La alarma del celular de Liam empezó a sonar. Liam estaba muy contento, soñando con unicornios, pero Emma se despertó por el ruido. Adormilada, Emma levanto el teléfono, y como pudo apago la molesta alarma. Eso dio paso a la pantalla de bloqueo de Liam, en donde Emma sonría animadamente, saludando a la cámara. La chica se sorprendió de encontrarse a sí misma en el teléfono, e intento desbloquear el celular. La pantalla de contraseña apareció, y Emma se quedó muda, pues no tenía ni idea de cuál sería la contraseña de Liam. Intento con 0112, pero no paso absolutamente nada. Tentada por el narcisismo, la chica ingreso la fecha de su propio cumpleaños, 1504, pero no paso nada.
—es 2710 — dijo Liam somnoliento
—2710? — Emma soltó el teléfono, asustada por ser descubierta
—27 de octubre, no es obvio? — suspiro Liam y volteo a ver a la chica — buenos días
—buenos días — dijo Emma — estoy en tu teléfono
—sí, así me levanto de buen humor — Liam río un poco y cerró los ojos
—pero ahora estoy yo en persona — sonrió Emma desbloqueando el teléfono de Liam — veamos… uy, y está quién es?
—eres tú — río Liam, Emma había abierto la cámara
—hola! — dijo la chica y tomo una foto
—BUENOS DÍAS! — dijo la señora Baker entrando de golpe en la habitación
—DESMAIUS! — grito Emma asustada y tiro el teléfono de Liam — oh, lo siento, Liam, tu teléfono…
—Reparo! — conjuro la señora Baker, y la pantalla del teléfono de Liam se arregló — buenos días chiquillos
—buenos días mamá — dijo Liam con los ojos entrecerrados — podrías pasarme mis gafas, por favor?
—aquí tienes — Emma le dio las gafas a Liam
—cómo durmieron? — sonrió la señora Baker — hicieron travesuras por la noche?
—mamá! — suspiro Liam — fuera!
—bueno… — río la señora Baker y cerró la puerta
—perdón — dijo Liam sonrojado
—quieres hacer travesuras? — Emma sonrió
—shhhh — dijo Liam viendo a la puerta — deja de escuchar mamá! — nadie contestó
—buenos días mamá — dijo la voz de Raine en el pasillo
—Raine! — la regañó la señora Baker — bajen ya! — dijo, a continuación, se escucharon a las dos bajando
—segura que quieres hacerlo aquí? — susurro Liam
—mejor esperemos a mi casa — suspiro Emma
Los chicos bajaron a desayunar, Emma ya se había vestido bien, aún que Liam espero fuera de la habitación en lo que lo hacía. La señora Baker había aparecido una silla extra para Emma, aún que la mesa empezaba a quedarse corta.
—hace un buen día — dijo Liam viendo la puerta de cristal hacia el jardín
—sí, lo hace — dijo la señora Baker con una sonrisa
—ejem, hoy… — pero Liam fue interrumpió por qué alguien tocaba a la puerta — voy yo — Liam se puso de pie y fue rápidamente hacia la puerta, a lo mejor era Jacob — oh, vaya, como llegaste aquí?
—hola — dijo Annelie, la chica de cabello negro e introvertida — Liam?
—adiós — dijo Liam cerrando la puerta
—oye! — Anne puso la mano en la puerta — no te acuerdas de mí?
—lo hago — respondió Liam
—y cómo me llamo?
—eh… pues… ah… bueno, ya, entra — Liam abrió la puerta
—gracias — sonrió Anne y entro a la casa — vaya, bonito pasillo
—camina — Liam llevo a Anne a la cocina
—buenos días — dijo Anne tímidamente
—ANNE! — Raine se levantó sorprendida
—jeje, hola — dijo la chica sonrojada — como me dijiste en donde estabas… pues… solo vivo como a treinta minutos de aquí así que… vine ah… yo…
—habla — gruño Liam
—vine ah… pues…
—BESALA O ALGO! — le gritó Liam a Anne
—pero no me grites — dijo Anne cabizbaja
—sí, no le grites — gruño Raine — a ti que te pasa o qué?
