Ciudad Academia, hora 1:48 pm, Dormitorios sin nombre
Ya en el departamento, Touma llamó a su maestra Komoe pidiendo una sesión de estudios para, una vez más, recuperar la semana que perdió apoyando a su amigo. Komoe acordó verlo en su departamento a las 6:pm. Touma no lo sabía, pero el tono severo de Komoe fue para ocultar la emoción de escuchar la voz de su querido alumno. Así, el estudi-hambre se vió obligado a recuperar una semana de tareas y ejercicios en tres días, más los que se acumulen en el camino…
Por ahora, hagamos la comida.
Después de lavar los trastes, Touma salió a reponer víveres con Index andando muy cerca, intentando conseguir tanta botana como podía. En el camino de regreso, apenas a medio camino de regreso, Touma dejó las bolsas con la pseudo-monja y corrió dentro de un callejón tras escuchar un grito, un chico de apenas 12 años fue acorralado por un grupo de Skill-Out, que es el nombre generalizado para los grupos delincuentes de nivel 0 de la ciudad.
Shinka Kanou, un chico cabello castaño hasta los hombros vestido en shorts oscuros, blusa cían, botas rojizas, y una chamarra azúl oscuro con orejas de oso en el gorro; el niño, aunque tímido, tiene una convicción sumamente fuerte, y aparentemente es bastante testarudo, si su fuerte reclamo y explicación del como su chamarra es herencia de su madre, "Lain Iwakura", expresa lo cabeza dura que puede ser el niño que raya en lo afeminado.
Ya en la tarde, Komoe llegó a los apartamentos de los estudiantes a comenzar la primera sesión de estudios "lindos" de Touma, tampoco es que Index tuviera algo mejor que hacer además de ver Magical Powered Kanamin, pero por algún motivo el vecino siempre escandaloso, estuvo muy callado durante toda la sesión de estudios.
Pero este es un día nuevo.
— ¡Finalmente apareces, Kami-yan~! — La voz de Tsuchimikado retumbó en el pasillo de los departamentos cuando ambos salieron de sus respectivos cuartos. — Estás… más alto… —
— Gracias. Estuve ayudando a un viejo amigo. — Respondió Touma saludando a su vecino.
— Nya ¿Un amigo que no conozco? —
— Y no te lo presentaré. — Dijo el pelinegro golpeando suavemente su hombro. — Vamos, que ya he perdido mucho tiempo y no quiero a Sensei triste porque llegué tarde. —
Ambos continuaron su camino a la preparatoria, Tsuchimikado algo incómodo ya que es la primera vez desde que conoció al pelinegro, que Touma tiene un secreto que él desconoce; como espía que es, eso es una vergüenza. Al llegar a la escuela, otro miembro de la Fuerza Delta, Aogami, los recibió con su actitud usual, tachando a Touma de traidor por perderse durante una semana con chicas de alas negras (¿Qué?); el cambio en el pelinegro no pasó desapercibido por el peliazul, aunque decidió no comentarlo.
Finalmente el resto del grupo llegó al salón, creando un alboroto por la repentina aparición del estudiante maldecido. Touma respondió con el simple "ayude a un viejo amigo" cerrando cualquier discusión.
— ¿Con qué ayudaste a un amigo? — Fukiyose, la Iron-Wall, se dirigió con severidad al pelinegro.
— No fastidies Fukiyose, estoy aquí y eso es lo que importa. — Contestó Touma irritado. — Hice lo que consideré correcto y no diré más, tampoco debería importarte. — Finalizó él sin interés, ganándose un golpe de la chica, aunque el puño jamás conectó con Kamijou; eso frustró más a Fukiyose y sorprendió a todos los estudiantes sin excepción.
Nunca antes alguien le había hecho frente a la Iron-Wall; y Touma se dió cuenta muy tarde del error que cometió al detener el golpe…
Ya no importa.
Cuando Komoe-sensei llegó, ella no hizo el alboroto que los demás alumnos esperaban por el regreso de su preferido, y la clase comenzó con normalidad. Pero hoy es jueves, eso significa que Yomikawa-sensei los hará correr, el problema no es ese, el problema es no mirar el cuerpo de la maestra y mantener cierto asunto tranquilo. Quizá su gloriosa experiencia con Reynare, despertó un lado de Touma que él estuvo ignorando; por quien sabe cuanto tiempo. Claro que ciertas reacciones por parte del pelinegro, no fueron ignoradas por la maestra y oficial de Anti-Skill, así que Yomikawa lo llamó al salón de profesores al terminar las clases.
