Bueeeeeenas. He tenido un sinfín de inconvenientes que me dejaron imposibilitado de actualizar (y de escribir en general), pero afortunadamente parece que eso está quedando atrás. Ojalá que así quede definitivamente, que me fastidia mucho quedarme estancado. Ahora los reviews:
Zaisoooh: La lista pretendí hacerla únicamente con los cuatro "simios mayores" y no con cinco ni con más, así que no, no fue un olvido ni nada parecido. Todavía faltan varias cosas por ver, que apenas aquí es que termino de parodiar el segundo capítulo del anime original de Madoka. De todos modos permanece a la expectativa.
Gerendo01: Yo creía que lo del meme del gorila no lo había compartido. Se me había olvidado completamente, pero igual ya lo hecho, hecho está. Y menos mal que no ves el lemmon a futuro de manera rígida, porque aquí definitivamente no se va a manejar así. Aquí el lemmon va a salir de la primera forma que surja xD.
Eso es muy bueno de tu parte II
Las clases habían dado inicio finalmente, pero Madoka y Sayaka sentían que Homura no paraba de voltear a mirarlas. Se estaban sintiendo acechadas, pero no de la manera como cuando tenían a todos los chicos de su clase viéndolas cambiarse para ir a la piscina y hasta se masturbaban enfrente de ellas. Esta vez se trataba de algo que a la peliazul le daba muy mala espina.
Mami les había dejado en claro que estaría ahí para ayudar si se le necesitaba, y eso en cierto modo era un alivio.
Flashback
─ Ah... Ahhhh... Más profundo, Mami-san. No pares...
La rubia sostenía por ambas muñecas a Madoka mientras la estaba embistiendo sin demasiada prisa, pero al menos ponía el entusiasmo suficiente para que la pelirrosa no pudiese parar de gemir. Sayaka por su parte ya acababa de venirse después de un buen rato recibiendo ese mismo trato de parte de Mami, y ahora estaba viendo la cara de Madoka.
─ Me es inevitable pensar en algo importante ─ dice Sayaka mientras aprovecha la oportunidad para pellizcarle uno de los pezones a Madoka ─ ¿Por qué querría esa chica llamada Homura atacar a Madoka?
─ Ahhh... Oh, yeah... No creo... que me buscara a mí, Sayaka-chan...
─ En realidad venía por mí, Sayaka ─ le corrige Kyubey tranquilamente ─. Desconozco las motivaciones reales de Akemi Homura, pero sí tengo bastante claro que tiene la idea de ir tras de mí y hacerme daño.
─ ¿Y eso por qué? Se supone que haces chicas mágicas. Más aliadas significa más seguridad para enfrentar a las brujas y derrotarlas, además que Mami-san es bastante hábil con el juguetito.
─ Más chicas mágicas también implica una mayor competencia, Miki-san ─ le responde Mami antes de soltar una de las muñecas de Madoka y darle una sonora nalgada ─. El cazar brujas trae sus propias recompensas, y algunas chicas mágicas codiciosas buscan quedarse con todo lo que las brujas dejan tras de sí una vez que son derrotadas.
─ ¿O sea que es como un RPG de aventuras y fantasía en línea? Eso se oye fascinante ─ Sayaka aprovecha que Mami ahora eleva el torso de Madoka para chuparle los pezones, e incluso usa sus dedos para frotar el clítoris de la pelirrosa ─. Pero todavía considero que no debería ser tan dura ¿Es que acaso no hay brujas por todas partes?
─ No es tan sencillo, Sayaka ─ Kyubey estaba viendo la escena desde cerca, y en ese momento decide intervenir ─. Las brujas no son ilimitadas, y dependiendo de qué tan intensa pueda llegar a ser la cacería de las mismas, o la cantidad de chicas mágicas en un mismo sitio con disponibilidad a cazarlas, puede darse que las brujas escaseen, haciendo que algunas chicas mágicas tengan que ir a otra parte o tengan que pelearse con otras chicas mágicas en aras de hacerse con ese beneficio.
