Lia y su otra yo habían recorrido un largo camino desde que se separaron de Xatu. El mundo a su alrededor se conformaba de extensos pasadizos laberinticos en donde, muy eventualmente, se encontraban con puertas que daban acceso a habitaciones vacías.

Otra cosa extraña que pudo notar es que la versión oscura de si misma que la estaba acompañando fue perdiendo esa aura sombría con la que la asociaba. Ahora ellas eran exactamente iguales en apariencia y nadie podría notar ninguna diferencia en ellas a simple vista.

- Hemos caminado por mucho tiempo... - Dice Lia, mientras no deja de mirar en todas direcciones alguna pista sobre donde encontrar a sus otros centros de consciencia. -¿Estas segura que sabes a donde ir?

- Tu pregunta me ofende. No seré una fanática del consejo, pero si que sé como dar con las demás.

- Espera... dijiste "consejo". - Pregunta Lía, extrañada por el uso de ese término.

La otra Gardevoir le indica que se acerque para que vea por la ranura de la puerta que tenían al frente. A través de ella, puede divisarse un salón lleno de otras Lias, las cuales están cada una en sus propias actividades.

Algunas leen, otras cocinan o simplemente hablan entre ellas.

- Antes de entrar debes de tener algo en claro, para evitar confusiones. - Dice la que anteriormente era Gardevoir oscura. - Cada una de nosotras tiene un adjetivo que nos identifica dentro de este sistema. Por ejemplo: la Gardevoir que ves sentada en el sillón, con cara de sueño y que no esta haciendo absolutamente nada, es Lia perezosa. No necesitas saber los adjetivos de todas ellas, sino no terminaríamos nunca, con que tengas en claro el tuyo y el mío será suficiente.

- Espera... ¿Yo tengo un adjetivo? - Pregunta Lia, sorprendida por lo que acababa de decir su otra yo. - Pero si soy la Lia principal.

Sin disimular lo jocoso que esto le resultaba, la que anteriormente era gardevoir oscura comienza a reírse en la cara de Lia.

Esto llama la atención de las otras Lias, quienes se acercan hasta las visitantes para saber de que se trataba.

- Tan escandalosa como siempre, Lia manipuladora. - Dice una de las Gardevoirs, refiriendose a quien fue gardevoir oscura. - Y parece ser que no viniste sola.

Cuando Lia manipuladora se termina de reír, pone la mano en el hombro de su acompañante y la presenta ante las demás.

- Ella es Lia enamorada. Hemos venido hasta aquí porque hay algo muy importante que debemos decirles a todas.

Las demás Lias parecen sorprendidas, llegando al punto de cuchichear entre ellas. Pareciera que algo estaba mal con su presencia en aquel lugar.

- ¿Hice algo malo? - Pregunta Lia, al ver la reacción de las demás.

- No realmente. Es solo que no ha habido una Lia enamorada hace mucho tiempo.

La Gardevoir que habia hablado con ellas primero se acerca hasta Lia. Parece tener una mirada desafiante, como si quisiera enfrentarse a ella. Pero en cuanto se acerca lo suficiente le extiende la mano, saludándola con mucho respeto.

- Bienvenida seas, Lia enamorada. Yo soy la presidenta de este consejo y lo quieras decirnos lo vamos a escuchar con gusto. Pero no nos quedemos en la puerta, por favor, pasen.

Mientras tanto, Steven espera haber hecho lo correcto al intentar alejar a Melissa de la búsqueda de Lia. Pero esta no parece rendirse y desea continuar hablando con él.

- Eres un mentiroso. - Dice Melissa, con un tono más bien comprensivo. - Sé muy bien cuando haces algo solo para quedar bien con otras personas. Pero cuando hablamos en la playa, aun sentía que había algo entre nosotros que no se había ido. Sé que tu también lo sientes, estoy muy segura de eso...

Melissa toma de las manos a Steven, entrelazando sus dedos con los suyos. Pero esto solo termino evocando en él las veces que hacia esto con Lia y la conexión tan mágica que tenia con ella.

- Sé que te lastime mucho cuando te aleje de mi vida. - Continua Melissa, ya con un tono más calmado. - Créeme, yo misma me he odiado por no haber podido reaccionar de mejor manera en su momento. No tenia que haber dicho todas esas cosas para alejarte de mi. Pero sentía que era un desastre, como novia, como hija y hasta como persona... no quería arrastrarte a mi miseria y ensombrecer esa sonrisa que me había hecho tan feliz durante los años que nos conocemos.

Steven no encuentra una pausa en las palabras de Melissa para interrumpirla. Solo mira hacia otro lado, sabiendo que en cualquier momento Lia podría terminar lastimando a alguien más. Siente que no puede dar marcha atrás y decide continuar buscando la forma de alejar a su ex pareja.

- No te he mentido. - Contesta Steven, con un tono bastante serio. - Realmente hubiera preferido no saber de ti mientras visitaba la isla. Y no importa lo que me digas, no me conoces tanto como crees.

Melissa lo mira fijamente, pero no con intensiones de retarlo, sino buscando en él el más ligero gesto que le indique que sus corazonadas eran correctas y que puede llegar a recuperar la relación que alguna vez tuvieron.

Steven suelta suavemente sus manos, las cuales ella había tomado hace un momento. Para poder continuar con lo que tenia que decir.

- Tengo que continuar con mi vida, Melissa. No podemos seguir viviendo del pasado.

Si había algo que podría haber terminado por derrumbar todas las esperanzas que tenia Melissa para regresar con él, sin duda fueran estas palabras.

- Tengo que irme.

Dichas estas palabras, Steven continua su camino dejando atrás a Melissa.

Por su parte, el consejo de Lias había llegado a una conclusión tras escuchar lo que Lia enamorada les había expuesto.

Les pareció beneficioso proporcionarle a ella su respaldo para poder acceder al estado de armonía, en donde podrá conseguir la visión del futuro que deseaba alcanzar. Pero hacia falta la aprobación de una ultima versión de Lia, la cual no se encontraba en el lugar y se había apartado del consejo desde un inicio.

- ¿Lia altruista? ¿Es en serio? - Reclama Lia manipuladora. - ¿Creí que había dejado de existir hace varios años?

- Si no logran convencerla, aun teniendo nuestro respaldo, no podremos acceder al estado que nos permita la visión del futuro. - Advierte la presidenta del consejo. - Pero, al lugar donde ella se encuentra solo puede acceder una de nosotras a la vez. Confió en que el coraje de Lia enamorada logre llevarla hasta ella sin problemas.

Lia no estaba segura de poder conseguirlo, y tampoco le gustaba la gran confianza que todas depositaban en ella. Sentía que ella misma no era tan virtuosa como la hacían ver.

Al continuar con el camino indicado llego hasta un lugar semejante a un bosque de espesa vegetación. Pero grande fue su sorpresa al ver a una pequeña Kirlia jugando con muñeca de trapo, mientras estaba sentada en el suelo.

- Finalmente apareciste. - Comenta Kilia, sin interrumpir su juego. - Me alegra que vinieras, espero podamos llegar a una conclusión razonable.