Los personajes de Twilight no son míos sino de Stephenie Meyer, yo solo me divierto un poco con ellos.
Capítulo beteado por Yanina
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Capítulo 4
Edward
Había perdido la cuenta de las veces que me presenté frente a un tribunal, claro que todas fueron delitos menores, y el buen juez Cooper siempre atribuyó a que todo era culpa de las hormonas adolescentes.
Solo tenía que hacer unas cuantas horas de servicio comunitario, fue ahí donde la conocí. A esa bonita castaña con cara de ángel, pero con una mente aún más perversa que la mía.
Ser hija del jefe de policía y de la pastora del pueblo le ayudaba a pasar como una dulce niña.
Siempre tenía a su conejillo de indias a quien culpar, el tarado de Jacob era su perrito faldero, el mismo que estaba perdidamente enamorado de ella, y que convenientemente era su novio.
Hasta que me eligió a mí.
Aunque esa decisión fue la que casi me condenó.
—Señor Cullen —habló el abogado Vulturi, sabía que el tipo solo hacía su trabajo, pero lo odiaba—, ¿cómo es la relación con su esposa?
Fruncí el ceño.
—Bastante buena, somos felices.
—¿Sin ningún problema entonces?
—Los normales, a veces se enoja porque no bajo la tapa del baño o dejo mis calcetines afuera del cesto, pero normalmente tenemos un matrimonio feliz.
—¿Aun cuando el año pasado le exigieron una prueba de paternidad?
Me removí incómodo.
—¿Relevancia? —preguntó Garrett.
—La señora Denali lo acusó de agresión física después de que le dijera del embarazo, agresión y abandono.
—Nunca hubo nada entre nosotros, esa mujer estaba loca.
—El niño se parece mucho a usted.
—Que tenga el cabello rojo no significa que sea mío.
—¿Aceptó hacerse la prueba?
—Sí, para deshacernos del problema. —Me encogí de hombros—. ¿Acaso importa que una loca intentara que me hiciera cargo de su hijo? Ella sigue insistiendo, pero la prueba fue bastante clara, las otras dos pruebas que solicitó también salieron negativas.
—¿Pero se negó a hacerse la prueba con Claire y Rayza?
Me tensé.
—Lo hice.
—¿Por qué?
—Me estaban diciendo que Claire no era mi hija, yo sé que lo es, no necesitaba ninguna maldita prueba para probarlo.
—La prueba salió negativa.
—Sigue siendo mi hija.
—¿Y Rayza?
—Ahora tengo dos princesas —me encogí de hombros—, bien por mí.
—¿Pero el hijo de…?
—Estamos aquí por la tutela de Rayza McCarty y Claire Cullen, no sobre un niño que ni siquiera figura como hijo del señor Cullen, ¿acaso nos hemos equivocado de juicio? —dijo Garrett poniéndose de pie—. Solicito que las preguntas y declaraciones no sean tomadas en cuenta, la vida íntima de mis clientes no está en juicio.
—Lo está cuando puede poner en peligro a las menores.
—¿Qué quiere decir, abogado? —preguntó la jueza.
—No es la primera vez que ha sido acusado de agresión hacia una mujer, ¿cierto?
Sentí como si un balde de agua cayera sobre mí.
—No hay un expediente.
—El reporte médico y policial dice lo contrario. —Se acercó a su escritorio y tomó una de las carpetas para entregársela a la jueza y después regresar junto a mí—. Isabella Cullen se presentó en el centro médico con apenas diecinueve años, con un hematoma en el rostro y una herida en la cabeza.
Miré hacia Bella que mordía de manera furiosa su labio inferior, intentaba mantener la calma, pero sabía lo que le hacía recordar aquel momento.
—Solo hicieron un reporte policial, pero no hay una denuncia formal —dijo Garrett.
—Con veintiocho semanas de embarazo se presentó nuevamente en el hospital debido a una caída de las escaleras.
Bella bajó la mirada, sabía que estaba llorando.
—¿Usted fue el responsable en ambas ocasiones?
—Objeción, su señoría.
