Adivinen. Aquí traigo el segundo capítulo de esta historia más rara que un perro verde. Madoka Magica con más locura que nunca. Ahora vamos con las repuestas a los reviews del primer capítulo:
Zaisoooh: El sexo va a ser más que simplemente normal. Ahora es que verás un poquito más de lo que se viene para esta demencial historia. Y en cuanto a lo que planteas… No, este fic únicamente abarcará los 12 capítulos normales de la serie y cerrará sin final abierto, que incluso tengo pensado cómo es que cerrará exactamente la historia, aparte que todavía no te imaginas lo que se viene para Mami pronto. Tú espera y verás.
nenene: Historias de Rachael futa y Jill ya las tengo, precisamente tres (creo que soy el único que ha hecho lemmon con Rachael en español). Casualmente también tengo una en la que se incluye a Gina. De momento no tengo la disponibilidad para hacerlas, por eso te paso este aviso.
Gerendo01: Casualmente he empezado a ver hace poco Shimoseka, y francamente creo que el universo de esta historia es un negativo total a ese anime, pues aquí el sexo evidentemente es ley y no algo que genere pudor ni nada de eso xD. A ver qué te parece la siguiente fumada que se viene.
Eso es muy bueno de tu parte I
Estaban todos los padres reunidos en el patio de la escuela primaria, y los estudiantes de cuarto grado estaban en la labor de dar un pequeño discurso frente a toda la audiencia. No era mucho ni muy elaborado lo que tenían que decir. Simplemente tenían que declarar lo que aspiraban ser cuando fuesen mayores, por lo que cosas como "de mayor quiero ser astronauta", "quiero ser beisbolista y firmar en la MLB" o "quiero ser actor/actriz y ganar mucho dinero" no faltaron entre algunos de los muchachos que estaban cerca a hacerle frente a las primeras fases de la pubertad.
Y ahora era el turno de una pequeña Madoka, la cual estaba muy sonriente e ilusionada por lo que tenía pensado decir enfrente de toda la audiencia. Con pasos casi saltarines se presenta ante todo el mundo, teniendo en mente cada una de las palabras de su línea como si estuvieran grabadas en piedra. Era el momento, su momento.
─ Tú puedes, Madoka ─ susurra Junko junto sosteniendo fuertemente la mano de su marido.
─ Yo de adulta... ─ Madoka da un vistazo a todo el público, pero lejos de amedrentarla, parecía que aquello le daba mayores bríos para soltar su declaración del proyecto de futuro que tenía ─ De adulta quiero ser una zorra.
─ ¿Eh? ─ la maestra parpadea un par de veces y mira fijamente a la niña, pensando que no había oído bien.
─ ¡Quiero ser una zorra! ─ Madoka repite aquello dando un fuerte y seguro paso al frente ─ ¡La más zorra de todas, justo como mi mamá! Me acostaré con todo aquel que se atraviese en mi camino y pondré en práctica todo el repertorio del kamasutra de mi papá con cada una de esas personas. Hombres, mujeres... ¡Todos conocerán lo caliente que llegaré a ser cuando crezca!
─ ¡Madoka! ─ Junko se tapa la boca con ambas manos mientras rompe a llorar y se levanta para correr hacia su hija ─ ¡Estoy muy orgullosa de ti, hija mía! Me honra que mi hermosa pequeña tenga un sueño tan hermoso en mente. Eres la mejor niña que una madre podría tener.
Los otros padres estaban algo anonadados por aquello, pero pronto empiezan a aplaudir. No fue algo estruendoso, sino más bien eran aplausos discretos. En eso Kazuko alza su cabeza de entre las piernas de Tomohisa.
─ Cómo se nota que tu hija no me conoce bien. Si Junko es una zorra, yo no me quedo para nada atrás.
─ No te preocupes, Kazuko. Ya más adelante Madoka irá sabiendo un poco más de ti y querrá seguir tus pasos también ─ le dice el hombre antes de indicarle a Kazuko que siguiera con lo que estaba haciendo, y la sensei le hace caso.
