Fue una semana llena de aventuras, y bastante movidas. Fueron de un lugar a otro, viendo y comprando un montón de cosas, como un adorno de pez, que cuando apretabas un botón, empezaba a cantar una canción bastante motivante. También se adentraron en el mar, hasta que se pudieron ver peces. A Emma le asustaba ver qué se alejaban de la costa, y todo el viaje estuvo abrazada de Liam, que se hacía el fuerte, pero también estaba muerto de miedo. Ahí mismo, aprendieron a pescar de verdad, pero a Amanda se le atoro el anzuelo en la camisa, y cuando tiro de la caña, su ropa se rasgó. No fue nada que un encantamiento para reparar no arreglará, sin embargo, distraer al capitán era un problema. Otro día, aprendieron, por mano propia, a recolectar cocos de las palmeras. Liam se ofreció voluntario a subir una para alcanzar algunos cocos, que se veían muy apetitosos. Sin embargo, cuando Liam bajó los cocos, también aprendió a emprender una rápida huida, por qué un hombre con canas lo vio mientras bajaba con los cocos, y empezó a correr amenazadoramente hacia los chicos. Era una situación bastante parecida al Quidditch, según Emma y Amanda, aún que cuando lo comentaron, Anne no entendió ni pizca de lo que era el Quidditch, y lo llamo varias veces "Quickbeach". Descubrieron que los cocos se podían abrir con un encantamiento seccionador bien hecho, así que Amanda se encargó de todo el trabajo. Al final, los chicos disfrutaron de sus esfuerzos, y tomaron la fresca agua del coco. El miércoles de la segunda semana, Liam se trasformo en hurón, y corrió por todas partes, para que los chicos lo atraparan. Todos se estaban divirtiendo, hasta que una niña se encontró con Liam, y lo tomo desprevenido. Al pobre Liam lo metieron a una jaula junto a, irónicamente, un hurón hembra. La hurona se la paso olisqueando a Liam, y para su sorpresa, entendía mejor a la hurona que a otro animal. Tal vez debió intuirlo, pero de todos modos le tomó por sorpresa la buena comunicación que podía tener. La hurona estuvo muy feliz de tener a Liam como compañía, pues su dueña ansiaba tener hurones bebés. Liam, muy amable, le dijo que era una hurona joven, y probablemente podría conseguir a un hurón más adelante, pero que él ya estaba ocupado. La hurona le dijo que estaba bien, pero que aun así podría intentarlo, y Liam corrió por toda la jaula mientras la hurona lo perseguía. Finalmente, Emma vio a la niña, que pasaba muy contenta con la jaula, ansiosa de mostrarle a sus padres su nueva adquisición. Liam se lanzó contra las barras de la jaula, y Emma supo reconocerlo al instante. Fue un problema, por qué la niña se negaba a entregar a Liam, por mucho que Emma le recalcara que era suyo, alegó que no lo cuidaba bien, y que Liam estaría mejor junto a su hurona, de nombre "Molly". Al oír eso, Emma se puso furiosa, le arrebato la jaula a la niña e intento sacar a Liam del interior, pero Molly la mordió y Emma dejo caer la jaula. Liam y Molly se dieron un buen golpe en el suelo, a lo cual la niña empezó a llorar y darle pequeños golpes a Emma en el vientre. Liam aprovechó y se despidió de Molly, quién no quería dejarlo ir, sin embargo, al final acepto, y le dio un lengüetazo en la cara. Liam salió de la jaula, le dio un pequeño mordisco a Emma en la pierna y los dos salieron corriendo del lugar. Cuando Liam regreso a su forma humana, se llevó un buen regaño de Emma, que le pregunto qué tanto estuvo haciendo con la hurona. Días después de esa aventura, cuando ya faltaba poco para regresar, Liam se decidió por fin a aprender a surfear. Durante todo ese tiempo, los chicos no habían vuelto a nadar en la playa, por alguna razón, sin embargo, está era la ocasión perfecta. Así que nuevamente se pusieron sus trajes de baño, lo cual ayudaba mejor a diferenciar a Liam de las chicas.

-entonces, como me veo? – decía Emma posando enfrente de Liam

-m-muy bien, si – Liam asentía con la cabeza, muy sonrojado

-verdad? – sonrió Emma – lo único que no está bronceado es…

-No importa – gruño Amanda – Liam, ¿ya tienes todo listo?

-supongo – dijo Liam viendo una tabla de surf, que había sacado de una tienda por un cómodo precio – ahora que hago?

-entra al mar – dijo Amanda

-y cómo se supone que surfee, ¿eh? – gruño Emma

-mira y aprende – Amanda tomo la tabla de surf de las manos de Liam, y descubrió que pesaba más de lo que imaginaba

No fue mucho lo que Liam aprendió al ver a Amanda en el agua, puesto que no se veía para nada igual a lo que hacían los otros, que si surfeaban en las olas. Liam no se rindió, y vio a los demás surfear, intento replicar sus pasos, pero siempre se terminaba hundiendo.

