Por fin estoy aquí de vuelta. Ahora sí vamos a darle comienzo a lo que es el quinto capítulo de esta historia torcida. Para empezar lo de siempre:
Gerendo01: Más momentos WTF se vienen a futuro. Siéntate y espera tranquilo, que eventualmente los irás viendo, aunque creo que justo en este capítulo empezarás a ver más de esos momentos. Al hacer mención al anime de Juuden-chan, te digo que sí lo vi, pero no pensaba en ese anime cuando quise detallar lo de las transformaciones. Y no sé de dónde sacar que ese anime es una mierda, si es una obra maestra xD. Ok, esa cosa habría encajado mejor como un hentai que como un anime normal, que allí la parte de las chicas orinándose, aunque siguiera siendo exageradamente recurrente, al menos se justificaría un poco más. Y tranquilo, que tampoco yo veo prisa en que tú o nadie más vea It. Cada quien viendo lo que quiera cuando quiera.
Zaisoooh: Pues eso, que aquí le estoy sacando el jugo a la versión tímida de Homura, si lo vengo haciendo prácticamente desde el primer capítulo. Y todavía hay mucho más para ver de esa manera a Homura, ya verás. El tema de los ships no pretendo hacerlo demasiado rápido, que también es la intención hacer la trama medianamente reconocible de lo que es el anime, así que de momento calma.
Eso definitivamente no está bien I
Kyouko, Sayaka y Homura tiritaban de frío luego del combate (o lo que parecía ser un combate) que habían protagonizado en el charco que todavía estaba expandiéndose al punto en que no les extrañaría que ya el agua hubiese llegado a la calle. Usaban desesperadamente su magia para secarse y recuperar un poco del calor perdido, todo mientras Kyubey se las quedaba mirando.
─ Parece que se han cansado de estar jugando en el agua.
─ ¡No estábamos jugando! ─ le responde Homura con molestia.
─ La ropa se me ha echado a perder ─ Kyouko veía cómo había quedado después de intentar secarse ─. Así se pierde un poco el chiste de humillarlas un rato, pues se supone que no debían siquiera tocarme ─ la pelirroja da entonces un salto que la lleva mucho más arriba, permitiéndole llegar hasta una parte sobresaliente del edificio ─. Me tendré que limpiar un poco y arreglar este desastre que llevo puesto, así que nos veremos pronto. Ya les rebanaré el culo en lonjas a las dos en otro momento.
─ ¡Y a la próxima te irá peor! ─ se pone a gritar Sayaka en lo que Kyouko ya había desaparecido de su vista, y Homura se la queda mirando con escepticismo.
─ ¿Peor en qué? Sakura Kyouko trapeó el suelo contigo.
─ Grr ─ Sayaka lanza una mirada asesina a la pelinegra ─. Es obvio que alguien como tú no lo entendería. Todo eso no era más que una estrategia para agarrar a esa chica con la guardia baja y poder derrotarla.
─ Sí, claro. Ahora cuéntame una de zombis, por favor.
─Como sea, mejor nos vamos, Madoka… ¿Madoka?
Homura y Sayaka voltean para ver a la pelirrosa congelada en el suelo, con las manos al frente y con una sonrisa divertida adornando su rostro. Ella no había salido a tiempo del agua, y Homura y Sayaka se apresuran para sacarla y descongelarla mientras Homura recriminaba que Madoka hubiese tenido la inteligente idea de lanzarse desnuda al agua.
─ Serás tonta, Madoka ¿Por qué no te mantuviste al margen mientras estaba deteniendo aquella pelea sin sentido?
─ ¿Quién está fanfarroneando ahora, Homura? ─ Sayaka mira burlona a la pelinegra.
─ ¿Acaso exageré diciendo que esa pelea no tenía sentido?
─ No hay razón para preocuparse ─ Kyubey se acerca al cuerpo congelado ─. Madoka simplemente está inconsciente. Sólo hay que descongelarla y ya está.
─ De eso me encargo yo ─ Homura aleja todo lo que puede el cuerpo de Madoka del charco, y luego le agarra el rostro, pero pronto la suelta ─ ¡Está demasiado fría! Tremenda idea la que se le ocurrió con esta tontería.
─ Lo que hay que hacer es llevarla a su casa, tonta ─ Sayaka intenta agarrar también a Madoka, pero el frío la ahuyenta de la misma manera que con la pelinegra, por lo que mira a Kyubey ─ ¿De verdad Madoka se encuentra bien?
