Va a volver en un rato con un cono de helado para cada uno (sí, sí, antes de comer, pero es que tiene hambre y calor)
Luxemburgo sonríe hablando con Charlotte un poco estresadamente sobre cómo es que tiene esos documentos en el ordenador y ahora está en Cardiff.
Gales se le sienta junto, sonriendo y extendiéndole el conito de helado, él lo toma, escuchándola.
—Ya te han reñido por no trabajar el sábado? —pregunta sonriendo un poco de ladito y... produciendo un libro no me preguntes de dónde.
Asiente porque justo eso hace, llevándose el helado a la boca.
—¿No eres tú THE BO...? —pregunta... y se queda un poco congelado con el movimiento helado-boca-lengua... cielos.
—Mmm... Non, non, estoy por ti —asegura al teléfono.
Gales abre la boca y se sonroja, esperando la siguiente lamida, pero no llega porque Luxemburgo está pendiente de lo que le dice Charlotte.
El británico no pierde la paciencia dándole una lamidita a su helado, abriendo el libro con la otra mano en una página cualquiera...
El flamenco aprieta los ojos porque es que esto es un follón como siempre y cuando parece que va a volver otra vez, aparta el helado para responderle.
—Fuck... —protesta el entre dientes.
Le sugiere algo a ella y ella empieza a contarle porque no se puede hacer así, así que se pone el helado en los labios, escuchándola unos segundos, hasta que está demasiado frío.
Gales abre la boca otra vez... se le resbala un poco el libro. Lo detiene sin prestarle mucha atención.
Vuelve a hablar otra vez un poco enfadado y le va a meter un mordisco, haciendo que Gales pegue un buen salto sin esperarse eso.
Luxemburgo le mira de reojo con ello. Él se aclara la garganta y se vuelve al libro, rojo como manzana y ahora sí le da una lamida mirándole.
Gales le mira de reojito y se sonroja más. El flamenco levanta las cejas con el sonrojo porque hasta ahora no se había dado cuenta.
Gales se vuelve a aclarar la garganta, haciendo como que lee y la verdad no está de cabeza el libro solo porque hemos usado ya demasiadas veces ese chiste.
Habla un poco más con Charlotte, relajándose un poco y sonriendo de ladito,
Gales se humedece los labios y le mira de reojo otra vez a ver si... le da otra lamida.
Lo hace, de hecho, está con mucha más intención.
Gales abre los ojos como platos casi al instante y Luxemburgo le mira de reojito.
El sonrojo, ni siquiera nota que le está mirando, está más enfocado en la boca, así que el flamenco saca la lengua y la acerca al helado leeeeentamente dando una pequeña lamidita con solo la puntita.
Gales abre la boca y... le da un escalofrío de golpe.
Luxemburgo sonríe de nuevo y se lo acerca otra vez ahora haciendo circulitos con la lengua y luego abriendo la boca para metérselo dentro.
Es que se le va a caer su bola de helado sobre el libro
Lo saca poooco a poco, sin apartar los labios y de repente casi se ahoga, tosiendo y tragando para contestarle a Charlotte. Que sí, sí que le hace caso. Ejem. Perdón.
Vale, ambos con una falla generalizada de sistema, por lo visto. Gales recoge a bola con la mano, todo embarrado, libro embarrado... sonrojado. Intenta limpiarlo todo con su servilletita
Luxemburgo le da algunas instrucciones más a Charlotte mientras mira el desastre. Mira a Gales de reojito y se ríe.
El británico pone otra vez la bola en el cono, se limpia las manos en el pantalón, se sonroja, aprieta los ojos, trata de darle un mordisco al helado.
Luxemburgo le tiende su servilleta, medio riéndose aun y dejando de hacerlo porque Charlotte le está preguntando. La verdad, él la toma, no crean que le sobra
Charlotte, darling, nadie te está haciendo ni puto caso.
Le contesta otra vez intentando ahora ya que le deje tranquilo.
Gales consigue secarse lo bastante como para sacar su pañuelo del bolsillo y... intentar limpiar su libro un poco mejor. Ugh... su libro...
