-Llegaste cubierto de heridas y me asusté... nunca había visto a alguien tan mal, pensé que ibas a morir...-Dijo Airmid con lágrimas en sus ojos.
Actualidad.
-Estoy bien... no tienes por qué seguir llorando, no me iré-Fue lo único que dijo, mientras sentía como su hombro se empapaba de lágrimas de la chica que tenía su rostro enterrado en el mismo.
Tras algunos momentos, al parecer, Airmid se dió cuenta de lo que estaba haciendo, por lo que se separó lentamente con sus mejillas sonrojadas hasta volver a sentarse en la silla al costado de la cama, sobra decir que se encontraba totalmente avergonzada por su actuar.
Airmid intentaba controlarse para no volver a golpearlo y huir.
-L-Lo lamento pero... nunca había visto a alguien con heridas tan graves como las tuyas, fue la primera vez que no me sentí capaz de poder salvar a alguien-Dijo la peliplateada, con la cara agachada.
Bell la vió con sorpresa, sonrojado por lo tierna que se veía.
"E-Es realmente tierna, tengo ganas de abrazarla de nuevo. Debo controlarme y leer el ambiente, lo primero que debo hacer es tranquilizarla y mostrarle que estoy bien" pensó el peliblanco, respirando profundamente.
Tras eso, sin titubeo, comenzó a hablar.
-Como te dije, estoy bien, no te preocupes más, lograste salvarme, por eso...-Dijo Bell, inclinándose ligeramente y tomando el rostro de la chica.
-Ya no llores más ¿De acuerdo?-Agregó el joven, limpiando las lágrimas de Airmid con la llena de sus dedos pulgares y regalándole una sonrisa tranquilizadora.
Airmid lo vió fijamente, la calma comenzaba a apoderarse de ella, esa sonrisa le daba la seguridad de que todo estaba bien.
Bell quitó las manos de las mejillas de la sanadora y volvió a apoyar su espalda con el respaldo de la cama.
-¿C-Cómo te sientes? ¿Estás mejor? Aunque hayan cerrado tus heridas te debes sentir agotado-Dijo Airmid, cambiando el tema con cierto titubeo en sus palabras y tratando de retomar la compostura.
"Cuando está en su papal de profesional, se ve realmente hermosa, imponente e inalcanzable" pensó el peliblanco con brillos en sus ojos, encantado por el actuar de la mujer a su lado.
-¿Por qué no contestas?-Le preguntó Airmid al notar que no recibía respuesta por parte de Bell, quien, aunque la estuviera viendo fijamente)y eso le incomodaba un poco), no parecía estarla escuchando.
-¡L-Lo lamento! Me perdí en mis pensamientos. Sí, me siento mejor, creo que dormí lo suficiente, me siento al 100 por ciento-Contestó Bell con euforia y levantándose de la cama.
-Me alegra oír eso-Expresó la peliplateada de manera amable y con un tono de voz dulce.
"Linda..." pensó el joven por un momento.
-Eso significa que ya puedo irme ¿No? Tengo que ir por mis valis para pagar el tratamiento, volveré lo más rápido que pueda-Le dijo el peliblanco, sin saber lo que pasó.
-¡Oh! Sobre eso, ya puedes irte, eso sí, pero no es necesario que tengas que pagar, el gremio se encargó del pago de tu tratamiento por derrotar al Minotauro-Le informó Airmid.
-¿En serio? ¡Genial! Así podré usar el dinero para conseguir otra espada, el minotauro rompió la mía jeje-Expresó Bell con alegría.
-Por cierto, antes de que lo olvide, hay algunas personas que quieren hablar contigo-Le dijo la peliplateada.
-¿En? ¿Quiénes?-Preguntó el chico, ladeando al cabeza.
-La familia Loki, la familia Ganesha y una persona de la familia Hefesto a la cual salvaste en el enfrentamiento-Contestó ella.
-¿Familia Loki y Ganesha? ¿Alguien de la familia Hefesto? Creo que tiene sentido que venga la familia Ganesha, al fin y al cabo fue un ataque en la ciudad pero ¿Por qué la familia Loki?-Se cuestionó Bell, pensando profundamente el motivo por el cual ellos estaban buscándolo.
-No puede evitarse, supongo, déjalos pasar por favor-Le pidió el peliblanco a Airmid.
-De acuerdo, les avisaré para que entren, solo espera un minuto-Le dijo ella, levantando su dedo índice para después salir de la habitación.
