Ahí va el escocés suspirando tan trágico. Britania... se ha vuelto a su cuarto al ver que no había muertos, bastante rebasada ella misma con todo y ahí llegan los dos. Levanta la vista cuando tocan y por supuesto les deja pasar.
Galia se sienta en la cama pensando en cuantas semanas le quedan a este día antes que acabe.
Ya, ya... Es infinito. Y aún te faltan a ti como dos semanas más de día.
Escocia se queda de pie. Brazos cruzados.
—No me mires así... —pide Britania a Escocia.
—Tengo que admitir que por lo menos no te llevas la palma de esto.
—Yo no he golpeado a nadie.
—Exacto. Por una vez, cuando analicemos que familia es más disfuncional, no vamos a ganar nosotros.
—Aún no entiendo que hizo ella para convencerte... —Britania sonríe un poquito. Él se humedece los labios y toma aire.
—Sexo
—Claramente te está pre... —arruga la nariz, él le sostiene la mirada.
—¿Vas a casarte por... sexo con ella?
—Yes.
—¡No tienes que casarte! ¡Llevas no sé cuántos años acostándote con ella igual!
—Y por los regalos.
—No te estás casando por eso...—ella se cruza de brazos—. ¿Crees que no te conozco? Estás histérico
—S-So what?
—Hay algo en esto que no te gusta
—Tú.
—No, no soy yo. Sé cuándo algo no te hace del todo feliz y esto no te hace del todo feliz, aunque todos intenten convencerme de lo contrario.
—Well, and what the hell do you want?
—¿Por qué estás haciendo esto?
—Porque uno a veces tiene que hacer cosas que no quiere para conseguir las que sí.
—No vas a cambiar de parecer, ¿verdad? —Britania se revuelve.
—No.
Britania le mira a los ojos, pensando que sí, un poco como ha dicho Galia, él es un poco el hombre de su vida. Porque sí, Roma y Germania, pero Escocia... no estarían aquí ninguno si no fuera por él. Traga saliva.
—Alright... bloody hell...
—Espero que salgas a pedirle perdón a Belgium y a darle la enhorabuena si quieres seguir participando en este evento.
—What the... hell... ¿¡perdón?! —le mira.
—Albaaaa —protesta Galia tumbada en la cama, ojos cerrados, porque también le parece demasiado.
—Entonces mantente al margen hasta el día.
—¿A-Al margen?
—Al margen. No te metas. En nada. Ni critiques nada, ni alabes nada. Como si acaso fueras a alabar algo. No quiero saber tu opinión sobre nada.
—B-But... —Britania traga saliva.
—Si no vas a tener una actitud positiva en esto, no quiero que participes más de lo imprescindible. Tú decides —se va a la puerta y Galia aprieta los ojos porque piensa que Escocia está siendo SUPER DURO.
—P-Pero A-Alba... ¡Espera!
Se detiene y la mira.
—I-I...
—What?
—I-I'm sorry...
Él suspira un poco y sonríe. Britania respira un poco otra vez cuando le ve sonreír.
—De verdad, espero que... yo este mal y tu estés bien y esto sea lo mejor que puedas hacer para s-ser bloody feliz, que es lo único que importa.
—No hay otra, mum. Nunca volverá a haber otra. Es ella o nadie. Y yo no la voy a tener a mi lado siendo infeliz para siempre solo por no ser capaz de bajarme un poco los pantalones y enfrentar a mis miedos irracionales.
Galia piensa que JODER con eso.
—Si uno tiene miedo, es por algo —Britania le mira—. No olvides eso.
—No siempre. Los niños tienen miedo de monstruos porque les falta crecer. Ella me hace crecer como persona. Tú... crees que esto es abandonarlo todo, porque así era con el capullo y todo eso, pero solo voy a firmar un papel.
—¿Y ella qué gana de todo esto? ¿Por qué necesita un papel firmado? ¿Por qué es infeliz sin él?
—A lo mejor si hablaras con ella sin atacarla todo el tiempo, te lo podría explicar.
