Aquí está finalmente el capítulo. Un poquito más largo que el promedio, pero espero que les guste. Pero antes de empezar, ya saben lo que se viene:

Zaisoooh: Increíblemente hay personas que encuentran placer por otros medios que no sea la masturbación y llegan a obtener mejores resultados. Ya había puesto antes a Mami de ejemplo, que se supone que a ella la puse como alguien que es más de dar que de recibir. Puedes imaginar que Kyouko va un poquito por esa senda, además que también está el oficio de la cacería de brujas, que por ejemplo con Sayaka hizo que tardara para darse cuenta. Hitomi es una buena amiga, eso sí, mejor incluso de lo que muchos fans del anime percibieron en su momento, aunque aquí claramente llega a ser todavía mejor xD.

Gerendo01: Ya viste que de tanto en tanto saco chistes raros para adornar el fic, y la ruptura de la cuarta pared no se podía salvar xD. Y antes había dicho que había que equilibrar lo del McDonald's, por lo que, antes con el McGoofy's y en el último capítulo con McMickey's, he logrado crear ese equilibrio perfecto con las referencias. Y claro que iba a hacer así el tema sobre Hitomi y Kyousuke. Lo que es más, creo que debió ser predecible xD. Ya vas a ver cómo se pone fea la cosa. Ahora sí vamos calentando.

Realmente fui una tonta I

─ ¿Quieres más? ¡Tranquila, que te voy a dar más! ¡Jajajaja!

─ ¿Esa chica era así antes? ─ dice Kyouko algo asqueada mientras veía a Sayaka ensañándose contra la bruja.

─ ¡Claro que no! ─ dice Madoka claramente dolida por ver a su amiga de esa manera ─ Ella… Sayaka-chan jamás actuaría de esa manera. Es como si fuera alguien más que está usando su cuerpo.

─ Sí, ya me imaginaba eso ─ Kyouko aprieta los dientes y va con Sayaka para detenerla ─ ¡Para ya con eso, tonta! ¡Déjala en paz! ¿No ves que está muerta?

─ ¿Cómo? ─ Sayaka voltear a mirar a Kyouko ─ Pero si una bruja no muere mientras su semilla de sufrimiento permanece intacta.

─ Ya lo sé, pero de alguna manera tenía que detenerte.

─ Ah, ya veo ─ Sayaka regresa a su faena de darle puñaladas a lo que quedaba de la bruja ─ ¿Te gusta? ¿Lo estás disfrutando? ¡Vamos! Quiero escuchar cómo lo gozas. De verdad esto es divertido.

─ Esta chica necesita ir a terapia ─ dice Kyouko horrorizada.

La bruja finalmente se desvanece, y el campo de la bruja desaparece para dar lugar al mundo real. La semilla de la bruja estaba justo donde estuvo la bruja hasta hace apenas unos instantes, y Sayaka la agarra, pero en vez de usarla para purificar su propia gema del alma se la termina dando a Kyouko.

─ ¿Qué demonios…? ¿Acaso no piensas usarla, Sayaka?

─ ¿Para qué? De todos modos eso no me devolverá lo que perdí, además que no quiero deberte ningún favor. Estamos a mano.

─ Esa no es la manera en que me gusta quedar a mano con nadie, tarada.

─ Pues te jodes. No voy a hacer esto de nuevo ─ sentencia Sayaka antes de regresar a su forma normal, y en eso parece que estaba a punto de desmayarse, a lo que Madoka la sostiene para que no acabase en el suelo.

─ ¡Sayaka-chan!

─ Estoy bien, Madoka. Sólo necesito regresar a casa y tomar un pequeño descanso.

─ B-bueno, entonces te acompaño ─ es todo lo que puede decir Madoka antes de acompañar a su amiga.

Kyouko se queda viendo cómo el dúo se alejaba lentamente, además que Sayaka se tambaleaba de un lado a otro como si estuviese ebria. Lo que acababa de ver la molestaba, al igual que la molestaba ver cómo Sayaka se estaba desmoronando por voluntad propia. Realmente nada tenía que ver con aquella chica con la que había peleado en el callejón.

─ Esa estúpida me está poniendo de los nervios.


