¡He vueltoooooooo! Ok, tuve bastantes inconvenientes para escribir adecuadamente, no porque le pasara nada a mi PC (menos mal), sino porque el cambio en el horario de trabajo me genera algunas dificultades para adaptarme, aunque eso no significa que, por poquito que sea, sigo escribiendo (aunque en el face ando a cien, que para eso sí me da el tiempo xD). Pero antes de empezar, pues a dar mi contestación:

Gerendo01: A falta de que la película salga finalmente, supongo que se vale especular con respecto a si sale una película, que si salen dos, cuánto durará, qué va a pasar… En cierto modo es lo divertido de esperar xD. Y menos mal que notaste rápido que el viaje de Homura es un poquito más complejo de lo esperado inicialmente, aunque sí, podría haber puesto lo de la orgía xD. En teoría no queda mucho, pues ya había dicho antes que no abarcaré la película de Rebellion, así que te digo que el final se acerca, lento pero seguro.

No puedo depender de nadie II

Después de aquel día en la escuela, Homura había descubierto que la chica de cabello azul, Miki Sayaka, era también una chica mágica. Tal parecía que la línea temporal a la que había viajado había cambiado un poco más que de costumbre, pues ahora tenía que lidiar con tratar de proteger a una chica mágica extra. Si antes las cosas se le complicaban, obviamente en esta ocasión podían salir peor, pero por eso mismo Homura estaba empecinada en hacer bien las cosas.

Sólo necesitaba que le saliesen bien los planes, aunque ella misma no veía nada asegurado.

─ ¿Qué? ¿Dices que Kyubey nos ha estado engañando? ─ dice Sayaka en su forma de chica mágica ─ Debes estar de broma. Mira el bonito traje que ahora tengo cuando me convierto en chica mágica ¿Cómo puede ser eso un engaño?

─ No es en ese sentido que lo estoy diciendo, Miki-san ─ insiste Homura con algo de apuro, pues podía notar que Madoka, Sayaka y Mami estaba escépticas con lo que decía ─. Lo que estoy diciendo es que nuestros poderes y toda esta parafernalia de las chicas mágicas tienen truco, y gracias a eso Kyubey nos está estafando realmente.

─ A ver, jovencita ─ Mami frena a Homura y la sostiene por los hombros ─. Tú en realidad estás temerosa de que no vayas a recibir semillas de sufrimiento luego de cada cacería de bruja, ¿verdad?

─ ¿Qué? ¡No! Lo que en realidad quiero es…

─ Tranquila, que no pasa nada ─ Mami acaricia la cabeza de Homura ─. Nosotras somos chicas mágicas bondadosas. No vamos a dejar que una amiga se quede por fuera en la repartición de las semillas de sufrimiento.

─ No te preocupes, Homura-chan ─ le dice Madoka esbozando una amable sonrisa ─. Puede que seamos un poco exigentes a la hora de hacerles frente a las brujas, pero verás que nosotras no excluimos a nadie. Aquí todas tendrán derecho a mantener su gema del alma razonablemente limpia.

─ Así es ─ apoya Sayaka ─. No necesitas intentar engañarnos con esos cuentos de terror infantiles.

Homura estaba decepcionada por no poder convencer a las demás de que Kyubey las estaba estafando, pero no podía hacer nada más. Le generaba desilusión todo aquello, y con un suspiro desganado manifiesta su resignación.


Algunos días después

Homura, Mami, Madoka y Kyouko contemplaban con terror a Sayaka convertida en bruja, pero no podían quedarse pasmadas, puesto que la bruja atentaba contra sus vidas. Todas juntas debieron arremeter contra la bruja hasta que terminaron eliminándola, incluyendo su semilla de sufrimiento.

Homura tenía todo perfectamente grabado en su mente. Por alguna razón Sayaka había desarrollado una actitud cada vez más indecorosa a la hora de combatir a las brujas, llegando a atacar siempre por la espalda e insultándolas mientras las derrotaba, además que había actuado cada vez más egoísta, aunque no fue sino hasta el final que todas se dieron cuenta del oscurecimiento de su gema del alma.

