Capítulo 38: Navidad en Nueva York.

Tras la marcha de Hans y Lars, les tocó el turno a Elvira, Severus y Morgana. Cogieron su traslador y en pocos minutos estaban en Nueva York. Elvira y Severus llevaban días hablando sobre fechas para su boda, decidieron que la fecha perfecta sería el lunes 5 de abril, podría arreglarse que los invitados de fuera de Hogwarts llegaran el jueves o el viernes anterior y ya habría vacaciones en Hogwarts durante días, por lo que podrían tenerlo todo prácticamente preparado cuando llegaran. Lo hablaron con Morgana, Albus y Minerva, a los cuales les pareció estupendo, no dirían nada hasta que ellos mandaran las invitaciones de boda.

Cuando llegaron a Nueva York, como en las anteriores ocasiones, en la puerta de la oficina del ministerio estaban Caliope y Thomas. Morgana corrió a abrazarlos en cuanto los vio, se moría de ganas de volver a verlos. Justo después llegaron Severus y Elvira donde el matrimonio mayor estaba abrazando y besando a la niña, admirando lo mucho que había crecido en tan poco tiempo. Caliope y Thomas saludaron a su hija y su futuro yerno cariñosamente. Caliope dijo abrazando a su hija:

-Me alegro tanto de veros por fin. Estoy tan feliz desde que recibí vuestra carta diciendo que os vais a casar. Enséñame el anillo, por favor. - Elvira completamente emocionada le enseñó el anillo de compromiso a su madre.

-¿Qué te parece, mamá?

-Es perfecto, querida, precioso, tienes un gusto exquisito para elegir joyas, Severus. - Thomas dio la razón a su mujer y Severus dijo:

-Por supuesto que tengo buen gusto, no sólo cuando se trata de elegir joyas, también cuando se trata de elegir esposa. - Elvira lo besó.

-¿Cómo no estar loca por ti cuando puedes ser tan adorable? - Morgana dijo:

-Creo que algunos de mis compañeros de clase no estarían de acuerdo contigo, Elvira.

Todos se reían, incluido Severus. Salieron de la oficina y fueron a la zona muggle a buscar un taxi, decidieron no sacar su coche, había nevado la noche anterior y aún tenían que despejar la entrada de su garaje, además de que el quitanieves aún no había pasado por su calle al salir a buscarlos.

Decidieron ir en taxi hasta una calle cercana a la casa de los padres de Elvira, entonces al bajar del coche, se aseguraron de que no había nadie y expandieron las maletas que llevaban en sus bolsillos durante el viaje en traslador, por si los veía entrar algún vecino. No los vio nadie entrar, en cuanto llegaron admiraron la bonita decoración navideña del salón y Caliope y Thomas les dijeron que subieran a instalarse y después bajaran a tomar un chocolate caliente. Lo hicieron rápidamente, después del frío que hacía fuera necesitaban algo calentito. Elvira ayudó a Morgana a ordenarlo todo con magia, ella aún no podía hacer magia fuera de la escuela. Bajaron y fueron a la cocina donde disfrutaron de chocolate caliente con nubes de azúcar y galletas de Navidad. Entonces les dijeron a Caliope y Thomas que habían decidido casarse el día 5 de abril en Hogwarts, estaban encantados, les dijeron que era lunes, que organizaran el viaje para el jueves o el viernes antes y que ellos irían a buscarlos a Heathrow cuando llegaran y los llevarían a Hogwarts. Cuando empezaron a decir que sería una molestia para ellos Severus se apresuró a decir:

-Para nada, lo tenemos todo planeado, cogeremos un taxi desde allí y luego iremos a la librería de un buen amigo que tiene el floo conectado con el despacho de Dumbledore, llegaremos allí en seguida.

Con Thomas no habría problema, era muggle, pero sabía cómo usar el floo, lo había usado más de una vez con su mujer, incluso le divertía. Estuvieron charlando, poniéndose al día, le preguntaron a Morgana por sus notas, ella les dijo que muy bien, Elvira, muy orgullosa, dijo que fue la mejor de su clase y Severus le dio la razón, Morgana se sintió un poco avergonzada por los muchos halagos que recibió. Los recién llegados empezaron a notar el cambio horario y Caliope los obligó a echarse por lo menos un rato. Severus dijo que su próxima investigación sería una poción para no sentir el jet lag, los demás reían.

-¿De qué os reís? Estoy hablando en serio. - Entonces Morgana dijo:

-Yo te ayudaré, Severus. - Él dijo rodeando sus hombros y besando su frente:

-Por supuesto, querida, seguro que serás una maravillosa ayudante, si lo conseguimos, repartiré los beneficios contigo. - Ella lo abrazó y luego subieron a sus habitaciones donde en poco tiempo estaban dormidos.

Cuando se levantaron un par de horas después, Elvira, Severus y Morgana pasaron la tarde con Thomas y Caliope charlando y viendo películas navideñas por televisión y riendo contándoles las cosas que pasaron en Hogwarts los últimos meses. Cuando Morgana se fue al baño a ducharse antes de cenar mientras llegaba la pizza que pidieron, Caliope y Thomas les contaron que no debían preocuparse más por el guarro aquel al que Severus ayudó a encerrar, le cayeron 15 años de cárcel, por un montón de cargos de posesión de pornografía infantil y algunas denuncias de acoso y exhibicionismo que pusieron algunos vecinos, los padres de ese desgraciado se mudaron a Texas y vendieron la casa, Severus y Elvira se mostraron entusiasmados por la noticia. Cuando Morgana volvió llegó la pizza poco después y cenaron, haciendo planes para el día siguiente, era Nochebuena y decidieron ir al centro de la ciudad a ver la decoración navideña y el árbol del Rockefeller Center, también pensaron en ir de tiendas porque Elvira pensó en mirar vestidos de novia, pero decidieron dejarlo para después del día de Navidad, Caliope quería llevarla a la tienda vintage donde encontró el vestido que le regaló y en la que seguro que encontrarían algo que le podría gustar, aunque también podrían visitar alguna tienda de vestidos de novia más convencional, si ella quería, pensaron que sí, que aunque no encontrara nada por lo menos se divertirían las tres, por supuesto, Severus estaría excluido de ese plan… y Thomas le dijo que mientras ambos podrían ir a dar una vuelta o ir al cine o a ver un museo, a Severus le pareció bien, tampoco es que se muriera de ganas de ir de compras.

Se fueron a dormir un rato después, Severus y Elvira a su habitación de invitados habitual y Morgana a la antigua habitación de Elvira. Tras darle las buenas noches a Morgana, Elvira puso un hechizo que los avisaría si se levantaba o se acercaba a su habitación…para que no los pillara en una situación comprometida. Caliope y Thomas también se fueron a dormir, querían levantarse temprano, Thomas para preparar un desayuno especial y Caliope para avisar a su amigo Pietro, el dueño de la tienda vintage que visitarían, para decirle más o menos la hora a la que irían. Una vez estuvieron todos en sus dormitorios y en pijama Severus abrazó a Elvira y la besó apasionadamente.

-Estaba deseando besarte.

-Yo también, pero será mejor que lo hagamos en otro momento, no sé a ti, pero a mí el jet lag me ha afectado más de lo que creía… y quiero tener toda la energía posible para disfrutarlo al máximo… - Severus la besó suavemente, apenas un roce de sus labios.

-Yo también estoy agotado, cariño, pero no me resistía a besarte… ya veremos si da tiempo mañana por la mañana… o sino por la noche lo cogeremos con más ganas. - La cogió en brazos, la acostó y se arroparon, se besaron y poco después estaban dormidos y abrazados.

