DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.

Alphared45667: Ciertamente Clyde tendrá relevancia, pero como tengo hasta ahora planificada la historia, durante muchos capítulos lo dejaré un poco de lado y a medida que la familia McBride cobre importancia Clyde jugará un papel clave en la historia.

GylmarGeniusCat: en un futuro arco no muy lejano, se jugará con la moral del héroe. A veces simplemente hay una delgada línea entre la ideología de un villano y un héroe. Lincoln debe aprender mucho para que se consolide como el héroe de Royal Woods, tenía un debate planeado para futuros capítulos, pero gracias a tu comentario creo que lo mejor es introducirlo desde este. Leí de nuevo mi capítulo y entiendo una confusión que me es importante aclarar. Solo Lucy y Leni conocen la identidad de spider-kid, ninguna otra hermana sabe de su secreto, lo pongo en negritas para que otros lectores lo puedan ver, creo que sí debí ser más específico en el anterior capítulo para que no se interpretara que las demás conocían quien era spider-kid.

Espero disfruten el siguiente capítulo:

Capítulo nueve: ¿Eso es un sí?

-Yo sabía que Lincoln no tenía ninguna hermana favorita, él siempre había procurado dividir su corazón en 10 pedazos exactos para cada una de nosotras, entiendo que no es correcto, pero yo sí lo considero mi hermano favorito y es que desde que nació, nuestra relación era muy estrecha. Soy una ganadora por naturaleza y por eso me gane la admiración de mi hermano menor, quien debo admitir es mi mejor amigo, o al menos…. lo solía ser. Siempre doy lo mejor de mí y soy capaz de adaptarme a cualquier deporte inventado en la tierra y ser una maestra en poco tiempo. La victoria es algo que corre por mis venas, la derrota no es un sinónimo de Lynn Junior. No me importa que sacrificio deba hacer para llevarme el triunfo, lo haré sin importar que y ese….. es precisamente el problema. Hubo un tiempo en el que mi hermano y yo hacíamos todo juntos, parecíamos uña y mugre. No importaba que estuviera haciendo, si mi hermano me necesitaba acudía rápidamente a su ayuda, aún si se tratase de la actividad más trivial que se les pudiera ocurrir. Si quieres ser la número uno debes dar el 100 por 100 dejando de lado todo lo demás. No me había dado cuenta, pero poco a poco los deportes se convirtieron en lo más importante de mi vida:

-Lynn, hoy pasarán en la televisión un nuevo capítulo de "Arggh", ¿quieres verlo conmigo?, es que me da miedo verlo solo y sé que a ti nada te asusta- pidió con ojos llenos de ilusión un Lincoln de nueve años.

- ¡Ya te dije que no tengo tiempo para esas tonterías!, debo entrenar apestoso- contestó la deportista dejando muy desilusionado a su hermano.

El hecho de que Lincoln quisiera estar todo el tiempo conmigo se estaba convirtiendo en un problema, comencé a verlo como una carga y no como mi mejor amigo. Poco a poco nos fuimos distanciando, era cierto que el me ayudaba en mis prácticas, pero prefería hacer otras cosas antes que pasar el tiempo conmigo, aunque, así tenía más tiempo para dedicar a mi entrenamiento, sería una verdadera ganadora para mi familia y sobre todo por él. Se me cumplió lo que desee y debo admitir que no me hizo sentir mejor, en el camino dejé a Lincoln atrás, ahora él tiene amigos que compensan ese hueco que deje en su interior. No es que estuviera celosa, es solo que…. quería a mi hermano devuelta:

-Hola Lincoln, irás a mi juego de béisbol, ¿verdad? -

-De hecho, Lynn, tengo asuntos muy importantes que atender, como Ace Savvy contra el tiburón naipe-

Antes no tenía que rogarle para que me apoyara, no aceptaría un no como respuesta.

-Mi equipo ha ganado seis juegos y ¡eres el único miembro de esta familia que no ha ido a apoyarme! -

-Es porque estaba apoyando a otras seis hermanas en sus cosas, lo siento Lynn, no puedo hacerlo hoy-

No crean que les tenía celos a mis hermanas, es solo que…. Lincoln las ayudaba a todas sin negarse, ¿acaso era mucho pedirle que me acompañara?, sabía que con el apoyándome desde las gradas mi equipo conseguiría su séptima victoria.

