Capítulo 41: Despedidas de solteros.
El viernes transcurrió tranquilo hasta la noche, por la mañana Severus y Elvira fueron a ultimar los detalles con Polly y el resto de elfos, sabiendo lo detallistas que eran temían que prepararan platos demasiado sofisticados y no querían que pareciera el baile de Navidad, querían algo sencillo y no demasiado formal. Caliope y Thomas fueron con Narcissa y Hans al lago acompañados de Morgana y el resto de niños, pasaron la mañana junto al lago charlando y viendo a los niños jugar y las piruetas del calamar gigante. Los niños al principio estaban un poco recelosos con Narcissa y Hans, hasta que vieron que ella era bastante más agradable de lo que parecía en la prensa y cuando se enteraron de que Hans era el tío de Lars, a todos les caía muy bien y, aunque también les gustaba la profesora Hooch, él era bastante más divertido y, aunque estricto con las normas de seguridad, le gustaba mucho bromear con ellos, le preguntaron por él y se reían muchísimo cuando les contaba anécdotas de su infancia, como cuando tenía 2 años que un día en una reunión familiar se desnudó porque no le gustaba la ropa que le puso su madre y corría por la sala de estar de sus padres delante de toda la familia usando un plumero a modo de escoba y gritando que iba a coger la snitch dorada. Caliope cuando se le pasó el ataque de risa dijo:
-¿De verdad hizo eso? - Hans asintió.
-Sí, a la estirada de mi cuñada le iba a dar algo, mis padres y yo sólo de verla a ella llorábamos de risa. Yo ya lo quería mucho, pero desde entonces es mi sobrino favorito.
Thomas dijo:
-Estoy deseando conocerlo, seguro que es un gran chico. - Hans asentía.
-Lo es, creo que no ha salido ni a mi hermano ni a mi cuñada, y menos mal, sólo fíjate el cariño que le tienen estos niños y sólo lo han conocido unos meses, es muy cariñoso y se le dan muy bien los niños. - Pasaron el rato allí hasta la hora del almuerzo.
Narcissa no volvió a tener molestias y Poppy le hizo ir a la enfermería tras el desayuno, quería ver si las pociones le habían sentado bien, le hizo un chequeo rápido y todo iba muy bien, Narcissa pudo pasar el resto de la mañana tranquila con Hans, Caliope, Thomas y los niños junto al lago.
Cuando llegó la hora del almuerzo se reunieron todos en el gran salón, Severus y Elvira le preguntaron a Narcissa qué tal estaba y se alegraron mucho de ver que estaba mejor. Esa noche las mujeres harían su reunión de chicas en las habitaciones de Minerva, además de Caliope y Narcissa, esa noche también se uniría Candice, la mujer de Rolanda, Olympe y Bertha, la esposa de Filius, que llegaron esa mañana para ir a la boda. Todas estaban encantadas y deseando que llegara la hora de su "aquelarre" como lo llamaba Severus. Tras almorzar empezó a llover a cántaros, era raro que por la mañana hiciera tan buen tiempo, los chicos querían ir al jardín a volar un rato, pero se les fastidió el plan, así que Caliope le pidió a Elvira su televisor y su vídeo y sugirió ver una película en el gran salón, a todos les entusiasmó la idea, por lo menos estarían entretenidos un par de horas, Yoshi sugirió ver una película japonesa de animación, La Princesa Mononoke. Elvira dijo que sí, que la tenía en su colección, sería una buena ocasión para explicarles a los niños que no habían visto muchas películas lo que eran los dibujos animados. Pasaron la tarde bastante entretenidos, los niños estaban alucinados e incluso los adultos que no lo conocían encontraron fascinante el proceso de la animación.
La tarde pareció pasar volando charlando sobre cine de animación y cuando llegó la hora de la cena, todos fueron a sus dormitorios a asearse y Severus y Elvira a guardar el televisor y el vídeo. Al volver a cenar, ya estaban todos allí, se sirvió una cena ligera, los elfos según las golosinas y dulces que les pidieron a lo largo de la tarde, con muy buen tino, no trajeron una cena demasiado copiosa. Estuvieron charlando y cuando terminó la cena, Minerva dijo:
-Señoras, vayan a sus habitaciones, recojan sus pijamas y nos vemos todas en mis habitaciones privadas en 15 minutos. - Todas asintieron y fueron lo más rápido posible a recoger sus pijamas y algunas cosas de aseo.
Los niños fueron enviados a sus respectivos dormitorios, después de estar toda la mañana jugando en el lago, algunos estaban cansados, otros fueron a la biblioteca a buscar libros sobre mitología japonesa, Yoshi les contó algunas historias y estaban fascinados, después fueron corriendo a sus dormitorios a leer. Las mujeres se despidieron de sus parejas, Severus en su dormitorio parecía no querer dejar irse a Elvira.
-¿De verdad tienes que ir? Esta noche no podré dormir sin ti…
-Sí, tengo que ir, sabes que yo tampoco podré dormir bien sin ti, pero sólo será una noche, a partir del lunes estaremos juntos para siempre, los tres.
-Lo sé, pero eso no quiere decir que no te eche de menos.
-Mañana te lo compensaré.
Entonces lo besó apasionadamente hasta dejarlo sin aliento, se fue corriendo antes de que volviera a intentar que se quedara. Gritó desde la puerta:
-¡Te quiero mucho mi amor, te echaré de menos! ¡Mañana nos vemos!
Le lanzó un beso y se fue. Severus se quedó un poco aturdido, suspiró, se tomó un whisky y pasado un rato fue a ver si había algún niño merodeando por los pasillos.
Elvira fue a buscar a su madre y Narcissa para ir a las habitaciones de Minerva, cuando llegó Caliope le preguntó si le había costado quitarle las manos de encima a Severus se rió y dijo que más bien fue al revés. Las tres rieron y se fueron a encontrarse con las demás. Cuando llegaron fueron las últimas en llegar, las demás ya estaban en pijama y Pomona había empezado a preparar cócteles. Minerva les dijo:
-Vaya, ya era hora, estaba pensando en mandar a mi elfo a buscaros, pero temía que los novios estuvieran haciendo algo que me traumatice al pobre.