A la mañana siguiente se resistieron a la tentación de ducharse juntos, compartían el baño del pasillo con Morgana y no querían que les sorprendiera desnudos, primero se duchó Elvira, mientras ella se secaba el pelo él se duchó, Elvira se estaba peinando y Severus salía de la ducha envolviendo una toalla alrededor de su cintura no lo suficientemente rápido para evitar darle un espectáculo a Caliope que entró justo en ese momento buscando a Elvira, creyendo que estaba sola, a Severus por poco le da un infarto y estuvo a punto de resbalar y caerse. Caliope se sintió avergonzada, se disculpó y se fue apresuradamente. Elvira soltó una risita y Severus le dijo:

-Eso no ha sido nada divertido. ¿Cómo voy a mirar a tu madre a la cara? - Elvira entonces estalló en carcajadas, cuando se recuperó abrazó a Severus que estaba acabando de secarse.

-¿Me perdonas, cariño? No me río de ti, es que nunca había visto a mi madre así de avergonzada… ni a ti tan mortificado…

-No es para menos, mi suegra acaba de verme desnudo. ¿Y si fuera al revés y te hubiera visto así mi padre a ti? - Ella se quedó pensativa por un momento.

-Severus, sinceramente, si tu padre estuviera vivo, ¿Me lo hubieras presentado? ¿Hubiéramos pasado las vacaciones de Navidad con él? - Severus se pasó la mano por el pelo.

-Está bien, no es un buen ejemplo porque si ese monstruo estuviera vivo lo hubiera metido en el peor asilo que hubiera encontrado y jamás hubiera permitido que se acercara a ti ni a Morgana, pero ese no es el tema, ¿Ahora qué hago? ¿Cómo voy a mirarla a la cara sin morirme de vergüenza? - Elvira lo besó en la mejilla.

-Tranquilo, antes de irse dijo que iba a su habitación, voy a ir allí y hablaré con ella, le advertiré de que no es necesario que se disculpe por entrar sin llamar y que no mencione nada, que te sientes avergonzado y es mejor que no te mortifique más o te pasarás todas las vacaciones mirando al suelo.

Severus suspiró resignado y dejó que ella se ocupara de ese incómodo asunto. Elvira fue a la habitación de sus padres, Thomas estaba preparando el desayuno con Morgana. Llamó a la puerta y su madre la hizo pasar, Elvira entró y cuando Caliope cerró la puerta y se miraron empezaron a reír hasta que lágrimas de risa corrían por sus mejillas.

-Pero mamá, ¿cómo se te ocurre no llamar a la puerta?

-Perdona, hija, creía que estabas sola y quería preguntarte si habías acabado con el secador, el mío ha decidido que no quiere funcionar más cuando estaba terminando de secarme el pelo.

-Bueno, no pasa nada, sólo no menciones nunca ni a Severus ni a nadie lo que has visto… de lo contrario es posible que no salga del dormitorio de invitados hasta el día de marcharnos.

-Está bien. Sólo te diré una cosa aquí entre nosotras… enhorabuena hija, no sólo es encantador e inteligente, ahora entiendo tu cara de felicidad desde que estás con él… - Le guiñó un ojo pícaramente.

-¡Mamá por favor! A eso me refiero, por favor, no hagas comentarios con doble sentido… - Caliope la interrumpió.

-No te preocupes, no diré nada que lo incomode, ya he metido bastante la pata… pero eso sí, esta noche tengo que acordarme de poner el hechizo silenciador en mi habitación.

Las dos volvieron a echarse a reír. Caliope iba a terminar de vestirse y a llamar a Pietro para quedar con él en dos días.

Cuando salió de la habitación de su madre, Elvira fue a vestirse rápido y cuando llegó a la cocina Thomas estaba empezando a servir el desayuno, había preparado gofres. Severus y Morgana estaban echando sirope de chocolate y frutos rojos sobre los suyos, ella se sirvió los suyos con miel y canela. Luego llegó Caliope, Severus se sintió un poco incómodo, pero cuando no notó ninguna mirada extraña por parte de su suegra y que no hizo ningún comentario se sintió mucho más tranquilo. Severus se vistió con ropa muggle ya que decidieron ir esa mañana a pasear por el barrio y almorzaron en un restaurante griego cercano. Después fueron al centro de la ciudad, ya estaban encendidas casi todas las luces navideñas de las grandes tiendas. Estuvieron esperando a ver el encendido del árbol del Rockefeller Center, Morgana estaba fascinada. Elvira sugirió patinar pero había tanta gente por ser Nochebuena que finalmente desistieron. Pasaron el rato hasta la hora de cenar paseando por Central Park, que nevado estaba precioso.

Estuvieron cenando en un bonito restaurante muggle, Caliope les contó que lo habían descubierto una noche que quedaron para cenar con Naomi Greenland y su marido, Elvira sugirió ir a visitarla para agradecerle su ayuda con el tratamiento de Severus. Todos estuvieron de acuerdo, Caliope le mandaría una lechuza en un par de días, Morgana sugirió que le mandaran unas muestras de los cosméticos mágicos de Elvira, ella había ayudado a Severus y Elvira con su desarrollo y estaba muy entusiasmada con la tienda para la que empezarían a buscar un local en enero. Le contaron a Caliope y Thomas el proyecto con los gemelos Weasley y les pareció una gran idea. Severus dijo que les proporcionará un ingreso extra y como eran productos de fácil elaboración y mejora, les daba tiempo y financiación para investigar otras pociones más complejas, además de que pensaban vender pociones curativas complicadas por encargo, pero esos encargos por lo general no eran tan frecuentes, pero todo el mundo era vanidoso y le gustaban esas cosas. Caliope estuvo de acuerdo, Elvira les mandó unas semanas antes unos cuantos productos y les gustó mucho a los dos, ella prometió que después les mandaría más cosas.

Cuando terminaron de cenar volvieron a casa, no había manera de encontrar un taxi y estaba empezando a nevar un poco más fuerte, así que decidieron aparecerse directamente en el salón de la casa, fueron a un punto de aparición escondido en un callejón y Caliope, Elvira y Morgana se aparecieron primero y luego lo hicieron Severus y Thomas, a él no le gustaba mucho aparecerse así, por el mareo, pero sólo lo hacía con su mujer muy ocasionalmente y Severus hizo que el mareo no fuera muy intenso. Ya estaban todos allí y Caliope decidió que se pusieran todos el pijama y vieran una película de Navidad antes de dormir, Caliope sugirió ver ¡Qué bello es vivir! Y no se lo negaron. Severus y Elvira se sentaron juntos en el gran sofá, él rodeó sus hombros con su brazo y al otro lado estaba Morgana, Thomas se sentó en su sillón reclinable favorito y Caliope se acomodó en el regazo de su marido. Al terminar la película, Caliope estaba casi dormida encima de Thomas y Morgana se había quedado profundamente dormida abrazada a Severus, Elvira le dijo que podrían llevarla en brazos o levitarla a la cama. Él asintió y la cogió en brazos y le dijo que se adelantara para abrir la puerta de la habitación y destapar la cama. Caliope ya se había espabilado y miraba con ternura cómo llevaba a la niña dormida escaleras arriba, le dijo a su marido al oído:

-Creo que Severus será un gran padre. - Thomas asintió:

-Lo sé. Creo es un buen hombre, nuestra hija ha elegido bien.

Severus dejó a la niña en su cama, que se despertó brevemente, Elvira le dijo:

-Tranquila, cariño, vuelve a dormir, la película ya se terminó y te quedaste dormida encima de Severus, él te ha traído aquí. - Morgana sonrió tímidamente y dijo:

-Siento haberme quedado dormida encima de ti y que tuvieras que cargar conmigo.

-No te preocupes, pequeña, no pesas tanto y no ha sido una molestia servirte de almohada, Elvira se suele quedar dormida encima de mí cuando corrige exámenes y ella pesa más que tú. - Elvira le dio un pequeño golpecito en el brazo.