─ Está respirando, y sus latidos no parecen demasiado alterados ─ Kyubey palpa el pecho de Madoka con una oreja, pero la misma se le congela completamente ─. Vaya problema. De verdad es razonable que duden de la situación de Madoka estando precisamente así.
Homura y Sayaka veían que no tenían más opción que descongelar a Madoka con magia antes de regresarla a casa. La faena no había terminado todavía para ninguna de las dos.
Casa de Sayaka
─ Vas a tener que prepararte bastante, no solo para seguir derrotando brujas en el futuro, sino para lidiar con Kyouko y Homura también ─ dice Kyubey desde la cama de la peliazul ─. Y una cosa más ¿No vas a dejar esas semillas de sufrimiento? Mira que si las dejas madurar mucho se vuelven a convertir en brujas.
─ Olvídalo. Esto es entrenamiento, y de todos modos ya las había derrotado antes. Podría hacerlo otra vez si vuelven a salir ─ Sayaka había pegado con cinta adhesiva todas las semillas de sufrimiento que había conseguido hasta el momento, logrando hacer una simulación de pesas ─. Esta es mi preparación especial: A fuerza de entrenamiento me haré lo bastante fuerte para devolverle a esa Kyouko toda la humillación que me hizo pasar. Esto jamás se lo voy a perdonar.
Sayaka se pone en posición para levantar las pesas que había hecho, pero apenas sí es capaz de alzarlas un par de centímetros antes de tener que soltarlas. Kyubey veía aquello con un poco de pena, pero se reservó cualquier comentario al respecto, pues no consideraba pertinente decir nada.
─ Tengo una pregunta, Kyubey ─ Sayaka voltea a mirar al minino alienígena ─ ¿Mami era más fuerte que yo al momento de pelear contra las brujas?
─ ¿Más fuerte? Si te atrevieses a retarla estando ella en plena condición, Mami en segundos te tendría tratándola de Mami-sama o algo así ─ la respuesta de Kyubey deja pálida a Sayaka ─. Definitivamente no debes intentar compararte con Tomoe Mami. No te conviene hacerlo.
─ Gracias por tu apoyo moral, fulano parlante ─ le dice Sayaka molesta.
─ ¿Cómo me llamaste?
─ Fulano parlante.
─ ¿Y a qué viene eso?
─ ¿Acaso no sabes? Un fulano es un gato…
─ Ah, entonces quisiste decir felino, Sayaka.
La peliazul vuelve a intentar hacer sus ejercicios, pero no duró mucho más que la vez anterior. Deseaba derrotar a Kyouko, pero no se hacía una idea de cómo lograrlo.
─ ¿Cómo es que esa chica se ha vuelto tan fuerte?
─ Kyouko tiene un tiempillo en el oficio de cazar brujas, por lo que ya había venido curtida por la práctica, además que eso también implica que se ha hecho con varias semillas de sufrimiento. Eso le ayudó sin duda a incrementar las capacidades que ya le otorgaban de por sí su potencial mágico.
─ Ya veo ─ Sayaka se cruza de brazos, poniéndose pensativa ─. O sea que para derrotarla también debo recolectar semillas de sufrimiento. De esa manera podría volverme más fuerte. Podría incluso derrotar a Kyouko si consigo muchas más semillas que ella, ¿verdad?
─ La cantidad de semillas que tendrías que recolectar para poder superarla en un uno contra uno sería una bestialidad, y más tomando en cuenta que ella está continuamente en movimiento, Sayaka.
─ ¿Le estás agarrando el gusto a humillarme? ─ dice Sayaka con una gota en la cabeza.
─ Para nada. Sólo te digo las cosas tal cual son.
A Sayaka no le convenció mucho ese argumento de parte de Kyubey, pero no podía hacer nada de momento. Simplemente se limita a entrenar, pero seguía sin poder alzar del todo las pesas que había hecho con las semillas de desesperación recolectadas.
─ Pero sí hay una manera de derrotar a Kyouko, Sayaka ─ Kyubey vuelve a captar la atención de la peliazul, la cual casi deja caer las pesas ─. La clave del triunfo está en Madoka, que tiene un potencial mágico más que sobresaliente. Si ella se transformara en chica mágica, ten por seguro que ella al primer intento le daría una clase de astronomía a Kyouko.
─ ¿Clases de astronomía? ¿A qué te refieres?
