Capítulo 10:
A un mes de que Claudia aceptara ser la guía de Lucian Novaar en sus investigaciones para entender el carácter humano, el representante de Votania arribó a la Tierra. No era una visita oficial, sino un invitado de Lisa, de tal forma que no tuviese que cumplir responsabilidades protocolares y sólo pudiera enfocarse en su misión.
Lisa y Rick lo esperaron en la pista de aterrizaje. La nave aterrizó sin contratiempos y cumpliendo puntualmente el itinerario. Lucian descendió por la plataforma con su habitual imperturbabilidad y se inclinó respetuosamente antes ellos, gesto replicado por la pareja. Después de los saludos respectivos, se dirigieron a la oficina de Lisa donde se encontrarían con Claudia.
"Espero que hayas tenido un buen viaje", comentó Lisa en el trayecto.
"Sin contratiempos. La calificación es innecesaria", respondió Lucian. Ella sonrió, mientras Rick fruncía el ceño sin terminar de entender el aprecio que Lisa sentía por él.
Al llegar a su oficina, Lisa los invitó a pasar.
"La coronel Grant llegará pronto. Está terminando su última tarea para luego asistir a tu tarea. Por favor tomen asiento", explicó Lisa..
"¿Este es tu lugar de trabajo? Es considerablemente más pequeño y oscuro que los espacios en Ónides. El diseño está completamente equivocado, no aprovecha en lo absoluto la luz de su sol ni tampoco la ventilación", comentó Lucian tras una rápida observación a su alrededor.
"Es muy probable. Fue lo único que tenían disponible cuando llegamos", dijo Lisa sirviéndose una taza de café y otra a Rick. "¿Quiéres?".
"No", respondió sentándose en la silla indicada. Rick miró a Lisa de reojo y ella le guiñó, murmurando "paciencia".
Un súbito golpe en la puerta llamó la atención. Claudia abrió suavemente y miró al interior con una sonrisa.
"Hola Lisa, ya estoy lista". Saludó Claudia. Lisa se acercó a ella y Lucian se levantó inmediatamente.
"Lucian Novaar, conoce a la coronel Claudia Grant, una gran líder de nuestro mundo y una oficial excepcional que también ha salvado mi vida y la de mucho gracias a sus precisas tácticas de guerra", dijo Lisa con orgullo. Lucian la observó por un momento y luego se inclinó respetuosamente hacia ella.
Claudia lo observó al entrar, sin duda Lisa había sido específica con su descripción. Era un hombre alto, de casi 1,90 de altura y de cuerpo ancho, muy bien formado. Su rostro era atractivo sin lugar a dudas, pero prácticamente carecía de expresión.
"Claudia Grant, es un gusto conocerte Lucian", dijo sonriéndole y extendiendo su mano.
Lucian la miró sin entender. Sus ojos iban de sus ojos a su mano, sin saber qué hacer. Claudia lo miraba firmemente, siempre con una afable sonrisa en los labios. Rick se quedó paralizado en su lugar sujetando su taza, mirando la escena como si fuera la final de un partido de tenis. Observó a Lisa preguntando con la mirada, pero ella se apretaba los labios para no sonreír. ¿Qué pasa aquí?, pensó.
Lucian se mantuvo unos segundos indeciso, pero Claudia nunca bajó la mano ni miró a otro lado. Tentativamente extendió su brazo y con mucho cuidado la tocó, sobresaltándose al contacto. Claudia amplió su sonrisa y la apretó en un cordial saludo.
"Bienvenido a la Tierra", dijo Claudia amigablemente. Luego de estrechar su mano, lo soltó. Lucian sólo atinó a asentir con la cabeza.
Lisa sonrió de oreja a oreja y los miraba con una absoluta satisfacción. Rick tomó un sorbo de su café, empezando a sospechar que había algo más de lo que le habían comentado.
