Gales... Teme. Teme ir al desayunador porque no quiere encontrarselooooos. Igualmente se baaaaña y se viste y se arregla y vuelve a pensar que se ve casi tan mal como se siente, sin saber aún si Luxemburgo de verdad va a ir hoy con él o no y yo creo que aparecerá cuando Lux ya se haya tomado su café.
Debe estar aun en calzoncillos, leyendo mails en el teléfono. Gales se... aclara la garganta en cuanto entra, sonrojándose.
—Good morning —murmura al verle pensando que... claro, además, va a estar... Mónaco por ahí.
—B-Bon jour —levanta la cabeza y se sonroja. Gales se pasa una mano por el pelo y se sonroja en espejo, preguntándose... por Mónaco.
—Ya no les vi anoche... Sey me dijo que se habían ido.
—Ah, sí... nunca supe que pasó con Julie.
—Pasé una noche fabulosa con ella, desde luego, en una banca del parque. Todo fueron risas y alegría —responde sarcástico poniendo los ojos en blanco y Luxemburgo se paraliza. Gales se echa en una silla y se cruza de brazos, sin mirarle.
—Ah... Ehm… y... ¿Qué tal?
El británico le mira y le fulmina
—Quoi?
—No estoy tan urgido como para... acostarme con la primera persona que alguien me presenta... —bufa un poco.
Luxemburgo parpadea un poco y sonríe. El británico se sonroja porque no es como que no lo haya propuesto.
—Aun así, por lo visto tienes una bloody convención o no sé qué, pero nunca antes se había visto una bloody ocupación hotelera como la que he visto aquí —protesta, otra vez sin mirarle, y otra vez sonrojado pensando que estuvo un buen rato buscando un estúpido hotel antes de volver directamente a casa.
—Ah, oui, es... anual —miente e igual se sonroja con eso.
—Bloody mala suerte. ¿Ustedes lo pasaron bien? —sonrisita cáustica.
—Bueno, ya sabes —se encoge de hombros sonriendo.
—Ya, ya te ví ayer besuquearla como si no hubiera mañana —escupe de mal humor, porque ha dormido mal, ha bebido y él no se ha ido con ninguna chica a ningún lado. Aun escucha la vocecita de Inglaterra... aunque menos intensa que anoche.
El flamenco se encoge de hombros
—Ehm... v-voy a ir a casa hoy, ¿t-tu... propuesta sigue en pie?
—Ah, oui, oui —se incorpora un poco—. Tengo que ducharme y vestirme, si me permites no ir en ropa interior —le sonríe. El británico le mira, porque ya había notado lo de la ropa interior. Parpadea. Se sonroja.
—No... yes. No. Yes... puedes... v-ve.
Se ríe.
—Y... Mónaco?
—Se ha ido antes con Sey. ¿Por? ¿Querías despedirte y decirle tu opinión sobre el beso?
—No creo que le hiciera ninguna gracia mi opinión sobre el beso —le fulmina otra vez.
—¿Tan mala es?
—P-Pues un poco... —Gales se sonroja.
—¿Aja?
—Vamos, ella parecía estarlo pasando muy bien —y a mí no me quisiste dar uno—. Dejaste todo muy claro ayer.
—Y tú me hiciste una promesa... que te faltó tiempo para romper —se humedece los labios
—E-Es que... —se sonroja más y gira la cara—. N-No es a-algo que pudiera evitar.
—Ya. Claro.
—Lo que te... lo que te prometí es que te dejaría en paz... y-y... es que no puedo.
—No fue eso lo que me prometiste.
Gales inclina la cabeza y se levanta.
—¿Qué te prometí? —pregunta acercándose a él, manos en los bolsillos. Joder, ¿te tienes que ver así de guapo en la mañana?
—Piénsatelo, a ver si te acuerdas —levanta la barbilla sin moverse.
