Muchas gracias por sus reviews, y gracias por seguir y marcar como favorito, lamento la demora.

ESTA HISTORIA ES UN U.A.(UNIVERSO ALTERNO)

ADVERTENCIAS:

CLASIFICACION M

LENGUAJE MADURO

CAPITULO 4

Despues del cumpleaños de los gemelos Tatewaki a Ranma le quedo claro que no le gustaba la atención que los otros niños ponían sobre su hermanita. Era muy normal, después de todo su papel como hermano era protegerla.

Odiaba como se iluminaban los ojos de Kuno o como Ryoga dejaba de respirar cuando su pequeña hermana estaba frente a ellos. Habia algo extraño en aquello a su pequeña edad aun no entendia que era pero algo muy dentro de el se retorcia y rugia.

Akane se fue a su habitación y después del cuento de dormir y arroparla Kasumi cerro la puerta y apago las luces de los pasillos, encaminándose hacia su habitación de servicio.

Cuando Kasumi paso junto a la habitación principal se detuvo en seco al escuchar un grito, se congelo en su lugar, iba a abrir la puerta hasta que se dio cuenta de que no era un grito sino una seria de ruidos propios de una apasionada pareja entregándose el uno al otro.

Sonrio silenciosamente, la señora Miyo adoraba al señor Tendo, quien seguía dejando corazones rotos de admiradoras que aun lo veían como un hombre atractivo, sin embargo el solo tenia ojos para su esposa. Estaban completamente enamordos eran de esas extrañas parejas que a pesar de los años aun se amaban muchisimo, De solo pensar en que la señora Miyo tuviera mas hijos le dolio la cabeza, ya tenia suficiente con Ranma y Akane.

Como aquella ocasión en la que, mientras estaba ocupada en la cocina preparando la merienda, los niños decidieron esconderle los vegetales de la cena en un lugar muy difícil de encontrar. Después de un rato, de buscar por todas partes los malditos vegetales, pero sin exito. Ranma y Akane están observando desde lejos con caritas traviesas, tratando de contener la risa.

Kasumi comienza a buscar por toda la casa, mirando debajo de los cojines del sofá, en los armarios, e incluso dentro de las gavetas del dojo. Los niños no pueden aguantar más la risa y finalmente revelan dónde han escondido los vegetales. Kasumi al recordar no puede evitar sonreír ante la travesura de los niños, aunque la hicieron sudar y preocuparse, eran muy sigilosos.

Al avanzar llega a su humilde habitación y cierra la puerta para descasar, ignorante de que en el piso superior, del pasillo principal, en las habitaciones de los niños Ranma se había colado a la habitación de Akane.

Nuevamente.

Akane tenia tanto sueño que apenas lo sintió llegar lo abrazo como la almohada mas comoda, y se perdió en la inconciencia, Ranma por su parte la abrazo un poco y al momento quedo dormido profundamente, olvidando sus pequeños enojos y molestias para con Kuno y Ryoga solo aspirando el dulce aroma corporal de su pequeña hermanita sumergiendose en un mundo de paz, nubes, caramelos y cosas extrañamente hermosas.

X

En un bar oscuro y lleno de humo en el corazón de Tokio, se encuentra sentado en un rincón un hombre misterioso vestido con un traje elegante. El hombre, conocido como Taro, tiene una mirada intimidante y una presencia que llama la atención de todos en el bar. Aunque está rodeado de gente y ruido, parece sumido en sus propios pensamientos, perdido en sus recuerdos.

Mientras bebe su sake, Taro mira fijamente el vaso, como si estuviera viendo algo que solo él puede ver. Los demás clientes del bar lo observan con cautela, sabiendo que este hombre es alguien a quien no quieren tener como enemigo.

De repente, la música del bar se detiene y Taro se pone de pie lentamente. Todos los presentes contienen la respiración, esperando ver qué hará este hombre imponente. Sale a la noche lluviosa nuevamente, comienza a recordar su pasado oscuro y sus planes para el futuro, dejandose claro que no retrocederá en sus planes y no debería ser subestimado por Tendo. Pues sus fuentes le habían asegurado que era el quien se había quedado con la progenie de Genma y el obligaría a esa cria a cumplir la promesa que en vida su padre le hizo…solo un poco mas de tiempo.

X

Tendo observa la ventana y el caer de la lluvia nocturna, sumido en sus pensamientos, le vienen recuerdos de Genma. Quien siempre había entrenado arduamente durante años para dominar las técnicas ancestrales de su linaje. Sin embargo, Genma siempre habia sentido un vacío en su interior, ya que su padre era un huérfano y desconocía por completo su linaje familiar, solo tenia lo que su padre le contaba y mostraba, que le contaba su abuelo a su vez, pero hasta ahi, a menudo se quejaba de ello.

En alguna ocasión estando muy ebrio le había comentado que un día, mientras investigo sobre su pasado, descubrio una antigua leyenda que habla de un poderoso dragón llamado Orochi, que se dice que guarda los secretos de las artes marciales ancestrales y cuando visito el templo para conocerlo, vio en los registros una fotografía de un hombre hijo del Orochi, y ese hombre era muy parecido a su padre, es decir como su autentico antepasado.