Habitación de Madoka
Había sido un sueño, o más bien estaba recordando en sueños aquella actividad al aire libre que hizo frente a todo el mundo. Soñó con su primer paso dentro del mundo de la lascivia desenfrenada, uno que había resultado maravillosamente bien, y que al final la había traído hasta este punto en que se encontraba.
Madoka se endereza y se despereza para así darle su saludo a la nueva mañana que había surgido, y en eso nota algo curioso. Todavía tenía la vista algo nublada, pero pudo reconocer a Kyubey, aquel gato blanco y mutante que había conocido el día anterior.
─ Buenos días, Madoka.
─ Ah, hola.
La presencia de Kyubey hablaba por sí sola. Lo ocurrió el día anterior había sido real. Las chicas mágicas existen.
Baño
Una vez más estaban Junko y Madoka juntas, lavándose los dientes, presumiendo la cantidad de compañeros (de trabajo y escuela, respectivamente) que habían hecho correrse, y también compartiendo sus vivencias más casuales del día anterior. La mañana lucía tan tranquila como de costumbre, y aunque Kyubey parecía estar a gusto en el agua, justo a un lado de ambas, el hecho de que Junko no pudiera verlo implicaba que Madoka debía pretender que no estaba ahí para no parecer que estaba perdiendo el juicio de pronto.
─ Ayer llegaste tarde, Madoka ─ suelta la mayor con un tono casual, pero estaba claro que estaba reprochando a su hija ─ ¿Acaso estabas metida en una orgía o algo?
─ Ah, bueno... Es que estaba en casa de una senpai, y ella nos estaba mostrando lo habilidosa que es a Sayaka-chan y a mí.
─ Sabes que lo que me molesta no es que llegues tarde, sino que no invites cuando te vas a quedar en casa de alguien más para algo así. Eres bastante consciente de lo mucho que me gusta cuando tus compañeros de clase me meten mano.
─ Sí, lo siento mucho, mamá.
─ Que no se repita, o de lo contrario no te llevaré al trabajo la próxima semana para que te tires a las secretarias ni al jefe del departamento de marketing ─ luego de estar con el gesto arrugado al decir aquellas cosas, Junko se ríe de golpe ─. Yendo enserio, invítame más seguido. Siempre es divertido ver a algunos compañeros tuyos nerviosos por no estar seguros de si podrán complacerme mientras me penetran por todos mis agujeros.
─ Con lo exigente que te haces ver, es normal que se pongan nerviosos, mamá ─ Madoka sonríe dulcemente y termina de cepillarse los dientes.
Flashback
Luego de los eventos con la bruja y el descubrimiento de que Tomoe Mami era una chica mágica, la rubia invita a Madoka y Sayaka a su casa, la cual no estaba tan lejos como se habían llegado a temer en un principio.
─ Sean bienvenidas a mi casa, chicas. Por favor siéntanse cómodas.
Sayaka y Madoka aceptan la invitación amablemente, y al entrar se encuentran con una salita bastante bonita, algo minimalista, y que tenía como detalle más destacable una pequeña condecoración acompañada por un cuadro en el que se ve a Mami con una medalla en su cuello.
─ ¿Y eso? ─ Sayaka se adelanta para ver el cuadro.
─ ¿Te refieres a eso? Es de cuando representé a la escuela en la competencia femenina interescolar de 69, y logré llegar a las rondas finales ─ Mami empieza a preparar un poco de té en una pequeña cocina que estaba al lado de la sala.
─ ¿De verdad? Entonces debes tener talento ─ Sayaka toma el cuadro para verlo más de cerca por un momento ─. Escuché que estas competencias son bastante encarnizadas. Incluso escuché que algunas chicas practican el 69 por meses sin descanso para prepararse para esto.
