Como pocos sabrán, es el cumpleaños de Nazuna, y de nuevo, no tenía nada preparado.

Así que lo mas que puedo hacer, es subir otro capitulo al libro rosa en su honor XD

Les recuerdo que buscarle continuidad a esto no es lo más provechoso, así que no lo hagan.

Votar y comentar ayuda a las ganas que tengo de escribir, así que les agradecería bastante.

Esto fue escrito mientras escuchaba Shoop de Salt N Poppa.

había muchas preguntas que podía hacerse justo ahora

¿Qué hora era? ¿Qué habría para cenar? ¿Tendría alguna notificación? ¿Su teléfono estaba cargado? ¿Marie había llevado esas bobas figuras de ella al almacén? ¿Michiru ya habría terminado de ayudar a los osos a montar su puesto de yakisoba para la recaudación del equipo nuevo?

"Nazuna…" Otra regañona llamada de atención la saco de su mundo construido sobre la procrastinación.

Dejándola frente a una hoja de problemas que seguía sin resolverse, un examen de mofa de fin de semestre de la universidad.

Shirou, en una playera de descanso color blanca y pants negros, le dio algunos golpecitos al escritorio con un dedo, remarcando lo importante que era concentrarse en su pequeña tutoría.

Aun siendo despojada de su movil, seguía siendo capaz de distraerse literalmente con la nada.

Temía de antemano que Shirou fuera del tipo estricto, pero quien mejor para ayudarla con los semestrales que el come libros de la casa…

A pesar de que estaba vestida en la ropa mas cómoda que tenia para estudiar, siendo una blusa ligera color menta y unos shorts rosas, dejando su cabello en una cola de caballo.

Seguía enormemente ansiosa por terminar… y por tanto, mucho más susceptible a las distracciones.

Resignada, puso el lápiz sobre el papel, empezando a resolver a paso tortuoso el inicio de la ecuación… en cuestión de minutos, esta se ramifico en mas y mas líneas, hasta llegar a un resultado que parecía bastante razonable para ella.

Shirou corto el tiempo, apenas aceptable para un solo problema.

El que juzgaría el resultado seria el mismo, quien se acerco sin prisa a sus espaldas, revisando la reciente conclusión de la expectante chica pelirroja.

"Te equivocaste de signo en la tercera línea, vuelve a empezar"

"…" Juraría que sintió como si la hubiese apuñalado en el pecho con una estalactita de hielo.

¿No tenía corazón?

La expresión de Nazuna se inundo con desconsuelo mientras se desparramaba sobre la mesa.

"Ughhhhh~" Sollozo cubriendo su rostro con sus brazos "Ayudamee~"

"La mejor manera de ayudarte es explicándote, puedo hacerlo de nuevo si quieres" Se negó a facilitarle la salida, tenia que saber solo lo básico para pasar.

No quería que fuera la primera de la clase, solo se conformaba con que pasara.

Historia, Literatura y Sociales habían sido un paseo por el parque, pero apenas tocar los números Nazuna se quedo en blanco.

"No puedo, soy tonta" Balbuceo con la cara en la mesa en una pataleta infantil.

"Buen intento, ya he visto tus otras notas, solo tienes que concentrarte" Le espetó volviendo a su sitio, dispuesto a ponerse a leer.

Ni Nazuna o Michiru eran genios en el campo académico, de hecho, la última tenia muchos mas problemas, pero las dos solían arreglárselas para mantenerse a flote en la preparatoria, solo tenían que subir su estándar para salir vivas de la universidad.

Nazuna levanto la cara de nuevo con una pizca de escasa determinación, intentando resolver la ecuación de nuevo… tras varias caras raras, borrones, detenerse por momentos y un gimoteo ahogado, volvio a mirarlo con esa cara suplicante.

"¿Podemos tomar un descanso?"

Esta suave petición lo hizo mirarla con reproche, si se tomaban demasiado tiempo terminarían en vela otra vez, pero esos ojos grandes y cristalinos realmente estaban taladrando en él.

"Tienes quince minutos, pero enserio, debes empeñarte mas, esto es solo por tu bien" tras la breve amonestación, este volvió a abrir su libro.

Se esperaba que sacara su teléfono apenas tener su permiso, ella sabia que de hacerlo sin preguntar, él se iría a su oficina en casa para no ayudarla mas.

pero en su lugar, se sentó junto a él, puso su cabeza en su regazo y cerro los ojos.