—Siempre la pones como si ella fuera buena y perfecta y yo solo la atacara —Britania bufa.
—No eres muy dulce que se diga. Pero lo que quiero decir es que si interesa saber lo que piensa y quiere, vayas y hables con ella.
—¿Tú sabes qué gana ella firmando un papel y por qué no puede ser feliz sin ello?
—Me hago una idea.
—Ugh... vale, vale... pues... ugh! —Britania suspira—. ¿Y cuando van a casarse? ¿Vas a dejar el norte?
—Aún no hemos decidido eso... —sonríe de lado—. Yo no puedo dejar el norte, mum. Yo soy el norte. Estará donde yo le diga que esté —suelta, tan orgulloso. Britania sonríe con eso.
—Como el bloody norte sea tan bloody obediente como tú, you are fucked
Se ríe y Britania siente calientito en el estómago cuando se ríe él, riéndose ella también.
—Créeme, vas a tener muchos más problemas más serios hoy que esto.
—¿Cuáles problemas? —inclina la cabeza, frunciendo el ceño y luego mira a Galia de reojo.
—Esos problemas. Justamente —asegura y sale del cuarto. Galia se lleva las manos a la cara con eso porque... ugh con este niño.
—¿Galia?
Le toma la mano, buscándola, así, ojos cerrados.
—¿Qué está pasando?
—Cuando se marchen os lo contaré a todos.
—¿Por qué no me lo puedes contar a mí? No estarás embarazada otra vez...
—Porque no quiero contarlo dos veces.
—Es un problema más serio que Alba casándose...
—Él cree que sí, pero no.
—Mmm... —se le acuesta junto y Galia se hace bolita con ella haciendo drama silencioso. Britania la abraza—. Tú no estás bien.
—Lo estaré —sonríe un poco—. Ojalá no me odies.
—Yo a ti no te voy a odiar nunca.
—Eso espero.
—No hay forma... —le acaricia un poquito el pelo. Por otro lado...
Gales nota que Holanda ha desaparecido del lado de Luxemburgo y ni lento ni perezoso ya le tiene junto y le mete un susto que da un salto porque no se lo esperaba, mirando aun a Holanda. Otro del club de los gritos súper masculinos. Gales se ríe un poco, la verdad, con ese grito.
—¡Que susto! ¿Y tú de dónde sales?
—Pues como de donde, del jardín.
—¿Cómo está Ecosse?
—Absolutamente histérico... cómo era obvio.
—Creo que... tengo que presentar mis disculpas en nombre de Espagne y Romano —suspira.
—Me parece que todos están excesivamente dramáticos hoy. No creo que tengas que presentar disculpas en nombre de nadie... si ese fuera el caso, oficialmente te pido disculpas eternas por mi madre.
—Tu madre... no había coincidido aun con ella.
—¿Y ya te causó toda la mala impresión posible?
—De hecho... no, estuve hablando con ella de cómics y también le gusta Tintín —sonríe levantando la barbilla—. Así que más vale que se comporte, Monsieur, si no quiere que le acuse con una... autoridad superior.
—Anda. Ya. ¿Ella te admitió que le gusta Tintín? No te creo —se ríe —. Y yo siempre me comporto.
—Y que no conoce a los pitufos. Y permíteme me río de las amenazas de secuestro y de robo y de muerte...
—¿Ahora te ríes?
—Pues con lo de comportarte. Verás que una cosa entra en conflicto de la otra.
—¿Eres el hermano pequeño? —pregunta de repente, entrecerrando los ojos.
—Quoi?
—Es que estoy viendo que eres un ACUSICA.
—Es pura supervivencia. E igualmente, oui. Lo soy.
Gales se ríe un poco.
—Igualito que England —como si tu no fueras un acusica también, protesta Irlanda.
—Esto no va a hacer que renuncie a usar tu punto débil.
—My mother ¿te parece que es mi punto débil? En realidad... mi punto débil con mi madre... es única y exclusivamente mi esp...—se calla, tragando saliva —. Galia.