— Disculpa, ¿Para qué me ocupan? — Preguntó Touma entrando en el cuarto de profesores, en el que solo Yomikawa y Komoe se encuentran.
— Sí, Kamijou. — Empezó Yomikawa. — Antes que nada, bienvenido de vuelta. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Por poco y faltas dos semanas. —
— Como le dije a Komoe-sensei ayer, estuve ayudando a un amigo. —
— Pero estabas dentro de la ciudad, ¿Que pudo ser tan importante que faltaste a clase? — La oficial buscó atar clavos.
— Nunca dije que estaba dentro de la ciudad. — Resaltó Touma confiado. — Como ya habrán notado, me veo más alto, también tiene que ver con mi amigo. —
Yomikawa soltó un gruñido y abrió un poco los ojos al darse cuenta de ese aspecto, ciertamente notaba algo diferente en Touma, pero no podía decir el qué.
— ¿Y no puedes hablarnos sobre ese amigo tuyo? — Recalcó la oficial.
— Por seguridad de él y su gente, no puedo decir más. —
— Ten cuidado con quién te juntas, Kamijou… ¿Y qué hay de tus clases perdidas? — Respondió y preguntó la mujer con clara preocupación.
— Ayer tuvimos una sesión exhaustiva sobre lo visto la semana pasada, — Dijo Komoe desde el asiento contiguo. — Hoy y mañana tendremos otra sesión para que se regularice. — La voz de Komoe se escuchó orgullosa por a su mejor prospecto.
— ¿Les molesta si me uno a la sesión de hoy? — Preguntó Yomikawa a Komoe.
— No, para nada. — Komoe contestó animada de tener a su más amada amiga ayudándola.
Ciudad Academia, hora 5:03 pm, Departamentos sin nombre
Un Kamijou malencarado por tener que lidiar con un grupo de delincuentes que lo culparon por derramar la bebida que uno de ellos llevaba, finalmente llegó a la cuadra de su departamento, aunque eso no es realmente suficiente para hacer enojar al pelinegro; el problema ocurrió cuando rompieron la docena de huevos que compró en especial. En fin, él toma una inhalación profunda para calmarse; mientras que afuera del edificio de su departamento, se encuentra con Yomikawa en ropa más casual, no la típica jersey verde que usa durante la escuela, tampoco era su uniforme de Anti-Skill.
Pantalón mezclilla recto que abraza sus muslos tonificados, y camisa blanca de mangas cortas que resalta su busto de buen tamaño. — Kamijou Touma. — Yomikawa lo llamó desde la entrada hacia la escalera.
— Yomikawa-sensei. — Dijo Touma algo nervioso, sin saber muy bien a dónde mirar. — ¿Qué hace aquí? Aún falta una hora para que llegue Komoe-sensei. —
— Tranquilo, solo quiero saber unas cosas antes de que llegue. — Touma intentó decir algo, pero ella no lo dejó. — ¿Por qué estás viviendo con una niña en tu departamento? ¿Tienes esa clase de gustos? —
— ¿¡Qué!? ¡No, para nada! — Contestó el pelinegro rápidamente. — La verdad tampoco estoy muy seguro del cómo, pero me nombraron como guardián de Index, una especie de monja en entrenamiento. — Concluyó con un suspiro pesado.
— ¿Te gustan pequeñas? — Yomikawa dio un paso hacia Touma presionando su respuesta. Ella puede ver que algo está mal en la situación entre Index y Touma, pero lo dejará pasar por hoy.
— NO. — El estudiante casi gruñó.
Un tentáculo barrió la realidad.
— Enserio… ¿Cual es tu tipo de mujer? — Yomikawa dio otro paso.
— ¿Por qué me pregunta eso sensei? — Reclamó Touma cediendo la mirada.
— Note que me mirabas mucho durante la clase. ¿Por qué? — Presionó la profesora, oficial y mujer.
El silencio cayó sobre ambos al instante. Incómodo, Touma se rascó la cabeza buscando algo con qué contestar, que no se escuche tan mal. Yomikawa dio un par de pasos más, acercándose peligrosamente al estudiante.
— Yo… disculpe. — La repentina formalidad en Touma detuvo el avance de la maestra.
— Ósea. — Yomikawa habló después de unos segundos que parecieron eternos. — Si me estabas viendo de esa forma… — La reacción cohibida del pelinegro confirmó lo dicho.