─ ¿Pelear? Te refieres a tijerazos, ¿verdad?
─ Ocasionalmente sí, pero no es lo más común, Sayaka. Lo más usual es que peleen en serio por el beneficio que obtienen de derrotar a las brujas.
Sayaka alza ambas cejas. La cosa con respecto a las chicas mágicas sí que resultaba conflictiva, mucho más de lo esperado.
─ Me vengo... Ya está saliendo, Sayaka-chan, Mami-san...
Ambas aludidas hacen caso a las palabras de Madoka y unen fuerzas para hacer que su orgasmo fuese lo más intenso posible. Sayaka conocía bien por dónde lamer para que de ese modo Madoka quedara completamente satisfecha. Luego de largar un buen grito que resonó por toda la habitación, Madoka estaba sonriente mientras intentaba retomar el control de su respiración.
─ No se preocupen ─ Mami permite que Madoka repose la cabeza sobre sus muslos y le acaricia un poco el cabello ─. Dudo mucho que ella vaya de forma precipitada a armar un alboroto, aunque de todos modos las ayudaré en lo que haga falta.
─ Muchas gracias... Mami-san ─ le responde Madoka.
Fin del flashback
Madoka y Sayaka se encontraban en la azotea de la escuela. Justo estaban empezando a quitarse la ropa para tener sexo entre ellas (dándoles completamente igual que Kyubey las estuviese viendo), cuando en eso llega Homura, justo cuando ambas chicas apenas se habían quitado la mitad superior del uniforme. Había sido algo sorpresivo, y Sayaka se pone inmediatamente a la defensiva. Homura mira por un momento a Sayaka, dedicándole una mirada fría que termina intimidando a la peliazul y la hace retroceder. En cuanto a Madoka, ella yacía temerosa, como creyendo que Homura intentaría hacerle daño de alguna manera.
─ ¿H-Homura-chan?
La pelinegra toma por los hombros a Madoka y la hace darle la espalda, le sube la falda y le baja la ropa interior de un tirón. Madoka estaba completamente sorprendida, parecía indefensa, y ese porte que tenía Homura la intimidaba completamente.
─ Kaname Madoka, ahora recibirás el castigo que te corresponde por no hacerme caso.
─ ¿Q-qué tienes pensado hacerme, Homura-chan?
─ Más bien empieza a preguntar qué no tengo pensado hacerte.
Madoka empieza de pronto a gemir ante la acción de Homura, que consiste en asaltar su lugar preciado con dos dedos. Lo estaba haciendo con fuerza, dando a entender que Madoka estaba enteramente a su merced, y la pelirrosa nada podía hacer para cuestionarla.
Azotea de la escuela
─ Homura. Tierra a Homura ─ Sayaka chasquea los dedos sobre el rostro de la pelinegra, haciéndola espabilar de golpe ─ ¿Se puede saber a qué has venido? Madoka y yo estábamos a punto de entretenernos un rato.
Homura intenta decir algo, pero sólo le salen algunos balbuceos sin sentido. Su gran problema no es que Madoka y Sayaka estuvieran desnudas de la cintura para arriba, sino que estaban demasiado cerca, y eso la ponía sumamente nerviosa. A lo lejos fue capaz de divisar a Mami, la cual estaba comiendo de lo más contenta y contemplando el escenario bastante entretenida. Madoka y Sayaka se acercan todavía más, y Homura retrocede, chocando contra la pared.
─ No está bien que interrumpas así a las demás personas, Homura-chan ─ Madoka se notaba algo molesta. Era una molestia que lucía cómica, pero era molestia, a fin de cuentas ─ ¿Qué es lo que realmente pretendes? ¿Por qué intentas impedir que tome una decisión sobre si convertirme en chica mágica o no?
─ ¡Eso mismo! Responde ahora, Homura.
Homura estaba completamente acorralada, terminando por caer sobre sus rodillas, y Madoka y Sayaka se estaban acercando más y más. Ya hubo un punto en que ambas chicas atrapan el rostro de Homura entre sus pechos, y a partir de ahí empiezan a apretar, cortándole la respiración a la pelinegra, la cual parecía aguantar como podía.