—Bien. Te acusaré con ella, entonces.
—No!
—Ja! —sonríe.
—Aunque la verdad, creo que oficialmente dejaré de ser su hijo para siempre a partir de hoy en la noche.
—Siempre te quedará tu papá —sonrisita de lado.
—Bloody hell, no me hables de esa persona.
—Y si no, siempre puedes unirte al club de los huérfanos—le tiende la mano, riéndose.
—Creo que ese será mi club desde hoy...—se la toma y se la aprieta un poquito.
Sonríe y se la aprieta de regreso mirándole fijamente a los ojos. Si fueras una chica, te daría un beso en los nudillos. Gales traga saliva y puede que le acaricie un poquito la mano con el pulgar. Él también te daría un beso en los nudillos.
—Bienvenido, entonces. No nos juntamos muy a menudo, pero los aperitivos son muy buenos.
—Yo puedo llevar la bebida, no me hagas llevar comida —se ríe y Bélgica viene a sentarse al otro lado de Luxemburgo, que suelta la mano de Gales y se gira a ella. Gales... cierra el puño, sintiendo un cosquilleo en la mano, apretando los ojos.
—¿Todo bien?
—No. Necesito tu ayuda.
—¿Qué pasa?
—Es que... España y Romano. Has visto... hasta golpes a Alba. Tengo que ir a reñirles, pero... es que van a volver con el asunto de sieeempre
—Oui... son tan impulsivos.
—Alba no ayuda, además. No ayuda que no baje casi NUNCA.
—Y es que ya los has oído cuando les decimos que yo tampoco vengo.
Gales levanta las cejas con eso, recordando que... en su viaje en el tiempo, había descubierto que Bélgica misma había resuelto este problema bastantes años atrás.
—Yo sé cómo ayudarte.
—Quoi? —pregunta Bélgica parpadeando un par de veces. Luxemburgo se gira a él.
—Creo que sé cómo hacer que Alba baje un poco menos de mala gana.
—Intenta con algo que no implique alguna actividad criminal —sonríe de lado Luxemburgo.
—Ehh... no. En realidad, implica un sacrificio.
—Cymru, si me estás tomando el pelo...
—No te estoy tomando el pelo, Belgium. Créeme, después de todo lo que han hecho por mí, me encantaría poder ayudarte.
—¿Y cuál es la idea? —pregunta Bélgica, escéptica. Luxemburgo le pone una mano en la rodilla para calmarla un poco.
—Vamos con ellos y ahora la escucharás. Es buena idea, te lo prometo —Gales se levanta.
—Démosle una oportunidad, no es como que tengamos nada más —propone Luxemburgo.
Bélgica se muerde el labio porque no es que no confíe en ellos en realidad, aunque luego tienen ideas muy raras... pero son ingeniosos, no dirá que no. Igualmente... no se le ocurre ninguna idea a ella.
—Como sea una... cosa rara, te mato ahora sí.
—No es nada raro —Gales le ofrece la mano para ayudarla a pararse... y otra a Lux. Él se la toma, ella también y él tira de ambos sonrojándose, la verdad.
Se levantan desde luego y Luxemburgo se vuelve a Bélgica. Que toma aaaaaire profundamente, se va para allá y Gales ¿tu podrías dejar de hacer cara de idiota cada vez que le tomas de la mano?
—Espera —Luxemburgo la detiene
—¿Qué?
—Un poco de coach antes de ir a la batalla —le sonríe. Bélgica sonríe un poco también.
Le toma de las mejillas y se las acaricia un poco. Bélgica cierra los ojos.
—Espero que todo vaya bien
—Esto... es bueno. Me gusta mucho que por fin haya hecho esto y estoy muy contento por ti, no dejes que ellos te hagan sentir mal —le asegura Luxemburgo.
—Deben ser los únicos que se alegran...
—Nah, no dejes que tres personas te lo echen a perder todo —sigue Gales.
—Vamos, ánimo —la suelta. Bélgica le sonríe, y hace un gesto apretando los dos puños.