-pues… es algo difícil – dijo Emma, viendo a Liam intentar e intentar, desde el agua

-lo va a lograr – sonrió Amanda, igualmente en el agua – ya verás

-solo espero que no se haga amigo de una surfista o algo así – río Emma

-verdad? No sé qué cosa tiene con hacer tantas amigas – suspiro Amanda – y nosotras somos las que sufrimos

-supongo – sonrió Emma – aún que yo confío mucho en él, no creo que pase nada, pero es mejor estar segura

-es verdad – Amanda sonrió de vuelta

-holaa – dijo Anne muy contenta – donde está Liam?

-ahí – Emma apunto con la mirada al chico, que seguía intentando montar una ola – que curioso, está vez no preguntaste por Raine

-bueno es que… como Liam siempre está contigo, y tú siempre estás con Liam – dijo Anne viendo a Amanda – pues se me hizo curioso

-ya veo – río Emma – y hablando de Raine, en donde estará?

-no sé, yo también la estoy buscando – dijo Anne preocupada

-oye, te cae muy bien Raine, ¿no? – dijo Emma con una sonrisa

-si me cae bien? – Anne se sonrojo – bueno, si, es… es muy agradable y todo… ella… bueno… y también es bonita y… todo eso

-sí, supongo que es bonita – dijo Amanda tranquilamente

-espero que no esté con ningún chico – dijo Anne nerviosa

-chico? Nah, ella ya tiene novio así que…

-Tiene novio?! – Anne interrumpió a Emma

-uh… – Emma y Amanda se vieron entre si – no… quise decir… tenía, si, ¿verdad?

-uy, si – Amanda asintió con la cabeza – pero terminaron

-hace tres meses – dijo Emma

-y muy mal – agrego Amanda

-una pelea terrible – dijo Emma chasqueando la lengua

-Y no quiere saber nada de él – Amanda negó con la cabeza

-absolutamente nada – dijo Emma – incluso le hizo un hechizo

-y dicen que su trasero ya no volverá a ser como antes – suspiro Amanda

-enserio hizo eso? – dijo Anne sorprendida

-sí, no tienes idea – río Emma

-oh, es genial! – Anne sonrió – una bruja extraordinaria, ¿verdad?

-claro – sonrió Emma – saco diez "Extraordinarios" en sus TIMO

-qué es eso? – dijo Anne notoriamente confundida

-exámenes muy importantes – contesto Amanda – los magos y brujas los tomamos a los quince años, y deciden que carreras mágicas podemos tener

-ohh, entiendo – Anne asintió con la cabeza – y dicen que Raine aprobó diez materias?

-no solo las aprobó – sonrió Emma

-las súper aprobó! – Amanda también sonrió

-oh! ¡Increíble! – Anne se sonrojo – Raine es genial…

-HOLA! – dijo Raine saliendo agresivamente del agua, mojando a las chicas – como están?

-bien, supongo – suspiro Emma

-cómo va Liam? – dijo Raine apartándose el cabello, de una manera un poco pretenciosa

-bien, el… – Emma volteo a ver a Liam – oigan, ya está con una chica!

-no puede ser! – Amanda apartó un poco a Anne y vio a la distancia

Efectivamente, Liam estaba hablando con una chica, mucho más alta que él. Tenía el cabello recogido en una coleta y tenía una sonrisa de oreja a oreja. Su tez era morena, y vestía un traje de baño que cubría las piernas y brazos, de color rojo y negro. La chica reía animadamente mientras Liam intentaba seguir sus indicaciones, y fallaba estrepitosamente.

-es increíble – suspiro Raine – no sé cómo lo hace

-bueno, no es para tanto – dijo Amanda – es más grande que él, no creo que le interese para nada

-claro que le interesa! – dijo Emma rápidamente – esas son el tipo de chicas que le gustan a Liam, ¿recuerdas a Susana Herrera? Pues esa se parece mucho

-puff, a Liam no le gustan así – río Amanda – el tipo de chicas que le gustan a Liam son inteligentes, como tú servidora

-jaja, claro, claro que sí Amanda jajaja – Emma río animadamente – a Liam le gustan las chicas fuertes, rebeldes y decididas, como YOOOOO

-yo soy rebelde – sonrió Amanda

-uy, si, saltarse Adivinación es muy rebelde – río Emma

-Yo no me salto Adivinación – gruño Amanda – en primera, por qué ni siquiera tengo Adivinación, esa materia es para tontos

-pues Liam está en Adivinación – sonrió Emma

-claro, menos el, él es muy listo – dijo Amanda – es solo que no tuve tiempo de explicarle que no tomara eso, por qué estuvo petrificado

-uh, si, recuerdo eso – Emma río animadamente – "noo, déjenme con Liam, por favor, yo lo voy a cuidar" jajajaja, ¿cuántas veces te sacaron de la enfermería?

