Quiero Conocerte
Capítulo 8: Día de los Héroes - Parte 2
.::Marinette::.
Las horas pasaron bastante amenas, los clientes iban y venían a pasearse por nuestro lugar con esa sonrisa en la cara que a Margat tanto le fascinaba admirar, siendo esa la mayor prueba de que nuestros postres y pasteles eran de tu entero agrado, y bueno... considerando también que de hecho todo era gratis para todo el público, seguro que eso también influia mucho.
Mi familia andaba por allí entre toda la gente y Luka de vez en cuando se acercaba a mi para besar mi mejilla y recordarme que estaba allí para lo que necesitara... Algo que realmente no pasaba hace mucho porque evidentemente nunca estamos juntos mientras trabajamos, siendo esta la gran excepción... Debo decir que se siente bien, extrañaba mucho esta sensación de sentirme apoyada por mi esposo.
Pronto el evento principal del día se anunció, y no... no me refiero a la subasta, porque... ¡seamos realistas! al menos un 65% de los aquí presentes venían a ver a Chat Noir, la subasta solo se realizó entre unos cuantos riquillos.
- ¡Mira! ¡Ahí está! ¡Ahí estáaaa! - Margot gritaba realmente entusiasmada al lograr ver la silueta negra de nuestro gran héroe. Se encontraba parado en lo más alto de una de las... ¿torres? (perdón, pero no sé mucho de arquitectura) del museo, meneando aquel extraño cinturón que figuraba como su cola como si tuviera vida propia.
- ¡Canua! ¡Canua! - Gritó mi pequeño Louis, que en ese momento se encontraba en brazos de Luka a un lado mío.
- Si, mi amor, es Chat Noir - Le dije, tocando su pequeña naricita con un dedo.
- ¡Canuaaaaa! - Volvió a gritar emocionado cuando el héroe saltó sin preocupación alguna para terminar aterrizando justo en el lugar en el que anteriormente habían estado exhibiendo las pinturas de la subasta. Un lugar un poquito alejado de nosotros pero del cual de todos modos podíamos verlo sin problema.
- ¡Papa! Vaaaamoooo - Pedía Louis para poder ver a Chat Noir de cerca.
- Yo lo llevo, a fin de cuentas ya arrazaron con todos los postres, no tenemos nada más que ofrecer - Le dije a mi esposo, alargando los brazos hacia él para indicarle que me pasara a nuestro hijo.
- Vamos los 3 - Dijo él, acomodándose bien a Louis en un brazo y ofreciéndome su mano libre para que yo la tomase - Volvemos en un rato, Louis quiere ver a Chat Noir de cerca - Avisó a mis padres.
- ¡Canuaaaa! Siiii, si, si, siiii -
Sonreí ante la emoción tan inocente de mi querido hijo. Seguro que estaba emocionado por ver a ese personaje que aparecía en la televisión y que su madre miraba frecuentemente en su computadora.
Por suerte, al vernos con un niño en brazos, las personas nos fueron abriendo paso hacia el frente, lugar en donde Chat Noir se estaba dedicando por el momento a simplemente saludar a todos los que podía. Por un momento creí que ni siquiera nos prestaría atención, sin embargo... en cuanto nuestras miradas se cruzaron, inmediatamente se dirigió hasta nosotros.
- ¡Hey! Hola, campeón ¿Cómo te llamas? - Dijo él, acercándose directamente a mi hijo.
Como ya había comentado, Louis suele ser muy introvertido cuando trata con nuevas personas y este caso no era la excepción así que quise animarlo un poco.
- Dile como te llamas, mi amor -
-... Louis...- Murmuró mi hijo, no pudiendose escuchar muy bien del todo e intentando resguardarse un poco más en los brazos de Luka.
- Se llama Louis - Dijo Luka por él, sonriendole a Chat Noir.
- Hey, que buen nombre. Que bueno conocerte - Chat Noir volvió a dirigirse solamente a mi hijo, quien poco a poquito iba despegándose de Luka.
- Mi hijo suele ser algo tímido, pero te aseguro que está super emocionado por poder saludarte. - Le comenté.