("Bueno, realmente va a descansar, debe estar pasándola mal") pensó con gracia mientras le permitía estar a sus anchas por algunos instantes mientras tomaba el hilo de la lectura.

Fueron unos de los cuatro o tres minutos mas pacíficos en todo el día.

"Shirou…" Suspiro su nombre rompiendo dicho hilo, este le devolvió la atención a la perezosa mota de pelo rosada en su regazo.

Nazuna se llevo la uña de su indicé a sus labios para tomar valor y hacer una pregunta espantosamente desvergonzada.

"¿Me das "biberón"?"

Con un rubor de lo mas descarado y una mirada somnolienta, espero con ansia una positiva.

Las facciones de Shirou se trasladaron desde la impresión a un disgusto notorio.

"Te dije que no lo llames así" Le reprobó en susurros sin poder darle el no.

"Pero te gusta…" Empezó a delinear su muslo sobre la tela negra de manera perversa.

Aspiro profundamente por la nariz ante la acusación.

"Si, me gusta, pero no tiene sentido sobornarme si la que tiene que pasar el examen eres tu" Le puso el dedo indicé en la frente como reprimenda, haciéndola fruncir

"No es un soborno, solo quiero relajarme un poco"

"Tu idea de relajación me deja sin palabras"

Nazuna no elaboro mas, siguió con esa anticipación marcada en sus suaves y atractivas facciones mientras mordía de manera tentativa la tela de su pantalón.

Esa boca delicada pero impertinente con labios rosados y suaves, que se estaban volviendo extrañamente atrayentes.

Esta chica era como un veneno tan adictivo como el vino… tomar una probada ahora hacia menos probable que se resistiera la próxima vez a sus caprichos.

Y francamente su sabor le encantaba…

"En el suelo" Le musito con gusto, ella tardo un poco en captar que era su señal para salir de encima.

Nazuna se bajo del mueble y se coloco en sus rodillas frente a él.

"¿Todo?" Fue una pregunta del albino.

"Si"

Sabia que tenia ciertas preferencias, una de ellas es que la ropa no les estorbara.

Ante la demandante volpe, Shirou empezó a sacarse su camiseta de ocio, siendo imitado por ella quien empezó a despojarse de la blusa color menta.

Las prendas fueron amontonadas junto al sofá.

Se puso tan cómodo como pudo, desnudo en la sala de su departamento frente a una igualmente desnuda Nazuna…

No se limito al mostrarle su erección a su compañera de juegos, quien no pudo evitar jadear solo a la vista de esta, los recuerdos de su ultima sesión le hicieron agua la boca… las dos.

Shirou se sentó en el borde, apuntando su pelvis hacia ella… invitándola a empezar cuando quisiera.

Otra cosa… a Nazuna no le gustaba usar las manos.

Gateo sobre la alfombra mientras su espalda se arqueaba inconscientemente, hasta llevar su rostro al frente de la hombría del mayor.

Aunque se moría por meterse la punta en la boca, se decanto por empezar desde abajo, llevo sus labios a los testículos, empezando por darles un beso, el cálido miembro del mayor se estremeció contra su rostro, mientras le daba una probada completa a sus pelotas.

Le dio alojo a una en su boca, dándole una saboreada completa como si fuera un caramelo, luego de liberarla, engullo la otra para darle el mismo tratamiento.

Pudo sentirlo en el puente de su nariz, como la punta de su vara de carne delataba los indicios de una buena corrida, liquido frio y pegajoso estaba saliendo en cantidades minúsculas de la punta.

Le dio lamidas y besos al tronco, apurándose a llegar al inicio del delgado rio de líquido pre seminal, acoplo sus labios a la punta con un beso y empezó a succionar su uretra de manera delicada.

Sabor tenue, no especialmente bueno o malo, pero el olor, la ponía como loca, su espalda se arqueo mientras levantaba el trasero, dándole una vista de lo mas extravagante al albino que disfrutaba de su trato especial.

Las manos de la peli rosa estaban ocupadas, una sosteniendo su propio peso y la otra jugando con su clítoris.

La mano de Shirou aterrizo en su cabeza, solo viéndolo podía conmensurar lo mucho que le gustaba que su pequeña mascota se la chupara.

La punta se deslizó entre sus labios… viajando hasta su garganta.

