Y de entre las tuercas y cables, había una llave.
Y al fondo, frente a él... una puerta.
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Se arrastró a la puerta, temiendo que desapareciera en cualquier momento, y al cruzarla; vio lo más horrible del mundo.
Todas eran strigoi.
Su abuela, su madre, sus hermanas. Y ambas Rozas. Y su cargo.
Todas.
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Pero sólo una oportunidad para salir de ahí, o sería devorado.
Podía actuar con lógica -a sabiendas de que ellas NO estaban ahí-, pero el tic tac del reloj de la pared le decía que estaba contra el tiempo.
Su instinto le decía que debía liberar a su pequeña Roza, pero... Sus hermanas, su madre, su abuela, y Rose; todas tenían entrenamiento de guardianas. Todas eran, al menos, del White completo.
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Y el tic tac seguía sonando, y con cada tic tac; iba oscureciendo más.
Su hija. Su cable a tierra.
Su familia, su manta de seguridad.
Su cargo, su razón de ser.
Y Rose. La otra Roza. Pero algo le gritaba la lógica, ¿qué era?.
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"Sólo una no es rusa", se dijo, analizando con desesperación, mientras se iban acercando, cada vez más y más. "Esto no es por el deber y tampoco por la lealtad, ¿cierto?, eso es incontestable, pero acá no es sobre eso", y se apoyó en contra del muro, para que no atacaran su espalda.
Sobre todo Roza, que gustaba de subirse a upapalda cuándo podía.
" No hay lealtad ante un moroi convertido en strigoi. Si hay varios, se elimina siempre el más cercano, y esa es mi Roza. ¡Pero esto no es sobre lógica!, ¿entonces?. ¿Es sobre el poder?, ¿o la fuerza?, ¿O los elementos?... Somos casi todos aire, incluso Roza. Pero Liza es otra cosa y Rose... ¡Rose es otra cosa!", y se abalanzó sobre ella, para romperle el cuello, y dejarla fuera de circulación.
Su cabeza pareció destornillarse, y rodó hasta sus pies.
Los ojos rojos se volvieron castaños y suspiró, al morir al fin.
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Y la puerta se abrió, otra vez; y salió antes del último tic tac. Y no conforme con eso, buscó cómo prenderle fuego e incendió la casa, y gritó de rabia.
¿Tanto trabajo para protegerlas... y al final, qué?.
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Esa era la pregunta, al parecer.
¿Qué?. ¿Valía la pena terminar con la familia, para dedicarse a esto?.
¿Valía la pena dejar ese mundo, y quedarse con la familia?
Pero no era eso, ¿verdad?.
Era algo más profundo.
¿Valía la pena... amar, y amar de verdad; siendo un guardián?.
Su hija. Su familia y... Rose.
A la que empezaba a amar.
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Si no podía salvarlas, ¿a quién liberaría primero?, y sólo lo pudo hacer con Rose.
Podría haber quemado la casa con todo y Rose aún strigoi; pero no podía.
Amaba a Roza, pero quebrar su cuello o atravesar su corazón; era hacerlo consigo.
Igual con su familia.
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Pero nunca se perdonaría si Rose seguía en ese estado de no muerte, haciendo daño por hacerlo.
Los BM8... aman, ¿verdad?.
Janine amaba a Rose.
Arthur amaría a... alguien.
Galina amaba a su hermana.
Y él amaba a Roza, a su hija... Y también a la otra Roza.
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Los otros (guardianes) aprendían a interponer el deber al amor.
Y eso era todo lo contrario a todo lo que se enseñaba.
Debías tener un cable a tierra.
No era por el deber.
Era -todo-, por el amor.
Entrenar para salvar a quién amas; no importando a quién fuera.
Y por eso le dolió tanto lo de Iván.
Otros guardianes seguían con sus vidas, porque no sienten la pérdida.
Pero él decidió ser despiadadamente mejor, para que nunca -más-, le volviera a pasar.
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Pero se echaba a las guardianas con hijos. O se las hacía abortar, como con Janine.