Poco después, parada de autobuses

No había pasado mucho antes de que empezara a llover tanto que daba la impresión de que el cielo se venía abajo. Madoka tuvo entonces que buscar un refugio mientras esperaba que el mal tiempo pasase, mientras que a Sayaka todo parecía darle igual. Se la notaba alicaída, sin ganas de hacer realmente nada, y Madoka estaba bastante triste al verla así.

─ Sayaka-chan… No se supone que pelees así. Esa demostración que hiciste fue como para una película de terror, y encima ahora mismo te veo en la mierda.

─ ¿Te lo parece? ─ dice Sayaka con una voz apagada, mucho más de lo que Madoka le haya escuchado alguna vez ─ No te preocupes por mí, estoy bien.

─ No estás bien nada, Sayaka-chan. Sólo mírate. Te estás haciendo daño de manera innecesaria. La Sayaka-chan que tan bien conozco y aprecio jamás se hubiese expuesto hasta ese nivel sólo para actuar de esa manera tan salvaje ante una bruja.

─ Qué se le va a hacer. Madoka, esta es la manera en que puedo derrotar a las brujas, así que es lo que hay.

─ ¡Yo no lo creo así! ─ Madoka mira con dolor a su amiga ─ Te lo digo, no hace falta que te hagas esto. Que seas capaz de ignorar el dolor no significa que puedas estar lastimándote con tanta ligereza. Eso no es bueno para ti, Sayaka-chan.

─ ¿Bueno para mí? ¿Y qué carajo es bueno para mí, Madoka? ─ Sayaka se separa de su amiga y hace aparecer su gema del alma ante los ojos de ambas ─ Mira en qué mierda me convirtió Kyubey. Fui transformada en una cochina piedra brillante que sólo existe para pelear contra las brujas. Incluso he perdido la capacidad de que mi cuerpo sienta cosas agradables. Lo que ves y crees que soy yo no es más que un cadáver que pretendo hacer ver como si estuviera vivo ¿Realmente crees que hay algo bueno para mí? Perdí mi propia humanidad y mi capacidad de disfrutar lo que la vida me pueda dar a favor.

─ Sayaka-chan…

─ No hay nada que puedan hacer por mí. Ni tú ni nadie puede. Esa es la verdad. Ni siquiera tiene sentido pensar en cómo hacer algo al respecto, si yo misma lo intenté, y ya ves tú que ha sido un fracaso rotundo. No hay esperanza para mí.

─ Pues yo me niego a rendirme, Sayaka-chan ─ Madoka se acerca a Sayaka y la obliga a mirarla a los ojos ─. Sabes que quiero ayudarte aunque digas que no se puede. No me pidas que baje los brazos contigo, porque no lo haré. Haría lo que sea con tal de que estés bien.

─ ¿Lo que sea? ─ la mirada de Sayaka lucía cada vez más fría y atemorizante, lo cual no le gustaba nada a Madoka ─ En ese caso conviértete en chica mágica y hazle frente a las brujas. De ese modo serías capaz de entender lo que estoy sintiendo ahora mismo. Además de eso, Kyubey dijo que tu potencial te puede llevar a ser una chica mágica realmente poderosa. Si tú le hicieses frente a las brujas, seguramente las reventarías a todas como si fuesen tomates, y ninguna otra chica mágica necesitaría arriesgarse nuevamente.

─ Sayaka-chan, yo…

─ ¿Qué pasa, Madoka? ¿No acabas de decir que querías ayudarme? ─ Sayaka se acerca más, y Madoka retrocede asustada ─ No puedes hacer absolutamente nada por mí tal y como eres ahora. Incluso tú misma lo dijiste. Eres un estorbo que siempre debe estar a un lado, bien lejos de la acción, cuando me toca pelear contra las brujas. Si llegas a estar en peligro ante las brujas o cualquiera de sus familiares, tengo entonces que ir a rescatarte, aunque eso signifique que la bruja escape o aproveche para atacarme por la espalda. No intentes venderme que puedes ayudarme cuando hasta ahora sólo has sido una carga.

Madoka estaba dolida, y Sayaka se da la media vuelta para salir de la parada. La peliazul no quería aguantar más tiempo en ese lugar.