Empezó a mamar esa extensión de su ser como si estuviese sedienta por lo que había adentro, de arriba debajo de manera rápida y rítmica, empezando a hacer sonidos obscenos.

Mientras mas salivaba, mas ruidosa se hacia su felación, por los gemidos ahogados del mayor, sabia que estaba haciendo un muy buen trabajo.

No lo entendía del todo…

La primera vez que le hizo un oral, pensó que solo seria un intercambio de favores… pues estaba segura de que le encantaba recibir una buena lamida de él.

Pero después de probar su primer trago de espesa leche…

Era como si algo se hubiese encendido dentro de ella, pese a casi dar una arcada.

Fue tan… tan sensual, que no pudo evitar hacerlo de nuevo apenas se le presentó la oportunidad.

La tercera vez fue ella quien tomo la iniciativa, le pidió que se recostara y la dejara hacer todo, fue una felación torpe e improvisada, tuvo que esforzarse para aprender sobre la marcha.

Al final pudo hacerlo acabar, esta vez solo se hecho a reír cuando acabo en su cara, llenándola de aquel néctar blanco, secretamente, empezaba a amar el olor.

La quinta vez ni siquiera pestañeo cuando volvio a acabar en su boca, solo limitándose a ponerlo en un pañuelo y llevarlo a la basura… muy para su pesar.

Pues cada vez el sabor le parecía mas y mas tolerable.

… incluso cautivador.

La sexta vez fue la primera vez que trago por voluntad propia, fue casi un reflejo, como si no quisiera darse a la interrogante de si debía hacerlo o no… fue la primera vez que su cuerpo acepto el sabor por completo, tanto que tuvo el descaro de lamerse los labios y saborear a fondo mientras sentía como sus zonas bajas se calentaban como un motor.

Ese fue el punto de no retorno.

La quinceava vez, lo arrastró discretamente a su vestidor tras una de sus presentaciones.

Aun con el personal del lugar constantemente tocando la puerta, solo recibiendo un "Estoy ocupada" de la estrella del show.

Aun con el vestuario de la presentación, una blusa blanca que dejaba su vientre descubierto y nos pantaloncillos con tirantes, sumado a una boina azul.

Le hizo la mejor chupada de su vida…

Se había vuelto natural para ella.

Consideraba un milagro que Shirou siguiese consintiéndola en sus fantasías sin tratarla como un fenómeno.

O lo pensó.

El mismo la devolvió a la realidad, este empezó a empujar su cabeza.

Se resistió brevemente a dejarlo ir, pero dejo de hacerlo al confundir esa acción con rechazo.

Tras separarse, empezó a consternarse…

¿Lo había hecho mal? ¿demasiado brusca? ¿Había hecho algo raro? ¿o mas raro de lo usual?

Ninguna de esas preguntas llego a ser, pues Shirou cambio su forma frente a sus ojos, delatando lo que tenia en mente.

"No te molesta volver a empezar ¿Verdad nana~?" la burlo sujetando la versión mas grande, rosada y gruesa de su polla frente a su cara como una mofa.

Dios, ese apodo tan tonto y esa salchicha tan grande, los adoraba.

Como si el exquisito aroma de su falo lo provocara, su propia trasformación irrumpió desde su ser mientras gateaba de vuelta a él.

Su nariz toco el frente de ese falo para embriagarse con su masculino aroma, esta vez empezó desde el nudo, lamiéndolo como si fuese la base de un helado antes de ir por la punta.

De nuevo, beso la entrada de la uretra intentando meter su lengua por el orificio, sin éxito, luego empezó a bajar, intentando abarcar todo cuanto pudiese tragar.

El lupino siguió observando como la volpe seguía con su mejor trabajo hasta ahora, la fuerza succión era perfecta, su lengua tan suave y húmeda como siempre.

Enérgica, minuciosa… hambrienta.

Ver ese adorable trasero menearse mientras su dueña le daba una felación, era la mejor vista en toda la ciudad.

Y solo él podía verlo…

"Estas cerca~, sigue así" La alentó en una voz gruesa y extasiada que tuvo un efecto inmediato en ella.

Se deslizo de nuevo a la punta, dándole rápidas lamidas, el desquiciante líquido transparente seguía fluyendo a su garganta.

