- De cualquier forma, no tenía muchas ganas explayarme con este tema. – Agregó el fantasma, tratando de no mostrarse interesado en contar esta historia.
- No te desanimes, amigo Gengar. – Dijo Misdreavus, tratando de animarlo. - Yo escuchare atentamente tu historia en otro momento.
Entonces aquel pequeño pokemon fantasma se dirige hacia Gardevoir.
- Veras Lia, para algunos pokemons fantasma las historias son un bien bastante preciado. Básicamente somos quienes mantenemos vivas las leyendas que incluso los humanos u otros pokemons llegan a olvidar.
Gengar toce un poco, con el fin de llamar la atención.
- En fin. Si tanto anhelas una versión concisa no hay nada más que pueda hacer. – Agrega Gengar, ya resignado. – Verás, joven Gardevoir, el brillo en la extensión de tu pecho denota el cambio que está sufriendo tu cuerpo para poder llegar a procrear descendencia humana.
Hubo un silencio por un momento, nadie parecía reaccionar ante aquellas palabras.
- ¿Eh? – Dijeron a la vez, tanto Lia como Misdreavus, con una expresión de incredulidad.
- ¿Es una broma verdad? – Dijo la fantasmita, con un tono burlesco. - ¡Llevo tantos años conociéndote y resulta que me saliste comediante!
Mientras Misdreavus se retorcía de risa en el suelo Lia no era capaz de procesar lo que había escuchado.
- Sé que puede costarte mucho creer lo que dije, pero no hablo con nada más que la verdad. – Agrego Gengar, muy seguro de lo que acababa de decir. - La existencia de humanos psíquicos en el mundo no es más que el producto de la reproducción de tu especie con los humanos, cortesía de cierto pokemon con forma de estrella.
- Espera, esto es real... - Agrego sorprendida la fantasma. - ¿Por qué no había oído algo así en toda mi vida?
- Este conocimiento fue censurado en la cultura humana durante siglos. Tuve la fortuna de saber sobre este tema gracias a una persona que precisamente fue el producto de este tipo de relación.
Tras escuchar todo esto, Lia comienza a sentirse muy emocionada, al punto de que algunas lágrimas comienzan a caer por sus mejillas. Gracias a sus habilidades psíquicas, Gardevoir sabe muy bien que aquel pokemon fantasma no estaba mintiendo.
Repentinamente, Lia se acerca hasta Gengar y le da un fuerte abrazo.
Ambos pokemon fantasmas se miran mutuamente y dan una ligera sonrisa. Aunque no la conocen, saben que esta noticia ha conseguido hacerla muy feliz.
- ¡Abrazo grupal! – Dice Misdreavus, uniéndose a ellos dos.
Una vez recuperada su calma, Lia le pregunta a Gengar si hay algunas otras cosas que debería saber sobre el proceso por el que está pasando.
- Tengo entendido que este cambio suele durar siete o diez días cuanto mucho. Luego el cuerno en tu pecho tomara un color más cercano al rosa de forma permanente. También creo que es importante agregar que hay ciertas condiciones que pueden llegar a detener este proceso.
- ¿Cuáles serían? – Pregunto Lia.
- La luz en tu pecho, es un indicador. Esto significa que tanto tu como tu pareja tienen un lazo tan fuerte que tu cuerpo comenzara a prepararse para poder tener descendencia. Si por alguna excepcional razón llegase a romperse el lazo que existe entre ustedes dos el cambio en tu cuerpo se detendrá y no serás capaz de volver a iniciar este proceso, al menos no con esa persona.
- Por cierto, si no es indiscreción. - Pregunto la fantasmita, dirigiéndose a Lia. - ¿Cuántos años tienes junto a tu novio?
- Nuestro tiempo juntos... – Dijo Lia, algo avergonzada de la respuesta que iba a dar. – De hecho, llevamos saliendo hace apenas unos cuantos días.
- ¡¿Qué?! ¡¿Y aun así tienen una conexión tan fuerte?!– Exclamo Misdreavus, bastante sorprendida por la respuesta. – Explícame Gengar ¡¿Cómo es esto posible?!
- No podría ser exacto en este tema, mi buena amiga, pero puedo inferir que seguramente ellos han logrado una conexión fuera de lo común en menos tiempo que el resto de parejas. Los seres psíquicos suelen tener una sensibilidad muy alta sobre las emociones de otros seres vivos.
