Si no había hecho algún movimiento los últimos días era por qué Harry necesitaba recuperar la salud y sobre todo sentirse apoyado en ella, cosa que aparentemente estaba funcionando, sin embargo no contaba con el pequeño detalle que los amigos de ambos protagonistas del reciente cambio en sus vidas, tenían fuertes sospechas qué sólo faltaba confirmar, ya que al notar los extraños comportamientos de parte del rubio y su madre el día que Theo y Pansy visitaron Malfoy Manor, les había dejado la intención de investigar a fondo lo que estaba ocurriendo. Y ella no podía intervenir sin resultar sospechosa, pero lo que sí estaba en sus manos era comenzar su conquista con Harry, de ese modo sí Draco recuperaba la cordura, sería demasiado tarde para él.

Fue por lo qué esa mañana de viernes dónde el invierno llegaba a Inglaterra, Ginny tomó la decisión de informarle a Astoria lo que estaba pasando, pero antes tuvo qué llevar el desayuno a Harry a la habitación de Ron, dónde este se quedaba y mientras su hermano pasaba esos días junto a su novia en casa de sus suegros.

La pelirroja tocó la puerta con suavidad.

—Adelante —escuchó la angelical voz de Harry.

—Buenos días, he venido a traerte el desayuno, mamá dice que vendrá a cerciorarse que estés dejando vacía la charola, casi quiere que te comas el plato —bromeó Ginny.

Harry se río ante ello y recibió gustoso la charola que traía Wafles con frutos rojos y miel, una taza de café autorizada previamente por Pansy, y un poco de gelatina, ya era una ganancia que su estómago recibiera algo más de comer que sólo sopa de verduras y té.

—Ha sido muy amable, y no descarto mi oferta de ayudarles con los gastos, si estaré viviendo aquí es lo justo —volvió a decir la misma frase qué, durante la última semana se había convertido parte de.

—Ni que lo digas, mamá volverá a decir que no y todo ese cuento que ya sabes de memoria y que no es necesario repetir —la pelirroja le miró con una ceja levantada a modo de advertencia que su amigo supo comprender.

—-Bueno pero si necesitan algo por favor díganme, no me siento cómodo estando aquí recibiendo todas estas atenciones qué les mueven de sus actividades —Harry cortó un trozo de wafle mientras hablaba. Ginny le miraba desde un lado de la cama.

—A pesar de tenerlas nos hemos tomado el tiempo de estar al pendiente de ti, las cosas no han cambiado mucho —dijo la chica encogiéndose de hombros sin dejar de verle comer, hasta ese simple gesto le pareció muy dulce.

—Gracias —fue su única respuesta.

La pelirroja no sabía qué más decir ni que hacer así que tomó asiento cerca de dónde estaba jalando una silla hasta el lugar.

—Por cierto, ¿No tienes práctica de Quidditch? —preguntó Harry después de haber dado algunos bocados.

—Sí pero más tarde, cambié mi entrenamiento esta semana, así Ron podrá venir cuando yo no esté

—No me va alcanzar la vida para agradecerles todo lo que están haciendo por mi, los quiero mucho, te quiero mucho Ginny

Harry le sonrío antes de volver la mirada a su plato.

La nombrada se había sonrojado ante las palabras de Harry y su corazón daba latidos tan rápidos que por un momento creyó tendría un infarto, definitivamente estaba funcionando su nueva actitud para con él, realmente estaba conquistando a Harry, Ginny no podía estar más feliz por eso.

୨ ୧

—No habíamos tenido oportunidad de reunirnos y tratar el tema de Malfoy —comenzó el ministro utilizando su peculiar tono firme y serio.

—Sí, todo se ha vuelto muy complicado y mucho menos hemos tocado el tema con Harry, sabemos que él tiene la última palabra sobre Draco pues es su marido al fin de cuentas y… —Pansy cortó su oración al llegar a su mente una posibilidad—. Ministro, ¿Sí Harry sigue siendo legalmente su esposo, ¿Puede hacer que Draco salga de la mansión?

Aparte de ella y Kingsley también los acompañaban Ron, Hermione, Theo y Blaise quienes se mantuvieron callados mientras Pansy hablaba.

—Sí, no hay mandato que lo impida, la cuestión aquí es que Harry no quiera o por el contrario Draco desista de irse con él —la respuesta no dejó muy contentos a todos pero sabían que tenía razón.

—Eso quiere decir que Harry tiene la última palabra —murmuró Hermione.

Kingsley frente a ellos asintió.

—Suponiendo que dijera que sí, al menos a la investigación ¿Habría problema con ello? —preguntó Theo.

—No, él tiene todo el derecho de hacerlo, sobre todo si tiene dudas de lo que esté pasando —respondió el hombre entrelazando sus manos, dejándolas descansar sobre el escritorio.

—La cuestión aquí es que dudamos que quiera hacerlo, por eso nos gustaría saber otra opción en la que a nosotros se nos permita hacer algo por él —dijo Hermione observando al ministro.

El hombre se lo pensó por un momento, ellos también formaban una parte importante en la vida de Draco, sin embargo su posición no les favorecía, lo más que podían hacer era investigar por sus propios medios y tratar de dar con alguna pista que les permitiera tomar cartas en el asunto.

—Lamentablemente no tenemos muchas cosas a favor, necesitamos una prueba, algo que diga que realmente algo extraño pasa —comentó el ministro.

—Pansy y yo fuimos a ver a Draco con el fin de investigar si algo sucedía, y nos dimos cuenta que él y su madre actúan cómo si estuvieran poseídos, tenemos la sospecha que, les borraron la memoria o están bajo la maldición imperio —dijo Theo.

—¿Están seguros? esa es una acusación muy grave

—Completamente, conocemos lo suficiente a nuestro amigo y a su madre cómo para asegurarlo, además si no lo fuera no estaríamos recurriendo a usted —debatió Blaise quién habló por primera vez desde que llegaron.

—Les creo, por desgracia el Wizangemont no, necesitamos una prueba que abra el caso y una vez logrado le daremos toda la atención posible, al menos hasta que nos lo permita

Los chicos se miraron entre ellos y Pansy fue quién tomó la palabra.

—Traje un pergamino con los estudios detallados que se le practicaron a Harry, en este indica cómo su estado de salud se vio deteriorado por qué alguien le lanzó la maldición Cruciatus y otra qué parece ser más un maleficio poco común y practicado, la intención era hacerle morir lentamente cosa qué afortunadamente no pasó y él me dijo que la última persona que vio fue al señor Damián Greengrass así que es nuestra sospecha más fuerte

La castaña le tendió el pergamino a Kingsley al terminar su explicación, el cual vio y analizó detalladamente unos minutos, al terminar volvió la mirada hacía ellos.

—¿Y bien? ¿Cree que se podrá hacer algo? —preguntó Ron.

—No dudo en la palabra de Harry, el problema es que si intentamos rastrear el hechizo no funcionará por qué…

—Sólo se puede con el último —completó Hermione.

Kingsley asintió.

—Nuestra única esperanza para resolver todo esto es que Harry sea quién maneje la situación o en su defecto encuentren pruebas en contra de Greengrass o Malfoy —dijo el hombre.

Los chicos compartieron miradas nuevamente notándose preocupados, si Harry no aceptaba hablar del tema no le insistirían, aunque eso implicase no recuperar a su amigo.