-Tranquila, Minerva, que sólo estaba dándole un beso de despedida…además, ¿Qué clase de cosas creías que estaríamos haciendo? - Minerva se encogió de hombros y dijo:
-No sé, igual no os podíais quitar las manos de encima, quien me dice que Severus no se ha puesto imaginativo desde que le regalé ese libro por Navidad. - Pomona preguntó:
-¿Qué le regalaste al pobre hombre, vieja descarada? - Minerva se reía.
-Sólo una edición ilustrada del Kamasutra. - Todas reían, Narcissa no se podía creer algo así de su antigua profesora.
-¿De verdad le regalaste eso? - Elvira contestó porque Minerva estaba riéndose descontroladamente.
-Sí, el pobre cuando lo abrió lo escondió para que no lo viera Morgana, estaba avergonzado. - Minerva dijo:
-Ojalá lo hubiera podido ver. - Caliope dijo:
-Yo lo vi, si tienes un pensadero podría enseñártelo.
-No, pero antes de que te vayas nos colaremos en el despacho de Albus que tiene uno y me lo enseñas.
-Eso está hecho.
Ambas se rieron. Elvira, Caliope y Narcissa se cambiaron en el baño de Minerva y se reunieron luego con las demás en la sala de estar.
Cuando salieron se sentaron con las demás en los sofás y camas improvisadas que transfiguró Minerva. Pomona estaba distribuyendo cócteles y cuando le ofreció un mojito a Narcissa, le extrañó que lo rechazara.
-¿No te gusta el mojito o no lo has probado, Narcissa? ¿Quieres que te prepare otra cosa? - Narcissa dijo:
-No, Pomona, para nada, no hace falta que me prepares nada, con un zumo o algo sin alcohol es suficiente. - Minerva dijo:
-¿No te sentirás mal, querida? Ayer por la noche escuché a Severus hablar y lo vi darte una bolsa y decirte que debías tomarte unas pociones según las instrucciones que te había escrito, ¿Estás enferma? Si te sientes cansada puedes echarte en mi habitación de invitados. - Narcissa negó con la cabeza.
-Eres muy amable, Minerva, no será necesario, estoy bien, Poppy sabe lo que me pasa, no es grave ni malo, es sólo que no quiero que trascienda a la prensa. - Todas estaban muy intrigadas. Pomona dijo:
-Creo que puedo hablar por todas las presentes, aquí nadie le contaría nada a esos carroñeros. - Todas asintieron, Hermione dijo:
-Sí, a todas de una manera u otra nos han fastidiado mucho los periodistas. - Elvira dijo:
-Creo que puedes confiar en ellas. - Entonces Bertha dijo:
-Querida, si quieres no lo cuentes, yo no me sentiré ofendida y si quieres contarlo, podríamos hacer un juramento inquebrantable, ninguna dirá nada a nadie. No saldrá de aquí. - Todas la miraron y consideraron hacerlo. Narcissa preguntó:
-¿Estás segura de hacer algo así por alguien que apenas conocéis?
-Ya, pero también leo El Profeta y sé la cantidad de cosas que están diciendo de ti y que has tenido que venir a escondidas como si fueras una criminal sólo por cometer el error de casarte con ese impresentable y tratar de recuperar tu libertad, no sería justo que nosotras te traicionáramos contándole nada a nadie. - Olympe dijo:
-Tienes razón, querida, si lo contáramos seríamos unas… no sé cómo decirlo…
-¿Unas hijas de puta? - Dijo Poppy. Todas rieron.
-Es una buena forma de decirlo, un poco vulgar, pero no tendría otro nombre.
Volvieron a reír. Narcissa estaba más tranquila, sabía que esas mujeres no la traicionarían, les hizo hacer una promesa de varita, porque, de todas formas, en algún momento se sabría, no era algo que podría esconder eternamente. Todas aceptaron. Cuando todas prometieron no decir nada, Narcissa dijo:
-Como sabéis estoy viviendo en Italia con mi hijo. - Todas asintieron. - Resulta que allí conocí a Hans en diciembre y nos enamoramos, como sabéis también es el tío de Lars. Bueno, no me andaré por las ramas, yo creía que era estéril, mi exmarido me hizo creerlo durante años, así que no usamos protección, lo que creía que era un retraso normal de antes de la menopausia, en realidad es un bebé, estoy embarazada. - Todas gritaron.
-¡Enhorabuena! - Pomona y Minerva propusieron un brindis y dijeron que podría ser una doble celebración, la boda y el bebé. Le preguntaron si era niño o niña y Hermione preguntó si se lo había dicho a Draco.
-Lo hice esta mañana, le mandé una lechuza, seguro que cuando la reciba mañana se quedará alucinado, incluso más que yo, seguro que se pondrá muy contento. - Hermione la miró extrañada:
-¿Draco? ¿En serio? - Narcissa la miró comprensiva.
-Puede costarte creerlo, pero ha cambiado mucho, Paolo lo ha cambiado, desde que están juntos puede ser él mismo, no desea la aprobación de su padre, porque no la necesita, desde que vio cómo lo despreciaba por amar a otro hombre y que encima era un mago italiano nacido de muggles, yo lo animé a irse con él y ahora es feliz. Sé que él fue despreciable contigo, pero en aquella época era un pequeño bastardo como su padre, pero ya ha madurado, espero que algún día puedas perdonarlo, él se alegró mucho por ti cuando se enteró que estabas saliendo con Neville, dice que te mereces algo mejor que Ronald Weasley. Pregúntale a Fred Weasley, cuando estuvo con nosotros en navidades lo comprobó por si mismo. - Hermione estaba impresionada.
-Vaya, pero no me lo imagino contento por tener una hermanita.
-No creo que esté celoso, ya es mayorcito para eso, le he contado lo que me dijo Poppy sobre el engaño de Lucius, sabré lo que piensa cuando conteste a mi lechuza. - Miró la hora. - Puede que la reciba mañana temprano o a mediodía, la envié muy temprano y si es rápida llegará pronto. - Elvira dijo:
-Seguro que tardará poco, cuando fui contigo a la lechucería te dije que usaras la lechuza de Severus, Midnight es muy rápida y él te dijo que podías usarla.
Estuvieron brindando a la salud de la pequeña y luego empezaron a brindar a la salud de la novia y a bromear con Elvira. Estuvieron preguntando a Caliope si estaba contenta con su nuevo yerno.
