2 en 1
Epilogo Spideypool
-No puedo creerlo... Perdió a sus padres siendo un niño, y ahora pierde a su tía. Ya comencé con el papeleo correspondiente-
-Cariño, ¿Estás seguro? El muchacho tiene 17 años, ya casi es considerado un adulto, podría cuidarse solo-
Tanto Tony como Venom se golpearon la frente, por supuesto que ese no era el motivo de su argumento –Steve, entiendo que te pongas celoso de Strange, después de todo es apuesto. ¿Pero de Peter? Por el amor a la ciencia, él podría ser nuestro hijo mayor, además... Le he tomado estima al muchacho, está pasando por lo mismo que yo pase, y el mundo no necesita otro play-boy alcohólico-. Por supuesto que aquello era un golpe considerado bajo, pero de nuevo su esposo tenía razón
-Podríamos preparar una de las habitaciones principales-
-Así me gusta- dijo con una sonrisa, antes de darle un pequeño beso
-¿Y yo que?-
-Santo Dios, ¿Estás seguro que eres parte de Steve?-. También le dio un pequeño beso, por supuesto que Venom no se conformaría solo con eso, y eso Tony lo supo al momento de ser llevado a la habitación con ayuda de los tentáculos. Era una suerte que Harley se encontrara bajo el cuidado de su madrina Pepper
Pasados un par de horas, y otra base de cama rota, Anthony se comunicó con el joven arácnido para informarle lo que sucedería con él. Claro que al principio intento convencerlo que podría cuidarse, pero estamos hablando de Tony Stark, si en algo era experto era en convencer con palabras. Por lo que, en menos de una semana, Peter Parker llevo sus cosas hasta la Torre Stark –L-Le agradezco mucho que me brinde su hogar, t-tratare de no ser una molestia-
-Vamos, Pet, jamás serias una molestia, ¿Cierto, Steve?-. Aquella pregunta claro que la hizo con un ligero énfasis, tratando de que su esposo captara el mensaje
-Por supuesto, nos alegra tenerte con nosotros. Ven, te mostraremos tu habitación-. Pero antes de que pudiesen avanzar, algo cayó sobre la cabeza del joven, se trataba de un biberón. Todos dirigieron su mirada hacia el techo, descubriendo a un pequeño bebe riendo mientras se columpiaba con ayuda de un tentáculo rojo –Harley Rogers Stark, baja de ahí inmediatamente-
Haciéndole caso, el tentáculo regreso al cuerpo del infante, dejándolo caer; mientras que Peter casi sufre un infarto, Steve lo atrapo en sus brazos de forma tan natural que cualquiera lejano a la torre pensaría que estaban locos –Pet, él es Harley, nuestro hijo-
-L-Lo siento, olvidaba que el Sr. Rogers tenia a...-
-Venom, niño-
-Perdón, no se me olvida, lo prometo... Este pequeñín sí que es adorable-. Al instante que pasaba su dedo por su mejilla para jugar, Harley lo mordió, provocándole una pequeña herida
-Lo lamento tanto, Peter, a Harley comenzaron a salirle los dientes antes de tiempo; ya sabes, cosas del parasito papa. ¿Estás bien?- le pregunto el castaño mientras colocaba una curita en su dedo
-Si, no se preocupe, no es nada grave-
-Vamos, para que puedas acomodar tus cosas-
Por supuesto que la primera noche en una casa ajena es la más difícil para toda persona, el joven Peter apenas logro pegar el ojo por algunas horas. Era una fortuna que la escuela le diera el permiso de ausentarse unos días, pues sabían lo dura que podía ser la situación por la que pasaba –Buenos días- saludo apenas entro a la cocina, soltando a la vez un gran bostezo
-¿Noche pesada, eh? Tranquilo, es normal. Anda, toma un poco de café, eso te despertara-