Lisa entró a su departamento ya entrada la noche. Había sido un largo y agotador día y sus pies morían de dolor. Si algo le gustaba de otros planetas es que en ninguno de los que había visitado existían semejantes elementos de tortura como los zapatos de taco alto. Cerró la puerta tras ella, se los quitó y los puso al costado de la puerta. Con Rick viviendo con ella ya no se atrevía a lanzarlos lejos y en el proceso, darle en la cabeza o sacarle un ojo.
"Tienes algunas explicaciones que dar, almirante", dijo Rick sonriendo desde la cocina, sosteniendo una copa de vino para él y otra para ella. Lisa caminó hacia él, le dio un beso en la mejilla y tomó su copa, había anticipado una ronda de preguntas después de lo ocurrido por la mañana.
"Pregunta", dijo ella misteriosamente sentándose en su sillón, mientras reposaba sus pies sobre la mesa.
"Lucian le dio la mano a Claudia, ¿pensé que ellos no tenían contacto físico con nadie?", preguntó sentándose a su lado.
"Y no lo hacen".
"¿Entonces?".
"Curiosidad me imagino", respondió encogiéndose de hombros.
"Osea sí pueden".
"Por supuesto que pueden", le dijo Lisa levantando una ceja. "Sólo optan por no hacerlo".
"¿Pero por qué a Claudia sí?", preguntó intrigado.
"No lo sé, me imagino que Claudia lo desafió con su gesto o quizás simplemente no quiso ser grosero y dejarla con la mano extendida".
"¿Pero Claudia no sabía?".
"Sí sabía", dijo Lisa sonriendo. "Pero ya la conoces".
Rick tomó otro trago de su copa y copió su gesto de subir los pies sobre la mesa.
"¿Por qué asignaste a Claudia y no lo hiciste tú misma? se supone que son amigos". Lisa sonrió disfrutando cómo él trataba de sonar no desafiante.
"Porque Lucian y yo nos parecemos demasiado. Él quiere realizar una investigación representativa de nuestra especie y yo a veces disto bastante de eso". Rick ahora le levantó la ceja cuestionando sus palabras. "¡En serio! no me molesta, así soy. Pensé que una persona ideal e integral humana es Claudia. Además que le vendrían bien unas vacaciones".
"No sé si pasar todo el tiempo con Lucian pueda ser considerado relajante", Rick murmuró y Lisa rió.
"Creo que Claudia será una buena experiencia para Lucian. Es una persona con una alta inteligencia emocional y académica. Ha vivido una serie de experiencias que representan muy bien a muchas personas. Además, tiene una gran paciencia".
"Sin duda, será una prueba a su paciencia. ¿Pero qué gana con todo esto?, aparte de las supuestas vacaciones".
"Nuevas experiencias. Lucian es un reto en muchos aspectos, pero es honorable, recto y veraz. No tiene dobleces ni segundas intenciones. Y aunque quizás él no quiera reconocerlo, soy su amiga y sé que tiene un corazón generoso", explicó Lisa. Rick la observó tratando de descifrar sus palabras. "Además, es muy guapo", sonrió Lisa mirándolo con una leve sonrisa.
"¿Entonces él es quien te atrajo?", finalmente preguntó lo que tanto deseaba saber.
"No, él no", respondió mordiéndose el labio tratando de no reír. Rick hizo un mohín y cruzó los brazos irritado.
"Si quieres saber quién fue, pregúntale al Trio. Ellas lo cuentan mucho mejor que yo", dijo Lisa levantándose del sofá y caminando hacia la habitación.
Rick se quedó sentado perdido en sus pensamientos. Al menos sabía que Lucian no era quien había interesado a Lisa y podía relajarse frente al insociable extraterrestre. Si es que eso era vagamente posible.
"¿Vienes?", le dijo Lisa coquetamente desde la puerta. Rick se apresuró a llegar a ella. Ya habría tiempo de ahondar más en ese asunto.
