El silencio reinaba en esa mesa donde el niño y su amado ídolo tomaban lo que parecía un poco de té y comían unas cositas dulces que la joven camarera les llevó con amabilidad.
Yahiko miraba sus manos con vergüenza, aunque de reojo se le escapaban miradas hacia el peli rojo, pero cuando notaba que él se percataba de esto volvía su murada hacia sus manos.
Tomó por fin su té el cual ya no le salía tanto vapor, es decir que ya estaba un bastante frío, esto lo fastidió un poco puesto que el clima de ese día ya era lo suficientemente frio como para seguir sintiendo esa sensación. Pero es que estaba tan sumido en sus pensamientos que por momentos se olvidó de la infusión que había pedido.
Aparte Kenshin no ayudaba ya que no le decía nada, ¿qué estupidez estaba haciendo? Él le pidió que vengan, y ahora se queda callado ¿es que acaso se está burlando de él?
Por fin el ex hitokiri levantó su sonriente mirada hacia el chico y comenzó a hablar.
- "Te has lucido en el consultorio del doctor Gensai"
- "No le digás nada a Kaoru" –fue lo único que pudo decir-
- "Descuida, no diré nada porque a ella le encantaría escucharlo de tus labios"
- "Se puede saber ¿de qué querías que hablemos?" –estaba fastidiado, ese día estaba siendo terrible, y recién era medio día-
- "Pues que te veo irritado, no es propio de ti contestar con tanta agresividad, aunque eres agresivo, pero ¿tan agresivo? No te recuerdo así" –tomaba su mentón son la mano mientras pensaba-
- "¿Te molestaría ir al punto? Esto me ofusca"
- "De eso precisamente hablo, estás muy enojado y alterado" –vio que se tensaba ante estas afirmaciones- "Hemos hablado con Kauro-dono al respecto, y queremos que sepas que no estamos enojados contigo, te miento si te digo que nos ha dolido lo que nos has dicho hace unos días atrás, pero sabemos que en parte cierto lo que dices entonces decidimos no sofocarte tanto. Aunque siempre hemos creídos que tú no piensas así que solamente lo dices por impulso, y la escena de hoy me lo ha confirmado" –volvía a sonreír para él-
Yahiko lo escuchaba atentamente y su corazón se aceleraba ante las palabras dichas, luego recordó lo que Tsubame le dijo sobre Sanosuke, aunque todavía no las creía del todo algo en él despertó.
Ahora se sentía más aliviado, las palabras del samurái lo relajaron mucho, pero todavía algo lo fastidiaba y es la forma en cómo se había comportado con su chica. Recordó sus mejillas sonrojadas y sus lágrimas saliendo mientras descansaba debajo suyo…. Se sintió un canalla, porque él estaba seguro que si no la veía en ese estado un simple beso no iba a ser suficiente. Pero es que escucharla decir algo que no quería escuchar lo había superado.
Él quería ser grande… ¿por qué el tiempo pasa tan lento?
- "¿Yahiko?" –Kenshin lo sacó de sus pensamientos, pero es que su expresión era muy tétrica- "¿Hay algo más que te preocupa?" –dijo cuando vio que el chico reaccionaba-
- "N-no… es solo que…" –hizo una pausa, no quería decirle todo lo que vivió esa mañana-
- "Es por Tsubame-dono ¿verdad?" –Yahiko se sorprendió-
- "Es que…" –pero calló, realmente quería solucionar ese tema solo, y no quería más sermones con respecto a la chica y él- "Es que le cancelé a Tsubame una salida para ver a la fea de Kaoru, encima me había preparado una comida y tuve que decirle que no. Eso es todo" –intentó a tener su semblante de siempre, pero algo le decía a Kenshin que no estaba diciéndole lo que realmente le preocupaba. Igualmente calló y dejó que el chico se vaya del lugar-
De un momento a otro ya estaba en la puerta del cuarto de Kaoru y sin pensarlo mucho entró. No contaba con lo que vería… Tsubame charlando animadamente con su maestra para luego girarse y verlo entrar.
Recordó lo sucedido hacía unas horas atrás, y al ver cómo la chica se sonrojaba simplemente bajó la mirada. Ella se percató de esto, junto con Kaoru, que lo miraba preocupada, e intentó calmar la situación.
- "Yahiko-kun, por fin te encuentro, Tae-san se enojó mucho que no hayas cumplido tu turno" –dijo amablemente mientras se acercaba a él. Él, con sus adquiridos reflejos, la esquivó mientras le contestaba- "en un rato voy para allá y me disculpo por eso.. aparte…" -vio la triste expresión de la chica y se percató de lo que había hecho- "Después hablo contigo también ¿sí?"
Esto esperanzó un poco a la chica, aunque sabía de lo testarudo que podía ser su amigo, ella realmente quería estar en buenos términos con él.
