Quiero Conocerte

Capítulo 5: Cita de Negocios

.::Adrien::.

- ¿Oye? ¿Qué te pasa? Está bien que me hayas prohibido acercarme más de lo necesario a las modelos, en serio, lo entiendo, pero otra cosa es que ni siquiera te quieras deleitar la mirada junto conmigo ¡Míralas! De solo verlas se antoja ¿Y tú estás pegado a tu celular? ¡Estamos en medio de un shooting! -

Para ser sincero, no estaba prestando demasiada atención a lo que Wayhem decía, pero si, tal y como mencionó, ahora mismo nos encontramos en medio de un pequeño break de una sesión fotográfica y esta vez él hacía del fotógrafo principal y como dije en alguna otra ocasión: en verdad es muy bueno en su trabajo y generalmente lo dejo haciéndolo solo, sin embargo hoy aun que quisiera no puedo ya que yo también estoy haciendo de modelo. El problema de todo esto es que no recordaba que ésta sesión se haría justamente el día que vería a Marinette y me preocupaba el hecho de que este tipo de eventos se suelen extender bastante en tiempo.

Ahora mismo son las 15:10, lo que significa que tengo menos de dos horas para llegar a la cita acordada... Y esa es la razón por lo que me encuentro mirando insistentemente mi celular, en realidad lo que miro es la hora. Odiaría tener que cancelar esa cita...

- Wayhem... Tengo una reunión dentro de 2 horas ¿Será posible que tomemos mis fotografías antes que las de las otras chicas? - Pregunté, ignorando todo lo demás que me había estado diciendo.

Bueno, dentro de las ventajas de ser jefe es que en realidad mis peticiones son más bien órdenes, así que...

- Supongo que si, pero tienes sesión en conjunto con Lila y ella sigue en maquillaje y peinado, aunque tampoco debe tardar. Tomo primero tus fotos y en cuanto ella llegue terminamos -

Lila... casi me olvido de ella. Menos mal que solo fue contratada por el periodo de un mes y éste ya casi termina... A veces se vuelve bastante insoportable. Espero que no se me cuelgue del cuello al terminar.

- Ok, pues vamos entonces o en serio no voy a llegar a tiempo -

- Oh no, no, no ¿Adrien Agreste llegando tarde a una reunión importante? No lo puedo permitir ¡A trabajar! - Exclamó Wayhem con cierto tono de sarcasmo e ironía mientras tomaba su cámara en manos y caminaba hacia el set.

Prefiriendo no decir nada respecto a su actitud, me limité a seguirlo. Una vez posicionado, simplemente las cosas fluyeron como tenían que hacerlo, con la diferencia de tener que ser algo apresurado todo pero sin mayor contratiempo, excepto quizás, por Lila, que aún no hacía su aparición después de 40 minutos.

- Nunca decepciona, jefe. - Comentaba Wayhem mientras observaba las fotos que acaba de tomarme - Casi todas las fotos son perfectamente usables -

Quise responder a mi amigo sobre su comentario, sin embargo me distraje con gritos a la distancia que se escuchaban cada vez más y más cerca. Cosas como "son unos inútiles", "te dije que este color no me favorecía", entre muchas otras cosas más.

Si, era era Lila en su papel de diva.

- ¡No sé como pueden trabajar así! - Fue lo último que gritó cuando se hubo encontrado frente a mi, cambiando su expresión inmediatamente a una mucho más "relajada", aun que yo más bien le llamaría "hipócrita". - ¡Aaadrien! Ya estás aquí. Qué pena contigo, disculpa la tardanza... pero digamos que no todos aquí hacen su trabajo como deberían - Dijo, mirando despectivamente a las dos chicas que iban detrás de ella intentando terminar de arreglar su cabello.

- Creo que puedo responder a tu duda... - Dije, un poco harto ya de su actitud.

- ¿Disculpa? - Preguntó ella genuinamente confundida.

