AVISO Obligatorio: La serie de Fate, sus personajes y todo elemento del Nasuverse presente en lo siguiente no me pertenece. Es propiedad de Type-Moon.
Clave:
'Pensamientos.'
"Diálogo."
Especial
"Voz sobrenatural/Resaltado"
"Taumaturgia."
Í͕̟͓̈́͑ǹ͛͒co͎͉̍̐n̨̼͔̤̉ͮ͊c҉̘̪̟͉e̖͐b̬̝̪͢í̡ͣ̏̄̚bͤl̗͙͕̘͠ͅͅe̟̝͓̘̘͍̮ͤ̿͒ͯ̽̒̀ ̺͕̇ͪ
Konton no Tatakai
Capítulo Veintisiete
"Noche Roja"
Muichirou intenta enfrentar primero a dos de sus hermanos traidores, solo para verse abrumado por el trío de Myourenji. A simple vista, está claro que Muichirou es simplemente más poderoso que cada uno de ellos, pero al atacarlo en equipo y encima cuando trata de proteger a su padre herido en el suelo, no tiene mucha oportunidad. Aun así, Muichirou se las arregla para emplear la Técnica del Platillo Volante para dispersar numerosos cuencos de madera a una velocidad certera contra algunos de sus atacantes, infringiendoles heridas. Irritados y conscientes de que pueden perder la ventaja, los Myourenji toman algo de sus cantimploras y comienzan a sufrir una serie de mutaciones; aparicion de alas rudimentarias con un plumaje negro y que sus brazos se alarguen hasta el punto en que recuerdan mas al de un simio.
Muichirou lo reconoce como una transformación a Tengu; pero no solo está incompleta, también siente en su interior que es algo erróneo de por sí. Esta vez se defiende por medio de ciertas técnicas que utilizan el Elemento del Aire de manera ofensiva, logrando noquear a uno. Pero dos de sus hermanos le atacan por la espalda, logrando hacer que pierda el conocimiento.
Chiasa entonces se manifiesta, teniendo acceso a cierto tipo de tela que inhibe el despliegue de Circuitos Mágicos y la utiliza para amarrar tanto a su padre como a Muichirou a la par que coloca a ambos en un hechizo de sueño rápido, para asegurarse de que no despierten. Sus dos hermanos le amonestan el porqué demonios no peleo el pero es defendido por los tres Myourenji, a quienes Chiasa se dirige al preguntarles si su madre ha comenzando a encargarse ya de los demás habitantes de Azumi.
Uno de los Myourenji menciona que no será muy difícil, puesto que los Sakagami y los Toobori no se encuentran ahí. Tan solo el loco que vive cerca de los campos y los Tachiwaka, por no decir otras personas.
Miki pregunta entonces cómo diablos es posible, a lo que Chiasa sonríe.
Por otro lado. Milagrosamente, Shirou, Jirobou y Nagisa alcanzaron a reptar fuera de la Residencia Tokitou sin problemas y se encuentran ahora en Azumi, pero el ambiente entre los tres es todo menos tranquilo, puesto que Jiroubou acusa a Shirou de estar relacionado con los Myourenji en vista del té que tomo y con el que está familiarizado. Nagisa intenta servir como intermediario, pero Jiroubou no está siendo el mismo de siempre he incluso derriba a Shirou sobre el suelo a manera de descargar toda la angustia que siente, mientras que Nagisa lo logra detener con sus hilos.
Sin embargo, también dice que Shirou necesita explicarse, y eso hace el. Revelando cómo tuvo contacto con los Myourenji y también, el secreto detrás de su mejora en las prácticas ascéticas. Jiroubou luce enojado todavía más, reclamandole a Shirou por prácticamente escupir en la amabilidad de los Tokitou y Shirou lo acepta.
Es en eso, sin embargo, que notan que el ambiente luce demasiado silencioso. Caminan por una de las avenidas laterales de Azumi, encuentran todo un tanto más sombrío de lo que debería y es en eso que Jiroubou nota como una de las Puertas Torii que rodea el enclave se encuentra derribada y en un estado lamentable. Los tres ya saben que forman la fundación de una serie de campos delimitantes que repelen a ciertas criaturas y entidades de penetrar al pueblo, lo que significa que ahora pueden emplear ese punto ciego.