-¿No me estarás llamando gorda? - Él dijo:

-No, cariño, pero aunque Morgana está casi tan alta como tú, digamos que no pesa lo mismo una niña que una mujer adulta.

-Está bien, por ahora, lo dejaré estar, ahora a dormir, que mañana es Navidad.

Morgana estaba completamente exhausta y en pocos minutos volvió a dormirse.

Elvira y Severus se cruzaron con Thomas y Caliope al salir de la habitación de Morgana, le dijeron que la niña ya estaba dormida y le habían puesto las protecciones habituales, se desearon buenas noches y cada pareja se fue a su habitación. Cuando entraron a su habitación, Severus, tras poner un hechizo silenciador, le confesó a Elvira que aún estaba incómodo por el incidente de esa mañana, ella le explicó que su madre sólo entró porque pensaba que ella estaba sola y que había terminado con el secador de pelo, porque el suyo se acababa de romper, que le prometió que no diría nada ni siquiera a su padre y que tampoco lo mencionaría ni haría comentarios con doble sentido para incomodarlo. Severus sabía que podía confiar en la palabra de su suegra. Entonces Severus pareció animarse y la besó hasta dejarla sin aliento.

-¿Qué te parece si empezamos a celebrar el día de Navidad? - Elvira simplemente lo agarró y lo besó apasionadamente y lo llevó a la cama e hicieron el amor con ganas.

El día de Navidad amaneció despejado, la nevada de la noche anterior terminó pronto y aunque hacía frío, brillaba el sol. Severus y Elvira se despertaron al escuchar la puerta de la habitación de Morgana. Se besaron y se desearon feliz Navidad. Se pusieron un pijama y una bata y bajaron al salón, ya estaban allí Caliope y Thomas con Morgana. Debajo del árbol de Navidad había un montón de regalos. Los adultos decidieron que la primera en abrir los regalos debía ser Morgana. Empezó abriendo los regalos de sus amigos de Hogwarts, casi todos eran galletas y chucherías, menos el de Charlotte, que le regaló un diario de pociones para que apuntara las recetas nuevas que pueda crear, después abrió los regalos de Caliope y Thomas, que le regalaron una colección de libros de Julio Verne y un vestido de fiesta muy bonito de color verde esmeralda con adornos en negro y un reloj mágico que podía programar para que la avise cuando llegaba las horas de sus clases o el tiempo de reposo de alguna poción, además era bastante bonito y tenía un gatito dibujado en la esfera que parecía jugar alrededor de las agujas. A Morgana le encantaron los regalos y los besó y abrazó emocionada. Después abrió los regalos de Elvira, le regaló un kit de maquillaje que acababa de crear especialmente para ella, era parecido al maquillaje para adultos que había hecho, pero los colores eran bastante más discretos y le dijo que sólo podría usarlo en ocasiones especiales, como por ejemplo para la boda, que no podía ir maquillada a clase. Severus asintió y dijo:

-Espero no tener que mandarte a lavarte la cara cuando te vea por los pasillos… o te confiscaré el maquillaje. - Morgana se acercó a él y lo abrazó.

-Severus, te prometo que nunca tendrás que hacerlo… no quiero que me lo quites.

Entonces todos se rieron. Después vio que Elvira le regaló también unos pendientes con forma de gatitos, que se parecían al colgante que le regalaron por su cumpleaños Caliope y Thomas. Elvira también le regaló unos libros que quería sobre pociones y un par de novelas de Agatha Christie. Entonces encontró los regalos de Severus, le compró una edición especial de una trilogía de novelas de fantasía muy populares entre las chicas de Hogwarts que le gustaron mucho y una bata especial de trabajo para que la usara en el laboratorio privado de Severus cuando fuera a ayudarlo a hacer pociones. Después de agradecérselo efusivamente, Morgana vio una cajita de tamaño mediano con una etiqueta con su nombre.

-¿De quién es esto? - Severus dijo:

-Es de mi parte, espero que te guste.

Rompió el papel verde brillante que la cubría y era una caja de madera oscura labrada con un pequeño pestillo plateado, era bonita del tamaño de un joyero, no excesivamente grande, la abrió y sonaba un nocturno de Chopin, era una caja de música muy bonita, dentro había un pulsera de plata con una cadena no muy gruesa, ideal para ella, tenía un pequeño colgante con un corazón con un cristal celeste, Morgana miraba embelesada la pulsera, cuando reaccionó dijo:

-Severus, es muy bonita, no debiste hacerlo, era suficiente con lo que me regalaste. - Él cogió la pulsera y la puso en la muñeca de la niña.

-Sí, debía regalártela, esta pulsera era de mi madre, la única joya que no tuvo que ocultar de mi padre, porque él pensaba que era una baratija, ella se lo hizo creer usando magia, se la regaló su abuela cuando tenía tu edad, no se la quitó nunca desde entonces, le sugerí que podíamos hacer de ella un traslador por si ella se encontraba en peligro, no me dio tiempo a encontrar el hechizo adecuado, cuando murió me la dieron y la guardé en esa caja de música desde entonces, la creé yo mismo, la música era una melodía que le gustaba mucho a mi madre, y si tú quieres la puedes encantar para que nadie pueda abrirla o verla, puedes meter dentro todo lo que quieras, está mágicamente expandida. La pulsera tiene un hechizo para que nunca la pierdas y sea irrompible, es de plata y la piedra es un simple cristal, pero tiene dentro un hechizo protector muy potente que te pondrá a salvo si en algún momento estás en un peligro real. - Entonces Morgana empezó a llorar emocionada y Severus cerró el broche de la pulsera.

-Pero, Severus, yo… no sé si me lo merezco. Era de tu madre.

-Pues claro que lo mereces, después de todo vas a ser mi hija. - Entonces ella lo abrazó. Caliope y Thomas estaban estupefactos, cuando recuperó el habla, Caliope dijo:

-Severus, ¿Has dicho que va a ser tu hija? - Elvira y Severus sonrieron.

-Sí, Elvira y yo hemos decidido adoptar a Morgana en cuanto nos casemos, además de la fecha de la boda era parte de lo que queríamos contaros en persona. Creo que la mañana de Navidad es un buen momento. - Thomas estaba emocionado.

-Es perfecto. Nos habéis regalado una nieta. - Entonces Morgana se tranquilizó y dijo:

-Caliope, Thomas, entonces, ¿os puedo llamar abuelos? - Caliope abrazó a la niña entusiasmada.

-Por supuesto, cariño, ya estás tardando en llamarme abuela.

Thomas y Caliope estaban entusiasmados con la idea de ser los nuevos abuelos de Morgana, se habían encariñado mucho con ella y era recíproco, la niña seguía echando de menos a su abuela y la relación especial que tenían, pasar tiempo con Caliope la consolaba. Elvira estaba observando la escena muy emocionada y Severus la abrazó.

-No tenía ni idea de que le ibas a regalar esa pulsera y esa caja de música, es un detalle precioso. Eres un encanto, te quiero. - Él le dio un beso en la mejilla y dijo:

-Sabes, estaba pensando en darle alguna de las joyas de mi madre, los collares, pendientes y anillos que tenía en Gringotts son demasiado de adulta y esa pulsera, aunque no sea especialmente valiosa, tiene mucho valor sentimental, además creo que es perfecta para ella.

-Sí, lo es. - Se besaron.

Después Caliope y Thomas abrieron sus regalos, tenían allí algunos regalos de amigos, principalmente dulces y algunos libros o películas, Severus y Elvira les regalaron un lote para cada uno de sus artículos de perfumería mejorados, además de unos perfumes personalizados que Elvira había creado especialmente para ellos, que les encantaron, también les regalaron a Caliope un bonito collar de oro blanco con aguamarinas con unos pendientes a juego y a Thomas unos gemelos y un alfiler de corbata parecidos a las joyas que compraron a su mujer, les gustó muchísimo y prometieron reservarlos para estrenarlos el día de la boda. También les regalaron un cheque bastante generoso, para que pagaran los billetes de avión para ir a Inglaterra, no querían que asistir a su boda les supusiera un sacrificio, aunque a regañadientes, aceptaron el generoso regalo de su hija y su yerno. Morgana les regaló unas bufandas a juego tejidas a mano y unas galletas caseras, le dijeron que no era necesario que ella les regalara nada.