-No quieres reconsiderarlo- lo amenace con mi bate de béisbol.

Jamás lastimaría a mi hermano, al menos, no de manera intencional, la multitud gritaba mi nombre y yo realizaba mis rituales para la buena suerte, mi familia estaba animándome y había entrenado dejando sudor y sangre en el proceso, ¿qué podía salir mal? ¡Pues todo!, perdimos el partido, pero ¿por qué?, no tenía sentido, yo había hecho todo para ganar, ¿por qué no había ganado entonces?, solo había una explicación, yo no podía ser la responsable de la derrota, alguien más había provocado mi derrota, pero ¿quién?... recuerdo, recuerdo cada noche que durmió fuera de casa, incluso cuando llovía. A partir de "aquello", nuestra distancia fue incrementándose, lo cual…. lo cual ha sido la peor derrota en mi vida, la más dolorosa, todo parecía ser una película que avanzaba y aunque yo fuera parte de ella no podía intervenir, como si alguien más hubiera actuado cuando dejé que mis absurdas supersticiones me separaran de él. Nunca se lo he dicho, pero cada una de mis victorias es para él, mi hermano, mi mejor amigo.

Sus nudillos ardían con cada golpe que daba, pequeñas gotas de sangre escurrían de sus manos, pero en lugar de detenerse o golpear más despacio, la castaña acrecentaba la fuerza y la intensidad con la que atacaba su saco para practicar boxeo, el cual se estaba desgarrando gradualmente. Lynn Junior no era una persona que demostrara debilidad, pero después de cierto tiempo no pudo evitar quejarse y hacer muecas de dolor con cada golpe que lanzaba, que tenían una mayor intensidad que el anterior, hasta que dio un golpe que terminó por romper su gastado sacó de boxeo pero que también provocó que las rodillas temblorosas de la chica cedieran y que esta cayera al suelo por el intenso dolor que se había apoderado de ella, respiraba con dificultad y el suelo estaba empapado por las infinitas gotas de sudor que se precipitaba de la frente de la chica cual lluvia, su concentración estaba puesta en sujetar su muñeca derecha, la cual estaba lesionada e hinchada. Lynn sabía que pequeñas dosis de dolor y un intenso agotamiento la ayudaban a olvidar la terrible culpa que carcomía su alma, pero también comprendía que aquella era una actitud autodestructiva que tarde o temprano acabaría mal, por lo que no le había contado a ninguna de sus hermanas ni a sus padres de sus métodos cuestionables que realizaba en la cochera muy de temprano, antes de que todos despertaran, era su manera de desahogarse y se justificaba al pensar que no era tan malo como olvidar las penas en el alcohol o las drogas como muchas personas hacían, ¿o no?. La castaña tomó una ducha para limpiar y sanar sus heridas lo mejor posible para que su familia no sospechara. Se apresuró a vestirse y bajar a preparar su desayuno. Golpes, empujones, peleas, gritos, fila para el baño; una típica mañana en la casa Loud, todas las hermanas bajaban al mismo tiempo para preparar su desayuno, debían hacerlo ya que su papá tenía más trabajo en el restaurante últimamente. Lo cierto es que el día Lunes no era el mejor para nadie, todas reflejaban un rostro ojeroso, cansado y adormilado, incluso la pequeña princesa se veía peor que su gemela mayor, tenían los minutos contados para prepararse:

-Lynn, ve y despierta a Lincoln, no podemos esperarlo esta vez- ordenó Luna tras dar un largo bostezo.

-Lo tiraré con todo y cama- contestó Lynn Junior intentando actuar como si todo estuviera bien.

- ¿A quién vas a tirar con todo y cama? -

-Al apestoso, ese flojo debe aprender a levantarse tempra…- Lynn no pudo terminar de hablar por la sorpresa.

Todas quedaron impactadas cuando vieron a su hermano con el sombrero y delantal de chef de su padre que le quedaban bastante grandes, no tenía ninguna pisca de sueño, ¿a qué hora se había despertado?, esa pregunta recorría el cerebro de todas ya que les había preparado su desayuno:

- ¿Qué es esto brother?- preguntó confundida Luna.

-Quise levantarme temprano a prepararles su desayuno- respondió con una pequeña sonrisa el chico.