-solo cinco veces – Amanda cruzó los brazos

-cinco veces en un día – corrigió Emma, todavía riendo

-tú también harías lo mismo – gruño Amanda

-bueno, basta – suspiro Raine – las dos irían a ver a Liam si estuviera en la enfermería, todas lo haríamos

-yo no – dijo Anne, Emma y Amanda la fulminaron con la mirada – es que… yo no… estudio ahí… no podría… verlo

-bueno, es verdad – Emma relajo la mirada – pero si estudiaras ahí lo verías?

-claro, me cae bien – sonrió Anne – aún que… bueno… no quisiera que fuera a la enfermería… eso es malo… ¿no?

-eh… – Emma no dijo nada más

Mientras las chicas hablaban, Liam seguía intentando. La chica que le estaba enseñando no se daba por vencida, ni Liam, y más por qué esa chica se parecía extrañamente a Susana Herrera. Finalmente, Liam logro surfear una pequeña ola.

-ah, muy bien, felicidades chico! – dijo la chica mientras aplaudía

-gracias, gracias – Liam sonrió un poco sonrojado

-ahora, a seguir practicando, vamos con una más grande – sonrió la chica

-más grande? – Liam miro las primeras olas que se formaban

-Ajá, vamos, es muy fácil – la chica subió a su tabla de surf – mira, y trata de seguirme

-ah! ¡Voy! – Liam empezó a remar con las manos

La chica monto una ola con una facilidad increíble, pero Liam fue arrastrado por el agua, otra vez. La chica se detuvo al lado de Liam.

-Hmmm, ya sé que pasa, es que no te levantas a tiempo – dijo la chica

-es difícil – suspiro Liam tumbándose en la tabla

-vamos, es fácil – río la chica – tú puedes, intentémoslo otra vez

-segura? – Liam se levantó

-claro, yo misma eh fallado un montón, pero mírame, ahora soy toda una profesional – la chica sonrió orgullosa – tú también puedes, solo imagínate, montando las olas más salvajes, e incluso las chicas podrían voltear a verte

-que motivante – Liam río un poco – bien, vamos

-así se habla! – dijo la chica y subió a su tabla – sígueme!

Así lo hizo, Liam remo y remo hasta una ola mediana. Se levantó y pudo montar a la ola, se sorprendió mucho, y la chica lo felicito. Siguió intentando más veces, y cada vez perfeccionaba más el surf. Claro que no era competencia para la chica, que incluso fue más allá y monto una gran ola, de esa manera que tanto admiraba Liam. Pero lo que dominaba ahora eran las olas medianas, incluso la chica le enseño varias técnicas para hacer más estiloso su surf.

-bien, muy bien – sonrió la chica – has sido un muy buen alumno, tienes un diez!

-gracias – río Liam – me vino muy bien tu ayuda

-no hay de que, los demás deberían de ayudar a los nuevos también – dijo la chica – tú también pusiste de tu parte, aprendiste muy rápido, y lo haces muy bien, incluso paso lo que te dije, las chicas te están mirando

-ah sí? – dijo Liam sorprendido

-sí, mira ese grupo, les llamaste mucho la atención – río la chica y apunto a la distancia. Liam volteo y vio a Emma, Amanda, Raine y Anne mirándolo – que cautivador, eres todo un galán, te gusta alguna?

-supongo que si – río Liam – la pelirroja es muy bonita

-que romántico, imagínate una historia de amor así – sonrió la chica – cuando era joven conocí a un chico que compartía la pasión por el surf, nos hicimos buenos amigos durante las vacaciones, incluso diría que nos enamoramos

-y que paso? – dijo Liam

-bueno, fue uno de esos amores de verano, intensos y cortos – la chica suspiro nostálgica – tal vez deberías hablarle a esa chica, no te cierres al amor de verano

-amor de verano… – Liam miro a Emma – sí, le hablaré

-bien, esa es la actitud! – sonrió la chica y palmeó la espalda de Liam – ve con ella, puedes tomar una ola y hacer lo que te enseñe, así le causas una buena impresión

-lo haré – sonrió Liam – muchas gracias

-no hay de que – dijo la chica – por cierto, no me habías dicho cómo te llamas

-Liam Baker – contesto

-bueno, un gusto Liam – sonrió la chica – yo soy Evelyn Roux

-Roux? – Liam vio sorprendido a la chica

-bastante francés no? – río Evelyn – mi padre era de Francia, por poco y nazco ahí!