─ Pues de las estrellas que la haría ver con un solo trancazo que le llegue a dar, claro.
─ Muy gracioso ─ Sayaka deja finalmente las pesas de lado y se sienta en la cama ─. Pero esta es mi pelea. No pienso meter a otras chicas en mis problemas, así que no convenceré a Madoka de ser una chica mágica si no es por algo que realmente importe.
─ Bueno, ya tú dirás, pero si no pretendes apoyarte en Madoka, entonces te recomiendo que te compres pronto unas rodilleras.
─ ¿Y eso para qué? ─ Sayaka alza las cejas con duda.
─ Es que las vas a necesitar, pues así como estás me puedes creer que Kyouko te pondrá de rodillas chorrocientas veces antes de que consigas algo contra ella, y conociendo la mente tan sucia que todas ustedes tienen, pues no hace falta entrar en detalles de qué te haría Kyouko cada vez que logre doblegarte.
─ La única a la que le va a urgir usar las rodilleras es a ella. Ya verás que para la próxima la voy a derrotar.
─ Bueno, siempre ando diciendo que las chicas mágicas son capaces de hacer milagros, pero lo que propones ya es otro nivel.
─ Mejor cállate.
Ya no había nada más de qué hablar, así que Sayaka siente que finalmente podía relajarse y desahogar toda tensión sexual que tenía guardada. Estaba justo por empezar cuando nota que Kyubey alza de manera extraña las orejas, como si fuese un perro caricaturizado prestando atención.
─ ¿Qué pasa, Kyubey?
─ Sayaka, parece que hay más brujas cerca de aquí.
La peliazul ahora tenía los ojos brillando en un tenebroso y vivo color rojo mientras numerosas venas se iban marcando en su rostro y cuello. Aquello no le podía estar pasando.
Mientras tanto en el árcade
Kyouko se encontraba en un juego de baile, siguiendo los pasos que mostraba la pantalla al mínimo detalle, subiendo puntos rápidamente. El sitio no estaba muy concurrido a esas horas, pero eso poco importaba para la pelirroja. Alcanzar la gloria era igual estando sola que envuelta entre una multitud, especialmente en juegos de ese tipo.
─ ¡Abran paso, perras! Sakura Kyouko está aquí para demostrar de qué está hecha. Vengo de imponer marcas en Kazamino para imponer marcas aquí también ─ dice para sí misma con tono presuntuoso y sin dejar de bailar, aunque eso no le impide darse cuenta de que de pronto había alguien viéndola de cerca ─. Parece que acaba de llegar la chica mágica irregular.
─ Irregular estarás tú con tus notas en la escuela ─ le responde Homura con un tono de voz frío ─. Yo vine con el propósito de hablar contigo. No estoy de ánimos para andar peleando.
─ Pues yo ando con ganas de competir. No sé en qué acuerdo podríamos quedar ─ Kyouko sonríe de manera maliciosa, pero Homura de alguna manera se mantiene firme ─. Vamos a hacer algo, chica: Derrótame en estos juegos y escucharé lo que tengas que decirme. Pero te advierto que si pierdes vas a tener que pagar todo lo que yo consuma aquí.
─ Desgraciadamente no tengo tiempo para jugar. Debo advertirte de algo terrible.
─ Para que lo digas en ese tono debe tratarse de algo serio ─ Kyouko se baja del juego y se acerca a Homura ─ ¿Y bien? ¿Me dices o me dejas en vilo?
─ Te lo resumo en dos palabras ─ Homura hace énfasis mostrando dos dedos ─: "Wal" y "purgis".
─ Ahí creo que te has equivocado, pero igual sigue.
─ Walpurgisnacth viene de camino a Mitakihara.
─ ¿De verdad? ¿Cómo sabes de semejante acontecimiento? ─ Kyouko se mostraba curiosa y asustada a partes iguales.
─ La propia Walpurgis dijo en su Twitter que iba a venir.
─ ¿Walpurgis tiene Twitter? ─ ahora la pelirroja tenía los ojos abiertos de par en par.
─ Claro que sí. Da igual que sea la bruja más temible que haya existido en el mundo en siglos, si no tiene cuenta en alguna red social entonces no existe ─ dice Homura encogiéndose de hombros.
─ Pues ahí te doy la razón. Debería andar más pendiente en ese caso ─ aunque Kyouko tuviese algunas dudas aclaradas, igual se notaba temerosa y curiosa ─ ¿Qué piensas hacer tú? ¿Planteas enfrentarla o harás la de "mejor decir aquí corrió que aquí murió"?