Entonces llegó el momento de los regalos de Navidad de Severus y Elvira. De sus compañeros de Hogwarts tenían allí, sobretodo, botellas de licor y dulces y algunos libros de diversos temas. Minerva le regaló a Severus un ejemplar de el Kamasutra y se apresuró a esconderlo de Morgana, entre las risas de los demás, en la tarjeta ponía "Yo también sé hacer bromas pesadas. Disfrútalo." Morgana le regaló a Severus un jersey grueso negro que tejió ella misma, para que no pasara frío haciendo las rondas de vigilancia nocturna en Hogwarts, se le daba bien tejer y lo hacía para distraer la mente cuando necesitaba relajarse, su abuela, conociéndola, le enseñó sabiendo que necesitaría una forma de relajarse cuando estudiara en Hogwarts. También le regaló un libro que encargó a Sean, una edición antigua de la novela El Fantasma de la Ópera. Le gustó mucho y le prometió que irían a ver el musical en verano cuando volvieran a Nueva York. Después abrió el regalo de Elvira, era una caja alargada y al abrirla se quedó sorprendido. Era la varita de Eileen, su madre, ya arreglada y perfecta.

-Elvira…

-Cuando me la enseñaste este verano y me dijiste que querías arreglarla algún día, pensé que para qué esperar, la llevé a Ollivander, que se acordaba de cuando tu madre la compró, y consiguió arreglarla en alrededor de un mes. ¿Te gusta que la haya arreglado?

Severus por fin habló:

-Sí, cariño, muchas gracias, me he quedado un poco impactado, no suelo recibir regalos tan considerados. - La besó con ternura. Luego abrió otro regalo de Elvira, un traje de chaqueta muggle de color negro muy elegante, le sorprendió.

-Así no tendrás que transfigurar tu ropa cuando salgamos a algún sitio muggle elegante.

También le regaló unos gemelos de oro blanco con forma de serpiente enroscada alrededor de unas pequeñas esmeraldas. A Severus le encantaron:

-Son tan Slytherin…me encantan, gracias, amor. - Se besaron, Elvira le susurró al oído:

-Tengo otro regalo más… pero no puedes abrirlo en público…

-Ya estoy deseando que estemos a solas.

Severus abrió los regalos de Caliope y Thomas, que le regalaron una cámara de fotos digital alterada mágicamente para que no se le acabara la batería y su memoria tuviera una gran capacidad.

-Queremos que no tengas excusa para no hacer fotos, sabemos que Elvira también tiene una, pero ésta la he alterado para que se impriman las fotos con más facilidad, no es necesario tener un papel cerca para que se impriman. Además de fotos se pueden hacer vídeos y pueden imprimirse como fotografías mágicas.

Se lo agradeció y prometió hacer más fotos. Después abrió una caja que contenía un libro de pociones en latín, le gustó mucho, Caliope sabía que lo apreciaría, ella lo compró un mes antes en una librería de segunda mano muggle, solía visitarlas porque a veces encontraba gangas, le preguntó si necesitaría un hechizo traductor y él dijo que no, que aprendió latín porque muchos libros antiguos de pociones estaban en latín como éste, Caliope se reía porque el librero pensaba que era un libro religioso antiguo. Después abrió una caja con un reloj muggle de parte de Thomas, que le explicó:

-Es antiguo, no sé si funcionará mucho tiempo más, era de mi abuelo y lo heredó mi padre, es de hombre, así que como Elvira no lo usará, pensé que lo mejor es que lo tengas tú, seguro que le darás buen uso. - Severus estaba muy sorprendido, no sólo era antiguo, conocía la marca, era suizo y bastante caro.

-Muchas gracias, Thomas, no creo que lo merezca. Es demasiado, deberías quedártelo.

Thomas negó con la cabeza.

-Guárdalo tú, puedes usarlo para ocasiones especiales. Como tu boda, por ejemplo, mi padre y yo lo llevamos en nuestras bodas y fuimos muy afortunados, quizás traiga suerte. - Severus dejó de discutir y se lo agradeció.

Entonces llegó el turno de Elvira. Vio primero los regalos de sus compañeros de trabajo, algunos dulces de navidad y libros, Lars le regaló un libro muy interesante sobre antiguas fórmulas de perfumes mágicos, en la nota decía que estaban un poco anticuados pero que seguro que ella los podía mejorar, Neville le regaló un libro de herbología muy interesante con plantas que eran muy útiles para aplicarlas en cosmética, también le vendría muy bien. Yoshi le regaló un par de películas de terror japonesas que no conocía pero parecían muy buenas. Después abrió los regalos que le hizo Morgana, le regaló unos pendientes de plata largos con una pequeña luna y adornadas con unos pequeños cristales negros. Le encantaron, también le hizo un jersey grueso parecido al de Severus, lo agradeció mucho, de verdad que ese invierno estaba siendo muy crudo en Escocia y los pasillos de Hogwarts parecían estar congelados. Después pasó a abrir los regalos de sus padres, le regalaron otro vestido vintage de la tienda de Pietro, se parecía al vestido rosa de Marilyn Monroe en Niágara, pero era de color negro. Elvira estaba deseando ir allí a buscar su vestido de novia, viendo los vestidos tan bonitos que tenía. También le regalaron unas películas en VHS y un nuevo reproductor de DVDs y algunas películas en ese formato porque últimamente les costaba mucho encontrar películas en VHS, le encantó, llevaba tiempo pensando en comprar uno por el mismo motivo, sólo tenía que aplicar el hechizo adecuado para que funcionara en Hogwarts. Entonces Caliope le dio un regalo más, un bonito broche, un camafeo antiguo que llevaba generaciones en la familia, era muy bonito y Elvira se emocionó, era precioso y sabía que su madre le tenía mucho cariño.

-Esto puede ser tu "algo viejo" el día de la boda.

-Es perfecto, encajará muy bien con el tipo de vestido que había pensado.

Abrazó a sus padres y les agradeció los regalos. Entonces abrió los regalos de Severus, que le había regalado una bonita caja de música similar a la de Morgana, pero tenía unos pequeños cajones y un compartimento mágicamente expandido que contenía una caja de joyería. La abrió y descubrió una gargantilla de perlas estilo años 30 con un colgante pequeño en oro blanco con una esmeralda. Se quedó sin habla, cuando se recuperó dijo:

-Es preciosa, cariño, debe haberte costado una fortuna.

-Resulta que no, cuando murió mi abuela, a pesar de repudiar a mi madre, me legó en su testamento su bóveda de Gringotts y todo lo que contenía, mi abuelo murió después de ella, pero no consiguió impugnar el testamento, mi madre lo mantuvo en secreto igual que sus joyas, para que mi padre no se enterara de nada, mi abuela guardó allí todas las joyas que pertenecían a la familia, he ido vendiendo algunas cuando lo he necesitado, pero he conservado las que sé que tenían más valor sentimental para mi madre, este collar, por ejemplo, era el que le regaló mi bisabuelo a mi bisabuela cuando dio a luz a mi abuelo, mi madre me llevó a Gringotts a escondidas y me dijo cuales eran las que pertenecían a la familia desde hace generaciones y las que podría vender en caso de necesidad, pero no podíamos usar el contenido de la bóveda, para que a mi padre no le extrañara, cuando fui lo bastante mayor planeamos huir de él, pero no llegamos a hacerlo a tiempo. Bueno, he pensado que este collar podría ser perfecto para la boda.