Justamente los tres observan a un Oni diablillo escabullirse por ahí, lo que obliga a Shirou a prepararse para disparar un kunai fantasmal con tal de matarlo si llega a acercarse. La criatura sin embargo, suelta un chillido de pavor y escapa de regreso al monte. Extrañado, Shirou duda mucho que le haya reconocido hasta que Nagisa comenta que algo más debió de haberlo ahuyentado. Y para su mala suerte, algo espeso le gotea en el hombro obligando a los tres a mirar hacia arriba, topándose con una araña monstruosa que nada tiene que envidiarle en tamaño a un perro muy grande. Esta se encuentra apostada en la rama de un árbol y sisea antes de intentar atacarlos tras disparar algo que intuyen que es telaraña.
Por fortuna, Shirou reacciona a tiempo y dispara el kunai que tenía preparado ya en su mente, asestandole un golpe directo en medio de la cabeza al arácnido monstruoso, matándolo en el acto. El cadáver cae y se desparrama en el suelo, donde es inspeccionado por los tres. Jiroubou la identifica como un Onigumo, una araña demoníaca. Pero no tiene ni idea de que hace ahí, cuando se supone que son apariciones raras de ver hoy en día.
Es en eso que escuchan una serie de chasquidos a la distancia y se esconden detrás del arbol, solo para observar cómo en una casa a la distancia está emergiendo un grupo de estas, que encima están cargando sacos envueltos en telarañas en sus lomos, transportandolos hacia otro sitio.
Los tres se escabullen al edificio contiguo, casi teniendo un infarto triple al observar desde afuera de la ventana como hay otra de esas criaturas y encima envolviendo a una persona en telaraña, antes de comenzar a transportarla fuera. Shirou tiene una realización terrible y los incita a salir de ahí antes de toparse con más de estas y más si son del tamaño de las grandes. Escondiéndose un rato detrás de cajas, toneles y cercas, logran evitar llamar la atención de las arañas que se encuentran por ahí. Pero terminan por caer en cuenta de que justo la parte de Azumi que no habían recorrido ya, está cubierta de telarañas.
Del lado de Kiritsugu, por fortuna puede escuchar sin muchos problemas de que hablan Wu Yi y el recién llegado identificado como Wagner. El primero le señala al segundo que han distribuido a donde lo necesita todo el material que pidió, y esperan una compensación adecuada, a lo que Wagner afirma que no habrá ningún problema en pagar hasta con una tasa de interés del 15% a lo que Wu Yi responde que hasta el que no tiene ni idea de finanzas reconoce que es más que justo. Wagner le pregunta entonces porqué es que está a cargo de esa parte de las operaciones, así como el porque insistió en una reunión presencial.
Wu Yi responde que porque es confiable, y añade que tenía la esperanza de que acudiera su "jefe" a la reunión. Comenta que ha tenido un interés bastante fuerte en conocerlo. Kiritsugu nota que eso pone un tanto nervioso a Wagner y le comenta que no se encuentra en el país ahora. Wu Yi señala que eso es una pena, pero que siempre se podrá en el futuro, ya que aspira a cambiar de empleo pronto.
Atonito, Wagner se pregunta que clase de tareas quiere realizar que no pueda como el jefe de seguridad de la Marble Trading Company, a lo que Wu Yi responde que trabajar para el señor Goldie o los Cascade fue entretenido en su tiempo, pero que ahora quisiera ampliar sus horizontes. Kiritsugu escucha atentamente y espera que se larguen, para poder revisar la bodega.
De regreso en Azumi, el trío continúa evadiendo a las arañas como pueden. Hasta que doblan una esquina, y en un callejón se topan a una de espaldas que de inmediato intenta capturarlos al vomitar un torrente de telaraña que logran evadir. Shirou reacciona primero, escribiendo una runa Sol en la pared y la carga rápidamente, lanzandole una descarga a la Onigumo que la aturde por unos segundos, mientras que Jiroubou despliega un proyectil de aire comprimido hacia la cabeza, causándole una herida mortal mientras que Nagisa se acobarda, desgraciadamente para él, termina por rozar una de las telarañas y pone en alerta a dos arañas mas que reptan hacia ellos con siseos espeluznantes. Jiroubou le dice que pelee antes de que lo capturen, pero Nagisa solo puede conjurar sus hilos e intentar manipular cualquier cosa para golpear a una de las arañas con esta, siendo demasiado lento puesto que una se abalanza contra él y le muerde en el hombro.
Jiroubou intenta matarla solo para estar a punto de ser atacado por la segunda, siendo salvado por Shirou con una proyección de su espada alterada con la runa eléctrica grabada ya. Shirou cercena los pedipalpos de la segunda araña, exponiendo su cabeza para un tajo que la mata, y degolla a la primera, liberando así a Nagisa. Ambos le agradecen y le preguntan por lo que tiene, a lo que Shirou responde que lo van a necesitar.