—Te dije que tenía claro que ibas a acabar en la cama con alguien más... y... lo tenía. Hasta que... es que... pensé que sería más fácil.
—¿Que sería más fácil qué?
—Verte con... ella —se guarda las manos en los bolsillos.
—Es mi pareja.
Gales suspira con eso y baja la cabeza, apretando los ojos. Luxemburgo traga saliva, nervioso porque no lo va a ser por mucho, seguro hoy le cuenta a Seychelles y las dos van a buscar a otro... a Italia tal vez. Y él ha sido un idiota por no esperarse a decirle todo esto.
—S-Sé que Eire... y todo mundo debe decir que yo estoy acostumbrado a eso... p-pero... —Gales traga saliva y levanta la cara.
—Mejor centrémonos en resolver lo de tu casa. ¿Hay que mover muebles y cajas?
—¿Muebles? Hmmm... N-no le he preguntado si quiere algún mueble.
—¿Va a venir ella hoy?
—Ella está en... el sur de France, con él —niega con la cabeza.
—Entonces supongo que solo cajas, por ahora.
Gales asiente.
—Bien, le diré a Vincent que nos acompañe Ricard o Simone.
—¿Vas a traer a tres personas? —Gales levanta las cejas y sonríe de lado.
—No, solo a Richard o a Simone, quien esté menos ocupado.
—Ah, ¿que no venga Vincent? Creo que el estará agradecido.
—Oui. Prefiero que se quede aquí organizando o teniendo el día libre, no sé qué le toca, lo que él diga.
—Vale, vale... gracias, igualmente. Aunque yo creo que tú y yo solos...
—Quoi?
—Podríamos con todo.
—¿Lo de tu casa... o contra el mundo? —sonríe.
—En un mundo ideal, contra el mundo... pero tú tienes pareja —Gales se encoge de hombros.
—Y tú necesitas arreglar tus asuntos.
—Yes... well... ¿necesitas ayuda?
—¿Con mi pareja?
—¡Hablaba de para bañarte! —Gales aprieta los ojos, maldita sea ¡basta con el asunto de la pareja!
—¿Quieres ayudarme... a bañarme?
—P-Pues... p-parece que... ugh. Ve a... voy a... tomar un poco de aire fresco —suelta, todo sonrojado, yendo hacia el jardín.
—¿Parece que qué? —se ríe con eso, pero asiente.
—Que lo necesitabas, porque no te ibas. Deja de hacerme decir tonterías, ¡y de hablar de tu pareja!
Luxemburgo se le acerca y le pone las manos sobre el pecho. Gales... no esperaba eso. Da un micro pasito atrás porque es que cada vez que le tocas... se le paraliza un poco el corazón.
—W-What...
—Pídele a Vincent... —le arregla el cuello de la camisa y un poco el pelo antes de mirarle a los ojos—. A ver a quien quieres llevarnos.
—A-A t-ti... a quien quiero llevar es a ti —susurra. Luxemburgo se ríe y se sonroja un poco.
—No pienso levantar nada más pesado que mi teléfono.
—Si vamos solo tú y yo... te llevaré a un lugar.
—Vale, vale... tú mandas, pero atente a las consecuencias.
—Eso mismo digo yo —sonríe un poquito, levanta un dedo y le toca un poquito el abdomen con él, a lo que pega un salto per como de cinco metros.
Así qué tú puedes toqueteármelo entero, pero él no.
¡Es que le haces cosquillas!
Gales levanta las cejas sin esperárselo y Luxemburgo traga saliva, mirándole.
—No, espera... no te muevas —da un pasito hacia él otra vez.
Parpadea, pero no se mueve.
Extiende todos los dedos y los mueve, antes de acercarle uno.
No le va ni a tocar, da dos pasos atrás cuando mueve los dedos.
—Oh, no... —es que la sonrisa malévola de lado—. Ven acá.
