Chiara nunca entendió por qué pero su hermana menor odiaba tanto a Alice Kirkland. Le preguntó a la misma la razón, su hermana respondió que no había razón. Solo lo hacía y ya. Esto no es lo mismo para la otra chica que tiene una y mil razones para odiar a su hermana, más bien, dijo muchas cosas que le hizo, pero a la Vargas mayor ninguna le parece tan grave, aunque a la rubia sí.

De todos modos, ambas chicas peleaban con la otra por pequeñeces en la escuela desde niñas.

Su hermana menor era una chica dulce con todo el mundo excepto con esa rubia. Se preguntó qué había sucedido esta vez o si había sucedido algo en absoluto, porque Felicia le dijo -al llegar a casa el día de ayer- sus planes para el fin de semana y no le gustaron para nada. Sus ojos verdes mirando los decididos ámbares con horror.

Su hermana había tocado fondo, esto era demasiado.

La Vargas ojiverde le pidió que lo reconsidere, pues ni ella es tan malvada ni tiene estómago para llevar a cabo semejante plan de venganza. Preferiría salir con uno de los Beilschmidt, ¡incluso saldría con el maldito Zwingli!

—Lo siento, es demasiado tarde. ¡Hablamos cuando regrese!

—¡Piensa en Ludwig! —le dice. En realidad no es que sienta tanta simpatía por el rubio o que le afecte lo que le pase, solo lo usa para ver si puede disuadir a su hermana.

Quizás sí es algo malvada.

—Ludwig es solo un amigo —dice antes de terminar de retocar su labial en el espejo de mano.

Como si fuera obra del destino, llaman a la puerta y ahora en definitiva será imposible detener esta locura.

Su hermana menor abre la puerta felizmente, un chico de pelo negro y rizo que parece una aureola aparece. El susodicho está algo rojo y nervioso, aunque se haga el duro, al menos no trae una falda escocesa.

Quién iba decir que Felicia decidiera salir con uno de los hermanos para molestar a Alice.


¿Habrá GerIta sin que sea oneside algún día? No sé.

Saludos ~~