-Bien, ¿qué planeas ahora? - preguntó Lola cruzándose de brazos- ¿qué quieres de nosotras?

-Si lo quieren ver así- dijo Lincoln con una sonrisa y tocando la punta de la nariz de Lola con su dedo índice-tómenlo como una disculpa por haberlas preocupado el viernes y por arruinar el regalo para el aniversario de nuestros padres- el chico toma entre sus manos el desayuno de todas con un poco de dificultad.

-Linc, no era necesario que lo hicieras- objeto la pequeña mecánica.

-Ya lo sé, pero quise hacerlo. Ahora todas en formación de fila para que les dé su desayuno- ordenó Lincoln en voz de general recordándole a todas a su hermana Lori.

Lincoln comenzó con Lily, a quien le colocó el desayuno en su pequeña lonchera y le dio un beso, a lo cual la bebe comenzó a reír y pronunciar el nombre de su hermano. Luego siguió el turno de Lisa:

-Poca jalea, sin orillas y cortados en Isósceles con el tamaño perfecto- Lincoln le entrega su desayuno a Lisa-

-Gracias sujeto de prueba número seis, es decir, hermano mayor- dijo Lisa con tono indiferente.

Lincoln sonrió, quizá la mayoría pensaría que la genio era una malagradecida, pero el que la conocía tan bien pudo distinguir por su mirada que le había dado las gracias, aquello era suficiente para él, luego se dirigió hacia las gemelas, su pequeña princesa y maestra mecánica.

-Coloque algunos dulces de jarabe de maíz en tu lonchera Lola, pero no te los comas todos- dijo con un susurro el peli blanco a la gemela menor-

-Gracias Linky- la pequeña rubia le da un beso en la frente a su hermano.

-Y para la amante de los animales, galletas con forma de ranas-

-Eres el mejor hermano- dijo Lana brincando de emoción.

Lincoln luego siguió con Lucy, quien solo recibió su desayuno de una manera más apática de lo habitual, pero solo lo percibió Lincoln. Luego siguió el turno de Lynn:

-Y para la campeona con más invictos de Royal Woods, una serie de alimentos con alto contenido en carbohidratos-

Lynn solo tomó su desayuno de manera tímida y un poco sonrojada:

-Gracias…. Lincoln-

Siguió el turno de Luan, quien desviaba su mirada de Lincoln mientras estaba cruzada de brazos. Fue entonces que Lincoln sacó a Bun Bun y comenzó un diálogo con Luan a través del muñeco:

-Lincoln dice que en verdad lo siente, que fue un patán ayer y que jamás volverá a priorizar algo más que no sean sus hermanas.

Luan no pudo contener más la risa ante la poca credibilidad que su hermano intentaba imitar la voz de su peluche y lo abrazó. Luego sacó al señor Cocos y comenzó a hablar:

-Luan piensa que eres el peor ventrílocuo de Royal Woods, pero que eres el mejor hermano del mundo mundial- dijo el señor Cocos.

Después siguió el turno de Luna, a quien Lincoln preparo fruta en forma de guitarra y finalmente el turno era de Leni a quien Lincoln entregó su desayuno y esta solo correspondió con una pequeña sonrisa llena de tristeza. Poco después todos subían a Camionzilla para ir a sus respectivos centros educativos.

Stella miraba con ternura como aquel peli blanco intentaba sin mucho resultado hacerse el nudo de su corbata, a veces podía comportarse más maduro que cualquier adulto, pero en otros casos seguía siendo un niño de primaria.

- ¡Será mejor que aprendas a hacer el nudo de la corbata! - dijo Stella acercándose a Lincoln mientras le dirige una cara supuestamente enojada, aunque en realidad era adorable y le ayuda a colocarse la corbata.

Lincoln no podía dejar de mirar a Stella, quien no llevaba su ropa habitual, sino un hermoso vestido que resaltaba sus atributos, además de ir peinada de forma exquisita como si Lola le hubiera dado algunas sugerencias, el chico no pudo evitar sentir que sus cachetes se pusieran rojos:

-Oye Linc, ¿podemos hablar tú y yo después del programa?, ¿Lincoln?- preguntó en repetidas ocasiones hasta que logró sacar al chico de su transe.

-Claro…. ah, después del programa- respondió de forma torpe El Niño.