-hm, curioso – Liam río un poco – bueno, un gusto conocerte Evelyn

-igualmente, espero que nos veamos en otra ocasión – sonrió la chica

Liam subió a su tabla y empezó a remar, no tardó mucho en encontrar una buena ola. Se levantó y siguió los conejos de Evelyn, y fue directo hacia las chicas. Tenía que reconocer que era bastante agradable que las personas voltearan a verlo, sin que tuviera nada que ver con alguna razón mágica o humillante, como que la poción le explotara en la cara, o que realizará un encantamiento convocador y el objeto le pegara en la cara.

-hola! – dijo Liam contento

-Liam, que gusto – dijo Emma sin sonreír – me podrías decir quién era esa señorita de ahí?

-Evelyn Roux – contesto con una sonrisa

-Roux? – Emma levanto una ceja

-lo sé, también me di cuenta de eso – río Liam – me enseñó a surfear, y ya tengo el truco, vieron?

-sí, lo vimos – contesto Emma

-y? ¿Qué tal? ¿Bastante bien no? – sonrió Liam – nunca pensé que lo lograría, pero lo hice!

-ah, felicidades Liam – sonrió Emma, sin poder contenerse más – estoy muy orgullosa

-estamos – dijo Amanda – claro que surfear no es tan emocionante como el Quidditch, ¿verdad?

-es muy emocionante – río Liam – por ejemplo, vieron a Evelyn cuando tomo una enorme ola? A mí me gustaría llegar a ese punto también, dicen que es una descarga de adrenalina asegurada

-jaja, ay Liam – río Emma

-por cierto, me dijeron que me estabas mirando mucho – sonrió Liam – pues déjeme decirle señorita, que usted es muy guapa, y me gustaría invitarla a una cita

-una cita? – Emma se sonrojo y sonrió – está bien, acepto, espero que sea tan interesante como sus técnicas de surf

-ah, oigan! – dijo Anne interrumpiendo a los dos – ya que estamos aquí, les parece si jugamos otra ronda de Voleibol?

-claro! – dijo Liam contento

-Voleibol? – dijo Emma confundida

-un deporte muggle – contesto Amanda

-y muy divertido – dijo Liam – te enseñaré a jugarlo

-perfecto – sonrió Emma – adelante entonces

-voy por la pelota! ¿Eh… Raine, me acompañas? – Anne se sonrojo un poco

-claro – sonrió Raine

Las chicas fueron por la pelota, en lo que Liam le explicaba lo que era el Voleibol a Emma. La chica entendió rápido, y se motivó a jugar. Cuando Raine y Anne volvieron, también trajeron a Tom, así que estaban igualados, eh hicieron equipos de tres. Liam, Emma y Amanda hicieron un equipo excepcional, anotando varios puntos a favor, dejando atrás a Raine, Anne y Tom, que también hacían buen equipo, pero la diferencia estaba muy marcada. Al final, Liam, Emma y Amanda ganaron el juego, y los demás tenían que comprar los helados. Los amigos disfrutaban del helado tranquilamente, sentados bajo la fresca sobra de una sombrilla, en una mesa.

-estoy algo triste – suspiro Liam – pronto regresaremos a… el mundo mágico – dijo en español

-a que, perdón? – dijo Anne confundida

-el mundo mágico – susurro Liam

-no quieres regresar? – río Emma

-sí, pero… ya me había acostumbrado a la playa y… – Liam vio a Amanda

-sí, yo tampoco quiero regresar – suspiro Amanda – me gustaría regresar a Hogwarts… de verdad que no me gusta Ilvermorny

-podemos hacer algo? – dijo Liam preocupado

-no lo creo – dijo Amanda cabizbaja

-se… van a ir pronto? – dijo Anne, nerviosa

-el lunes 31 – contesto Liam – por la mañana

-en dos días… – Anne miro a Raine – yo… quisiera tener magia… no quiero volver a no tener amigos – por la mejilla de Anne empezó a caer una pequeña lágrima – y voy a entrar a un nuevo colegio, va a ser más difícil…

-Estoy segura que va a poder hacer amigos – sonrió Raine – tú puedes!

-g-gracias – Anne se sonrojo, después miro a Raine con decisión – podríamos hablar un momento?

-eso… estamos haciendo, ¿no? – Raine miro un poco confundida a Anne

-si jaja, pero… yo me… me refería a… a solas… – dijo Anne nerviosa, sin poder mirar a Raine a los ojos

-Ah! Bueno… – Raine miro a Liam

-adelante – río el chico

-bueno… ahora regresamos – sonrió Raine y se puso de pie

-creen que se declare? – dijo Emma, a penas las chicas se fueron

-declare? – Liam miro confundido a Emma – por qué lo dices?

-a Anne le gusta Raine, que no es obvio? - río Emma

-a Anne le gusta Raine?! – dijo Liam sorprendido

-eso parece – dijo Amanda – pero… Raine tienen novio, ¿no?