-Gracias-. Al tener los ojos aun cerrados por el cansancio, con solo oler el peculiar aroma de la bebida, le dio el primer sorbo. Hasta que noto... Que él no estaba sosteniendo ninguna taza. Abrió los ojos, y en efecto, la taza de café estaba frente a su rostro, siendo sujetada por un tentáculo de color rojo; al principio pensó que era obra de Harley, pero las miradas estupefactas de Steve (Quien cargaba al infante mencionado) y Tony confirmaron que no lo había hecho el bebe. Siguió el rastro de aquella extensión, y esta brotaba de su propia espalda -¿Q-Que cara...?-
-Venom-
-Te juro, lindo, que esto no es cosa mía-
-¿Entonces como explicas esto?-
-Tal vez y Harley lo hizo cuando lo mordió, quizás y eso rojo no era sangre, sino parte del simbionte que el lleva-
-S-Señor Stark...-. El cuerpo del joven se cubrió por completo de aquella masa rojiza, solo que con una tonalidad más oscura –Tal vez deban ser cuidadosos con su bebe, o podría infestar a más personas-
-Lo lamento, Peter, tal vez y encuentre la forma de curarte-
-En realidad... Esto no esta tan mal, combinado con mis poderes arácnidos, será de gran ayuda. Y ya tengo el nombre perfecto... Carnage-
-No suena mal, niño. Vaya, en cierto modo también vendrías siendo mi hijo-
-Es cierto. Oiga, Sr. Stark, ¿No le gustaría también tener su propio simbionte?-
-No, gracias, niño. Para escuchar voces que no son mías, tengo a JARVIS. Lo que si es que deberás entrenar a tu nuevo parasito, Steve, las clases comenzaran después de la comida-
-Sí, mi amor-
Así transcurrieron los días, gracias a los entrenamientos de Steve, Peter logro combinar sus poderes arácnidos con los del simbionte. Pronto llego el cumpleaños número 18 del joven, y con ello, la decisión de quedarse en la Torre Stark o buscar un nuevo hogar. Pero esos meses, conviviendo en esa peculiar familia lo hicieron sentirse nuevamente en una, desistiendo a la idea de mudarse. Y los criminales callejeros de Nueva York fueron disminuyendo, y a pesar de que la idea no le gustara, permitió que su parte simbionte se alimentara de aquellos que consideraba los peores. Lo que parecía haberse convertido en una nueva rutina, pronto se vio afectada al conocer a cierto mercenario cuya arma favorita eran las katanas y pistolas
-¿Sabes, lindo? Estoy a favor del atar a tu compañero de cama, pero al menos podría no estar de cabeza-
-En primer lugar, no me llames lindo. Y en segundo lugar, ¿Qué demonios crees que haces disfrazado así?-
-Soy un mercenario experto contratado, cariño, me pagan por hacer lo que otras personas no se atreven y eso incluye matar a hijos de perra. Y por tu forma de hablar, supondré que eres una especie de súper héroe policía en el anonimato-
-Por favor, deja que me coma su cabeza-
-No comerás la cabeza de nadie-
-Baby-boy, el lunático aquí soy yo. ¿Acaso hablas con tu Pepito Grillo?-
-Me llamo Carnage, chistosito- menciono aquel simbionte rojizo mientras mostraba su rostro; a pesar de que traía puesta una máscara, el joven arácnido pudo notar como no se mostraba ni un poco sorprendido por la presencia
-O eres hijo de ese que llaman Venom o esta ciudad se está infestando de gargajos con mentes propias-
-Si mi 'padre' no acabo contigo, créeme, yo lo hare con gusto-
-Carnage, no-. Peter uso una pequeña navaja para cortar la telaraña, haciendo que el mercenario cayera de cabeza al suelo
-S-Si no fuera por mi poder, eso me habría matado-
-¿Quién eres tú?-