Las semanas pasaron y Claudia aprendió rápidamente que tratar con Lucian requeriría de todo su autocontrol y paciencia. Sin duda el votaniano tenía formas de actuar que habrían sacado de sus casillas a prácticamente cualquier otro ser humano y probablemente a más de alguna otra especie del universo.
Si bien era un hombre educado, su falta de tacto lo hacía ver muchas veces como grosero o incluso arrogante. No obstante, era cuestión de tiempo para descubrir que sus actos no tenían ninguna intención y sin darse cuenta, tomó el enseñarle empatía como una misión personal.
Lucian había sido asignado a una de las habitaciones dentro de la base, mientras Claudia permanecía en su casa. Sin embargo tomó literalmente la indicación de que ella estaría a su disposición durante el día y el primer día apareció frente a su puerta a las 5:35 AM indicando que el sol estaba saliendo y el día había iniciado. Claudia media dormida le explicó que un horario prudente era desde las 9:00 de la mañana en adelante. Lucian la observó extrañado, mirando el sol y no entendiendo por qué no podían comenzar en ese momento si el sol indicaba el inicio del día y su ausencia, la noche. Claudia suspiró, le repitió firmemente que volviera a las 9:00 y cerró la puerta frente a su cara. A las 9:00 de la mañana puntualmente tocó nuevamente y de ahí en adelante repitió la misma rutina cada día.
Lisa y Rick compartieron con ellos prácticamente cada noche y, de a poco, el votaniano se ganó el afecto de Rick, muy a su pesar, pues era casi como tratar con un niño. Tras varias jornadas de preguntas incómodas, insistentes y desubicadas, los terrícolas decidieron que era el momento de enseñarle a Lucian lo que era salir de fiesta con amigos, a un bar a tomar algo y relajarse. Por supuesto que Lucian no entendió ninguno de esos conceptos.
Lisa y Rick llegaron primero y reservaron una mesa. El bar en cuestión era uno muy concurrido por oficiales, por lo que al ver llegar a Lisa de civil junto a Rick generó miradas y murmullos indiscretos. Si bien ella vestía con cómodos jeans, zapatillas, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra, probablemente de Rick por lo grande que le quedaba, no necesitaba su uniforme ni gorra para generar respeto. Una sola mirada a los ojos y todos volvieron a sus tragos y a sus propios asuntos.
"Eres de temer", le susurró Rick al oído y ella sonrió burlonamente.
Rick, quien vestía de manera similar en un juego que solo ellos entendían, aprovechó de tomarla de la cintura y dejar muy en claro que ella y él estaban, literalmente, unidos de la cadera.
Claudia y Lucian llegaron poco después. Las miradas de todos fueron hacia ellos, primero porque la coronel Grant no solía ir acompañada y porque Lucian, a quien no conocían, resultaba extremadamente atractivo. Sin duda, Claudia tuvo injerencia en la elección del favorable atuendo.
Claudia arrastró a Lucian hacia la mesa y los cuatro se sentaron. Rick pidió una ronda de cervezas y papas fritas para compartir. Lucian, sentado muy derecho, observaba el lugar y le devolvía la mirada directa a cada persona que lo miraba, generando inmediata incomodidad.
"No entiendo el propósito de esto", dijo Lucian.
"El único propósito es relajarse", respondió Claudia ya acostumbrada a sus modos.
"Este ambiente genera tensión, no relajación", replicó el votaniano. "Hay una fuerte mezcla de olores, ruido, conversaciones y risas. Además no hay suficiente ventilación".
Rick puso los ojos en blanco y le puse al frente un vaso de cerveza. "¿Has probado esto?" le preguntó.
Lucian levantó y observó el líquido amarillo con espuma en la parte superior. Lo olió y negó con la cabeza.
"Tómalo", le dijo Rick mostrándole cómo hacerlo. Tenía la esperanza que un poco de alcohol en su sistema lo alivianara un poco. Lucian bebió el contenido sin parar mientras Rick y Claudia lo miraban atónitos. Lisa sonrió.