—T-Thank you... yo... ehm...
Al final consigue colgarle a Charlotte mientras Gales le está quitando un poco de suciedad a su helado, porque la estúpida mala suerte... ni siquiera le mira porque ha sido todo muy evidente.
—¿Qué... ha pasado?
—E-Eh... vino una abeja y...
—¿Una abeja?
—Ehh... yes. Era gorda y terrible... y muy venenosa —se sonroja un poco más.
—Ya... Oh, que descripción más aterradora.
—Ya lo sé.
—¿Y cómo se movía?
—Pues... como las abejas.
—¿Así? —Saca un poco la lengua y dibuja un círculo con la punta en el aire
—A-Así... —Se SONROJA, haciéndole reir. Gales aprieta los ojos—. A-Aunque tú que eres straight...
—Quoi?
—Pues eso no te... no te interesa.
—Ah, non? ¿Crees que yo no tengo uno?
—Lo he visto lo bastante... —se ríe.
—Por lo menos el mío no está curvo —aprieta un poco las piernas y se sonroja un poco.
—¡El mío tampoco! —chillonea.
—Lo he visto. Aunque supongo que eso explica porque France seguía acostándose contigo a pesar de las constantes pedidas de mano.
—Uuuugh!
—Eh, es una buena publicidad.
—De que no soy malo en la cama "pese a las constantes pedidas de mano"... Ugh.
—¿Tú también eres... multi... como tus hermanos y tu madre?
—No— Gales aprieta los ojos —. Desafortunadamente no es algo que pueda venderte como un atractivo turístico
—Oh... que mal por ti. De todo lo que podrías haber heredado, entonces solo las cejas y los dientes.
—Bloody hell... well— Gales se sonroja con eso —. La voz y la imaginación también.
—Ah, por lo menos sí hay cosas buenas entonces —se ríe.
—Pues espero que así las consideres... pero si querías lo del multi, lo lamento...
—De hecho, si lo hubiera querido para alguien, es para mí.
—¿Ves como no eres tan heterosexual?
—¿Qué tiene de no heterosexual ser multiorgásmico?
—Lo que tiene es que... te da lo mismo cuando acabes.
—Eh?
—Es decir, si eres... una chica, por ejemplo, pues está bien ser multiorgásmico, no diré que no, pero... no es como en el caso de Eire o de Alba que les sirve para... hacer que la chica, que igualmente puede tener dos o tres orgasmos seguidos...
—¿Ves?
—UGh... vale, por la boca muere el pez —Gales aprieta los ojos.
—Pero es divertido que sigas convenciéndome de lo conveniente que es ser gay —se ríe un poco.
—Es que además... nunca me he sentido gay.
—¿No?
—Pues no precisamente...
—¿Te sientes... bi?
—Lo que siento es que... siempre me gusta una persona y cuando me gusta esa persona me gusta mucho... MUCHO.
—Eso no es una orientación sexual, eso es una característica de la personalidad, así como... enamoradizo. Sería una orientación sexual si solo pudieras acostarte con alguien que te gustara mucho mucho.
—Ugh. Entonces debo ser bisexual...
—Eso lo sabíamos todos.
—¡Como tú!
—¿Yo? Nah
—¡Absolutamente sí! ¡Si no lo fueras no te gustaría!
—¿Quién dice que lo haces?
—P-Para como terminaste hace rato... —Gales hace una mueca.
—Eso no tiene nada que ver con quien —Luxemburgo se ríe comiéndose su helado.
—¿Perdona? ¿Me estás diciendo que no te tiene que gustar la persona para que acabes así?
—Es como el porno, ¿acaso no acabas, aunque las actrices sean... meh? —niega, sonriendo.
—Bueno, he ido mejorando. Antes era feo directamente, ahora soy "meh"
—O bueno, a lo mejor es que tú tienes que sentirte emocionalmente ligado con las actrices porno... Tal vez lasa conoces por su nombre y les... mandas flores a sus trabajos.