─ Es algo exagerado, pero sí es cierto que las que estamos en estos certámenes son muy retadores. Siempre hay postoras que son excepcionalmente hábiles con la boca, además de contar con un buen control de sus propios orgasmos para su edad ─ Mami saca de una cajita un pastel para repartirlo ─. En fin, la primera razón por la que las traje fue para hablarles un poco sobre que soy una chica mágica.
Madoka y Sayaka asienten. Ambas reciben un poco de pastel, y poco después también tienen té para acompañar el postre. Kyubey de pronto hace acto de presencia, sorprendiendo a Madoka y Sayaka.
─ Vean esto. Es una gema del alma ─ Mami extiende su mano con el brillante objeto en el centro de su palma ─. Esta es la señal distintiva de las chicas mágicas. Es justo lo que Kyubey les dará si se convierten por medio del contrato que firmen con él.
─ Sí, y es posible que ustedes también se conviertan en chicas mágicas únicamente a cambio de que pidan un deseo ─ se manifiesta Kyubey con un tono jubiloso, contagiando a Madoka y Sayaka con dicha emoción.
─ ¿Podemos pedir un deseo? ¿Puede ser cualquier cosa? ─ Madoka estaba que se subía a la mesa.
─ Así es. Milagros inclusive. Nada es imposible para mí al momento de darle cumplimiento a un deseo que me pida una chica que acepte hacer un contrato conmigo. Pero tienen que pensar en lo que van a pedir, pues sólo concedo un deseo por cada chica a la que convierto en chica mágica. Ya después no se vale echarse para atrás.
─ ¡Eso está buenísimo, Madoka! ─ Sayaka tenía la mirada perdida, claramente pensando en lo que se venía a la cabeza ─ Un harem sin límites, ser capaz de oler la excitación de otras personas a varios metros de distancia, que nuestros pechos jamás se caigan por culpa de la edad... ¡Son tantas las posibilidades que no tengo idea de qué pedir!
─ Así es, pero como dice cierto refrán humano, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y en el caso de ustedes dicha responsabilidad consistiría en enfrentarse a las brujas.
─ ¿Brujas? ¿Y qué son las brujas? ─ Madoka frunce el ceño y se queda mirando fijamente al gato raro.
─ A ver de qué manera se los explico... Si una chica mágica nace de los deseos, las brujas nacen a partir de las maldiciones. Mientras las chicas mágicas luchan incesantemente en pro de la esperanza y la felicidad de las personas, las brujas son de esas cosas que van por ahí repartiendo desesperación y muerte por todos lados, haciendo en el proceso que la gente sufra sin motivo.
─ ¡No lo puedo creer! ─ Sayaka se aterra completamente y se lleva una mano a la boca ─ De ninguna manera lo hubiera sospechado... Los de Hacienda son en realidad brujas.
─ No, hasta ese nivel no llegan las brujas, pero sí son un peligro que hay que mantener constantemente a raya ─ Kyubey consigue retomar el monólogo, de modo que Sayaka y Madoka comprenden que deben escuchar hasta el final lo que está diciendo ─. Las brujas son entes de magia maligna que van por ahí causando daño a la gente, pero permanecen protegidas por un campo de magia que les permite ser invisibles al ojo humano promedio. Y es justo ahí que entran las chicas mágicas, pues ellas son capaces de encontrarlas para así detenerlas en su incesante labor de causar dolor y desesperación.
─ Igual parece que las brujas son aterradoras ─ Madoka de pronto no estaba viendo la cosa tan atractiva ─. Poderes mágicos y la posibilidad de pedir un deseo, a cambio de darnos en la madre con las brujas a cada rato... Es algo arriesgado.
─ Es comprensible que piensen de esa manera ─ Mami se veía bastante seria, aunque eso casi no dañaba la imagen tan genial que daba ante Madoka y Sayaka ─. Podemos hacer los siguiente si gustan: Pueden venir conmigo y ver cómo voy enfrentándome a las brujas, y mientras tanto ustedes irán pensando si vale la pena convertirse en chica mágica y por cuál deseo estarían dispuestas a llegar a este punto en caso de que se decidan. Desde luego que me comprometo a proveerles de lo que necesiten para que estén a salvo de las familiares de las brujas ─ Madoka y Sayaka se miran entre sí, cosa que Mami ya tenía previsto, pues sabía que estarían llenas de dudas ─. Y ahora está el segundo punto que quería tocar con ustedes...