- Ya lo entiendo. – Dijo Misdreavus. - Con una habilidad así supongo que no es difícil saber si alguien te quiere realmente o solo está pasando un rato contigo. Encontrar a alguien que te complemente, entre tantos individuos en este mundo, debe ser algo así como jugar a los dados.
Lia luchaba contra la idea de compartir con aquellos dos los sucesos difíciles que paso con su entrenadora original. Sintiendo, en su momento, que no volvería a amar a nadie más de la forma en la que lo hacía.
Pero sintió que ya fue suficiente de exponer sus sentimientos por un día. Así que, terminadas ya las explicaciones pertinentes, le agradece a Gengar por haber mencionado tener esa información tan importante, que fácilmente pudo haberse guardado.
- Teniendo en cuenta todo lo que te dijo mi compañero, deberás tomar los métodos adecuados para planificar mejor cuando ambos deseen tener hijos. – Dijo Misdreavus, queriendo sonar como una adulta sensata. – Los niños son una responsabilidad muy grande.
- Niñas. – Agrego Gengar. – Por alguna razón los descendientes en este tipo de unión siempre son mujeres humanas. Así que, con seguridad, si alguna vez planean tener un bebe esta será una niña.
- Genial, alerta de spoiler... - Dijo molesta la fantasma. – Creo que te pudiste guardar eso.
Antes de irse, Gardevoir decide hacerles una pregunta sobre los sueños premonitorios que tienen los pokemon de su clase y que tan probable es que se hagan realidad en el futuro.
- Si quieres saber la respuesta a esta interrogante... - Dijo Gengar, con el mismo tono con el que le propuso el anterior trato. – Deberás traerme un objeto cuyo...
Entonces, la pequeña fantasma le da un cabezazo a su compañero, interrumpiendo su clásico discurso.
- No todo se trata de dinero, amigo. – Dijo Misdreavus. – Hay una chica enamorada que necesita de nuestra ayuda.
Luego de escuchar esto, a Gengar no le queda más que hacerle caso a su compañera.
- Los pokemons psíquicos tienen la capacidad de ver el futuro cercano, incluso utilizan esta habilidad en los combates. Pero, bajo ciertas circunstancias, pueden llegar a experimentar visiones del futuro. Este futuro, aunque existe, puede llegar a cambiarse... eso sí, con todo lo que aquello implique.
- ¿Qué quieres decir? – Pregunto Lia.
- Si cambias el futuro de alguien, en donde las cosas le resultaron de forma positiva, podría ser que el nuevo futuro que forjes tenga un resultado opuesto.
- Vaya, el futuro sí que da miedo. – Dijo Misdreavus.
Sin nada más que agregar, Lia se despide de ambos pokemons fantasmas, no sin agradéceles una vez más por la ayuda que le dieron.
- Permaneceré en la isla por un tiempo. – Dijo Gengar, antes de irse. – Si deseas conocer la historia de los que hicieron todo esto posible puedes avisarnos.
- Muchas gracias. – Dijo Lia, con una sonrisa en su rostro. – Ten por seguro que lo haré.
Sin más tiempo que perder Gardevoir quiere ir cuanto antes con su novio y decirle todo lo que sabe. Ya no le importa decirle la verdad sobre cómo se enteró de esto, puesto que no deseaba tener ningún otro secreto en su relación.
- Ningún secreto... entre nosotros.
A estas alturas Lia entiende perfectamente que las cosas que alguna vez hizo fueron incorrectas. Terminaría llevándose a la tumba aquellos siniestros recuerdos de la época en donde se había dejado llevar por el odio y el rencor hacia los humanos, manipulándolos para hacer de ellos su entretenimiento.
Ante estos pensamientos negativos, Lia se relaja y comienza respirar con calma.
- No es tiempo para remordimientos.
Lia ubica la presencia de Steven en la isla, lo cual le cuesta algo de tiempo, y luego se teletransporta a unos metros detrás de él.
- Steven, ya llegué. – Saludo Lia, muy alegre por todo lo que tenía que decirle.
Sin embargo, grande fue su sorpresa al verlo sentado en la playa acompañado de Melissa.