-Me llamo Wade, niño, aunque otros me llaman Deadpool. Pero tu...-. Comenzó a avanzar hacia el joven, haciendo que este retrocediera hasta topar con una pared del callejón. Sintió una mano sujetarse de su cintura, mientras que otra se encargó de levantar su máscara hasta que sus labios quedaron al descubierto –Tu puedes decirme Mi alfa- susurro con una sonrisa burlona, antes de finalmente apoderarse de sus labios. Aunque al principio, Peter intento zafarse (Y justo cuando Carnage sujetaría el cuello de Wade) termino cediendo al beso, abrazándose a su cuello
-De todos los humanos que hay en este planeta, ¿Tenías que escogerlo a él? Ustedes sí que son una raza extraña-
Y vaya que tenía razón, Wade resulto ser el destinado de Peter, aunque este intentara negarlo cientos de veces, era su cuerpo quien confirmaba esa sospecha. Pero sabía de antemano que sus tutores no aceptarían aquello, quitando el hecho de que era un mercenario (Algo muy en contra de la moral de Steve), la diferencia de edades era un punto clave. Él era un joven estudiante de preparatoria, y Wade ya rondaba los 30 años. Habría que esperar al menos hasta los 21. Pero estamos hablando de Wade Wilson, y con él la segunda base no era suficiente, y pronto Peter lo averiguaría...
-W-Wade, espera...-. La voz entrecortada de Peter resonaba en la habitación, inútilmente intento empujar a su novio por los hombros. Pero la abrumadora sensación provocada por el magnífico oral que le estaban haciendo dreno todas sus fuerzas. A los pocos minutos, termino corriéndose en su boca –E-Estas loco-
-Pero loco por ti, baby-boy-
Pasaron pocos minutos donde el joven logro controlar la respiración tras varios jadeos –Espera un momento, ¿Cómo acabe aquí si estaba patrullando la ciudad?
-Tengo mis métodos, cariño-
-El Sr. Stark dijo que pasaría por mí a las 8, solo me quedan 15 minutos- dijo antes de comenzar a acomodar su ropa, vaya que Wade amaba ver lo nervioso que se ponía su pequeño omega. No le molestaba que sus tutores no estuvieran enterados de la relación, pues (Además de comprender los motivos) le parecía demasiado excitante el mantenerlo como un secreto que solo ellos sabían, considerando también lo excitante que era el riesgo de ser descubiertos. Ambos llegaron al punto donde Peter seria recogido 5 minutos antes de la hora acordada –Ya no debe tardar en llegar, será mejor que te vayas, Wade-
-¿Sin mi beso de despedida? Me niego, baby-boy-
-Tengo el presentimiento de que algo no muy bueno sucederá-
-Moh, a veces te comportas como un niño, Wade-. Pero lo conocía a la perfección, si no le daba, aunque fuera un piquito, se quedaría sin importarle la presencia de su tutor. Cerciorándose de que aún no estaba ni cerca, Peter rodeo el cuello de su novio y alzo ambas mascaras hasta dejar sus labios al descubierto. Le dio un pequeño beso, que obviamente comenzó a tornarse cada vez más candente; las manos de Wade se aventuraron hacia la delgada cintura del joven arácnido, por supuesto que las manos jamás se quedarían quietas, y estas amasaron a su antojo su trasero. Los gemidos de Peter quedaron ahogados en medio del beso, ambos comenzaban a sentir que la temperatura en sus cuerpos aumentaba conforme los segundos pasaban, parecía que estaban dispuestos a llegar al siguiente nivel en su relación. Pero un leve carraspeo fue lo que los separo inmediatamente. En su interior, Peter rogaba porque se tratará de algo en su imaginación, o el motor de un avión lejano, pero todos sus rezos fueron en vano. Frente a él estaba nada más y nada menos que el dueño de la torre y de Industrias Stark -E-Este, yo...-