Homura quería creer que estaba exagerando, pero veía un patrón con el tema de la transformación en brujas de las chicas mágicas. En su línea temporal de origen las chicas mágicas luchaban para mantener la sensatez en medio de la paranoia y la locura que promovían las brujas. Madoka y Mami jamás se convirtieron en brujas, pero en sus últimos momentos estuvieron un poco paranoicas, señal de que poco a poco caían en la misma conducta de quienes estaban bajo el control de las brujas.

Luego estaba aquella línea temporal donde todo el mundo estaba permanentemente alistado para luchar. Mami murió antes de tiempo, pero Madoka sí llegó al final y dijo algunas cosas que Homura en su momento interpretó como que Madoka estaba demasiado impactada al momento, lamentándose por su educación disciplinada. Hasta ese momento no había pensado que aquello tuviera nada de relevante, pero ahora, viendo la conducta de Sayaka, sentía que ya notaba esos detalles.

─ Esto… no puede ser ─ Homura sentía que ya había logrado entender cómo funcionaba el tema de las chicas mágicas convirtiéndose en brujas ─. Chicas, no me lo van a creer, pero parece que…

Un disparo, y Kyouko cae muerta. Su gema del alma había sido destruida por aquel tiro, y eso fue suficiente para que la pelirroja perdiese su transformación y diera contra el suelo como si fuese una muñeca de trapo. Mami había resultado ser la culpable. En sus ojos había un rastro de miedo y desesperación, y su nuevo objetivo era Homura, a la cual atrapa con sus cintas.

─ Si al final nos vamos a convertir en brujas, ¿cuál es el punto de seguir intentándolo? ─ la rubia empieza a apuntar, haciendo que Homura empezara a llorar de miedo ─ Mejor es que todas muramos aquí y ahora. Incluso los modales que toda mi vida he aprendido a cuidar no valdrán nada si así vamos a quedar de todas formas.

─ ¡No hagas esto, Tomoe-san! Tiene que haber alguna alternativa. Sé que tiene que haberla…

─ Eso, convéncete que esto no es tan malo. Así aliviarás un poco tu dolor en tus últimos momentos ─ Mami estaba por tirar del gatillo, cuando un disparo suena, pero no era de parte de la rubia.

Madoka lanzó una flecha que destruyó la gema del alma de Mami, acabando con su vida y haciendo que perdiese su transformación. Justo antes de desplomarse, Mami termina disparando, pero su tiro cae lejos de Homura precisamente por ya no estar consciente para apuntarle. Homura se ve finalmente libre, pero no tenía tiempo para celebrar por ello, pues Madoka lucía emocionalmente destrozada al verse en la necesidad de matar ella misma a una amiga.

─ ¿Qué es todo esto? Hasta hace apenas un momento nos dedicábamos a luchar contra las brujas en nombre de la elegancia y los modales, y ahora tengo que ver esto ─ Madoka empieza a llorar dolida, y Homura se acerca a ella lentamente ─. Todo lo que quería era proteger el bienestar de todos, y ahora he llegado a caer tan bajo como para matar a una amiga. Esto es tan… tan…

─ No seas dura contigo misma, Kaname-san. Tú no tienes la culpa de nada ─ Homura se arrodilla frente a ella, tratando de darle consuelo, y es que no soportaba ver llorar a Madoka ─. Derrotaremos juntas a Walpurgisnatch como sea. Estoy completamente segura de que así será. Ganemos por todas, para que ese sacrificio valga la pena.

─ Homura-chan… ─ Madoka termina abrazando a la pelinegra, y esta se pone bastante roja ─ Muchas gracias por estas palabras de apoyo, Homura-chan. Tienes razón. Lucharemos juntas contra lo que se venga. Esto es doloroso. No me puedo creer que de un momento a otro nos hayamos quedado solas, pero sé que puedo contar contigo.

Homura estaba roja a más no poder. No se podía creer que estaba recibiendo un abrazo de Madoka, pero finalmente le corresponde el abrazo, queriendo reforzar esa esperanza que deseaba darle a la chica que estaba con ella.