-Por supuesto, es un encanto, es tan cariñoso con mi hija y con la pequeña… además nunca he visto a mi hija así de feliz. - Minerva dijo:
-Sabes, puedo decir lo mismo de Severus, y Pomona y Poppy me darán la razón, lo conocemos desde que tenía 11 años y nunca lo hemos visto sonreír o ser agradable con alguien hasta que Elvira volvió a Hogwarts. - Entonces dijo Caliope:
-Eso por no hablar de lo bien que cocina. - Algunas casi se atragantaron con sus bebidas. Poppy preguntó:
-¿Severus sabe cocinar? - Elvira y Caliope asintieron.
-Por supuesto, y lo hace muy bien, ten en cuenta que es un gran maestro de pociones, no difiere mucho seguir una receta de cocina que la de una poción, seguro que Hans también sabe cocinar, ¿o me equivoco, Narcissa? - Ella contestó:
-Sí, un día entre Paolo y él prepararon un almuerzo maravilloso para celebrar los cuatro el cumpleaños de Draco.
-Pues Severus prepara unos postres y unos desayunos estupendos. A Thomas le entusiasma la cocina y entre los dos preparan unos platos y unos postres maravillosos.
Siguieron charlando y bromeando sobre que no se imaginaban a Severus cocinando. Entonces Minerva, que estaba un poco achispada, dijo:
-Pues desde que has dicho que sabe cocinar, yo no paro de imaginármelo cocinando sólo con un delantal sin nada debajo…
-Esa es una imagen que seguro que invadirá los sueños húmedos de más de una de las presentes…
Contestó Caliope, levantando su copa y brindando con Minerva que estaba sentada a su lado. Todas estallaron en carcajadas. Candice, Bertha, Olympe y Narcissa estaban alucinando y llorando de risa, hasta entonces sólo conocían a Minerva como profesora y subdirectora. Candice dijo:
-¡Ay, Minerva! Rolanda me dijo que estas reuniones eran divertidas, pero nunca imaginé cuánto, hace mucho que no me reía tanto. - Elvira entonces dijo:
-Oye Minerva, no le menciones a Severus esas cosas. ¿Os podéis creer que sigue acomplejado con su físico? Está ahora más guapo que nunca y sigue pensando que cuando le digo que es cierto es sólo por compasión, ha empezado a creerlo porque Morgana le dijo que ella creía que se le ve mejor y más saludable que cuando ella llegó a Hogwarts. - Todas le dieron la razón. Entonces Narcissa dijo:
-Tiene razón, está mejor que nunca, lo conozco desde hace años y nunca ha tenido mejor aspecto, debería dejar esos complejos atrás. Sabes encuentro muy tierno que sea Morgana quien le esté convenciendo de ello, yo creo que siente debilidad por esa niña, nunca pensé que sería posible, pero creo que quiere mucho a esa niña. - Caliope dijo:
-Tienes razón. No os podéis imaginar lo que hizo el verano pasado… - Entonces les contó el asunto del hijo de sus vecinos, como consiguió que lo detuvieran y lo metieran en la cárcel. Todas estaban sorprendidas, ahí se dieron cuenta de que no sólo se había enamorado de Elvira, también quería con locura a esa niña y haría lo que fuera para protegerla.
Después de hablar de ello, Poppy dijo:
-Seguro que las habilidades de Severus no se limitan a la cocina y a ayudar a encarcelar a guarros desgraciados…seguro que Elvira está así de feliz por las destrezas de Severus en el dormitorio… - Volvieron a reír hasta las lágrimas. Elvira dijo:
-En parte sí… - Hellen preguntó:
-¿Cuál ha sido el sitio más raro donde lo habéis hecho? - Elvira entonces dijo:
-Que no salga de aquí, mamá no me juzgues.
-Tranquila, cariño, si yo te contara… - Minerva dijo:
-Caliope, si eso nos lo cuentas en otro momento, ahora cuéntanoslo tú, Elvira, no saldrá de aquí.
-Está bien, un día durante las navidades cuando llegué aquí, nos escabullirnos y lo hicimos en el escritorio del aula de Aritmancia. - Todas gritaron:
-¿En serio?
-Sí, pensamos que con lo soso que es ese tipo, sería divertido "mancillar" su lugar de trabajo. - Todas reían.
-¿Algún otro sitio? - Preguntó Pomona.
-Sí, en la Torre de Astronomía. - Entonces Minerva dijo:
-Bueno, ahí lo hemos hecho casi todos los que hemos estudiado en Hogwarts. - Volvieron las risas, el alcohol empezaba afectarlas.
-Hubo una vez que le pedí hacerlo en la piscina de la casa de mis padres, pero no quiso porque le daba vergüenza que nos vieran mis padres o algún vecino cotilla. - Caliope se reía.
-Pero si tu padre y yo lo hacemos ahí de vez en cuando en verano. Nos dan igual los vecinos, si no nos quieren ver, que no miren. - Elvira se reía aún más.
-Lo sé y fue precisamente por eso, estaba aterrado pensando en que bajáramos y os pilláramos en plena acción. - Siguieron riendo y bromeando, estaban pasando un rato estupendo.
Minerva le dijo a Pomona que preparara la última ronda de margaritas, entonces Sybill preguntó:
-Elvira, ¿Qué habéis pensado hacer después de la boda? ¿Os iréis de luna de miel? Aún quedan unos días para que empiece el trimestre.
-Pues hemos decidido que nos quedaremos aquí, estaremos en la noche de bodas en nuestra habitación y puede que no salgamos de allí en 2 días. - Todas reían.
-El viaje de novios lo haremos en verano, iremos a pasar una semana en el hotel de Draco y Paolo, Morgana vendrá con nosotros si quiere, también habíamos pensado que podrían venir mis padres a recogerla y llevarla a Nueva York y al volver de Florencia nos reuniremos allí con ellos, o podríamos llevarla a Estados Unidos y pasar unos días con ellos, celebrar juntos el cumpleaños de Morgana y luego viajar a Italia. - Narcissa dijo:
-Si Morgana quiere venir a Florencia seguro que le gustará mucho, es un sitio precioso… aunque visto lo visto, seguro que terminaré llevándola yo de paseo porque vosotros no saldréis de la cama en toda la semana. Quizás sería mejor que la llevéis a Nueva York… - Todas reían a carcajadas, sabían que era bastante probable.