- ¿Qué tal un pequeño regalo? -
Chat Noir tomó su bastón y de un extremo sacó lo que parecía ser un pequeño pin negro con una patita de gato verde grabada al centro y se lo colocó a mi hijo en el pecho, adhiriéndose esta de forma casi mágica ya que no contaba con ningun pincho o algo similar.
Louis inmediatamente empezó a removerse feliz, no pudiendo evitar sonreír de oreja oreja.
- Aw, le ha encantado. Gracias Chat Noir - Agradecí.
- Qué gran detalle. Muchas gracias- Esta vez fue Luka quien le agradeció.
- No es nada, para nada. Siempre es bueno hacer feliz a un niño -
Dicho esto, Chat Noir se movió hasta el sitio de algún otro fan, aunque no sin antes dirigirme una última mirada y un guiño cómplice.
.::Adrien::.
Actuar de forma normal frente a la familia de Marinette no me resultó tan fácil como quizás se vió. Juro que sentía el corazón en la garganta... Algo muy raro en mi, debo admitir; generalmente no hay nada que me altere de ninguna manera tan...radical.
Al menos no terminé tatamudeando o tropezando frente a todos...
Durante todo el rato que estuve saludando a mis "fans", me aseguré de no perderle la pista a Marinette, buscándo su mirada con la mía de tanto en tanto...y debo decir que no me decepcioné en ninguna de esas ocasiones pues en todas ellas, ella también me estaba mirando...
Como todos los demás fans a mi... Bueno, quizás no deba emocionarme de más.
Después de los saludos y autografos (nada raro para mi, de hecho, por mi carrera como modelo), tuve que dar un pequeño monólogo acerca de las buenas acciones y lo increíble que era este evento, así como sobre mis "agradecimientos" por haber sido "invitado". No me quejo, de no haber sido así, no habría visto a mi linda azabache el día de hoy.
Y hablado de ella...
El evento ya está por terminar, son las 4 de la tarde, bastante temprano a decir verdad, pero ese no es el punto. Se supone que quedé de verme nuevamente con Marinette al término de todo esto, me pregunto si realmente va a presentarse.
- Muchas gracias por haber venido. Pero este gato ya se tiene que ir porque por las noches ya saben quién les cuida las espaldas ¿Verdad? - Anuncié con ayuda de un micrófono que me había dado desde el momento en que había hecho mi aparición.
Los parisinos presentes clamaban mi nombre y me aplaudían mientras que yo daba un ágil salto que me impulsó nuevamente hasta el techo del museo.
- ¿Estás ahí, gato negro? - El comunicador en mi bastón dejó escuchar la voz de Alix.
- ¡Aww! ¡Me acabas de llamar por nombre clave! -
- Si, si, no molestes. ¿Te vemos en un rato más, verdad? -
- Claro, debo retirar todas las cámaras que instalé... Así que todavía tiene Chat Noir dentro de un rato más, subtentiente. -
. De acuerdo. Procura no ser visto, se supone que "ya te fuiste" - Pidió.
- Ese es el plan. - Me aseguré de cortar comunicación con Alix y enseguida me acerqué nuevamente a la orilla para intentar divisar a aquella dama que me había robado los sentidos... Para mi suerte fue fácil encontrarla, aún estaba en su puesto, comenzando a guardar todo.
Ok, aún tienen que llegar con el camión para que pueda empezar a recoger todo, aunque...
Tomo mi bastón y lo transformo en mi muy útil telescopio para buscar por todo el lugar a la familia de Marinette, sin embargo no les veo por ningún lado ¿Será que se fueron? Eso sería bueno para mi...
Bien, supongo que tengo tiempo para retirar todas mis cámaras y hablar con Alix un momento.
.::Marinette::.
- ¡Aaaay! ¡Pero que gran día! -
- No tienes que gritarlo tan alto, me vas a reventar los tímpanos -
Margot y Chris platicaban entre si acerca del evento y lo mucho que habían disfrutado convivir con tantas personas al aire libre, aunque al parecer Margot era la más entusiasmada, como siempre.
Me pregunto si Chat Noir en realidad se habrá ido... Guardé su pastelillo.
Intentando no pensar mucho en nuestro héroe, me limité a empezar a recoger todo distraídamente para prepararlo para cuando los demás chicos llegasen a ayudarnos con todo lo que habíamos traído.