Shirou proyecta otras dos espadas cortas y carga la runa Sol grabada en estas. Les advierte que no durarán mucho, pero deberían de servir para defenderse. En eso, escuchan otro sonido a la distancia y ven en las alturas a varias siluetas aladas que Jiroubou reconoce como Tengu falsos, de los cuales puede ver a varios cargando bultos demasiado familiares. Jiroubou dice que están llevando a la cumbre del Monte Kurama, y se siente impotente en hacer algo. Nagisa advierte que deben de salir de ahí y dirigirse a las oficinas del Buro para que manden ayuda. Total, la entrada principal no está muy cerca y aun si hay arañas ahí, pueden matarlas y escapar.
Jiroubou se siente reacio y Shirou también, pero no ven otra mejor opción. Por fortuna, no se topan con más arañas en el camino, pero cuando llegan a la entrada se les agota la suerte al encontrarse con una especie de puerta de aspecto horrendo y que emite un hedor nauseabundo justo en medio. Aquello no estaba ahí antes, y ni Jiroubou ni Nagisa parecen reconocerla, pero se sienten inquietos ante su presencia.
Avanzan cautelosamente, teniendo planeado rodearla para llegar al sendero. Pero es en eso que la puerta se abre y Shirou siente que su olfato se está muriendo al detectar una inmensa presión de energía mágica espeluznante. Es en eso, que distinguen una silueta vaga emergiendo desde adentro y contemplan a una mano gigantesca y retorcida que termina por adoptar la apariencia de una garra todavía más monstruosa.
Shirou recuerda como tanto Kohaku, como Hisui e incluso Akiha mencionaron una mano de dimensiones inmensas y origen demoníaco atacarlas en la Academia Reien y se pregunta para sus adentros si esto no es lo mismo. Un Akateko.
En eso, la mano comienza a flotar y parece arder en llamas, antes de disparar una rafaga fogosa contra ellos que les hace huir. No necesitan nada más para saber que no tienen oportunidad contra esa cosa, y corren antes de encontrar cobijo detrás de una casa a la distancia. Prácticamente, no pueden usar la salida normal y si bien Shirou propone abrirse paso por el bosque hasta llegar al sendero, Jiroubou menciona que esa zona justamente está llena de riscos traicioneros y agujeros ocultos. Les tomaría mucho tiempo para hacerlo de forma segura, y Shirou entiende porque no quiere tomar tanto tiempo. Nagisa menciona que podrían intentar contactar a las oficinas, a lo que Jiroubou le responde de manera sarcástica si quiere enviar un pájaro mensajero. Shirou pregunta si hay un número de teléfono a lo que Jiroubou responde que sí, pero que muy probablemente el de su casa fue destruido y no tiene ni idea donde hay otro en Azumi, con lo rurales que son. Shirou comenta que tiene un teléfono satelital que su padre le dejó... Pero en el Enma-Tei y del otro lado de Azumi, por lo que tendrán que atravesar justamente por en medio del pueblo si es que quieren llegar rápido.
Vuelven a moverse, alcanzando a evitar pelear contra las arañas que encuentran en el camino, pero apenas alcanzan a recorrer una cuarta parte de este. Jiroubou habla con Shirou, llegando a disculparse hasta cierto punto por como actuó, pero deja en claro que cuando esto se resuelva no será bienvenido ya con su familia. Shirou lo entiende y se avergüenza, comenta que lo aceptara. Pero en eso, Nagisa exclama con terror cuando dos de los Tengu falsos les sobrevuelan antes de descender para capturarlos.
Jiroubou se defiende con una corriente de aire que apenas les desorienta y Shirou dispara un par de kunai contra ellos, que consiguen esquivar. No queriendo enfrentarlos, salen corriendo en busca de un escondite, siendo perseguidos por estos. Shirou los reconoce como dos de los Myourenji e intenta dispararles esta vez un Kunai Broken Phantasm, pero falla. Irritados por el intento, los dos comienzan a conjurar una rafaga de fuego y el otro de viento que se combinan en una mucho más poderosa que obliga a Shirou a separarse de Jiroubou y Nagisa. Este dice que intentará llamar a su padre para que pida ayuda y corre hacia la dirección del hostal, siendo perseguido por uno de los Myourenji mientras que el segundo va por los otros dos.