— Subamos de una vez… — Touma contestó apresurado. — No quiero lidiar con Index por alguna cosa que se invente. — Yomikawa lo tomó del hombro suavemente, pero con firmeza. — Yomikawa-sensei… no estaría bien tener una relación así… —
— En eso tienes razón Kamijou. — Yomikawa dijo suavemente respirando profundamente para enfriar su cabeza; luchando contra sus propias necesidades. — Pero como maestra y oficial de Anti-Skill, debo asegurarme de que mis alumnos no se metan en problemas. —
— ¿Quiere que me reporte a usted como si fuera mi jefa? ¿O mi madre? — Touma encaró a la mujer viendo las posibilidades de tener a una oficial para conseguir información.
— Touma… — Yomikawa se tomó unos segundos pensando antes de hablar de nuevo y soltar a Touma, girando hacia las escaleras, al igual que el pelinegro, y posando su mano izquierda en su espalda. — Tu siempre te has metido en líos, quiero saber que ocurre antes de que me entere que estás hospitalizado. —
— Está bien, supongo… Pero quisiera abusar de la autoridad de una oficial de Anti-Skill. —
— Mi nombre es Aiho. Y pobre de ti que lo uses en público. — La cabeza del preparatoriano se calentó; después de todo, Yomikawa es una mujer sana con necesidades, y el nuevo físico de Touma es muy apetecible, resultado de su esfuerzo.
Los músculos del chico se tonificaron durante su semana ausente, no es que sea muy fornido, pero sus músculos hacen presencia. Además está su altura, que es cerca de media cabeza más bajo que ella, unos 1.75 m a 1.77 m; si sigue así, en un par de años, Touma será igual de alto que ella y su 1.80 m.
Touma chasqueó la lengua con una sonrisa, y aceptó la sugerencia no hablada de la maestra intentando calmarse. Ambos subieron al departamento donde otra ronda de palabras incomoda surgió de la boca de Index, finalmente la niña calló y aceptó que Yomikawa es profesora de Toma, aunque lo más probable es que haya sido la influencia de las bolsas con víveres que cargaba Kamijou.
Pero qué es eso que cambió, de dónde viene el deseo de cobijarse en una mujer; lo dicho anteriormente es verdad ¿Pero que cambió? ¿Fue estar tanto tiempo rodeado de seres sobrenaturales? ¿Reynare? ¿Un efecto del mismo entrenamiento? Para empezar, ¿Por qué aceptó?
Una plática más casual se estableció en el departamento mientras esperan a Komoe para empezar la sección de estudios forzados, Touma aprovechó de avanzar con los pendientes de hoy, y Yomikawa se sorprendió de que el estudiante con malas notas, preferido de su amiga, termine los deberes en tan poco tiempo, y todos bien hechos. Aprovechando de que Yomikawa está revisando la tarea, Touma coló la sugerencia de intercambiar números, por sí acaso.
Una vez que Komoe apareció en la entrada, la sesión de estudios comenzó y continuó con normalidad; ambas mujeres se despidieron de su estudiante al concluir con la sesión de hoy, recordando que el día siguiente la sesión se llevará a cabo en el apartamento de la preciosa maestra.
El día siguiente no fue diferente, solo que esta vez en lugar de continuar en el departamento del estudiante, Touma e Index se trasladaron al departamento de Komoe para la sesión de esa noche; la última que Touma necesita para recuperarse en sus estudios. Al concluir, un poco antes de lo previsto por Komoe, comenzaron a cocinar para celebrar que Touma se recuperó en sus estudios, para felicidad de la pequeña maestra.
— !Felicidades por concluir exitosamente mis lindas sesiones de estudio Kamijou-chan¡ Ahora solo debes prepararte para los exámenes finales. — La pequeña maestra vitoreó en la mesa disfrutando de su cerveza, y Touma se tragó su urgencia de gruñir.
— Felicidades Toma. — Fue lo último que Index dijo en toda la cena; al menos, el pelinegro pudo disfrutar de esa noche con tranquilidad.
Sin embargo, el pelinegro no se percató del verdadero estado del apartamento de su maestra, algo que Komoe de hecho se aseguró. Ella recuerda cómo reaccionó su querido alumno la última vez que su apartamento resultó dañado, y no quiere que su muchacho se meta en problemas tan pronto.
Ciudad Academia, hora 3:26 pm, Distrito 7
El día siguiente, Touma se encontró caminando por el Distrito 7 en busca de un lugar donde Index pueda comer un "sunday" del que escuchó en la televisión, naturalmente, ambos salieron en búsqueda del local que lo promociona, por qué es lo menos que puede hacer "él" al prestarle más atención a Komoe-sensei que a ella…
— Hey, lamento molestarlos a todos de esta importante conversación, pero ¿Quién es esa niña, Kami-yan? — Un chico despeinado de cabello azul, con un arete pequeño en una oreja, ojos cerrados, 1.86 m de altura, y un acento Kansai falso, se acercó a Touma desde atrás en la acera.