Puf, y yo que pensé que hoy pasaría el resto del día con Luka y mi pequeño Louis, pero no... Resultó que Luka recibió una llamada en la que aparentemente le pedían que fuera a la disquera por quien sabe qué razón. Se suponía que había pedido el día para no tener que trabajar...
Luka se fue y mis padres se llevaron a Louis a su casa en lo que yo me encargaba de todo aquí. Vaya descepción. Bueno, al menos ahora mismo no estoy sola.
Para asegurar la integridad del pastelillo, lo guardé en una bolsa y les comenté a Chris y Margot que no lo sacaran del refrigerador hasta que nos fuesemos. Así pues, simplemente nos pusismos a recoger todo lo que habíamos llevado para tenerlo listo para cuando Dean, Angel y Joseph llegasen con el camión de carga y así poder retirarnos al fin a la repostería, lugar en donde tendríamos que repetir el proceso para descargar el camión y guardar todo en la bodega. Nadie dijo que tener una respostería reconocida sería fácil ¿no? En un principio se suponía que yo ya no me encargaría de eso, si no los chicos por si solos, pero dado el hecho de que todo plan para el día de hoy se vino abajo, entonces no veo porqué no involucrarme de lleno en el proceso.
Todo iba bien y sin problema alguno, hasta que sentí vibrar dentro mi chaquetilla lo que en un principio creí que era mi celular. Sin embargo al observar la pantalla me di cuenta que el celular se encontraba inactivo y sin una sola notificación. Algo más estaba vibrando...
- ¿Que rayos...? - Al volver a buscar dentro de mi bolsillo me encontré con aquel pequeño "pin" que Chat Noir le había regalado a mi hijo. Objeto que al final tuve que tomar yo para guardarlo y así asegurar que mi pequeño hijo no lo perdiera ya que definitivamente aquel pequeño objeto no parecía ser un simple souvenir... Y al parecer no me equivocaba... Estaba parpadeando en verde la huellita en el centro, aunque en realidad eso era todo lo que hacía. No supe que hacer o qué rayos estaba pasando y aún con ello alcé la mirada hacia el techo del museo, encontrándome inmediatamente con la mirada verde de Chat Noir y su sonrisa mientras me saludaba como niño pequeño lo más escondido que podía estar.
A lo lejos él sacó su bastón y se lo puso en la oreja como si se tratara de un teléfono e hizo el ademán después de pegarle algo y volver a ponerselo en la oreja, todo esto con movimientos exageradísimos para finalmente señalarme a mi y repetir sus movimientos. Fue entonces cuando "lo imité" y saqué mi propio celular y le acerqué el pin, éste de pronto se adhirió por si solo a mi celular, como si se tratara de un imán. Volví a mirar a Chat Noir y éste levantó el pulgar y sonrió, tomándo nuevamente su bastón.
Mi celular comenzó a sonar en ese instante, no marcando en la pantalla ningún número, o más bien, marcando muchos ceros. No entendiendo aún lo que sucedía, deslicé el icono correspondiente para contestar.
- ¿S..si? -
- ¡Hola, Princesa! Me alegra que lo hayas captado tan rápido - La voz del héroe se notaba alegre.
.::Adrien::.
- Tampoco es como que haya sido tan fácil...- Respondió ella no muy convencida ¿De qué? Quién sabe. - ¿Qué clase de brujería es esta? -
- No sé si llamarle brujería o magia...o.. simple tecnología. Debo confesar que yo mismo no entiendo cómo funcionan muchos de mis "artilugios", pero lo que importa es que hacen bien su trabajo. -
- ¿Hackeaste mi celular? -
- Uhmmm yo no lo llamaría "hackear". Ese pequeño artefacto me permite acceder a tu número telefónico sin realmente mostrármelo, así tu estás a salvo por si por cualquier razón alguien intentase hackear de verdad el mío. Tranquila, esto no me permitirá ver más allá en tu celular, no entraré en tu privacidad. Este es un método que suelo utilizar con los policías con los que coopero porque además evita que se nos rastree. Toda una maravilla ¿no? -
- Entoces se lo diste a propósito a mi hijo...- Razonó ella acertivamente.
Oh, me han pillado.