Luego volvió a su felación, lo bombeo tan rápido como podía, quería hacerlo acabar, quería que la deseara tanto como para solamente ofrecerle su polla siempre que se sintiera con ganas de una chupada, quería que la azotara contra la mesa y la follara de espaldas luego de vaciar su polla en su boca.

Shirou empezó a gruñir, la forma en que gruñía al llegar le ponía la piel de gallina,

Su pene se estaba tensando en su garganta, era una señal inequívoca (Dios, se va a venir ¿Qué espera? ¡Lo quiero ya!)

No tuvo que pedirlo mas en silencio, sintió el disparo en su garganta, uno prolongado, espeso y con mucho sabor.

Su vista se nublo brevemente mientras empezaba a escurrir de sus regiones inferiores y tenia un silencioso orgasmo a manos de sus desesperadas manos…

Volvio a deslizarse a la punta, solo para recibir el baño de néctar blanco en su lengua para saborear hasta el ultimo vestigio, siguió chupándola como si fuese una botella, no dejaría derramar una sola gota de su premio.

Tras unos efímeros segundos en el paraíso, el rio blanco se detuvo, esta vez había sido bastante, suficiente para poder decir que se había divertido.

Luego trago de manera agraciada y simplista, seguida de un suspiro extasiado…

"Ven" La llamó mientras tocaba su muslo en señal de invitación, ella solo pudo acatar al instante, tomo asiento en sus piernas, manchando su muslo con su propia fuga de jugos de amor, mientras la recompensaba con un beso que solo pudo aceptar gustosa.

Por lo general tenia que rogar para que la dejara hacer eso, tras apartarse, la sostuvo del mentón con delicadeza.

"Aun tienes algo que hacer" le recordó algo serio, haciéndola pasar por algo de confusión y una boba realización que la hizo mirar a la mesa.

Por un momento magnífico, se había olvidado del examen.

"Si, lo se" Espeto algo desilusionada, pero no podía quejarse después de que volviera a cumplirle un capricho semejante.

Al intentar bajar de su regazo, esta fue tomada por la cintura, haciéndola sentarse sobre su pelvis con su polla saliendo entre sus piernas, con una de sus garras empezó a jugar con uno de sus pechos, mientras atrapaba una de sus orejas en una juguetona mordida.

Un gemido catártico escapó de sus labios, mientras sentía su polla rozar sus labios menores.

Se acerco a su oído para susurrarle.

"Si pasas con al menos setenta, te tendré todo el fin de semana a pan y verga…"

¿Eso era un premio? ¿Podía considerarlo como uno? Si no ¿Entonces porque sonaba tan… tan motivador?

"Hola~…" Nazuna sonaba de muy buen humor apenas haber contestado la llamada, no podía ser para menos.

"Nazuna, supe que pasaste con noventa y dos, la empollona de Hakari casi se desmaya ¡felicidades!" Recibió la felicitación de una amiga… no estaba segura cual, no había revisado el identificador… tampoco podía concentrarse mucho.

"Si~" La respuesta fue aleatoria, en una voz embobada…

"¿Nazuna? ¿Qué fue eso?" También escucho un sonido raro de fondo… uno… húmedo.

"Nada~" Nazuna negó risueña.

Era algo extraño…

"Bueno… oye, Yaori y yo vamos al karaoke para celebrar el inicio de las vacaciones, si traes a Michiru podemos ir todas juntas"

Nazuna se quedo en silencio otra vez, pudo jurar escuchar ese ruido otra vez, luego le siguió un jadeo.

"No puedo~" Finalmente contesto en esa misma vocecita melosa y sin aliento.

"Oh ¿Nazuna?" Estaba mas incomoda que preocupada…

Un gemido ahogado inundo la bocina.

"T-tengo un compromiso… perdón Nao, ya es hora de cenar~" Seguido de esa rara despedida, un click termino la llamada.

Una vez colgó, Nazuna devolvió su cabeza hacia atrás, quedando mirando de cabeza desde el borde de la cama.

Había conseguido algo de lencería negra con ligueros para esta ocasión, pero por la forma en la que Shirou la había nalgueado y mordido, no duraría mucho con ella.

El mayor coloco su polla entre sus labios, antes de empujar hasta su garganta, empezó a embestirla a un ritmo constante.

Y este era solo el inicio del primer día de su fin de semana…

Esto es todo de momento, espero que fuese de su agrado y espero verlos en la siguiente ocasión, que puede que sea mas pronto de lo que creen, hasta entonces, nos veremos después.