Estaba dispuesta a llegar a donde haga falta, todo por el bien de Madoka.


Días después

La lluvia cae sobre Madoka y Homura, las cuales yacen tiradas en el suelo, con sus ropas de chica mágica hechas pedazos. A nada habían quedado de sencillamente quedar desnudas, pero al último momento habían logrado vencer a la poderosa Walpurgis, aunque a un gran costo.

Homura sentía que no le quedaba fuerzas. Sólo podía recibir cada gota de lluvia que cayese sobre su rostro mientras sentía su mano rozar la de Madoka. Ambas tenían sus gemas del alma justamente en dichas manos, a punto de sucumbir por completo ante la oscuridad que llevaría a ambas a convertirse en brujas. Eso generaba cierto sentimiento de impotencia en Homura, siendo que se había jurado que protegería a Madoka como sea, y al final no lo logró.

─ Este… es nuestro fin ─ dice con voz queda Homura, viendo a través de sus empañados lentes el gris del cielo siendo cortado por unos pocos haces de la luz del sol.

─ Así parece. En breve nos convertiremos en brujas y encarnaremos todo lo que no es bueno ni bonito de ver. Seremos auténticos íconos de la indecencia y el desastre ─ Madoka tenía una voz serena, pese a que se notaba que tenía miedo.

─ Muy pronto todo acabará, y entonces nos dedicaremos a romperlo todo y a contrariar los modales y el buen comportamiento. Es irónico, pues me estaba sintiendo a gusto aquí ─ Homura sentía que se estaba rindiendo, e incluso sus ojos se cerraban poco a poco ─. No conseguimos ni una simple semilla de sufrimiento para reabastecernos, así que… ─ de pronto Homura siente que estaba recuperando fuerzas, y al voltear nota que Madoka había acercado una semilla de sufrimiento a la gema del alma de la pelinegra ─ ¿Qué estás haciendo, Madoka?

─ En realidad sí tenía una semilla guardada, Homura-chan. Es la última, y pienso usarla para salvarte.

─ ¡No! ¿Qué crees que…? ─ Homura contempla horrorizada cómo la semilla de sufrimiento terminaba de saturarse de oscuridad al absorber la impureza en su gema del alma ─ Por favor, Madoka, no me salves a mí únicamente. Tú también debes vivir.

─ Yo ya no tengo esperanza, Homura-chan. Tú eres capaz de viajar en el tiempo, o algo parecido recuerdo que habías dicho ─ Madoka se notaba cada vez más débil y agonizante, para angustia de Homura ─. En ese caso, hay algo muy importante que quiero pedirte: Detenme.

─ ¿Qué?

─ Haz que no me convierta en chica mágica. Evita que cometa el mismo error. Te lo ruego, Homura-chan.

La pelinegra ve que Madoka estaba en las últimas. No había nada que pudiese hacer. Si tan solo tuviera a mano una semilla de sufrimiento que no esté usada… Ante sus ojos la gema del alma de Madoka es penosamente alzada, y entonces sabe que Madoka estaba por rogar un último deseo.

─ También quiero que acabes conmigo ahora. Si mi gema del alma se termina de corromper, entonces me convertiré en todo lo contrario aquello en lo que he creído siempre. No quiero ser una bruja que propague la impudicia en este mundo.

─ Madoka… Entendido.

─ Me llamaste por mi nombre… Me alegra que al menos antes de morir… te pudiera escuchar decirlo.

Homura saca su pistola, y sin siquiera atreverse a mirar dispara. Acto seguido se da la media vuelta para no ver el cadáver de Madoka, pero sí llega a ver a Kyubey.

─ ¿Por qué hiciste eso? Kaname Madoka tenía una gran cantidad de energía guardada dentro de sí. De haberse convertido en bruja habría sido una recolección espectacular.

─ Tus objetivos me importan una mierda ─ Homura mira con hostilidad al ente alienígena ─. Hay algo muy importante que quiero saber, y sólo tú me puedes dar esa información.

─ Pues dime qué quieres saber. Si realmente es algo en lo que puedo ayudar, cuenta con que te lo diré.