- jajajaja, si, me atrapaste. Aun que de nada hubiese servido si él se lo hubiese llevado o si tu esposo lo tomase en vez de ti. La suerte está de mi parte, parece -
Hubo un pequeño silencio que me intrigó, por lo que presté más atención a sus movimientos a la lejanía; se encontraba con una mano en la cintura, un pose digna de regaño, pero no tardó mucho en relajarse.
- ...Que listo - Dijo, con tono irónico.
- ¿Hice mal, Princesa? -
Otro silencio, uno un poco más corto...
- Bueno, hiciste muy feliz a mi hijo con esto así que... supongo que puedo perdonarte.-
Sonreí ante mi triunfo. Ahora tengo la forma de comunicarme con ella cuando me apetezca sin tener que recurrir a mi identidad civil.
- ¿Tienes algo que hacer por la noche? - Pregunté, esperando que su respuesta fuese negativa ya que no podía ver por ningún lado a ningún miembro de su familia, aunque nunca se sabe, es por eso que prefería preguntar.
- Eh...No, en realidad no. Generalmente los viernes mi esposo y yo lo pasamos solos en casa, pero justamente hoy tuvo una emergencia en el trabajo y se tuvo que ir -
Oh, esto pinta para bien. Casi como si los astros se estuviesen alineando solo para que ella y yo podamos vernos...
- Aun me debes ese pastelillo, dime que lo has guardado para mi -
- Eh... si, justo lo tengo apartado. De hecho creí que ya te habías ido y me lo iba a comer yo misma. Es también mi favorito ¿Sabes? -
Seguro que no te gusta tanto como tu me gustas a mi, Princesa.
- ¡Qué coincidencias! - Simulé asombro, pues yo ya sabía eso gracias a aquella "cita de negocios" que habíamos tenido tiempo atrás. - Quizás lo podamos compartir. Voy a buscarte en tu Repostería, en... ¿2 horas? -
- ¿Qué?...No, espera... ¿qué? ¿Es en serio? - Preguntó ella, notándose nerviosa.
- Si. No te preocupes, soy el rey de la discresión -
Sin querer darle oportunidad a negarse, colgué sin más y me dispuse a seguir en mi tarea de retirar todas mis cámaras de dentro y fuera del museo. Después de aquello debía reportarme directamente con Alix y los demás oficiales así que 2 horas parecían un buen rango de tiempo para que yo hiciera aquello y que Marinette pudiese irse y arreglar lo que sea que tuviese que arreglar en la repostería.
ooo
No se ve mucho movimiento en dentro del local. El camión de carga no está así que me imagino que ya terminaron de bajar todo y el letrero de "cerrado" con una bonita letra de caligrafía luce en la puerta principal.
- ¡Nos vemos luego, señorita Marinette! - Gritaba una chica al salir sonriente del lugar, Margot es su nombre, según tengo entendido.
Supongo que hubo respuesta desde el interior del local y con ello Margot dió media vuelta para comenzar a caminar por la calle sin mucha prisa.
Debo asegurarme de que al fin Marinette esté sola, así que tomo mi bastón y hago uso de aquel dispositivo que me permitiría comunicarme con ella sin mayor problema.
Varios tonos después aún no hay respuesta, sin embargo en el interior del local logro escuchar un fuerte golpe seco que me hace movilizarme a toda prisa hasta la repostería y abrir la puerta sin importarme nada más. Cuál va siendo mi sorpresa al encontrarme a Marinette tirada en el piso, boca abajo y con el celular en la mano.
- ¿Estás bien? - Pregunto acercándome a ella para ayudarle a ponerse en pie.
- ...¿Auch? - Responde ella mirándome a los ojos y mostrándome con ello los suyos cristalinos, seguramente por el dolor.
- ¿Te lastimaste algo? ¿Puedes caminar? -
- Estoy bien, solo me saqué el aire al caer... Oye... Espera... ¿qué haces aquí? -
- Ah... Verás...Te estaba esperando afuera, escuché el golpe y no pude evitar entrar al rescate. Perdón, es el héroe que hay en mi - Le digo, guiñandole un ojo pero sintíendome como un idiota al ser posible que por mi culpa haya sido que se ha caído.
- Si... bueno. Estaba arriba... - Señaló hacia arriba con su dedo indice. - Y dejé mi celular aquí abajo, así que al escucharlo sonar quise bajar rápido y... aquí estoy -
Genial, si fue mi culpa. Bravo por mi.