─ No tiene caso insistir. No hay manera de que aceptes convertirte en una chica mágica y arruines tu propia existencia por simple lástima o por simpatía.

─ ¿Qué…? ¿Simpatía? ─ Madoka ve que Sayaka sale bajo la lluvia y trata de perseguirla, pero Sayaka la fulmina con la mirada ─ Te equivocas… No es simpatía ni lástima lo que me hace querer ayudarte. Bastantes momentos hemos pasado como para que digas eso. Tantas risas, tantas decepciones, tanto sexo que hemos tenido…

─ No quiero que me persigas, y no pretendas que eres totalmente inocente. Recuerda que me tú misma no hiciste nada para salvarte cuando te salvé por primera vez. En parte he caído en esto porque preferiste quedarte inmóvil mientras las cosas pasaban.

Antes de que Madoka pudiese decir nada, Sayaka corre tan rápido como puede en su forma normal, aunque eso es suficiente para dejar atrás a Madoka y desaparecer de su vista rápidamente. Sayaka no podía creer lo que ella misma le había dicho a Madoka. Era cierto que estaba hecha un caos por dentro y que no quería que Madoka viese hasta qué punto era eso así, pero sentía que le había dicho varias cosas que no se las merecía. Cuando siente que se ha alejado lo suficiente se permite exteriorizar su lamento. Incluso deja de correr y se lleva las manos a la cabeza.

─ Desquité toda mi frustración y mi rabia en Madoka, justamente la chica con la que más me he acostado y compartido risas, y que encima de todo quería ayudarme. Tremenda amiga he terminado siendo…

Sayaka en ese momento no parecía darse cuenta, pero algo malo le estaba pasando. Su gema del alma no estaba normal en ese momento.


En otro lado

Homura y Kyouko se encontraban reunidas en una habitación algo extraña. Kyouko veía los alrededores y notaba algunos péndulos de reloj moviéndose, además de recortes, estudios de diferentes brujas y cosas de ese estilo. Homura toma asiento tranquilamente y espera a que la pelirroja haga lo mismo.

─ Tienes un gusto bastante estrafalario eligiendo casa ─ Kyouko termina sentándose y abre un tazón de ramen para empezar a comer ─. Pero igual debo decir que tienes estilo.

─ Agradezco el cumplido, pero sabes que no te invité para presumir mi actual vivienda ─ dice Homura con tono serio, cosa que a Kyouko no parece importarle ─. Como bien sabes, Walpurgis viene para acá.

─ Sí, ya me lo dijiste antes ─ dice Kyouko acabándose rápidamente su tazón de ramen antes de sacar otro.

─ Pues bien, he preparado un plan para hacerle frente a la bruja y acabar con ella, aunque no es que sea precisamente fácil lidiar con ella ─ Homura muestra un mapa sobre la mesa y empieza a señalar varios puntos para que Kyouko mirase ─. Está previsto que Walpurgis aparezca desde el área donde está la torre del reloj, precisamente este punto de aquí. Tengo varias zonas aquí, aquí y aquí para dar inicio a un bombardeo a gran escala contra Walpurgis. La zona de aquí funcionaría como área de control para así comprobar que todas las armas van a dar al blanco, mientras que esta otra zona que está atrás servirá para la segunda contingencia de municiones, esto en caso de que el primer bombardeo no llegue a funcionar, que es una probabilidad que no podemos permitirnos despreciar. Desde este otro rincón podríamos aprovechar para atacar nosotras mismas a la bruja desde un punto ciego para que así la bruja no tenga muchas probabilidades de responder y hacernos daño, pues de alcanzarnos con sus ataques nos veríamos en un serio problema, por lo que permitirle vernos definitivamente no es una opción. También he dispuesto en este rincón varios explosivos en caso de que nuestra acción ofensiva no haya surtido el efecto necesario para vencerla u obligarla a retroceder. Con esto es probable que consigamos frenar a Walpurgis antes de que mande todo al demonio. De no ser así, pues realmente no veo de qué manera detenerla ¿Alguna duda o alguna idea para incrementar nuestras probabilidades, Kyouko?

