Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: This story is not mine, it belongs to CaraNo. I'm just translating with her permission. Thank you so much again, Cara!


Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com


Capítulo 38

Cuando llegamos al bar —es un bar deportivo; qué sorpresa— Edward entrelaza nuestros dedos y me guía hacia el interior. Probablemente debería decirle que mi hermano tiende a hablar con sus manos, pero decido que simplemente veré como avanza esto.

—¡La puta madre! ¡Miren quién está aquí, amigos! —grita Jake. Se encuentra junto a la barra con Jazz, Eric, Alice, Liam, y varios otros. Jazz está ebrio pero no tanto. De hecho, parece que ha alcanzado ese estado donde es muy apasionado sobre prácticamente todo.

No funcionará a favor de Edward.

—Vaya, vaya, si no es el supuesto asaltacunas —dice mi hermano arrastrando las palabras. Sí, supuse que Jake lo había puesto al tanto. Edward y yo no fuimos exactamente sutiles temprano afuera del estadio, y Jake estuvo allí, así que... —. ¿En serio es verdad, hermanita? —me pregunta mientras levanta las mangas de su camisa.

—Atrás, chico —respondo secamente, caminando hacia él.

—Nah, está bien, bebé —dice Edward, también caminando hacia Jazz. Nuestros dedos siguen unidos, aunque puedo sentirlo soltarse un poco. No es bueno. Si estamos tomados de la mano, él no puede golpear a mi hermano, y por tan fuerte que Jasper sea, Edward tiene varios centímetros más, sin mencionar que es más musculoso.

—¿Bebé? —Jazz fulmina con la mirada a Edward y rota los hombros. Entonces, trona sus nudillos—. Amigo, eso solo está bien cuando digo hermanita bebé.

Quiero bostezar.

Alice se une a mí cuando Jasper y Edward comienzan una competencia de miradas.

—No estoy pidiendo tu bendición, amigo —dice Edward con una sonrisa engreída—. Solo vine aquí para decirte que estoy con Bella ahora.

Pff, pff. Sacudo la cabeza. Es evidente que Edward realmente está haciendo enfurecer a Jasper.

—Van a pelear —se queja Alice—. Antes de mudarme a París, vi varias veces a Edward con un ojo morado.

Enarco una ceja en su dirección.

—¿Estás bromeando?

Se encoge de hombros.

—Él una vez me dijo que jamás cede ante una pelea. Dijo, "jamás lanzo el primer puñetazo, pero me aseguro de entregar el último". —Estoy un poco impresionada, y un poco divertida, con su imitación australiana.

—Mi hermano es igual. —Suspiro.

Y entonces veo a Jasper llevar hacia atrás su puño, solo para impactarlo contra la mandíbula de Edward.

—¡NO LA MANDÍBULA! —grito y me cubro los ojos.