- De verdad, perdóname. No sabía que mi llamada te iba a perjudicar tanto...- Me disculpé sinceramente, ayudándole a ponerse de pie.
- No te preocupes, suelo ser muy torpe todo el tiempo. De hecho no sé como es que yo misma no he terminado por incendiar toda la repostería con todo lo que me pasa -
- ¿Tu torpe? No te creo ¿Cómo alguien torpe podría...- Hice una ligera pausa que para mi pareció durar eras; me había dado cuenta que en ese justo momento mantenía el cuerpo de Marinette pegado al mío. Claro que en simples circunstancias eso no es algo que realmente me preocuparía, pero Marinette en sí misma para mi no representaba para nada "una circunstancia normal" y por primera vez en mucho tiempo me estaba poniéndo realmente nervioso, sin embargo todo lo que pude hacer fue respirar profundo (algo que tampoco ayudó mucho, por cierto) y continuar hablando. - ...haber creado tan próspero negocio? -
- Uhmmm ¿Creatividad, quizás? Las personas como yo tenemos que ingenirarnoslas mucho durante todo el día para no echar a perder las cosas a nuestro alrededor - Respondió ella con total seriedad, haciéndome saber que realmente se creía una persona torpe... torpe pero creativa.
Sin querer me mordí el labio inferior mientras la guiaba hasta el mostrador para dejarla recargarse allí, no separándonos para nada ni siquiera cuando ella ya estuvo con la cadera recargada en la vitrina. Era obvio qu era yo quien mantenía la cercanía y sinceramente esperaba que en cualquier momento ella me apartase, sin embargo eso no sucedía y yo me había acomodado de manera que me mantenía semiabrazandola por los hombros, frente a frente.
Si es que ella no lograba sentir los latídos de mi corazón que ahora mismo se encontraban frenéticos, no sé cómo no lo haría, si yo mismo sentía que se me iba a salir el corazón en cualquier momento.
- ¿Ya te encuentras mejor? - Pregunté, bajando la voz y casi susurrándole.
- S...si, gracias. Ya pasó - Marinette bajó la mirada y apoyó sus manos en mi pecho...
Creo que fue más una especie de ataque de pánico lo que me hizo separarme de ella, temoroso de que se diera cuenta de que mi corazón estaba por caer ante ella.
.::Marinette::.
La calidez de su abrazo de pronto abandonó mi cuerpo y por alguna razón aquello me hizo sentir cierta desdicha y descepción...
Me sentía segura a su lado, protegida y también... querida. ¿Por qué sentiría algo así de alguien a quien apenas conocía? ... de alguien que de hecho, a pesar de ser reconocido por todo mundo, en realidad era un completo desconocido para mi. No lo sé... Lo único claro para mi era que sentía que podía confiar plenamente en él y eso me llenaba de algo parecido a la felicidad.
- Eh... y... Me imagino que estabas sola antes de que yo entrada ¿No? - Dijo él, rascándose la nuca en un aparente gesto de... ¿nerviosismo?
- Si, Margot fue la última en irse, como siempre...jejeje Ella siempre se asegura de ayudarme hasta el último momento. Sinceramente creo que si algún día tuviese que dejar esta repostería, seguramente se la daría a ella. -
- Eso es un bello pensamiento, habla muy bien de ella -
- Sip... Es sin duda alguien que tiene toda mi confianza, pero dígame señor "Héroe de París"... ¿No debería estar usted en las calles de París protegiendo a sus cuidadanos en este momento? -
Chat Noir me miró con una sonrisa en los labios, totalmente despreocupado.
- Tiene usted razón, señorita. Pero también es cierto que no todos los días puedo patrullar las calles y muchas veces París se vale solo de su fuerza policial, además... hace mucho que no paro un poco... A veces estresante ¿sabes? Yo también soy humano...-
Con aquel último comentario me dejó muda; era cierto, él también era humano y muchas veces nos olvidabamos de ello. Es decir, él no es el único superhéroe en el mundo, pero si el único en éste país y de alguna forma lo vemos como algo fuera de este mundo, un ser superior que "debe" ayudarnos solo por el hecho de tener poderes ¿Qué clase de persona se ocultará tras ese máscara negra?