—Venga, sí, ¡sí que se puede!
—¡Eso es!
Pues ahí va, cabeza en alto, muy convencida hasta donde están España y Romano... y Francia.
Luxemburgo la sigue mirando a Gales de reojo, que... le va a poner las manos en los hombros, pero vacila y decide que mejor no.
Francia... es que se ha acercado directo con España, que está hablando con Romano sobre todo esto.
—Bueno ¿tú de qué vas? Los dos, de hecho—les riñe el francés.
—¿Tú de qué crees que vamos? —replica España agresivo también.
—¿De fastidiarle el día a Belgique?
—¡Pues claro que no!
—Pues si lo están haciendo accidentalmente les está saliendo muy bien.
—Por supuesto que tú vas a salir a defender al Neanderthal también —protesta Romano.
—De hecho, aquí el problema no es Bélgica —añade España.
—Los que parecen un par de Neandertales son ustedes DOS... y Britania —protesta Francia mirando a España en particular—. Por favor repíteme si hubo ALGO o ALGUIEN que te detuviera a ti de casarte con Autriche cuando ESPECÍFICAMENTE te prohibió VERME.
—¡No vas a sacar eso ahora! ¡Era completamente diferente!
—Claro... Alba no le ha prohibido jamás a Belgique que les vea. Autriche me venía a ver acaso? ¿Era amable conmigo? ¿Cariñoso? ¿El hombre perfecto que esperarías tú que fuera Alba?
—Él estaba celoso. ¡Este solo hace esto por joder!
—Él lo hace porque cuando viene, le tratan como hoy.
—Eso es mentira. Además ¿qué hay de culpar a papá?
—Eso fue pánico. Hubiera culpado a quien fuera de lo que fuera —Francia se humedece los labios.
—Le hemos dado un millón de oportunidades en un millón de momentos en los que no estaba histérico, Francia, esto no es por lo de hoy.
—Y como no les gusta cómo reacciona entonces la solución es echarle a perder a Belgique el día.
—El que se lo está echando a perder es él —protesta Romano.
—Él le pidió matrimonio, ¿¡cómo va a estarle echando a perder el día!?
—¡Actuando así de imbécil! —exclama España. Bélgica... se acerca a ellos tres, con su séquito, ceño fruncido.
—¿Hablas de mí? —pregunta Bélgica enfadada, a espaldas de España y Romano, que se giran a ella.
—No, tú no.
—Es increíble que hayan golpeado a Alba.
—No has oído como ha hablado de ti.
—Me da igual cómo hable de mí, lo que me importa es lo que haga conmigo. Porque si de hablar fuera, ya me imagino como hablan ustedes de él... No sé qué es lo que quieres ustedes dos.
—¡Que te respete un poco! Y de paso nosotros.
—¡Los que no me están respetando son ustedes dos! Ya bastante horrible fue que me dijeras que no me ibas a ayudar.
—No te dije que no te fuera a ayudar, pero siempre quieres las cosas exactamente como tú quieres o no te parece nada bien.
—¡Iba a pedirle que se casara conmigo! ¡No iba a hacerlo como tú dijeras! Y bastante feo también es que a ti ni siquiera pudiera pedírtelo —mira a Romano —. Porque ibas a reaccionar mal.
—¡Pues es que es imposible reaccionar bien!
—No era como yo dijera, ¡era llegar a un acuerdo! Estaba intentando ayudarte, pero no a hacer las cosas a tu modo. Es obvio que no necesitabas a nadie para eso.
—Estabas diciéndome que iba a ir MAL. Y mira... ¡lo único que ha ido mal son los amargados como ustedes que no me permiten ser feliz! Yo nunca, NUNCA les he ido a hacer ningún numerito de estos a ninguno de los dos solo porque no me parece que hagan una u otra cosa, y mira que les he ayudado!