-sí, Noach – contesto Emma – el prefecto de Gryffindor

-no, ya no lo son – dijo Liam – Raine rompió con él en vacaciones, incluso vino a verla, aparentemente le dijo en una carta que no le gustaba que estuviera con muggles, y rompió con el de inmediato. Fue todo un tema, Noach le rogó en la sala, afortunadamente ni mamá ni papá estaban, por qué si hubiera estado mamá, hubiera sacado de inmediato a Noach

-y no pudimos bajar para nada – suspiro Tom – se escucharon un montón de gritos

-todos de Raine – dijo Liam

-ni idea como llego Noach a casa – Tom le dio un lengüetazo a su helado – pero tardó en irse

-Raine no nos dijo nada después, pero escuchamos la mayoría – susurro Liam – pobre Noach

Hacía aire, junto a un bonito cielo azul, perfecto y tranquilo. Raine y Anne se habían terminado ya su helado, y finalmente se detuvieron en una zona algo solitaria, o más bien, solitaria, con vista al mar y con una disposición de aire muy buena. El cabello de Raine se movía suavemente junto a la brisa, y Anne lo notaba. Estaba muy nerviosa, su corazón latía rápidamente, y tenía ambas manos juntas en el pecho. Su respiración era rápida, y estaba muy sonrojada. Era la primera vez que hacía eso, o que pensaba en hacerlo, incluso era la primera vez que tomaba una iniciativa así. No podía hacerlo, no sabía que decir, ¿y si la rechazaba de la peor manera? ¿Y si la terminaba odiando? Y si…

-que me querías decir? – Raine miro a la chica

-ah! Y-yo q-quería… – la respiración de Anne se hizo más rápida

-estas bien? – dijo Raine preocupada

-Y-yo… – Anne estaba muy sonrojada, no podía hacerlo, estaba bloqueada, ni siquiera podía salir una palabra normal

-tranquila, no tienes por qué estar nerviosa – Raine sonrió, y Anne se derritió de amor

-R-Raine y-yo q-quiero d-decirte – Anne empezó a temblar

-ay, de verdad, tranquila – Raine río un poco y sostuvo a Anne de los hombros – no te voy a gritar ni nada jaja

-R-Raine! – Anne se sonrojo mucho – n-necesito decírtelo! Y-yo…

-vamos, tú puedes – dijo Raine tranquilamente

-Y-yo… – Anne tomo aire y miro a Raine a los ojos – M-me gustas!

-cómo dices? – Raine miro un poco confundida a Anne

-Me gustas! – repitió Anne – me gustas mucho Raine!

-te… te gustó? – Raine dio un pequeño paso atrás

-si! ¡Estoy enamorada de ti! – dijo Anne con todas sus fuerzas

-Yo… – Raine no podía creer lo que oía – de verdad te gusto?

-Si, sí, me gustas – Anne empezó a llorar

-ah! P-pero no llores – dijo Raine acercándose a Anne

-e-es q-que e-eres t-tan ge-genial q-que n-no p-puedo e-evitarlo! – dijo Anne con mucha dificultad

-oh… está… está bien – dijo Raine apenada

-Y-yo… e-entendería q-que no te… gustará – Anne bajo la cabeza – solo… soy una… simple… "muggle" como dicen ustedes…

-No digas eso! – Raine tomo a Anne de los hombros nuevamente – no eres una simple muggle, eres muy interesante, de verdad!

-no, no lo soy – sollozo Anne

-Anne… – Raine le secó una lágrima a la chica – ah, bueno, si… quieres, podemos intentar… no se… tú y yo…

-quieres… quieres… de verdad quieres… – Anne miro sorprendida a Raine

-sí, quiero – Raine río un poco y sonrió – pero, tu dilo, sé que tú puedes decirlo

-R-Raine… T-te g-gustaría s-salir conmigo? – dijo Anne muy sonrojada

-Si, me gustaría – sonrió Raine, y tomo a Anne de la mano

-E-entonces… s-somos n-novias? – Anne siguió sonrojándose

-sí, lo somos – Raine asintió con la cabeza

-E-eres m-mi p-primera novia – Anne sonrió apenada – mi primera relación!

-Me alegro de serlo – dijo Raine suavemente, se acercó lentamente a los labios de Anne – supongo que será el primero también, ¿no?

-S-si – Anne asintió lentamente con la cabeza

-hagamos que valga la pena, entonces – Raine se acercó unos cuantos centímetros más y sus labios hicieron contacto con los de Anne

Había una cierta tranquilidad en el ambiente. Liam lo notaba, pues el aire pasaba lentamente por entre su cabello. Parecía que el mundo iba más lento, relajado, como si se congelará poco a poco el tiempo. También tenían algo de hambre, puesto que eran aproximadamente las dos y media de la tarde, y solo habían comido un helado. Liam tenía bastantes ganas de carne, y Emma también, justo cuando Liam lo menciono. Buscaron por todos lados, pero solo encontraron puestos de hamburguesas, perritos calientes y demás comida rápida. Finalmente, se decidieron a ir al hotel, al comedor, en donde probablemente hubiera eso. Efectivamente, cuando llegaron, estaba un gran buffet, en donde varias personas se servían todo tipo de alimentos, y como eso estaba cubierto en el precio del hotel, decidieron comer.

