El cuerpecito de Mai temblaba. ¡¿Estaba embarazada?! Y las lagrimitas, por culpa del miedo, se le salían una a una, y cristalinas, puras como ella, caían sobre sus mejillas y su vestidito verde.

Se habían besado... y por lo mismo todo se había arruinado. Los planes se arruinaron; adiós a la conquista del mundo... todo gracias al beso de Trunks.

Ahora la niña lloraba desconsolada, a todo pulmón.

—T-tranquilízate, Mai... —le decía Trunks, también asustado, sin embargo, más calmado que ella—. No tienes de qué preocuparte... —el chiquillo se pausó para agarrarle las manos y así transmitirle fuerza— yo estaré contigo y seré un gran papá; ¡lo prometo! —dijo determinado.

La preciosa carita de Mai se puso roja, y el llanto se aplacó un poco. —G-gracias, Trunks.

—Ahora vayamos a una farmacia; hay que conseguir una prueba de embarazo... creo que así se llama —manifestó el niño peliazul con el índice derecho tocando su barbilla.

—¡¿Eso es necesario?! —exclamó la criatura, cuyo cuerpo empezó a temblar todavía más.

—Me temo que sí, Mai... ¡pero no te preocupes! — le dijo animado—, estaré contigo en todo, ¿está bien?

La niña asintió con la cabeza.

Acordado lo dicho, tomados de la mano se dirigieron a una de las salitas de la Corporación para buscar dinero.

—¿Qué demonios hacen? —les preguntó Vegeta, cruzado de brazos, igual que siempre. La actitud fue soez, puesto que desconocía qué se traían los mocosos entre manos.

—A-a-ah, yo... —pronunció nervioso Trunks—. Yo...

Y se armó de valor, ya que sería papá... ¡y sería el mejor de todos!

—Estoy buscando dinero para ir a comprar una prueba de embarazo... ¡porque voy a ser papá!

A Vegeta casi se le salieron los ojos. —¡¡¿Qué?!!

—¡Así como oíste! Besé a Mai y ahora ella tendrá a nuestro hijo. Me haré responsable... tal como me lo enseñaste, papá.

—¡Ay, si serás...!

Y a continuación el príncipe de los saiyajin les dio un golpe a cada uno en la cabezota. —¡Idiotas...! Así no es como se hace a los bebés, ¡ahora vayan a jugar antes de que les dé otro!

—¡¡Ay!! —se quejaron los dos pequeños al unísono y salieron corriendo en dirección al jardín.

Bulma, quien lo había escuchado todo, se aproximó a su esposo.

—Tendrás que explicarles más tarde cómo se hace todo eso... —le dijo Vegeta.

—Mejor te lo dejo a ti. Creo que tienes más paciencia que yo —dijo Bulma entre risas, y tras esto se marchó lentamente.

—¡Pero...! ¡Ay!... —renegó Vegeta como un infante.

Nota de autor: ¡Hola, TruMai fans! He aquí un drabble más para esta colección. Resulta que quedé tan encantada, como siempre, con una ilustración de KAORIXGOKUFANS (Wattpad), que desde luego, tuve que escribirle algo XD. Esta vez sencillamente me inspiré en la imagen para escribir algo similar; o sea, no idéntico XD. Y la historia me pareció de lo más graciosa XD.

Nos vemos pronto.