Hey, muy buenas a todos, esta vez, el Ninja más fuerte de los 12 universos está de vuelta con un nuevo fic.

Esta vez tratará sobre el anime / juego de chicas sobre Hockey sobre hielo, Puraore! Pride of Orange, por lo que como siempre estaré con varias ideas sobre este fic en mente, aparte de que he borrado otros fics que ya no podía tomarme el tiempo de seguirlos porque perdí la idea de seguirlos, aun así, espero ponerle alma a este nuevo proyecto.

Sin más, comencemos…

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El deporte en Japón es muy importante, cada vez hay más jugadores interesados en practicarlo, aunque un caso de estos es el Hockey sobre hielo.

En tierras niponas, el hockey sobre hielo femenino estaba creciendo, su popularidad poco a poco se estaba colando en el corazón de muchas chicas las cuales optaron por participar en estas actividades, logrando enamorarse de este deporte.

El equipo nacional de hockey sobre hielo femenino de Japón está controlado por la Federación de hockey sobre hielo de Japón, la Federación de hockey sobre hielo de Japón, y es el equipo nacional que representa a Japón en las competiciones internacionales de hockey sobre hielo Femenino. El equipo representativo participó en dos ediciones de los Juegos Olímpicos de Invierno, en 1998 y 2004, obteniendo el sexto y octavo lugar respectivamente. A nivel de Campeonatos Mundiales, el equipo logró, como la mejor colocación en su historia, el séptimo lugar en 2008 y 2015.

Esta es la historia de unas princesas sonrientes que lograron vencer las dificultades que poseían para poder llegar a la cima del deporte de Hockey sobre hielo.

Pero primero, había que ver donde todo comenzó…

Se acercaban los últimos días de algunos estudiantes en una de las secundarias del lugar, en este caso, la secundaria mixta Kinugawa.

Los estudiantes estaban realizando distintas actividades como el atletismo, futbol, entre muchas otras cosas, aunque había una en particular qué destacaría entre muchas chicas. La joven poseía el cabello color naranja y los ojos color rosados y estaba corriendo hacia un club, sin embargo, al llegar, esta cerró la puerta nada más que llegar.

- Hermana, llegas tarde – dijo una chica la cual tenía el cabello azul verdoso y los ojos del mismo color de la peli naranja.

- Lo siento, algo pasó.

- El profesor apartó un momento a Mana-chan – respondió una de las chicas que estaba en el sitio, esta poseía el cabello verde y los ojos azules.

- ¿En serio? – la peli verde asintió a lo que la peli azul miró fijo a Manaka – ¿Qué hiciste esta vez hermana?

- Nada, cosas del comité – respondió mientras que tomaba una galleta de una caja que había ahí – deliciosa.

- Sírvete como quieras Mana-chan.

- No hables con la boca llena, es de mala educación.

- ¿Quieres un poco de té? – preguntó una peli rosa con el mismo color en los ojos la cual recibió una respuesta afirmativa de parte de la peli naranja la cual se sirvió una taza.

- Bueno, vamos a comenzar – con eso, las 4 chicas comenzaron con su labor. El cuarteto estaba en el club de bordado, algo en lo que eran ya conocidas y aunque reclutaban gente, por el momento estaban bien ellas.

- Puntada tras puntada, hemos hecho obras maestras desde hace varias generaciones, por eso es que digo que todas compartimos un hilo en común.

- Sí, sí, como la Presidenta del club, deja de hablar mucho y mejor ponte a trabajar – dijo la peli azul que respondía al nombre de Mizusawa Ayaka, hermana menor de la peli naranja, Mizusawa Manaka.

- Aya-chan, deja que beba su té en paz – le dijo la peli rosa que se llamaba Yanagida Kaoruko con calma.

- Kao-chan, eres demasiado suave con ella. Mejor date prisa hermana.

- Bien, bien, ya lo haré – sin más interrupciones, las chicas siguieron haciendo su trabajo manual sin ninguna distracción, aunque Manaka era de hablar mucho y su hermana menor Ayaka la tenía que interrumpir para que se diera prisa en terminar.

- Acabé – la primera en terminar fue la peli verde que respondía al nombre de Ono Mami la cual logró un bordado bastante bonito y con su firma personal.

- Eso está bastante genial Mami – Ayaka miró a su hermana – a diferencia del tuyo que está todo tosco.

- Eso es ser audaz, en cambio el tuyo ni siquiera va con el patrón Ayaka.

- Eso es ser único – las 4 rieron un poco y sin más, cuando terminaron, decidieron ir a la casa de Manaka y Ayaka a pasar el rato.

El hogar de los Mizusawa era un Ryoukan llamado Kinunoyado Shikiootoro, estas fueron recibidas por la abuela de las hermanas que a la vez era la dueña del sitio, por lo que el cuarteto pasó sin problemas. Mami incluso preguntó si le podía ayudar con una puntada para su trabajo a lo que la señora mayor respondió afirmativamente.

