—Y eso pasó, sé qué no debí salir así de mi casa y menos cuando tenía pensado venir pero necesitaba ir al Valle de Godric no sólo a investigar por qué ese lugar llegó a mi mente —dicho esto, Draco buscó en el interior de su abrigo durante unos segundos hasta dar con el pergamino en blanco—. También quería ver qué decía ese papel lejos de la mansión.
Draco les narró cómo fue qué recordó aquel pueblo mientras se duchaba, además de qué al estar de pie en medio del salón principal de la casa, podría asegurar sin temor a equivocarse qué él habitaba tan acogedor lugar, pues cada mueble y adorno pudieron haber sido colocados por el mismo. El resto a excepción de Harry ya sabían sobre la visita del rubio a sus amigos esa madrugada y al enterarse que Draco nunca llegó a la cita y mucho menos se sabía algo de su paradero, sus sospechas de qué podría estar en peligro aumentaron. Así qué no dudaron en llamar a Hermione para pedir su ayuda, no querían llegar a esos extremos pero no tenían muchas opciones, hasta qué minutos atrás Draco apareció de la mano de Harry.
—Al menos estás bien, por un momento creímos qué Lucius te había hecho daño —confesó Pansy.
Draco sonrió de lado al notar la preocupación en la voz de su amiga.
—Lo siento, no fue mi intención preocuparlos, pero me olvidé de todo por un buen rato y miren qué mi memoria no ha estado bien —bromeó el rubio, Harry por su lado se sonrojó.
—Sí, no queremos saber y quedar con traumas—. Bromeó el castaño —Hay qué enfrentar a tú padre —dijo Theo.
—Tienes razón, no quiero imaginarme de lo qué puede ser capaz —dijo Draco.
—Comenzando por lo qué sea que haya en ese pergamino, no me suena bien —dijo Blaise observando el pergamino enrollado en la mano de Draco.
—Ni a mi, sugiero qué nosotros cómo aurores veamos qué es lo qué tiene oculto —dijo Theo.
Los presentes asintieron a lo dicho por el castaño.
—Será lo mejor —dijo Ron.
Draco le pasó a Theo el pergamino qué posteriormente colocaron sobre el escritorio de Pansy. Seguido de eso Blaise junto a Theo comenzaron a lanzar hechizos reveladores qué en un principio no estaban funcionando y era lógico, Lucius Malfoy no le dejaba las cosas sencillas a nadie. Hasta qué después de largos minutos intentando al fin dieron con el hechizo correcto y lentamente las letras comenzaron aparecer y Blaise levantó el pergamino para qué todos pudieran leer el contenido, sin embargo Hermione fue quién tomó la palabra.
Registro Civil de Magos y Brujas a 8 de Diciembre del año 2000
Demanda de divorcio
El registro civil oficial de magos y brujas de Inglaterra, otorga al solicitante Harry James Potter Evans, apellido de soltero, la solicitud de divorcio inmediato al señor Draco Lucius Malfoy Black.
Los motivos de la separación son de carácter privado ya qué la ex pareja así lo decidió.
El demandante no exige ningún tipo de reparación de daños, únicamente qué se le otorgue el divorcio lo más rápido posible por su bien propio. La casa en el Valle de Godric seguirá siendo propiedad del demandante Harry Malfoy, apellido de casado, qué por consiguiente volverá a ser Harry Potter.
Al firmar el documento de ambas partes el matrimonio se anulará en su totalidad y será irrevocable.
Harry James Potter Evans Draco Lucius Malfoy Black
La Juez, Úrsula Brown, da fe y legalidad del documento.
Ninguno de los presentes fue capaz de decir algo, se encontraban en un completo estado de shock, Draco y Harry principalmente.
—Yo no solicité ninguna demanda de divorcio —la voz de Harry se cortó al terminar de hablar.
Ninguno necesitaba qué Harry aclarara el punto, todos ahí sabían perfectamente qué no era así, por lo qué las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar y la imagen iba siendo más clara. Lucius Malfoy, el propio padre de Draco, era el autor de la infelicidad de ambos chicos y qué no sólo ellos se vieron implicados, también sus amigos no la estuvieron pasando bien.
—Lo sabemos —respondió Draco observando al chico derramar lágrimas con lentitud y casi en silencio, por lo qué tomó su mano y tiró de él para envolverlo en un abrazo, Harry por su parte lo correspondió con fuerza, escondiendo su rostro en el hueco de su cuello.
—¿Pero cómo conseguiría qué Harry lo firmara si él no solicitó el trámite? —preguntó Ron.