─ Ustedes… ¿Acaso basan su sistema para convertirnos en chicas mágicas en usar los principios de nuestro estilo de sociedad para contradecirlos?

─ Eso de los principios… ¿Acaso te refieres al funcionamiento de la humanidad como sociedad? ─ Kyubey parece meditar por un momento su respuesta ─ Tomando en cuenta que la sociedad humana funciona en base a los modales, la importancia del cuerpo y la imagen de cada persona ante sus semejantes, pues supongo que sería tal y como lo estás planteando, Akemi Homura.

─ ¿Por qué? ─ Homura sentía que iba a hervir de rabia ante la criatura blanca que seguía como si nada ─ ¿Por qué nos estás haciendo daño de esta manera?

─ Creo que te estás confundiendo, Homura. Los de mi especie realmente no odiamos a los humanos, ni guardamos contra ustedes ningún tipo de rencor ni animadversión. Todo esto lo hacemos para prolongar la vida del Universo e impedir que la entropía continúe con su proceso de desgaste de los recursos materiales y energéticos.

─ ¿Qué quieres decir?

─ Pues que el proceso de creación y procesamiento de un objeto o un ser vivo siempre requiere más energía que la que puede devolver después. Esto significa que, por muy poco que sea, se da una pérdida de energía al no ser posible que los objetos y procesos empleen el total de su energía y la puedan devolver al Universo para que pueda ser empleada nuevamente de forma plena. Esto hace que la cantidad disponible de energía sea menos a medida que pasa el tiempo, y eso trae como consecuencia que el Universo pierda recursos y que lentamente se vaya extinguiendo. No es un proceso precisamente rápido, sino que tarda eones para mínimamente hacerse notar, pero eso no quita que es un proceso constante que a la larga amenaza seriamente la vida y evolución del mismo Universo. Eso es lo que mueve a los incubators. Queremos prevenir la extinción del Universo.

Homura tardaba un poco en asimilar el tema de la pérdida de energía y la vida del Universo, pero al menos sí tenía claro el tema de que Kyubey actuaba en torno a ciertos patrones en el comportamiento y el pensamiento de los humanos a la hora de aplicar su "pequeño" sistema de creación de chicas mágicas. De ese modo todo cuadraba.

Pero ya era tarde para hacer nada al respecto en ese lugar, por lo que, sin decir nada más, da la media vuelta e ignora la duda que generó en Kyubey antes de desaparecer.


Hospital

El despertar de Homura fue amargo, mucho más que los anteriores. Teniendo más claras sus ideas sobre los riesgos y lo que tenía que hacer para salvar a Madoka, lo primero que hace es deshacerse de las trenzas de su cabello, y luego de eso usó su gema del alma para mejorar su vista. Estuvo así por unos cuantos minutos hasta que se le terminó cansando el brazo, y una vez que probó a caminar sin usar lentes…

─ ¡Ay! Un poco más y se me van volando los dientes.

Homura acabó en el piso por tropezarse con algunas de las máquinas que servían para hacer seguimiento a sus signos y para ver que su cuerpo estuviese bien. Homura trata de levantarse, pero en el proceso se vuelve a resbalar y tira más aparatos al suelo junto con ella. Tal vez no era una buena idea prescindir de los lentes, pero Madoka le dijo que se veía bien al natural, y por eso quería lucir sin lentes por un rato al menos.

Volvió a usar su magia para curar su miopía, pero siguió sin dar resultado el intento. Homura llegó entonces a una nueva conclusión.

─ Puedo ayudar a otras personas con mi magia, incluso a otras chicas mágicas. Pero mi magia es completamente inútil a la hora de usarla conmigo misma.

Eso era sin duda un gran obstáculo a la hora de querer ayudar a Madoka, pues no había manera de hacer algo por la pelirrosa si para empezar ni siquiera podía hacer nada para ayudarse a sí misma con la magia. Todo se reduciría entonces a salir a pelear y tratar de no encajar tantos golpes como para verse en la necesidad de curarse de emergencia. En medio de una pelea contra una bruja, estar gravemente herida podía ser una sentencia de muerte, y Homura necesitaba prevenir eso.