Se terminaron la ronda de margaritas y ya estaban bastante borrachas, Elvira dejó las pociones para la mañana siguiente en la mesa de café y se dispusieron a dormir. Eran cerca de las 3 de la mañana y estaban agotadas. En poco tiempo, estaban todas dormidas.
Al día siguiente, se despertaron cerca de las 11 de la mañana, la primera que se despertó fue Narcissa, también fue la primera en dormirse, se tomó su poción prenatal y mientras se iban despertando Narcissa les fue pasando los viales de poción para la resaca, en poco rato estuvieron todas despiertas y vestidas comentando la noche anterior y riendo de nuevo, Narcissa dijo que ojalá pudiera asistir a otra reunión, Minerva le dijo que igual podría celebrar otra reunión cuando se casara con Sean…pero en esa ocasión podrían contratar a un stripper masculino, el problema sería colarlo en Hogwarts, todas reían hasta las lágrimas imaginando a Minerva intentando colar a un bailarín exótico en el colegio, entonces Pomona dijo:
-Si no lo pudiéramos colar, quizás podríamos hechizar a Severus y convencerlo de que nos haga un numerito. - Todas lloraban de risa, Elvira incluida, le dbijo:
-Pomona, creo que tendrás que intentarlo con otro, si se entera de que Minerva va a montar una despedida de soltera es capaz de huir de Hogwarts para no saber nada de lo que pudiera ocurrir… y sobretodo ese es un espectáculo sólo para mis ojos. - Volvieron a reír, entonces Hellen dijo:
-Bueno, y ¿Quién sería el candidato a stripper entre el personal masculino de Hogwarts?
Todas reían de nuevo y hicieron una lista riendo hasta las lágrimas cuando se mencionó a Dumbledore, Filch, Hagrid y Filius, incluso Bertha se reía ante la posibilidad de que su marido hiciera un striptease, después hablaron de los más jóvenes, Neville y Yoshi, pero fueron descartados porque son tan tímidos que con sólo insinuarlo se desmayarían de la impresión, entonces Rolanda dijo:
-¿No habéis pensado en Lars? Una vez lo hizo, yo lo vi. - Todas preguntaron al unísono:
-¿Cuándo?
-Fue en el cumpleaños de una amiga mía y de su hermana, es muy guapo pero fue más divertido que excitante, la chica era muy tímida y él se cayó un par de veces intentando quitarse los pantalones sin magia, entonces Pomona dijo:
-Eso sería muy divertido, y si no podríamos pedírselo a Hans si a Narcissa no le importa. No te lo he dicho, pero es del tipo que me gusta, ¿no tendrá un primo o algún amigo parecido por ahí para mí?
Narcissa reía y dijo que no creía que estuviera dispuesto a desnudarse para tantas mujeres, aunque no tenía motivo para estar acomplejado por nada…pero que en cuanto encontrara uno parecido se lo mandaría a Hogwarts, Pomona se lo agradeció con un abrazo y un sonoro beso en la mejilla. Estaban bromeando con ello cuando llegaron al gran salón riendo. Estaban solas, ya había pasado la hora del desayuno, así que les pidieron a los elfos unas tostadas, té y café. Cuando terminaron de desayunar salieron del gran salón y vieron por una ventana que los niños estaban jugando en el jardín con Thomas por allí cerca charlando con Albus, hacía una bonita mañana. De pronto vieron que Severus y Hans estaban llegando hasta allí, Severus dijo:
-Buenos días, señoras, por fin dais señales de vida…estábamos pensando en ir a despertaros. - Elvira corrió hacia él y lo besó apasionadamente.
-Buenos días, mi amor, no te enfades, nos dormimos tarde. Aunque no lo creas, te he echado de menos. - Volvió a besarlo y todas empezaron a vitorearlos y a decirles:
-¡Oh, qué tierno! - Severus empezó a incomodarse y todos rieron.
-Bueno, basta ya. - Minerva dijo:
-Tranquilo, Severus, querido, hemos cuidado muy bien de ella.
Hans que estaba observando la escena divertido, de pronto vio a Narcissa reír saliendo del gran salón, había olvidado sus pociones allí dentro. Se acercó a ella rápidamente y la abrazó y la besó.
-Buenos días, querida, te echaba de menos, ¿donde estabas?
-Buenos días, amor. Se me olvidó la bolsa de las pociones en el gran salón. Yo también te echaba de menos, ¿De donde veníais?
-Severus me estaba enseñando esta mañana su laboratorio de pociones privado, es alucinante. ¿has comido algo? ¿Te sientes bien?
-Sí, he tomado un té y unas galletas de jengibre, que dicen que son buenas para las náuseas matutinas. Me siento muy bien, ahora mucho mejor que te veo, porque estaba agotada, de lo contrario no hubiera podido dormir sin ti. - Se besaron y entonces Minerva dijo:
-Tortolitos, ¿Necesitáis algo de intimidad? - Todos se rieron, incluido Severus, viendo el apuro de Narcissa y la sonrisa de oreja a oreja de Hans.
-No, Minerva, creo que me llevaré a Narcissa a descansar un rato, para que me cuente qué tal lo pasó anoche.
-Bien pensado, por cierto, Narcissa nos ha contado la buena noticia, enhorabuena, no te preocupes, no diremos nada, ni siquiera a nuestras parejas, todas sabemos lo que están haciendo en El Profeta con Narcissa y la protegeremos. - Hans dijo:
-Gracias, Minerva, y a todas, esta tarde vendrá mi sobrino a vernos y charlar un rato y se lo contaremos. - Se despidieron y se fueron a su habitación.
Los demás se repartieron por sus habitaciones, Severus y Elvira fueron a su habitación y en cuanto cerraron la puerta, Severus la apretó contra la puerta y la besó apasionadamente. Cuando recuperaron la respiración, Severus dijo:
-No te imaginas la noche que he pasado sin ti…
-Sí, yo también te he extrañado, me costó dormir sin ti a mi lado.
-Sabes, estuve tentado de ir allí a buscarte…
-Pues no hubiera sido una buena idea…
-¿Y eso?
