Disclaimer: los personajes de Twilight son de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CaraNo. Yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: This story is not mine, it belongs to CaraNo. I'm just translating with her permission. Thank you so much again, Cara!
Link del blog: https (dos puntos) / / caranofiction (punto) wordpress (punto) com
Capítulo 39
La pelea termina bastante rápido, gracias a Dios, pero no antes de que el daño esté hecho. Jasper tiene un labio partido y un ojo morado, y Edward tiene una costilla adolorida y una ceja partida. Estoy tan contenta que su mandíbula no tenga ningún raspón por el primer golpe de Jasper, aunque podría haber un ligero moretón por la mañana. Y cumpliendo su palabra, Edward lanzó el último puñetazo.
Después, los dos estaban jadeando e inclinados contra la barra.
Donde nos encontramos todos ahora.
—Estoy jodidamente viejo para las peleas —murmura Edward mientras gentilmente coloco una servilleta húmeda sobre su ojo. Es solo un pequeño corte, así que no estoy muy preocupada—. Mierda.
—Oh, sí, viejo. —Jasper tose y entonces hace una mueca cuando Alice limpia un poco de sangre—. ¡Ay, mi labio!
Alice y yo ponemos los ojos en blanco.
Hombres.
—Dice el tipo que se queja como un niño —contesta Edward—. Pero encaja, supongo, porque golpeas como un bebé.
Jasper recurre a miradas de odio débiles.
—¿Has terminado? —le pregunto a Edward.
Él asiente y baja la mirada.
Justo cuando Alice y y terminamos de curar a nuestros hombres, un tipo gigante aparece detrás de la barra, con una mirada furiosa en el rostro...
Ninguno de nosotros es más bienvenido al bar.
—Llevaré a Jasper a mi apartamento —decide Alice.
Sonrío.
—Haz eso. Él es todo tuyo ahora.
Ella realmente parece estar reconsiderándolo, pero Jasper le hace un puchero —lo cual me hubiera hecho echarlo, pero esa es mi humilde opinión— sin embargo; funciona con Alice.
Y cuando capto la expresión lamentable en el rostro de Edward, me doy cuenta que esa mierda así funciona para mí también. Aunque, solo cuando es él.
—Creí que habías dejado de ser estúpido —le susurro.
Su expresión se cae.
—Lo siento.
Pongo los ojos en blanco de nuevo.
—Vamos. Aún quiero esa lasaña.
De camino de regreso al apartamento de Edward, me maldigo por pensar que es sexy cuando está siendo un chico malo. Es algo tan de chica, en serio. Estoy contenta, sin embargo, que él no es un chico malo en verdad. Porque no puedo soportar a esos idiotas. Ya lo viví, ya lo sé.
Antes de sentarnos a comer, él me demuestra que es un hombre de quien quiero estar enamorada.