─ Hora de prepararme lo mejor que pueda ─ dice finalmente la pelinegra mientras se ajustaba los lentes.


Escuela

A empezar de nuevo. Homura se estaba acostumbrando a presentarse a la clase una y otra vez, siempre a la expectativa de qué clase de ambiente podría ofrecerle el salón de clases para darse una idea de qué clase de compañeros iba a tener, y encima ya estaba consciente de que eso mismo podría llegar a tener repercusión en el tema de las chicas mágicas. Era cuestión de tener los ojos abiertos y analizar correctamente el entorno.

─ Jóvenes, aquí tenemos a una nueva víctim… digo a una nueva compañera ─ presenta Kazuko con una sonrisa de oreja a oreja ─. Espero que puedan todos llevarse bien con ella y que le muestren cómo es la convivencia en este agradable salón. Pasa, amorcito. Que todos aquí puedan verte.

Homura pasa entonces, y lo que ve es que los estudiantes tenían rostros terribles. Homura incluso llegó a pensar que algunos tendrían algún muerto en su historial. La pelinegra busca con algo de desesperación a Madoka, queriendo encontrar un pequeño oasis en medio de montón de matones que allí se encontraban, pero lo que ve la deja a cuadros. Madoka no solamente no daba una mejor impresión que los demás, sino que incluso estaba sacando un puño americano mientras le dedicaba una sonrisa espeluznante a Homura.

─ Me hace muy feliz cada vez que llega carne fresca a este salón ─ dice Madoka especialmente para Homura ─. Cuando los nuevos ya se curten y aprenden a responder deja de ser igual de divertido el someterlos.

En ese momento, y sin siquiera dignarse a decir su nombre, Homura se convierte en chica mágica enfrente de todos y pone en marcha el mecanismo para empezar de nuevo.

Ese definitivamente sería otro mundo que no salvaría, y esta vez era a propósito.


En otra línea temporal, casa de Madoka

La pelirrosa estaba lista para conciliar el sueño para así descansar de otro día de clases, cuando en eso ve una sombra en la ventana. No se veía del todo bien la figura que había afuera, pero Madoka de alguna manera logra distinguirla.

─ ¿Homura-chan?

─ Escúchame bien, Kaname Madoka. Si viene una criatura abrazable pero sospechosa a decirte que te puede convertir en chica mágica a cambio de un deseo, lo que tienes que hacer es decirle que no. Deshonra para ti y tu familia si haces eso.

─ ¿A qué viene eso, Homura-chan? ¿A qué te refieres con "chica mágica"?

La pelinegra no responde, y en lugar de eso simplemente desaparece, teniendo en sus manos el cadáver de Kyubey. Inicialmente lo hace bajo la suposición de que no era el único, y justamente confirma eso, aunque pronto se daría cuenta de que las cosas eran incluso peores de lo que ella se imaginaba. Eliminar completamente a los incubators resultaba una tarea prácticamente imposible debido a la infinidad de veces que podían duplicarse en caso de que alguno de sus integrantes muera, lo que daba como resultado algo parecido al efecto de la hidra, criatura señalada de que si se le cortaba la cabeza salían dos más. Mientras más sabía Homura sobre lo que había alrededor de Kyubey y las chicas mágicas peor pintaba el panorama.

Pero no podía rendirse. Había hecho un juramento y lo cumpliría como sea.


Batalla contra Walpurgis

Lo había intentado. Homura había hecho hasta lo imposible para derrotar a esa gigantesca bruja. Incluso se había atrevido a robar armamento pesado para hacer posible el detenerla, pero todo había resultado en vano. Walpurgis no solo no había sufrido daños, sino que incluso mantenía su marcha como si no hubiese pasado nada. Tantas bombas y tantas cosas que había preparado Homura, y era como si ni siquiera le hubiese soplado una brisa en contra a la bruja.

─ ¿Cómo se supone que puedo deshacerme de esa cosa? ─ Homura se sentía frustrada al ver que sus intentos por vencer resultaban en vano.