Gales abre la boca... y se sonroja con eso por lo de las flores. Luxemburgo le mira de reojo porque lo ha dicho expresamente y sonríe.
—N-No... eso suena más a algo que haría Eire... —piensa en sus flores—. No debí mandarte estas flores.
—¿Y qué haces tú?
—A mí no me gustan las prostitutas.
—¿Cero? ¿ni en el porno?
—Si debo decir la verdad soy mucho más de pin up que de porno.
—¿De... pin up?
—Sabes... buff, el porno de los años veinte.
—Han... pasado un par de cosas buenas desde entonces... lo sabes, ¿no?
—Ya... ya. Haberte conocido es una de ellas. Y haberme casado es otra... no diré que no. ¿Pero hablas en el mundo del porno?
—Oui. Hablo en general.
—Quizás es un buen momento para... dejar la nostalgia atrás —Gales suspira.
—Es que está bien un poco, pero... ¿por qué no te gustan las cosas nuevas?
—No lo sé... no es que no me gusten, es que... mis hermanos... —TODO es con sus hermanos, discúlpale, siempre giran a su alrededor. Todos de todos.
—Aja?
—Eran muy pesados una época y todo lo querían hacer así moderno y FEO. Y esa época era caballerosa y bonita y...
—¿Pero en qué influye eso en tus gustos?
—Pues en que las cosas de esa época, de antes de la guerra, eran... bonitas. ¿No te gustaban? Tú... pareciera que SOLO vives en el presente.
—No digo que no lo sean, pero... hay cosas muy bonitas ahora también.
—¿Como tú? —sonríe de lado.
—Sí, bueno, aunque yo ya estaba en los años veinte.
—¿Y cómo eras? Seguro súper vestido y con tu sombrero —se le acerca un poco.
—Púes... tengo fotos en casa.
—¿¡En dónde?! Si tu casa es casi en su mayoría bastante... aséptica.
—¡No es cierto! Tengo cosas antiguas guardadas y álbumes de fotos.
—Resguardadas seguro por el maestro del... horror: Vincent.
—Non, hombre! —se ríe.
—Con un traje raro como Switzerland en el Vaticano.
—Nooooo —se ríe.
—Tengo prohibido entrar a tu habitación, supongo que tengo prohibido entrar a donde están las fotos —cierra el libro, que ha quedado bastante desastroso igual y se lo guarda —. Tengo que ir a lavarme las manos.
—Es que es donde guardo el cuadro de mí de viejo y demacrado.
—Cálmate, Dorian.
Luxemburgo se ríe y Gales igual se ríiiiie mirándole con ojitos de corazón.
—Podría besarte ahora mismo.
—Lo dices como si hubiera algún momento en el que no.
—¡Tanta seguridad en ti mismo...! —Gales se sonroja.
—Pues es que mira tú cara —se ríe porque las protestas.
—¿¡Tengo cara de querer besarte?!
—Tremenda.
—Oh, bloody hell!
—Es que hasta acabas de destruir un libro... anda, vamos a un bar a que te dejen ir al baño —se ríe y le hace un cariño en la mejilla.
—¡No lo destruí! Y aún quiero que me compres esos vaqueros —Y espérame con el cinismo de "QUE ME COMPRES"… Ya, pero eso no le importa.
—Ah, vaya, que resulta que sí los quiere... —se ríe levantándose—. Creo que la tienda está lejos, igual deberíamos ir en coche y así dejamos todas las bolsas en el maletero.
—Bueno, pues... al fin alguien quiere ayudarme a parecer medio normal, no voy a decir que no a la oportunidad —Gales se sonroja un poco pero sonríe.
—Bueno, espero que hayas pensado ya como agradecerme.
—Llevándote a comer fish and chips.
—Oh... vaya.
—¿Invitándote a una cita de verdad? —Gales se ríe.
—Eso no se puede — se encoge de hombros
—Ugh. Vale... hum... qué tal una sorpresa.
—¿Qué tipo de sorpresa?
—Un día como hoy haciendo, como hoy, una actividad distinta.