-Porque si llega a entrar ahí un hombre, seguro que entre Minerva, Pomona y mi madre lo hubieran desnudado… se les subieron los mojitos y las margaritas a la cabeza. - Severus palideció con sólo pensarlo.
-Tranquilo Severus, les he dicho que se comporten y que no te avergüencen… ¿Qué tal si seguimos con lo que estábamos haciendo. - Entonces Severus volvió a besarla y a morder su cuello, diciendo entre besos y ligeros mordisquitos.
-Está bien…sigamos, pero de aquí no saldremos en una hora como mínimo.
Entonces silenció la habitación y selló la puerta. Mientras seguía presionando a Elvira contra la puerta, la besó y acarició su pecho por encima de la ropa, después bajó su mano por su muslo y subió la pierna de ella rodeando sus caderas, se apretó contra ella y Elvira gimió al notar la erección de Severus apretada contra su entrepierna. En ese momento, él cogió sus manos las sujetó por encima de su cabeza y usó un hechizo para mantenerla allí pegada, en esa posición, sacó los pechos de Elvira por encima del escote de su vestido y empezó a besar y acariciar su suave piel y a morder sus pezones ya duros. Entonces se arrodilló frente a ella y, sin quitarle el vestido, metió las manos por debajo de su falda y le arrancó las bragas, ella gritó:
-¡Eh! Esas bragas me gustaban mucho…
-No pasa nada, te compraré todas las bragas que quieras, pero tienes que dejarme arrancártelas si quiero…
Ella jadeó cuando él abrió sus piernas y empezó a lamer sus labios y su clítoris, estaba muy excitada, él la siguió lamiendo y acariciándola, apoyó una de sus piernas en su hombro y siguió besando y chupando su coño como loco. Dio una fuerte succión en su clítoris mientras metía sus dedos dentro de ella y buscaba el punto que la volvía loca. Cuando se corrió él se levantó, acabó el hechizo que la inmovilizaba contra la puerta y se abrazaron y besaron con pasión, antes de que ella pudiera darse cuenta, él se había abierto la bragueta, sacó su polla y se restregó contra ella. En esa posición la penetró, ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura y él empezó a empotrarla contra la puerta, ella gritaba como loca, estaba muy excitada y disfrutaba como nunca, él estaba a punto de correrse, entonces acarició su clítoris, pocos segundos después ambos se corrieron y se desplomaron sobre la puerta agotados y sudorosos, porque no se desnudaron.
-Pues sí que me has echado de menos, cariño…
-No te haces una idea, bruja… Estamos muy sudados ¿Qué te parece si vamos al baño y no salimos de la bañera hasta que sea la hora de almorzar?
-Me parece perfecto. - Se besaron y corrieron al baño mientras se desnudaban y dejaban la ropa tirada por el camino.
Cuando llegó la hora del almuerzo estaban en el gran salón, todas las mujeres comentaban sobre la noche anterior y los hombres sobre lo que harían esa noche en la habitación de Dumbledore, Severus se apresuró a decir que no harían nada especial, sólo tomarían unas copas y nada más. Albus dijo:
-Severus no te preocupes, que no haremos nada malo… - Severus lo miró con suspicacia.
-Te conozco, Albus, ¿Por qué será que creo que no debería fiarme de ti?
Todos se echaron a reír. Severus estaba considerando fingir una gastroenteritis… pero Poppy tenía la enfermería bien surtida de pociones para ello desde la última epidemia entre los estudiantes el mes pasado.
Terminaron de almorzar y Morgana fue a verlos a su habitación, le preguntó a Elvira qué tal lo había pasado y le dijo que lo había pasado muy bien, la niña dijo que ojalá hubiera podido ir a la reunión de chicas con ella, Severus estaba leyendo y levantó la vista de su libro y dijo:
-Nada de reuniones de esas hasta que no tengas por lo menos 30 años… - Morgana lo miró sorprendida.
-¿Por qué? Hermione no tiene ni siquiera 30 años. - Severus entonces se sintió acorralado.
-Está bien… podrás ir cuando tengas la edad legal para beber, pero tienes que prometer no beber demasiado. Además para entonces, Pomona y Minerva se habrán jubilado, no tendré que preocuparme porque sean una mala influencia.
Elvira y Morgana se echaron a reír, Severus no lo sabía, pero Minerva había pensado que tras jubilarse haría una reunión de chicas en su casa tras el fin de curso, como una celebración de fin de curso para sus amigas y una buena manera de pasar un buen rato juntas por lo menos una vez al año. Pasaron un rato charlando y luego Morgana se fue, había quedado con Charlotte, Anthony y el resto de chicos para ir a jugar a los jardines, cuando Morgana iba saliendo, Caliope y Thomas llegaban por el pasillo para ir a ver a su hija y su yerno, Thomas quería pedirles a los elfos la receta del estofado que almorzaron el día anterior. Los dejaron allí con Polly, que estaba encantada de enseñarle todo lo que quisieran a los padres de su querida señorita Elvira.
Cuando salieron de las cocinas iban a su habitación a echarse un rato, cuando vieron a Lars un poco despistado.
-¡Hola chicos! - Se acercó a ellos y los saludó muy contento, abrazándolos a ambos, para disgusto de Severus. - Al llegar de Hogsmeade, me crucé con Albus y me dijo dónde está la habitación de mi tío pero no la encuentro… - Severus y Elvira sonrieron.
-Tranquilo, Severus y yo te acompañaremos. - Llegaron a la habitación en pocos minutos, llamaron y salió Hans a recibirlos con una enorme sonrisa.
-¡Hola, Lars! Ya pensaba que no podías escaparte unas horas del trabajo.
-Hola tío, quería venir a verte y como ayer adelanté un poco de trabajo, me he podido tomar unas horas y los empleados también. No os preocupéis chicos, la producción va bien y hay suficiente stock para por lo menos un par de semanas, según como van las ventas. - Hans dijo:
-Bueno, pasad todos, Narcissa se está echando la siesta pero me dijo que la avise cuando llegara Lars. - Elvira dijo:
-La saludaremos y nos iremos, nosotros también habíamos pensado dormir un rato.
Entraron y se sentaron en el pequeño sofá, Severus lo amplió porque era un poco estrecho. Narcissa salió del dormitorio de la mano de Hans, Lars corrió a saludarla y abrazarla .