-parece que no había comido una en años – dijo Liam, muy contento, masticando un buen corte de carne asado

-muy rico – confirmo Emma – pero creo que tú lo cocinarías mejor

-habrá que intentar – río Liam

-ahora menos quiero irme a Ilvermorny – suspiro Amanda

-oh, hola chicos! – dijo Raine muy contenta – no sabíamos que estarían aquí

-es que teníamos hambre – contesto Liam

-podemos sentarnos? – dijo Anne, igual de contenta

-no – contesto Amanda – obvio que sí, dah

-cómo les fue? – dijo Emma cortando un pedazo de salchicha asada a la parrilla

-Sobre eso – sonrió Raine – Liam, Tom, tengo algo que decirles

-adelante – Liam miro a Raine, al igual que Tom

-Anne y yo… – Raine hizo un pequeño silencio de misterio – estamos saliendo!

-oh, felicidades – sonrió Liam

-me alegro – dijo Tom contento

-muchas gracias – dijo Raine contenta

-eso es una forma de relacionarse con muggles muy curiosa – suspiro Amanda y partió un poco de gelatina

-pregúntale a mamá – dijo Liam – ella dice que tiene algo especial, bueno, lo tiene, es papá, y él es genial

-es verdad – Tom asintió con la cabeza – papá puede hacer un montón de trabajo en poco tiempo, cuando trabaja en casa es genial, por qué termina a las doce y tiene todo el tiempo restante para nosotros

-a mí me gustaría trabajar así – dijo Liam contento – si papá tuviera magia, el trabajo solamente sería su hobbie

-bueno, tu cocinas muy rápido – dijo Emma

-es verdad – agrego Amanda – no sé cómo lo haces, siempre te toma menos!

-ah, bueno, es que hay ciertas cosas que no vienen en los libros – sonrió Liam – la profesora Sprout me enseñó algunas técnicas, y yo descubrí otras, debería apuntarlas algún día

-todo un chef – suspiro Amanda y golpeó la mesa – estoy harta, deberíamos de buscar una cocina por aquí, por qué en Ilvermorny no hay nadie que cocine, solo los elfos, ¡y todos cocinan igual!

-puedo hacer algo sencillo – sonrió Liam – mira esto

Liam se levantó y fue hacia la mesa del buffet, en donde todo ya estaba preparando. Sin embargo, y después de un rato, Liam regreso con algo completamente diferente a lo que estaba en la mesa, y nadie supo que hizo exactamente. Liam se reservó el secreto cuando Amanda, encantada, le pregunto que había hecho.

-y, entonces como le van a hacer? – dijo Amanda, después de dejar el plato limpio – van a tener una relación a distancia?

-sí, así mismo – contesto Raine – como tú y Liam

-ojalá – suspiro Amanda – ejem, quiero decir, pero ¿cómo? No tienen un espejo doble

-por teléfono – contesto Anne – no es… obvio?

-oh, si! – Raine asintió con la cabeza – yo tengo uno de esos

-ah, hablando de teléfonos – Liam miro a Emma – adivina qué?

-eh… que hicieron ahora los muggles? – dijo Emma interesada

-muchas cosas jaja – sonrió Liam – pero, estás vacaciones me regalaron un nuevo teléfono

-oh… oh! ¡¿De verdad?! – dijo Emma emocionada

-sí, si – Liam asintió con la cabeza

-entonces… yo… yo voy... – Emma dio pequeños saltos de felicidad

-si! – río Liam

-Awww, gracias Liam! – Emma salto y le dio un gran abrazo a Liam – te quiero, te quiero! – dijo y le dio besitos en la mejilla

-jaja, yo también – río Liam y abrazo de vuelta a Emma

-qué bonito – dijo Anne – pero… uh… qué… tenía… bueno… que tenía que ver con los teléfonos

-Liam le dijo a Emma que le daría su teléfono anterior – respondió Raine – y como es de familia mágica, nunca ha tenido uno

-ni yo – dijo Amanda – creo que yo le daría un mejor uso a eso de los… teléfonos, Liam

-no, no, Liam me lo va a dar a mi – sonrió Emma sin soltar a Liam – me lo prometió