- Acabas de decir que no sabes como es que pueden trabajar así mis estilistas y maquillistas ¿no? Creo que puedo responder a eso - Lila se quedó callada en su lugar como no entendiendo todavía a qué me refería - Ellas no pueden trabajar con una modelo que se cree que es la octava maravilla del mundo, por que resulta ser que una modelo así solo sirve para retrasar todo por su actitud arrogante... - Voltee a mirar a Wayhem para dirigirme a él mientras Lila ponía cara de no creerse lo que acababa de decirle. - Wayhem, por favor, haremos fotos en conjunto con la señorita Rossi durante los siguientes 30 minutos, pasado ese tiempo yo debo irme así que idea fotos que se puedan editar para que parezca que ambos estamos en escena -

- Por supuesto, no es problema -

- No voy a permitir que me hables de esa manera tan... -

- No, Lila - Le interrumpí antes de que pudiese decir algo más - Recuerda que tienes delante de ti a tu jefe. Soy yo quien no va a permitir que hables mal de un staff que conozco desde hace años y con quienes he trabajado muy de la mano ya que yo también soy modelo en esta empresa. Fuiste contratada no por ser "Lila Rossi", si no por ser una buena modelo, igual de buena como todas las que trabajan para Gabriel's y a ninguna se les da un trato especial solo porque se las dan de divas. Estás incumpliendo con tu contrato ante esa falta de profesionalismo y además retrasas todo el shooting -

Quienes estaban presentes y alcanzaban a escuchar, se quedaron todos quietos mientras hablaba y aún después de haber terminado. El rostro de Lila por su parte era un verdadero poema; abría y cerraba la boca ligeramente en un intento por querer hablar, pero al parecer su cerebro logró procesar que quizás no era buena idea hacerlo así que simplemente se quedó callada y de brazos cruzados.

- Bueeeeno... Todo está listo para comenzar con la siguientes fotos, Adrien ¿Empezamos? - Dijo Wayhem, intentando que de alguna manera eso hiciera más leve el momento incómodo.

- Por favor -

No es que sea un cretino ni mucho menos, si es que lo están pensando, pero siempre he creído que es muy necesario bajar de su nube a alguien que ya siente que va volando muy por derriba de donde realmente está ¡Incluso yo! Pero en ese caso suele ser mi propia madre la que se encarga de tirarme directamente al piso y con una buena patada en el trasero si es posible. Siendo sinceros, creo que no ser por ella no habría conservado mi humildad tras ascender en la empresa...pues años atrás a pesar de ser responsable, aún con ello la verdad es que solía ser demasiado arrogante al saber que mi apellido era importante y que mi familia era millonaria.

En fin, volviendo a la realidad...

.::Marinette::.

- ¿Ya todo está listo? -

- Si, señorita Marinette. La cuenta está cerrada y exacta. Todo el sobrante está en refrigeración y... bueno, si, todo está listo -

- Muchas gracias Margot - Le sonreí, era la última en irse casi siempre pues le gustaba quedarse a ayudarme con todo antes del cierre de la repostería - ¿De casualidad sabes si aún nos quedan "Explosiones de chocolate"? - Pregunté queriendo parecer casual, sin embargo creo que ella no se lo tomó tan "natural".

- ¡Oh, cierto! Es hoy su entrevista con el señor Agreste. En seguida le traigo el pastelillo -

Feliz y sonriendo de oreja a oreja, Margot fue directo a los refrigeradores para traerme mi pequeño pedido y yo no pude evitar sonrojarme ante lo evidente que había sido.

- ¡Aún no puedo creer que haya conocido a Adrien Agreste sin siquiera saberlo! - Gritaba Margot desde donde estaba para hacerse oir, aunque en realidad no era necesario ya que al estar solas, el lugar casi hacía eco. - Ya decía yo que ese chico era demasiado apuesto, no es normal - Decía ya con un tono de voz más normal al haber regresado junto con el pastelillo, el cual me entregó distraídamente dentro de una bolsa un poco más pesada de lo normal - Puse dos pastelillos, uno de esos que te gustan de frutas para que no se vea muy raro eso de que le regale un pastel de la nada. Mejor tener como excusa el tener un buen postre juntos ¿No? -

Reí.