—¿Sabes? Vale, Bélgica. Vale. Nosotros lo hacemos todo mal y tú eres perfecta y él es perfecto y sois la pareja perfecta. No sé a qué viene entonces que nos preguntes tanto. ¿Qué disfrutas? ¿De gritarnos? ¿Para qué me pides ayuda si no te va a gustar lo que te diga?
—Te pedí ayuda para hacer una cosa que quería hacer y tu opinión fue que no querías que la hiciera por lo mismo de siempre... que si no viene, que si no baja, que si no me ven nunca, que si las reuniones familiares...
—Y qué crees que está consiguiendo con todo eso. Solo que aun te separes más de nosotros, que aún nos peleemos más. ¿Y todo para qué? Es la víctima perfecta.
—¡Si siguen en esta línea y con esta actitud, CLARO que nos vamos a separar cada vez más!
—¿¡Y qué hay de la actitud de él?! —protesta Romano.
—Bien, si eso es lo que quieres que pase, pues dejaremos de pelear por ti.
—No quiero que dejen de pelear por mi, ¡quiero que dejen de pelear conmigo! ¡Voy a bajar, como he bajado hasta ahora!
—Y Alba quizás empiece a bajar más a menudo... —interrumpe Gales.
—Por lo visto tú misma eres quien está romantizando esto hasta el punto de no ver lo que te hace.
—No me hace nada... —alega Bélgica y luego se gira con Gales —. ¿Bajar más?
—Bueno, aquí sinceramente no lo prometo porque aquí no pretendo venir... pero si nos invitan a mi o a Eire de vez en cuando a su casa en el sur de Spain, por ejemplo, creo que Alba podría protestar... pero... estar un poco más abierto a la idea de ir.
—¿Qué? —protesta España porque porqué está este... tipo con quien casi ni ha hablado en su vida metiéndose en esta discusión PRIVADA.
—Si, Ehm... además viene Luxemburgo aquí que no parece gritarle y se lleva bien con Eire también... es un ambiente menos hostil.
—Y tú qué... te metes en esto que estamos hablando con Belgio, stronzo —protesta Romano pensando a la vez que España. Luxemburgo parpadea con eso
España mira a Luxemburgo con cara de "ha dicho tu nombre, tú sabes de qué habla?" Bélgica también, hemos de decir.
—Quieres decir que si Alba... viene con uno de ustedes...
—Es que es terrible estar en una reunión llena de... —Gales hace un gesto con la mano. Vale... mala elección de palabras—. Sin nadie con quien hablar
—Hay un montón de gente con quien hablar, estamos todos nosotros —sigue España—. De hecho, es justo el punto de esto.
Gales niega con la cabeza.
—Absolutamente nadie se ríe de nuestros chistes... Alba intentó hacerles un chiste hace rato y casi lo matan —ejem—. Y vale, entiendo que habitualmente son chistes idiotas, pero... todo el mundo acaba profundamente ofendido. Si voy yo a su reunión, el chiste será de mí, y no de ustedes...
—¿Qué? —es que España, perdón, pero esto no tiene ningún sentido para él.
—¡Lo que dijo tu fratello fue todo menos un chiste!
—No tengo idea de lo que dijo, solo sé que al salir de aquí dijo que no entendían los chistes... —Gales se gira a Bélgica —. Estoy seguro de que funciona, tarde o temprano. La forma de... hacer esto, sorprendentemente es a través de nosotros.
—Es que no tiene sentido, bien que viene Francia y podría traer a Inglaterra y... bueno, también es otro que se las trae para venir, ni te creas—sigue España.
—England... no. No funciona con England. England no quiere venir, yo he dicho que... bueno, si viene Luxembourg, vendré yo —Gales se sonroja—. O Eire.
—¿Por qué Inglaterra no funciona? ¿No es lo que estás diciendo? ¿Uno de vosotros?
—¡Porque Alba no se lleva con England!
Bélgica mira a Luxemburgo en plan... ¿tú qué tienes que ver con esto, dices? Luxemburgo parpadea porque... ¿desde cuándo él está en la mezcla?
¡Gales insiste que se enfoquen en el asunto de Escocia! EJEM.