-¡Tía Narcissa! ¡Qué ganas tenía de verte! ¡Estás preciosa! - Ella sonrió, le devolvió el abrazo y besó su mejilla.
-Hola cariño, ¿Cómo estás? ¿Y Fred?
-Todo está muy bien.
Se sentaron todos y entonces Elvira y Severus dijeron que se iban y los dejarían hablar a solas. Narcissa dijo que no era necesario, Hans dijo:
-Lars, ayer te dije por carta que quería hablar contigo si esta tarde podías escaparte del trabajo.
-Sí, tío, y me intrigó mucho, por eso adelanté trabajo. - Entonces Hans cogió la mano de Narcissa y dijo:
-Queríamos contártelo en persona, Narcissa y yo… - Lars lo interrumpió:
-¡¿Os vais a casar?! ¡Eso sería maravilloso!
-No es eso, por lo menos no es la noticia que queremos darte ahora, Narcissa y yo estamos esperando un bebé.
Lars sólo gritó de alegría, abrazó y besó a su tío y su novia, los felicitó efusivamente y les hizo mil preguntas. Hans le dijo:
-Lars, tranquilo, nos enteramos el día que llegamos, Narcissa tuvo un desmayo y entre Severus, Elvira y yo la llevamos a la enfermería, Poppy le hizo una exploración a fondo y nos lo confirmó, nacerá en noviembre aproximadamente, es una niña. Narcissa le escribió a Draco ayer, queríamos que lo supiera cuanto antes, pero como estamos lejos pensamos que lo mejor era escribirle, hubiéramos querido decírselo en persona como a ti, pero también queríamos decírselo primero a él, según nuestros cálculos, es probable que ya la haya recibido. - Lars los volvió a abrazar.
-Estoy tan feliz, por los dos, os quiero mucho. - Entonces se arrodilló y abrazó la cintura de Narcissa, empezó a hablar con la barriga de Narcissa. - A ti también te quiero mucho, pequeñita, soy tu primo Lars, seré tu primo favorito y te voy a consentir como a una princesa. - Severus y Elvira miraban la escena mientras Narcissa y Hans reían. Narcissa preguntó:
-Lars, querido, ¿sabes que aún no puede escucharte?
-Da igual, por si acaso, pienso hablarle siempre que pueda hasta que nazca para que me reconozca desde el primer día, hice lo mismo con Sigrid y funcionó.
Le hicieron prometer a Lars que no le contara nada a Fred, por lo menos mientras estuvieran en Gran Bretaña, no porque desconfiaran de él, temían que comentando algo sobre el tema lo escuchara quién no debe… cuando se fueran era libre de contárselo. Empezaron a reír cuando Lars dijo que su secreto estaba a salvo con él con una expresión muy solemne. Severus y Elvira se despidieron de Lars hasta la boda, no podía quedarse para la despedida de soltero improvisada de Severus, porque al día siguiente quería adelantar algo más de trabajo para poder pasar el día de la boda entero en Hogwarts y ayudar en lo que pueda. Lars se quedó allí un rato charlando con su tío y con Narcissa.
Severus y Elvira llegaron a sus habitaciones, prepararon su sofá para que fuera una cama más grande y cómoda, se echaron un rato y estaban casi dormidos cuando escucharon el floo de la chimenea, Elvira se levantó y vio que una carta y un pequeño paquete volaron desde allí. Venían a nombre de Narcissa y de parte de Draco.
-Severus, mira. - Cuando Severus lo vio, dijo:
-¿Se lo llevamos ahora o esperamos a la hora de cenar? - Elvira dijo:
-He pensado que será mejor que duermas un rato o esta noche no aguantarás la bebida, yo se lo llevaré, vuelvo enseguida.
Lo besó en los labios y se fue rápidamente, cuando llegó, Lars acababa de irse, cuando Narcissa vio la carta y el paquete de Draco se sintió un poco asustada, pensaba que dándose tanta prisa en escribir podría ser que se lo haya tomado muy bien o muy mal… le pidió a Elvira que esperara un momento por si eran malas noticias. Hans se ofreció a abrir la carta y cuando lo hizo la leyó rápidamente y sonrió:
-Léela.
Después de leerla lloraba de alegría. Draco estaba entusiasmado, Narcissa se lo contó todo en su carta, el nuevo engaño de Lucius y cuando nacería la niña, Draco estaba feliz de tener una hermanita, sabía que a su madre le hubiera gustado tener más hijos y que alguno fuera una niña, Paolo también estaba muy contento, les enviaba felicitaciones y besos, decían que en cuanto volvieran mimarían a Narcissa y la tendrían como a una reina. También le enviaron un paquete con unos pequeños patucos rosas y un chupete rosa. Elvira dijo:
-Son encantadores. Entre el futuro papá, el hermano y el cuñado vas a ser la embarazada más mimada del mundo.
Se despidieron hasta la cena y dejó a Hans abrazando a Narcissa mientras ella miraba embelesada el primer regalo que recibió su bebé de parte de su hermano mayor.
Cuando Elvira volvió a su habitación, se encontró a Severus adormilado en el sofá con Poe acurrucado cerca de él. Cuando la vio aparecer, apartó al gato y le hizo un hueco a Elvira, ella se tumbó a su lado y él la abrazó haciendo la cucharita, ella dejó que Poe se acurrucara a su lado. Severus le preguntó qué ponía la carta, ella le contó que Paolo y Draco estaban felices por ellos y que estaban deseando que volviera para mimarla y que le habían enviado unos patucos y un chupete rosas.
-No me sorprende, Draco no es tonto y a Narcissa siempre le han gustado mucho los niños, se deshacía cada vez que veía un bebé, seguro que lo notó. Ella siempre ha adorado a su hijo, pero él y yo lo hablamos más de una vez, sabíamos que le hubiera gustado darle un hermanito a Draco y, en una ocasión, me confesó que a él también le hubiera gustado, yo creo que hubiera sido menos capullo de pequeño, no lo conociste entonces y sólo sabes que es un gran chico, pero hasta hace pocos años era odioso. Menos mal que ha madurado… bueno, será mejor que duerma un poco o me dormiré esta noche y quizás Albus me pinte un pene en la frente o algo así.