- Piensas en todo ¿eh? Pero voy a una...eh... cita de negocios, no a... -

- Y aún así pensaba regalarle un pastelillo, así que... ¡Que tenga una buena tarde, señorita Marinette! ¡Y mucha suerte! -

Y así, sin más, Margot tomó su bolso del mostrador y salió corriendo del local.

Estando ya sola, me aseguré de cerrar la puerta interna y colocar el letrero de "Cerrado" para dirigirme a la parte trasera del local, cerca de los refrigeradores, en donde había una escalera que guiaba a lo que vendría siendo algo así como mi oficina, un cuarto amplio en la planta alta que resultaba muy acogedor y adecuado para incluso tener allí cosas para ponerme a diseñar en mis ratos libres, ya sea nuevos pasteles o ropa.

Me acerqué a un perchero que tenía en un rincón y tomé de allí el vestido que planee ponerme para la ocasión, algo informal pero tampoco demasiado casual. Así que sin mas, me cambié y retoqué un poco mis labios y la mascarilla de pestañas, rocié un poco de perfume en mis muñecas y tomé todo lo necesario para la entrevista en un bolso grande de color blanco para asegurar que nada se maltratara.

Tomé mi celular y busqué la conversación con Adrien Agreste para asegurar la ubicación. Afortunadamente era un lugar bastante cercano, así que seguramente no tardaría más de 10 minutos en llegar, sobre todo pensando en que debía pedir un taxi o algún servicio privado para que me llevasen ya que por grandes coincidencias del destino mi auto ahora mismo se encontraba en un taller por algún problema en los frenos que detecté hoy mismo por la mañana. Vaya suerte ¿no? Aún tengo poco más de 15 minutos.

¿Qué tan mal se vería si le mando un mensaje para hacerle saber que ya voy para allá?

- Uhm, mejor no. - Guardé el celular en el bolso solo momentaneamente para no distraerme y matarme en las escaleras.

Al bajar me dirigí a la salida para allí pedir mi servicio de transporte, sin embargo la silueta de una persona parada de espaldas a la puerta me distrajo de mi tarea, así que abrí la puerta por si se trataba de algún cliente distraído que no había leído que la repostería ya se encontraba cerrada.

- Eh... Disculpe... ¿Señor? -

Juro que casi pierdo el aliento cuando este "señor" dio media vuelta para encararme.

- Señorita Dupain, que gusto encontrarla todavía aquí. -

- S-señor Agreste... Hola... - Ni siquiera sé como es que salieron palabras coherentes de mi boca ¡No es para menos! Realmente no esperaba que él viniera a por mi para la... "cita".

- Buenas tardes ¿Está ya lista? Ese vestido es de muy buen gusto, por cierto -

Alguien pellízqueme ¡Esto es demasiado surreal!

- Si, ya...ya estoy lista. Estaba a punto de salir...y...gracias -

- Perfecto ¿Tiene carro o puedo ofrecerme a llevarla? -

Reí un poco nerviosa y a la vez de forma irónica al pensar en mi auto en el taller... ¿Coincidencias de la vida?

- Si tengo, pero... por la mañana tuve que dejarlo en reparación, más por precaución que por otra razón; los frenos estaban haciendo un sonido muy raro y no quise arriesgarme -

- Mujer precavida vale por dos, dicen... Entonces...¿Eso es un "si, puede llevarme"?-

- En realidad me estaría haciendo un favor - Dije tímidamente pero aliviada también porque se hubiese preocupado por ir a por mi.

- Perfecto, vamos entonces. Reservé una mesa y se ponen algo estrictos si no llegamos a la hora -

ooo

Veinte minutos después y creo que aún no sé si estoy dormida o despierta, lo que significarían dos cosas: o estoy soñando o estoy alucinando.

Adrien Agreste me llevó consigo en una camioneta de esas que solo grandes empresarios tienen a un restaurante del centro de París de lo más exclusivo pero sorprendentemente acogedor. Hay paredes que separan cada mesa, por lo que el ambiente es muy privado a pesar de que de hecho el lugar se encuentra bastante concurrido.

- Ordene lo que desee, corre todo por mi cuenta -

- ¿Qué? No... No me atrevería - Respondí, nerviosa y apretando por debajo de la mesa mi bolso.