"En serio... es imposible que exista una mujer tan linda ¿Qué pasó con esa mujer seria que conocí el día de ayer?" Se preguntó el chico, sintiendo su corazón latir a mil por hora..
Suspiró y se tranquilizó, se sentó en la silla donde Airmid estaba y esperó a que las personas entraran.
Unos segundos después.
-Lamentamos la intromisión-Dijo la voz de un joven mientras abría la puerta.
Fue ahí donde el primer invitado entró.
-Soy Finn, capitán de la familia Loki, nos conocimos ayer en el gremio-Expresó el hobbit.
Detrás de él le siguió una hermosa mujer de cabello color esmeralda, una elfo al parecer.
-Buenas tardes, soy Riveria, vice capitana de la familia Loki, un gusto verlo de nuevo, Bell Cranel-Dijo la elfo de la familia Loki al igual que Finn.
-Mucho gusto señorita Riveria, es un gusto para mi también-Le Contestó Bell de manera amable, inclinándose ligeramente en señal de respeto.
Después de ambos integrantes de la familia Loki, le siguieron una mujer a la cual conocía desde hace un tiempo.
-¡Hola Shakti! ¿Cómo estás?-Preguntó con alegría el peliblanco, le alegraba ver a una conocida como lo era la mujer de la familia Ganesha.
-No te emociones mucho, acabas de ser curado, no queremos que te resientas-Le dijo la peliazul.
-No sucederá, estoy perfectamente. Airmid me sanó por completo y me encuentro al 100-Contestó Bell, mostrando sus brazos para que vieran que no mentía.
-P-Pero se supone que uno de tus brazos fue roto según lo que nos comentaron los civiles...-Dijo Shakti, abriendo sus ojos con sorpresa.
-Ohhhh, entonces por eso estaban preocupados, estoy bien, esa herida cerró incluso antes de llegar aquí-Respondió Bell de manera despreocupada.
-¿Q-Qué?-Insistió la mujer.
-Dejemos ese tema para después, recuerden que hay alguien más que quiere hablar con él y amablemente nos permitió entrar primero, así que avancemos lo más que podamos-Interrumpió Finn.
-De acuerdo, pueden preguntar lo que deseen y les responderé lo que pueda o sepa-Les dijo el joven a los presentes.
-Bien, vamos sin rodeos... ¿Cómo es posible que hayas derrotado a ese minotauro si se supone que prácticamente era nivel 3 y tú no tienes falna?-Le preguntó el Hobbit de manera directa y con sus ojos fijos en el receptor, para lograr identificar si llega haber alguna clase de mentira.
-Muy directo pero entiendo-Opinó Bell, tomando su barbilla.
-Lo lamentamos pero es la pregunta que más nos intriga en este momento-Agregó la alta elfo.
-No hay problema, como dije, lo entiendo-Le dijo de manera despreocupada.
-Bien... para comenzar, ¿Ustedes saben que existirían héroes que peleaban contra monstruos antes de la llegada de los dioses a genkai?-Les cuestionó Bell.
Esto pareció sorprenderles, aunque tampoco entendían como eso se relacionaba con él.
-Sí, he leído los cuentos y leyendas ¿Qué tiene que ver eso?-Le contestó Finn.
-Yo... no lo sé pero... siento que ese es mi caso, como les dije, no tengo falna, pueden mirar si así lo desean. Aunque la diosa Loki ya lo confirmó la mañana anterior-Dijo el peliblanco.
-Sí, eso nos quedó claro, sin embargo, ¿A qué te refieres con que sientes que ese es tu caso?-Le insistió Finn.
-No me dirán que soy normal ¿Cierto? Ni siquiera yo comprendo en su totalidad lo que soy pero, si me sirve para ayudar a las personas y proteger a quienes lo necesiten, haré mi mayor esfuerzo y lo aprovecharé-Les dijo Bell, mirándolos de manera pura y sincera, sin malicia o mentiras.
Esto despertó la impresión de las tres personas.
"Lo lamento, no puedo revelar mi origen, después de saber que la familia Loki y Freya cazaron a las familias de mis abuelos no confío en ellos" se dijo el muchacho a sí mismo.
-Eso es muy valeroso viniendo de un joven que no lleva ni un mes en Orario, si te soy sincera, me cuesta creer que en verdad hayas derrotado a ese minotauro pero los testigos y pruebas apuntan a que en verdad lo lograste... y sin ayuda, aunque casi mueres en el proceso, si no estabas seguro de que ibas a ganar ¿Por qué te enfrascaste en esa batalla?-Preguntó Shakti.