─ Tengo mis razones para quedarme y tomar todas las medidas a mi alcance para enfrentar a Walpurgis, pero esta es una batalla que sé que no puedo ganar sola, así que vine para proponerte que la enfrentemos juntas.
─ Déjame adivinar. Tus razones están enfocadas en la chica de cabello rosado, ¿verdad? ─ el cuestionamiento de Kyouko hace sonrojar a Homura.
─ ¿Q-qué te hace pensar eso?
─ Tienes una cara de querer abrir las piernas para esa chica que no puedes con ella, pero eso no es que me importe mucho. Lo llamativo para mí es que vengas a mí precisamente para pedirme ayuda y no a la otra chica a la que casi consigo convertir en mi esclava.
─ Es una novata y es todavía ignorante. Difícilmente pueda serme de ayuda ahora mismo para hacerle frente a Walpurgis.
─ ¿Oh? Eso me parece bien. Eso significa que yo sí te parezco lo bastante experimentada y conocedora de lo que nos podríamos enfrentar, ¿no?
─ Lo de experimentada es cierto, pero para lo otro también me pareces ignorante, Sakura Kyouko ─ le responde Homura poniendo cara de póker, dejando descolocada a Kyouko ─. Necesito una aliada fuerte para hacerle frente a esa grandísima bruja, y tú eres la única que tengo a mano.
─ Bueno, ¿y qué se supone que voy a ganar yo? ─ Kyouko mira interesada a Homura ─ Digo, ya sé que tienes tu interés enfocado en la chica de pelo rosa, pero no sé qué podría ganar yo, aparte que quizá Walpurgis no me convierta en alfombra de un pisotón ¿Qué aliciente podría tener?
─ Lo que te ofrezco es que te puedes quedar con la ciudad de Mitakihara para ti sola. No disputaré su custodia ─ la respuesta de Homura no parece convencer del todo a Kyouko ─. No creo que Miki Sayaka esté en posición para vencerte, aunque tampoco me parece adecuado montar una batalla campal por el dominio de esta ciudad, así que de ella me encargaré yo. Ahora mismo lo que debería importar es mantener a Walpurgis lejos de Mitakihara, pues de lo contrario estaremos en serios problemas. Sólo nosotras estamos en la capacidad de asumir tamaña responsabilidad.
─ Muy bien, ahora sí me has convencido. Vamos a darle a Walpurgis una paliza como no se la ha dado nadie en todo el tiempo que lleva existiendo ─ Kyouko saca una caja de pockys y se la muestra a Homura ─. Dale, acepta comerte un pocky. Es una prueba de que acepto colaborar contigo.
─ De acuerdo ─ Homura toma un pocky y se lo lleva a la boca ─. Mmm… ¿De qué sabor es este pocky?
─ Yo qué sé. Agarré una caja con pockys de sabores surtidos, así que puede ser cualquier sabor.
Homura prefiere no decir nada más y se come uno de los pockys que le ofreció Kyouko. Ya ambas tenían un trato.
Sitio de la última pelea
Madoka acababa de llegar al lugar, sabiendo que Sayaka estaba justo donde había tenido lugar aquel encontronazo con Kyouko. Desde la última vez que la había visto había notado que Sayaka estaba rara, y al momento de encontrarla justo allí, estando Kyubey a su lado, podía confirmar que algo raro le estaba pasando. Todavía tenía secuelas por el congelamiento sufrido, como que todavía no se movía de manera totalmente fluida, pero eso no le impidió avanzar, aprovechando que habían cortado el agua y ya no estaba el gigantesco charco del día anterior.
─ ¿Sayaka-chan?
─ ¿Qué pasa, Madoka? Ahora mismo estoy ocupada.
─ ¿Acaso estás buscando a aquella chica?
─ Efectivamente. Necesito darle su merecido por lo que hizo anoche ─ Sayaka parecía que estuviera conteniendo la rabia ─. Primero deja ir de gratis a un familiar de bruja, luego se burla en mi cara y no me deja ir tras aquel familiar, y al final tuvo que intervenir Homura e impedir que le ganara.
─ ¿Ganarle a quién? Sayaka-chan, si yo vi claramente que te la metió doblada una y otra vez. No intentes engañarme diciendo que la estabas venciendo.
