POV: HITCH
No olvides llevar tu paraguas. Esas habían sido las palabras que Sunny le dijo unas horas antes de que finalmente decidiese que su amiga si tenia razón y que él necesitaba un descanso. Al parecer la magia de alicornio no solo le había otorgado poderes meteorólogos sino que también le permitía ver el futuro y leer mentes. ¡Vaya, sorpresa! Quizá solo era el hecho de que ambos habían crecido como hermanos, pero eso no era algo que Hitch admitiera abiertamente.
El calor húmedo del verano se había filtrado por toda su oficina lo cual le hizo olvidar momentáneamente las advertencias que Sunny le había dado antes. El sol brillaba intensamente en el cielo por lo que sin pensarlo dos veces había salido a zambullirse en las saladas olas del mar y por un tiempo todo estuvo bien. Al salir de ahí un aroma fresco y un tanto amargo llamaría su atención. Hermosos frutos amarillos sobresalían entre el follaje, algunos casi tocaban las nubes, pensaba Hitch. Que maravilloso sería poder volar. Sin querer su mente se desvió hacia un par de alas jaspeadas con tonalidades cian y magenta...
...No, no estaba listo para ir ahí. Disimuladamente volteó a ver de reojo, rogando que nadie notase el sonrojo en sus mejillas.
Entusiasmado volvió a su oficina por un recipiente para poder recolectar la fruta, el cesto se encontraba justo ahí debajo de su paraguas. Tomó el cesto y se dirigió con un trote alegre hacia aquel limonar que florecía junto al mar. El prospecto de preparar una deliciosa limonada le había emocionado tanto que pasó al menos media hora recolectando limones antes de que el cielo estallara en una tormenta.
Y así es como se encontraba ahora, atrapado bajo una formación de roca que sobresalía de la cumbre de la playa, la lluvia incesante y su mente estancada en los momentos previos a su inconveniente situación. Pensándolo bien, podía simplemente salir bajo lalluvia, pues su oficina no se encontraba muy lejos.
Un estridente relámpago apagó esa idea por completo.
En medio del ruido y la confusión se dio cuenta que alguien se encontraba a la par de él. Estaba muy oscuro y no podía identificar exactamente quien era. Otro relámpago, aún más fuerte que el anterior lo hizo retroceder tanto que solo se dio cuenta cuando sintió las rocas incrustarse en su flanco izquierdo. Algunos limones rodaron hacia la arena que salpicaba bajo la presión de la lluvia. Apretó los ojos con fuerza, el corazón latiendo con más fuerza en su pecho, odiando la lluvia un poco más que otros días.
A lo lejos escuchó un zumbido ¿O era una voz? Entreabrió un poco los ojos y se dio cuenta que alguien se encontraba frente a él, largas alas emplumadas rodeaban ambos lados de su cara, efectivamente enmudeciendo el sonido de la lluvia y manteniendo el estruendo de los relámpagos lejos. El agridulce aroma de los limones se había intensificado y el palpitar en su pecho no se detuvo incluso después de que dejara de llover.
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Esta historia está dedicada a una persona que adora a esta parejita y va con mucho aprecio. Gracias por leer 3