"Olvídalo Rick, los votanianos tienen una resistencia asombrosa. No vas a lograr lo que estás pensando", le dijo irónicamente. Rick hizo una mueca, derrotado.
"Es algo amarga, pero refrescante", dijo Lucian al terminar hasta la última gota. Claudia rió.
"¿Es esto parte de algún rito? he descubierto que ustedes tienen una gran variedad de ellos", preguntó Lucian seriamente. Los tres se miraron, pensando qué responder.
"No creo", comentó Lisa no muy segura. "Más bien es una forma de socializar".
"¿y la desinhibición por el alcohol que consumen apoya esa hipótesis?".
"Sí, se puede decir que sí", respondió Lisa dando un sorbo de su cerveza.
La velada continuó entre las risas de los tres humanos antes las preguntas del extraterrestre.
"Lucian, deberías conocer a Miriya", dijo Rick entre risas.
"¿Estás loco? ¡ella acabaría con él a las tercera pregunta!", respondió Claudia.
"¿Quién es Miriya?", preguntó curioso.
"Es una amiga, es una zentraedi micronizada", explicó Lisa.
"Los zentraedi son una especie artificial creada únicamente como accesorios de guerra por los Maestros de la Robotecnia. De hecho de forma natural no existen seres inteligentes en ninguna parte de la galaxia conocida de su altura, característica que sus creadores incluyeron únicamente para asegurar sus objetivos de conquista y destrucción. Son marionetas entrenadas sin mayor capacidad de análisis".
"Y por esto es que no puedes presentarle a Miriya", dijo Claudia levantando la ceja a Rick, quien asintió en silencio.
La noche avanzó y las personas comenzaron a bailar de forma espontánea, mientras conversaban y sostenían sus bebidas. Lisa y Claudia, ya con un par de pitchers en el cuerpo, se tomaron de la mano y salieron a bailar juntas. Rick las miraba sonriendo embobado y Lucian como si estuviera viendo una placa petri.
"Tenía entendido que las hembras de tu especie no eran hermafroditas y que necesitaban un macho para reproducirse", dijo Lucian de la nada y Rick casi se cayó de su silla.
"¡¿Qué?!", preguntó impactado de dónde había sacado esa conclusión.
"Lisa y Claudia, ¿no están realizando algún tipo de acto reproductivo?", preguntó con curiosidad. Rick se puso rojo como un tomate.
"No, no es eso, sólo están… bailando… para entretenerse. No es eso que dijiste", balbuceó incómodo.
"Pero esos movimientos sinuosos tengo entendido que corresponden al apareamiento", insistió Lucian. Rick ya no sabía qué hacer. Súbitamente sobrio, se levantó y fue donde las chicas. Le murmuró algo a Claudia, quien rió y lo dejó bailando junto a Lisa mientras ella volvía a la mesa.
"Sigo sin entender la finalidad de esta reunión", dijo Lucian cuando ella se sentó a su lado. "Rick dice que no es un acto reproductivo, sin embargo observo a diversas parejas hetero y homosexuales haciendo movimientos propios de la cópula". Claudia se llevó la mano a la cabeza y trató de aguantar la risa.
"Tienes algo de razón. Puede que muchas de estas personas sí están bailando con la intención posterior de… copular", respondió Claudia de la forma más clara posible. "Sin embargo no es el único motivo. Hay personas que bailan únicamente para querer expresarse a través del movimiento del cuerpo".
"¿Qué se puede expresar a través del movimiento?", preguntó con su inacabable curiosidad.
"Todo realmente, cualquier emoción. Recuérdame llevarte al ballet", dijo Claudia mirando a Rick y Lisa bailando muy pegados uno junto al otro.
"Claramente la intención de Rick y Lisa es copular", dijo Lucian seguro de su observación.
"Bienvenido a mi mundo", comentó Claudia entre risas, dándole un punto al extraterrestre.
Nota:
Créditos de la pregunta de Lucian a Rick a mi querida amiga Jo Anderson :)