─ ¿Eh? ─ Kyouko seguía tragando su ramen ─ Oh, lo siento. Es que tenía hambre y no pude evitarlo. A ver, ¿qué era lo que estabas diciendo después de que tenías unos sitios destinados para la primera ofensiva contra Walpurgis?

Homura sentía un tic en el ojo al darse cuenta de que toda su explicación en ese momento había resultado estéril y que tendría que empezar de nuevo. Kyouko por su parte simplemente se reía y sigue comiendo. Homura ve que ya iban cinco tazones en tres minutos.

─ Se nota que tienes un buen apetito ─ dice de manera seca la pelinegra.

─ ¿Verdad que sí? ─ Kyouko se muestra orgullosa ─. Hay que saber comer de todo y poner mala cara a nada. Es cierto que hay cosas que genuinamente pueden caer mal si las comes y por eso es mejor evitarlas, o también puede pasar que la comida en tus manos no es de buena calidad, pero lo demás que se pueda comer y que tu cuerpo no dé muchos peros para aceptarlo sí que hay que comerlo. Bastante hambre hay en el mundo, gente que agradecería una parte nada más de lo que nosotras podemos consumir regularmente, y por eso creo que es una blasfemia total tirar la comida por una excusa tan idiota y superficial como el "no me gusta". Si no quiero o no puedo comer algo, al menos debo dárselo a alguien que sí quiera y pueda comerlo.

─ Está bonito tu razonamiento, pero nos estamos desviando del tema ─ Homura se soba las sienes, dando a entender de que rápidamente estaba perdiendo la paciencia.

─ Y por cierto ─ Kyouko deja a un lado su taza para mirar el mapa ─, es raro que tengas tan detallado el lugar en que caerá la bruja una vez que llegue a la ciudad ¿Cómo es exactamente que lo sabes? Sabes que este no es un trabajo en el que podamos funcionar peleando a ciegas, por muy bien que tengas previsto lo que pasará ¿Por qué no dejas ver también un poco sobre lo que tú misma estás buscando de todo esto? ¿Intentas impresionar a alguien o tienes algún interés especial tras todo esto?

Homura permanece en silencio. No estaba segura de decirle la verdad, pero de pronto aparece la excusa que necesitaba para no responder.

─ A mí también me da curiosidad saber qué es lo que buscas con todo esto, Akemi Homura ─ aparece Kyubey, bien tranquilo de la vida y viendo al par ─. Anda, dinos tu secreto, que estamos en confianza...

─ ¡Bien puestos tienes los huevos para aparecerte ante nosotras, alimaña felina! ─ Kyouko hace surgir una lanza de energía de su gema del alma y apunta justo al rostro de Kyubey ─ ¿Qué demonios haces aquí?

─ ¿No soy bienvenido aquí? Me hubiesen avisado desde antes, y encima vengo aquí con información de valor para ambas ─ ese anuncio de Kyubey capta la atención de Homura y Kyouko, por lo que su hostilidad da paso a la curiosidad ─. La gema del alma de Sayaka está cada vez peor. Se deteriora a pasos agigantados. Es bastante probable que algo malo pase antes de que puedan hacerle frente a Walpurgis.

─ ¿Algo malo? ─ Kyouko estaba perpleja, y por eso necesitaba respuestas ─ ¡Habla ya! ¿De qué estás hablando?

─ Estoy seguro que Akemi Homura sabe lo que estoy hablando. Con todas las cosas que he notado que averiguó sobre mí, me extrañaría que no sepa a qué me refiero ─ Kyubey mira fijamente a Homura, la cual se muestra incómoda y termina poniéndose de pie mientras se quita los lentes.

─ Ya hiciste suficientes preguntas, y francamente no tengo ningún interés en responderte, así que vete de aquí antes de que me hagas molestar.

─ Tremendo carácter el de ustedes. Así no sale muy rentable crear chicas mágicas…

─ ¡No tendrías que pasar por eso si pusieses todas las condiciones sobre ser una chica mágica de manera clara sobre la mesa, gato en cuatro patas! ─ dice Kyouko manteniendo su tono amenazante.

─ Kyouko, los gatos son animales cuadrúpedos, así que ir a cuatro patas es muy natural para ellos ─ dice Homura tranquilamente.