Caliope dijo:

-Yo creo que es perfecto. - Elvira y Morgana estuvieron de acuerdo.

-Severus, tu familia parece tener una ligera obsesión por las esmeraldas…aunque lo entiendo, son preciosas.

-Sí, Elvira, tenemos inclinación por el color verde, lo investigué en mi primer año como profesor, todos los miembros de la familia Prince han pertenecido a Slytherin casi desde la fundación de Hogwarts.

Todos rieron y Elvira lo besó antes de abrir un último regalo de Severus, era un vestido largo y de color azul medianoche sorprendentemente bonito y elegante para haberlo elegido un hombre, con un escote barco bastante pronunciado y ajustado con una abertura hasta las rodillas y zapatos a juego con un tacón de vértigo y un bolso.

-¿Y esto?

-He pensado que podríamos ir a cenar a un sitio elegante por mi cumpleaños o San Valentín, ya veremos cuál es la mejor fecha, y podrías ponértelo, lo había elegido para fin de año, pero me apetece más ir en Nochevieja a Times Square y no es muy adecuado para ir allí.

-Será perfecto para ir a cenar a un sitio elegante, gracias, amor. - Se besaron y Elvira fue a probarse los vestidos nuevos con Morgana y Caliope, Thomas y Severus fueron a preparar el desayuno.

Estuvieron haciendo tortitas siguiendo una receta de la señora Wilson, cuando bajaron Caliope, Elvira y Morgana ya estaban vestidas y les dijeron que las tallas eran correctas y que les enseñarán en otro momento cómo les quedaban, Thomas le había regalado a su mujer un abrigo nuevo y un jersey de mohair de color azul celeste pálido, ella le había comprado un traje nuevo para cuando fueran a Hogwarts a la boda de Elvira y Severus y un juego de utensilios de repostería nuevos y un libro de recetas, porque sabía que sus utensilios estaban un poco estropeados y sabía que él disfrutaba cocinando.

Cuando terminaron de desayunar, charlando sobre los regalos que habían recibido, Morgana fue a empezar a leer sus nuevos libros y a escribir a sus amigos para agradecerles sus regalos, los adultos hicieron lo mismo, tenían cartas de agradecimiento que escribir a sus amistades y Caliope además quería escribir a Naomi Greenland para saber si podían verse en unos días. También entre Thomas y Severus planearon una cena de Navidad para todos, después de un almuerzo que consistió en comida china para llevar, empezaron a cocinar después de comer, Thomas tenía un pavo congelado y prepararon una cena espectacular, incluyendo una tarta de chocolate de postre. Morgana estuvo ayudando a Thomas y Severus en la cocina y Elvira y Caliope salieron a visitar a una vecina que estaba enferma y Caliope prometió visitar esa tarde.

Cuando volvieron, decidieron que por ser Navidad, se arreglarían y se pondrían elegantes, se harían fotos junto al árbol. Elvira decidió estrenar el vestido que le regalaron sus padres y Morgana también se puso su vestido nuevo. Thomas y Severus se pusieron unos trajes elegantes, guardaron sus trajes nuevos para otra ocasión, no se fueran a manchar, y Caliope se puso un vestido color púrpura. Entre Severus, Thomas y Morgana sirvieron la cena, la cena transcurrió con normalidad y bromearon y brindaron. Decidieron salir al jardín de atrás y hacerse algunas fotos con el fondo nevado, usando magia se mantuvieron calientes, cuando volvieron dentro de la casa, Caliope sacó unas bolsas de un centro comercial, la miraron todos extrañados, entonces sacó de ellas pijamas con motivos navideños a juego para todos, dijo que pensó que sería divertido ponérselos todos, hacerse unas fotos junto al árbol de Navidad y luego tomar un chocolate caliente y ver alguna película en televisión, Severus se horrorizó, pero lo convenció Elvira diciéndole que después se lo compensaría. Se cambiaron y se reunieron en el salón, se hicieron algunas fotos y después Severus se ofreció a preparar chocolate caliente, se sentaron como solían y se arroparon con unas suaves y esponjosas mantas de lana. Estuvieron hasta tarde charlando y riéndose de lo malas que son algunas películas navideñas, sobretodo los telefilmes en los que la protagonista odia la Navidad porque Papá Noel no le trajo lo que quería de pequeña y conocía a un friki de la Navidad y se enamoraban y de pronto, ya le gustaba la Navidad… Morgana se reía de los comentarios de Severus, que se preguntaba si era exigencia del guión que todas las actrices pusieran cara de pánfila atontada. Estuvieron pensando en cuál era la peor película navideña de la historia. Después Elvira sugirió ver La Vida de Brian, no era de Navidad, pero era una gran comedia, Morgana lloraba de risa con la escena de Pijus Magnificus. Cuando llegaron las 12 decidieron irse a dormir, Caliope quería llevar al día siguiente a Elvira y Morgana a la tienda de Pietro. Se levantarían temprano y necesitaban dormir, además ya habían digerido su opípara cena de Navidad.

Se retiraron a sus dormitorios y Severus y Elvira decidieron que, ya que a ella le esperaba un agotador día de compras al día siguiente, Severus disfrutaría del regalo picante que ella le prometió al día siguiente, quería tomarse su tiempo para disfrutarlo. Así que se quitaron esos ridículos pijamas con renos y bastones de caramelo y se pusieron sus pijamas habituales y se durmieron en poco tiempo, abrazados.

Al día siguiente, se despertaron temprano, los avisó Caliope, que estaba muy emocionada por ir a buscar el vestido de novia… casi más que la propia novia. Se arreglaron rápidamente y Severus cerró la puerta del baño con pestillo antes de ducharse, Elvira se rió cuando lo hizo. Cuando llegaron a la cocina, Thomas ya tenía preparado el desayuno, estaban todos vestidos para ir de tiendas, habían pensado que mientras las mujeres iban a la tienda de Pietro, ellos darían una vuelta por Broadway, Severus quería ver si El Fantasma de la Ópera estaría en cartel para el próximo verano, y comprar entradas para el cumpleaños de Morgana, sabía que le gustó mucho celebrar así su cumpleaños. Cuando terminaron de desayunar, se abrigaron y, viendo que aún no había pasado el quitanieves, se aparecieron en un callejón de la zona mágica, cerca de la tienda de Pietro, Thomas y Severus las acompañaron allí antes de ir a la zona muggle. Cuando entraron, Pietro los saludó muy efusivamente, era buen amigo de Thomas y Caliope, era mestizo y conoció a Caliope cuando estudiaron juntos, era homosexual y se dedicó a diseñar ropa, trabajó en diseño de vestuario en Hollywood, pero se hartó de ese mundo y puso una tienda de ropa de segunda mano en la zona mágica de Nueva York hacía un par de años, en realidad se llamaba Peter Coleman, pero se puso Pietro Fiore como nombre artístico…y porque discutió con su familia porque no quería trabajar en el negocio familiar. Elvira se alegró mucho de verlo, no lo veía desde que tenía unos pocos años más que Morgana. Después de besar y abrazar a Thomas y Caliope, Pietro vio a Elvira y dijo entusiasmado:

-Elvira, cariño, me moría de ganas de verte, hace tanto que no te veo, estás preciosa, le pregunto a tu madre por ti siempre que nos vemos, cuando me dijo que te ibas a casar le pedí que te trajera a buscar vestido aquí, me imagino que este apuesto caballero es el afortunado. - Severus se sonrojó ligeramente, mientras Elvira dijo:

-Sí, éste es Severus, cariño, éste es el famoso Pietro.