—nada — suspiro Liam
—es que pensó que estaba viendo a otra Anne — respondió Emma
—ah, hola Emma — dijo Anne viendo a la pelirroja — vives aquí?
—ojalá — sonrió Emma
—ah… bueno, quieres desayunar, Anne? — dijo la señora Baker confundida
—sí, gracias — dijo Anne apenada
—ah, bueno, como les iba diciendo — Liam se sentó de nuevo — hoy voy a salir con Emma
—está bien, hijo — dijo el señor Baker — quieres dinero?
—bueno, tengo… el otro dinero — dijo viendo a Anne — y no lo puedo cambiar
—ya lo cambio luego — dijo la señora Baker — que van a hacer?
—quiero invitarla al cine — sonrió Liam
—oh, de verdad? ¡Que romántico! — dijo Anne, sentándose en las piernas de Raine — ah, perdón — se levantó y ocupo otro asiento — que película van a ver?
—pues eh oído de la noche de las estrellas — dijo Liam — creo que es de ciencia ficción…
—y por qué no ven una romántica? — sugirió Tom — aún que supongo que es muy cliché
—supongo — dijo Liam — bueno, ya veremos qué… — Emma dio un golpe contra la mesa
—había una mosca — dijo Emma apenada — ejem, si, ya veremos… haya… que dijiste que era un cine?
—eso, que es un cine? — pregunto Raine
—pues… un lugar en donde ves películas, pero… en grande — dijo Liam, que nunca se lo había cuestionado — y nuevas, en estreno…
—oh… — Emma vio sorprendida a Liam — en grande, dices?
—sí, es una proyección — explico Liam
—oh… increíble! — sonrió Emma — ya quiero ir!
—una vez fui al cine con una novia — recordó el señor Baker — aunque… bueno no vimos mucho la película…
—oh… — Liam vio a Emma — bueno, no importa
Hacia algo de frio, así que Liam se puso una chaqueta ligera, y Emma se vistió casi de la misma forma. Como era vacaciones, las personas salían animadamente por ahí, Liam vio a muchos chicos y chicas de su edad divirtiéndose. Aun que era más divertido ver como Emma se maravillaba del mundo muggle moderno.
La plaza en la que estaba el cine estaba adornada, muy navideña, y Emma pensó que era como un hogsmeade hiper modernizado. Mientras le compraba una crepa a Emma, Liam observo a un grupo de jóvenes que se acercaron al local.
—jaja, y eso que tenía que ver? — rio una chica castaña
—tenía que ver mucho! — rio uno de los chicos
—siempre le encuentras algo — suspiro un chico alto — ya, que van a comprar
—yo quiero una crepa dulce! — dijo una chica rubia
—que ves? — le dijo Emma a Liam
—eh? — Liam vio a Emma — ah, nada, nada, vámonos
—bueno — sonrió Emma — quieres? — dijo extendiéndole la crepa
—ok — Liam le dio un pequeño mordisco
—que te pasa? — Emma vio confundida a Liam — te hicieron algo esos chicos?
—no, no… es que… no lo sé, me siento algo ajeno — suspiro Liam — parece que no tengo quince años
—pues tenemos quince años — rio Emma — vamos, estas con tu mejor amiga, podemos divertirnos, ¿no?
—claro — sonrió Liam
—y, además, también es tu novia — sonrío Emma — vamos Liam, ya quiero ver eso del cine!
—jaja, vamos — dijo Liam y tomo la mano de la chica
En ese momento, a Liam le pareció que había crecido un poco más. Fueron directamente al cine, en donde Emma vio sorprendida los carteles de las nuevas películas. Al final, los dos decidieron ver una película de animación japonesa, con una animación bastante buena. La película trataba sobre un joven que escapaba a la lluviosa ciudad de Tokio, en donde conocía a una chica peculiar, que podía controlar el clima. La película maravillo a Emma, en todos los sentidos, tanto, que Liam tuvo que indicarle que guardara silencio, porque las personas de al lado los mataban con la mirada.