- No se preocupe, insisto. No le dije que viniera aquí para dejarle pagar ¿Qué clase de caballero sería? -

- Ok... Gracias. Creo que pediré... - Miré vagamente el menú que una de las meseras amablemente nos había entregado a nuestra llegada y elegí al azar una de las ensaladas que ofrecían - La ensalada con camarones... y agua mineral... -

Noté que sonreía ligeramente pero no me atreví a preguntar la razón, simplemente quería todo fluyera como debía y no decir nada que pudiese arruinarlo todo.

.::Adrien::.

Menos mal que logré zafarme de la sesión con Lila o de lo contrario habría perdido la reserva en el restaurant, pero también debo decir que me encuentro decepcionado por no haber podido disfrutar de ese pequeño momento de hacer lo que más me gusta como hubiese querido por culpa de Lila, sin embargo todo salió tan bien como pudo e incluso logré interceptar a Marinette... o debería decir en mi mente... ¿"A la señorita Dupain"?

Propuse comer tranquilamente antes de comenzar los asuntos serios, cosa a lo cual ella no se negó aunque creo que fue más por educación que aceptó, sin embargo creo que ayudará a que podamos platicar con tranquilidad.

Ya nos han traído nuestra orden y ambos hemos iniciado a comer con recato.

Después de un par de minutos de comida silenciosa decido que quizás sea buen momento para romper el hielo.

- Espero que mi elección de restaurante sea de su agrado. Sinceramente no tenía mucha idea de qué podría gustarle así que fui a la segura con este restaurante que sirve casi de todo. Lo frecuento mucho, sobre todo para citas de negocios -

Y no es mentira, me gusta por ser lo suficientemente discreto y porque todos aquí ya me conocen y me brinda la privacidad que deseo siempre que vengo.

- Es muy hermoso, muy acogedor y la comida parece ser muy rica. Al menos mi ensalada lo es -

- Me alegra que le guste, me sentiría muy mal si no -

- Ah, no se preocupe por mi. De cualquier forma no habría podido negarme... ¿Comida gratis? ¿Quién se niega a eso? -

Reí ante su comentario ¿Quién lo diría? Se siente lo suficientemente en confianza como para bromear.

- Definitivamente nadie, funciona con todos... Pero dígame, señorita Dupain... Ahora que estamos más relajados... ¿Qué me puede decir de usted? -

- ¿De mi? - Se notó que tragó un poco pesado - Eh... pues... No lo sé... -

Sonreí, realmente estaba muy nerviosa.

- Recuerde que esto es como una entrevista. Si quiere puedo hacerle preguntas más especificas, como un reclutador haría - Ofrecí.

- Cr-creo que estaría bien eso. No soy muy buena hablando de mi tan...improvisadamente. Estarían bien las preguntas... Por favor.- Dijo, comiendo inmediatamente después de su ensalada.

- Bien... por ejemplo ¿Qué edad tiene? ¿Es casada? -

Y no es que lo pregunte solo porque me interese saber qué tan difícil sería seducir a tan hermosa mujer; estas son preguntas que realmente se deben de hacer en una entrevista.

- Tengo...26 años. Y si, soy casada -

Claro, el par de anillos en su mano izquierda delataban esa confirmación. Era algo que había notado desde el día que fui a su panadería pero tampoco fue algo que realmente me hubiese importado mucho. En cuanto a edad... bueno, solo son 2 años de diferencia, nada mal.

- Por supuesto. Difícilmente una mujer como usted es soltera -

Hay algo en esta mujer que desde que la conocí llamó tanto mi atención...que ahora mismo estoy aquí intentando conocer más de ella usando como excusa el tema el trabajo, realmente fue una suerte que me contara que le interesaba ser diseñadora o de lo contrario no habría sabido qué decir o qué hacer para poder verla de nuevo sin que se sintiera demasiado forzado.

- ¿"Una mujer como yo"? - Preguntó con un tono un tanto...diferente.

- No quiero ser grosero, pero me refiero a que una mujer hermosa raramente no tiene pareja. Sé que mi comentario está fuera de lugar y me disculpo por eso -

En realidad no.

