Orsola comenzó de nuevo con su lectura, esta vez un poco más rápido y fluido, llegando a perderse completamente en su lectura, como solía hacer en la biblioteca; olvidando el barullo en el exterior de su casa santa. Iglesia construida en su honor por su gran labor como evangelizadora, la construcción de 6 capillas para 6 de los sacramentos, más la bóveda principal para al menos 250 personas donde se lleva la eucaristía, más el almacén y edificio dormitorio que están integradas como un solo edificio, eso se traduce en 8 espacios, el número de la diosa madre, reina del cielo.
Cosa extraña que los católicos permitieran una construcción así. Pero tendrá algo que ver con la situación de la monja, a pesar de la estima que los altos mandos católicos le tienen, no dudaron en dar una orden de ejecución… ahora, en supuestos tiempos de perdón y paz. En retrospectiva, no resulta tan sorprendente, lo que la monja despistada consideraba libertad, no fue más que desinterés, un caso del como la ignorancia y/o inocencia te vuelve feliz a pesar de vivir rodeado de enemigos.
— Index, quédate aquí y protege a Orsola; yo saldré a entretenerme con esa gente. — Kamijou comentó con algo de ansiedad, pero por algo diferente.
— No Touma… es peligroso. — Index exclamó intentando no hacer mucho ruido, trotando detrás de su guardián.
— Confía en mi Index, estaré bien, me enfrenté a un ángel ya; puedo salir de esta… — Touma sobó la cabeza de la niña sobre su toca con una sonrisa amable. — También es posible que mi presencia altere las cosas aquí. —
Index solo pudo ver con angustia como el adolescente sale de la iglesia, pero su guardián tiene razón; incluso si se le considerara a Touma como "El santo más débil", solo clasificarlo como uno ya lo volvería en alguien peligroso para los magos comunes. Index "recuerda" que Touma derrotó a Stiyl cuando la perseguían… Tuvo que hacerlo para llevarla con Komoe-sensei y sanarla… En aquel entonces no era diferente a una persona común, ahora lo único común es la apariencia de Touma.
— Parece que todas las piezas finalmente están en la mesa, solo falta organizarlas… No te demores Odin. — Una mujer perfecta de ojos rojos brillantes y cabello largo color chocolate, comentó a su compañero y amigo de milenios; levantándose de una pila de almohadas.
Su traje no es precisamente conservador: Un bikini negro de seda levemente traslucido con detalles en oro, cubierto por un camisón blanco sin hombros ni costados, con cola que rodea todo su cuerpo excepto el frente a modo de falda, todo adornado con oro; acompañado de medias azul marino con oro en los bordes, que dejan sus dedos y talones descubiertos, espinilleras finas y sobrias de oro; mangas que siguen el mismo estilo de las medias, pero con brazaletes y un collar con una estrella de 8 puntas dentro de un circulo, sobre una recta.
— Todo va según el plan Ishtar, no veo la necesidad de inmiscuirse con ellos en este momento. — Una mujer delgada de cabello dorado largo ondulado y un ojo verde, contestó. — Me parece que solo quieres mostrarte ante la llave por puro gusto… Tu, solo quieres meterte con él ¿Cierto? —
Ella viste botas altas negras con el frente abierto y tacón de plata; armadura delgada negra que solo cubre sus costados, cuello, vagina, pezones y la parte baja de sus nalgas (¿¡Se le puede llamar a eso una armadura!? ¡Por favor! ¡Ni siquiera cubre su ano! ¡¿Quién fue el pervertido que diseñó esto?!); una capa negra con el interior rojo y bordes blancos que se divide en dos desde la cintura, con hombreras hechas de cintas blancas duras y un amuleto de terciopelo rojo y punta de plata, sujeto al cuello de la capa con cadena fina de plata; acompañado con un sombrero de ala ancha y la punta doblada, con las mismas cintas blancas; finalmente un parche negro y una gema roja que cumple la función de ojo.
— No es como si tuvieras derecho a recriminar. Creaste ese cuerpo femenino sin razón aparente… O por lo menos; no me has dado una razón viable. — La diosa de cabello chocolate desapareció con una sonrisa en un resplandor de ese plano, dejando al dios nórdico en sus pensamientos de nuevo. Al parecer, el plan de los dioses se relaciona con el plan de Aleister, al menos hasta cierto punto.
En cuanto Touma cruzó y cerró la gran puerta, un campo se activó protegiendo la estructura de la gran iglesia, no al grado de una catedral, pero una que entra en el tamaño límite para que ese campo la cubra completamente.
'Reinas mías'
— ¡Touma, ¿Qué ocurre?! — Misaki preguntó por esa expresión de sentimientos que se están calmando demasiado rápido, como si los estuvieran apagando.
'Perdón por despertarlas' El pelinegro parece estar entre cansancio y tranquilidad.
— No, para nada. No es tan tarde ¿Sabes? — Ayu no tardó en agregar, pero ella está revisando unos documentos sobre Yuuri, buscando la causa del descontrol anormal del Astral Buddy. Mucho esfuerzo ha hecho ella para rescatar a la chica que prácticamente se quedó estancada en el proyecto CLON DOLLY, nomás que se entere quién es el responsable de su degradación, no habrá inframundo que le proteja.