—increíble! — le dijo cuando salían de la sala — los muggles sí que saben!
—sí, muy buena película — dijo Liam intentando tomar una palomita de maíz, pues Emma retenía el contenedor
—podemos verla otra vez? — sonrió Emma
—bueno, no creo que haya funciones… al menos no pronto — dijo Liam apenado
—esto de los cines es genial, Liam, me gusta mucho salir contigo! — dijo la chica contenta
—a mí también — sonrió Liam y extendió la mano — podrías… darme palomitas?
—eh? Ah, sí, claro — Emma le dio el contenedor — fue muy divertido, ¡e hicieron magia!
—supongo — rio Liam
—aunque no eh visto ningún hechizo que haga que llueva — dijo Emma pensando
—yo tampoco — dijo Liam viendo que ya casi no quedaban palomitas, así que se comió las restantes y tiro el contenedor de cartón en un bote de basura — oye, Emma, que quieres hacer ahora?
—que podemos hacer? — pregunto Emma con una sonrisa
—pues… no lo sé — Liam desvió su atención hacia una máquina de garra — nunca eh podido ganar uno
—qué es eso? — dijo Emma viendo la máquina — hay un montón de peluches, quieres uno?
—si — Liam asintió con la cabeza — pero tienes que atraparlos con esa garra de ahí — apunto al instrumento — y es muy difícil, una vez, Tom y yo casi conseguimos un peluche, pero se soltó en el último segundo
—pues te voy a conseguir uno — sonrió Emma — a ver, vamos, ¿cómo funciona?
—segura? Es algo frustrante…
—estoy segura! — dijo Emma y le echo el brazo al cuello — vamos, no puede ser tan difícil
—si tú lo dices…
Liam le enseño el funcionamiento de la maquina a Emma, que comprendió bastante rápido. La chica metió un galeón a la máquina, lo cual hizo que se volviera loca y le diera 50 jugadas. Las primeras cinco jugadas, Emma no consiguió pescar el peluche que Liam quería, el de una vaquita rechoncha con apariencia de abrazable. Pero empezó a aprender una técnica que cada vez le permitía tomar mejor el peluche, hasta que, en el intento once, Emma por fin consiguió llevar el peluche ante la zona de premio. Lo saco de la maquina y miro a Liam con una sonrisa de satisfacción.
—aquí tienes, cariño — dijo, y le extendió el peluche
—wow… — Liam vio a Emma con devoción — gracias…
—de nada — sonrió orgullosa — para que veas que te quiero mucho
—yo también te quiero — dijo Liam contento
—un beso? — dijo Emma contenta
—si — Liam asintió con la cabeza, y Emma se acercó a darle un pequeño beso — te quiero
—yo también — sonrió Emma y le volvió a echar el brazo al cuello como toda una campeona
Los dos chicos siguieron divirtiéndose en la plaza comercial. Liam le enseño las tiendas de ropa, todas muy lujosas y costosas, que hicieron retroceder a Liam. Emma se entretuvo en una tienda de electrónicos, Liam también. Por la tarde, Liam invito a Emma a comer, en un restaurante familiar bastante cálido. Era genial, Liam sentía que el mundo se habría ante sus ojos, con un montón de posibilidades aquí y haya, junto a Emma. Al final del día volvieron a casa, bastante contentos y risueños.
—si jaja, eso no me lo esperaba — río Liam
—ni yo, esa señora tenía un bolso enorme! — río Emma
—oh, ya están aquí — dijo la señora Baker con el cabello recogido y la varita en la mano — como les fue?