─ N-no... no podemos... Alguien podría vernos...
─ Pero eso nunca ha sido un impedimento para Sayaka-chan y para mí, Homura-chan ─ en eso la puerta de la azotea se abre de nuevo, apareciendo dos chicos y una chica de otro curso, y Madoka y Sayaka los saludan con un gesto ─. Si quedan con ganas recuerden avisarnos, por favor.
─ Ahora será mejor que hables, Homura ─ Sayaka presiona todavía más su busto contra el rostro de Homura ─. Responde ahora mismo o te terminaremos matando de asfixia con nuestras tetas ¡Responde!
Homura vuelve a balbucear. Los lentes se le mueven debido a que el pezón de una de ellas (no supo distinguir cuál de las dos) se los había movido. La tenían completamente atrapada y la tenían sometida a un interrogatorio del que no sabía cómo podría escapar. Y Kyubey viendo todo con una tranquilidad perturbadora, como siempre, como si estuviera esperando que Sayaka cumpliese su amenaza.
No quería rendirse. Sentía que debía aguantar, todo sea por el bien de su objetivo, pero estaba completamente doblegada, y al final abre todo lo que puede su boca para empezar a chupar el primer pezón que le llegara ahí, que para su suerte era de Madoka.
─ Pareciera que está cediendo, Sayaka-chan.
─ Ya lo creo ─ Sayaka se ríe un poco mientras ve cómo Homura succionaba como si fuera un bebé ─. Pero no me dejes mirando nada más. Agarra mi pezón también.
Sin apartar el pezón de Madoka, ahora Homura tenía también el pezón de Sayaka dentro de su boca, por lo que se dedica también a chuparlo lo mejor que puede. No pudo aguantarlo más, y Madoka y Sayaka se sentían vencedoras. No era para menos, si ya la tenían donde querían, y tanto Mami como Kyubey, cada quien desde donde se encontraba, lo veían todo con total comodidad. Ya en este punto, por más que se dijera mentalmente que debía aguantar y hacerse la fuerte, la verdad es que estaba completamente indefensa y haciendo lo que a Madoka y Sayaka les daba la gana.
─ Buena chica, Homura-chan. Realmente eres una buena chica ─ Madoka acaricia la cabeza de la pelinegra, dosificándola todavía más ─. Ahora dinos cuál es tu verdadero objetivo. Si nos lo dices, puedes hacer esto todas las veces que quieras, e incluso te trataremos con mucho cariño.
Homura no estaba segura de poder guardar silencio. Teniendo su escasa visión completamente nublada y habiéndosele caído los lentes, sólo le quedaba deducir que Madoka y Sayaka estaban entretenidas, viéndola completamente a sus pies y dispuestas a seguir adelante. Se supone que había venido para cerciorarse que las cosas estuvieran razonablemente bajo control, pero lo único que consiguió fue convertirse en una muñeca en manos de esas dos chicas que no mostraban pudor alguno.
─ Vamos, dinos lo que sabes. Seremos piadosas contigo si hablas ─ Sayaka vuelve a restregar sus tetas contra el rostro de Homura ─. No creo que nos vayas a decir que no te gusta chupar nuestras tetas ¿O acaso es verdad lo que me temo y no te gusta?
─ S-sí me gusta, Miki-sama.
─ Eh, me alegra saber que no olvidas que debes llamarme así ─ Sayaka sigue restregando un poco más sus pechos, pretendiendo enloquecer completamente a Homura ─ ¿Eso significa que es mentira cuando dijiste que los pechos de Mami-san no te gustaban, o simplemente es que te gusta que te atrapen con pechos pequeños y medianos?
─ Sólo era para intimidarla. Q-quería que sintiera que no podía usar sus pechos conmigo, y por eso lo dije. Sólo quería salvarme de ser vencida fácilmente por Tomoe Mami.