─ Oh, lo siento mucho. Es que se me acabaron las maneras en que podría llamar a Kyubey, jeje.

─ Bueno, en ese caso mejor me voy. Que conste que les avisé ─ dice Kyubey antes de desaparecer entre las sombras.

─ Una cosa, Homura ─ Kyouko la mira a los ojos con seriedad ─ ¿Qué es lo que va a pasar con Sayaka? ¿A qué se refería Kyubey?

─ Sayaka… ─ Homura baja la mirada hasta llevarla al suelo ─ Ella está por sufrir un daño que resultará irreversible. Esto va más allá de un daño ordinario.

Kyouko todavía tenía dudas, pero ahora sabía que Kyubey decía la verdad y que el tema con Sayaka era bastante serio. Claramente la peliazul necesitaba ayuda.

─ En ese caso tenemos que buscarla ─ concluye la pelirroja con evidente preocupación ─. Empecemos ahora mismo. Ya por culpa de esa tonta se me quitó el hambre.

─ De acuerdo ─ Homura da un paso, pero termina chocando con algo que no distingue bien qué era, y luego termina resbalando ─ ¡Argh! Es complicado andar bien sin los lentes.

─ ¡En ese caso póntelos, idiota!


Al día siguiente

Madoka estuvo todo el día pendiente por si encontraba a Sayaka en algún lado. Pero ya sea en la escuela, la calle, el parque que frecuentaban o incluso en los lugares que ambas frecuentaban, todo daba igual, Madoka no daba con ella. Era como si Sayaka simplemente jamás hubiese existido.

Incluso había probado a llamar a su casa, pero los padres de la peliazul le respondieron que no había regresado la noche anterior, lo que preocupaba todavía más a Madoka.

La cosa se ponía cada vez más fea, y Madoka sólo podía pensar en lo dañada que estaba su amiga por dentro sin que ella pudiese hacer absolutamente nada para remediarlo. Se sentía impotente en ese momento.

─ Kaname ─ aparece Kazuko sonriente y con dos chicos de otros salones de la escuela ─ ¿Quieres venir a casa con nosotros? Estos jovencitos acaban de llegar de intercambio y necesitan de una buena guía sobre cómo complacer a una o varias chicas, y pensé que podrías complementar muy bien mis lecciones.

─ Ah… ─ en otras circunstancias Madoka no habría dudado un solo segundo en aceptar la propuesta de Kazuko, e incluso si la sensei lo dijese, se desnudaría ahí mismo y empezaría a darle un buen trato a ambos chicos, pero en ese momento no se sentía bien como para hacerlo ─ L-lo siento mucho, sensei. Lo que pasa es que estoy buscando a Sayaka-chan, además que hoy mismo no me siento muy bien.

─ ¿De verdad? Eso no me agrada nada ─ Kazuko se acerca a Madoka y le da una palmadita en la cabeza ─. En ese caso no te quedes en la calle. Ve a tu casa y descansa, ¿de acuerdo?

Madoka termina por asentir, y Kazuko se va con aquellos chicos mientras les dice de qué manera le gustaba usar sus pechos para complacer a sus alumnos. A Madoka le dolía no formar parte de aquello, todavía más le dolía mentirle a su profesora, pero no podía confesarle lo que estaba pasando. Pensaba que lo mejor era que no supiese nada, pues Madoka misma se lamentaba por todo lo que había descubierto hasta ese punto.


En otro lado

Cerca del río estaban Hitomi y Kyousuke, y a cierta distancia de ahí estaba Sayaka mirando a escondidas. Hitomi y Kyousuke parecían estar bastante bien. Se les notaba felices de la vida.

─ Sí… ¡Sí! Eres muy grande, Kamijou-kun…

─ Y tú estás bastante apretada, Shizuki ─ responde Kyousuke mientras agarra a la chica por las caderas para controlar el ritmo.

Efectivamente, los dos estaban disfrutando del sexo al aire libre sobre el césped, y Sayaka se quedaba ahí, simplemente mirando, recordando aquel fracaso que fue su inclusión en ese trío con ellos. Sayaka sentía que hervía de envidia al verlos disfrutar y moverse con auténticas ganas mientras que ella no era capaz en absoluto de dejar salir toda la frustración sexual que sentía.