¿Qué es lo que quiero con ella? ¿Solo conocerla aunque sea un poco más? Debo decir que hacer este tipo de cosas no es propio de mi. Generalmente son las chicas quienes se esfuerzan por quedar conmigo para conocerme un poco más o como mínimo para llevarme a la cama... ¿Yo quiero llevarme a este mujer a la cama? Mentiría si dijera que no, pero tampoco es realmente mi intención. De verdad quiero conocerla...

- Bueno... ¿Gracias? creo... Por el... ¿halago? - Dijo cambiando su tono y viéndose también un tanto más colorada de las mejillas, cosa que me hizo sonreír para mi mismo.

- Supongo que se lo dicen muy seguido. Pero no es el tema... - Aunque si me gustaría seguir hablando de ello, pero tampoco pretendo verme tan obvio.- Dígame... ¿Qué carrera estudió y por cuánto tiempo? -

- Diseño textil pero solo por un semestre, después de eso no pude volver.- Respondió ya más casual.

- Muy poco tiempo, supongo que eso explica porqué abandonó después de que tuviera éxito con su repostería -

- Más o menos. Poco tiempo después fue cuando me casé y tuve a mi pequeño Louis -

- Ah, tiene un hijo - Puntualicé intentando sonar despreocupado del tema. - ¿Qué edad tiene?-

- Casi cumple 3, es un verdadero amor mi pequeño -

- No lo dudo. Y...siguiendo con el tema de la moda ¿Ya le comenté acerca de su vestido? - Ella asintió mientras aún masticaba el bocado que acaba de degustar - ¿Algún diseñador en especial? El acabado es exquisito y la tela se nota de la mejor calidad. Desgraciadamente no puedo decir que sea un diseño de Gabriel's, aunque me encantaría que lo fuera -

- Mu-muchas gracias. Es diseño mío; creí que sería buena idea traer una pieza terminada y bueno, generalmente todo lo que diseño lo uso yo misma en mi día a día así que... hoy tocó turno a este vestido. Me gusta esmerarme en conseguir telas de calidad para mis prendas -

- Wao... sinceramente "wao", de verdad me ha sorprendido - Si, en verdad lo ha hecho. - Si ha logrado hacer este bonito vestido sin siquiera tener una carrera concluida, no me imagino las maravillas que podría hacer si supiera todo y si tuviese todos los materiales a su disposición. Definitivamente algunos nacen con el talento... No es mi caso, en realidad. Yo tuve que aprender mucho para poder considerarme a mi mismo como un buen diseñador-

- ¿De verdad? No sé ni qué decir, me hace mucha ilusión escuchar algo así de alguien tan reconocido en el mundo de la moda...-

Después de tan buen e inesperado inicio en su portafolio, terminamos con nuestra comida para después ordenar un capuccino para ella y un café negro para mi para poder seguir con nuestra charla, en donde ella sacó de su bolso un cuaderno lleno de bocetos que realmente me parecieron de lo más interesantes y novedosos.

- No dejo de impresionarme a cada diseño que veo, incluso tiene las muestra de tela... ¿De verdad es usted una amateur? Casi no puedo creerlo. Dígame la verdad.-

Ella rió ligeramente y me dedicó una sonrisa antes de contestar.

- Juro que digo la verdad. Es solo que... a pesar de haber abandonado la carrera no dejé de aprender por mi cuenta. Soy autodidacta -

Hubo un silencio en el que tuve que detenerme a pensar más en la empresa que en mis propios deseos. Por más que sea yo el dueño de Gabriel's, no puedo saltarme así como así las reglas.

- Señorita Dupain, tengo que ser completamente sincero con usted... Desgraciadamente es muy difícil que mi gente de Recursos Humanos acepte a alguien que no cuenta con los debidos estudios para entrar a nuestra área de diseño y creo que yo mismo no me había puesto a pensar que usted ya cuenta con su repostería y no sé qué tan difícil sea para usted manejar una empresa y al mismo tiempo trabajar para otra -

- Claro, entiendo... Supongo que todo esto era demasiado bueno para ser verdad...-

.::Marinette::.