-Te lo dije cuando llegué a Orario ¿Recuerdas?, yo... yo vine a Orario para ser un héroe-Contestó Bell sin ninguna clase de duda o vacilación.
En ese momento... la capitana de la familia Ganesha, vió en Bell a alguien que significaba mucho para ella.
"Ardi..." pensó.
-¿Te encuentras bien, Shakti?-Le preguntó Bell al notar que se quedó estática.
Recuperando la compostura, tosió ligeramente.
-Lo lamento. Tienes razón, tú mismo lo dijiste, quieres ser un héroe y me alegra decirte que hoy lo fuiste, Bell-Contestó la peliazul, sonriéndole ligeramente, cosa que rara vez era vista en ella.
-Viniendo de alguien que valora la justicia más que nadie, es un gran honor-Expresó el peliblanco, sonriendo ante el cumplido.
-Lamento si interrumpo nuevamente. Voy a suponer que en verdad no sabes lo que sucede y lo que te hace fuerte es tu voluntad inquebrantable, pero quiero saber... ¿Qué fueron esas campanadas y brillo blanco que provino de tu cuerpo?-Preguntó de nueva manera el capitán de la familia Loki. Lucia realmente interesado por ello.
-Sí. Fue sorprendente, en mis 99 años de vida nunca había visto algo parecido, tu velocidad aumentó al igual que tu fuerza y agilidad, parecía como si un rayo se moviera en vez de una persona-Dijo Riveria, perdiendo su seriedad característica y dibujando una sonrisa en su fino y blanco rostro. Parecía realmente interesada y deseaba saber la respuesta.
"Es l-linda... espera... ¿Dijo 99 años?, b-bueno, viniendo de una elfo es creíble, tengo entendido que su longevidad es muy alta y luce realmente joven, como de la edad de mi madre Alfia o un poco mayor" pensó Bell al ver el brillo en los ojos de la alta elfo que hasta hace un momento había permanecido estoica y de pie al frente suyo.
-Lamento no poder contestar esa pregunta. Lo único que sé sobre ello es que se presentó cuando estuve en un estado muy cercano a la muerte, aunque... déjenme intentar algo-Les dijo, mientras abría la ventana de su habitación.
Ellos no comprendieron lo que el chico estaba haciendo.
Bell estaba de pie y con los ojos cerrados. Parecía realmente concentrado.
Nada sucedía hasta que...
*Clang*
*Clang*
*Clang*
Un campaneo resonaba y un brillo muy tenue nacía de su cuerpo.
Miraban anonadados lo que sucedía aunque también les producía una calma muy grande el verlo y escucharlo.
Y de un momento a otro, ese mismo brillo se desvaneció.
-Eso fue realmente genial-Dijo Finn al sentir una gran cantidad de aire golpear en su cara.
Bell había lanzado un golpe hacia Finn, pero sin la intención de contactarlo.
Sobra decir que las tres personas en la habitación lograron ver como se movía y se dirigía al hobbit. Eso era algo que no cualquier a podría, por suerte, en esa habitación ninguna era de un nivel menor al 5, sin contar a Bell.
-Creo que es una habilidad. Cuando me concentro lo suficiente y sin interrumpir dicha concentración, el brillo se extiende en todo mi cuerpo, esta vez lo hice por unos segundos pero contra el minotauro fue como un minuto más o menos-Expresó el peliblanco, mirando a sus brazos y piernas para observar el resplandor de su cuerpo desvanecerse.
-No puedo creer que alguien como tú exista. Un chico con deseo de ser un héroe en la ciudad que ha visto nacer a muchos, pero... ¡Lo es sin un Falna!-Dijo Finn con gran éxtasis antes ello.
-M-Me da mucho crédito señor Finn jeje-Dijo Bell mientras se rascaba la nuca. Esos comentarios lo habían puesto nervioso.
-En serio me gustaría que te unieras a nosotros a la familia Loki-Agregó el hobbit.
Esto hizo sentir incómodo a la persona en cuestión.
-Sin embargo... respetaré tu decisión. Espero que podamos llevarnos bien, Bell-Finalizó el capitán de la familia Loki, extendiendo su mano para un apretón.
Tras esas palabras, a Bell se relajó. Él creía que tendría que rechazar nuevamente la propuesta.
-Espero lo mismo, señor Finn-Contestó el joven mientras correspondía al apretón.