Porque sus cargos serían un trabajo, su responsabilidad, y su deber.
Y debían, además; ser sus vidas.
Por eso el número de guardianas bajaba más que el de guardianes.
Nacían, pero no eran enviadas a las academias.
Y desaparecían de la vista moroi; como su abuela, y su madre, y sus hermanas; que simplemente dejaron esa vida atrás.
Y amaron de verdad, en algún momento de sus vidas.
Al menos, su madre estaba -ahora-, enamorada de verdad, y de un guardián.
Un tipo decente, el guardián de un moroi de hábitos sospechosos: Abe -Zmey- Mazur.
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Y si los guardianes amaban de verdad, se iban como Mikhail; que buscó a Sonya hasta decaer.
Cómo él, que movió el mundo para traer a su hija consigo...
Como Janine, que se escondió al otro lado del mundo, para tener a Rose a salvo.
Era amor.
Y eso los mantenía vivos.
Amar.
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Y de pronto sintió un remezón, y sintió que abrió los ojos.
¿Los tenía cerrados, acaso?.
Alrededor suyo estaban los otros guardianes, y todos estaban vestidos.
Inconscientes, pero vestidos.
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Y Arthur estaba de pie, viendo un tablet.
"Ustedes fueron huesos duros de roer, ¿eh?. Sobre todo tú, Dimitri. Tu moralidad casi te mató, y varias veces. Suerte que no fue así".
Sonrió, y miró de nuevo la pantalla.
"La primera parte ha terminado, y puedo decir que aprobaron. Algunos, apenas raspando. Pero aprobaron. Están un paso más adelante de elevar sus rankings. Sólo esperemos a que llegue Janine. Le envié la información, obviamente. El trabajo entre nosotros dos es más duro, pero no nos aceleramos por eso. ¡Oh, no!. Por ahora, descansen, ´¿sí?".
"Janine... ¿está viva?", preguntó Dimitri, resollando.
"Por supuesto. ¿Qué creías, que está perdida?. tiene trabajo que hacer, me temo. Su cargo es odioso, así que cuándo se puede; debe soltarlo y salir a sus misiones. Eso ha pasado por 3 años ya. No ha parado... entre la corte, y Croft, y la Reina y ese Szelsky la están intentando matar; claro. Pero no será tan fácil. ¡Oh no!. Y una cosa más. A nadie; del mismo, o inferior o superior ranking; se le comenta lo vivido. Igualmente cambia para cada uno".
"Supongo que ésto no fue real", dijo Alberta, "¿pero fue sólo mental?".
"Me temo que aún no tienes el rango para discutirlo, Alberta querida. Ni tú, Dimitri. Así que, silencio. Y descansen. Janine llegará a ustedes en cualquier momento, ¿sí?. Pero no olviden revisar sus notas. Y, sobre todo; entrenar. Ya verán cómo incorporar lo aprendido hoy. Hasta la vista, muchachas y muchachos. ¡Ah!, y Dimitri. No olvides que quiero ver yo mismo a la muchacha de Janine. Y, ya sabe quién es, ¿cierto?".
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Obviamente, Arthur sabía todo sobre Rose.
"Sabe lo suficiente", le aseguró Dimitri, levantándose; y mirándose sin disimulo por todas partes.
Aún le dolían los músculos y los huesos, y le costaba respirar (y ¡ejem!, sus agujeros utilizados, también).
Seguramente, apenas podría moverse en los próximos días.
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Suerte que venía el (temido) día de St. Vladimir.
Y sólo había que defender el amor propio.
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"Y muchachos, los vehículos ya están acá. No soy tan cruel de hacerlos caminar hasta ellos. Espero que puedan caminar bien hasta ellos, ¿o quieren que los lleve?".
"Al menos parpadeo", y Alberta miró hacia afuera, forzando la vista. "Un momento, ¿está anocheciendo o es idea mía?".
"Tienen menos de dos horas para volver", le dijo Arthur, sonriendo, "así que no se demoren más. Estos caminos nunca han sido seguros de... nada".
