- Hey... despierta, chica linda. – Dice una voz femenina, con un tierno tono maternal.

Lia abre los ojos solo para notar frente a ella el rostro de su antigua entrenadora, Samanta. Ella estaba sobre la misma cama donde había estado descansando, ubicándose a solo unos escasos centímetros de su rostro.

- Tranquila, todo estará bien. – Dice Samanta, mientras acaricia el rostro de Gardevoir con delicadeza.

Los ojos de Lia comienzan a llenarse de lágrimas, mientras que su rostro mostraba la emoción por este encuentro.

- Te he extrañado tanto... - Dice Lia, entre sollozos, mientras le da un fuerte abrazo a su entrenadora original.

La pelirroja consuela a una entristecida Lia mostrándose calmada y comprensiva en todo momento. Cuando Lia se encontró con un ánimo más tranquilo procedió a preguntarle lo que en tantos años había querido saber.

- ¿Por qué? ¿Por qué fue que tu...?

Sin darle oportunidad a terminar su pregunta, Samanta silencia a su antigua compañera con un tierno y cálido beso. Sus manos se juntan y la entrenadora entrelaza sus dedos con los de su pokemon.

Cuando sus labios se separan, un hilo de saliva aun une a ambas mujeres.

- Te prometo que no volverá a pasar. – Dice Samanta, con una sonrisa en su rostro. – Estoy aquí, contigo, y no tengo planes de irme a ninguna parte.

Lia sonríe al escuchar estas palabras, pues era lo que había estado esperando durante mucho tiempo.

- Además, encontrare la forma de poder compensarlo.

Acto seguido, Samanta comienza a estimular el sexo desnudo de Lia, quien apenas se había percatado que ninguna de las dos tenía nada puesto.

- Tus pechos... han crecido más de como los recordaba... - Dice la pelirroja, mientras comienza a acariciarlos con su otra mano. – El tiempo no ha hecho más que hacerte más hermosa.

Lia parece tener vergüenza de estas acciones, pero tampoco muestra ningún tipo de resistencia ante esto.

- ¿Tendrás acaso... un sabor diferente? – Dice Samanta, de una forma coqueta, justo antes de comenzar a lamer uno de los senos de Lia.

Aquello, junto a los continuos movimientos de los dedos de su entrenadora, producían en Lia una sensación de placer que jamás había tenido anteriormente con su entrenadora. Estaba en un espacio seguro, y no parecía asomarse la posibilidad de ser maltratada o de formar parte de sus retorcidos y abusivos fetiches.

- Ahora, quiero probar el sabor de tus otros labios... - Dice la entrenadora, bajando su rostro hasta la entrepierna de Gardevoir.

La pelirroja lame delicadamente los fluidos que han ido brotando del sexo de su pokemon, mientras que ella le acaricia amablemente la cabeza. Diversas e intensas sensaciones de placer invadían el cuerpo de Gardevoir, llevando todos sus sentidos al máximo.

Cuando Lia se toma un momento para mirar hacia otro lado logra notar que hay otros dos individuos en este lugar. Al aclarar su visión, puede distinguir a la distancia a su versión oscura junto a un pokemon de color verde que no puede identificar.

Ambos están sentados en un par de sillas, las cuales se encuentran alrededor de una mesa. Entonces, y sin perder el tiempo, Lia se cubre el cuerpo con una sábana y se teletransporta delante de aquellos intrusos.

- ¡¿Qué crees que haces?! – Reclama Lia, mirando desafiante a su versión oscura.

Pese a lo enérgica que sonó, su versión oscura continuo tranquila dando un sorbo a su taza de té.

- ¿Cómo se te ocurre ponerme en esta situación? – Continua Lia, bastante indignada. – Hacerlo con la persona que me ha hecho tanto daño...

Gardevoir oscura deja su taza sobre la mesa y, luego de dar un suspiro, se dirige a Lia.

- Primero que nada, busca un mapa y ubícate. – Responde su versión oscura, mostrando su molestia al ser interrumpida. – Yo no hice nada. Estuve aquí todo este tiempo charlando con este interesante caballero.

Cuando Lia ve al pokemon desconocido este continuaba sorbiendo su taza de té, como si él y aquel pedazo de loza fueran lo único que existía en su universo.

- ¿!Y TU QUIEN DIABLOS ERES?! – Grito Lia, perdiendo la paciencia.

Aquel pokemon tuvo un susto tan grande que derramo su té sobre la propia Lia.

- Mira que tratar así a los invitados... – Dijo Gardevoir oscura, mientras le servía otra taza de té a su acompañante. - Y si te tiene más tranquila, ambos estuvimos hablando todo el tiempo que tú te divertías con tu antigua entrenadora.

El pokemon desconocido recibe su nueva taza de té y tras dar un sorbo se dirige a Lia.

- Siento haberte ignorado. – Dice el pokemon, con un tono de voz bastante relajado. - Estaba muy concentrado saboreando este maravilloso té que me ofreciste. Soy Xatu, el guía del templo en el que nos encontramos actualmente.

- ¿Un templo? – Pregunta Lia, incrédula de las palabras del desconocido. – Ahora que lo mencionas...

Lia comienza a recordar cómo, tras conversar brevemente con Misdreavus, fue en búsqueda del lugar que le había mencionado Hanna. Estuvo poniendo en práctica lo aprendido por la jefa del café pokemon hasta llegar a estado de meditación profunda.

- Si soy más específico, actualmente estamos en tu subconsciente. – Contesta Xatu, dándole un mayor contexto de su situación. – Llegaste hasta este punto porque buscabas algo que te pudiera ayudar en tu situación actual.

Lia mira de vuelta hacia Samanta, quien aún se encontraba en la cama detrás de ella. Ella saluda con una seña a las personas con las que Lia se encontraba hablando.

- No entiendo porque mi subconsciente desearía hacer algo como esto. – Dice Lia, mostrándose incomoda por lo que había hecho con Samanta.

- Eres lerda ¿Verdad? – Responde Gardevoir oscura, burlándose de Lia. – Nadie tiene el control sobre su subconsciente.

- Este lugar muestra el deseo de afecto y aprobación que buscabas en ella durante mucho tiempo. – Dice Xatu. – Este sentimiento aún existe dentro de ti, almacenado en este lugar. Pero ahora que has recobrado la consciencia deberías de ser capaz de deshacerlo.

Lia le toma la palabra a Xatu y se concentra para reorganizar todo a su alrededor, buscando también desaparecer a su contraparte oscura. Ahora todo el lugar tiene la apariencia de un prado verde, en donde ellos se encuentran debajo de un gran árbol de cerezo.

Sin embargo, Lia nota decepcionada que su versión oscura todavía se encontraba presente.

- ¿Intentabas deshacerte de mí en tu subconsciente? - Dice Gardevoir oscura, burlándose de Lia. - ¿Dónde crees que vivo? Tonta.

Lia se enfada con su respuesta y se dirige hacia ella con intención de enfrentarla. Sin embargo, Xatu se coloca en frente para evitar aquel cometido.

- No será provechoso que te encuentres peleando contigo misma. – Dice Xatu, tratando de calmar las cosas. - Además, creo que no pudiste llegar en un mejor momento.

- ¿Qué quieres decir?

- Qué hay algo muy terrible a punto de suceder en el mundo... Y ni siquiera yo, con mi visión del futuro, pude haberlo advertido.