─ ¿Tú también, Madoka? ─ Sayaka no se podía creer que incluso su mejor amiga dudara de sus posibilidades combatiendo contra Kyouko ─ ¿De verdad le parezco tan débil a todo el mundo?
─ No lo pareces, lo eres ─ Kyubey se toma la libertad de responder, a lo que Sayaka lo mira con molestia.
─ Era una pregunta retórica, Kyubey.
─ Yo de eso no sé mucho, Sayaka. Si no quieres escuchar mis respuestas entonces no preguntes.
─ ¿No crees que deberías intentar llegar a un acuerdo con ella? ─ Madoka retoma la iniciativa en la conversación ─ La llegada de una nueva chica mágica debería significar la posibilidad de unir fuerzas contra las brujas. Además, sé que ni siquiera una vez has podido masturbarte desde que te convertiste en chica mágica. Toda esa tensión sexual que estás guardando no te está sentando nada bien. Necesitas de alguien que te dé una mano, en cualquiera de los dos sentidos.
─ Ya sé que estoy bastante mal, pero ahora mismo no me puedo detener, y mejor olvídate de esa idea de que tendré algún tipo de acuerdo con esa chica, o con Homura ─ los ojos de Sayaka brillaban de ira, asustando a Madoka ─. Esas dos chicas son el mal. Homura sólo ha sabido incordiarnos desde la primera vez que se ha atravesado en nuestro camino, y Kyouko claramente no tiene pensado dejarme hacer mi trabajo completo al estar dejando ir a los familiares con esa facilidad ¡Por culpa de ellas es que no puedo descargar estas ganas como quisiera! ¡Estoy que me trepo por las paredes, y el trabajo en ningún momento se acaba! Sólo va a más este suplicio en el que ellas parecen sentirse a gusto, y eso no lo pienso tolerar.
─ Das miedo hablando de esa forma, Sayaka-chan…
─ Más miedo terminaré dándoles a ellas en cuanto me las encuentre de nuevo. Ya las vas a ver llorando mientras ruegan por misericordia.
─ Lo que necesitas es desestresarte, Sayaka-chan. Mira, sé que no has tenido la oportunidad de divertirte un rato como quisieras, así que para ayudarte yo me sacrifico. Será como antes de que todo esto empezara…
─ Hay cosas más importantes que eso de momento, Madoka ─ la respuesta de Sayaka deja completamente de piedra a la pelirrosa.
─ ¿Qué dijiste? ¿Cosas más importantes que el sexo? ¿Quién eres tú? Así no hablaría la Sayaka-chan que conozco.
─ ¿De qué hablas? ¡Yo soy la Sayaka de siempre! ─ Sayaka tenía los ojos demasiado abiertos y dando una mirada perturbadora.
─ No creo que te vaya a escuchar, Madoka ─ le dice Kyubey tranquilamente.
─ Lo que realmente me pasa es que no aguanto a esas chicas tan pesadas y presuntuosas ─ continúa Sayaka apretando los dientes ─. Esa Kyouko es un estorbo para mi trabajo, y Homura es una tarada como no he visto a ninguna otra en mi vida, si ni siquiera se dignó en ayudar a Mami-san.
─ Eso fue porque…
─ Haz el favor de no defenderla, Madoka. Si no fuese por ella Mami-san podría moverse ahora, y yo no estaría hasta el cuello de brujas a las que debo derrotar ─ Sayaka empieza a retirarse ─. Hay demasiadas brujas, y hay mucha gente expuesta por ahí ¡Incluso tu familia está expuesta, Madoka! No puedo quedarme tranquila a sabiendas que hay brujas por todos lados y amenazando la posibilidad de la gente de vivir tranquilamente y disfrutar como quieren de su día a día.
─ Eso por encima parece bonito, pero insisto en que necesitas desahogar tu frustración, sexual, Sayaka-chan…
Esta vez la peliazul no responde y se va de ahí. Madoka estaba bastante preocupada, no sabiendo qué más hacer para que su amiga entrara en razón. Kyubey simplemente se quedaba mirando a Madoka, como esperando a que hiciera algo.
─ ¿Algún plan, Madoka?
─ Pues de momento no se me ocurre nada ─ es su triste respuesta.
CONTINUARÁ…
Ahora sí llegó la etapa de la Sayaka irracional, que es justo cuando la historia empieza a ponerse fea. Todavía queda mucho, pero así estamos de momento. Como sea, espero que les haya gustado el resultado, y ahora me voy a hacer nada, o sea lo de siempre xD.
Hasta otra