-Niño, si ya deseas ir a la siguiente base, traten de que sea en un lugar más privado, a menos que desees salir en el noticiero de J. Jonah Jameson. Si ya terminaron de despedirse con las lenguas, será mejor irnos, Steve enloquecerá si no estamos en la torre a la hora de la cena. Un gusto, amm...-
-Wade Wilson, suegrita-
-Claro, vámonos, Petey- dijo antes de alejarse con su armadura, vaya que el joven estaba mudo, esperaba cualquier reacción menos esa
-Emm... Te mandare mensaje más tarde, Wade-. Esta vez sí fue solo un pico lo que el mercenario recibió como despedida, Peter siguió a su tutor con ayuda de las telarañas. Ambos llegaron en el instante que el rubio servía la cena en la mesa
-¿Algo nuevo en su rutina?-
-Además de que por fin conocemos a nuestro yerno, nop-
-¿Y-Yerno?- murmuro Steve, completamente anonadado, mientras dejaba caer el tenedor en el plato. Rápidamente dirigió su mirada hacia el joven, quien solo permaneció en shock con las mejillas sonrojadas -¿Podrías explicarnos, Peter?-
-Y-Yo...-
-Steve, cálmate, es algo normal. Peter debía encontrar una pareja, es cierto, tal vez sea alguien mayor que él, pero...-
-¡¿Cómo que mayor?! ¿De cuántos años estamos hablando?-
-13 años-
-Debe ser uno de esos tratantes de omegas, nop, definitivamente no estamos de acuerdo-
-Aguarden ustedes 2, esa es decisión de Peter, no suya. Él ya tiene 18 años, tiene la suficiente conciencia para; además, ¿No creen que de haber intentado hacerle daño Carnage se habría comido su cabeza? Peter vivirá con nosotros, pero eso no nos da el derecho de manejar su vida. Perdí el apetito, gracias, Rogers-. Oh si, estaba furioso. No solo Steve se sentía culpable por aquello
-L-Lo lamento, Sr. Rogers-
-No, Peter, Tony tiene razón. Eres prácticamente un adulto, y aun te sigo tratando como un niño. ¿Por qué no invitas a Wade a cenar? Así tendremos la oportunidad de conocerlo mejor-
-¿Lo dice en serio?-
-Claro. Termina de cenar, iré a hablar con Anthony-
Por supuesto que arreglar las cosas con su esposo implicaban, en este orden, un sermón con tono de regaño sobre el error de Steve, una interrupción por parte del rubio mencionando la forma de mejorar la situación, una disculpa por ambas partes, y por último, una sesión de hacerle el amor por un par de horas
-¿Entonces tus padres realmente quieren conocerme?-
-Si, a mí también me sorprendió que el Sr. Steve dijera eso, tal vez solo lo dijo para contentar a su esposo, pero no está mal aprovechar esta oportunidad-
-Tu... ¿Crees que me acepten? Tal vez me vean como un monstruo-
-Wade... No eres un monstruo, a pesar de que puedes ser un tipo pervertido, mal hablado e impertinente, eres un buen hombre; eso me lo has demostrado en este tiempo que salimos. Sé que ellos también lo verán-
-Y si no lo hacen, siempre está la opción de huir juntos a una isla en México, nos cambiamos los nombres y vivimos como nudistas alimentándonos de cocos y pescado-
-Deja de ver Malcolm, es una excelente serie, pero no es el momento. Te veré mañana en la noche-
-Planchare mi mejor camisa, baby-boy, te amo-
-Y yo a ti-
Por supuesto que la noche siguiente todo estaba listo para recibir a Wade, y aunque el mercenario no pudo evitar soltar una que otra frase cargada con doble sentido, supo dar una imagen bastante aceptable; claro que eso no lo salvo de una amenaza por parte de Steve si se atrevía a propasarse con Peter... Pobre iluso. El primer paso se dio satisfactoriamente, solo era cuestión de esperar un poco para dar el definitivo: Un matrimonio