—Seguramente Lucius le haría llegar a Harry un documento en dónde yo solicito el divorcio, así no tendría duda de qué me querría separar, de ahí podría copiar cualquiera de las dos firmas para qué uno de esos documentos fuese válido —Draco conocía tan bien a su padre qué esa podría ser la idea de su plan.
—No encuentro fallas en tú lógica —dijo Blaise.
—Ahora sólo faltaría comprobar si te hicieron algo y por ello actúas así, además de darte el tratamiento para contrarrestar los efectos —dijo Pansy.
—Cuando quieran —dijo Draco aun con Harry entre sus brazos.
—De una vez, tenemos una habitación disponible en el área de parto qué será un buen escondite para ti, ahí te practicaremos todos los estudios —completó su amiga.
—Sí, es momento de saber la verdad y recuperar mi vida, nuestra vida —se corrigió teniendo a Harry entre sus brazos.
—Nuestra vida —repitió Harry con ilusión, seguido de eso dejó un beso en su mejilla,
Draco sonrió.
Hermione junto a Ron llegaron al ministerio en busca del jefe de la chica, con el fin de informarle qué Draco había aparecido y qué alguien solicitó una demanda de divorcio en nombre de Harry qué ocultaron bajo un pergamino en blanco qué le harían firmar a Draco sin que tuviera idea de su contenido. Además, sabía qué si Lucius estaba detrás de eso tendrían una situación más a su favor qué les permitiría inculpar al padre de Draco y de ese modo abrir paso a una investigación.
Granger dio suaves toques a la puerta una vez qué la secretaria le dijo qué Kingsley se encontraba en la oficina, segundos después recibió una respuesta afirmativa para entrar y cuando abrió la puerta vio al hombre sentado detrás de su escritorio con varios pergaminos qué seguramente tenía qué revisar y delante de él una mujer joven.
—Ministro —dijo la chica a modo de saludo—. Melanie no nos dijo qué estuviera ocupado, podemos esperar
—No, está bien, pasen por favor —Shacklebolt hizo un ademán con la mano para qué los chicos entrasen.
Y cuando estuvieron a poca distancia de ellos retomó la palabra.
—Seguramente vienen a traer noticias de Draco y ya qué estás aquí Ismelda, podemos escucharlas juntos —dijo el hombre observando las tres personas dentro de su oficina—
—Hola chicos —saludó muy amable la mujer—. ¿Ya saben algo de mi jefe?
Hermione le miró confundida logrando qué su jefe recordará qué no los había presentado.
—Una disculpa, debí presentarlos, Ismelda Wilton, la asistente del departamento de inefables, Hermione Granger, mi asistente y él chico es Ron Weasley, su novio —dijo señalando a la pareja y la mujer frente a él.
—Oh, es un placer —dijo Hermione estrechando su mano al igual qué Ron, saludó brevemente.
—¿Y bien? ¿Cómo está Draco? —preguntó el ministro.
—Está mucho mejor, tal parece qué muy pronto estará de regreso —Hermione sonrió al terminar la oración.
—No saben cuanto me alegra escuchar eso, no he perdido la oportunidad de preguntarle aquí al ministro por su regreso, ha sido mejor jefe qué Sean Tunney, además es cómo un hijo para mi —La mujer sonrío maternal a los chicos, logrando qué correspondieran de la misma manera.
—Nos lo imaginamos —respondió la castaña.
—Es muy extraño todo esto, ¿Saben? Draco adora a Harry, me lo había dicho incontables veces, inclusive estaba muy emocionado con su idea de adoptar, no sé qué pasó… —Ismelda desvió la mirada de los chicos con gesto preocupado y negando vehemente con la cabeza.
Hermione frunció el ceño ante sus palabras, tal vez podrían investigar si había algo más que ellos no supieran.
—Señora Wilton, ¿Sabe sí Draco salía con alguien o si el último día qué se presentó a trabajar tuvo un extraño comportamiento? —preguntó la chica con suma curiosidad, tal vez podrían averiguar algo más.
Por su parte Ron y Kinsgley no se habían planteado la idea de qué la secretaría de Draco supiese algo, pero tendría qué ser lógico al estar todos los días trabajando con él.
—No, él había estado muy bien de salud, y el día qué desapareció no vine a trabajar por qué sufrí un accidente, alguien me golpeó con una bludger y… ese momento lo tengo muy borroso —confesó la mujer.
El resto de presentes en la oficina compartieron una mirada de preocupación y llena de sospechas, sería pura y llana casualidad qué el día del incidente de Ismelda, Draco haya dicho qué no se presentaría a trabajar por enfermedad, cuando él se encontraba gozando de buena salud, los huecos en la historia eran mucho más grandes de lo que pensaron y no sabían qué más esperar.