Mami busca en su bolso, sacando al poco rato un dildo con correa. La rubia no tarda en quitarse toda la ropa para luego ponerse las correas, y las invitadas ya sabían lo que se venía.
─ Ahora sí vamos por el punto bueno de verdad ─ Sayaka se quita completamente la ropa, y Madoka hace lo mismo para finalmente ambas ponerse a cuatro patas, esperando a que Mami haga lo suyo.
Fin del flashback
─ Mamá... ─ Madoka no estaba demasiado segura de si tocar el tema, pero ya había dado el primer paso, por lo que pensaba que no sería sensato echarse atrás al último momento ─ Si existiese la magia y tuvieras la posibilidad de ver cumplido un deseo ¿Qué sería?
─ ¿Yo? Creo que lo tendría fácil. Lo que haría sería que mis socios comerciales dentro de la empresa le pongan más ganas al hacer un oral. A veces parece que les da flojera usar la lengua, lo cual es creíble, pues hasta para hablar son algo flojos. Tal vez sea que la edad les empieza a jugar en contra, lo cual no beneficia mucho el negocio. No es de extrañar que las chicas delegadas de las empresas amigas suelan recurrir a mí primero para llegar a algún acuerdo comercial. No sería la primera vez que alguna me diga que mi lengua llega más hondo que la de mis socios, o que muevo más enérgicamente mis dedos.
─ Ya veo ─ Madoka se ríe de manera queda, aunque Junko no tuvo problemas para oírla.
Escuela
─ Vamos, que anoche estuvo genial. Ya extrañaba tener ocho orgasmos en una sola noche en la que estuviese con un solo hombre ─ se pone a explicar Kazuko mientras Madoka la ayudaba a llevar los materiales para la próxima clase ─. Definitivamente hoy me siento en plena forma para lo que sea.
─ Ya lo creo, sensei.
─ Por cierto, Kaname, ¿tienes el fin de semana libre? Ahora mismo estoy de ánimos para dar clases especiales. Puedo enseñarte una tijera especial que Junko y yo desarrollamos cuando estábamos en la preparatoria.
─ ¿De verdad me enseñará, sensei?
─ Desde luego que sí. Ya verás que la técnica que te enseñaré te vendrá genial para cualquier ocasión, ya sea para pasar el rato con tus compañeras de clases y de trabajo, para conocer mejor a las amantes de tu futura pareja, o bien la puedes usar en caso de que te pelees con una amiga y quieras hacer las paces.
─ Entonces sí quiero que me enseñe a hacer esa tijera especial que dice ¿Puedo traer a Sayaka-chan y a Hitomi-chan?
─ La cosa será mejor mientras más chicas hayan, así que no veo una razón para negarme.
Sensei y estudiante llegan finalmente al salón, encontrándose con dos chicas haciéndole oral a unos chicos que estaban sentados. Hitomi y Sayaka figuraban entre los testigos, cuando la peliazul se percata de la presencia de Madoka.
─ Oh, con que al fin llegas, Madoka. Ahorita estamos viendo una competencia. La que haga que su compañero se corra primero gana, y lurgo de esta ronda venimos Hitomi y yo.
─ En ese caso no pasa nada si empezamos las clases un par de minutos después ─ Kazuko mira atentamente la competencia y sonríe ─. Es bueno ver que los chicos se entretengan sanamente y en un ambiente de paz. Cómo me llenan de orgullo cada vez que los veo así.
Madoka puede ver que Kyubey estaba justo en su asiento. Nadie parecía darse cuenta de su presencia, salvo Sayaka y ella misma, lo cual seguía sintiéndose un poco raro.