Pierce Aogami… "Arete de cabello azul". Es que hasta el nombre es falso con este sujeto.
— No empieces Aogami… — Refunfuñó el pelinegro sabiendo que la búsqueda del local llegó a su fin.
Para bien y para mal.
— Sólo bromeo, hombre~. Esta pérdida de memoria es un privilegio especial solo para esas increíbles chicas emisoras de ondas Denpa Otome, ¿Verdad? — Entonces, Aogami Pierce puso su mano sobre el hombro de Kamijou, quien sintió un escalofrío por la forma tan casual que el peliazul declaró saber la situación actual del pelinegro. — … Oye, Kami-yan, ¿Quién es esa chica? ¿Cómo conoces a una niña tan pequeña? ¿Es tu prima…? No lo parece. ¡Su cabello plateado no parece heredado de tu acervo genético! — El gran problema con Aogami era que sus susurros no eran susurros. — Mmh… Por la forma en que lo veo, esta chica solo debe estar pidiendo direcciones de ti, ¿verdad? Pero con tu inglés todavía aislado en el campo, debe ser bastante difícil para ti… Espera, ¿Esa chica es de un país de habla inglesa? —
'De donde carajos sacas tanta información, ¡Quién putas te dijo todo eso!' Pensó con pánico el pelinegro.
— Ya, respira. Ella es solo una de las monjas del Distrito 12… Estamos buscando un lugar que promociona su nuevo helado… — Kamijou no recuerda que el pelo azul hablara tanto en clases… Pero la constante amenaza de Iron Wall puede ser un motivo, sino es que El motivo.
— ¿Enserio? Eso es raro… Los ocultistas del Distrito 12 nunca salen a otros distritos… — Reflexionó Aogami viendo a la niña a través de sus párpados cerrados. — ¡Pero! ¡Sí lo que buscan es ese nuevo "Duper-Sunday", conozco el lugar exacto! Y, además; tengo un par de tickets para comer allí. — Aogami intentó susurrar con una mueca entre divertida y victoriosa.
Saltándonos una discusión innecesaria y estúpida que envuelve la posibilidad de que Index sea "Trap" y el deseo de tener a una "Zashiki-Warashi" para reemplazar a la gorrona plateada, el recién formado trío continuó su camino al establecimiento de comida rápida con aire acondicionado que vende esos Sundays (Por no decir que vende basura comestible). Y si un idiota de cabello azul no era suficiente, el idiota de cabello amarillo que usa lentes incluso de noche no tardó en unirse al grupo, apareciendo con su característico tick verbal "Nya~", y con su camisa hawaiana verde desabotonada para lucir sus ABS…
*Suspiremos y respiremos profundamente*
En el segundo piso del restaurante de comida rápida, la zona de no fumadores está repleta, y si eso no es suficiente, cuando Touma llegó a la segunda planta y se acercó a las mesas siguiendo a los otros dos idiotas "amigos" suyos, y a Index… Lo primero que se encontró… Casi como si lo hicieran a propósito, fue observar un bulto rojo y blanco de cabello negro largo… Una chica claramente… Y como esos tres no tardaron en apropiarse de una mesa vecina… el pelo erizado se vió obligado a sentarse con esa extraña, que "duerme" en una mesa, en la segunda planta de un restaurante de comida rápida.
Por supuesto, Touma Kamijou, como una persona desafortunada, no busca la desgracia… Pero cuando tienes que compartir mesa con alguien tan peculiar como la chica que duerme en una mesa de comida rápida, vestida en un traje blanco y rojo de MIKO… solo puedes desear que esa chica no despierte mientras estés ahí.
— Gh-. — La boca de la chica se movió… La boca de la Miko se movió… ¡Claro que ella iba a despertar justo cuando el desafortunado se sentara en esa mesa! Eso solo deja a Touma con una solución… quedarse callado y esperar que esto termine rápido…
— Gasté todo mi dinero, y me arruiné… —
Algo dentro de la mente de Touma se detuvo por un segundo, sintiendo que ya había pasado por algo similar… Pero también tiene que comprender qué carajos significan las palabras de la Miko. Bueno… La miko es manejable… tal vez; pero el mayor problema recae en esos dos que justo ahora, notan la presencia de la chica de piel blanca y cabello negro lacio y bien cuidado; no antes cuándo subieron al piso y buscaron por una mesa… Claro que NO.