─ ¿O sea que si ella se uniera a esto, tú no serías capaz de resistir los ataques de Mami-san usando sus enormes tetas?
─ N-no podría... Es demasiado para mí...
─ Tu fijación en las tetas es curiosa, tomando en cuenta que tú misma casi no tienes. Pero no importa. Siempre hay quien disfruta de un busto discreto, siendo ese nuestro caso ─ Sayaka remata dándole unas bofetadas a Homura usando su busto ─. Ahora te lo repito ¿Cuál es tu verdadero objetivo? Dilo ahora, que estamos un poco impacientes. Madoka y yo queremos tener sexo ahora mismo y se nos acaba el tiempo, así que habla.
Homura ya no podía aguantar más. Estaba por soltar todo aquello que estaba escondiendo de las demás, cuando en eso se acuerda de sus viajes anteriores. Nunca funcionaba lo que intentaba, y por más que intentara sincerarse, Kyubey siempre estaba un paso por delante de ella. Pensar en eso la enfurece. No podía permitirse caer, y menos si eso dejaba en evidencia su secreto, así que intenta huir de ahí. Se lanza a un lado para eludir las tetas de Madoka y Sayaka, y como estaba de rodillas, lo mejor que se le ocurre es escapar a gatas. El problema es que no estaba llevando sus lentes, por lo que se termina golpeando la cabeza contra la pared, estando justo a un lado de la puerta.
─ Creo que se te cayó esto, Homura-chan ─ Madoka le acerca los lentes.
Sin decir absolutamente nada acepta el favor de Madoka y se pone los lentes antes de escapar de allí finalmente. Madoka y Sayaka simplemente se quedan mirando.
─ Bueno, tal vez si hubiésemos pedido a Mami-san que se nos uniera en un principio lo hubiéramos logrado ─ Sayaka se cruza de brazos, un poco molesta por no haber logrado obtener la información que quería.
─ Pues ya no se puede hacer nada, Sayaka-chan. Ya para otro momento le preguntamos de nuevo a Homura-chan.
─ Lo sé ¿Te animas a que empecemos ahora con lo que vinimos a hacer?
─ Preocúpate si te dijera que no quiero follar, Sayaka-chan.
Ambas chicas van entonces con aquellos tres estudiantes que ya habían empezado desde antes, si bien harían lo suyo por su propio lado. La razón era simple: Querían ver a la chica recibiendo una doble penetración, y a cambio ellas le mostrarían al trío cómo hacían ellas el 69. Bajo esa perspectiva, sentían que ambas partes saldrían ganando. Mami por su parte se tuvo que retirar, viendo que tenía compromisos propios por atender.
Varias horas después
Era la primera salida oficial de Madoka y Sayaka para que Mami les enseñe qué tal era la cacería de brujas. Como primer punto de parada habían elegido una cafetería para saber qué provisiones contaban Madoka y Sayaka para que así Mami pudiera estar segura de qué hacer respecto a ellas.
─ ¿Qué es lo que tienes tú para defenderte en caso de que yo no pueda hacer algo por ustedes, Miki-san? ─ Mami mira primero a la peliazul, la cual sonreía confiada.
─ Me traje un consolador de cabeza rotatoria ─ Sayaka saca el mencionado aparado de su maletín, e incluso lo enciende para que Mami viese que funcionaba ─. Mi madre siempre me dice que algún día esto podría salvarme la vida, pero nunca pensé que sería en un sentido literal.
─ Tampoco yo me habría imaginado que algo así ocurriese ─ dice Kyubey desde los brazos de Madoka, comiendo parte de lo que la pelirrosa había ordenado.
─ Parece bastante util ─ ahora Mami mira a Madoka ─ ¿Y qué hay de ti, Kaname-san?
─ P-pues... la verdad es que desde ayer ando tan a la expectativa sobre cómo sería yo como chica mágica que lo único que hice fue pensar en cómo podría verse mi atuendo de chica mágica ─ Madoka saca su cuaderno, permitiendo que las chicas viesen lo que había dibujado.