-Bueno, eso sería todo. Muchas gracias por tu tiempo, tenemos que retirarnos a la sede de la familia Loki para hablar sobre algunos asuntos respecto al ataque en la refinería-Expresó Shakti, despidiéndose del joven junto con los miembros de la familia Loki.
-Cierto, hubo un ataque. Lamento no poder ayudado ahí, espero que no haya pasado nada grave. Nos vemos señorita Shakti, señorita Riveria y señor Finn-Dijo Bell mientras agitaba su mano al ver que los tres salían.
-Oh, por cierto... señorita Shakti, señorita Riveria-Nombró a ambas mujeres el peliblanco, haciendo que volteen al mismo tiempo.
-Mi abuelo me dijo que una mujer saca a relucir su belleza al sonreír, ustedes son un claro ejemplo de ello, si no les molesta... pienso que deberían hacerlo más-Les dijo Bell sin rodeos, con una gran pureza en sus palabras pero ligeramente sonrojado.
*puff*
Humo comenzó a salir de la cabeza de ambas y un color escarlata como los ojos de Bell inundaron las mejillas de ambas.
Finn miraba fijamente a Riveria mientras trataba de no reírse.
"Nunca pensé que te vería así, sonrojada por un cumplido" pensó el hobbit al mismo tiempo que tapaba su boca con su mano.
-G-Gracias...-Dijeron ambas mientras eran jaladas hacia afuera de la habitación por Finn.
Y de esa manera, la puerta fue cerrada.
"Aunque eso no fue producto de algún consejo de mi abuelo, he de admitir que lo quería decir, ver sonreír a Shakti me hizo feliz, ella parece haber pasado por mucho... sobre la señorita Riveria, he de decir que realmente parecía una princesa por su finos rasgos y esa hermosa sonrisa de oreja a oreja hizo relucir aún más su belleza" pensó Bell alegremente..
"¡Las bellezas de Orario son lo máximo, abuelo!" Finalizó, levantando ambos puños hacia arriba y mirando al techo.
-Ammm ¿Interrumpo algo?-Preguntó un muchacho de cabello color rojo.
-L-Lo lamento, digamos que me siento muy feliz. Supongo que tú eres el miembro de la familia hefesto ¿Cierto?, es un gusto conocerlo, me llamo Bell Cranel-Saludó Bell a quien estaba ahora en su habitación.
-Un gusto, mi nombre es Welf Crozzo, antes que nada, deseo agradecerte por habernos salvado a mi, a los miembros de la familia Takemikazuchi y a los civiles en el área-Dijo el pelirrojo, inclinándose ligeramente ante él.
-No hace falta agradecer, hice lo que tenía que hacer-Le contestó.
-Humilde... me gusta, es raro ver esa virtud en alguien aquí en Orario-Opinó Welf.
Bell rió nerviosamente ante ello.
-En fin, no es lo único por lo que vine. Mi diosa quería darte una recompensa por tu valor, le dije que vimos como tu espada era rota y quiso entregarte un arma-Dijo quien al parecer era un herrero mientras destapaba una espada que había en su espalda.
-Es una espada corta hecha de Mithril, es buena conductora de magia y su durabilidad es realmente alta, sinceramente es un arma muy impresionante y una justa recompensa para el "Héroe de Babel"-Agregó Welf, mostrando el arma en cuestión.
En ese momento, Bell estaba realmente impresionado por el arma. Sus ojos no se apartaban ni un segundo de la misma. Una espada negra con una hoja que iba haciéndose más gruesa desde el mango a la punta de la misma.
-Es genial... me encanta...-Contestó mientras la Romana en sus manos.
-Sabía que te gustaría. Respecto a tu armadura, yo la hice, espero que sea de tu agrado, logramos recuperar tu bufanda de piel de goliath, la guardé junto a la armadura-Le comentó el herrero, apuntando a una caja de madera en la entrada del cuarto.
-Muchas gracias en serio, esa bufanda significa mucho para mi-Le respondió Bell, con una sonrisa que demostraba una gran nostalgia.
-¡Ah! Y muchas gracias por la armadura también, en serio me será de gran utilidad-Agregó a su comentario.
-Me alegra saberlo, de todas maneras, si deseas algo, puedes ir a mi taller, podemos formar un contrato en el cual yo sea tu herrero-Expresó a Welf, sonriéndole.
-¿En serio? ¡Acepto!-Contestó el peliblanco sin dudas en su respuesta.
-¡Wow! Eso fue muy rápido. Entonces, ¡Tenemos un trato!-Dijo el pelirrojo, sosteniendo la mano de su nuevo socio.