Un ataque de Walpurgis que a priori lucía sin ganas hace que Homura vuele por los aires antes de caer al vacío. A mitad de la caída ve a Madoka reunida con Kyubey. Eso significaba que iba a pedir su deseo y convertirse en una chica mágica.

─ ¡NO LO HAGAS MADOKA! ¡NO CAIGAS EN SU TRAMPA!

Pero era como si no hubiese dicho nada en primer lugar, pues un brillo da a entender que el contrato se había cumplido, y ahora Madoka iba a luchar contra Walpurgis, para pesar de Homura.


Poco tiempo después

─ Sorprendente ─ dice Kyubey contemplando el paisaje, donde a lo lejos se podía ver una sombra rodeada por una radiante luz ─. Sabía que Kaname Madoka tenía un gran potencial, pero superó mis expectativas completamente. Incluso fue capaz de derrotar ella sola a Walpurgis, aunque eso fue a costa de ella misma convertirse en bruja ─ la criatura pasa a mirar a Homura, la cual también contemplaba a la bruja ─. Con semejante poder y tamaño, calculo que en tres días apenas habrá envuelto al mundo entero con el sentimiento de deshonra y decepción. Bueno, no es que me importe mucho, pues ya hemos recolectado energía suficiente para un buen tiempo ¿Y qué harás tú, Homura?

─ Esto ya no me concierne. No puedo hacer nada más, por lo que mejor me voy ─ dice Homura con tono amargo.

─ ¿A qué te refieres? ─ Kyubey no puede decir nada más, pues Homura sencillamente se envuelve en un destello y desaparece.


Escuela

Homura estaba lista para empezar de nuevo. Estaba mentalmente preparada para el nuevo entorno que tenía que enfrentar, sea cual sea, pero en eso se encuentra con Kazuko, la cual no estaba en el salón de clases, sino en la entrada de la escuela, algo inusual ¿Sería que en esa línea temporal su rol era distinto? Sólo tenía que cerciorarse. Si por casualidad llegaba ese cambio tan lejos como para que Kazuko sea ahora una chica mágica, entonces Homura hablaría de una vez con ella, pues al menos tendría a un adulto con la disposición de ayudarla, lo cual podría venirle bien.

─ ¿Saotome… sensei?

─ Ah, hola. Debes ser Akemi Homura, ¿no? ─ ante el asentimiento de la pelinegra, Kazuko se muestra complacida ─ En ese caso supongo que puedo ponerte a prueba para aceptarte en mi clase.

─ ¿Prueba? ─ Homura no entiende lo que estaba pasando, cuando ve que Kazuko se quita la blusa, se desabotona la camisa y se mueve el sostén para dejar sus pechos al descubierto ─ ¿Qué prueba es esta?

─ Chupa mis pechos y hazme sentir bien ─ dice la sensei como si nada ─. Te doy medio minuto para que tus lamidas se sientan lo suficientemente bien, y si lo logras te admito como parte de mi alumnado.

─ ¿Qué? ─ Homura estaba bastante sorprendida. Se supone que no se sorprendería por los nuevos cambios que enfrentaría, pero esto resultó ser demasiado inesperado.

─ Puede que hace rato uno de los profesores nuevos me dio por detrás hasta que se cansó, y eso me ha ayudado a mejorar mi humor, pero siempre tengo espacio para un poquito más de placer ─ continúa Kazuko pasándose la punta de la lengua por los labios de manera seductora ─. Anda, lame mis pezones y trata de excitarme. Si lo logras ya pasas el examen de admisión a mi clase.

Homura estaba perpleja, pero pudo ver que no tenía alternativa. Si quería llegar a Madoka, tenía que hacer lo que fuese necesario, así que empieza chupando el pezón derecho de Kazuko mientras pellizcaba el otro pezón y jugaba con la punta usando sus dedos. Era la primera vez que intentaba hacer algo así por sí misma, y la verdad es que no esperaba hacer algo así en su vida, pero por la cara que ponía Kazuko, parecía estar funcionando.