─ ¿Este es tu traje soñado de chica mágica? ─ Sayaka mira con total detalle el dibujo ─. Por un segundo juraba que esto era el traje de dominátrix de tu madre.
─ Sí que está basado en eso, pero como puedes ver, Sayaka-chan, implementé algunos cambios para que sea más cómodo en el combate contra las brujas.
─ Pues está muy bien pensado el diseño. Debí intentar tener algo similar ─ Mami suspira algo decepcionada ─. Supongo que a estas alturas no hay nada que pueda hacer al respecto. Como sea, tenemos que irnos ahora. Tenemos una bruja a la cual cazar.
─ ¡Sí!
Un rato más tarde
La cacería de brujas era una cuestión de paciencia, mucha paciencia. Según Mami, las brujas podían estar donde hubiese un alto nivel de violencia, depresión o cosas similares, haciéndolas partícipes en buena medida de actos criminales, cuadros de salud que empeoren de forma súbita o en actos de autoflagelación de cualquier nivel. Dicha explicación resulta aterradora, pero la rubia les había dado su palabra de que estarían a salvo mientras estuviesen con ella. Mami había tenido que ir buscando mientras caminaba por la calle. Afortunadamente a esas horas la calle no estaba muy transitada, pues así nadie tendría que llamarle la atención por estar más pendiente de la gema en su mano que en el camino, si bien Madoka y Sayaka la asistían para que no se diera de cara contra un poste o una pared que estuviese justo al frente.
La búsqueda las lleva finalmente a un edificio abandonado. Allí se encuentran con rastros de que allí estuvo alguien, cosa que las preocupa mucho. Era peligroso. Si la bruja había atrapado a la persona que estuvo ahí, quién sabe lo que le podría hacer. En eso Madoka alza la mirada y se encuentra a una mujer que estaba lista para lanzarse desde el techo.
─ ¡Mami-san, mira arriba!
Sayaka y Mami actúan automáticamente y pueden ver también a aquella señora que parecía completamente ida y que ya había dado el salto con rumbo al vacío. Madoka y Sayaka tenían el corazón en un puño, mientras que Mami se transforma rápidamente para luego invocar varias cintas que salvan a la mujer al último segundo y la depositan suavemente en el suelo.
─ No se preocupen. Parece que simplemente está inconsciente. No le veo ningún daño.
─ ¿Eso es lo que hacen las brujas? ─ Sayaka mira con horror a aquella señora que estuvo a nada de quitarse la vida.
─ No. No noto ninguna marca del beso de una bruja ─ Mami empieza a revisar a la mujer, y sólo encuentra unos cuantos papeles ─. Aquí veo un embargo de la casa ordenado por el banco y una carta de su esposo diciendo que la abandonó y que también se llevó a los hijos.
─ Con razón. A cualquiera se le quitan las ganas de vivir con eso ─ dice Madoka sintiendo lástima por la mujer ─. Pobrecita. Luego de que acabemos de buscar a la bruja deberíamos despertarla y tratar de darle consuelo.
─ Con algo de té y palabras de aliento debería bastar, y ya luego que ella diga qué más puede faltar ─ le responde Sayaka.
─ Puede ser, pero nos estamos desviando del motivo de nuestra llegada ─ Mami mira con seriedad el interior del edificio ─. Hay una bruja esperando allí dentro a que alguien desprevenido e imprudente entre para así para causarle dolor y tristeza, y es mi deber impedir que lo logre. Pero antes de proceder...
Mami le hace una seña a Sayaka para que se acerque, a lo que la peliazul le hace caso. Mami toma el consolador y usa su magia para hacerlo mucho más grande. Tanto Madoka como Sayaka estaban sorprendidas con lo que Mami acababa de lograr, a pesar de que esperaban que hiciese algo con su magia para afectar el consolador.
─ Ahora sí, vengan conmigo.