—muy bien — sonrió Liam — Emma me consiguió este peluche — dijo extendiendo a la vaquita
—y eso del cine fue genial! — dijo Emma contenta
—bueno, me alegro de que la hayan pasado bien — sonrió la señora Baker
—ah, señora Baker… cree que pueda hablar con usted… a solas un poco? — dijo Emma un poco nerviosa
—claro Emma, dime — la señora Baker se acercó a Emma y Liam subió a su habitación, sin otra opción
—pues, vera, no sé si sea posible que mañana…
Liam abrió la puerta de su habitación, pero escucho ruidos en la habitación de Raine, curioso, fue a investigar, y vio a su hermana arrinconando a Anne.
—ah, Liam! — dijo Anne bastante sonrojada — ya estás aquí…
—hola huroncito! — dijo Raine con una sonrisa, como si no estuviera haciendo lo que estaba haciendo — uy, y eso?
—esto? — Liam vio a la vaquita — Emma me lo consiguió
—que atenta — sonrió Raine — como les fue?
—bien, le gustó mucho el cine — sonrió — oye… están… bien?
—ah, sí, solo estábamos besándonos — respondió Raine sin pena
—deberían de cerrar la puerta — dijo Liam apenado
—eso le dije — suspiro Anne
—no importa mucho — sonrió Raine — bueno, Liam, si no te molesta…
—nos vemos luego — Liam cerro rápidamente la puerta de Raine
—bueno, estamos solas — dijo Raine mirando a Anne
—aja — Anne levantó la mirada — oye, podrías… — Raine la interrumpió con un beso
—que decías?
—no importa — dijo Anne muy sonrojada
Liam acomodo el peluche en su cama, y Aura vio curiosa a la nueva adquisición. Liam le advirtió que no jugará con él, y aura le maulló molesta, pero aceptando la orden. Un rato después, Emma subió a la habitación. Después de eso, la chica se dio una ducha, y Raine le prestó una vieja playera oscura de las brujas de Macbeth, junto a un short deportivo bastante cómodo. Al final del día, Emma se encontraba viendo la televisión en la sala, mientras abrazaba con un brazo a Liam, que estaba recostado, y con la cabeza en el hombro de Emma. Anne se fue de la casa, con mucha dificultad, pues Raine no la soltaba para nada, hasta que los padres de Anne llamaron a su hija.
El día siguiente, Liam despertó muy contento, pues navidad estaba cada vez más cerca, había pasado un día extraordinario, y le deparaba uno seguramente igual. Emma tenía una extraña sonrisa, como si fuera a hacer alguna travesura.
—bueno, vamos a salir — dijo la señora Baker en la estancia — nos vemos al rato!
—van a ir todos? — dijo Liam terminando de secar un vaso
—si — sonrió la señora Baker
—y por qué Emma y yo no vamos? — preguntó Liam confundido
—porque… alguien tiene que quedarse en casa — dijo y empujó a su esposo, Raine y Tom — y nos vamos a tardar, mucho, mucho
—con cuidado — sonrió Emma despidiendo a la mujer con la mano
—adiós! — la señora Baker cerro bien la puerta
—bueno, solos — suspiro Liam y dejo el vaso en la barra de la cocina — descansemos un rato
Liam y Emma se sentaron a ver la televisión, pero Emma decidió empezar a actuar. Disimuladamente, acariciaba el cabello de Liam, después la parte de atrás de las orejas del chico, lo cual le causó escalofríos.
—oye… Liam… estamos solos — dijo Emma, con una sonrisa traviesa
—lo sé — Liam no apartó la mirada de la televisión
—y… no te dice nada que… tú y yo… estemos solos… — Emma se acercó más a Liam
—pues… no lo sé — suspiro Liam, y cuando volteo, ya tenía a Emma enfrente
—podemos… hacer eso — Emma le dio un beso a Liam
—eso? — Liam se sonrojo — pero… no sabemos a qué hora volverán
—dijeron que se iban a tardar — sonrió Emma
—hmm, no se…
—vamos, Liam, lo prometimos — dijo Emma ansiosa — estamos solos, y se van a tardar mucho, es el día!