- "Tae-san dijo que te quedes hoy también" –Yahiko se sorprendió un poco, no quería dejar a Kenshin solo con Kaoru, e inconscientemente la miró buscando nuevamente aprobación-
- "Ya te dije que no necesitas preguntarme para tomar una decisión. Pero si me gustaría que te quedes un poco más para que Kenshin no tenga tanto trabajo"
Miró a su maestra y asintió con una reverencia, luego miró a su chica y le sonrió con un dejo de tristeza, realmente se sentía mal por lo que hizo, y que ella tenga toda la valentía de enfrentarlo luego que la haya faltado el respeto así era admirable, el que no se podía perdonar era él.
Fue en ese momento que entendió que realmente necesitaba madurar, no bastaba con cumplir quince años, sino que deje de ser un niño impulsivo e insoportable. Así que por el bien de ambos, iba a cambiar de actitud.
Iba a ser duro, los labios de la chica eran como una droga para él, pero que los tome sin su permiso estaba realmente mal, aparte ella podría estar enamorada de alguien más…. NO, eso no iba a permitirlo, por eso se iba a esforzar tanto.
- "Cuando sea el turno nocturno iré para cumplir y hablar con Tae ¿sí?" –se acercó a la silla donde estaba anteriormente la chica y se sentó- "Ahora me quedaré a acompañar a Kaoru" –volteando a verla-
Tsubame simplemente asintió y anunció su retiro: Kaoru le había confirmado lo que Tae sospechaba, pero la kendoka le pidió amablemente que no le diga a Yahiko nada, aparte ya había visto a su querido Yahiko, estaba preocupada y sabiendo cómo era él no iba a arreglar las cosas con sus tutores escuchando, así que no tenía nada que hacer ahí.
- "Tsubame…" –llamó el chico haciéndola detenerse- "…. ¿Podrías hacerme de nuevo la comida que no he comido hoy?" –la niña no pudo evitar sonreír-
- "Claro que sí. Te espero"
Algo no estaba como siempre y eso Kaoru lo entendió desde que el chico entró, puesto que usualmente algún contacto tenía con la chica que ahora se estaba yendo, y no hablaba solo de lo físico, sino que un complicidad que se notaba seguía habiendo, pero con un dejo de distancia por parte de él.
Esto también fue descubierto por Kenshin el cual esperaba pacientemente detrás de la puerta de entrada, hasta que Tsubame se fue y la sorprendió, pero ante tal reacción él simplemente le sonrió haciendo que ella se lo devuelva con entusiasmo. Luego le susurró unas agradables palabras la cual simplemente agradeció y entró a la habitación.
La tarde había pasado, y Yahiko estuvo constantemente yendo a buscar a la enfermera cuando Kaoru comenzaba con sus descomposturas o comprando algún que otro refrigerio para que él o Kenshin coman.
Cuando las cosas se calmaron un momento simplemente los dos hombres se sentaron mientras veían cómo Kaoru comía con un poco de asco lo que le habían llevado en ese momento. Kaoru comenzó una delicada conversación.
- "Yahiko, has estado actuando un poco raro estos días" –dijo sin más alterando un poco a su esposo el cual no se esperaba que inicie con ese tema tan pronto, por lo menos en ese lugar-
- "¿A qué viene eso?"
- "Pues, tu actitud hoy con Tsubame-chan fue un poco rara, aunque bueno Kenshin me dio a entender que es un tema que quieres manejar solo, así que lo respetaré. Lo que si me ha llamado la atención desde hace días es lo siguiente: estás muy apurado por cumplir quince años, y no sé cuál es el motivo, y no me vengas porque quieres comprometerte con Tsubame-chan, porque siento que hay algo más"
Yahiko enmudeció, cuando descartó todo lo referente a Tsubame el cual él mismo le dijo que no se metieran, ahondó más fondo en la situación y era verdad, pero todos habían consensuado que no le iba a decir nada a Kaoru hasta que ellos mismo estén fuertes mental y espiritualmente para recordar ese acontecimiento. Igualmente la miró, ella no le quitaba los ojos de encima y Kenshin por el otro lado también miraba con preocupación, seguramente él ya sabía lo que el chico estaba pensando.
- "¿Yahiko?" –Kaoru se estaba desesperando, desde hacía un buen tiempo que sabía que algo le ocultaban, no quiso preguntar porque sabía que en algún momento le iban a contar, pero no estaba en posición para esperar más.
- "No quiero…" –comenzó él- "no quiero que te mue…" –en ese momento las manos del espadachín lo callaron-
- "Koishi, ¿podríamos hablar de esto cuando esté recuperada?" –preguntó con amabilidad, la chica lo miró con enojo- "Aparte la semana que viene es el cumpleaños de Yahiko y creo que es mejor hablar después de eso"
- "Kenshin, ya no quiero esperar, sé que algo no me dicen"
- "Y tiene razón Kaoru-dono, pero estaría bueno que usted esté mejor" –Kaoru suspiró y miró al niño-
- "Está bien, pero bien me saquen de aquí quiero que me lo digan, porque aparte yo también tengo algo que decirte Yahiko" –esta vez su alumno la miró con curiosidad, pero no le dijo nada porque sabía que no iba a hablar hasta que ellos no lo hagan-
La jornada siguió en silencio, hasta que la hora de que Yahiko tuvo que partir llegó. Suspiró mientras andaba, no solamente porque Kenshin le pidió, un momento que Kaoru dormía que intente no contar nada al respecto de lo de Enishi, él ya lo sabía pero ya estaba cansado de ocultar esto, era injusto para la chica, pero si Kenshin pensaba que era lo mejor no iba a refutar, sino también porque ahora tenía que enfrentarse al reto de Tae, y a Tsubame.