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Y salieron a todo escape de la casa.
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De entre las sombras de la habitación en que estaban, apareció una mujer.
Menuda, de unos 36 años; y pelo corto, ensortijado y rojo.
"¿Así que sigo perdida?", sonrió con burla, agitando su enloquecido pelo, "ya se lo quisiera Tatiana".
"Cambiaste las reglas del juego, ¿por qué?".
"Porque soy BM8, y porque puedo", se encogió de hombros. "Él aún no lo sabe, pero él y ese robot son... familia. A ver cómo lo toma, cuándo se entere que se lo metió a su tía, Art".
"Va a vomitar, de seguro", movió la cabeza Art. "Vamos, te dejo en el aeropuerto. Szelsky debe estar emputecido".
"Lo dejé con una dosis mayor", y tocó la botellita del líquido que noqueó a los guardianes. "Despertará enloquecido, pero estaré ahí para calmarlo; y drogarlo además, si me hace falta".
"¿Estaba fresca?, fue fuerte esta vez".
"De strigoi viejo y recién ordeñado, Art.. ¡Y sí que me costó encontrar a uno!.. Pero te sugiero que ni intentes probarlo; a menos que quieras experimentar algo peor que los pobrecitos guardianes que estuvieron acá".
"Hemos acabado acá, Janine. Informaré a los alquimistas, para que limpien la casa y la devuelvan al mercado. De seguro en la corte les interesará saber todo sobre esta casa...".
"Pero no mucho de sus usos, ¿verdad?, psi hounds..."
"Y tu chica mató a dos".
"Veremos cómo aprende a soportarlo".
"Hay un rumor a mil. y lo viste también... ¿sí?. Que lo salvó tu piedra roja".
"¿Qué se está enamorando de Rose?, eso ví. Titubeó. Pero sus ondas cerebrales mostraron un patrón correcto de pensamiento. Ya vendrá el momento de interrogarlo... ¿algún otro listo para BM7?, no podemos tenerlo sólo a él, me temo".
"Spiridon. BM5, como Croft".
"Uno muerto y el otro que se pudra. ¿Entonces Alberta?".
"Es la mejor carta, sí".
"Alberta, será. Pasará a ser entrenada por Dimitri para el BM5 de inmediato. Infórmaselo a Dimitri. Será su responsabilidad... por el resto del año, que la quiero en el BM5 cuándo termine este curso. Tendrá que ver cómo hacerlo, porque Rose también tiene entrenamiento, y debe continuarlo".
"¿Y Croft?".
"Que se pudra, pero en serio. Tengo una idea macabra para él, pero sé que su lealtad hacia Tatiana no hará que evolucione y avance... pero será divertido de ver. Se hará en los pantalones, de saber que 8 guardianes de St. Vladimir avanzaron la primera etapa de su evaluación".
"¿Ni perdón ni olvido?".
"Jamás, Art. Con mi hija, no. Y tengo una carta peor bajo la manga".
"Lo sé. Pero guárdala hasta que sea necesario, ¿sí?. El mundo ya está suficientemente alterado, como para causar un terremoto mayor a los de Chile... a todo esto, ¿fuiste a conocer la isla allá?".
"Fui".
"¿Y sirve?".
"¡OH!, estará lista, Art. Es lo suficientemente alejada, como para no tener idea cómo sobrevivir en ella. La tengo mapeada. Y la usaré... cuándo sea necesario... Aún nos faltan 2 BM que recrear, ¿cierto?. Este nivel ya nos está cansando. Muy... fijo. Esperemos que Belkov lo logre. Entonces, será más fácil de planear".
"No los mates antes de llegar al BM, entonces".
"Esa no fui yo, ¿recuerdas?, esa fue Tatiana, en sus primeros años. Y lo va a pagar, Art. Lo va a pagar".
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Ambas Rosas -Rose y Roza-, dormían juntas y en brazos de la otra, cuándo Dimitri llegó.
Física, y mentalmente cansado; igualmente se ocupó de taparlas bien.