—pues… — Liam vio a Emma a los ojos — o—ok
—vamos a tu habitación — sonrió, y tomo a Liam de la mano
—pero… no tengo protección — dijo Liam tímidamente
—tengo la poción — dijo Emma, y, efectivamente, cuando llegaron a la habitación de Liam, Emma saco una botella de su baúl — listo?
—n—no lo sé — Liam se sonrojo — nunca lo eh hecho
—ni yo — sonrió Emma — será nuestra primera vez
—s—si — Liam asintió con la cabeza — estás… segura de que quieres hacerlo?
—sí, Liam — Emma se acercó al chico — hagámoslo
—si — suspiro Liam, y corrió las cortinas de la ventana, la habitación quedó iluminada por el sol, que atravesaba las cortinas cerradas — e—estoy listo
—bien — Emma destapó la poción, dio un suspiro y se la tomó
Liam, tímidamente, se despojó de sus prendas, así como su compañera. Solo faltaba una, dos para Emma, la chica tomo la iniciativa, y quitó el cierre de su sostén. Liam la vio directamente a los ojos, esos ojos verdes que le inspiraron seguridad. La última pieza de ambos cayó al suelo, y los dos quedaron listos.
Ambos estaban muy nerviosos, pues, efectivamente, era la primera vez. A la vez, estaban emocionados, dispuestos a dar ese paso. Liam se recostó en la cama, en donde todo comenzó. De repente, ambos chicos se encontraban por fin conectados, en medio de un ritual, en donde no solo sus cuerpos se unían.
A parte del bienestar físico, Liam sentía una conexión especial con Emma. Estaba feliz, pues sus almas se juntaban, bailaban la una con la otra y se unían, para formar una sola. Sus vidas convergieron en ese punto, y, aún que no eran precisamente expertos, hicieron lo que su cuerpo les dictó. Juntaron sus manos, y una débil franja de luz las iluminó, como si, al unirse, estuvieran irradiando luz.
Liam y Emma estaban extremadamente contentos, pues habían esperado ese momento con ansias, y no los decepcionó para nada. Era una manera de expresar amor por el otro, única, una manera sin igual, en donde sus cuerpos, sus almas y sus vidas se volvieron una. Y, llegaron al punto más alto que podían llegar, juntos. Emma se dejó caer, y, sin soltar las manos de Liam, se recostó al lado del muchacho.
—Ah, cielos, ah — Emma sonreía satisfecha — Liam, esto es…
—increíble — completo Liam, sonrojado y acalorado, con una enorme sonrisa — Emma, te amo, te amo!
—yo también te amo, Liam — dijo Emma contenta — te amo, te amo!
—te amo… — Liam se acercó a Emma, y le dio un beso
—soy tan feliz contigo — suspiro Emma con una sonrisa — soy muy afortunada de tenerte a mi lado
—yo también — sonrió Liam y se cubrió un poco más con las sábanas — quiero estar a tu lado siempre
—hagámoslo otra vez — sonrió Emma
—si! — Liam se abalanzó contra Emma, y la chica beso pasionalmente a Liam
Era un sinfín de emociones, emociones nuevas, vividas, e intensas. El tiempo pasó tan rápido, que cuando escucharon el automóvil de la familia regresar, los tomo absolutamente por sorpresa. Parecía que solo habían pasado veinte minutos, a diferencia de las cuatro horas que pasaron. Liam se vistió tan rápido como pudo, pues sabía que, si su madre no los veía en la sala, no tardaría nada en subir las escaleras como una bala y abrir la puerta de la habitación. Efectivamente, eso hizo, y cuando entro vio a los dos jóvenes separarse de un salto.
—ah, hola, m—mamá — dijo Liam sonrojado y nervioso
—hola — dijo — que hacen?
—aquí… nosotros… hum… leíamos — dijo Emma, de igual manera, sonrojada
—claro… — la señora Baker miro a los dos chicos — está algo caliente aquí, ¿no?
—caliente, no, no, para nada — dijo Liam — hace frío
—si… y por eso… eh… entramos a la cama… — completo Emma
—mamá, podrías… — Liam le indicó con las manos que saliera — por favor?