-Lo hice – dijo Liam – hasta te compré un nuevo número de teléfono y todo

-que emoción! – dijo Emma dando más saltitos de felicidad

-ah… eh… – Anne trataba de tomar la mano de Raine, que estaba en la mesa

-tú también quieres? – río Raine y abrazo a Anne

-que incómodo – suspiro Amanda

-bueno… aquí sigo – Tom le sonrió a Amanda

-tú tienes novia – río Amanda

-ah… si, la tengo – Tom se tumbó en su asiento

Los chicos se esparcieron, Raine y Anne se fueron a hacer la primera cosa de parejas que se les ocurrió, Emma y Liam se corretearon por ahí, o más bien, Liam correteo a Emma. Amanda se fue con Tom, y le enseño a poner más atención en el camino cuando pasaba alguna chica apuesta al lado. La tarde cayó, el cielo se veía naranja, como en una tarde normal. Emma y Liam descansaban un rato, viendo el mar y el cielo naranja, posando sus brazos en un barandal, en el Hotel. El chico le compro nuevamente un helado a Emma, que no tenía reparos en compartir con Liam.

-…y papá le dijo "no tengo tiempo para ti" e hizo así con su varita – Emma movió la mano – y salieron esposas de la nada, fue genial, ah, y confiscaron las pociones de amor

-wow, pues sí que sabe – dijo Liam impresionado – como dices que se llama esa poción de amor?

-amortentia – sonrió Emma y le ofreció a Liam de su helado, el chico le dio un lengüetazo y después Emma le siguió – es la poción de amor más poderosa, es muy empalagosa

-no sé por qué alguien quisiera usarla – suspiro Liam

-oh, bueno, una obsesión por un amor no correspondido – río Emma – oh por tomar un camino fácil… aún que, esos efectos podrían ser logrados fácilmente con la maldición Imperius…

-Emma! – dijo Liam rápidamente – ya sabes que no me gusta que las digas

-perdón – sonrió Emma – aún que sabes que tenerle miedo al nombre aumenta el temor a la cosa, como con Voldemort

-es verdad, pero… sabes que no me gustan – suspiro Liam

-tranquilo, nunca haría una – dijo Emma tranquilamente – para hacer una de verdad tienes que sentirla de verdad, de verdad, verdad, o eso dice papá

-pues no las sientas – dijo Liam

-no lo haré – Emma río un poco – como te decía, podrías causar los mismos efectos con la maldición, pero sería menos romántico, no crees?

-supongo

-oh, y sabías que tiene un olor característico para cada quién? – dijo Emma – me preguntó a qué olerá para mí, como crees que huela para ti?

-a durazno con cereza – río Liam

-ah sí? – Emma sonrió – sigo usando ese shampoo, por cierto

-me gusta mucho – sonrió Liam

-lo sé – Emma le dio un lengüetazo a su helado y miro a Liam pícaramente

-ah, ahí están! – dijo la inconfundible voz del señor Brown, los chicos voltearon

-AH! ¡PAPÁ! – dijo Emma molesta – desde cuándo estás ahí?

-desde hace un segundo – contesto el señor Brown apenado – no se preocupen, no escuché nada ni vi nada, ejem, estaba buscando a Liam

-a mí? – Liam miro a Emma

-no tengo idea – le dijo la chica

-sí, podríamos… hablar a solas un momento? – dijo el señor Brown

-no, nada de eso – dijo Emma rápidamente – yo estaré con el

-hija, no es lo que…

-no me importa que sea! – alego la chica – si le vas a decir algo a él, nos lo dices a los dos

-jaja… ay hija – el señor Brown suspiro con una sonrisa – ok, escuchen entonces – se acercó más a los chicos – Liam, eh recibido un informe, es sobre uso de magia… por menores de edad, aquí

-ah… pues… no tengo ni idea – dijo Liam nervioso

-jaja, Liam, el informe tiene tu nombre – sonrió el señor Brown – mira, no te preocupes, determinaron que fue magia defensiva, por lo que no se procederá, a lo que iba, Liam, es que tienes que tener mucho cuidado con este tema, mira, yo sé que quieres hacer magia fuera de la escuela, sé que estás emocionado por todo eso, pero mi departamento me ha enviado un aviso, estás a punto de saltar las alarmas amigo

-yo… – Liam vio a Emma, quién lo sostuvo de la mano – lo siento, no volveré a hacerlo

-eso espero, por qué si no tendrás que ser citado a una vista al ministerio – el señor Brown le puso la mano en el hombro a Liam, que ya casi era de su altura – ya casi regresan a Hogwarts, ahí puedes hacer toda la magia que quieras, procura hacerla ahí

-claro señor Brown – Liam asintió con la cabeza – le prometo que no tendrá una mala noticia de mí

-bien, así me gusta, y de ti también espero lo mismo señorita – dijo el señor Brown viendo a su hija

-si papá – suspiro Emma

-tranquilos, yo también fui joven – el señor Brown río un poco – están emocionados por todo este mundillo, pero no se preocupen, ya serán mayores de edad y podrán hacer magia fuera de la escuela. Bueno, se los dije, pueden seguir con lo que estaban haciendo – se apartó, dio media vuelta y se fue tranquilamente

-que miedo – suspiro Liam

-no te preocupes – dijo Emma dedicándole una sonrisa – oíste a papá, todo estará bien, solo tratemos de controlar la magia

-sí, de todos modos, en dos días iremos a Hogwarts – Liam sonrió de vuelta

-me siento un poco mal, por qué vamos a dejar de ver a Amanda y… bueno, ya sabes – suspiro Emma

-sí, yo tampoco quisiera dejar de verla – dijo Liam algo cabizbajo – ha cambiado mucho, no crees?

