Image Al salir del pasadizo se encontraron en una enorme caverna de hielo, con largas estalactitas colgando desde el techo. El clima era diferente, mucho más frío que el exterior donde se encontraban hace apenas unos segundos.
El brusco cambio de temperatura golpeó a Li Mu de pronto, pues su especie no estaba muy acostumbrada al frio, y sus atuendo no era el adecuado, pero era mejor que estar afuera rodeados de stormtroopers. Por otro lado, para Tova ese clima era de lo más agradable. Caminaron por un tiempo por la inmensidad del laberinto de hielo y nieve. Li Mu no se podía explicar cómo existía lago como eso bajo la superficie, y mucho menos sabía como salir de allí. Su brújula daba vueltas en todas direcciones, cómo si un fuerte campo magnético afectara gravemente su funcionamiento. En cambio, tomaba su afilado cuchillo de combate y hacía marcas visibles sobre la roca, señalando el lugar por el cual venía, pues si las cosas no salían como esperaban, al menos podían regresar y buscar otra forma de llegar a la Aldea. La caminata fue bastante dura. Li Mu iba al frente esta vez, con su blaster E-5 en mano apuntando a cada rincón. Afortunadamente, la luz parecía reflejarse en los cristales de hielo, y prácticamente no habían zonas oscuras en el interior, pero si apartaba la vista por un momento, tenía la sensación que podría perderse en el intrincado laberinto, así que se enfocaba todo lo que podía, aunque sus manos temblara por el frio. Sin embargo, Tova parecía estar en un paseo casual, pues el frío no la afectaba, y solo podía admirar la belleza del lugar, y de los patrones que la luz reflejaba sobre las diferentes paredes de piedra. Todo hasta que un estornudo de Li Mu la hizo reaccionar.
Tova se asustó un poco al escuchar el eco, pero se sintió algo mal cuando vio al gossam temblando por el frio. Lo único que se ocurrió fue quitarse su chaqueta de cuero y ofrecérsela a su acompañante, pues el pullover negro que tenía abajo era más que suficiente para ella. Li Mu: - ¿Qué estás haciendo? Te resfriarás. - Le dijo a regañadientes.
Tova: - Mi especie vivió en un planeta de hielo. Puedo resistir el frio. Además, este clima es muy agradable para mi. -
Li Mu: - Si tu lo dices. - Dijo tras una pequeña burla. El gossam aceptó la chaqueta y se la puso sobre su armadura. No era mucho pero al menos podía mantener sus órganos vitales más cálidos, aunque sus manos aún se estaban helando, aunque podía calentarlas con pequeñas pausas y su propio aliento. Esto les daría un tiempo extra, pero los problemas acababan de comenzar. De pronto, un extraño sonido hiso eco en la cámara. Un sonido que parecía perteneces a algún tipo de ser vivo. No lo sabían, pero el estornudo de Li Mu pareció haber alertado a los locales de su presencia, y parecían no estar muy contentos. Image Sin previo aviso, tres feroces wampa se acercaron al lugar, investigando la causa de sonido que les llamó la atención. Eran enorme, mucho mas grande que Ícaro, de uno metros de altura, cubiertas de un tupido pelaje blanco. Sus enormes cuernos sobresalían de sus rostros, y el pelaje blanco alrededor de sus bocas tenía un terrorífico color carmesí. Uno de ellos ya era todos un problema. ¿Pero tres? Era demasiado. Li Mu: - ¡Corre! - Gritó tras percatarse del peligro inminente. La pequeña Tova no lo dudó dos veces y corrió con todas sus fuerzas por el mismo lugar por el cual había venido, con Li Mu siguiéndoles de cerca. Los wampa rugieron al ver como sus presas se escapaban, y comenzaron a correr tras ellos. Primero en dos patas, pero luego optaron por una posición cuadrúpeda, con la cual alcanzaron mayor velocidad y poco a poco, fueron reduciendo la distancia entre ellos y sus futura comida. Tanto Tova como Li Mu podían sentir el retumbar del suelo por las pisadas de las imponentes bestias, que se acercaban cada vez más. No importase cuanto intentasen huir, los depredadores eran más rápidos, y aunque a veces tropezaban entre ellos mismos dado la estreches de los pasillos, ninguno de los dos tendría la posibilidad de escapar, y el gossam lo sabía. Li Mu se detuvo de pronto, dejando que Tova avanzara unos metros sin darse cuenta. El gossam se dio la vuelta y un certero blaster de su arma impactó en la frente de uno de los wampa que corrían de frente hasta su posición. El ruido alertó a Tova, quién se dió la vuelta sólo para ver al wampa caer sobre el suelo, mientras los otros dos saltaban sobre Li Mu con sus afiladas garras. Si embargo, Tova no conocía la reputación de los "comandos gossam."