- Disculpa... Creo que solemos ser bastante egoístas contigo ¿No? - Dije apenada, esperando que de alguna forma lo aceptara como una disculpa no solo mía, sino de parte de lo demás parisinos que contábamos con él.
- No creo que sea "egoísmo", simplemente creo que en realidad todos creen que soy de otro planeta - Si, casi justo lo que acaba de pensar yo también.
Chat Noir rió ante su afirmación y en ese momento sentí la imperiosa necesidad de abrazarlo, de hacerle saber que en verdad lo apreciabamos mucho por cuidar de nosotros, de hacerle saber que no estaba solo y que podía contar con nosotros... conmigo. Sin embargo contuve mis impulsos y me dispuse a ir hasta la bodega trasera para poder entregarle al fin el pastelillo que me había encargado desde la mañana.
- ¿A dónde vas? ¿Ya te aburrí? - Preguntó él con cierta expresión de inocencia en su rostro; no sé como es que no solté un "aww" en ese momento.
- Voy por tu pastelillo. No te muevas, vuelvo en un pestañeo -
No sé porqué no adiviné que haría justo lo contrario y que me seguiría hasta la bodega y de la misma forma en que casi nos estrellamos como la primera vez que estuvo aquí, lo hicimos también hoy, aunque ésta vez el "casi" mas bien lo podemos quitar de la oración...pues de verdad me estampé contra su pecho, dejándo caer el pastelillo y no supe cómo fue que de pronto me encontraba siendo sostenida por la cintura por uno de sus fuertes brazos mientras que con el otro rescataba también la cajita con el pastel.
No pude evitarlo, su mirada me dejó como hipnotizada a tal punto que me paralizó, no pudiendo mover un solo músculo de mi cuerpo...o quizás... no queriendo. Él tampoco hizo o dijo nada, simplemente nos quedamos en esa muy cercana posición mirándonos a los ojos.
La sonrisa de Chat Noir se curvó ligeramente para después entreabrir un poco sus labios. ¡Dios! ¡Dios! ¡Ahora está mirando mis labios! ¿¡Qué demonios está pasando aquí!? ¿Son solo ideas mías? ¿Estoy soñando despierta? Ok, no puede ser imaginación mía lo que veo ¿no? Su rostro se está acercando al mío tortuosamente lento... ¿Alguien relentisó el tiempo? Creo que me voy a desmayar.
Podía sentir su respiración contra mi rostro, cálida y con un aroma a hierba buena... ¿Me va a...?
- Uf, alcancé a reaccionar rápido, menos mal -
Tal comentario me descolocó completamente. Chat Noir había girado el rostro para mirar la cajita que se encontraba en su mano, inspeccionando que estuviese bien.
- ¿Eh? - En serio, en ese momento me sentía tremendamente tonta.
- ¿Tu estás bien? - Preguntando eso me alejó de su cuerpo y se aseguró de que todo estuviese bien para después alejarse unos pasas de mi. - Perdón, ya había pasado antes, creo que debo aprender a seguir órdenes ¿No? jajajaja -
- S...si, creo que...si - Dije, totalmente apenada y sin saber en dónde meterme ¡Quería que la tierra se abriera aquí mismo y me tragara!
Como una tonta niña había creído que Chat Noir podría haberse sentido atraído por mi ¡Pero qué ilusa! Vamos, no soy ni de lejos el tipo de mujer al que un super héroe aspiraría. Y...¡Vamos Marinette! ¡Estás casada y él lo sabe! Tan solo pensar algo así ya me hace ser infiel... ¡Que horror!
Notas de la Autora:
Chat Noir ha delatado de cierta manera lo que siente por Marinette, sin embargo, para su suerte...ella cree que solo es su imaginación. La tensión entre ambos crece cada vez más! ¿Su noche ya habrá acabado?
Leanlo en el próximo capítulo!
Y bueno, para quien siga esta historia se habrá dado cuenta que ya no la he actualizado, al menos no aquí ya que no ha tenido tanto apoyo, ahora mismo en Wattpad la historia va por ahí del capítulo 13! así que si quiere saber que pasa vayan corriendo a mi cuenta de wattpad, me encuentran como Bacitakarla.
Recuerden seguirme en Instagram, me encuentran como "KarlaHoshi" :) Bye bye!