—Pues tiene a Bélgica, sí se lleva con ella. ¿O ahora dirás que tampoco?
—¿En serio no has ido nunca a ningún sitio en donde... Italy esté bien pero tu estarías un poco mejor si tuvieras a... France?
—Es que no entiendo por qué necesita tantas concesiones como si fuera un crío.
Gales hace los ojos en blanco, empezando a arrepentirse de esto.
—Belgium... lo dejo a tu consideración —decide, ignorando a España.
—Tal vez podríamos... probar. No tenemos nada que perder más que a un británico comiendo gratis y tal vez funciona —propone Luxemburgo intentando calmarles.
—Uno o dos... —agrega Francia, sonriendo un poco hacia Luxemburgo —. Si me invitan a mí también...
—Como si tú necesitaras invitación —protesta igual un poco España.
—Aunque yo preferiría que fuera Eire, Galles... y no veo porque consideras que Alba no se lleva con Angleterre— agrega Francia. Jum. Gales suspira con eso, porque había olvidado a Francia ahí.
—Intentémoslo con Angleterre entonces. Insisto, lo peor que puede pasar es que sigamos como estamos —sigue Luxemburgo.
Gales suspira mirando a Luxemburgo, que le sonríe un poco
—Bueno pues... con England si quieren —se guarda las manos en los bolsillos.
—Ven tú también, si quieres. Ya qué más puto dará. Venid los cuatro. La cosa aquí no es esa —suspira España para Gales.
—Siempre haciéndonos sentir tan bienvenidos... —susurra Gales. Bélgica vacila un poco porque en realidad la idea no suena tan mal.
—Pongamos una fecha —propone Bélgica
—Aunque también estáis aquí los cuatro hoy y no se le ve muy cooperador. Pero que no se diga que no tenemos buena voluntad.
—Esto es absolutamente estúpido, ¿no quieres de una vez que vaya su madre? Ya que estás tan complaciente —protesta Romano que también está de mal humor.
—Ni siquiera la he nombrado, así que no empieces con eso.
—Venga ya, no peleen... —media Francia y Gales se le acerca a Luxemburgo.
—Esa es otra razón por la que ambos deberíamos pedir disculpas públicas avergonzantes del comportamiento de nuestros familiares...
—¿Cuál?
—El rollo entre my mother and Spain...
—Ah, he oído sobre eso, siempre pensé que era... un poco mentira.
—La verdad... quizás Alba sí que estaría más feliz de bajar si estuvieran sus hermanos —Bélgica asiente y se acerca a Romano, le da un beso en la mejilla.
—Pues... es que, que venga más gente nunca ha sido el problema, Bélgica —sigue España. Bélgica suspira y estira la mano hacia España.
—Yo les quiero y voy a seguir viniendo, no importa lo que les haya dicho él... ahora, si además logramos que venga con alguna frecuencia...
—Por lo menos te ha concedido esto que tu querías. Ya es algo —España suspira y asiente.
—¡Claro que lo es! El gesto da la oportunidad de ver al Alba de verdad y no al horrible que siempre terminan viendo. Ojalá... venga y se relaje un poco y puedan conocer a la persona con la que me estoy casando, y él también se dé la oportunidad de conocerles a ustedes y no solo tenga la idea de que son... duros.
España mira a Romanito de reojo.
—Duros —repite Romano.
—S-Si —unos histericoslocos que no entienden una mierda. España le hace que no a Bélgica para que no siga por ahí. Bélgica se aclara la garganta.
—Chicos, estoy... casi muy feliz, pero no puedo estar MUY feliz, porque... necesito que lo compartan conmigo —le mira a uno y luego al otro con ooojos.
—Qué tal si vamos todos a... comer algo y hablamos de esto y... ya verás como en cuanto se calmen un poco todos veremos esto de otro modo —propone Luxemburgo.
Bélgica asiente dándole otro beso a Romano en la mejilla y estirándose para darle uno a España que suspira un poco, dejándola y asiente a lo que dice Luxemburgo, preguntándole por Mónaco para cambiar el tema.