—Mmm... vale.
—Ugh... no? Puedo... hacer alguna otra cosa.
—No, no, está bien... de hecho era una broma.
—Ya me imagino que no vas a COBRARME expresamente una compensación... pero si siento que últimamente has estado haciendo mucho por mí y yo poco por ti.
—Bueno, pero... a mí no me cuesta nada.
—Porque eres bueno y... en el fondo sí que debo gustarte un poco.
—¡Anda ya! —igual se sonroja un poco. Gales se ríe y se sonroja también un poquito.
—Podría llevarte serenata al parlamento y cantarte "Bulebu cushe avec mua, sesua"
—Espero que pusieras un mejor acento, Lady Marmalade.
—Mi acento natural en el francés...
—Sé que puedes hacerlo mejor.
—Bulebuuuu cusheeeee aveeec muaaaa... sesuaaaa
Luxemburgo se ríe.
—Vendido. Vale, eso haremos... eso haremos.
Levanta una ceja.
—Serenata será.
—Ugh! Noooon... ¿no ibas a llevarme a no sé dónde?
—¿Te dan vergüenza las serenatas?
—Un poco, seguro se van a reír de mi en el parlamento... y demasiadas explicaciones sobre porque... porque no es Mónaco quien...
—¿Te dijeron algo de las flores?
—Pues me preguntaron. Oui. Y seguro el lunes me preguntan aún más.
—No... creo que te pregunten tanto el lunes —Gales aprieta los ojos.
—Ya verás que sí.
—Diles que son de Mónaco.
—Ya, bueno...
—Lo lamentó... no lo haré por... ahora.
Aprieta los ojos porque sí le ha gustado.
—¿Como es tu... situación con Mónaco? ¿Ella no se molestaría?
—¿Molestarse por qué?
—Porque hay un tipo que está claramente intentando liarse contigo.
—Probablemente se enfadará contigo.
—¿Conmigo y no contigo?
—Oui.
—¿Y contigo no? Pero... esto... Ugh
—Quoi?
—Como si yo te estuviera seduciendo.
—Exacto.
—Y no tu a mí.
—Para ser justos con la verdad eso es exactamente lo que está pasando.
—¿Que yo estoy haciendo qué? ¿Seduciéndote a ti?
—Mais oui.
—No. Yo te estoy... enamorando.
Luxemburgo se vuelve a sonrojar de muerte con eso. Deteniéndose y Gales le mira de reojo, pero él no es capaz de mirarle, carraspea un poco como si no acabara de pasar eso.
—Es... E-Ehm...
Gaaaaales se sonrojaaaaa otra vez y carraspea también
—Uhm... —el flamenco no sabe qué decir, siempre le callas con eso.
—O-O Eso espero... —susurra el británico.
Traga saliva y asiente. Solo una vez, sin mirarle. Gales sonríe un poquito, sonrojándose más y sintiendo maripositas en el estómago, pensando que puesto así quizás Mónaco le odie aún más, claramente.
—Y... —se humedece los labios, vacilando. Gales le mira de reojo—. ¿C-Cómo...?
—¿Cómo?
—¿Cómo... cómo? O sea... ¿Cómo vas a hacerlo? —susurra. Gales se sonroja un poco pensando que espera que mejor que la última vez.
—W-Well... e-espero que... poco a poco. Mientras m-me e-enamoro yo. E-Espero que de algo sirva haber leído horas y horas de novelas... y tener cientos de ideas para poner en práctica. Ya tuve una enorme suerte con que si quisieras hablar conmigo. Y más aún con que me ayudaras invitándome a casa. Si tan solo tengo una poquita más de suerte quizás me sigas aún y no te parezca cliché ver un atardecer hablando de tonterías, o tratar de hacerte reír con bromas tontas. O reírme y abrazarte y tratar de hacer que quieras pasar más tiempo juntos. Quiero bailar sin música si es necesario y comprar ropa y que me enseñes a vivir un poquito más en el presente... que me cuentes historias de cuando eras niño y molestarte y mirarte a los ojos y... seguirme enamorando.