Unos minutos después, las chicas fueron a las aguas termales del sitio, estas eran bastante buenas para pasar un buen momento, sus cuerpos desnudos sintiendo la cálida temperatura del agua. De hecho, Ayaka mencionó que justamente un grupo de reporteros llegarían al Ryoukan para dar un informe, por lo que las hermanas Mizusawa estarían listas para eso.

Cuando terminaron, las 4 chicas se vistieron y fueron a la habitación de Manaka la cual era normalmente el punto de reunión de las 4 amigas. Todas estaban comiendo un poco de fresas que Kaoruko había traído. La familia de la peli rosa poseía una granja y las fresas que producían eran muy conocidas por ser muy buenas y muy queridas. Además, se pusieron a batallar sobre cómo era que estaban mejor las fresas, además de algunas otras trivialidades, aunque luego a Manaka se le vino algo a la mente.

- Por cierto, recordé que cuando llegué tarde hoy, fue porque me pidieron que pusiera algunos afiches, aunque uno de ellos si me llamó la atención – la peli naranja fue a buscar su mochila en donde encontró el dichoso anuncio – miren.

- ¿Y eso? – Ayaka, Kaoruko y Mami leyeron un poco sobre el afiche – ¿Hockey sobre hielo?

- ¿Por qué Hockey sobre hielo?

- Clase gratuita de Hockey.

- El equipo de Nikko, los Dream Monkeys, la darán este domingo.

- ¿En serio?

- ¿Por qué no vamos a esa clase? Sabemos patinar porque tomamos clase de gimnasia – las chicas dudaron un poco en eso.

- ¿No nos haríamos daño?

- Solo será una experiencia que a lo mejor no olvidaremos.

- Puede ser que sea divertido – dijo Ayaka la cual solo miró como es que Mami y Kaoruko también aceptaban esto, por lo que quedaban para ir a la clase de Hockey el domingo.

Justo esa noche, mientras que las hermanas Mizusawa estaban durmiendo, su abuela recibió una llamada, aunque no recordaba mucho el número, contestó.

- Buenas noches.

- Yukino, ¿eres tú?

- ¿Quién habla?

- Soy yo, Mochizuki Tamao, ¿no me recuerdas?

- ¡Oh, pero cuanto tiempo Tamao-chan! Hace tiempo que no habíamos hablado – dijo la abuela de las hermanas Mizusawa en modo alegre – ¿y eso que hablas a esta hora?

- Verás Yukino, necesito tu ayuda, si me puedes hacer un gran favor.

- ¿Qué ocurre?

- Resulta que mi nieto estará cursando la universidad y a la que entró queda por allá en donde queda el Ryoukan y la verdad es que recordé que ahí vivías, digo, si podríamos hacerme ese favor.

- No te preocupes, después de todo me ayudaste hace tiempo cuando estaba un poco mal, no será nada difícil, además, para eso estamos las amigas.

- Y no te preocupes, mandaré el dinero para los gastos que dé mi nieto, por lo que no tendrás que preocuparte por eso. Él llegará el domingo en la tarde si no te molesta.

- Oh, está bien, sí así lo quieres, entonces no hay problema – sonrió la abuela de las Mizusawa mientras colgaba la llamada, en eso, se le vino a la mente todo lo que habían hablado – alistaré las cosas para que cuando él llegue el domingo ya tenga la habitación de invitados lista.

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Llegó el día domingo y las chicas ya estaban listas para asistir a la primera clase de Hockey sobre hielo. Mami y Kaoruko estaban mirando el estadio cuando llegaron las hermanas Mizusawa.

- Hace tiempo que no venía aquí al estadio de Nikko, creo que desde que tomamos esas clases de gimnasia.

- Mucho tiempo ha pasado desde entonces, pero me pregunto cuándo es que inició la temporada de Hockey sobre hielo.

- Bueno, ¿vamos?

- Sí – con eso, las cuatro chicas fueron directo al estadio en el que no hace poco la temporada de Hockey estaba en plenas actividades, aunque por el momento las cosas estaban calmadas.

Mientras tanto, cuando las chicas entraron al estadio, se miró a un joven de unos 18 años el cual poseía el cabello rojizo y los ojos color morado oscuro, este llevaba una maleta y al pasar frente al estadio Nikko se le quedó mirando un momento hasta que finalmente decidió pasar de largo.

- Supongo que la temporada de hockey está por empezar, pero debo concentrarme en mis estudios y en estudiar para convertirme en todo un profesional – el peli rojizo siguió camino mirando la dirección que le dio su abuela y guiándose un poco por la gente que le daba la indicación de a donde debía llegar hasta que encontró su destino. Llegó al Ryoukan de la familia Mizusawa y este solo entró mirando para todos lados – ¿hay alguien aquí?

- Buenas tardes – la anciana salió a recibir al peli rojizo el cual al inicio se puso algo nervioso.

- B-Buenas tardes, disculpe, ¿usted es la persona de la que mencionó mi abuela?

- Oh, tu eres el nieto de Tamao-chan, pensé que llegarías un poco más tarde, pero de suerte la habitación ya la tenía lista.

- Le agradezco mucho el poder permitirme poder vivir aquí para que pueda ir a la universidad sin problema – el joven hizo una reverencia en señal de agradecimiento y respeto.