Ambos se miraban mutuamente y por unos segundos, el mundo dejó de girar para ellos hasta que…

-Siento interrumpir, pero el programa está por comenzar- interrumpió Clyde.

- ¿Ah?, ¡claro! - dijo Stella con un poco de vergüenza en su rostro.

Liam indicó con un pulgar arriba que la cámara estaba filmando y Lincoln comenzó a hablar:

- ¡Buenos días secundaria del Royal Woods!, soy Lincoln Loud- guiña el ojo.

-Y yo soy Clyde McBride-

-Y están viendo ¡Noticias en acción! - lo dicen al mismo tiempo casi gritando.

-El programa con los chismes más suculentos de la escuela, perdón, noticias confiables- corrige Clyde ante el codazo poco sutil que le propinó Lincoln en el brazo- Las repetidas apariciones de spider-kid han motivado un debate a nivel estatal sobre el papel de los vigilantes en el combate del crimen y ya que pronto el soberano congreso nacional constituyente iniciará una cumbre para tratar este asunto, nuestros reporteros han salido a los pasillos de la secundaria con la siguiente pregunta: ¿qué opina de spider-kid?, veamos cuáles fueron sus respuestas:

- ¡Yo pienso que sin spider-kid esta ciudad estaría perdida! - contestó Lynn Junior.

- ¿Qué hace un niño patrullando la ciudad?, quizá sus intenciones sean nobles, pero es una actitud reprobable que menores de edad arriesguen su vida, no quiero imaginar si los niños de nuestra ciudad que no tienen poderes comenzarán a imitar a spider-kid y tratarán de jugar a los héroes- comentó Merly Farrell.

-Con ese nuevo traje se ve sensacional, ¡quisiera saber quién está detrás de esa máscara!, seguramente debe ser un rubio de ojos azules- contestó Cristina con un gran suspiro.

-Todos hablan de lo bueno que hace pero ¿qué hay del otro lado de la moneda?, ¿tienen idea de cuántos destrozos provoca en sus batallas? y ¿quién creen que paga todo ello?, el no, sale una vez al día con su máscara y no rinde cuentas de nada, ¿qué le da el derecho de estar por encima de la ley y meterse en los asuntos de los demás?, sé que sueno dura pero yo no me siento cómoda confiando mi seguridad a un mocoso que ni siquiera ha terminado la secundaria, ¡que no estorbe y que deje a los adultos hacer su trabajo- dijo la chef Pat.

-Apesta y no me agrada, ¡Misterio por siempre!, él sí es un verdadero héroe- manifestó Chandler.

-¿Porque la población debería confiar su seguridad en la moral de un Niño con poderes?, ¿qué mensaje transmite spider-kid a la población?, que nuestro personal de seguridad es ineficiente, además ¿qué pasaría si algún día este "héroe" como muchos lo llaman desapareciera o decidiera utilizar sus poderes para beneficio personal?, ya tenemos en la zona una lunática de cabello blanco que usa sus poderes para asaltar pequeñas joyerías, no podemos depender tanto de las personas con poderes, además de que Royal Woods JAMÁS había visto a algún supervillano antes de la aparición de spider-kid.- explicó la directora Ramírez.

Terminada la encuesta, Clyde continuo con el programa, ya que, al parecer, a Lincoln se le había olvidado que debía decir:

-Bien, ahora vayamos con Zach que se infiltrara al lugar más misterioso de cualquier escuela: ¡la oficina de profesores!, descubran que opinan los maestros de sus alumnos-

Al terminar el programa, Lincoln salió corriendo del estudio y se dirigió al lugar más apartado de la escuela, quería estar solo, ¿por qué le afectaba tanto lo que la gente opinará de él?, de cualquier forma, él ya había renunciado, pero aún lo frustraba que a las personas les costará tanto entender que el solo intentaba ayudar:

- ¿Zanahoria conejito? - preguntó Stella ofreciendo un poco de su aperitivo al peli blanco y apareciendo de la nada al estilo de Lucy.

- ¿Qué? -contestó con sorpresa Lincoln y escondiendo un cuaderno en el que estaba escribiendo- ¿acaso las chicas no conocen el significado de privacidad?

- ¿No recuerdas que te había pedido hablar después del programa? -

Lincoln había estado tan concentrado en los comentarios acerca de spider-kid que había olvidado por completo la petición de la chica:

- ¿Tienes un diario? - preguntó Stella mientras se sentaba al lado de Lincoln.