El hombre simplemente agarró a Severus y lo besó en las mejillas efusivamente, para horror de Severus, lo que provocó las risas del resto. Entonces Pietro dijo mirando a Morgana:

-Caliope, tesoro, si esta preciosidad es tu nieta y no me has hablado nunca sobre ella me voy a enfadar mucho contigo. - Caliope contestó:

-Su nombre es Morgana. No es mi nieta oficialmente, aún, Elvira tiene su tutela y ella y Severus la adoptarán cuando se casen.

Entonces Pietro abrazó a la niña diciéndole lo mucho que se alegraba de conocerla y que seguro que tendría para ella un bonito vestido de dama de honor para la boda. Entonces Severus y Thomas se despidieron para que ellas buscaran vestidos tranquilas.

Cuando salieron de la tienda Thomas le contó que la familia de Pietro tenía varios hoteles mágicos en Estados Unidos y que todos sus hermanos trabajaban en ellos, cuando él quiso hacer otra cosa lo repudiaron, su orientación sexual no tuvo nada que ver, pero estuvo un tiempo trabajando en el mundo del cine hasta que decidió que quería ir a Nueva York y tener su propia tienda de ropa de segunda mano y vintage, aunque también vendía diseños propios para encargos especiales. Severus le dijo que aunque era un poco "intenso" le había caído bien, Thomas le dijo:

-Caliope y yo le tenemos mucho cariño, es una gran persona.

Antes de salir de casa habían quedado en encontrarse en Central Park antes de almorzar.

Elvira, Caliope y Morgana se quedaron a solas con Pietro, que las llevó a su sección de fiesta y vestidos de novia, tenía vestidos increíbles, entonces Elvira le dijo que estaba buscando algo etéreo, algo que se pondría una de las novias de Drácula, pero con un buen escote, quería dejar a todo el mundo con la boca abierta, Pietro sabía a qué se refería, entonces sacó varios vestidos largos blancos de estilo imperio con escote generoso, uno de mangas casquillo, otro con mangas por el codo, otro con mangas largas ajustadas y otro más con mangas largas y anchas que casi cubrían sus manos, el último le llamó la atención. Le contó que los diseñó para la Universal hace un montón de años, pero el director los descartó. Se los estuvo probando todos, le quedaban bastante bien, eran de tela sedosa y fluían insinuando sus curvas elegantemente mientras mostraba su escote como ella quería, le gustó el de las mangas largas anchas, decía que con él tenía el aspecto etéreo y sexy que buscaba. Pero le preguntó a Pietro si le podían sustituir el encaje blanco que adornaba el borde del escote, debajo de sus pechos y el borde de las mangas y el bajo de la falda, por encaje de color verde esmeralda, quería que hiciera juego con la gargantilla que le regaló Severus. Pietro fácilmente transfiguró el color y era justo lo que estaba buscando. A Caliope y Morgana les encantó, la niña preguntó:

-¿Vas a llevar velo, Elvira? - Ella dijo:

-Pues no lo había pensado, había pensado que una simple diadema con flores era suficiente, no quiero nada demasiado ostentoso. - Entonces Pietro dijo:

-Espera, que he tenido una idea, supongo que llevarás el pelo así, ¿No?

Elvira asintió y tras unos minutos Pietro volvió con un velo sencillo de aspecto sedoso y una caída parecida a la del vestido, entonces cogió una diadema de plástico y la transfiguró haciendo aparecer unas pequeñas flores blancas como jazmines, intercaladas con delicadas hojas verdes pequeñas y, según vio por las joyas que llevaba, hizo que tuvieran unos destellos plateados. Enganchó el velo a la corona, se la puso y Caliope y Morgana estaban completamente emocionadas.

-Estás perfecta, hija.

-Sí, Elvira, estás preciosa.

Elvira decidió que se quedaría también con el velo y la corona, Pietro le dijo que ese sería su regalo de bodas. Elvira lo besó con cariño. Se volvió a poner su ropa y Pietro lo puso en una caja que hechizó para que sólo pudiera abrirla ella y así evitar que el novio vea algo que no deba antes de la ceremonia.

Después buscaron un vestido para Caliope, aunque ella había estado mirando por allí cuando fue la última vez y le había pedido a Pietro que le guardara uno color azul turquesa muy elegante que le había gustado, pero quería la opinión de Elvira y Morgana. Cuando se lo puso y salió del probador les gustó muchísimo. Pietro le aconsejó que se pusiera unos zapatos blancos y un bolso a juego, Caliope le dijo que ya tenía en mente los que usaría, los zapatos eran sus mejores zapatos, unos tacones carísimos que le regaló Thomas por su último aniversario y un bolso muy bonito que le compró a Pietro hace tiempo. Cuando terminaron con la ropa de Caliope se dedicaron a elegir un vestido para Morgana, Pietro les trajo distintos de varios colores, uno estampado con flores en verdes y violeta, que les gustó mucho, pero considerando que era dama de honor pensaron que era mejor que fuera liso, por si Hermione y Hellen no encontraban un estampado parecido, aún así, Elvira le dijo a Pietro que se lo llevarían, porque le quedaba muy bien, después estuvieron viendo los vestidos lisos, encontraron uno perfecto, de estilo juvenil y con la falda un poco por encima de la rodilla, le quedaba muy bonito, le hacía parecer un poco más mayor, pero sin exagerar, era de color plateado con reflejos negros, Pietro puso en su cintura un lazo verde de encaje a juego con el del vestido de Elvira y quedaba perfecto, les puso un rollo de la misma cinta de encaje para los vestidos de las otras dos damas de honor, sólo tendrían que buscar unos vestidos de color similar y con esas cintas podrían añadirlas de alguna manera y así irían las tres a juego, pero cada una a su propio estilo. También le enseñó a Elvira un hechizo para poder replicar el color exacto en los vestidos de las otras damas de honor en caso de ser necesario.

Cuando Morgana terminó de volver a ponerse su ropa, fueron a pagar, Pietro les estaba preparando la factura y cuando Elvira fue a pagar, Caliope le dijo que pagaría ella, Elvira se negó, pero ella insistió y dijo que quería pagar el vestido de novia de su hija, Pietro le dijo que no se preocupara por el precio, que Caliope era una de sus mejores y más queridas amigas y le haría un buen precio. Ella finalmente lo aceptó y Caliope pagó. Se despidieron de Pietro que, cuando supo cómo y dónde sería la ceremonia, le pidió a Caliope que al volver de Escocia le enseñara alguna foto.

-Por supuesto, querido, en cuanto me lo permita el jet lag estaré aquí. - Pietro reía.

-Te estaré esperando impaciente, no sólo para veros a vosotras, también quiero ver a Thomas con un traje elegante, ya sabes que es mi tipo… - Le guiñó un ojo a Caliope que se reía con él.

-¿Voy a tener que preocuparme por si me lo robas?

-No, querida, yo no te haría algo así, sabes que te adoro. - Se reían todos. - Además, también quiero ver vestido de novio a ese bombón que has atrapado, Elvira. ¿No tendrá algún tío, un primo o un hermano mayor para mí? - Elvira se reía con su madre y Morgana.

-No, por desgracia no tiene familia, pero si encuentro uno parecido te lo mando para acá. - Pietro se despidió de ellas.

-Eso espero. Bueno queridas, espero veros pronto. Felices Fiestas y, por si no nos vemos, Feliz Año Nuevo. - Se despidieron de él con besos y abrazos.