- No te preocupes, después de todo es lo mínimo que puedo hacer para una amiga como lo es Tamao-chan, siéntete como en tu casa.

- Muchas gracias – el peli rojizo fue guiado por la señora Mizusawa a la habitación en la que estaría el resto del tiempo que necesitaría para estar en la universidad.

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Habiendo pasadas algunas horas, las chicas salieron del estadio Nikko luego de que terminaran la práctica de Hockey en la que se la pasaron bien, siendo la que coordinaba eso, una mujer de cabello vino y ojos color dorado, siendo la entrenadora del equipo, Matsunaga Yoko y su asistente, So Sato.

Desde que aprendieron a patinar hasta como se debía jugar con el disco de Hockey, por lo que cuando terminaron, parecía que el cuarteto lo había disfrutado.

- ¿Volverán la siguiente semana?

- Por supuesto, realmente me ha gustado mucho practicar.

- A mi también, supongo que podríamos hacerlo más seguido – decía una rubia de ojos naranjas, esta respondía al nombre de Saginuma Riko.

- Si Rikorin lo hace, lo haré también – ahora fue una peli negra de ojos azules llamada Takagi Naomi.

- Eso es Nao-chan – las 6 chicas se fueron, mientras que Manaka, Ayaka, Kaoruko y Mami iban juntas.

- Realmente fue divertido, las horas pasaron volando – exclamó la peli naranja.

- Igualmente, creo que fue una gran experiencia.

- Conocimos a dos chicas bastante geniales – Ayaka fue la que habló – Saginuma-san y Takagi-san son bastante buenas en lo que hacen.

- Realmente fue algo genial – dijo Mami llamando la atención de las demás – lanzar los discos da una sensación de satisfacción que nunca antes sentí.

- Mami – la peli naranja río un poco antes de abrazar a su mejor amiga – ¡vengamos la semana que viene para que podamos seguir juntas en esto!

- S-Sí – las demás sonrieron por eso antes de que cada quien tomara lugar a su casa. Mientras tanto, en las oficinas del equipo de Dream Monkeys, la entrenadora Yoko estaba mirando un poco las noticias de Hockey.

- Yoko-san, ¿Qué tanto ves?

- Acabo de darme cuenta de que hay rumores que un prodigio del Hockey anda por estos lares de la Prefectura – la mujer estaba leyendo más de eso – lástima que decidió dejar el Hockey, realmente junto con Kiyose Yu serían las grandes estrellas del Hockey si él no hubiera dejado el Hockey, pero juro que, si lo encuentro, lo reclutaré para que juegue con este equipo o por lo menos que sea parte de la administración.

- Sabes que no te será fácil encontrarlo ¿no?

- Puede ser, aun así, vamos a ver si lo encuentro – Yoko sonrió por eso dándole un poco de miedo a su asistente.

- ¿Y cómo es que se llama?

- Recuerda bien su nombre So, él es Mochizuki Raiden.

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Ayaka y Manaka llegaron a su hogar en el que fueron recibidas por su abuela, aunque a ella se le olvidó decir que habían traído al joven peli rojizo, sin embargo, esta les dijo a las hermanas que había alguien en las aguas termales, aunque Manaka no escuchó eso y lo primero que decidió hacer fue ir a las aguas. Mientras tanto, el peli rojizo que llegó estaba ahí tomando algo del espectacular calor de las aguas.

- Unas aguas termales son bastante buenas, con el frio de la noche y el calor de aquí es algo único – sonrió el chico, aunque no escuchó cuando alguien más llegó y sin pensarlo dos veces entró a donde estaba él.

- El frio de la noche y el calor de las aguas realmente hace esto único – exclamó Manaka la cual estaba sin nada puesto y cuando abrió los ojos, notó al peli rojizo el cual quedó confundido.

- D-Disculpa, pero está ocupado – Manaka se dio cuenta rápidamente que había alguien ocupando las aguas, por lo que estando con la cara roja, solo tomó su toalla y salió rápidamente del lugar disculpándose mucho.

La abuela Mizusawa estaba mirando con algo de enojo a Manaka por haber ido rápidamente a las aguas sin preguntas si tan siquiera había alguien dentro. El joven que estaba dentro salió a los pocos minutos.

- ¡Lo lamento mucho! – se disculpó la peli naranja – no me fijé que había alguien más.

- No te preocupes, supongo que solo querías ducharte, perdón si elegí una mala hora.

- Chicas, hay algo que quiero que sepan, él es el nieto de una vieja amiga y a partir de hoy vivirá con nosotros aquí.

- ¿En serio? – la abuela de ambas asintió – pues supongo que nos faltará presentarnos.

- Mizusawa Manaka y ella es mi hermana Ayaka.

- Un gusto – la peli azul saludó primero a lo que su hermana mayor hizo lo mismo, el peli rojizo saludó de igual forma.

- Lo mismo digo, un gusto, soy Mochizuki Raiden, espero que nos llevemos bien – el joven hizo una pequeña reverencia a la familia Mizusawa.

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Continuará…