─ ¿Puedes escucharme de manera clara, Madoka? ─ la mencionada casi da un susto al oír dentro de su cabeza la voz de Kyubey ─ No tienes de qué preocuparte. Es para decirte que podemos perfectamente comunicarnos de manera telepática. Es bastante práctico para que podamos estar al día sin interferir en su cotidianeidad, especialmente de manera negativa.
─ Ya veo. Entonces así es como funciona ─ Sayaka mira disimuladamente a Kyubey mientras se pone a prueba hablando mediante aquel enlace mental ─. Oye, no es tan complicado como pensé que sería. De hecho es divertido. Pero hay algo que me genera una duda ¿Qué haces aquí, Kyubey? ¿No vendrá la tal Homura tras de ti si te ve por estos lados?
─ No creo que aquí se atreva. Hay demasiadas personas y le sería bastante inconveniente que de pronto intente arremeter contra algo que no está ahí, según la percepción de la mayoría de las personas presentes. Y en cualquier caso está Mami. Ella me puede ayudar en caso de que las cosas se compliquen.
─ Ya veo... ─ Madoka ve que no había tanto motivo para angustiarse entonces, por lo que vuelve su atención a la competencia.
Debido a que todo el salón estaba pendiente de lo que estaba pasando en el centro de la congregación, nadie se da cuenta del revuelo que se arma afuera debido a que entra una persona que casi nadie reconoce. Era el ex de Kazuko, la cual sólo se entera de su llegada cuando el sujeto abre la puerta y se pone de rodillas ante ella.
─ ¡Por favor vuelve conmigo, Kazuko! Te prometo que no se repite. Aquello fue un simple desliz...
─ ¿Otra vez con eso? Ya lo hemos hablado, y te dejé en claro que no pido fidelidad. Siempre pudiste acostarte con quien quisieras. Lo verdaderamente imperdonable es que conmigo, que era tu pareja oficial, no quisiste hacer nada, y eso de estar por fuera de los apetitos sexuales de mi pareja no me va, así que no quiero volver a tener nada contigo.
─ Te ruego que me des una oportunidad ─ los ruegos del sujeto terminan por interrumpir la competencia ─. Puedo demostrarte que por ti puedo sentir un gran deseo.
─ ¿Ah, sí? ─ Kazuko empieza a sonreír de forma malvada ─ Y dime tú, ¿qué tanto te puedo excitar?
─ B-bueno... Pues te digo que me pones a mil, como una bestia salvaje, como una fuerza sexual desenfrenada... ¡Como un gorila me pones!
La sonrisa de Kazuko se amplía y enseña los dientes. Su ex acabó por morder el anzuelo.
─ ¡Kaname! ─ ante el llamado de Kazuko, la pelirrosa se pone firme como si fuera un soldado ─ ¡Libro de biología, página 187, séptimo párrafo, a partir de la tercera línea! ¡Léelo en voz alta para todo el salón!
─ E-entendido ─ Madoka se apresura a buscar en su maletín, sacando rápidamente el libro de biología y ubicando lo que Kazuko le había pedido ─. A ver: Los gorilas machos cuando tienen una erección no suelen alcanzar los tres centímetros y medio de longitud, en comparación con los catorce centímetros que tienen los humanos en promedio. Por su parte, los testículos del gorila juntos pesan normalmente una onza y un cuarto, en contraste con la onza y media que pesan los testículos humanos. El siguiente detalle es la duración del apareamiento, que en los gorilas es de un minuto, mientras que los humanos pueden durar cuatro minutos en un acto de cópula simple. Y para finalizar, el gorila es el simio con menor frecuencia de apareamiento, a pesar de que los machos de lomo plateado tengan entre tres y seis hembras en sus harenes. Haciendo la comparación entre los cuatro simios más grandes (gorilas, orangutanes, humanos y chimpancés) y tomando en cuenta los apartados del tamaño del pene, el peso de los testículos, la duración coital y su frecuencia, el gorila es el último en tres de los cuatro apartados.