Al no tener que escabullirse, Shirou hace empleo de lo que sabe usar del Vuelo del Tengu para desplazarse de una manera más rápida entre los edificios. De haber mantenido el paso normal, el tengu falso le hubiera alcanzado y Shirou no quiere experimentar cómo sería pelear con ellos directamente. En el camino, una araña intenta emboscarlo y lo único que consigue es terminar con la espada que había proyectado siendo usada para matarla antes de deshacerse. Por fortuna para Shirou, ha llegado finalmente al sendero que conduce hasta el hostal. No encuentra a nadie en el edificio, y solo espera que la casera se encuentre bien. Pero no pudiendo permitirse el distraerse, llega hasta su habitación y se dispone a buscar frenéticamente el teléfono y lo encuentra, es entonces que marca hacia el teléfono de Kiritsugu y espera una y otra vez, desesperandose porque no le contesta.
En eso, escucha destrozos a la distancia que le indican que el Myourenji llegó ya. Y Shirou comprende que es tarde para escapar ya al pasillo, logra ver la ventana y decide escabullirse por ahí. Pero apenas logra alcanzarla, la puerta corrediza se quiebra y el Myourenji mutado asoma su cabeza antes de entrar, satisfecho con haberlo encontrado. Este promete hacerle muchas cosas que le van a doler mientras que se toma su tiempo en acercarse.
En eso, Shirou observa a su Elemental descansando en un rincón e intenta activarlo a distancia unas tres veces, gracias al hechizo especial de su Cresta. El Elemental despierta, y embiste al Myourenji por detrás, clavándole algunas de sus púas de tierra en el cuerpo. Este aúlla de dolor, mientras que Shirou aprovecha para correr hacia el pasillo, con su elemental rodando detrás de él.
Y todavía más atrás, el Myourenji lo persigue hecho una furia. Aun así, Shirou logra salir del edificio hacia uno de los patios y logra saltar hasta uno de los árboles con tal de llegar hasta el tejado y perderlo. Pero cuando lo hace, el Myourenji le alcanza en el aire y consigue empujarlo contra el suelo. Por fortuna, Shirou logra aterrizar en medio de un estanque, pero termina siendo casi fatal, puesto que el Tengu falso le atrapa y empuja su cabeza contra el agua, como si quisiera ahogarlo. Shirou intenta controlar nuevamente a su Elemental, pero al no poder ver lo que esta pasando, este es repelido por el Myourenji quien empuja aún mas fuerte la cabeza. Es en eso que Shirou deja de sentir la presión, y levanta la cabeza.
Puede distinguir entonces como el Myourenji está siendo levantado del cuello por una figura enorme y reconoce entonces a Kouma Kishima, quien le truena el cuello de manera inflexible. Shirou se siente un poco inquieto por la muerte tan repentina, y entonces ve como Kouma se dirige hacia él, diciéndole que este sitio en esos momentos no es lugar ni para él ni para nadie, preguntando el porque se encuentra aquí de regreso en lugar de huir.
Shirou no sabe ni siquiera porque él permanece ahí, pero le responde que sus amigos y él intentaron huir por la entrada principal, pero está bloqueada por una puerta extraña de la cual sale un Akateko. Kouma menciona que es una sombra de la Rashoumon, la puerta de la decadencia y putrefacción. Se sorprende de que alguien se haya atrevido a invocar algo así pero en vista de lo que se está desatando en la montaña, no debería de hacerlo.
Shirou pregunta qué es lo que está ocurriendo, a lo que Kouma responde que por todo lo que está viendo, un gran ritual que involucra un sacrificio. Dice que hay un mal reptante en la montaña y le pregunta a Shirou que es lo que hará.
Shirou lo piensa bien. En las palabras de Jiroubou, y en Yoshinori y Muichirou que siempre fueron amables con él. Entonces toma su decisión. Le pide a Kouma que si por favor puede ayudar a sus amigos a escapar por la vía que el Akateko guarda. Kouma no parece estar extrañado y accede a hacerlo, antes de desearle buena fortuna en ir a la montaña.
Shirou suspira, y se dirige hacia el hostal decidido a tomar las cosas por mano propia.
De regreso con Kiritsugu, este no ha escuchado nada más importante por buena parte de una hora. Hasta que a Wu Yi se le escapa el que si el Yakou ya salió de su retiro en Azumi, a lo que Wagner responde que lo ha hecho y que si es todo lo que han de tratar ahora, debe retirarse. Una vez que se larga, Wu Yi parece esperar unos minutos, antes de revelar que sabe que hay alguien más ahí con él.