Otro paso atrás hasta darse con la nevera en la espalda
—Mr. Straight tiene miedo de... ¿una mano? O... ¿el que esté pegada a mi tiene algo que ver? —otro paso hacia él, sonriendo divertido
—E-Es lo que... es... —mira de reojo hacia el lado donde pretende irse—. Intentas...
—Si te vas voy a perseguirte y será aún peor...
Luxemburgo se mueve de ladito intentando ver a donde ir per sin perderlo de vista a él y dando un saltito cada vez que mueve los dedos. Gales sonríe un poco más, porque... es que mira que mono es cuando se pone así.
—Cierra los ojos
Los abre como platos y niega. Gales se ríe.
—No voy a hacerte nada, ya me has hecho entender que tú tienes... pareja —se le acerca por completo.
Luxemburgo se plancha contra la nevera con el corazón desbocado porque está muy cerca y la verdad es que ahora mismo si se está sintiendo muy desnudo.
—Y... Aún así —estira la mano hacia él, con los dedos abiertos. Los mueve un poco.
Es que suelta todo el aire para contraer el estómago y echa la cabeza a un lado.
—Bien, tienes la oportunidad de... negociar —otro micro pasito hacia él.
—¿N-Nego... ciar?
—Oui...
—¿El... qué? —le mira de reojito a pesar de que está mirando más sus manos que su cara.
—Tu salida de aquí sin que te ponga un dedo encima —la pregunta real es si quieres o no salir de aquí así.
—Uhm... —se humedece los labios y le mira.
Gales le acerca más la mano y le roza el abdomen, él pega un salto, separándose hacia el lado.
—V-Venga, vamos a... vamos... ehm. Tenemos que irnos —intenta tomarle las manos para tenerlas controladas.
—No urge tanto... —Gales sonríe.
—L-Luego se hace tarde y no queremos eso...
—Esa no es una negociación...
—Ehm... ¿qué... qué quieres? —aprieta los ojos sujetándole de las muñecas.
—Que me ofrezcas algo.
—¿Cómo qué?
—Algo que valga... esto —le sonríe y hace una poca de fuerza con las manos—. Que evite las cosquillas, Mr. Straight.
Es que solo con la palabra ya se le contrae el abdomen apretándole de las muñecas al notar que las mueve. Sonrojándose más.
—N-No es como que sea yo u-un niño que no pueda... a-aguantar un poco de... —pero si no puedes ni decir la palabra, darling.
—De...
—Uhm... L-Lo que sea.
—¿Cosquillas?
Hace un sonidito de protesta, pero asiente apretando los ojos y temblando un poco.
Gales se humedece los labios y es que... ahora es él el que te mira como si fueras un caramelo. Mueve la mano, con bastante... intención, estirando un dedo y yendo a picarle un poco el estómago, pese a la fuerza contra si muñeca.
Probablemente, si le quitaras los... pantaloncitos que lleva verías aún más todo lo caramelo que es. Hace DEMASIADA FUERZA para evitarlo, de la tensión. Gales levanta las cejas y se ríe.
—Alguien está en... pánico —y por una vez no soy yo, piensa para Si. Le deja empujarle, doblando los brazos y provocando que casi se le caiga encima.
Le abraza, salta y luego se esconde y... ugh, sí está en pánico. Gales intenta rodearle con los brazos para abrazarle, si es que le suelta las muñecas.
Es que está en pánico, no le deja del todo al principio, pero luego sí. Gales se ríe un poco más, echándose un poquito al frente y él le abraza escondido en su cuello.
—Creo que nunca había puesto en pánico así a nadie... —susurra acariciándole un poquito la espalda.
—Eres... eres... ugh. Eres.
Gales se ríe bajito
—Ya, ya... ríete ahora porque viendo esto no voy a ser yo tan benevolente en cuando tenga oportunidad.
—No sé si quiero ser algo bueno o algo... oscuramente terrible e irresistible —le pasa un dedo por la columna—. Tú no eres benevolente.
—Cállate —protesta con el irresistible—. No ha visto usted nada.