Ambos se rieron y Severus la abrazó con fuerza, pasaron casi toda la tarde durmiendo hasta que sonó la alarma para ir a cenar al gran salón.
Fueron a cenar y cuando terminó la cena Dumbledore les dijo que los esperaba en una media hora, para tomar unas copas, habían decidido no pasar allí la noche, todos temían los ronquidos de Hagrid. Severus fue a su habitación, dejó su capa y su levita, antes de irse intentó buscar una excusa para escaquearse. Elvira le regañó:
-No, tienes que ir, por lo menos no os quedaréis allí a dormir… Aunque puedo hacer algo por ti antes de que te vayas para que te acuerdes de mí…
En ese momento, Elvira lo hizo sentarse en su cama, abrió su bragueta y empezó a acariciar su pene mientras lo besaba. Cuando se apartó un momento Severus dijo:
-¿Qué haces?
-¿Tú qué crees? Dándole un pequeño regalo a mi prometido antes de que se vaya a tomar unas copas, para que vuelva lo más pronto posible…
Volvió a besarlo y siguió tocándolo. Entonces se arrodilló y empezó a lamer su polla lentamente, después metió su polla en su boca, fue subiendo el ritmo y metiendo su polla cada vez más profundamente en su garganta y le acariciaba los testículos.
-Elvira no puedo aguantar mucho más. - La sacó por un momento.
-No aguantes.
Entonces Elvira la introdujo en su boca lo más que pudo y Severus eyaculó en su garganta. Elvira tragó todo su semen, usó un hechizo de limpieza en su boca y su polla, volvió a vestir a Severus y mientras él recuperaba el aliento se sentó en su regazo. Lo besó y le dijo:
-Cuando vuelvas tendrás más.
-Entonces iré allí, les llevaré un par de botellas de whisky, como había planeado, les dejaré pociones para mañana, saludaré y volveré aquí en 10 minutos. - Elvira se reía.
-No, serás bueno y estarás allí hasta el final, te esperaré despierta, o podrías despertarme correspondiendo a mi regalo… sabes que me encanta que me despiertes así.
-Está bien, pero te advierto que no llegaré mucho más tarde de las 12.
-Vale, "Cenicienta".
Se rieron y Severus cogió las botellas y las pociones para el día siguiente, le dio otro beso de despedida a Elvira, esta vez no se entretuvo y se fue al despacho de Dumbledore, recogió antes a Thomas y Hans, ellos aún no sabían orientarse bien en Hogwarts.
Cuando llegaron al despacho de Dumbledore, Albus los recibió allí, saludó a Thomas y Hans y los tres se entretuvieron mirando las cosas que tenía allí Albus, los retratos los miraban con curiosidad, Severus se impacientaba mientras observaban fascinados a Fawkes, ninguno de los dos había visto a un fénix de cerca. Cuando terminaron de curiosear, Albus los acompañó a su sala de estar privada, donde ya los esperaban los demás, estaban allí Hagrid, Neville, Filius y Yoshi, también estaba allí Phillipos, el novio de Sybill Trelawney, que había llegado antes de la cena y al cual invitaron por lo menos a tomar una copa. Cuando llegaron felicitaron a Severus de nuevo y cuando él sacó el whisky de fuego que llevó y repartió las pociones para el día siguiente, le agradecieron su generosidad:
-No es generosidad, el whisky no es molestia y las pociones las traigo para que no me molestéis mañana por la mañana porque tenéis resaca y no digáis que podéis ir a la enfermería porque Poppy no tiene pociones para la resaca, esto es un colegio y se supone que no son necesarias para los alumnos. - Albus dijo:
-Bueno, señores, tomemos asiento y sirvamos las bebidas.
Pasaron un rato bebiendo y charlando, Thomas fue preguntado por qué le parecía el colegio y qué pensó de su futuro yerno cuando lo conoció.
-Me cayó bien, al principio lo veía demasiado serio para Elvira, pero es que ella puede ser demasiado descarada. - Entonces Phillipos dijo:
-Sus caracteres no parecen muy compatibles, pero una vez hablas con ellos un par de veces te das cuenta de que se complementan casi a la perfección. - Severus no parecía molesto por la conversación hasta que Hagrid dijo a Thomas:
-Sabes, cuando me enteré que Elvira y Severus estaban juntos lo primero que pensé fue, ¿Cómo es posible que alguien tan hermosa y encantadora se fijara en alguien como el profesor Snape? No me malinterpretes, Snape, desde que acabó la guerra contra quien no debe ser nombrado, y se supo la historia que tuviste con Lily tenías muchas admiradoras, un montón de mujeres te perseguían… - Severus dijo incómodo:
-Cállate, Hagrid.
El semigigante se disculpó. Siguieron bromeando con cómo consiguió enamorar a Elvira teniendo en cuenta su encantadora personalidad. Thomas dijo:
-Es que mi hija también es bastante especial, yo sabía que sólo se casaría con alguien un poco peculiar y que viera algo más allá de su físico. - Hagrid un poco achispado dijo:
-Permíteme que te diga Thomas, Elvira es inteligente y encantadora pero es que su físico distrae demasiado de sus otras y muchas cualidades. - Severus se molestó visiblemente, pero Thomas no se lo tomó a mal.
-¿Crees que no sé que mi hija tiene un físico impactante? No sabes cómo lo pasé durante su adolescencia con un montón de salidos babeando detrás de ella…pero por suerte su madre y yo la educamos bien y sabía que debía buscar a alguien que no sólo la viera como un pedazo de carne, su madre era igual que ella a su edad, tuve la suerte de que se fijó en mí porque, a diferencia de otros hombres, me gustaba independientemente de su aspecto y la miraba a los ojos cuando hablaba, además de que éramos bastante compatibles y siempre nos hemos divertido mucho juntos. Además, fui el único novio que tuvo al que no tuvo que obliviar cuando les contó que era una bruja porque les horrorizó, la magia me fascinó desde que me lo explicó todo, además, me encanta eso de poder hacer las tareas de la casa a golpe de varita, yo cocino porque me gusta mucho pero luego todo está limpio en cuestión de minutos y podemos salir y hacer todo lo que queramos sin preocuparnos por las tareas domésticas, no sabéis la de discusiones que ahorra eso.