Supongo que ninguno de los dos pensó en eso desde el principio, pero fuera de lo de mi repostería... estaba ese pequeño gran obstáculo de los estudios.

- Pero debo decir, que como presidente de Gabriel's en verdad me interesa trabajar con usted ¿Sabe lo que es trabajar como freelance?-

- ¿Freelance? Eh... claro, si. - Y de pronto una nueva chispa de esperanza aparece.

- Me gustaría probar con usted su trabajo para diseños independientes y que se pondrán a prueba. Recibirá un brief con todo lo que necesitará saber sobre la colección que en estos momentos estamos diseñando de la mano de mi diseñador principal, Nathaniel Kutzberg, seguro lo conoce... Es uno de los diseñadores más reconocidos en el país... y casi puedo asegurarle que pronto lo será del mundo entero -

- ¿Trabajaré con Nath? - Pregunté sorprendida al saber perfectamente de quién se trataba. Si, le conocía, pero no precisamente porque recientemente se estuviese dando a conocer.

Nathaniel, uno de mis amigos durante mi primer y único semestre en la carrera. Seguimos en contacto después de aquello, sin embargo con el paso del tiempo esa comunicación se fue cortando poco a poco hasta ser inexistente, pero a pesar de ello pude enterarme que había sido aceptado en Gabriel's hace uno o dos años atrás y se había convertido en uno de sus principales diseñadores. De verdad me alegré mucho por él, me da gusto que su talento este siendo tan bien aprovechado y que sea exitoso.

- ¿Se conocen? - Preguntó con curiosidad.

- Si, de la universidad. Tengo la fortuna de decir que fuimos compañeros y amigos -

No sé bien si aquel pequeño gesto que logré notar en las finas facciones del joven Agreste fueron negativas o si solo fue mi imaginación, pero inmediatamente después volvió a sonreír por lo que supongo que solo fueron ideas mías.

- ¡Qué pequeño es París! - Exclamó finalmente. - Nathaniel me ha hablado alguna vez de una amiga suya, talentosa y bella, con la que ya no habla, sin embargo jamás mencionó su nombre ¿Será usted? -

- Je... No lo sé, sería lindo si así fuera. Es decir, el hecho de que aún me recuerde. -

Después de mi comentario hubo un silencio un tanto extraño en el que el joven Agreste se quedó en silencio mientras revisaba por tercera vez todos mis bocetos sin decir nada y digo que fue extraño porque de hecho solo hasta este momento es que ha dejado de hablar, todo el rato anterior se había encargado de que nuestra charla fuese continua a amena, sin pausas demasiado largas...

- Definitivamente exquisitos. Le propongo algo - Dijo después de un rato y habiendo separado dos de los diseños de todos los demás.

- Dígame...-

- Para empezar quiero comprar estos diseños para agregarlos a nuestra colección de Invierno. Este abrigo tiene mucha personalidad y sin duda lo amarán... Y este vestido... ¿Qué dice? Le aseguro que el pago será más que justo y además recibirá mes con mes una suma de acuerdo a las ventas que tengan específicamente estas prendas, y así hasta que dichas salgan del mercado. -

¿¡Qué!? ¿Es esto de verdad? ¿Adrien Agreste quiere ahora mismo hacer un trato conmigo por MIS diseños?

Creo que me he quedado muda pero no sé exactamente cuánto tiempo llevo sin poder pronunciar palabra por la impresión.

- ¿Señorita Dupain? - Me llama. Si, evidentemente me he quedado de piedra.