─ Oh, sí. Se nota lo novata que eres, pero tienes talento, jovencita ─ Kazuko acaricia la cabeza de Homura ─. Mantente así hasta que se cumpla el tiempo. Sí, estira con cariño mis pezones… Haces un grandioso trabajo para ser tu primera vez, Akemi-san. Con la dirección completa te aseguro que serás de las mejores zorras de tu clase.

Homura no se detuvo, pero en su cabeza ya empezaba a formarse una pregunta mientras esperaba a que el tiempo de prueba acabase.

─ "¿En qué carajo me he metido?"


En clases

─ Muy bien, mis niños. El día de hoy les quiero presentar a una nueva chica que formará parte de esta clase a partir de hoy ─ Kazuko estaba rebosando brillo, lo que dejaba descolocada a la mayor parte de la clase.

─ Sensei ─ un chico random alza la mano ─, pensé que el día de hoy iba a descargarse otra vez contra su pareja.

─ Ex, mi niño lindo, y ya no hace falta que me amargue por la humillación a la que me sometió aquel pija chica ─ Kazuko permanece imperturbable, dejando a casi toda la clase boquiabierta ─. En lo que estaba, aquí está la nueva estudiante de la clase. Su nombre es Akemi Homura.

Homura escucha que es llamada, por lo que avanza para así presentarse, pero termina dándose de cara contra la pared de cristal. Al no poder ver lo que tenía enfrente, lo que hace es preguntarse contra qué se había tropezado, cuando siente las manos de Kazuko guiarla a un lado, justamente donde estaba la puerta, por lo que Homura se siente tonta por saber que había tropezado contra la pared.

─ Akemi-san, creo que deberías ponerte los lentes si los tienes a mano.

─ Estoy bien, sensei. Gracias por su preocupación ─ responde Homura con tono distante.

─ En fin, ya que estás aquí, ¿por qué no anotas tu nombre en la pizarra para que todos lo lean?

─ Muy bien.

Homura toma a tientas el marcador y lo abre para así escribir su nombre, pero no es en la pizarra donde hace la anotación, sino sobre las tetas de Kazuko. Algunos alumnos se aguantan las ganas de reír.

─ Ehhh... Bueno, supongo que así está bien ─ Kazuko se estira un poco la camisa para leer bien el nombre, y luego le pide a otro alumno que guiara a Homura a su asiento, para así no derribar a otros alumnos en el proceso ─. Pues vamos a iniciar un nuevo tema, y espero que presten atención, pues la semana que viene hay examen sobre eso.

─ ¿De verdad? Qué horror ─ Homura reconoce esa voz como la de Sayaka.

─ Pero no todo es malo, Miki-san ─ Kazuko se ajusta los lentes antes de lanzar su golpe maestro ─. El que saque 10 en el examen tendrá sexo conmigo aquí mismo como recompensa ¿Alguna objeción?

Homura nota que el bullicio inicial calla en el acto, y todos parecían sacar sus útiles para presentar el examen. Definitivamente estaba en una versión alternativa de su mundo bastante… llamativa, por decirle de alguna manera.


Más tarde

Homura se encuentra con Kyubey, y sin pensárselo mucho arremete contra la criatura invocando unas tijeras para aplicarle una vasectomía. Si no podía eliminar al ente, al menos trataría de amedrentarlo para que no intente acercarse a Madoka.

Desafortunadamente la cosa no sale bien, y Homura ve (no demasiado bien al no tener los lentes puestos) que Kyubey llega hasta Madoka. Nuevamente la pesadilla empezaba, y eso frustraba enormemente a la pelinegra.

Pero lo había jurado, y era la determinación de Homura el insistir todas las veces que haga falta hasta que logre encontrar la forma de que Madoka no se convierta en chica mágica. Era como un laberinto sin fin donde Homura no descansaría hasta encontrar la salida.

CONTINUARÁ…


Bueno, pues ya está. Capítulo flashback completado. Costó mucho más de lo que hubiese querido (en condiciones normales tenía este capítulo listo para mediados de enero), pero ya está aquí. Estamos en la recta final, así que me tengo que centrar lo mejor que pueda. Sí se puede.

Hasta otra