—He visto lo bastante como para saberlo —le abraza de la cintura con el brazo izquierdo y levanta un poco la mano derecha—. Pon aquí tu mano.
—Ni siquiera te he... —mira donde le dice.
—¿Ni siquiera me has qué? ¿Que puede usted hacer que sea peor que lo que ya ha hecho? —mueve la mano invitándole a que ponga la mano en la suya.
—Tocado —le pone la mano donde quiere.
—Claro que me has tocado... no lo bastante, eso sí —asegura, moviendo un poquito los pies y la cintura al ritmo de una tonadilla aún inexistente.
—Exacto —se mueve un poquito con él.
Gales sonríe de lado y tiene un escalofrío pensando... en lo mucho y muy... profundamente que le ha tocado, vaya que sí, con la mano más experta. Aprieta los ojos.
—Somewheeeere... beyond the sea... —canta suavecito.
—Además, esto —mueve un poco los dedos en su mano—. No vale como tocar —susurra y se le va muriendo la voz cuando le oye cantar.
—Somewhere, waiting for meee, my lover staaands on golden saaaands, and watches the ships that go saaaailing —Y es que... este es el Gales, el rancio, bailando así suavecito y cantando... que aún no ves del todo. Luxemburgo inclina un poco la cabeza, mirándole y sonriendo de ladito—. Somewheeere, beyond the sea, he's there watching for meee —canta un poquito más fuerte, y... le mira de reojo, sonrojándose.
Sonríe más, escuchándole.
El británico se humedece un poco el labio y tararea la siguiente frase, avergonzadito.
La verdad, Luxemburgo no se sabe la letra de la canción así que cree que él tampoco.
—La meeeeer, Les a bercés... Le long des golfes clairs —y es que te la iba a cantar en francés desde el principio, pero sí que no se la sabe entera en francés. Se sonroja más —. Et d'une chanson d'amour. La mer. A bercé mon cœur pour la vieeeee
Se ríe al notar el cambio de idioma, porque sí que tiene un poco de acento... interesante, pero no le interrumpe. Gales aprieta los ojos un poco con esa risa, pero se ríe igual, moviendo los pies al ritmo apropiado. Baja el volumen un poquito, hasta que se le muere la canción en los labios. Luxemburgo se sigue moviendo con él y suspira de manera EVIDENTE.
—What?—pregunta suavemente.
—Quoi? —parpadea saliendo del estupor
—Te estoy arrancando suspiros...
—¿Pues que quieres que haga mientras me cantas en francés al oído y bailo medio desnudo en mi cocina con el chico que me gusta?
Gales sonríe idiotamente con esta última parte
—Soy el chico que te gusta... —susurra ridículamente auto complacido con ello.
—Igualmente... —cambia de tema sonrojándose un poco—. Eso que has hecho antes y ahora de repente ponerte a bailar tan inocente...
—Yo soy inocente... más que tú y lo que estabas pensando solo con la mención de las cosquillas —casi le susurra al oído.
—N-No lo eres. Eso en mi casa tiene un nombre. Te lo permito porque tal vez ayer me lo merecía y poque... uhm. No me desagrada del todo, pero...
—¿Que nombre tiene en tu casa? —mueve la mano hacia su cintura... va a apretarle a buscarle cosquillas... en 3... 2...
—Chauffe-bite —básicamente, calientapollas.
—Oh, venga ya. Peor que tú no hay.
—Anda que no.
—Me alegra saber que al menos... las caliento.
—Ah, mais oui, el inocente de nuevo, que no sabe lo que hace.
—Pues, es que usted disculpe, Mr. Straight... usted tiene pareja —mueve la mano otra vez, hacia el culo.
—Oh, ya veo que ahora este es un título burlón. Pues sí, la tengo.
—Ughh... —quita la mano de su culo con eso—. No seas cruel.
—Tú lo has dicho —se le repega.