- Cl...¡Claro!...Es decir ¡Si!, me encanta la idea. Y... muchas gracias por la oportunidad, en serio, no sabe lo importante que es esto para mi -

- Creo que si lo sé y me alegro haber tenido la suerte de descubrir su talento. La primera propuesta sigue en pie... Pediré a mi asistente que se comunique con usted para checar su disponibilidad para no entrometernos demasiado con su vida personal y su repostería, seguro que querrá tener el tiempo para ambas cosas. Una vez que se pongan de acuerdo, ella la comunicará directamente con Nathaniel. Debe saber que es posible que haya días en los que solicitemos de su presencia directamente en la empresa, así que por favor considere aquello, sin embargo por lo pronto el trato será en su mayoría de forma remota. Necesitaré que me de su correo electrónico, teléfono de casa y cualquier otro número en el que pueda contactarla, por favor. - Bebió un poco de su café después de haber dicho todo lo anterior y fue entonces cuando de repente recordé que traía conmigo aquellos pastelillos que Margot me había hecho el favor de empacar para nosotros.

- ¡Espere! - Exclamé quizás demasiado alto, avergonzándome de mi misma pues incluso dos o tres personas se asomaron para intentar descubrir qué pasaba. Suerte que nuestro lugar era uno de los más cubiertos o de lo contrario habría querido que la tierra que tragase aquí mismo.

- ¿Pasa algo? - Preguntó con cara de susto y con su taza a medio camino hacia la mesa.

- Eh... lo siento... Yo, bueno... - ¡Por Dios, Marinette! Deja de comportarte como una adolescente - Había olvidado que traje esto para usted, solo porque recordé que le gusta... No es que quisiera sobornarlo ni nada, je -

De mi bolso saqué uno más pequeño en donde se encontraban los pastelillos y puse las cajitas sobre la mesa, esperando que los meseros no se acercaran a decirnos que no era posible comer algo ajeno al restaurante.

Las cajas eran completamente cerradas y sin ventanas por lo que no me era posible saber cuál era para él a simple vista, así que tuve que abrir las cajas para saber cuál darle... Creo que más adelante pensaré en el rediseño de las cajas para que se pueda ver hacia dentro...

.::Adrien::.

Casi se me heló la sangre cuando vi que una de las cajas contenía un pastelillo como el que le pedí cuando la conocí como Chat Noir...

¿Ella lo sabía? ¿Me lo había ocultado? ¿Cómo me había descubierto? Es decir, ella acaba de decir que lo trajo para mi específicamente porque sabía que me gustaba... Así que...

- Oh, este es el mío. Je... - Dijo, abriendo completamente la cajita que a su vez servía también como plato y que descubría ese pastelillo que también me gustaba con frutas exóticas. - Este es el suyo... ¿Le gusta el que es todo de chocolate, no? - Con una gran sonrisa en su rostro me entregó la otra cajita a medio abrir para que yo me encargara del resto. - Ese día escuché que le decía a Margot que "iba por un antojo", así que supongo que si era para usted ¿No? -

Creo que mi corazón al fin volvió a latir dentro de mi pecho. Demonios, pocas veces me han asustado de esta manera. Aunque no sé porqué su último comentario de alguna manera me conmovió...

- Que considerado de su parte. Muchas gracias -

Tomé la cajita entre mis manos para abrirla a su totalidad y así degustar de tan rico pastelillo, aunque debo decir que por un momento envidié que ella tuviera de hecho mi sabor favorito de entre todos los pastelillos en su repostería ¿Quién lo diría? ¿También lo es de ella?

Marinette Dupain Cheng es una persona de verdad talentosa e interesante, además de muy hermosa... Solo veo ese pequeño defecto que involucra a no solo una persona, sino a dos; está casada y tiene un hijo.. ¡No me malinterpreten! No soy del tipo que se enreda con absolutamente cualquiera que se le ponga enfrente. No pretendo ser la persona que arruine un matrimonio solo por querer acostarme con la chica en cuestión... Debo decir que es una verdadera lástima, pues de verdad me hubiese gustado poder profundizar aunque fuese un poco más en la vida de esta hermosa azabache.


Notas de la Autora:

¿Adrien desistirá en sus intentos por querer ver más a Marinette? ¿Ella se habrá olvidado ya de su guerra en las redes sociales con la intensión de llamar la atención de Chat Noir?

Ya lo sabremos en los próximos capítulos :D Espero que les esté gustando la historia! y si sí, no olviden dejármelo saber! :)

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Muchas gracias por leerme! Prometo traerles el siguiente cap el 30 de abril, no importando que me haya demorado con traerles este capítulo.