Cuando llegaron a Central Park, Thomas y Severus las estaban esperando, les contaron muy contentas que encontraron los vestidos perfectos para las tres, Severus tenía pensado comprar una túnica de gala nueva en el callejón Diagon cuando volvieran y Thomas tenía su traje nuevo. Fueron a almorzar al restaurante italiano que les gustaba, pasearon por Central Park hasta que empezó de nuevo a nevar y volvieron a casa. Pasaron la tarde viendo algunas de las películas en el nuevo reproductor de DVD de Elvira, tenían que comprobar que funcionara correctamente antes de volver a Hogwarts, no fuera a tener algún defecto de fábrica. Antes de la cena, estaban pasando el rato juntos en el salón, Morgana leía uno de sus nuevos libros y Elvira y Severus le estaban contando a Caliope y Thomas que le habían pedido a Minerva que ocupara el lugar que le hubiera correspondido a la madre de Severus en la boda, les pareció bien, sobretodo cuando le contaron que cuidó de Severus cuando se trasladó a Hogwarts desde San Mungo para evitar el acoso de la prensa y de algunos curiosos que intentaban colarse en su habitación, además lo conocía desde que era un niño. Severus le preguntó a Caliope si hubiera querido ocupar ese lugar, ella negó con la cabeza:

-Querido, sabes que te quiero mucho, pero sinceramente, ese cometido debe ser asumido por alguien que te conozca desde siempre, no por alguien que, aunque vaya a ser tu suegra, no hace ni un año que te conoce…y aún así te quiero mucho, pero creo que si Minerva está tan emocionada con la idea como dices, sin duda se merece ese honor.

Siguieron charlando sobre la boda, les contaron que Albus casi se echó a llorar cuando Severus le pidió que oficiara la boda, también le dijeron que sería algo íntimo y que advirtieron a los invitados que fueran discretos, que aunque no se podría colar ningún reportero en Hogwarts por las protecciones del castillo, no querían que supieran la fecha antes de ese día.

Cuando llegó la hora de cenar, Thomas preparó algo con lo que sobró de la cena del día de Navidad, como él decía:

-En esta casa no se tira nada.

Lo cierto es que la comida estaba riquísima aunque fuera del día anterior. Después de cenar y ver un poco la televisión, tras el día un poco ajetreado que tuvieron, tenían ganas de ir a dormir. Severus y Elvira le desearon buenas noches a Morgana, que estaba bastante agotada, se despidieron también hasta el día siguiente de Caliope y Thomas, en cuanto entraron en su habitación, Severus empezó a besar a Elvira, empezó a mordisquear el lóbulo de su oreja y a bajar por su cuello.

-Estaba deseando quedarme a solas contigo… - Elvira puso el hechizo habitual para darles la suficiente intimidad y dijo:

-¿Y eso?

-Ayer me prometiste un regalo cuando estuviéramos a solas y aún no me lo has dado. - Ella sonrió.

-Está bien, voy un momento al baño y vuelvo enseguida… desnúdate y espérame en la cama.

Él obedeció rápidamente y ella cogió una bata y una bolsa de Victoria Secret y se fue al baño. Cuando volvió Elvira llevaba su bata de seda puesta, dejó su ropa y la bolsa en la silla del tocador. Entonces se abrió la bata y dejó al descubierto un body de encaje negro con unas medias a juego hasta los muslos, era ajustado, sin relleno en el pecho, prácticamente transparente, tenía unos finos tirantes atados a su cuello y unas cintas que se ataban en su espalda a la altura de sus pechos, un escote vertiginoso y la parte de abajo era casi un tanga, pero tenía ahí un pequeño broche que permitía abrirlo. Él la miraba mientras le enseñaba su nueva lencería como si pudiera devorarla con la mirada.

-No dices nada… una de dos, o no te gusta nada y no sabes qué decir para no ofenderme…o te gusta demasiado y te he dejado sin palabras… - Ella se acercaba cada vez más a la cama y él se levantó y se acercó a ella sin dejar de mirarla.

-Más bien lo segundo. Estás maravillosa y perfecta. - La agarró y la besó con pasión, saboreándola lentamente. - Te quiero muchísimo, estás preciosa y me encanta mi regalo. - Volvió a besarla y la cogió en sus brazos y la tumbó en la cama. - Ahora creo que te voy a desenvolver y a disfrutar del bonito cuerpo de mi prometida.

Empezó besando su cuello y dejó un chupetón un poco grande justo en el punto entre su cuello y su hombro que sabía que la volvía loca. Desató lentamente el lazo de su cuello y sin apartar la tela de sus pechos siguió besando la carne expuesta de sus pechos, luego empezó a besar sus pechos por encima del encaje, empezó a chupar sus pezones aún sin desnudarlos, los mordió ligeramente. Entonces bajó las copas del body dejando al descubierto sólo sus pechos y continuó besándolos y mordiéndolos, chupó sus pezones como si fuera un bebé hambriento hasta que se pusieron duros. Después empezó a acariciar sus muslos y llegó a su húmeda feminidad, acariciándola lentamente por encima del encaje, se sorprendió al notar un broche pequeño justo en la entrada de su vagina. La miró con una ceja arqueada.

-¿Y esto? - Ella sonrió.

-Una pequeña ayuda para que tardes lo menos posible en llegar allí… - Él sonrió un poco diabólicamente y abrió el cierre.

-Me encanta, es muy útil. - Entonces, sin perder tiempo introdujo dos dedos dentro de ella mientras acariciaba su clítoris con el pulgar, la estaba volviendo loca, aumentó la intensidad. Susurró suavemente en su oído: - Ahora quiero hacer que te corras usando sólo mis dedos…

La besó apasionadamente y aumentó poco a poco la fricción, ella sentía sus dedos ligeramente ásperos haciéndole maravillas, en pocos minutos él notó cómo se apretaban sus paredes vaginales alrededor de sus dedos aumentó la fricción de su clítoris y ella se corrió con intensidad. Cuando terminó él sacó sus dedos de ella y los metió en su boca.

-Estás deliciosa, mi amor, ¿quieres probarte? - Ella sólo asintió y él la besó.

-¿Te ha gustado?

-Sí, Severus, pero ahora quiero probarte a ti. - Ella lo tumbó en la cama y cuando iba a quitarse lo que le quedaba puesto del body él se lo impidió.

-Me gusta verte así…

-Está bien.

Entonces Elvira, empezó a besar su cuello y acariciarlo mientras él correspondía pasando sus manos por su espalda, apretando sus nalgas y restregando su miembro erecto por su entrepierna mojada. Entonces ella dijo:

-Quédate quieto un momento… quiero chupar tu maravillosa polla.

-Con la condición de que te sentarás en mi cara.

-Eres un viciosillo pero me encanta que lo seas.

Elvira hábilmente obedeció y en pocos segundos estaban lamiéndose mutuamente con ganas. Él estaba cada vez más duro y estaba a punto de correrse, igual que ella, así que Severus aceleró el proceso para ella, metió un dedo dentro de ella y chupó intensamente su clítoris, curvando su dedo para tocar el punto que sabía que la volvía loca, cuando ella se corrió sacó su polla de su boca y gritó su nombre como si le fuera la vida en ello. Entonces Severus lamió lentamente su vagina y dijo:

-Querida, ahora me toca a mí. - Ella se apartó y se disponía a seguir chupando su polla cuando él la paró. - Prefiero hacerlo de otra manera.

Entonces la hizo ponerse a cuatro patas y empezó a lamer un poco su coñito desde ese ángulo. Entonces se levantó y metió su polla de una sola vez, ella gritó de placer, él entonces azotó su nalga izquierda mientras sujetaba con fuerza la otra ella volvió a dar un grito que estaba entre la sorpresa, el ligero dolor y el puro placer. Él empezó a embestir cada vez más rápido, dándole algún azote ocasional, pasados unos minutos, se agachó y agarró sus pechos y la hizo levantarse y sujetarse al cabecero, fue aumentando el ritmo mientras la besaba y cuando notó que estaba de nuevo a punto de caramelo, bajó su mano y acarició su excitado clítoris, se corrieron ambos casi a la vez sin dejar de besarse. Cayeron agotados y saciados, él salió de ella y se apartó un poco para no aplastarla y realizó unos hechizos rápidos para limpiarlos y vestirlos, cuando se recuperó pasados unos minutos. Ella estaba casi dormida encima de su pecho, cuando él notó el chupetón que le había hecho.