Luxemburgo traga saliva con todo eso, un poco colapsado. Gales le mira de reojo, nervioso. Abriendo el maletero del coche con el controlito.
—P-Por ahora me basta intentar hacer por ti lo que tú estás haciendo por mí ya... que es que hasta los días malos sean al menos un poquito buenos —Gales traga saliva mirándole de reojo.
—O-Oui... —Asiente, apretando los ojos y se tapa un poco la cara.
—I-I'm sorry, siempre te...
—¿Me?
—Creo que te incomodan estas ideas —Le abre la puerta del coche para que entre, sonrojado y sin saber bien que decir.
—P-Pardón, a-ahora me repongo. Soy un poco tonto —niega.
—No, no eres tonto. Soy yo el tonto.
—¿Eh?
—Te digo muchas cosas súper serias y agobiantes.
—¿Por qué piensas eso?
—Porque... parece que sufres —se muerde el labio.
—E-Es que nadie... —niega y se limpia discretamente un ojo.
—Nadie... —Gales le mira y... se le acerca un poco torpemente.
—Nadie ha se ha interesado nunca en...
—No entiendo por qué, sí.. me parece que cualquiera que te conozca un poco debería interesarse—levanta las manos y se las pone en la cintura.
—Pues no que no se hayan interesado en mi pero... no en... eso.
—Pues... yo sí estoy tremendamente interesado.
—Ni siquiera sé por qué —aprieta los ojos.
—Porque eres divertido y suave y sutil, pero a la vez directo y seguro de ti mismo. Y... y-y... Y es que lo que quiero es... hablar más contigo y hacerte más bromas y darte besos y susurros en las noches... no lo sé. Es como si... te hubiera estado buscando a ti por mucho tiempo.
—¿Cómo puedes sentir eso con solo...?
—¿U-Una semana?
Asiente
—Quizás soy... muy... idiota y enamoradizo pero...
—Oh. ¿Hay un pero?
—Yes — Gales se ríe un poco, apretando los ojos y sonrojándose —. Pero... creo que tu sientes algo también d-de esto que digo. Al menos poquito...
Traga saliva y vuelve a sonrojarse y no mirarle.
—Veamos. Hay que ir hacia el noreste, en esta calle —le muestra el teléfono cambiando de tema.
—A-Aja... —Gales se muerde un poco el labio porque... hizo lo mismo con Galia en su momento, decirle una y mil veces que la quería y que... todo eso. Traga saliva.
—Mira, aquí está la dirección. Sabes ir o pongo el GPS
—Sí, sí sé ir. No te preocupes —responde odiándose un poco a si mismo por... querer comerse todo de un solo bocado.
—Vale —guarda el teléfono, aun nerviosito.
—Hay un lugar en el que hay que parar antes de llegar —Gales se pasa una mano por el pelo aun un poco nervioso, yendo hacia allá.
—¿Cuál?
—La tienda de licores. Necesitas un whiskey decente...
—Creía que lo habías comprado ya.
—Well... no pero no una de casa —Gales le mira de reojo porque si compró una botella... pero no de aquí.
—Ah, vale, le daremos un poco a tu madre mañana.
—Ay... ese asunto.
—¿Non? Elije uno para ella.
—Y la otra parte de la botella me la bebo yo.
—Puedes comprar más de una botella, aunque esperaría que no acabarais los dos borrachos.
—Yo... creo que mejor compramos una botella.
—Lo que quieras.
—Me esperas aquí? No tardo ni dos minutos... ¿o quieres bajar y elegir el whiskey tu? —le sonríe un poquito, nervioso... pensando que quizás deberían darle espacio.
—Non, non... si'l vous plait.
Gales asiente y vacila un poco
—¿Estás bien? —pregunta, suavecito, antes de bajar.
Asiente y le sonríe.
Gales sonríe un poco, tranquilizándose y bajando del coche. Luxemburgo va a volver a mandar mails... y tal vez a llamar a Mónaco a ver cómo van.