- ¡Claro que no! -se apresuró a responder el peli blanco-esta es mi bitácora de planes a corto, mediano y largo plazo (otra forma del chico para decir diario).

- ¿Y yo aparezco en alguno de esos planes? - preguntó Stella con curiosidad.

El chico sintió el calor en sus mejillas y no pudo evitar desviar la mirada de Stella:

-Pues… hay uno…. ver…. ver el amanecer juntos en un globo aerostático sobre las majestuosas colinas de chocolate en Filipinas, mientras bebemos chocolate caliente-

Stella se conmovió profundamente, Lincoln recordaba aquella vez que le platicó sobre ese fantástico lugar y lo mucho que lo extrañaba desde que se había mudado a Royal Woods. Stella supuso que Lincoln no le prestaba atención en ese momento por que parecía distraído:

-Lincoln, creo que eres un chico muy especial ha…. dulce y... desde que te conocí... eres, no puedo imaginar mi vida sin ti…. he lo que quiero decirte es que yo pues...

Es difícil explicar los sentimientos con palabras, más cuando se trata de amor y lo que Stella sentía por Lincoln era algo muy intenso pero confuso a la vez, por lo que, al no saber expresar sus emociones de forma verbal, lo hizo de la única manera que se le ocurrió en el momento: con un breve y tierno beso en los labios. Stella nunca había besado a nadie y el rubor cubrió sus mejillas cuando al abrir los ojos vio la mirada de sorpresa del peli blanco, por lo que rápidamente se apartó de él, quizá no lo había hecho bien, quizá fue muy rápido, quizá no era el mejor momento para declararle su amor, para nada quería arruinar su amistad con Lincoln, la había pasado genial desde que lo conoció, habían vivido tantas aventuras juntos, ella solo quería que su relación fuera más estrecha. Es verdad que apreciaba a Rusty, Zach, Líam y a Clyde al igual que Lincoln, pero el cariño era distinto, el amor hacia el peli blanco era más íntimo. Stella sentía cómo su sangre se enfriaba y sus manos sudaban al ver que el chico no decía nada, solo tenía la mirada desviada hacia un lado para evitar cruzar miradas con ella. Tal vez Lincoln había perdido todo rastro de enamoramiento por ella o quizá ya tenía a una chica especial en su vida. Pero todas sus dudas quedaron a un lado cuando el peli blanco se acercó hacia ella para rápidamente juntar sus labios de nuevo, el chico entrelazaba los dedos de su mano izquierda con los de Stella y con su mano derecha acariciaba lentamente su cabello sedoso de arriba a abajo:

- ¿Eso es un sí? - pregunto sonrojada la chica separándose nuevamente y de forma brusca de Lincoln.

El solo respondió continuando con el beso, pero esta vez, ambos se correspondieron mutuamente. Pronto varios chicos se les quedaron viendo y comenzaron a hacer ruido para fastidiar a la nueva pareja, pero esto no le importó para nada a Stella, mucho menos a Lincoln, quien estaba cansado de pensar tanto, de intentar cumplir con las expectativas de los demás y de actuar para complacer a otros. En ese tierno, dulce e inocente beso la nueva pareja se desconectó del resto del mundo, los sentidos de ambos chicos estaban dirigidos a los labios del otro. Los labios de Stella eran suaves, húmedos y con un sabor delicioso a zanahoria. Querían que ese beso fuera eterno, pero pronto sintieron que alguien los tomaba del brazo de forma tosca para separarlos:

-Está prohibida esa clase de interacciones en esta secundaria, ¡a la dirección! - ordenó la directora Ramírez mientras llevaba a ambos tortolitos, cuya mirada estaba completamente perdida en la del otro:

-Tus labios saben a zanahoria- exclamó con una pequeña sonrisa Stella.

- ¿Por qué será? - respondió en tono travieso Lincoln.

Los chicos solo se veían con ojos de borreguito escuchando algo del código moral, detención, la edad adecuada, el código escolar, llamar a los padres, reglas y bla, bla, bla, bla. Sin embargo, los tres pusieron su atención cuando una extraña figura interrumpió en la dirección:

-Directora Ramírez, es un gusto conocerla- dijo con tono de burla "spider-kid".

- ¿Qué quieres pequeño vándalo? - cuestionó la directora.