—¿Le hizo eso a su esposa? ¿La agredió físicamente?
—Objeción.
—Abogado Vulturi…
—¿La aventó de las escaleras con veintiocho semanas? Solo dos semanas después de que descubrieran que era una niña, ¿acaso no estaba feliz con la noticia?
—Objeción, está hostigando a mi cliente.
—Abogado Vulturi…
—¿Acaso no abandonó las clases de control de la ira antes de que estas terminaran?
—Objeción.
El abogado se alejó dejándome con la respiración agitada, Garrett dijo que era posible que saliera a la luz, pero ya que no había una denuncia oficial y Bella jamás habló con la policía por más que estos insistieron en mantenerla apartada para poder interrogarla, pensamos que no surgiría.
Cuando le dieron de alta, una de las oficiales le tendió su tarjeta, pero Bella la tiró al suelo cuando nos alejamos unos cuantos pasos.
Podían usarlo, pero ya que no había una declaración, no me acusarían directamente.
Pero no sabía que el hecho de que lo dijeran en voz alta me iba a afectar tanto. No me sentía nada orgulloso de aquel tiempo.
—Jamás tocaría a mis hijas —murmuré—. Claire es una niña normal con una infancia tranquila, queremos darle lo mismo a Rayza.
—¿Y su esposa?
—Es el amor de mi vida.
—¿Y…?
—No hay una maldita acusación —gritó Bella poniéndose de pie, las marcas de sus lágrimas marcaban sus mejillas—, fueron accidentes, estúpidos accidentes que ninguno quiso escuchar, Edward jamás me hizo nada, absolutamente nada, y tú, pedazo de basura, no vas a acusar a mi esposo de algo así.
—Señora Cullen —golpeó su mazo la jueza—, no voy a permitir este tipo de comportamiento en mi sala, siéntese y mantenga la calma.
Podía ver que Bella quería gritarle, pero se abstuvo y volvió a sentarse, Garrett junto a ella intentó calmarla.
—No quiero a mi hija cerca de ese animal —dijo Rosalie poniéndose de pie—. No puede dejar que mi Claire siga en ese ambiente, ¿qué clase de salvajadas no le habrán hecho ya?
—Maldita desgraciada —respondió Bella poniéndose de pie—, ¿qué le habremos hecho? Tú que le hacías a Ray, ¿eh?
—Jamás le toqué ni un pelo.
—La descuidaste, la dejaste a un lado, ¿qué clase de basura eres?
—No voy a hacerme cargo de una defectuosa, ahora tiene más sentido, si tú misma provocaste que te aventaran por la escalera.
Eso fue todo lo que Bella toleró, saltó sobre Rosalie, pero fue detenida por Garrett.
No era nuestro día.
…
—Pero, papi...
Miré a Claire e hice mi mejor intento de imitar la cara que Bella hacía cuando nos reprendía de manera silenciosa, lo cual pareció funcionar, pues solo hizo puchero antes de regresar la vista a su cuaderno.
Rayza frente a ella se rio antes de volver a su actividad.
Me reí entre dientes y volví mi atención a la estufa.
La cena estaría en cualquier momento y las niñas aún no terminaban los deberes.
Claire estaba atrasada con sus deberes, y a Rayza la estamos acostumbrando a la educación en casa, por lo que la mantenemos haciendo una que otra actividad sencilla, para que se vaya acostumbrando a la rutina.
Llevamos en casa unas cuantas horas .
El juicio se había suspendido, por suerte no arrestaron a Bella, pero la jueza le advirtió que no toleraría una escena de esa magnitud de nuevo.
Garrett nos había dicho que lo que su abogado intentaba era hacernos quedar mal, y un espectáculo como ese no era la manera adecuada de quedar bien ante la jueza.
—¿Qué huele tan bien?
Bella entró en la cocina con el cabello mojado, me había pedido unos minutos a solas para calmarse y estar bien para las niñas, y por la sonrisa que me dio, sabía que estaba tranquila.
Todo estaría bien, o al menos eso esperaba.
Mañana subiría de testigo la abuela de Rayza, esperaba que eso nos ayudara.
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