— ¿Quieres que te ayudemos a encontrar a tu hermana? — Misaki preguntó.
'Precisamente, un lugar que no sea de ITEM, para hablar con ella'
— Ho~ Está bien Touma, mañana comenzamos a buscar. — Ayu aseguró. — Asegúrate de regresar con bien. —
'Por supuesto; Misaki, Ayu… Gracias'
— Eso… es la protección de Egidio… — Agnese comentó absorta y algo asustada en lo que acaba de ver; una protección de tal nivel requiere de al menos 20 personas para activarse, y de muchas más para romperse; se levantó apenas envolviendo la iglesia por completo. — Entonces los Amakza están dentro de la iglesia. —
— ¿Amakusa? — Touma salió de su mente no muy seguro de dónde escuchó ese nombre anteriormente.
— ¿Por qué hiciste esto, chico? — Syil habló molesto.
— Orsola huyó de los católicos para descifrar y destruir ese libro; que en mi punto de vista, es pura parafernalia. — Touma contestó fuerte y claro, por algún motivo, él se encuentra en una inmensa paz en este momento, lo que es extraño… hace pocos segundos tenía un torrente de emociones que lo abrumaban; y a sus reinas también, pero rápido fue reemplazada por esta sensación de tranquilidad. — No me parece que entregarla a los católicos para que ellos la enjuicien sea lo correcto. —
— ¡Precisamente! — La voz de un hombre se escuchó desde atrás de las fuerzas de Agnese; 250 monjas listas para subyugar a sus enemigos. — ¿¡Por qué deberíamos entregar a una mujer inocente a sus verdugos!? — El grupo Amakusa rápidamente se formó para hacer de barricada en la entrada. — ¿Qué harás ahora, Stiyl Magnus? ¿Aún tienes orgullo como caballero Inglés? — El hombre larguirucho con mucho cabello negro a modo de pandillero honrado, provocó al pelirrojo que siempre lleva el ceño serio o fruncido.
Stiyl sólo chasqueó su lengua aún fumando, como si el humo que sale de su boca no lo molestara, Kamijou seguro se ahogaría si hiciera eso con un cigarro en la boca… Pero con esa respuesta, o la falta de una, Agnese se desesperó, y exclamó golpeando su báculo metálico contra el suelo en coraje, haciendo que se abra en seis pétalos que parecen colas de zorros… supuestas alas de un Serafín, mejor dicho, la representación artística de uno.
— ¡Todos ustedes son enemigos de la Iglesia Católica Romana! — Las 250 monjas sacaron sus armas de diferentes tipos; desde sacos de monedas y ruedas de madera, a látigos, porras y lanzas. — ¡Nadie se opone a la iglesia! — Eso gritó la pequeña, pero incluso ella años atrás no confiaba en los católicos.
La muestra de autoridad y poder que debió amedrentar a sus enemigos, nace de lo que parece ser un berrinche, una niña a la que le infundieron ideas y le dieron poder y una misión… ¿Pero dónde quedó la moralidad de sus actos? ¿No era esa niña solitaria la que, un día, daría esperanza a los huérfanos y abandonados? El modelo a seguir ¿Dónde quedó? ¿Cuándo se perdió?
Los Amakusa comenzaron su combate presionando al interior, y obligando a las monjas a separarse; el hombre con la camisa blanca y una cruz ladeada roja, imitando la bandera inglesa; atacó con una flamígera de guarda ornamental contra a Agnese, lo qué la obligó a esquivar y retroceder. Ella y sus monjas perdieron el primer movimiento, así que deben reagruparse para tener la ventaja.
— No vuelvas a hacer algo como esto sin consultarme. — Stiyl dijo al lado del pelinegro sacando sus cartas.
— YA, Está bien… Vamos. — Ambos saltaron a la refriega en direcciones opuestas, Stiyl generó una llamarada y una lanza de fuego que fueron mayormente esquivadas; Touma se lanzó a un grupo de monjas que se estaban aglomerando para separarlas, si dejan que la monjas se agrupen y organicen, tendrán una batalla mucho más complicada. 251 monjas contra 33 Amakusa, Stiyl y Touma; equilibrada no está la cosa.
El grupo de Agnese es más grande, están entrenadas en la ofensiva, y al tener una institución tan grande como la Romana Católica patrocinándolas; las fuerzas de Agnese son formidables… Pero los Amakusa tienen convicción, ellos tienen un deseo: No entristecer a su suma sacerdotisa, Kaori Kanzaki; quien a pesar de ya no pertenecer a la organización al querer cuidar de Index (Y sabemos cómo terminó eso), sigue siendo respetada y casi venerada por sus ex-compañeros, su familia.
Una línea gruesa de hielo creó picos conforme avanzaba por el terreno no encementado; que obligaron a las monjas a separarse de su formación, de nuevo. Los Amakusa se enfocan en el sigilo y desvío, dependen de su defensa y reflejos; si las monjas logran organizarse, los Amakusa tendrán poco que hacer en un espacio que ofrece tan poca cobertura. Si los mago-guerreros quieren una oportunidad contra las monjas; en un extraño cambio de papeles respecto a su fundador, deben presionar y aprovechar cada momento para separar e incapacitar un grupo que los supera en casi todo aspecto.