-Ja,ja,ja,ja,ja Saotome no me digas que tienes sangre de Dragon, tal vez por eso eres un bestia.- bromeo Tendo y se rio de el hasta casi lagrimear, su amigo estaba tan desesperado por destacar y rellenar sus vacios que inventaba historias.

Miyo lo abrazo y con eso sus recuerdos se evaporaron en su memoria, volvió al presente y se recuesta abrazando a su recién amada esposa.

9 Años después.

Akane se encontraba sola en la noche, en una oscura casona, entre ruinas, solo oscuridad a su alrededor

–¿Do... Donde estoy? ¿Q... Que esta pasando?– Trataba de hablar, pero ningún sonido salía de su boca, repentinamente, mas adelante, una luz comenzaba a brillar y ella se dirigía hacia esa luz, pero no sabia si estaba caminando o volando –¿Qué es eso?– Pregunto mientras se dirigía hacia la luz, entonces esta comenzó a tomar forma, forma humana, ahí delante de ella se encontraba una persona, no podía saber quien era porque le estaba dando la espalda –¿Qui... Quien esta ahí?– Pregunto temerosa, parpadeo un par de veces, la figura le parecía familiar –¿E... Eres tu... hermano?– Ante esta mención, la persona se dio la vuelta, en efecto, era Ranma, pero no SU Ranma, pues el que estaba delante de ella tenia los ojos rojos, su aspecto era en verdad intimidante –¿Qui... Quien eres tu?– Se atrevió a preguntar

–Soy Ranma-

–¡No es cierto!– Dijo ella levantando la voz un poco

–Si, lo soy, yo soy la persona que ha estado a tu lado todo este tiempo.-

–¡No! ¡Tu no puedes ser mi hermano!– Mientras hablaban el cuerpo de Akane parecio flotar y desvanecerse hasta que, cuando se dio cuenta, se encontraba a escasos centímetros del pelinegro quien la miraba fijamente, realmente se parecía a su hermano, pero tenia un aire intimidante y agresivo que su Ranma nunca había mostrado

–Tienes razón– Le dijo el chico mientras le acariciaba la mejilla a una sorprendida Akane –Yo no soy tu hermano...-

Justo en ese momento, un golpecito en su estomago hizo que Akane se despertara de ese extraño sueño, parpadeo un poco tratando de enfocar la vista, cuando lo hizo se dio cuenta de que estaba en su habitación.

–Otra vez ese sueño...– Pensó mientras se tallaba los ojos tratando de espantar el sueño que aun sentía –E tenido ese extraño sueño desde hace dos años ...–

Ella sabia que Miyo su mama le conto una vez que su abuela tenia el don de la clarividencia, tal vez eso era, o simplemente era una pesadilla.

Akane no pudo evitar ruborizarse, Ranma se encontraba durmiendo tranquilamente a su lado, ella levanto un poco la cabeza para comprobar que el golpecito que había sentido en su estomago no era otra cosa que el brazo de su hermano, quien se encontraba abrazándola, tal ves inconscientemente, pues estaba dormido, pero era un abrazo a fin de cuentas, así que Akane no pudo evitar sentarse de golpe en la cama y apartar bruscamente de ella el brazo color hebreo.

Ya tenian 14 años, casi los 15, y aunque amaba a su hermano con devoción ciega, de pronto ese contacto se sintio...extraño, asi que por eso lo aparto de esa manera, sin embargo Ranma que dormía como tronco no desperto.

Aprovecho para observarlo, se perdio en sus largas y espesas pestañas negras como la noche, su perfilado y masculino rostro, esa hermosa mandibula, esa estilizada nariz, su respirar acompasado, su presencia masculina llenaba por completo su cama, haciedola sentir pequeña. Y aspiro ese aroma a mar que siempre desprendia, a era mas salado que dulce, pero fresco y envolvente.

Acerco su mano y lo acaricio suavemente bordenado su mejilla y su mandibula perfecta. Y al hacerlo contuvo la respiración por temor a despertarlo.

Acaricio con el su hermosa resistencia al peligro, sus risas escandalosas, sus músculos protectores, las miradas complices, esos hipnoticos ojos azules que siempre la seguian, su aroma irresistible.

Adorándolo.

-Te quiero mucho hermano, despierta ya.- le susurro despacito, con dulzura.

Pero este no lo hizo.

Akane rendida, se levanto y se fue a por su ropa para irse al Dojo, a practicar un poco mientras el roncaba como un oso.

Tras cerrar la puerta no tardo mucho en despertar el muchacho ojiazul, su cuerpo había resentido el abandono de su amuleto personal, aquel que siempre le proporcionaba calma y sosiego.

Se enderezo, aspirando el aroma del lecho que habian compartido, al notar que estaba solo se hundio en las almohadas aspirando el suave aroma. Era delicioso.

-¿Akane?-

De pronto hubo otra voz, -¿Akane?- y la puerta se abrio.

Era Kasumi, las ventanas se abrieron de par en par y el viento se estrello en su piel, cuando abrio los ojos vio la habitacion vacia.