objetivo en mente. No pienso dejar que sigas en esa relación con esa chica, de ninguna manera, por lo que esta noche pasaras a ser mi propiedad.
-No -retrocediendo más- no eso no por favor, no te atrevas. No quiero, en verdad, por favor entiéndelo, no quiero esto, yo quiero seguir con mi vida tranquila, te lo pido, no continues con esto.
-Lo siento mi dulce omega, pero esto ya está decidido.
Subaru temió lo peor y rápidamente trato de salir de la habitación para en un segundo ser aventado hacia la cama por la fuerza de Garfield. En un instante, noto al otro sobre el mientras le colocaba su mano izquierda al costado del rostro.
-Tranquilo Subaru, no pienso hacerte nada aun, eso será más adelante, ya que quiero que sea más especial. Por ahora -enseñando sus dientes- bastara con ponerte mi marca.
-¿Qué? ¡No! ¡Aléjate!
-Vaya que eres necio, pero muy debilucho.
Con mínimo esfuerzo, Garfiel lo hizo darse la vuelta quedando de espalda en la cama. Subaru intentaba moverse, tratando de liberarse, pero la fuerza de Garfiel era claramente superior, ya que no lograba más que agitarse un poco sin lograr nada. Este uso su mano izquierda para sujetar las dos manos del contrario, dejando sus brazos extendidos hacia el frente, delante de la cabeza, mientras que, con la mano derecha, descubría parte del cuello y hombro del lado derecho, justo donde había tenido el sello previamente.
-Pero que encanto.
-Basta, suéltame por favor.
-Nada de eso mi Subaru. Es tiempo de concretar lo nuestro.
-No, por favor detente, no lo hagas.
-Subaru, eres hermoso.
Garfiel dijo eso al oído del contrario y de pronto Subaru sintió su mordida entre el cuello y el hombro, era doloroso, sentía muchos puntos afilados, así como un poco de sangre que brotaba de las heridas, pero sobre todo sintió un potente calor que comenzaba a recorrer todo su cuerpo, seguido de una sensación de debilitamiento, perdía sus fuerzas velozmente y ya ni siquiera intentaba resistirse, siendo incluso incapaz de quejarse o emitir sonido alguno. Garfiel dejo de morderlo y le dio un beso en la herida, antes de dejar caer todo su peso sobre este, dejando su cabeza detrás de la suya.
-Ahora, ya eres mío, mi omega, mi precioso Subaru.
-A…a…a…
-Mi Subaru.
Sus fuerzas menguaron y su consciencia también, el sueño comenzaba a apoderarse de él y poco antes de cerrar los ojos, noto el anillo sobre el buro, dejo salir un par de lágrimas, pues, aunque estaba confundido y débil, sabía perfectamente lo que había ocurrido, así como lo que conllevaría después.
Continuara…
Este capítulo llego a un punto importante, pronto veremos la reacción inmediata de Subaru ante su marca y las cosas que sucederán después. Nos vemos en el siguiente capitulo.