─ Me gustas mucho, Kamijou-kun… Quiero tenerte dentro de mí por siempre… ¡Sí, más duro!

─ Estar dentro de ti se siente demasiado bien. Tú también me gustas, Shizuki. Eres muy hermosa y muy buena…

─ ¡Con lo grande que eres, mi cuerpo quizás jamás vuelva a estar satisfecho con nadie que no seas tú, Kamijou-kun!

Las palabras y los gemidos de ambos taladraban los oídos de Sayaka. Era insoportable escucharlos disfrutar de aquello que a ella le era negado, pero aun así estaba ahí, inmóvil, escuchando con lujo de detalle. Se sentía masoquista debido a ello. Sólo el descubrir la presencia de una bruja es lo que le hace abandonar el lugar. El grito de ambos chicos llegando al orgasmo es lo último que llega a los oídos de Sayaka antes de que se transforme en chica mágica y los dejase definitivamente atrás.


Ubicación de la bruja

No había sido la gran cosa. Sayaka apenas tardó unos segundos antes de acabar con la bruja y hacer que sólo quedase su semilla de sufrimiento en el suelo. Pero entonces, en vez de hacerse con la semilla para reponer fuerzas, simplemente deshace su transformación y trata de irse, pero su cuerpo estaba débil y apenas se podía mover. En eso aparece Homura, y en su mano derecha estaba la semilla de la bruja.

─ Creo que te olvidaste de esto ─ Homura lanza la semilla, y la misma golpea contra la pared y rebota para caer en la cabeza de Sayaka ─. Por favor dime que la lancé bien.

─ ¡Pues ponte los lentes e inténtalo de nuevo! ─ dice Sayaka de muy mal y tirando la semilla de una patada ─ ¿Qué demonios quieres?

─ Vine a advertirte ─ Homura mira fijamente a la pared que tenía al lado, y a Sayaka le sale una gota ─. Estás en un muy mal momento. Deberías usar esa semilla ahora mismo, pues tu gema del alma se está dañando. Deberías hacerlo antes de que sea tarde y termines muriendo.

─ Muriendo… No suena tan mal… ─ Sayaka sonríe como psicópata ─ Si muero se acabó eso de tener que pelear con brujas, y mi incapacidad para sentir placer habrá llegado a su fin. Mi papel en este mundo estará finalmente completado, y yo ya no tendré que sufrir esto…

─ ¡Deja de hablar y actuar como una niña mimada! ─ Homura sigue mirando a la pared como si Sayaka estuviese ahí ─ ¿Tienes idea de cuánto tiempo llevo yo aguantando esto? Incluso ahora no he tenido tan siquiera una primera vez, jamás he conocido el gusto del placer físico que tú prácticamente convertiste en parte de tu día a día, pero eso no es excusa para que me deje caer a lo idiota.

─ Homura, estoy aquí, ¿sabes?

─ ¿Qué…? ─ Homura termina poniéndose los lentes y ve a Sayaka ─ Ah, ya. Lo que te estaba diciendo, tienes que dejar ese lloriqueo de niñita inmadura y ponerte de pie. Eres una chica mágica, ¿no? Entonces entiende que debes actuar como una, así que recoge la semilla de sufrimiento y úsala antes de que vaya yo y te la meta por donde no te da el sol.

─ Olvídalo. No voy a formar parte de lo que hacen ustedes. Yo no soy como tú o Kyouko. Derroto a las brujas malas sin esperar un beneficio a cambio.

─ Esto es más que beneficio, Miki Sayaka. Esto es necesidad ─ Homura no sabía de qué manera hablarle a Sayaka sin tener que soltar el secreto ─. Y además no te hagas la superheroína del cuento, pues con esa actitud le haces daño a Madoka.

Esas palabras dejan completamente fría a Sayaka. Claramente Homura había dado con el dedo en la llaga, aunque no era como si eso la pusiese contenta. Sayaka mira con furia a la pelinegra, la cual hace lo posible para no mostrarse temerosa.

─ ¿Qué sabes tú sobre Madoka o de mí?