-Mañana te daré la poción para los moretones, lo pasaría fatal si tus padres notaran que te he hecho un chupetón. - Ella empezó a reírse y él se unió a ella. Se besaron un poco más.

-Entonces te ha gustado el regalo de este año…

-Siempre me gustarán tus regalos, sobretodo los que vengan en bolsas de Victoria Secret. - Se rieron de nuevo y se besaron tiernamente hasta que se quedaron dormidos.

Los días siguientes pasaron tranquilos, el tiempo invitaba más a buscar el calor de una chimenea que a salir a pasear. El día 29 recibieron una carta de Lars desde el hotel de Draco y Paolo, les agradecía sus regalos de Navidad, a todos les encantaron, insinúo también que tenía mucho que contarles al volver a Hogwarts, Elvira sospechó que tenía que ver con Hans y Narcissa, Severus creía que no sólo se refería a eso, quizás también a su propia relación con Fred. Llegó la noche de fin de año y tras pasar un día tranquilo, se arreglaron y se dirigieron a Times Square. En principio pensaron en ir a la fiesta en la zona mágica de la ciudad, pero finalmente decidieron ir a la zona muggle. Se aparecieron cerca de Times Square, se aseguraron de que nadie los vería usando un hechizo de invisibilidad, se ocultaron en un callejón lo suficientemente oscuro y terminaron el hechizo, salieron rápidamente de allí, aprovechando que nadie les prestaba atención, más preocupados por ir a coger sitio en lugar de mirar de donde sale la gente. Fueron a un sitio adecuado para ver la cuenta atrás.

Cuando llegó el momento, Morgana estaba muy nerviosa, nunca imaginó que algún día estaría allí en fin de año. Cuando terminó la cuenta atrás, Severus y Elvira se besaron apasionadamente y Caliope y Thomas hicieron lo propio mientras Morgana gritaba y aplaudía emocionada. Después de terminar de besarse, Severus y Elvira abrazaron a quien en pocos meses sería su hija. Entonces Thomas y Caliope se unieron al abrazo. Luego decidieron dar un paseo por el centro de la ciudad. Entonces Caliope recordó un año que Thomas la llevó a Rainbow Room, quizás el próximo año podrían ir allí a celebrar el Año Nuevo, a Morgana y Elvira les entusiasmó la idea, para qué negarlo, a todos los demás también.

Volvieron a casa pasadas las 2 de la mañana. Se fueron a dormir en cuanto llegaron, al día siguiente, no iban a hacer nada especial, estaban cansados y tendrían que preparar las maletas, se irían el día 2, el segundo trimestre empezaba el día 3, así que tenían que coger el traslador el día anterior para evitar el jet lag.

Pasaron el día de Año Nuevo juntos disfrutando de charlas tranquilas y viendo películas, tras el almuerzo hicieron las maletas y guardaron los regalos de Navidad y, evidentemente, los vestidos de Elvira y Morgana para la boda, también pasaron un rato imprimiendo las fotos que hicieron esa Navidad, Severus les hizo jurar a todos que nadie, nunca jamás, vería sus fotos con ese ridículo pijama navideño, todos se lo prometieron aunque no pudieron evitar reírse. Pasaron un rato entretenidos en eso y después Thomas y Severus fueron a preparar la cena. Tras una agradable cena, todos se fueron a dormir, al día siguiente tenían que madrugar.

Llegó pronto el momento de despedirse, todos se levantaron un poco tristes, Morgana, Elvira y Severus, echarían mucho de menos a Caliope y Thomas, el cual les preparó un desayuno especial. Cuando terminaron de desayunar y se vistieron, Thomas y Caliope querían acompañarlos a la oficina del ministerio. Encogieron sus equipajes y los guardaron en sus bolsillos. Ese día, también se aparecieron, Thomas no se fiaba de sus habilidades para conducir su coche con las carreteras nevadas. Sintieron mucho no haber podido ver a Naomi Greenland, la sanadora, resultó estar de vacaciones con sus hijos fuera de la ciudad, eso sí, le encargaron a Caliope y Thomas que la saludaran de su parte y que le dijeran que le mandarían una invitación a su boda en pocos días.

Llegaron al ministerio y se despidieron de los padres de Elvira afectuosamente, Caliope empezó a llorar, Morgana la abrazó y dijo:

-Caliope, no llores más, por favor, nos veremos dentro de poco. - Entonces Caliope se tranquilizó.

-Está bien, cariño, pero es que os echaré mucho de menos, me encanta teneros en casa. Pero tranquila, ya me calmo, escribidme cuando lleguéis.

Volvieron a besarse y abrazarse, los demás se unieron al abrazo y después de un último abrazo se fueron a la oficina del traslador. Hicieron los trámites habituales y cogieron el traslador, en pocos minutos ya estaban en Londres.

Salieron de la oficina del traslador de Londres y se encontraron en el vestíbulo a Fred y Lars que les contaron muy emocionados que Lars decidió hacer el examen para conseguir el título de maestro de pociones y así hacerse cargo de la fábrica que abastecería su nueva tienda, de todas formas quería dejar las clases de vuelo y la instrucción de quidditch ahora que Rolanda se reincorporaba a su puesto, no quería que su antigua lesión empeorara y verse limitado en el futuro. Iría a Hogwarts a despedirse del personal y luego se trasladaría al apartamento de Fred, mientras llegaba el día del examen en un mes y medio estudiaría mientras él trabajaba con su hermano George. Fred les contó que había decidido salir del armario con su familia y no le importaba lo que dijeran, viviría con Lars. Entonces Elvira les preguntó por Draco, Paolo y Narcissa, entonces Lars y Fred se miraron y sonrieron, Lars les dijo:

-Draco y Paolo están bien, aunque creo que Narcissa está mejor que ellos, está con el tío Hans y se ha ido a Suiza con él a conocer a mi abuela. - Se quedaron sorprendidos:

-¿En serio? - Preguntó Severus. Lars asintió.

-Sí, mi tío Hans ya os contó los problemas que ha tenido con mi padre y mi otro tío, él está tan feliz y enamorado que se lo contó enseguida a mi abuela, ella está deseando conocerla, seguro que se llevarán muy bien, mi abuelita es encantadora y Narcissa es un amor.

Estuvieron de acuerdo con que seguro que Narcissa se ganaría a su suegra al instante, se despidieron de Fred y Lars fue con ellos de vuelta a Hogwarts, Fred fue a su apartamento, después iría a casa de sus padres y hablaría con ellos.

Cuando llegaron a Hogwarts, ya estaban allí todos los profesores, los alumnos llegarían por la tarde, se estuvieron saludando, se alegraron de ver a Rolanda que estaba allí con Candice, cuyo apellido ya era Hooch, se trasladaría a vivir con Rolanda a sus habitaciones, por suerte trabajando en Hogsmade podía ir y venir cada día, durante el invierno Albus la dejó usar su floo, en cuanto hiciera mejor tiempo, prefería pasear allí, sus sanadores le recomendaron ir poco a poco haciendo ejercicio suave. Lars las saludó con mucho cariño y les contó sus planes, estaban muy felices por él. Severus, Elvira y Morgana fueron a deshacer las maletas, la niña fue a dejar sus vestidos de fiesta nuevos y su vestido de dama de honor en su habitación dentro de los aposentos de Severus y Elvira, también quería recoger a Lestat y saludar a Polly.

Cuando Morgana se marchó, Severus y Elvira terminaron de deshacer sus maletas y guardaron sus cosas, Elvira probó un hechizo para su nuevo reproductor de DVD. Cuando finalmente se volvieron a instalar se quedaron agotados en el sofá, el cambio horario les sentó fatal… antes de dormirse, decidieron que su próxima investigación sería para hacer una poción para evitar el jet lag.