La semana pasó tranquila, sí Tae lo había regañado fuertemente por no asistir a su turno hace una semana atrás pero no había pasado a mayores. Y con Tsubame, simplemente la trataba como siempre, pero sin acercársele mucho, comió la comida que le había prometido pero no hablaron del tema prohibido. Solamente siguieron como si nada.
Tsubame estaba más tranquila por la actitud de Yahiko, porque ya empezaba a acomodarla bastante, pero no podía negar que lo extrañaba un poco. Aunque bueno que las cosas vayan normalmente era bueno. Pero si necesitaban una charla, aunque ninguno quería iniciarla ya que estaban ambos seguros que ese agradable ambiente podría peligrar, así que lo dejaron así por ahora.
Kaoru ya estaba mejor, aunque el asco a la comida seguía invadiéndola un poco no impidió que termine con los preparativos para la fiesta de cumpleaños de Yahiko. Estaba aprovechando que Tae se estaba "vengando" de él por ese horario no cumplido, así que tanto Kaoru, Kenshin y Tsubame terminaron que de preparar todo.
- "¿Estás segura que a Yahiko-kun le gustará esta sorpresa?" –preguntó la chica sin muchas esperanzas-
- "Claro que sí, puede ser un terco sin remedio, pero ama ser el centro de atención y más si tu ayudas" –le guiñó un ojo ante este comentario haciendo que la chica se sonroje-
- "No sé a qué te refieres"
- "No es necesario que lo sepas aun, pero vi que ambos han estado muy juntos, por ejemplo que se fueron a quién sabe dónde y volvieron tomados de la mano" –Kaoru reía ante la mirada colorada de la chica, pero luego sonrió con ternura- "aunque últimamente no los veo tan cercanos, en parte me tranquiliza porque Yahiko sentía que iba muy rápido y se te notaba incómoda, pero por otro lado me da la sensación que se han peleado ¿me equivoco?"
- "No es nada de eso, simplemente que ambos estuvimos ocupados y más porque Yahiko-kun estaba más preocupado por tu salud Kaoru-san" –Kaoru la miró con un dejo de decepción. Era su última oportunidad para sacar información así que simplemente desistió-
El festejo fue mejor de lo que hubieran imaginado, Yahiko estaba con una felicidad la cual parecía había perdido en esos días. Kaoru estaba cansada, pero mucho mejor que hacía unos días atrás. Kenshin simplemente disfrutó el momento hacía bastantes días que no se olía paz en ese lugar, aunque sí estaba muy cansado por cocinar y ayudar para que Kaoru no haga tanta fuerza por su condición, aunque esto último no le haya gustado nada a la kendoka, se dejó ayudar por todos.
Yahiko se alejó un momento de la fiesta para buscar algo de agua, y fue en ese momento que vio entrar a Tsubame con un hermoso vestido celeste con algo de abrigo que le cubría la espalda.
- "La fiesta está saliendo de maravilla" –dijo con amabilidad la chica. Él simplemente se dedicó a contemplarla, pero luego recordó lo sucedido hace una semana atrás y simplemente desvió la mirada para que su aspecto no le afecte-
- "Si es una linda fiesta, gracias" –dijo y reinó el silencio unos minutos-
- "Yahiko-kun, te falta menos para los quince años"
- "¿Y eso a qué viene?"
- "Pues que eras tú el desesperado por cumplirlos"
- "Ya lo sé tonta simplemente que me lo estoy intentando tomar con calma" –tomo otro trago de agua-
- "Me alegra oírlo, ¿esa decisión la tomaste porque Kenshin-san o Kaoru-san te lo dijeron?" –escupió un poco del agua ante esto-
- "Ellos no tienen nada que ver, ya te lo he dicho ellos no son mis padres"
- "Pero tu actúas como si lo fuesen" –contradijo la chica ya más confiada, el samurái la miró con molestia- "no me veas así, si cada vez que te proponemos algo para Akebeko tu buscas sus miradas para pedirles permiso, como si fueran tus verdaderos padres"
Esto lo sorprendió, no por el hecho de que no se haya dado cuenta de su actuar sino porque Tsubame y posiblemente todos lo hayan notado, eso lo avergonzó.
- "Di lo que quieras" –Tsubame rio ante esto-
- "Feliz cumpleaños Yahiko-kun" –dijo mientras levantaba su vaso con agua y él hizo lo mismo para chocarlos-.
Esta vez ella esperó algo que nunca llegó (un beso), y fue ahí que sintió un dejo de nostalgia, fue entonces que ella se le acercó y tomó su mejilla rápidamente sonrojando al chico que la vio salir apresurada para que no vea su sonrojo. Tocó su mejilla, debía cumplir rápido los quince años, pero primero debía hablar con Kaoru y Kenshin luego de la fiesta.
Continuará...