Todos rieron y estuvieron de acuerdo, Yoshi asentía, él era nacido de muggles y sus padres habían tenido bastantes discusiones por el tema de las tareas domésticas, los dos trabajaban fuera de casa y el reparto de las tareas domésticas siempre les suponía un problema, cuando él y su hermana crecieron, se hicieron cargo de algunas, pero cuando él se fue al colegio a estudiar magia, cuando volvía a casa y hacía la limpieza de su habitación usando magia, decían que lo envidiaban y que ojalá todos fueran magos.
En ese momento, Yoshi recordó que había traído una botella de sake, todos querían probarlo, algunos no lo habían probado nunca y los otros hacia muchos años que lo probaron. Se sirvieron las copas y Dumbledore le pasó una a Severus. Todos brindaron y bebieron a la vez terminándose sus copas de un solo trago. Tosieron un poco, era un licor bastante fuerte. Albus preguntó:
-¿Qué te parece, Severus?
-No está mal. Pero… - Entonces notó un olor que no notó antes de beberlo. - ¿Qué le has echado a mi copa, Albus? - Albus se rió:
-Me extraña que no lo notaras antes, sólo ha sido una pequeña gota de Veritaserum, para que te desinhibas un poco y nos hagas alguna confidencia, lógicamente todo lo que se hable aquí se quedará aquí.
-Albus, estás loco. ¿para eso me pediste un vial de Veritaserum hace unos días? Debería irme de aquí, pero por suerte para ti, me había informado antes y ningún auror te había pedido una ampolla, por eso la que te di era solo un placebo, a veces se te olvida que fui agente doble y que me pasé la mitad de mi vida engañando a ese desgraciado. - Albus se quedó impresionado.
-Joder, ¿es que nunca conseguiré que te sueltes un poco?
-No, mientras inventes excusas tan malas. - Todos se rieron.
Volvieron a brindar, entonces Hans, estuvo preguntando a Albus cómo se le había ocurrido intentar drogar a un maestro de pociones usando una poción que él mismo había elaborado. Albus contestó:
-Cuando lo pensé, creí que podría ser buena idea, mi próximo plan tendré que elaborarlo mejor.
Severus entornó los ojos y los demás rieron. Pasaron un rato de charla, hasta que Phillipos dijo que estaba cansado y se marchó, Hagrid también se fue, tenía que alimentar a sus criaturas mágicas nocturnas recién nacidas y Olympe no podía hacerlo por él, después fue Hans el que dijo que iba a marcharse, era divertido, pero quería ver si Narcissa estaba bien. Albus se preocupó.
-¿Qué le pasa? ¿Está enferma? - Hans negó con la cabeza.
-No, no está enferma, creo que puedo confiar en que no diréis nada a nadie, no queremos que la prensa lo publique, Narcissa está embarazada.
Todos le dieron la enhorabuena y le desearon lo mejor, Hans les contó que estaban muy contentos y que sería una niña, también les dijo que habían decidido que la existencia de su hija sólo trascendería a la prensa cuando se casaran y porque no podían evitar que el matrimonio se registrara en el ministerio de magia de cualquier sitio en el que se celebrara la boda, ya fuera en Gran Bretaña o en Italia.
-Sólo os pido que no salga de aquí, a Phillipos y Hagrid no los conozco mucho, pero parecen buenas personas, aún así, prefiero que sólo lo sepáis vosotros. - Neville dijo:
-Gracias por la confianza, por supuesto que no diremos nada, sé bien lo carroñeros que pueden llegar a ser. Además, será divertido ver las elucubraciones que harán esos memos. - Severus entonces pensó:
-Os imagináis la cara de Lucius Malfoy cuando se entere por El Profeta… pagaría por verla. - Albus dijo:
-Seguro que superará a la cara que se le quedó cuando lo dejaste calvo.
Estallaron en carcajadas, Albus les contó la historia de aquel día y estaban llorando de la risa, Filius casi se cae de su silla. Decidieron hacer un último brindis y se despidieron. Como los que se fueron antes, cada uno cogió su vial para el día siguiente.
Thomas, Hans y Severus se fueron juntos a sus habitaciones, afortunadamente, Severus no estaba muy bebido, además, no se perdería en los pasillos ni borracho como una cuba. Llegaron primero a la habitación de Thomas, cuando abrió Caliope, Severus le dijo que sólo necesitaba dormir, no había bebido demasiado, para evitar que se sintiera mal al día siguiente, sólo tenía que tomarse el vial que Severus le dio. Caliope se despidió de Severus con un beso en la mejilla y un abrazo. Hans y Severus fueron a la habitación contigua, en la puerta Hans le dijo:
-Tienes suerte, te has ganado a tus suegros, se ve que te adoran.
-Son buenas personas, tú tampoco eres desafortunado en ese sentido, los padres de Narcissa están muertos. - Hans reía.
-¿Por qué dices eso? No podían ser tan malos, ella es maravillosa.
-Ella era la excepción en aquella familia, eran un montón de dementes obsesos de la pureza de sangre, la obligaron a casarse con esa rata, cuando se enteraron que yo era mestizo, las pocas veces que coincidí con ellos me miraban por encima del hombro y me hablaban con desprecio, hasta que se enteraron de quién era mi madre, eran unos malditos snobs. - Hans le dijo:
-No me sorprende que no me hable mucho de ellos. - Cuando Hans abrió, vio que ella se había quedado dormida en el sofá leyendo un libro. Severus le dijo si quería que lo ayudara. -No será necesario.
Abrió la puerta usando magia y destapó la cama, le dijo a Severus que dejara el libro en la mesita y la cogió en brazos, Severus susurró:
-Te dejo la poción para mañana aquí.
-Gracias Severus. - Narcissa se movió un poco y Hans le dijo: -Tranquila, cariño, te voy a acostar. - Afortunadamente, Hans no era un gran bebedor y podía llevarla en brazos sin dificultades para caminar. Severus se fue.
Cuando llegó a su habitación, Elvira estaba en la cama, profundamente dormida, así que simplemente se desnudó y se metió con ella en la cama, pensó en despertarla como prometió, pero se la veía tan a gusto que pensó que cumpliría su promesa de despertarla con sexo oral por la mañana. La abrazó y le dio un beso en el hombro. Pocos minutos después estaba dormido a su lado, abrazándola con fuerza contra su pecho.