El ex de Kazuko estaba completamente pálido. Kazuko acababa de darle una paliza en público sin tener que hacer prácticamente nada. Simplemente estaba ahí, con una sonrisa de suficiencia y con los brazos cruzados. Estaba claro que disfrutaba verlo así de humillado.
─ Eso significa que te excito a un nivel tal que por mí tienes la verga chiquitita, las pelotas pequeñas, durarías poco conmigo, y encima ni siquiera me follarías seguido. Bueno, en casi todo el tiempo que estuvimos juntos ni siquiera me tocabas casi, así que realmente lo veo creíble. Ahora te agradezco que te vayas. Interrumpes el ambiente didáctico que intento proyectar en mis queridos alumnos, que por cierto los chicos aquí están todos, toditos, mejor dotados que tú, que lo digo por experiencia. Tus potentes... ¿tres centímetros, o quizás cuatro? Bueno, creo que puedo compensarlo con casi una docena de niños que, estando en crecimiento todavía, no se bajan de los once centímetros, y además está mi nuevo novio, el cual sí me da como cajón que no cierra y quiere invitarme siempre que se va a acostar con sus vecinas, y todavía no te cuento de las grandiosas chicas que aquí puedes ver, cada una siendo una amante de primera categoría donde sea que estén plantadas. Tu ausencia en mi vida es algo que penosamente intentaré superar con personas que sí me darán lo que tú me negaste.
─ Sensei es la mejor del mundo. Gracias a ella somos la mejor clase de la escuela, y por eso estamos todos de su lado ─ una chica de la clase se abraza con fuerza a Saotome y recuesta su rostro a su pecho.
El ex de Kazuko no aguantó más y se fue de allí, no queriendo esperar a que Kazuko lo arrastrara más frente a todo el mundo. Homura llega justo en ese momento, y gracias a que estaba usando sus lentes puede ver al sujeto a tiempo para esquivarlo.
─ ¿Y ese sujeto?
─ Ah, llegas justo a tiempo, Akemi ─ Kazuko va caminando hasta su escritorio para empezar a sacar sus cosas, y en eso ve a los alumnos ─. Vamos, sigan entreteniéndose un poco más. Yo no tengo ningún problema con esperar un rato.
Los chicos que estaban inmiscuidos en la competencia le dan las gracias y retoman lo que estaban haciendo, pero Sayaka y Madoka se quedan mirando con cierta desconfianza a Homura. Parecía que Homura estaba viendo a Kyubey, el cual rápidamente va a los hombros de Madoka, como si allí contase con un refugio seguro.
Homura frunce el ceño, pero para no llamar la atención se hace la desentendida y toma asiento, buscando arreglar sus cosas para cuando Kazuko dé la orden del inicio de sus clases.
─ Parece que no está muy contenta ─ dice mentalmente Madoka intentando fingir que le ponía atención a la competencia.
─ No te preocupes, que si se pone impertinente la pongo a cuatro patas y la hago gritar mi nombre a modo de ruego por piedad ─ Sayaka intenta verse ruda e imponente, pero Homura no parece hacerle mucho caso.
─ Definitivamente es algo que tú dirías, Sayaka-chan.
Una vez más ambas miran a Homura para ver si tenía algo perverso entre manos, y lo único que ven es que Homura, poniendo cara de enfadada y quitándose los lentes, voltea a verlas también y les saca la lengua. Hasta el inicio de las clases no hace absolutamente nada más interesante que eso.
CONTINUARÁ...
Para el próximo capítulo se viene la segunda parte de la adaptación del segundo capítulo del anime, y como ya deben saberlo, la cosa seguía ardiendo de muy buena manera xD. Espero que se cuiden, y recuerden la enseñanza que este capítulo nos ha dejado, que es el de nunca, pero NUNCA, presumir la virilidad de un gorila. Sean inteligentes, que si alguien más sabe este dato puede venir luego a enterrarlos vivos en el sepulcro de la humillación xD.
Hasta otra