-Oh, cierto, casi olvido preguntarlo pero... ¿Por qué te referiste a mi como "El héroe de Babel"?-Preguntó Bell mientras ladeaba la cabeza.
-Es el título que te dieron los dioses y civiles, al ser quien derrotó el minotauro y salvó a todos. Como no tienes falna, no hace falta un Denatus para darte un apodo-Contestó el herrero aclarando las dudas del joven.
-Ya veo... suena genial-Opinó Bell.
-La verdad sí, en fin, nos vemos después, puedes encontrarme en mi taller, dejé la dirección en la caja con la armadura. Si deseas ir de aventurar junto conmigo y la familia Takemikazuchi eres bienvenido a nuestro party-Dijo Welf al mismo tiempo que salía de la habitación.
-¡Sería un gusto! ¡Muchas gracias, Welf!-Respondió el chico, agitando su mano y despidiéndose.
"Ahh... es genial que te reconozcan como un héroe pero... no me puedo emocionar solo por un título, debo seguir trabajando hasta ser uno de verdad y cumplir mi objetivo..." pensó Bell mientras se tiraba de espaldas a la cama.
-Veo que todo salió bien, me alegro-Dijo Airmid mientras entraba nuevamente al cuarto.
-La verdad es que sí... me hicieron sentir valorado-Comentó el peliblanco.
-He de admitir que eres alguien genial, no cualquiera haría lo que tu hiciste por completos extraños-Le reconoció la peliplateada.
-Era lo que tenía que hacer, salvaría a quien sea que estuviera en peligro-Respondió Bell.
Esto sorprendió a Airmid.
Mirando hacia un lado, lanzó una pregunta.
-¿Me salvarías si estuviera en peligro?-
Esto pareció sorprender de sobremanera a Bell, pero casi sin pensarlo respondió.
-Por supuesto que sí... te considero de las primeras personas especiales para mí aquí en Orario, no tengo que conocerte por mucho tiempo para saber que eres una buena persona. Si me preguntas... eres alguien a quien me gustaría conocer más-
Una respuesta que rompería el caparazón más fuerte que custodia un corazón fue dicha.
Las mejillas de la sanadora se sonrojaron con una gran intensidad ante ello.
-Y-Yo también quisiera conocerte más... Bell-Respondió.
"Se ve muy hermosa cuando le cuesta aceptar su sentir" se dijo a sí mismo el muchacho.
-Entonces... ¿Te gustaría salir en una cita conmigo?-Lanzó la propuesta Bell sin una pizca de miedo.
Airmid lo vió con gran impresión y con sus ojos abiertos en su totalidad.
-Sí-Contestó, dándole una hermosa sonrisa.
Y de esa manera habían sellado el compromiso.
Orfanato.
-Hola hermana María ¿Cómo están las cosas por aquí?-Preguntó una chica que había llegado de visita al lugar.
-Todo perfecto, Syr, es un gusto tenerte por aquí de nuevo-Contestó la susodicha, invitando a pasar a la muchacha.
-¡Syr! ¡Al fin vienes!-Gritaron los niños al mismo tiempo que se acercaban a abrazarla.
-¿Cómo están?-Preguntó la peliplateada, correspondiendo al abrazo.
-¡Bien! ¡Desde que llegó Bell hemos estado muy bien!-Gritó Rye con gran emoción.
-¿Bell?-Preguntó la chica al oír un nombre no conocido.
-¡Sí! ¡Es un héroe! Nos salvó a Roux, Fina y a mi de un señor que nos quería secuestrar-Contestó el chico de cabello castaño.
-¡Oh! ¿Y cómo es él?-Les preguntó Syr.
-Es un joven de cabello blanco y ojos rojos, es muy amable y atento-Respondió la hermana María, dándole una descripción.
"No puede ser... es él..." pensó ella.
-¡Estoy de vuelta!-Dijo una voz desde la entrada del orfanato.
-¡Ya llegó!-Gritaron todos los niños mientras iban a abrirle la puerta.
Cuando fue abierta, Syr pudo verlo.
"Sí es él... el chico arcoíris... ¿Uh? E-El color verde desapareció de la llama..." se dijo a sí misma.
Bell se aproximó hacia ella después de que los infantes le dijeron que tenían visita.
-Mucho gusto, soy Bell Cranel-Se presentó mientras extendía su mano.
Ella miró por unos segundos al chico, o mejor dicho, lo que había dentro de él, pero después salió de su transe.
-Un gusto, mi nombre es Syr-Contestó la peliplateada.