Romano hace una mueca y suspira un poco, porque esto sigue sin gustarle, pero no tiene muchas más opciones, y Bélgica se levanta igual para ir por comida. Luxemburgo se ríe un poco con España contándole que al final no ha querido decirle para que no se enfade con él y España le riñe un poco porque igual debió decirle y ¡estás no son formas!
Gales mira a Luxemburgo hablar, siguiendo la conversación. Deja de embobarte, idiota.
España le pregunta que cuando piensa casarse él, que seguro Mónaco se lo pregunta cuando se entere que Bélgica y Escocia, que llevan menos tiempo...
Gales levanta las cejas con esa pregunta, mirando a España. Luxemburgo se sonroja un poco con eso y carraspea diciéndole a España que no empiece.
"Nooo, ¡no te vas a casar con Mónaco!" Piensa Gales, antes de carraspear y METERSE en la conversación
—¿Pero si han hablado de ello?
—¿Eh? —ambos le miran.
—Con Mónaco, digo... de boda.
—Ah... es... una historia complicada.
—Anda ya, no tiene nada de complicado —suelta España.
—Me suena a que no quieres... —susurra Gales sonriendo de lado, malignillo.
—¡No es eso! —protesta para los dos—. Es que estoy casado con mi trabajo.
—Hmm...
—Pues divórciate —se ríe España y Gales traga saliva con eso.
—Espagneee sabes que no es eso —protesta, nervioso.
—Yo no diría "de esta agua no beberé", ya ves a Alba... —interviene Gales.
—Sé que ella es muy bonita e inteligente y te aguanta todas esas tonterías tuyas, no sé qué estas esperando —sigue el español
—No es que esté esperando... ni que no quiera.
—Quizás quisieras casarte, pero no con ella —Gales sonríe con eso.
—¿No con ella? ¿Has conocido a alguien? —pregunta España.
—Nooon, non, Espagne, no empieces —aprieta los ojos y se ríe. ¡Si que ha conocido a alguien!
—Pues a mí me han hablado del chico ese australiano...
Gales levanta las cejas de nuevo ¿Cual chico australiano? Se gira a Lux
—Quoi? Hutt? Non! Solo... solo fui con él a tomar una cerveza una vez ¡y lo exagerasteis todo! —vuelve a reírse igualmente nervioso.
—No es eso lo que me dijeron a mi —España sí se ríe, molestándole.
—Hutt? ¿Quién es Hutt? —pregunta Gales un poquito en pánico. ¿Ya vamos a empezar con los celos, Niño? No tienes NADA con este.
—Hutt River, es un principado autoproclamado en Australia al que no ha reconocido aun nadie, como Sealand —explica Luxemburgo.
Parpadeo, parpadeo.
—Ohh... ¿y has ido con él por unas cervezas?
—No empieces tú ahora —protesta un poco.
—¿Llevaste tu tablet?
—¡Pero qué golpe bajo más gratuito!
—A mí no me importaría si la llevaras a unas cervezas conmigo —se encoge de hombros riéndose. España levanta las cejas con eso y Luxemburgo se ríe.
—¿Pero con tablet o sin?
—Hablo de la tablet, NO de Mónaco
—Mónaco es más divertida que la Tablet —Se ríe más.
—Hmm...
—Con lo que a ti te gusta hablar, podrías hablar con ella y distraeros los dos y dejarme a mi trabajar.
—¡Como si vieras la tablet siquiera cuando alguien te habla! —Gales se ríe. España le da un codazo a Luxemburgo
—Oh, venga, ¡es una broma! Vaaaale, vale, nada de tablet en el bar —suspira Luxemburgo—. Como si no lo pudiera hacer casi todo con el teléfono —añade en un susurro
—¡Yo insisto que sí que puedes llevarla!
—¿Ves? Merci. A él no le molestaría—hace un gesto a España, que niega con la cabeza igual, sonriendo un poco.