-Solo quiero los ingresos anuales que el gobierno les acaba de enviar, sé que apenas los cobraron en efectivo-

-Será mejor que te vayas arañita o llamaré a la policía- contesto con miedo la directora mientras "spider-kid" se acercaba a ella de forma intimidante.

Lincoln solo se limitaba a agarrar con fuerza la mano de Stella y a colocarla detrás de él para intentar protegerla, ¿qué haría ahora?, ¿permitiría que ese impostor lastimara a la directora utilizando su nombre? No tuvo que pensarlo mucho, ya que en ese momento llegó Misterio:

- ¡Aléjate de ella pequeño villano! - ordenó el ilusionista mientras golpeaba a "spider-kid" para sacarlo al patio de la escuela-

Muchos salieron a ver el enfrentamiento y rodearon a los dos contrincantes, algunos apoyaban a Misterio y otros a "spider-kid", sin embargo, el cabeza de pecera mostraba su superioridad con cada ataque, por lo que la imitación barata del Niño araña no tuvo más remedio que huir. La mayoría de los presentes aplaudía a su nuevo Salvador:

-Les prometo que pronto atraparé a ese cabeza de red y lo entregaré a la justicia- dijo Misterio mientras desaparecía en una columna de humo.

-Muy bien, ¡todos a sus clases!, no hay nada que ver aquí- ordenó la directora- y con ustedes hablaré después- amenazó dirigiéndose a Stella y Lincoln mientras regresaba a su oficina.

Stella y Lincoln caminaban rumbo a sus salones tomados de la mano y con una gran sonrisa boba en el rostro. A pesar del caos anterior, Stella se sentía protegida al lado de Lincoln. Antes de separarse para ir a sus salones, Clyde los intercedió:

- ¿Están bien? - cuestiono con preocupación el chico de gafas por el incidente anterior.

-Claro amigo, de hecho, ¡estamos mejor que nunca antes! - respondía Lincoln mientras le daba a entender a Clyde que Stella y el ahora eran novios.

-Sabía que ustedes dos terminarían juntos- mencionó con una gran sonrisa Clyde.

- ¿Por qué no vamos todos a los videojuegos después de clases? - sugirió Lincoln.

- ¿Estás seguro?, pensé que últimamente no tenías mucho tiempo- preguntó confundido Clyde.

-He aprendido que no hay nada más importante que compartir momentos especiales con las personas correctas- dijo Lincoln con una tranquilidad poco habitual en él, lo que deja sin palabras a Stella y Clyde- ¿dije algo malo?

-Claro que no Linky, nos vemos después de clases- Stella se despide de Lincoln con un pequeño beso en la mejilla.

Lincoln ingresó a su salón y para su sorpresa, estaba frente a él un rostro conocido anotando en la pizarra:

-Hola Lincoln, que gusto verte-

-Hola señorita Johnson, ¿qué hace aquí? - pregunto el peli blanco confundido.

-El profesor Bolhofner renunció y me pidieron que lo sustituyera, además, tuve algunos…. problemas en la primaria- contestó la adulta- bien, todos a sus asientos, hoy hablaremos del papel de la historia en la construcción de la identidad humana….

Lincoln no podía prestar atención a la clase, su mente y corazón estaban en otro lugar, al lado de su querida Stella. Ni siquiera le importó que Chandler se la pasará toda la clase arrojándole bolitas de papel. Después de clases, los tres chicos fueron a los videojuegos donde se divirtieron como hace mucho no lo hacían. Lincoln podría considerarse el pequeño más feliz de Royal Woods: estaba bien con sus hermanas y pasaba un momento estupendo con su mejor amigo y novia, ¿Qué más podía pedir un chico de doce años?

Lincoln regresaba a casa después de dejar a Stella en la suya y se disponía a subir a su habitación cuando notó que su hermana Lynn veía sola el juego:

- ¿No fuiste con el señor Grouse?- preguntó Lincoln.

Lynn Junior salió de su ovación al percatarse de la presencia de su hermano:

-Le cortaron la luz y fue a quejarse por los precios tan altos- respondió Lynn Junior un poco tímida.

-Que mal, ¿quieres que vea el partido contigo? -

-Haa…. si tú quieres-

Lincoln y Lynn veían el partido y gritaban juntos a todo pulmón: ¡Vamos Leones vamos!, ¡Vamos Leones vamos! También realizaban extrañas danzas de celebración vitoreando a su equipo, igual que en los viejos tiempos….