— Kami-yan~, cuando alguien te habla, debes complacer y responder, ¿Verdad? — El raro de pelo amarillo anunció primero.
— ¡Es cierto, es cierto! Touma, no puedes simplemente echarte atrás después de ver la aparición. Debes seguir las enseñanzas de Dios y extender la mano, ¡amén! — El raro de pelo azul agregó.
— Y… ¿Qué quisiste decir con gastar todo tu dinero y arruinarte? — El loco de pelo negro pretendió que esos dos sujetos no están ahí.
— Como tenía muchos cupones gratis, y una hamburguesa cuesta 580 yenes… — La Miko levantó el rostro de la mesa, pero se tomó todo su tiempo en levantar la mirada a las personas a su alrededor. — Seguí adelante y pedí 30 de ellos. —
— Pediste demasiados; niña estúpida. — Esa respuesta fue un reflejo, se ha dado cuenta de que la miko no se mueve. Debido a su silencio, se podía decir que desprendía un aura de dolor emocional. — … Si, perdón, error mío… ¿Cuál fue la necesidad de pedir tantas? —
— Frustración alimenticia… —
— Continúa… —
— La tarifa del tren de regreso a casa es de 400 yenes. —
— Si… —
— Fortuna total: 300 yenes. —
— ¿Y qué tiene que ver eso con "frustración alimenticia"? —
— Gasto excesivo… falta de planificación… —
— Y… ¿Por qué no usas esos 300 yenes para el viaje en tren? Puedes caminar la diferencia de 100 yenes… —
— … Esa idea es buena. — Entonces, solo hasta entonces, la Miko levantó la mirada; y hay que admitir, que la chica es inesperadamente hermosa.
Una belleza japonesa de ojos negros brillantes pero carentes de emoción; también carecían de agresión. Incluso si ella no quería a alguien cerca, emanaba un sentimiento reconfortante. Una naturaleza envolvente… E Index se enojó de nuevo por ser ignorada.
— ¡E-eso es imposible! Kami-yan en realidad está hablando con una chica… que acaba de conocer, ¡Es imposible! — Aogami Pierce refunfuñó enojado, arruinando el ambiente del lugar como se esperaba.
— ¡CÁLLATE, SOPENCO BIDIMENSIONAL! ¡REGRESE A TU CUBÍCULO EN EL ARCADE! Y TÚ, MIKO, ENCUENTRA LA MANERA DE CONSEGUIR 100 YENES POR TÍ MISMA, Y VAYA A CASA! —
— ¿Qué? ¡Aún no ha terminado Kami-yan! Fuiste un buen hombre durante 16 años, ¿¡Cómo conseguiste tantas chicas únicas como una monja y una Miko en 2 semanas!? ¿Es esto un juego de citas? — El deseo de aplastar el rostro del pelo azul casi se apoderó del pelinegro, lastima que su brazo no alcanza a recorrer la distancia entre ellos sin lastimar a alguien más.
— 100 yenes, por favor. — La miko levantó la cabeza y lo miró con una expresión complicada de dolor. — ¿Me prestarás? —
— Disculpa, esos imbéciles me dejaron sin activos. — Touma contestó con tranquilidad y expresión casi indiferente.
— … — La Miko reflexionó un rato y habló en un falso murmullo. — … Tan tacaño. Ni siquiera me presta míseros 100 yenes. —
— Tú eres la idiota que se gastó su dinero. — No es que Touma esté en una situación diferente; solo cambia el cómo ambos llegaron a esa situación.
— ¡Kami-yan! ¿¡Cómo puedes responder así con tanta naturalidad!? Como hombre, ¡No deberías hablar así frente a una belleza! — Aogami gritó con irritación.
— … Belleza. — Los ojos de la Miko se agitaron por un instante. — Préstame 100 yenes ya que soy hermosa. — Ordenó en su voz calmada y apagada al pelo azul por hablador.
Y extrañamente esa voz suave pero firme es casi tan aterradora, como la sonrisa de Komoe cuanto te llama sin honoríficos, o agrega el "estúpido" antes de tu nombre.
Touma bufó quedamente ante la inversión de papeles… Hasta que unos hombres vestidos de traje negro con gris, muy al estilo de guaruras, con lentes oscuros y el chícharo para el oido; entraron y rodearon la mesa de la miko, junto al cuarteto. Por algún motivo, nadie se percató de ellos además de Touma, hasta que la miko le pidió 100 yenes a uno de esos hombres.
"Son profesores del instituto" Contestó la Miko antes de descender las escaleras a paso calmado.
'¿Qué diablos pasa aquí?'