─ Mucho más de lo que crees, Miki Sayaka ─ responde Homura con un tono vacío ─. Las he visto muchas veces, aunque no lo creas.

─ ¿Y acaso con eso crees que me harás creer que actúas por mi bien? No me hagas reír, Akemi Homura. Sé que hay algo más, pues he notado que tienes cierta fijación por Madoka, y francamente no sé si sea miedo por su potencial o qué más pueda ser.

─ Sí, es verdad ─ Homura se acerca de manera amenazadora, y en el proceso se convierte en chica mágica ─. No es a ti a quien quiero ayudar realmente, sino a Madoka. Todo esto lo hago realmente por ella, y las personas como tú que están negadas a escuchar se interponen en mi camino ─ Sayaka retrocede ante el aura amenazante que desprendía Homura, e incluso termina cayendo de culo en el suelo ─. Desde que te conocí no has hecho otra cosa que hablar mal de mí y echarme la culpa de varias cosas, como por ejemplo que Tomoe Mami quedara tan mal en aquella pelea, y por eso es que te has ganado el conocer mi peor faceta. Francamente me estoy hartando de ti, así que voy a hacerte un pequeño favor. Dijiste que querías morir, ¿no es así? Pues ya te voy a complacer, por andar incordiándome hasta el cansancio.

─ ¿Qué demonios piensas hacer? ─ Kyouko aparece detrás de Homura y le sostiene el hombro para detenerla.

─ Pues que esta chica no escucha razones y ya me cansé de intentarlo ─ dice Homura dejando salir su enfado ─. Haz el favor de no intervenir, Kyouko. Al menos de esta manera ella no nos estorbará en un futuro…

─ ¡Me niego completamente! ─ Kyouko le da un coscorrón a Homura ─ Está claro que tu método no sirve, así que mejor lo intento yo ─ Kyouko se aclara la garganta ─ ¡Sayaka tarada! Somos tus senpais en ser chicas mágicas, así nos deberías tener un poco de respecto y prestarnos ate… ¿Eh?

Frente a Homura y Kyouko no había nadie. Tal parecía que Sayaka había aprovechado la discusión de ambas para huir.

─ Se nos fue. Ahora a saber dónde más estará causando problemas esa chica ─ se lamenta Homura mientras se soba el chichón en la cabeza.

─ Tú tranquila, que de ella me encargo yo ─ dice Kyouko bastante seria mientras saca un pocky y se lo lleva a la boca ─. Ese cuerpo de niña con tetas grandes es mío, así que no la dejaré ir. Me va a escuchar, luego de eso rogará que la haga mi mascota, y le va a gustar.

─ Apenas entiendo la analogía, pero no me queda de otra que dejarlo en tus manos ─ cede Homura antes de desaparecer.

CONTINUARÁ…


Ya estamos aquí, empezando verdaderamente la parte fea del fic. Una cosa curiosa: La comunidad en el fandom de este anime ha mostrado un cierto desprecio hacia Hitomi y Kyousuke que personalmente nunca comprendí. Por Kyubey sí lo comprendo, pues el bichejo, aunque en sí mismo no tenga verdaderamente malas intenciones, tampoco ve a las chicas mágicas con un mínimo de compasión o preocupación por lo que les hace y tampoco cree que el valor individual de los seres vivos importe dentro de su pintoresca ecuación para preservar el Universo, pero Hitomi y Kyousuke ni siquiera es que se pueda decir que tuvieran mala fe en ningún momento contra Sayaka, si para empezar Kyousuke jamás se enteró que la peliazul gustaba de él y tampoco estaba obligado a esperar a que ella viniera a confesarse, y por su parte Hitomi hasta le dio la oportunidad para que asumiese la iniciativa de confesarse, pero la propia Sayaka no quiso tomarla. Y encima de eso, creo que ese desprecio es completamente absurdo porque, si Kyousuke hubiese ido tras Sayaka y hubiesen quedado juntos, el KyoSaya se va por la borda automáticamente, por lo que el HitomixKyousuke es un ship que se debería agradecer y aplaudir. Bendito sea el HitomixKyousuke xD. Bueno, ya habiendo acabado con el capítulo, pues los dejo por el momento. Cuídense.

Hasta otra