Las tres chicas se internan en el edificio, encontrando pronto una especie de portal de colores, la cual revelaba de forma algo descarada la ubicación de la bruja. Sin dudarlo entran allí, encontrando un mundo algo extraño, con criaturillas dando vueltas por ahí sin ningún motivo aparente. Uno de esos bichejos parecía haberse percatado de la presencia de las visitantes, por lo que se acerca, pero Mami lo pisa sin dudarlo. Acto seguido, hace aparecer de debajo de su falda algunos mosquetes, los cuales agarra para empezar a pegar tiros a las criaturas.
─ ¿Qué estás haciendo, Mami-san? ¿Acaso estas cosas son la bruja o qué? ─ Madoka mira a varias de esas cosas acercándose con algo de agresividad.
─ No. Estos son en realidad familiares de la bruja, invocaciones a su servicio, pero dañarlos sirve bastante para llamar la atención de la bruja.
Una puerta bastante curiosa se abre ante las chicas, y tras esta varias puertas más se abren igualmente, y al final aparece la bruja a la que Mami tenía que derrotar. Era grande y fea, completamente desagradable. Madoka y Sayaka ven a esa cosa con gran horror y asco, mientras que Mami da un paso al frente para luchar.
─ Hora del combate.
Mami salta entonces y empieza a disparar, mientras que Sayaka usa su consolador para ahuyentar a todos los familiares de la bruja que se iban acercando. Daba la impresión de que la pelea iba a ser muy dura, y más cuando la bruja empieza a lanzar cinturones de castidad a Mami, la cual conseguía esquivar los golpes por muy poco.
─ ¡Es un monstruo! ─ Madoka contemplaba horrorizada aquellos cinturones de castidad ─ ¿Qué clase de aberraciones son realmente las brujas para llegar a semejante nivel?
Mami no pierde el tiempo y se pone a disparar varias veces a la bruja. Aquella criatura no conseguía esquivar los impactos, terminando más bien por retroceder ante estos. Mami parecía tener rápidamente el combate en el bolsillo, e incluso se quita una cinta que tenía atada al cuello de su atuendo para invocar un cañón gigantesco, pero este tenía un aspecto algo peculiar. En la parte trasera de dicho cañón había un depósito transparente en el que se veía algo líquido, aunque Madoka y Sayaka dudaban que fuera precisamente agua.
─ Ahora prepárate, bruja ─ Mami pega un salto y apunta a la bruja antes de disparar ─ ¡Siente mi Tiro Finale!
El cañón dispara, revelando que su contenido constaba realmente en líquidos vaginales que bañan completamente a la bruja. La criatura empieza a disolverse completamente hasta que no queda nada de su cuerpo, salvo por un objeto pequeño y de color negro que empieza a rodar por el suelo. El campo de la bruja desaparece completamente, y en cuestión de segundos ya todas estaban en el mundo real.
─ ¿Qué fue eso? ─ Madoka se acerca al objeto oscuro, pero Mami lo agarra antes que ella.
─ Las brujas sufren daño ante aquello que los humanos disfrutan, como lo es el sexo. Como ya les habíamos dicho Kyubey y yo, las brujas representan la desesperación y el sufrimiento, así que necesitamos algo de entretenimiento y disfrute para aplacarlas un poco, y en mi caso usé… ¿Cómo decirlo? Supongo que "jugo de amor" viene bien para denominar a las balas ─ remata Mami guiñando un ojo a sus compañeras ─. En cuanto a esto...
─ Se llama semilla de sufrimiento ─ Kyubey salta de los brazos de Madoka y cae en el hombro de Mami ─. De la misma manera que las joyas del alma representan a las chicas mágicas, las semillas del sufrimiento representan a las brujas. Es en este punto que las chicas mágicas se hacen con la recompensa.
Madoka y Sayaka no comprenden lo que quiso decir Kyubey hasta que ven que Mami acerca su joya del alma a la semilla de sufrimiento y ven cómo de la joya sale una especie de niebla oscura que se transfiere a la semilla.
─ El uso de las joyas del alma implican su desgaste, además que una chica mágica se va sintiendo más tensa y frustrada conforme más se oscurece su joya del alma. Es importante cazar brujas con regularidad para que este escenario no llegue demasiado lejos.