—Venga... para uno de vosotros que me trae a una persona que sí me gusta... ¡Tienes que cuidarla! —exclama España.
—No es que no la cuide... —vuelve a suspirar Luxemburgo Gales se sonroja y piensa que seguro a él también van a odiarle, por lo de Galia, por esto, por ser británico... Ugh.
—¿Queeeeeeé? —sigue España alargando la palabra con cansancio.
—¡Pues que ya sabes cómo es ella y como ha ido todo!
—Pero yo no —Gales sonríe con curiosidad. Luxemburgo le mira y sonríe un poco.
—No es tan divertido.
—Depende de cómo lo cuentes.
—Pues... oui, supongo que podría hacer un musical de esto y sería más entretenido, pero no es la idea que tenía en mente.
—De hecho, creo que me imagino como va... —Gales se ríe.
—Oui? ¿Qué imaginas?
—Pues... que es divertido, pero quizás no funciona tan bien. Así que es una bonita historia... así de dramas que...
—¿Dramas?
—Pues él ha dicho que estás casado con tu trabajo... ser la amante seguramente conlleva muchos dramas.
—Bueno, oui. Un poco así de "Oui, oui, voy a dejarla, a quien quiero es a ti, pero la compañía no está aún preparada. Dame unos meses más..."
—"No, es que ahora hay un nuevo tratado que tengo que revisar en camino, no es un buen momento, pero te juro que un día seremos felices los dos"
—Exacto —se ríe.
—Suena verdaderamente apasionante y conmovedora.
—¿La historia o la relación?
—Luxemburgo... no deberías ser tan cínico —le riñe España y él carraspea un poco.
—Solo estoy bromeando...
—Ambas cosas —podrías sonar menos sarcástico —. Espero que ella sea mejor en la cama que tu trabajo, porque no es por nada me parece que ayer que compartías la cama con tu esposa estabas pensando en otra cosa completamente diferente.
España fulmina un poco a Gales porque no ayuda y Luxemburgo sonríe un poquito con ese comentario.
—Es de una persona de la que estáis hablando, deberíais mostrar un poco más de respeto. Así que como realmente te vas a quedar solo —sigue España.
—¿No hablábamos del trabajo?
—¡Y de Mónaco!
—Nadie estaba diciendo nada de ella, venga, no pasa nada...
España suspira, porque está un poco cansado de británicos hoy. Es que no te hemos visto convivir con la única que si te gusta. Gales levanta una ceja porque decididamente lo que ocurre aquí es que alguien no entiende las bromas.
El español se gira a ver si se va a preguntarle a Bélgica cosas sobre la boda y Gales espera a que se vaya para mirar a Luxemburgo que suspira y le mira.
—Ehm... creo que ya que ha pasado todo esto... probablemente voy a huir.
—Oh... está bien —asiente—. Supongo que no ha sido divertido esto con tu esposa tampoco.
Gales suspira también y niega con la cabeza.
—Yo me habría ido hace un buen rato... por no decir que de no saber de qué iba, seguramente no habría venido. ¿Quieres... que te lleve?
—Ah, non, non, merci. No te preocupes. Le pediré a Belgique o a Hollande que lo hagan.
—Si quieres quedarte un rato más lo entiendo, pero literalmente no es como que tenga una actividad específica que hacer en casa... de hecho no sé si quiero llegar a casa pronto. Y tú podrías... trabajar.
—Ah... es que no quiero ser una molestia y no sé cómo... va a estar Belgique con esto.
—No eres ninguna molestia... puedo esperarte un rato si quieres, tampoco tengo una prisa especial por irme, de hecho, creo que tienes más prisa tu con ese asunto de trabajo.
Luxemburgo aprieta los ojos porque sí que debería acabar lo de antes. Y adelantar lo que quería adelantar antes del lunes. No sé si lo logres...
—Deja que... hable con ella y vemos, ¿vale? —le sonríe. Gales asiente, sonriendo un poco
—Comeré un poco más mientras tanto...
Asiente y ahí se va con Bélgica que no sabemos dónde está.