—claro — sonrió — trajimos comida, es comida china, así que… bajen, por qué ya estamos sirviendo
—sí, ya vamos — Liam sonrió a medias, y la señora Baker cerró la puerta
—pues sí que tengo bastante hambre — suspiro Emma y se dejó caer en la cama
—yo también — Liam se encorvo un poco
—pero hambre de tus labios, cariño — río Emma y tumbó a Liam en la cama
—e—espera Emma, no! — pero Liam fue interrumpido por un largo beso, hasta que la señora Baker volvió a entrar furtivamente
—AJA! — río — los tengo!
—MAMÁ! — Liam se levantó muy sonrojado — S—SAL DE MI HABITACIÓN!
—jeje, pero que estaban haciendo? — dijo la señora Baker con una sonrisa — que pillos, eh, ¿quién lo diría?
—BASTA, ¡MAMÁ! — grito Liam y le aventó una almohada — FUERA, ¡FUERA!
—jijiji, los vi, los vi! — río la señora Baker y salió contesta de la habitación — cariño! ¡A qué no adivinas que paso!
—ay, no — Liam se tapó la cara, muy sonrojado
—vamos, no es tan malo — sonrió Emma, y abrazo a Liam por detrás — al menos nos dio nuestro espacio — susurro
—te quiero — dijo, sin apartarse las manos de la cara
—yo también — susurro, y le dio un pequeño beso en la mejilla
Era un tanto incómodo estar en medio de la cocina, con su madre mirándolo, con una mirada de aprobación, y de haberse salido con la suya. También era increíblemente incómodo estar frente a toda su familia, tan solo unos veinte minutos después de que Emma y él estuvieran dando vueltas en la cama.
Pero la chica estaba de lo más tranquila, con una sonrisa de satisfacción enorme, y muy orgullosa, como si de haber ganado una competencia se tratase. Comía como toda una campeona, como si ese fuera su trofeo después de una magnífica actuación, en alguna carrera de caballos, o en algún deporte que implicará montar.
—ah… eh… mamá, podrías… pasarme el… arroz… — dijo Liam tímidamente
—aquí tienes — dijo Emma rápidamente, antes de que la señora Baker pudiera moverse
—gracias — dijo sonrojado
—a mí también me dice así — le susurro Emma a la señora Baker
—oh…
—y… eh… que… hum… que hicieron? — dijo Liam apenado
—fuimos a una plaza — contó Raine — fue muy divertido, y también fuimos al cine ese!
—y que película vieron? — dijo Liam
—la nueva de Estilano El poderoso — contesto Tom
—oh, de verdad?! — Liam miro a Tom — se supone que la veríamos los dos...
—lo siento — dijo Tom apenado — podemos ir otro día a verla, es muy buena!
—ok — suspiro
—no te gusto la película que vimos, cariño? — dijo Emma pretenciosamente
—no es eso — respondió Liam — es que Tom y yo somos fans de la saga, y como este año salía la nueva película, quedamos en verla juntos…
—bueno, no pasa nada — le dijo la señora Baker — ya la verán después
—sí, si, además, te la pasaste mejor aquí, ¿no? — sonrió Emma
—supongo — suspiro Liam, y se preguntó cuál de las dos cosas prefería, si reforzar su relación de pareja, o reforzar su hermandad
—como que supones? — gruño Emma
Volvieron a subir a la habitación de Liam. El chico se sentó frente a su escritorio, y Emma se puso a bailar animadamente, mientras Liam se debatía entre pareja y familia. Emma decidió besar a Liam, así que el chico se posó nuevamente en la cama, Emma se acercó y lo besó apasionadamente. En cualquier momento podría entrar alguien, pero eso a Emma le serviría para presumirles, como quería hacer, quería gritar a los cuatro vientos que se había unido completamente a Liam. Ya por la noche, Liam decidió sacar de nuevo el pensadero, Emma estuvo de acuerdo, pero está vez, Liam saco el recuerdo de Adelaine.