─ Ya veo. Con razón es raro que las chicas mágicas hagan equipo ─ reflexiona Sayaka.
─ Todavía queda un poco de capacidad en esta semilla, así que ten ─ Mami lanza la semilla de sufrimiento, cayendo en manos de Homura. Madoka y Sayaka se sorprenden al saber que ella estaba ahí ─. Sabes que lo vi todo cuando estaban en la azotea, así que úsala o no dudaré en usar mis pechos contigo, dando igual lo que digas para disuadirme.
Homura se nota bastante nerviosa, incluso se nota cuando traga fuerte. Con manos temblorosas procede a hacer lo que Mami le había indicado, y luego le devuelve la semilla de sufrimiento a la rubia.
─ A lo que había venido realmente era otra cosa, pero parece que de momento todo está bajo control ─ dice Homura de manera atropellada y dando la vuelta de manera algo brusca ─. En ese caso no tuvo caso que viniese a este lugar.
Homura se va corriendo. Madoka y Sayaka no comprendían qué le estaba pasando para que tuviese esa actitud tan esquiva y misteriosa, pero tal parecía que no iba a ser ese el momento en que lo sabrían.
Entrada del edificio
Madoka, Sayaka y Mami proceden a despertar a la señora que recién había intentado matarse. No fue mucho problema hacer que abriese los ojos, y la señora se sienta mientras se sostiene la cabeza.
─ No se preocupe, se encuentra bien ─ le dice Sayaka con una sonrisa.
─ ¿Bien? ¿Cómo puedo yo estar bien? Mi marido me dejó, se llevó a los niños y me dijo que mi vagina ya no aprieta como antes, y de paso me he quedado sin casa, aunque esto último es lo de menos, que la verdadera razón por la que perdí la casa es porque no quise pagar la hipoteca para que así los banqueros no se llenen los bolsillos a mis expensas. Vivir así ya no tiene sentido.
─ ¿Que su vagina ya no aprieta? ¿Pero acaso no hace ejercicios de fortalecimiento vaginal ni nada parecido? ─ Madoka no puede evitar cuestionar a la señora, la cual la mira algo confusa.
─ ¿De verdad es posible hacer eso?
─ Claro que sí. En las secundarias es lo primero que nos enseñan, que de ese modo prolongamos nuestra capacidad de mantener el disfrute sexual al máximo. La experiencia sexual es más que simplemente el mete y saca de toda la vida.
─ Ah, lo siento. Es que mi marido y yo somos extranjeros, y jamás he recibido ese tipo de educación antes ─ confiesa la señora con algo de pena ─. Pensaba que se había acabado todo, que mi vida sexual había llegado a su fin…
─ Eso no es tan simple, y todos modos hay más sitios donde su marido podría haberla follado a gusto, no solo su vagina ─ le dice Mami tranquilamente.
─ ¿Eso se puede?
Madoka, Mami y Sayaka se miran mutuamente. Esa señora parecía haber estado viviendo debajo de una piedra todo este tiempo. De todos modos, y pese a que a primera instancia podía parecer exasperante el tener que enseñarle a esa señora (y a su marido si se lo llegan a encontrar) que el sexo iba más allá de las nociones más básicas y elementales, la verdad es que esas tres chicas no lo veían tanto de esa manera.
Perfectamente podrían entretenerse un rato. No era de todos los días conseguir a una mujer mayor que ellas que resultara tan inocente. Sayaka saca su consolador, y Mami y Madoka sacan también algunos juguetes de su bolso para proceder a su lección exprés. Y también le dirían que si quiere evitar las hipotecas entonces que no las pida.
CONTINUARÁ…
¡Por fin! He logrado completar este capítulo donde no sé yo quién ha sufrido más, si yo con el problema de mi teclado (la semana pasada) y la luz (hace un par de días), o si las protagonistas con esta historia tan cruel por la que las hago pasar. Espero en todo caso que la espera haya valido la pena, y pronto vengo con más.
Hasta otra