—Yes, yo lo he dicho porque... soy el chico que te gusta.
—¿Y eso qué? —se sonroja un poco cuando lo repite.
—No sé, pensé que era bonito repetirlo, aunque no viniera al caso —se ríe un poco.
Se va a llevar él la palmada al culo. El SALTO que va a pegar, sin esperarlo.
—Ehhh, ¡cuidado con esas manos!
—Ahora se te va a subir a la cabeza.
—Es que hasta ahora yo era el... idiota medio gay al que le gustabas tu.
—Eso no ha cambiado —levanta una ceja.
—No me hables como si fuera yo Eire y tú Seychelles, conmigo no cuela —se ríe—. Lo que ha cambiado es que al fin has admitido que... si te gusto.
—Ah, supongo que... solo faltabas tú, sí.
—¿Solo faltaba yo? ¿De hacer qué? ¿De enterarme o de gustarte?
—De decírtelo —se ríe.
—¿L-Le has dicho a más gente que te gusto? —parpadea... y se separa un poco para mirarle a los ojos.
—Eeeh...
—Yo le he dicho a... todo mundo. Ayer que me dijiste que... no... pensé que, bueno...
—¿Aja?
—Que era yo un idiota.
—El "no" sigue en pie.
—¿Aún piensas que es imposible? —Gales traga saliva.
—No imposible, pero...
El británico cierra los ojos
—Ya, ya... aún después de lo de Galia tú... tienes pareja —y nunca la va a dejar por ti, ya te lo recordaba ayer Inglaterra en tu mente. Luxemburgo le mira de reojo y traga saliva.
—Vamos a... ver primero qué pasa con Galia —se separa un poquito, soltándole.
Gales traga saliva otra vez y le mira un poco desconsolado y Luxemburgo se pasa una mano por el pelo, sonriendo.
—S-Solo prométeme una cosa...
El flamenco le mira, escuchándole.
—Yo sé que ha estado contigo mucho tiempo y... que es importante. Si en a-algún momento llegamos al punto e-en que... —vacila sin saber cómo ponerlo—, t-tienes dudas de que vas a... querer dejarla...
Levanta una ceja
—Ughh... m-mejor olvídalo, no tienes que prometerme nada —aprieta los ojos, sonrojándose
—¡Anda ya! Ahora dime lo que ibas a decir.
—Solo no creo poder sobrevivir otra vez e-el ilusionarme hasta el punto de creer que de verdad vas a dejarla... si no piensas hacerlo —levanta las dos manos y se las pasa por el pelo a si mismo
—Bueno... Tú no corras. O si no, tal vez deberíamos pensar ya que... mejor no nada y ya.
—Quizás... debería ser más cuidadoso. I-Ir más lento y cuidarme más, está bien... —Gales le vuelve a mirar un poco desconsolado
—Es que... —aprieta los ojos pensando que el que no va lento es él mismo. ¡Si ya hasta se lo ha dicho a Mónaco! Seguro ella le deja en menos de un mes.
—Ya, ya lo sé. Apenas me conoces y ella... es ella y... bueno, supongo que es mejor saber que es así desde ahora —y es que de verdad que quería enamorarle y enamorarse aún más de él, quería ilusionarse del todo y podía ir lento si era necesario... bueno o intentarlo, pero no quería volver a vivir lo de Galia.
—No creo que sea el momento de temes esta conversación.
—Entiendo... —Gales suspira.
—No, venga... en serio... —le mira
—Voy a- a intentar no correr y no caerme de cabeza.
—Merci.
—Aún así... voy a intentarlo.
—Yo voy a... ducharme.
—No tardes —Gales asiente.
—No... me sigas —sonríe yendo para allá.
—Ohhh... Vincent no me dejaría... por más ganas que tenga —grita, haciéndole reír. Gales sonríe yendo a uno de los jarrones a robarse una flor.
Luxemburgo se ríe mientras se ducha, de buen humor.