Aunque no eran tan letales cómo los comando clon o los ARC, los comando gossam era una fuerza que poco vió el campo de batalla durante las Guerras Clon, pero que tenían una gran efectividad y entrenamiento de combate. Al ver cómo las dos bestias de más de tres metros de abalanzaban sobre él, Li Mu rodó al frente, dejando que los wampa se estrellaran contra el suelo, provocando un fuerte estruendo que sacudió la caverna. Las paredes temblaron, algunas estalactitas cayeron, y uno de los wampa recibió varios disparos sobre el brazo tras darse vuelta, para evitar que el blaster de Li Mu le diera en la cabeza. La poderosa bestia giró con fuerza, desprendiendo el blaster E-5 de las manos de Li Mu, quien sacó su cuchillo como una medida desesperada. El wampa se abalanzó sobre él, pero retrocedió al sentir cómo su dedos se separaban de su mano cuando el gossan blandió su arma. El wampa herido retrocedió emitiendo un agonizante grito de dolor, mientras el otro se abalanzaba violentamente contra Li Mu.
Si tiempo para reaccionar, el wampa agarró la mano de Li Mu de tal manera, que el cuchillo se atoró entre sus dedos, y con solo su fuerza bruta, logró tumbar al gossam contra el suelo cubierto de nieve. Sin soltar su agarre, el wampa usó su otra mano libre para intentar matar a Li Mu con sus afiladas garras, intercambiándolo con mordida y embestidas ocasionales mientras mantenía el dominio de la pelea. Aunque el ágil gossam se las apañaba para evitar una herida mortal usando su otro brazo y sus piernas. Sin embargo, Tova pudo apreciar aterrada desde la distancia como Li Mu apenas podía enfrentarse a uno de los wampa, cuando el otro, aquel que perdió los dedos de una mano, comenzaba a acercase para acabar con la pelea en un dos contra uno. Pero había algo que ella podía hacer. Había una forma en la que ella podía ayudar.
Se acercó un poco aprovechando que los wampa estaban demasiado entretenidos con Li Mu, y tomó el blaster E-5 con sus propias manos. Nunca había disparado uno pero había visto a muchos hacerlo, e incluso tenía una idea de como usarlo correctamente. Siguiendo las instrucciones que una vez leyó, separó sus pies y los apoyó con firmeza. Giró ligeramente el cuerpo y agarró el blaster con ambas manos, apoyó la culata contra el hombro, y alineó la mira contra su objetivo. Debería ser sencillo, pero nada más lejos de la realidad. Image El sonido del blaster dispararse tomó a todos por sorpresa. El wampa que recién se unía a la refriega recibió un disparo sobre el hombro, y no en la cabeza donde Tova apuntaba, nada que pudiese matar a la criatura. Para su sorpresa, la pequeña no se esperaba el fuerte culatazo que el arma le propinó, y el golpe que sintió sobre el hombro le sacudió todo el cuerpo y le hizo soltar el blaster mientras caía sobre la nieve tras perder el equilibrio. Li Mu sólo podía ver aterrado cómo el wampa que iba a por él cambió de objetivo, y comenzó a correr en dos patas sobre la pequeña, quién aún no se levantaba tras el fuerte impacto que recibió. A pesar de los gritos de advertencia, Tova sólo pudo alzar la mirada apoyándose sobre su espalda, e intentar retroceder al ver cómo la enorme bestia se acercaba a ella a gran velocidad. No había forma de escapar. No tendría tiempo suficiente para levantarse. El blaster E-5 había caído demasiado lejos, y no tendría forma se alcanzarlo. Tova no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir. Cuando.
Image Un segundo blaster se escuchó, y de repente, el wampa que iba a la carrera se desplomó sobre el suelo y su cuerpo se deslizó sobre la nieve hasta detenerse a poco centímetros de los pies de Tova. No había duda, estaba muerto, y eso lo confirmaba el humo que salía del agujero que tenía en la cabeza. Tova no pudo reaccionar de inmediato, pues el miedo la había paralizado. El último wampa, el que estaba dominando la pelea contra Li Mu, alzó la mirada solo para ver a una misterioso figura cuyo cuerpo y rostro estaban ocultos tras un abrigo hecho de piel de wampa. Eso enfureció tanto a la bestia, que hizo que se olvidara por completo del gossam, alzándolo con todas sus fuerzas y lanzándolo lejos antes de cargar de frente contra ese misterioso ser. Tova i Li Mu sólo pudieron alzar la mirada, para ver como la frenética bestia estaba apunto de embestir al extraño, cuando ocurrió algo impresionante. El ser misterios se agachó, y con un enorme cuchillo atravesó la cabeza del wampa, al mismo tiempo que se hacía a un lado mientras el cuerpo sin vida de la bestia se estrellaba contra la pared de piedra. Y todo eso, sin siquiera manchar su abrigo blanco con una gota de sangre. No había espacios a dudas. No era alguien común y corriente.