-Parece que tus rituales para la buena suerte si funcionan- decía Lincoln con una sonrisa.

Lynn se detuvo en seco ante el comentario de su hermano y toda su euforia se desvaneció en un segundo:

-Yo ya no hago rituales para la buena suerte desde aquella vez…- contestó Lynn concentrando su atención en el piso, no podía ver a su hermano, apretaba sus puños y pequeñas lágrimas amenazaban con salir de su rostro.

Lincoln entendió a lo que se refería su hermana, el sabor de su saliva se volvió amargo con tan solo revivir aquella experiencia, pero también estaba sorprendido al ver a Lynn al borde del llano:

-No tienes por qué…-

Lynn lo interrumpió, no toleraba su tonta bondad e ingenuidad:

- ¡No finjas que todo está bien cuando no es así!, yo soy tu hermana mayor, yo debería cuidar de ti y protegerte, deberías estar furioso conmigo, odiarme, gritarme, ¡por mi culpa nuestra familia te trato muy mal! - la voz de Lynn se cortó y tuvo que comenzar a parpadear con intensidad para no llorar.

Lincoln comenzó a recordar lo que Mysterio le había dicho el día anterior:

-"a pesar de lo que has hecho por ellos al final te odiarán, ¿para qué te molestas?" y que la gente solo lo apoyaría cuando les fuera útil, pero que a la primera señal de problemas lo iban a desechar como basura y era cierto, era claro que el villano se refería a su ex- identidad como spider-kid pero, ¿que había de Lincoln Loud?, ¿cuántas veces había ayudado a Lisa con sus experimentos arriesgando su integridad?, ¿cuántas veces había ayudado a Lola con sus concursos por muy altanera que la rubia se pusiera?, ¿cuántas veces le había leído un cuento a Lana para dormir por mucho sueño que tuviese?, ¿cuántas veces había dejado de hacer lo que él quería para escuchar los poemas de Lucy?, ¿cuántas veces se había lesionado por ayudar a Lynn a practicar para una competencia?, ¿cuántas veces se había tragado su orgullo por las bromas de Luan?, ¿a cuántos conciertos de Luna no había asistido en vez de salir con sus amigos?, ¿cuántas tonterías de Leni no había aguantado de forma paciente?, ¿cuántas veces había soportado el mal humor de Lori?. Siempre se había esforzado por ser un buen hermano y un buen hijo, sabía que debía ayudar en su casa para que esta no se derrumbase pero, ¿qué había pasado cuando el necesito de su familia?, ¿cuántas veces suplico que lo dejaran regresar a casa y no le hicieron caso?, ¿cuántas veces pidió quitarse esa máscara de ardilla para no asfixiarse y se lo habían negado?, ¿dónde quedó la promesa de Lori de protegerlo siempre sin importar qué?, ¿dónde estaba la inteligencia de Lisa para rechazar las supersticiones?, ¿dónde quedó el amor de sus padres?, sabía que era el hijo menos amado, incluso llegó a sospechar que era adoptado, ¿por qué otra razón lo tratarían diferente?, misterio tenía razón, las personas solo eran buenas hasta donde se lo permitían sus circunstancias, de pronto, todo lo que el chico creía y defendía por ser correcto resultaba ser una tonta fantasía, ¡CLARO QUE NADA ESTABA BIEN!, no es como si la vida de Lincoln fuera un programa de televisión y que de un capítulo a otro pudiera actuar como si nada hubiese pasado. Era un momento de su vida que parecía una pesadilla que lo atormentaría hasta el día en que muriera, tenía tanta rabia reprimida, necesitaba liberar toda esa furia antes de que pudriera su interior, debía golpear algo o a alguien y a la única que tenía enfrente era a Lynn, la causante de aquella experiencia, ¿por qué no golpearla?, ¿cuántas veces no lo había golpeado ella?, de cualquier forma ya no tenía sus poderes y con lo enclenque que era no le haría mayor daño, solo sería un golpe, ¿qué podía pasarle?, ella estaba acostumbrada al dolor, ¿con que frecuencia no se había lesionado en su partido?. El chico apretó su puño y dientes, su mirada se tornó atemorizante y su respiración agitada, Lynn quedó en shock ante aquello y tuvo miedo, jamás había visto a su hermano en ese estado, pero quizá así ya no se sentiría tan culpable, no repararía todo el daño que le causó pero al menos serviría de algo, la chica cerró sus ojos reasignada mientras temblaba y Lincoln se preparaba a descargar su ira cuando… vio las manos de Lynn Junior con mayor atención, aquellas heridas no eran por practicar, ¿acaso ella misma se había lastimado?, ¿qué está haciendo?, ¿acaso iba a?. El cuerpo del chico se relajó completamente y rápidamente abrazó a su hermana, quien comenzó a llorar sin poder contenerse sobre su hombro:

- ¿Qué haces? - preguntó sollozando Lynn.

-Todos los que conocen lo que ocurrió te podrán culpar y pensar que eres la peor hermana Loud, pero yo nunca te he culpado así, todos…. todos tenemos parte de culpa, yo antepuse mis intereses….

-Pero tú solo querías tiempo para ti, ¡esa no es excusa para lo que te hicimos! - lloró a cántaros Lynn.

-Lynn, ¿sabes lo que significa perdonar? - preguntó el chico limpiando las lágrimas de su hermana con un pequeño pañuelo.

Lynn era incapaz de decir palabra alguna, ¿que era el perdón?, algo que sin duda ella no merecía. Su hermano solo la miró con comprensión y tristeza, formando una horrible mueca en su rostro que trataba de parecer una sonrisa y fallando en el intento, tras un largo suspiro cargado de dolor, el chico habló:

-Perdonar, no es olvidar el pasado, no significa hacer como si nada malo hubiera pasado, ¡SIGNIFICA SANAR! Sanar puede ser un proceso muy lento y doloroso, pero te prometo que ambos sanaremos, ¡juntos! - dijo el muchacho tomando las manos de Lynn.

Ella intentó ocultar sus manos para que él no pudiera ver sus heridas, pero él no se lo permitió:

- ¿Lo dices en serio? - preguntó la chica.

-Claro, sé que tú te preocupas tanto por mi como yo por ti, aunque sea muy muy en el fondo de una caja fuerte cerrada con una infinidad de cadenas y candados protegida con alambre de púas- contestó el chico con una pequeña carcajada.

- ¡Claro que te amo tonto! - contestó la chica fingiendo dar un pequeño golpe en el mentón de su hermano, solo para después volver a abrazarlo, ambos derramaban lágrimas, pero no les importaba lo patético o mocosos que se pudieran ver. Permanecieron así por algunos minutos hasta que lograron tranquilizarse, había muchas emociones recién descubiertas en el ambiente.

- ¿Continuemos viendo el partido? -

-Solo que ya no hay botanas, alguien se las acabó- dijo Lynn con cara sonrisa traviesa.

-Iré rápido por más a la tienda, ahora vuelvo- mencionó Lincoln mientras salía de la casa, no sin antes dedicarle una última sonrisa a su hermana.

Lynn no podía dejar de sonreír, sentía una alegría con la que ningún trofeo o medalla podía rivalizar, como si un enorme nudo en su garganta y pecho se liberaran, pudiendo respirar con normalidad. Ella no era tan inteligente como Lisa, pero comprendía que una lesión por muy terrible que fuese o por mucho tiempo que tardará, terminaría sanando y ella estaba dispuesta a ayudar a su hermano a sanar, volvería a ser una buena hermana y la mejor amiga de su hermano.

Lincoln acababa de pagar la botana e iba a retirarse de la tienda para regresar a casa, cuando notó que un delincuente amenazó al hombre de la tienda con un arma, este quería el dinero, pero el dueño no se lo entregaría tan fácilmente. El chico sentía el impulso de hacer algo, pero ¿qué podía hacer un Niño común y corriente de doce años?, solo sería un estorbo y pondría su vida en peligro, al final no era su problema que la persona de la tienda prefiriese el dinero a su vida. El chico salió del establecimiento cuando escuchó un ruido de bala que lo dejó helado, dejó caer la enorme bolsa de papas fritas, solo para ver después como el ladrón escapaba mientras la esposa del dueño gritaba pidiendo ayuda, la desesperación de la mujer tocaba en lo más profundo de la conciencia de Lincoln, quien solo comenzó a correr intentando huir de sí mismo.

Continuará...