No despertaría a ninguna, si podía evitarlo.
NO quería verlas... No. No debía pensar en eso.
Aunque debiera.
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"Te ves cansado, Dimitri, ¿la misión salió bien?".
Claro, eso fue lo que le dijo a Liza; que lo observaba, desde las sombras..
Podía contarle medias verdades, ¿verdad?.
"Los psi hounds eran sólo 3, en efecto", estaba comprobado, al menos. "Ya... fueron cremados. Están en algún lado del camposanto, porque no se encontraron deudos... tras 20 años, pocos -o nadie-, debía recordarlos, ni a sus nombres... Y la Directora Kirova envió la solicitud de información sobre su fideicomiso. Se revisará acuciosamente, claro está".
"Está bien. Me quedo más tranquila. Ya más no puedo hacer, ¿cierto?".
"Claro que no. Eres...", y tuvo cuidado en sus palabras, "aún menor de edad. Ninguna corte de justicia accederá a abrir los testamentos, si hay albaceas que los manejan en tu nombre.Y puedes pelearlo a partir de los 18, porque no hay más Dragomir; y nadie pensaba que quedarías sólo tú. ¿Has tenido suerte rastreando a alguno por ahí?".
"El más cercano es Cris. Increíble, pero cierto. Al menos de la academia. Así como vamos, le tendré que pedir matrimonio cuándo cumpla 18 años, y que él pase a ser Lord Cristian Dragomir-Ozera; en fin, líos de familia", suspiró.
"¿Y Rose?".
"Duermevela. No despierta del todo. No sé con quién pelea, pero lo hace. Y sufre, una y otra vez".
"Es por la sangre moroi de elemento tierra, que le gotean en la intravenosa. Está pura, así que está potenciando su parte moroi de tierra. Lamentablemente, es una batalla en que debe pelear sola... ¿No estarás...?".
"¿Usando magia?, no. La doctora me dijo que no lo hiciera. Y no lo hago, ni una gota. Lo prometo. Me cuesta, pero cuándo me tilimbran los dedos; alejo mis manos de ella... Creo que ayudaría... si sabemos de su madre, ¿verdad?".
"Tengo vagas noticias, pero pueden servir... no está perdida o extraviada. Pero su cargo... no es un buen cargo. Y probablemente la puede tener...".
"¿Compelida?, ¡Oh, por Dios!".
"No dije eso, ¿o sí?".
"No. Pero es lo que Rose diría. Y más veces de lo que quiero reconocer, tiene la razón. Si es así, veré que puedo averiguar por mi lado".
"¿Qué más sabes de los recuerdos?, ¿te contó algo?".
"Salvo que algo la está torturando, pero aún no lo digiere; me temo. ¿Por?".
"Ya veo. Bueno, me voy a dormir un rato. Cualquier cosa, que me hablen por radio. Dejaré mi teléfono en silencio, ¿sí?".
"Claro. Yo cuidaré a ambas. Ya dormité un poco, y creo que puedo aguantar, o si no... Dimitri... no quiero volver a la misma habitación. Quiero ir por mis cosas y quedarme en cualquier otro lugar, ¿puedes preguntar?; incluso con Rose. Me da lo mismo. Es lo que hacíamos afuera, en todo caso".
"Consultaré. Hallaremos una solución, lo prometo".
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Dimitri consultó con la directora, quién revisó el archivo administrativo, y encontró una habitación desocupada.
Realmente, muy pocas veces se asignaba, porque se encontraba en una esquina, y daba -además-, a un gran ventanal.
Pero era la mejor alternativa a la que Liza usaba, así que fue por sus cosas y todo lo demás; y se cambió de inmediato.
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Y la habitación anterior, una vez se envió lo de Nataly a los Dashkov más cercanos a ella, para que lo revisaran; fue limpiada y cerrada.
En el próximo curso de Seniors (si lo había, con todo lo que estaba pasando, claro); ya le darían un nuevo uso.
Oh. Janine ni andaba muerta ni menos de parranda...