-mucho – dijo Emma – pero está bien, solo espero que encuentre a… alguien

-es algo difícil de decir – Liam río un poco – pero yo también, espero que pronto encuentre a su Emma

-jaja, ay Liam – sonrió Emma – pues está Emma ya encontró a su Liam

-me alegro que lo hiciera – dijo Liam perdiéndose en la sonrisa de la chica

-vamos a tu habitación – dijo Emma contenta y empezó a caminar

Caminaron, corrieron, y casi sintieron que volaban hacia la habitación. Por el camino, Emma se terminó el helado de menta en dos mordidas. Cuando llegaron a la habitación, Liam intuyo lo que estaba a punto de pasar, y efectivamente, paso. Emma lanzo al chico a la cama, y se puso a besarlo animadamente. Tal vez, si hubiera alguien más ahí, como Raine o Tom, a Emma no le hubiera importado seguir haciendo lo que estaba haciendo, o eso pensaba Liam, pues la chica estaba muy emocionada. En cierto momento, Emma acostó a Liam en la cama, y se montó encima de él. Emma empezó a desordenarle el cabello, incluso la camisa, que se había puesto después de comer. Liam empezó a notar que Emma quería bajar más de la cuenta, así que empezó a forcejear con la chica. Afortunada o desafortunadamente, la puerta de la habitación se abrió, y Raine junto con Anne se pudieron ver en el umbral de la puerta.

-FUERA DE AQUÍ! – grito Emma y les lanzo una mirada asesina a las chicas

-Ok – Raine puso la mano sobre el picaporte

-No! ¡No se vayan! NOOOO! – Liam les hizo señas de ayuda con las manos, pero Raine cerró la puerta

-Vaya que lo quiere – suspiro Raine

-pero tuvimos la misma idea – dijo Anne muy sonrojada

-me parece que vamos a tener que esperar un poco más – Raine río un poco

-NOOOOOOOOOO – se escuchó decir a Liam

-estará bien? – Anne se asomó un poco por arriba de Raine

-sí, no te preocupes – Raine tomo a Anne de la mano – vámonos

La noche llegó, las estrellas brillaban otra vez y el mar se calmaba de nuevo. Las personas bailaban y cantaban en el piso de abajo, pues había un evento general. Raine y Anne estaban ahí, bailaban canciones muy juntas, celebrando la aprobación de sus padres. Los padres de Anne se tomaron la noticia muy bien, felicitaron a su hija y a Raine, y les desearon lo mejor. La familia Baker también lo hizo, y la señora Baker fue la más feliz de escuchar la noticia, su esposo no se quedó atrás. Pero una pareja no estaba ahí, esos eran Liam y Emma, que seguían en la habitación. No había luces, a excepción de las lámparas de afuera y la propia luz de la luna. Ambos chicos se encontraban mirando al techo, mientras escuchaban la música a lo lejos. Emma todavía estaba sonrojada, y respiraba cansada, mientras Liam estaba más tranquilo. El chico nuevamente se había negado a hacer lo que Emma quería hacer, pero la chica no guardaba resentimiento.

-ojalá también ser una animaga – le dijo Emma, rompiendo el silencio

-por qué lo dices? – dijo Liam y volteo la cabeza

-para que también fuera una hurona – sonrió Emma, y de igual forma volteo la cabeza y miro a Liam

-te gustaría ser una? – Liam río un poco

-sí, me gustaría – dijo la chica – para transformarnos juntos, acurrucarnos y hacer ese sonido que haces – Emma imitó el dokeo que Liam realizaba en su forma de hurón

-jaja, sería divertido – sonrió Liam, se acercó a Emma y apoyó su cabeza en el hombro de la chica – podemos acurrucarnos ahora

-me gustaría estar contigo toda la noche – Emma empezó a acariciar el cabello del chico

-toda la noche?

-toda la noche – sonrió Emma – si tan solo Raine y Tom no estuvieran aquí…

-lo siento – suspiro Liam

-no es tu culpa – susurro Emma

-puedes… puedes quedarte un poco más? – dijo Liam

-claro – Emma le dio un pequeño beso a Liam en la cabeza

-Te amo – susurro Liam

-yo también, Liam – dijo Emma dulcemente – te amo